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Tema 21 – Grandes líneas de investigación histórica en los siglos XIX y XX.

Durante el siglo XIX la historia adquiere el carácter de ciencia que tiene hoy en día. Cuatro tendencias, herederas de la Revolución Francesa dominan el siglo: liberalismo, romanticismo, positivismo y materialismo histórico.

Durante el siglo XX, también son cuatro las tendencias que convierten a la historia en ciencia en constante renovación: Escuela de los Annales, renovación de la historiografía marxista, Nueva Historia Económica y los Area Studies.

SIGLO XIX

1. Escuela escocesa

Es el origen de las escuelas historiográficas del siglo XIX. Se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XVIII en el contexto de la implantación del sistema representativo en Inglaterra y el proceso de la revolución industrial. Sus principales protagonistas son Hume, Gibbon y Adam Smith. El planteamiento teórico que hacen es que la historia de la humanidad es una historia del progreso, desde la barbarie hasta el sistema capitalista. Smith habla de “cuatro estadios” (caza, ganadería, agricultura y comercio) en la evolución de la historia humana. A cada uno le corresponde una forma de organización social y una forma de propiedad e instituciones políticas.

2. Liberalismo

El contexto es los ciclos revolucionarios que llevan a la definitiva implantación del modelo político liberal, con un sistema representativo y un modelo económico capitalista. Se extiende por toda la primera mitad del siglo XIX, desde el Congreso de Viena hasta el éxito definitivo de las ideas liberales en 1848. El liberalismo es resultado de las revoluciones burguesas y busca el fin del feudalismo, un sistema político representativo y la liberalización de la economía. En sus planteamientos teóricos hay una defensa de la primera parte de la Revolución Francesa (1789-1791) frente a la monarquía autoritaria de los borbones de la Restauración (1815-1830). Toman de la escuela escocesa la idea de progreso, en cinco etapas: barbarie, feudalismo (ss.X-XIV), avance hacia la monarquía constitucional en lucha con el feudalismo en declive (ss.XIV-XVI), fracaso del sistema representativo y dominio de la monarquía pura (ss.XVII-XVIII), y finalmente la quinta etapa abierta con la Revolución que llevará a la burguesía a la preeminencia social y al liberalismo como sistema político. Los cambios económicos no suponen la actualización de las estructuras, sino que la clase dominante se resiste a perder el poder político aunque ya no temga el económica. Nace el concepto de lucha de clases. La nación es la protagonista de la historia y no los reyes. Recurso principal la investigación en archivos.

François Guizot defiende que la burguesía es el eje conductor de la historia, mientras que por otro lado, Alexis de Tocqueville postula que el retroceso de la religión supone la aparición del nacionalismo.

Romanticismo

El romanticismo es una reacción al racionalismo del XVIII y al pensamiento ilustrado. El contexto histórico es la configuración del imperio alemán y se desarrolla simultáneamente al liberalismo. Su origen está en el nacionalismo alemán postnapoleónico. El planteamiento teórico parte de las ideas de cuarto filósofos: Rousseau, la consideración del pueblo como protagonista de la historia; Herder, diferencia las razas y considera la blanca como histórica por mostrar su dinamismo creador; Fichte, el suceder histórico es dialéctico (tesis opuesta a antítesis da como resultado la síntesis) y el motor de la historia son las ideas; Hegel, el objeto de la historia es la sociedad jurídicamente organizada, es decir, el Estado, y la historia es para el hombre un proceso que lleva al presente. Como resultado de la influencia de todos ellos resulta una historia cuyo protagonista es el pueblo y el objeto es la historia política. Como principales autores destacan Lamartine, Michelet, Droisen.

En Francia, el romanticismo se une al nacionalismo y liberalismo haciendo al pueblo protagonista de la historia. Michelet desarrolla una teoría según la cual hay que hacer historia de una forma global, siendo un precedente de la historia total.

El nacionalismo, tan en boga en ese siglo, sobre todo en el tercer cuarto, será interpretado por los románticos como la necesidad que tienen algunos pueblos de cumplir su misión histórica de dominación, por medio de la expansión territorial.

3. Academicismo

Se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XIX y llega hasta la Primera Guerra Mundial. El contexto histórico es el triunfo definitivo de la Revolución Industrial y los grandes avances científicos. En el campo del pensamiento el auge del positivismo de Comte.

Los historiadores académicos tienen sus planteamientos teóricos influidos por el positivismo y quieren hacer de la historia una ciencia. Sin embargo, no son positivistas porque niegan la posibilidad de tener leyes de validez universal. Utilizan como método la crítica de las fuentes. Intentan lograr la objetividad y tienen como objeto de estudio el Estado. Es solo historia política. Se considera positiva su aportación al estudio de las fuentes y negativo que fomenta el nacionalismo y aísla los sucesos históricos.

En la Revue Historique de Monod, junto con Langlois y Seignobos se difundieron las tesis positivistas como el estudio de documentos y no intervención del historiador en el planteamiento de problemas e hipótesis. Ranke propone exponer los hechos del pasado con perspectiva e imparcialidad, sin involucrarse. Crean el concepto de hecho histórico, refiriéndose esencialmente al político. Mommsen es el primero que elabora una historia completa de la Roma antigua.

4. Marxismo

Tiene su origen en los escritos de Marx durante la segunda mitad del siglo. El contexto es la explotación del proletariado, mientras la burguesía alcanza sus objetivos de expansión económica y de dominio de las instituciones políticas. El planteamiento teórico es un estudio de la evolución social basada en los modos de producción. El “materialismo histórico” explica la evolución humana a través de unas etapas de progreso que vienen marcadas por las relaciones de producción. Aporta el término “clase social”, que se define por la posesión o no de los medios de producción. El marxismo además de interpretar la historia quiere cambiarla. El marxismo interpreta el nacionalismo como un arma del capitalismo para conseguir un mercado cerrado.

Marx es el último economista clásico. Parte de cuatro conceptos anteriores: materialismo de Adam Smith, lucha de clases de los liberales franceses, dialéctica de los idealistas alemanes (Hegel), crítica al capitalismo de los socialistas utópicos. Establece que la historia es una sucesión de dialéctica de modos de producción, lo primordial son las relaciones de producción, el paso de un estadio a otro se debe a la lucha de clases y que el comunismo es el fin de la historia. El problema se plantea al considerar el marxismo como una filosofía de la historia y por tanto como algo inamovible o bien como un instrumento de análisis para el estudio del capitalismo.

SIGLO XX

5. Organicismo

El contexto en que se desarrolla es el periodo de entreguerras y crisis de la civilización occidental, el tiempo de la recesión de principio y final años 20. El planteamiento teórico es que la historia no es una ciencia, hay que prescindir de las fuentes y la investigación histórica. La historia es una recreación interior. Además es cíclica y civilizacionista. Todas las civilizaciones tienen un ciclo vital, cuando entran en crisis o se recuperan mediante el uso de la fuerza o se ven abocadas a su desaparición.

Spengler creará una teoría cíclica de la historia, basada en grandes regularidades, que hará que el futuro sea predecible. Elimina la posibilidad de progreso. Toynbee, varía el modelo de Spengler, según él la humanidad ha llegado por distintas vías de evolución a diversas civilizaciones, pasando todas por las mismas fases de desarrollo. Veintinueve sociedades que surgen al reaccionar las personas ante factores adversos. Las pautas históricas quedan fijadas y la investigación carece de objeto.

6. Annales

Surge en el contexto de la crisis económica del 29 y se desarrolla durante toda la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. El precedente de la escuela se encuentra en la Revue de Synthèse Historique de Henri Berr en 1903, que abogaba por una síntesis histórica a través de los hechos sociales, relacionando sociedad, economía y civilización. Formados en estos planteamientos teóricos, Marc Bloch y Lucien Febvre, conocidos como “el duo de Estrasburgo”, fundan en 1929 la revista Annales. Se dedican a la historia integral y a ser centro de reunión de las discusiones en torno a las ciencias sociales. Aunque admiten artículos de cualquier tendencia crean una escuela que se basa en cuatro principios básicos: la geografía vidaliana, la sociología de Duckheim, la apertura de la historia a otras ciencias de Henri Beer y la entrada de la historia económica de Henri Pyrenne. Tienen tres etapas: el duo de Estrasburgo (1929-1944), Febvre (1944-1956), Braudel (1956-1968). Será después de la Segunda Guerra Mundial cuando la escuela adquiera verdadera relevancia, formando la mejor generación de historiadores franceses del siglo, actuando Braudel primero como director en la sombra y después en primera línea. Crean el concepto de Historia Total, donde la historia toma préstamo de todas las ciencias, para valorar el pasado humano en su completa dimensión. Una gran aportación de Braudel es una distinta valoración de tiempo en corto, medio y largo. Hay ciertas concomitancias con el marxismo.

Sus principales aportes hasta los 50 serán de la sociología y la economía. La crisis del 29 llamó la atención sobre las coyunturas económicas. Primero Simiand sentó los principios de la estadística aplicada a la historia, seguido por Labrousse, que se pasa a un coyunturalismo estructural marxista. Con la interdisciplinaridad, la afirmación por lo social y el uso de métodos cuantitativos, se rompe con la historia narrativa-erudita.

La historia debe realizar una síntesis global de las manifestaciones humanas. Se deben evitar las arbitrarias divisiones cronológicas, ocupándose del estudio de estructuras. En la década de los 50 se consagra la escuela, y se van a buscar nuevas fuentes no documentales. Se insiste entonces en la reflexión epistemológica, la importancia de las bases estructurales y geohistóricas, y la ampliación de los conceptos de “hecho histórico” y “tiempo histórico”.

Estudiando la obra paradigmática El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II de Fernand Braudel (1949), vemos conjugados los tres tiempos históricos: estructuras, coyunturas, acontecimientos. A la estructura corresponde la geohistoria, las coyunturas se refieren a lo social, económico y político, los acontecimientos serán los hechos del momento. En Civilización material, economía y capitalismo, siglos XVI-XVIII considera tres planos de la realidad. El inferior las estructuras de lo cotidiano, el medio los juegos de intercambio, el superior el tiempo del mundo o jerarquías sociales.

Annales ha sido una escuela flexible, permitiendo la diversidad interna y la simbiosis con el materialismo histórico. Existe una confluencia con el marxismo, a cuatro niveles:

– Síntesis global que hace de la sociedad una totalidad estructurada.

– Respeto por las características de cada época.

– Aceptación de la no existencia de fronteras entre las ciencias sociales.

– Vinculación de la evolución histórica con la preocupación por el presente.

Fontana será el más duro crítico de Annales. Acusa a la escuela de falta de reflexión al tomar préstamos de otras ciencias, sobrevaloración del utillaje sobre el proyecto social y que no logra elaborar un teoría consistente. En los años 90 la Escuela tiende hacia la historia de las mentalidades, siendo uno de sus principales representantes Duby.

7. Marxismo

La renovación de la historiografía marxista es debida al contexto que provocan la guerra mundial y la Revolución Rusa, primeramente, y después la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. La propia existencia de la Unión Soviética es un factor decisivo para el devenir de esta escuela historigráfica.

El planteamiento teórico parte de la distinción de dos ramas en esta escuela: ortodoxos y occidentales. Los marxistas ortodoxos, que siguen lo marcado por Stalin, se localizan en Europa del este y Unión Soviética, con una cierta influencia en Francia y América Latina. Su rigidez sobre los cinco estadios de Stalin hizo que no aportasen prácticamente nada a la historiografía. Entre los marxistas occidentales, que emplean el marxismo como instrumento de análisis, va a destacar en el periodo de Entreguerras la influencia del Instituto de Investigación Social de Frankfort, donde se critica el modelo soviético. En él destaca Gramsci que escribe Política y Sociedad, donde distingue dentro de lo económico, la superestructura que afecta a toda la sociedad, y la estructura que afecta solo a determinados grupos sociales. Los postulados marxistas deben atender a las superestructuras. La élite intelectual debe participar construyendo y organizando. Una de las escuelas más importantes es la del Grupo de historiadores del Partido Comunista, donde trabajan entre otros Rudé, Hobsbawm, Thompson o Gordon Childe. Frente al economicismo centran su interés en la cultura y la literatura. Crean la revista Past and Present.

En Francia Pierre Vilar hace un esquema tripartito de la sociedad, distinguiendo los hechos de masas, de los hechos institucionales, de los acontecimientos donde actúan los individuos y el azar. Busca una historia marxista que ofrezca una visión global de la historia con la economía como pieza fundamental. Tiende a un programa integral de investigación histórica. Ha renovado a su vez los tres niveles braudelianos, hablando de “hechos de masas”, “hechos institucionales” y acontecimientos.

El marxismo se ha visto enriquecido con debates frente a otras corrientes y entre historiadores marxistas. La originalidad del modo de producción asiático, que se sale de los cinco estadios de evolución, fue planteado como problema por Hobsbawm. Otro punto de debate ha sido la transición del feudalismo al capitalismo. Maurice Dobb no cree que el aumento del comercio y el ascenso de la burguesía supusiera el resquebrajamiento del feudalismo, pues en algunos lugares este enriquecimiento burgués supuso una segunda servidumbre. Opina sin embargo que la crisis tiene un origen social, por la lucha del campesinado contra los abusos feudales. Sweezy siguió lo propuesto por Dobb, pero reincorporando el papel desempeñado por el comercio.

En la cuestión de los orígenes de la revolución industrial y la crisis del XVII, Hobsbawm destacó las resistencias del sistema feudal a las transformaciones del desarrollo que desembocaría en las revoluciones burguesas. Porshnev señaló que la monarquía fue un elemento retardatario, mientras Mousnier defendía que la monarquía francesa había apoyado a la burguesía.

Brenner dice que la estructura de clases y las relaciones sociales son quien explican la evolución económica. Anderson explica el estado absoluto como estado feudal. Wallerstein destaca el papel económico del comercio exterior. Jones estudia el capitalismo comparando la distinta evolución de Europa y Asia. Tras la Segunda Guerra Mundial, Palmer y Cobban, plantean que el origen de la Revolución Francesa es antes político que económico.

8. Desarrollo económico

Escuela que surge en el contexto de los problemas económicos derivados de la gran crisis de 1929 y que llega hasta la siguiente crisis económica global, las del petróleo de 1973 y 1979. El planteamiento teórico es la búsqueda de reglas generales para explicar el crecimiento económico de los pueblos. Establecen un modelo según el cual las sociedades pasan por unas etapas que les llevan a un momento de despegue (take-off), a partir del cual el crecimiento económico es autosostenido.

Rostow trata de convencer a los países subdesarrollados que sus economías están en esas fases previas. La falsedad está en que sus economías han sido desmontadas durante la colonización y después se convierten en dependientes. Schumpeter, entendía que las transformaciones económicas eran debidas a causas no solo económicas. Juznets, estudio la tendencia secular de una serie de curvas de producción y precios. Celso Furtado busca lo específico de cada estructura para elaborar su modelo de desarrollo.

Durante los sesenta la historia económica entra en la cuantificación. Se dan dos corrientes: la historia económica serial que se integrará en los Annales, y la historia cuantitativa. Los primeros estudian a la vez de lo económico y lo social. La historia cuantitativa se hace por economistas, no por historiadores. Se aplica la teoría económica actual a modelos hitóricos. Marczewski, analiza el crecimiento con la aplicación retroactiva de los métodos de la contabilidad nacional.

Nueva Historia Económica

El contexto en el que surge esta escuela es la Guerra Fría y el gobierno ultraconservador del segundo mandato de Eisenhower en Estados Unidos. Su primer planteamiento teórico es configurar una historia económica conservadora que pueda hacer frente a la marxista. Actúa como una verdadera escuela, con reuniones periódicas llamadas Purdue Meetings, y su propia publicación Journal of Economic History. Aplican métodos de cuantificación , por lo que su campo de investigación se reduce a la época contemporánea o a lo sumo el siglo XVIII, debido al enorme volumen de datos que precisan. Aplican la econometría actual al pasado. Fueron famosos los estudios basados en hipótesis contrafactuales, sobre los ferrocarriles o la esclavitud. Requiere manejar una enorme amplitud de datos y no dejan de ser meros ejercicios mentales sin base científica real. Hacer hipótesis a partir de hechos no sucedidos, nos da demasiadas posibilidades y no nos haría conocer mejor la realidad económica. La racionalidad económica solo puede existir socialmente condicionada. Actualmente el uso de estas técnicas cae en tres graves faltas: anacronismo, autosuficiencia científica, uso de la técnica por la técnica.

9. Area Studies

Los Area Studies es un método de análisis de las relaciones internacionales que estudia grandes unidades políticas. Las disciplinas que deben concurrir en un area study, pueden ser diversas, Duroselle considera que al menos deben estar la historia, geografía y sociología.

10. Historiografía después de 1968

El contexto es la reacción de las generaciones jóvenes frente al inmovilismo de los viejos. El movimiento estudiantil de París de mayo de 1968 en Europa occidental, y los sucesos de Praga en el lado oriental de Europa, son los dos episodios que revelan el espíritu de esta reacción.

El primer planteamiento teórico es en Francia un rechazo de lo que representan Febvre y Braudel. Surge una historia sectorial que quiebra la tradición historiográfica. Alcanzan enormes éxitos editoriales y son célebres su historia de las mentalidades o historia de la mujer. En 1988 reciben fuertes críticas, al llamarla la historia en migajas y se propugna una vuelta hacia los modelos de Annales. En Estados Unidos se da el análisis del discurso que se limita al estudio de textos políticos. Entre los más destacados autores están Aries, Duby, Le Goff y Le Roy Ladurie.

11. Historiografía después de 1989

Los acontecimientos que se desarrollan entre 1989 y 1991, la caída del Muro de Berlín, descomposición de la Unión Soviética y la quiebra de los países del este, supone cambiar el contexto histórico completamente. La quiebra del sistema comunista lleva a una profunda crisis de toda la historiografía marxista. Fukuyama plantea que ha llegado el fin de la historia por el éxito de la democracia liberal y la economía de mercado. Huntington considera que no, ya que el mundo no se ha unificado, sino que hay tres bloques separados por razones culturales (atlántico, islámico, confucionista). Stone propone un retorno a la narrativa, para mantener la historia como ciencia, centrándose en los acontecimientos y la conducta. En algunos casos ha derivado en abusos de la microhistoria que no aporta nada salvo beneficios al escritor. En este ámbito se desarrolla el auge actual de la biografía.

BIBLIOGRAFÍA

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AROSTEGUI, Barcelona, Crítica, 1995.

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