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Tema 4 – La evolución pensamiento económico

1 INTRODUCCIÓN.

La Economía es la ciencia que estudia la manera en la que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre las diferentes personas y grupos sociales. Su objeto es explicar los fenómenos económicos:

1) Economía es una ciencia por tener objeto propio, que son los fenómenos económicos, un método y un conjunto de teorías económicas capaces de explicar esos fenómenos.

2) Es una ciencia empírica, ya que se contrasta en la realidad. Más concretamente, se refiere a cuestiones económicas relacionadas con la vida del hombre.

3) No es una ciencia exacta, porque las acciones y reacciones humanas no son matemáticamente previsibles. se puede demostrar que sus conclusiones no son siempre exactas y muchas veces son nuevas tendencias en la conducta.

Toda ciencia se caracteriza por ser un conjunto de teorías o hipótesis, en los que se ha aplicado criterios del método científico (contraste de hipótesis con la evidencia empírica). Se utilizan dos métodos (combinadamente a veces):

1) El método inductivo: se razona desde lo particular hasta lo general. Este proceso permite la realización de hipótesis. Consiste en la formulación de hipótesis sobre el comportamiento de una realidad que permiten elaborar principios, leyes o modelos explicativos de esa realidad. Es una especie de generalización de la experiencia. Parte de varios hechos particulares descriptivos, para después establecer hipótesis validas para la generalidad.

2) El método deductivo: se infiere una conclusión a partir de premisas (apriorísticas) que a partir del conocimiento de determinados aspectos de la realidad. Se formulan hipótesis sobre el comportamiento de otros aspectos no conocidos suficientemente.

Vamos a ver las principales corrientes económicas, sobre todo hasta el siglo XX.

2 EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO.

2.1 Generalidades

La Economía es una ciencia que acumula conocimientos a través de teorías que han ido perfeccionándose. El progreso científico en Economía ha provocado la sustitución de unas teorías por otras, conforme se han ido necesitando resolver los problemas económicos de cada época. Las teorías económicas han tratado de explicarnos los fenómenos económicos, bajo el prisma de su veracidad científica. Estas teorías no han ido evolucionando en línea creciente, sino que zigzagueado.

El pensamiento económico acumulado, desde la corta historia que tiene la Economía como ciencia, ha evolucionado conforme a los problemas propios del momento. Dentro de la Teoría Económica actual tendremos que distinguir entre la época precientífica (hasta la primera mitad del XVIII), y la ciencia económica, desde aquél entonces. Probablemente la frontera la marca Adam Smith con su libro LA RIQUEZA DE LAS NACIONES, de 1776.

2.2 Breve historia del pensamiento económico.

2.2.1 Etapa precientífica: Grecia, Roma y la Edad Media.

Los autores griegos no hicieron ciencia y escribieron sobre aspectos económicos sin desligarse de la moral y la política. Los sofistas veían importante el comercio y desligarse de las ciudades y rechazaban el sistema esclavista y la existencia de clases sociales. El comercio fomentaba las relaciones entre los individuos con libertad. Los socráticos, como Platón y Aristóteles, mostraron un punto de vista económico conservador, contrarios al enriquecimiento por ser inmoral. La agricultura es bien vista en los escritos griegos, y contrariamente, comerciantes y artesanos son ciertamente desdeñados.

En síntesis, consideran que el comercio, la producción y el intercambio son perjudiciales si se expanden, porque traen perjuicio moral y social. En cuanto a la distribución de la riqueza muestran una visión socialista (de todos), pero a la vez conservadora, a través de un sistema de castas que permita el mantenimiento del status quo. Están preocupados por un Estado Estacionario y armónico.

Los autores romanos fueron menos fructíferos que los griegos. La cultura romana aportó la creación de las vías de comunicación y con éstas el intercambio y el aporte jurídico a la propiedad, los contratos y el derecho a testar. Los pensadores romanos tenían ideas similares a los socráticos en su transfondo moral y político. Contrarios a la expansión, fomentan la agricultura, contrarios a los intereses y al comercio. Los principales autores son (Paladio, Columela, Catón y Varron).

En cuanto a los pensadores de la Edad Media (escolásticos) con la invasión germánica se volvió a esquemas más rurales (menos importancia de las ciudades). Por otra parte, la expansión del cristianismo supuso la condena de la esclavitud, desprendimiento de las riquezas, desigualdad de condiciones debido a la diferenciación de los trabajos. Los pensadores de la edad media escribieron sobre:

1) La propiedad: Santo Tomás de Aquino aboga por la existencia de la propiedad privada para que el hombre consiga sus fines. Esta utilización debe ser moderada y responsable (moralidad en la propiedad).

2) El trabajo: se ennoblece el trabajo, aunque se establecen categorías o estratos. Se distingue entre trabajo productivo (agricultura, ej) y el improductivo (comercio). Se preocupan del salario justo (que mantiene decorosamente a la familia y no es injusto para el consumidor).

3) El capital y el interés: tema controvertido, se reconoce pago de indemnización al prestamista por lucro cesante, daño emergente o riesgo corrido, pero no un precio por el dinero.

4) Población: incitan a la necesidad de la existencia de una población numerosa.

2.2.2 El Pensamiento Preclásico.

Se dividen en dos corrientes:

Los mercantilistas desde el XVI al XVIII, más que una escuela fue un conjunto de escritores y funcionarios que mostraron sus ideas sobre el comercio. La idea fundamental de esta corriente es que el oro y los metales preciosos son la esencia de la riqueza. Aconsejan la acumulación de metales nobles (Bullonismo) y estudian el dinero, al que por primera vez consideran como una mercancía más cuyo valor viene dado por su escasez o abundancia relativa. La economía mundial es vista como un juego de suma cero en el que el enriquecimiento de uno implica necesariamente el empobrecimiento de otro. Se trata de robustecer la producción interior y de debilitar el proteccionismo de los demás países.

No se trata ya de juzgar moralmente sino de recomendar a los gobernantes medidas políticas que enriquezcan al país (aranceles, producción interior, importaciones baratas, aumento de la población, fomento de la exportación y bajos salarios). Surge así la TEORÍA CUANTITATIVISTA DEL DINERO en la que son pioneros los autores de la Escuela de Salamanca Martín de Azpilicueta (1493-1586) y Tomás de Mercado (?-1575).

A mediados del s. XVIII un grupo de intelectuales franceses dirigidos por F. Quesnay, que supone una vuelta a la naturaleza y a la tierra, que propugnaron que e la agricultura era la única de generar producto neto genuino. Para esta corriente, la riqueza es un flujo que puede renovarse y aumentar (y no un stock como para los mercantilistas). Proponen un esquema de funcionamiento del sistema económico, el TABLEAU ECONOMIQUE. Consideran que la riqueza circula entre tres grupos sociales: la clase productiva (los agricultores), la clase estéril (los artesanos y comerciantes) y los propietarios (la nobleza, el clero y los funcionarios). El Estado debe mantener este Orden Natural mediante tres reglas: el derecho a la propiedad, la libertad económica (el laissez faire, laissez passer) y la seguridad en el disfrute de esos derechos y libertades.

2.2.3 El nacimiento de la ciencia económica. Los clásicos.

La publicación del libro “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith en 1776, es considerado el origen de la Economía como ciencia. Los clásicos escribieron en una época en la que la industria estaba conociendo un desarrollo sin precedentes. Su preocupación principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la distribución, el valor, el comercio internacional, etc. Uno de sus objetivos principales fue la denuncia de las ideas mercantilistas restrictivas de la libre competencia que estaban aún muy extendidas en su época. Para Adam Smith, el Estado no debía intervenir en economía (laissez faire) porque al actuar libremente los hombres en la búsqueda de su propio interés beneficiaban al resto (mano invisible).

Adam Smith tuvo muchos seguidores que componen la llamada ESCUELA CLÁSICA. Fue la época de la CIENCIA LÚGUBRE. Malthus, estudiando la población y Ricardo las rentas, llegaron a conclusiones muy pesimistas. Consideraban que la fase de crecimiento acabaría en un Estado estacionario con salarios de subsistencia. Los clásicos tratan de entender porqué los diamantes tienen un precio superior al agua a pesar de que ésta es mucho más útil para la vida del hombre. Distinguen por tanto entre valor de uso y valor de cambio. Estos conceptos serán la base teórica utilizada en El Capital de Karl Marx.

2.2.4 La réplica al capitalismo por parte de Karl Marx.

La teoría marxista predice la evolución socioeconómica futura e invita a los trabajadores a participar activamente acelerando la transformación del sistema. Partiendo de la teoría ricardiana del valor-trabajo, habla de la plusvalía obtenida por el empresario (diferencia entre el valor de las mercancías producidas y el valor de la fuerza de trabajo utilizado). Esta plusvalía es apropiada por la clase burguesa, propietarios de los medios de producción. Las fuerzas del sistema empujan a la clase dominante a una continua acumulación de capital lo que provoca la disminución de la tasa de beneficios a la vez que la concentración del capital en muy pocas manos. La progresiva mecanización crea un permanente ejército industrial de reserva (parados) que mantiene los salarios al borde de la depauperación. Todo el sistema lleva a la “expropiación de los expropiadores”.

2.2.5 Neoclasicismo (Marginalistas).

A partir de la década de 1870 tres grandes economistas inician esta corriente: Carl Menger (Viena), en torno al cual se forma la Escuela Austriaca; Leon Walras, creador de la Escuela de Lausana; y William Stanley Jevons. Sus aportaciones incluyen los conceptos de coste de oportunidad, coste marginal, la utilidad marginal y equilibrio general que siguen siendo hoy el cuerpo principal de los manuales de economía. Son las conductas de los productores y los consumidores tratando de maximizar sus beneficios y su utilidad las que conducen a una situación de equilibrio general. Son los neoclásicos los que explican satisfactoriamente el problema del precio de los diamantes y el agua. El precio de todas las cosas es un resultado del equilibrio entre su oferta y su demanda. La primera gran síntesis de la ciencia económica, englobando las doctrinas de los clásicos con la de las diferentes escuelas marginalistas, la realiza A. Marshall cuyo libro Principios de Economía fue el primer manual moderno de Economía.

2.2.6 Los economistas del siglo XX.

La Escuela Austriaca, que había sido fundada por Menger, se ha mantenido durante todo el siglo XX en su tradición metodológica, fuertemente crítica con todos los paradigmas dominantes. Desde la concesión del Premio Nobel de Economía en 1974 a F.A. von Hayek, uno de sus más destacados líderes, está conociendo un rejuvenecimiento y expansión de su influencia y prestigio.

En la década de los años treinta los países de occidente sufrieron la más grave crisis económica conocida hasta la fecha: la Gran Depresión. El marginalismo no estaba capacitado para explicar ese fenómeno. En 1936 J.M. Keynes publica su “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, el libro que, sin duda alguna, ha influido de forma más profunda en la forma de vida de las sociedades industriales tras la segunda Guerra Mundial. Las decisiones de ahorro las toman unos individuos en función de sus ingresos mientras que las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus expectativas. No hay ninguna razón por la que ahorro e inversión deban coincidir. Cuando las expectativas de los empresarios son favorables, grandes volúmenes de inversión provocan una fase expansiva. Cuando las expectativas son desfavorables la contracción de la demanda puede provocar una depresión. El Estado puede impedir la caída de la demanda aumentando sus propios gastos.

Atendiendo a las propuestas keynesianas, los gobiernos de los países industriales iniciaron una activa política de intervención aumentando progresivamente sus gastos y el peso del sector público. El keynesianismo fue adoptado como paradigma dominante en todas las universidades occidentales. Esta vez es Paul Samuelson el que realiza la síntesis teórica entre las diversas corrientes dando lugar al neokeynesianismo como una fusión de la teoría neoclásica con la keynesiana. Algunos economistas, los llamados postkeynesianos, consideran sin embargo que las ideas de Keynes fueron excesivamente deformadas por esa fusión y por los vulgarizadores y que en su forma original aún tienen mucho que aportar para comprender el funcionamiento de la economía.

Durante los años cincuenta y sesenta del siglo veinte, sólo un pequeño grupo, los monetaristas nucleados en la llamada Escuela de Chicago bajo el liderazgo de Milton Friedman, mantuvieron un espíritu crítico, condenando la discrecionalidad en la política económica, el excesivo peso del Estado, y proponiendo alternativas basadas en las más tradicionales medidas de tipo monetario. La crisis económica de los años setenta al presentar simultáneamente inflación y paro (estanflación), algo inexplicable para los esquemas keynesianos, les dio la razón en muchas cuestiones. De esta escuela surgen las corrientes neoliberales que dominaron la ciencia económica durante los años setenta y ochenta.

Paralelamente a la Escuela de Chicago, surgió la Escuela de las Expectativas Racionales, cuyo principal exponente es Robert Lucas y Thomas Sargent, cuya principal filosofía es que las medidas macroeconómicas sistemáticas para luchas contra el desempleo sólo consiguen aumentar la inflación. Afirman que es mejor una política monetaria y fiscal pasiva, ya que la gente reacciones rápidamente a las medidas económicas, provocando más inestabilidad.

A finales del siglo diecinueve y principios del veinte un grupo de economistas americanos desarrollan un método de análisis de la realidad social que se conoció como la escuela institucionalista. Destacan estos autores el papel que tienen en el sistema económico los hábitos de conducta y de pensamiento de la comunidad que quedan plasmados en las instituciones sociales. Aunque durante mucho tiempo se consideró que era una corriente de pensamiento “extinguida”, su influencia siguió presente en mayor o menor medida en un gran número de economistas contemporáneos.

Durante la segunda mitad del siglo veinte surgieron algunas corrientes de la teoría económica que analizaban campos aparentemente dispersos y muy específicos: el Análisis Económico del Derecho, la Elección Pública, la nueva teoría de la empresa y los contratos, la teoría de los costes de transacción y la economía de la información, entre otras. En la actualidad se acepta que todas estas corrientes forman parte en realidad de un programa de investigación que se conoce como neoinstitucionalismo.

En cuanto a los disidentes de la izquierda, cabe destacar John Kenneth Galbraith, que en el último cuatro del siglo XX ha supuesto una crítica constante a la sociedad consumista, a las grandes empresas que engañan con su publicidad y al capitalismo exacerbado que provoca desigualdades sociales.

Existe otra corriente que la podrías denominar la economía radical, que son aquellos pensadores que modificarían totalmente el régimen capitalista mixto actual, como John G. Gurley. Sus premisas son: oposición al imperialismo, mayor equidad, rechazo a los mercados (los gustos de los consumidores están manipulados), planificación económica democrática.

También cabe destacar la corriente denominada los economistas del desequilibrio, surgida por las crisis de los 70, y la idea fundamental es que la idea del equilibrio en la ciencia económica no es fundamental e imprescindible. Consideran que los postulados del equilibrio económico son irrelevantes para la explicación de los fenómenos económicos reales y se convierten en meros ejercicios académicos. Shackle considera que la Economía es una ciencia que versa sobre pensamientos, y por lo impredecible de los mismos se inclina en la idea de la incertidumbre y del desequilibrio. Clower y Leijonjufvud piensan que el desequilibrio puede ser operativo.

En cuanto a los economistas de la oferta (Laffer, Mundell, Boskin) se basan en desechar las tradicionales políticas keynesianas, y creen en el crecimiento de la oferta agregada, desean la rebaja de la presión fiscal y de la progresividad, creen en que esto no tiene porque suponer menor recaudación. También defienden el menor peso del sector público en la economía, los incentivos al ahorro, la moderación salarial, la estabilidad del valor de la moneda a través de la PM, la eliminación de trabas al desarrollo, disminución del riesgo e incertidumbre, ayuda al empresariado más innovador y emprendedor, así como el no proteccionismo.

3 LA ESCUELA CLÁSICA.

La Escuela Clásica del siglo XVIII Y XIX tiene como principales raíces, el mercantilismo (desde el punto de vista práctico) y los escolásticos (desde el punto de vista moral o ético). Los autores clásicos fueron los primeros economistas que hicieron ciencia ya que: relacionaron fenómenos económicos construyendo modelos teóricos, descriptivos y explicativos, identificaron causas y efectos, formularon conceptos y principios, recogieron y analizaron datos, enunciaron leyes de comportamiento. Han influido mucho en economía y ciencias sociales.

3.1 Los autores clásicos.

3.1.1 Adam Smith.

Se basó bastante en el Derecho Natural y fundamentó el concepto de Sistema Económico, incluso antes de escribir su principal obra (La Riqueza de las Naciones). Para él existía un ORDEN BENÉFICO que resulta de la persecución del interés propio y se manifiesta dicho orden en circunstancias tan importantes como la DIVISIÓN DEL TRABAJO. Adam Smith, por tanto, creía en un orden natural que da armonía (la mano invisible). Consideraba que la riqueza real de un país consistía en el valor del producto anual de la tierra y del trabajo, y la división de éste como instrumento de expansión de la riqueza. También vislumbró el estado estacionario.

Utilizaba el método inductivo en sus razonamientos (proposiciones con ejemplos).

3.1.2 David Ricardo.

Aportó tres cosas fundamentales:

1. El modelo del grano o cereal, bajo una economía monoproductora en la que se aplicaba trabajo y capital a la tierra y se producía grano y llegó a demostrar la ley de rendimientos decrecientes bajo estas condiciones.

2. La teoría de la ventaja comparativa para el comercio internacional, demostrando que con una productividad del factor trabajo superior en un país, en las dos mercancías del modelo, el comercio seguiría siendo ventajoso.

3. Estudió la distribución del producto nacional entre las principales clases de la sociedad: los salarios para los trabajadores, beneficios para los empresarios, y rentas para los terratenientes

4. Una teoría empírica del valor.

Aplicó el método deductivo en su creación de modelos.

3.1.3 John Stuart Mills.

Mantuvo la idea de los rendimientos decrecientes en la agricultura, permitiendo una visión globalizada y enriquecedora de ESTADO ESTACIONARIO, pero modificó algunos aspectos, al introducir las posibilidades del progreso técnico. Continuó la teoría de David Ricardo que demostraba la relación inversa entre salarios y beneficio (pero introdujo que los costes salariales por unidad de producto no tenían por qué crecer con el aumento de la población porque el coste salarial dependía de los salarios monetarios, la eficiencia del trabajo y el precio de los bienes salario). Llegó a la conclusión de que el ahorro dependía del tipo de interés y también de que el valor de las cosas venía determinado a corto plazo por la oferta y la demanda y a largo plazo por el coste de producir ese bien.

3.1.4 Malthus.

Se centró en estudios de población, habló de paro, de gastos improductivos, etc. Lo veremos más adelante.

3.1.5 Jean Bautista Say.

Es uno de los primeros autores que habla del empresario. Enunció una importante teoría basada en la demanda, y no en la oferta.

3.2 Aportaciones teóricas de los clásicos.

Se interesaron en problemas relacionados con el crecimiento y la distribución del producto nacional (entre trabajadores, empresarios y terratenientes). Trataban de formular proposiciones que tuvieran una inferencia casi inmediata en política económica. Sus principales aportaciones fueron:

1. Estudios de población: es importante el modelo de Malthus que expone que el poder de la población es mucho mayor que la capacidad de la tierra para permitir la subsistencia del hombre. La población crece con una función exponencial y la subsistencia en progresión aritmética. Aún así, la dificultad de conseguir la subsistencia supone un freno poderoso y constante a la población, a través del freno preventivo (disminución del número de matrimonios para impedir la caída del nivel de vida) y frenos positivos como la miseria (aumenta la mortalidad, en especial la infantil). El futuro es pesimista, abocados a la miseria y muerte debido a los rendimientos decrecientes. Pero no consideró los avances técnicos. Stuart Mill habla de reeducación con métodos anticonceptivos de los trabajadores para evitar problemas y prevé la disminución de la natalidad debido a la incorporación de la mujer al trabajo.

2. Ley de Rendimientos decrecientes: el Gobierno quería preservar la agricultura inglesa y con aranceles muy altos (Leyes de granos). Para argumentar en contra, Ricardo mostró una relación inversa entre beneficios y salarios de forma que conforme se fueran cultivando tierras marginales, los beneficios disminuirían (por la peor calidad de los terrenos) y la renta iría aumentaría estrangulándose el crecimiento económico. Estas leyes fomentaban la utilización de tierras marginales siendo negativas para el país.

3. La Ley de Say: vulgarmente dice que “toda oferta crea su propia demanda”. Surge como fundamento al debate de una crisis de mercado (principios del XIX) y es también llamada LEY DE LOS MERCADOS o LEY DE LAS SALIDAS y se puede formular de varias formas:

a. Ley de Say: en una economía de trueque o en una economía monetaria en la que el dinero tiene como función la unidad de cuenta, el valor de todos los productos ofrecidos es idéntico al valor de todos los productos demandados. Porque la producción es igual a la renta.

b. Identidad de Say: en una economía monetaria en la que el dinero sirve como medida de las mercancías, el valor de los n-1 productos demandados es igual al valor de los n-1 productos ofrecidos. Esto se origina cuando la demanda de dinero es igual a la oferta de dinero.

c. Igualdad de Say: en caso de crisis existe un excedente de producción que se elimina si existe flexibilidad en los precios y el tipo de interés.

4. Aportaciones sobre el paro de Malthus: Malthus distingue entre trabajo productivo e improductivo (el primero contribuye a aumentar la riqueza y el segundo es sólo un estímulo a la generación de riqueza). También expone que la tasa de beneficio disminuye cuando la capacidad productiva de esa economía es mayor a la demanda.

5. Teoría del Comercio Internacional: Smith aporta que la división del trabajo es tanto mayor cuanto mayor sea la expansión del mercado (y la expansión del mercado puede venir promovida por el comercio). Smith postuló la teoría de la ventaja absoluta, al decir que el comercio se entabla sobre la base de la ventaja absoluta, es decir, las mercancías serán producidas allí donde los recursos que necesitan sean los más bajos en términos absolutos. La ventaja del comercio es comprar más barato en el exterior que en el interior. Además se habla de las virtudes de la exportación al servir para expansionar el mercado aprovechándose de las ventajas de la división del trabajo. La teoría más importante es la de la ventaja comparativa (a un país le puede beneficiar importar mercancías en las que goza de ventaja absoluta).

6. Teoría del Valor: Smith solía confundir valor de uso y valor de cambio, pero Ricardo estableció como valor de uso el valor que cada persona le da a los bienes (que no es medible) y valor de cambio el valor que adquieren los bienes en el intercambio, el cual viene establecido por la cantidad de trabajo que lleva incorporado el bien y también por su escasez. Es por lo que Smith decía que la riqueza de un país venía medido por el producto anual de la tierra y el trabajo. Llegan a la conclusión de que los bienes del medio ambiente no tienen un valor de cambio debido a su abundancia, aún cuando tienen valor de uso. Entienden que es la naturaleza la que provee gratuitamente de esos bienes.

7. Teoría clásica de la distribución: según Adam Smith, los salarios se fijan en función de la oferta y la demanda en el corto plazo, pero a la larga los salarios tienden a los de subsistencia. Para Ricardo la ley de la distribución era la parte más importante de la teoría económica, separando los salarios, los beneficios y las rentas de los terratenientes. Los rendimientos decrecientes limitan el crecimiento, por tanto las rentas suben y los salarios bajan, porque lo que se lleva una clase social se lo quita a otra.

8. Teoría monetaria: Smith recalcaba constantemente que el dinero no era riqueza sino más bien una mercancía de aceptación general, permitiendo la transición de una economía de trueque a una de intercambios monetarios. Ya hablaban de los efectos de una subida de precios en las exportaciones, y de como se puede conseguir el equilibrio cuando se compra en el exterior.

4 LA CRÍTICA MARXISTA.

Las teorías de Marx aún están vivas y son de una importancia vital. Los países comunistas han llevado a cabo muchas de las ideas de este filósofo de la economía. Su gran obra fue El Capital (1867) y sobre el valor-trabajo. Supone que lo que da valor a una mercancía es la cantidad total de fuerza de trabajo utilizada para producirla. Marx se dio cuenta que en el capitalismo competitivo los precios del mercado no eran necesariamente iguales a los valores-trabajo, y dedujo que era porque los capitalistas recibían unos ingresos adicionales a los costes laborales, una plusvalía. Por plusvalía Marx entiende la diferencia entre los ingresos y los costes laborales, que comprenden los costes directos del trabajo contratado y los indirectos del trabajo utilizado para producir bienes de capital y, por tanto, encerrados en el capital utilizado. Como los trabajadores se ven obligados a vender su trabajo a los capitalistas y los capitalistas les pagan solamente una parte del valor del producto. En el caso de no utilizarse maquinaria, la tasa de plusvalía es el cociente entre los beneficios y los salarios. Lo que aportó Marx, sobre la teoría del valor de Ricardo, es que dejó al descubierto la naturaleza del beneficio, como una renta no ganada o no merecida.

Utilizando su teoría Marx describió una transición a una sociedad socialista y las expropiaciones son expropiadas, es decir, los trabajadores arrebatan la plusvalía.

Describió un proceso importante, los capitalistas se ven obligados a acumular, pues la búsqueda de riqueza se convierte en un fin en sí mismo y no en un medio para el consumo posterior. Cuando se acumula capital desciende la tasa de beneficio, bajo la presión de extraer una plusvalía cada vez mayor, la clase trabajadora se empobrece progresivamente y los trabajadores acaban cada vez más alienados en el puesto de trabajo. Al descender los beneficios y agotarse las posibilidades de inversión en el interior, las clases capitalistas dirigentes recurren al imperialismo (buscan tasas de beneficio en el extranjero).

Marx vaticinó que un sistema de este tipo no puede mantenerse indefinidamente y predijo desigualdad en el capitalismo y la aparición de una mayor conciencia de clases por parte del proletariado oprimido. Vaticino mayores monopolios, mayores ciclos económicos y subconsumo, depresiones catastróficas hasta la muerte del capitalismo. Marx explicó los ciclos de la siguiente manera: cuando la demanda de mano de obra creciente supera la oferta disponible se elevan los salarios, en consecuencia, los beneficios bajan y la acumulación de capital se frena. Dicha disminución nos lleva a una disminución de la demanda agregada y a un estancamiento. En la depresión, los valores del capital se deprecian y el ejército de reserva se repone, lo que hace bajar los salarios. Esto reestablece la rentabilidad de la producción y prepara el escenario para una reanudación de la acumulación.

Con el paso de las décadas se pudo comprobar como el drama de Marx no estaba representándose como él había esperado. Los trabajadores estaban disfrutando de salarios cada vez más altos y de menos horas, la participación en el trabajo en la renta nacional estaba creciendo, etc. Las urnas dieron poder al pueblo, los sindicatos actuaron de freno en la desigualdad laboral y el Estado ha intentado poner freno a los fallos de mercado propios del capitalismo. Marx estaba en lo cierto en muchas cosas. Por ejemplo, sostenía que a los individuos nos mueven los intereses económicos y que solemos actuar en consecuencia.

5 LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA

5.1 Principios de la economía neoclásica.

Los autores clásicos habían insistido en los costes, descuidando la demanda. Habían centrado sus esfuerzos en analiza la oferta. Alrededor de 1870 surge la “revolución marginal”, cuyo término fue acuñado por el más que curioso descubrimiento simultáneo pero independiente del principio de la utilidad marginal decreciente, como bloque fundamental de una nueva clase de microeconomía estática. Así fue como Stanley Jevons en Inglaterra, Carl Menger en Austria (también llamados marginalistas) y León Walrás en Suiza llegaban a conclusiones casi exactas. Esta revolución supuso la comprensión de que las preferencias de los consumidores (utilidad) influían en la demanda de la mercancía (demanda depende de la utilidad marginal). Crearon la teoría completa del mecanismo de mercados.

Los neoclásicos enseñaban que el valor de un bien fundamental es inteligible y en consecuencia se puede medir, por el efecto de satisfacción que produce al sujeto que consume un bien. Cuánto más cantidad de bien consume, menor es la satisfacción añadida, y este mecanismo es el que regula la demanda de ese producto. Este principio, de la UTILIDAD MARGINAL DECRECIENTE radica en la característica de que disminuye nuestra satisfacción a medida que aumentamos en una unidad el consumo de un bien. Esto regula nuestra demanda del mismo y afecta al precio del mercado. Las dos leyes fundamentales de la teoría de la utilidad marginal se suelen conocer como la primera y la segunda ley de Gossen:

a. Ley de la saturación de las necesidades: la cantidad de un mismo goce disminuye constantemente a medida que experimentamos dicho goce sin interrupción, hasta que se llega a la saturación.

b. Ley de igualación de utilidades marginales ponderadas: la mayor satisfacción que se puede alcanzar se da cuando estamos en tal momento de satisfacción ante la posibilidad de utilizar uno de los bienes, que en cualquiera se invierte su siguiente último € esperando obtener el mismo grado de satisfacción añadida.

Se preocuparon por precisar supuestos donde analizar y validar las hipótesis del mercado perfecto: homogeneidad del producto; pequeñas alteraciones de bienes producidos o consumidores no afectaron a precios; la información perfecta; posibilidad de entrar y salir en el mercado.

5.2 Los autores neoclásicos.

1) Jevons: creía que el valor es subjetivo. El grado final de utilidad a obtener será el grado de utilidad de la última adición o de la posible adición siguiente, de una cantidad muy pequeña o infinitamente pequeña, del bien. Sostuvo que el valor del placer y del dolor varían según cuatro circunstancias: intensidad, duración, certeza o incertidumbre y proximidad o distancia. Jevons definió la mercancía como un objeto, sustancia, acción o servicio, que proporcionar placer o evitar dolor.

2) Menger: definió las condiciones de bien (satisfacedor de necesidades, relación causal con su utilización, reconocimiento de dicha situación y disposición de ella). También creó una clasificación de bienes (orden superior e inferior). Distinguió también entre bienes económicos (oferta superior a necesidad) y no económicos. Definió utilidad como la capacidad de una cosa para satisfacer necesidades, y concluyó que las satisfacciones pueden variar en su grado (necesidades más a menos apremiantes). Piensa que su comportamiento es el núcleo del fenómeno económico. Un bien será económico sólo si es escaso. Y el valor de uso de un bien varía según las preferencias individuales. Cada individuo tiene varias necesidades y varios bienes disponibles, tendiendo el individuo a elegir cantidades diferentes de cada bien. Las va consumiendo en tanto en cuanto le satisface su necesidad. Si se acaba la satisfacción también se acaba el valor. La porción última ha sido la porción marginal y su grado de satisfacción, la utilidad marginal. También cree que el valor de cambio se basa en preferencias subjetivas. Se intercambian bienes si los que lo intercambian no los valoran igual.

3) Walras: buscó la formulación de equilibrio entre oferta y demanda y determinó el precio donde se igualan, buscó el equilibrio general resultado del mecanismo de utilidad marginal de todos los individuos uno a uno actuando sobre cada bien (como modelo macroeconómico homogeneizado).

4) Edgeworth: utilizó la ética utilitarista y la teoría matemática de la utilidad para desarrollar la noción de contrato. Introdujo la noción de función de preferencia individual, o curva de indiferencia, (que incluye el número y clase de intercambios que maximizarán su utilidad). En condiciones competitivas cualquier individuo tiene la libertad de recontratar con cualquier otro, o con un número indefinido, sin el consentimiento de terceras partes.

5) Alfred Marshall: completó el análisis marginalista de la oferta. Marshall añadió que la oferta quedaba fijada por el paralelo principio de los costes marginales crecientes, de forma que al igual que la utilidad va decreciendo con la cantidad de consumo, los costes van creciendo con la producción, de forma que el empresario sólo seguirá produciendo más bienes si los precios de venta suben y absorben los extracostes. Así se fundieron la curva de demanda y de oferta y se pudo fijar el precio de equilibrio. En el punto en que la última unidad producida tenga un coste (coste marginal) igual al precio de venta, la producción debe detenerse si el empresario quiere evitar pérdidas. La línea de oferta equivale a la de costes marginales como la de demanda equivale a la de utilidades marginales. Esto se aplica también al precio de los factores, capital y trabajo, (mercados de capitales y laborales).

6) Otros: Pareto y Gossen (este último precursor junto a Jevons).

Fueron precursores del cálculo infinitesimal económico y uso intensivo del método deductivo.

6 CONCLUSIÓN.

A lo largo de la historia escrita han surgido pensadores que han escrito sobre temas económicos. Pero la Economía no surge como ciencia hasta que Adam Smith no escribió LA RIQUEZA DE LAS NACIONES. Desde entonces hasta ahora un sin fin de escuelas han tratado de dar solución científica a los problemas económicos.

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