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Tema 71 – Recuperación de la literatura de tradición oral.

Tópicos y formas.

1. Introducción

2. Recuperación de la literatura de tradición oral.

2.1. La lírica española popular

2.1.1. Carácter

2.1.2. Temas

2.1.3. Formas

2.1.4. Manifestaciones

Jarchas

Cantigas d’amigo

Otros testimonios medievales

2.2. Dignificación renacentista

2.3. Creación de la moderna lírica popular

2.4. Romanticismo y folklorismo

2.5. La Generación del ’27: Tradición

2.6. Literatura y Folklore: Los refranes

2.7. Literatura de cordel: Marginalidad y trasgresión

2.8. Otras composiciones de tipo popular

2.8.1 Las adivinanzas

2.8.2. Los cuentos populares

2.8.3. Los cantares flamencos

2.9. Literatura de transmisión oral en la actualidad.

==INTRODUCCIÓN==

España es uno de los países más ricos en cuanto a literatura de tradición oral gracias a la conservación de manifestaciones muy antiguas a través de Cancioneros y recopilaciones llevada acabo por historiadores, literatos y etnólogos.

Este tipo de literatura es la primera que aparece en la cultura humana, estando frecuentemente muy relacionada con el lenguaje de la liturgia y la religión.

Al conjunto de obras anteriores, que se han conservado, se les denomina “patrimonio” o “tradición” y son las que sirven de punto de partida para los nuevos creadores, a los que les proporciona lengua literaria, recursos estilísticos, temas, motivos, géneros y formas de expresión, de manera que toda la producción literaria debe su existencia de forma consciente o inconsciente a la tradición primitiva (oral) bien para apoyarse en ella, bien para negarla o combatirla.

El conjunto de tradiciones, creencias y costumbres propias de las clases populares es denominado por el término inglés folklore (de origen germano: Volk= Pueblo), que también da nombre a la ciencia que lo estudia, sobre todo a partir del Romanticismo, que busca las raíces auténticas de la cultura en el arte del pueblo, aunque sin demasiado rigor científico en algunos casos.

==RECUPERACIÓN DE LA LÍRICA DE TRADICIÓN ORAL==

===La lírica española popular===

====Carácter====

Se trata de producciones poéticas muy variadas tanto en forma como en carácter, según la etapa histórica a la que pertenezca. Mientras la canción medieval presenta un estilo elemental e ingenuo, lleno del misterio de lo irracional y sin metáforas (sólo aparecen imágenes visuales), en las manifestaciones renacentistas brilla el ingenio, la metáfora feliz, el juego de conceptos y de palabras, la expresión justa, la antítesis y el paralelismo, siendo su estilo epigramático, lúcido y consciente.

Lo que sí es constante es la declaración de los sentimientos amorosos de forma abierta, el patetismo exaltado, la tensión enfática, lograda muchas veces a través de las repeticiones, exclamaciones y preguntas y la sencillez que contrasta con la intensidad, aunque también aparecen manifestaciones en un estilo neutral y severo.

====Temas====

La temática es muy variada debido a la variedad de sus fuentes (lírica medieval europea: en especial la francesa, tradición hispana: jarchas, cantigas d’amigo, canción trovadoresca, Romancero) Entre los temas más destacados aparece el del amor y el de la naturaleza, en muchas ocasiones entrelazados.

Otros núcleos temáticos son:

La niña “namoradica” que rehúsa ser monja Elogio de la belleza propia “Aunque soy morena” “Los malos envolvedores” que siembran cizaña entre los enamorados o los guardas que los mantienen separados. El rechazo del matrimonio y “la mal maridada”

La caza del amor. Las canciones de camino, que según Menéndez Pidal (1919) pueden ser el origende las serranillas hispánicas.

====Formas====

Las canciones infantiles actuales son una de las formas que con más asiduidad ha conservado textos procedentes de la tradición oral, los cuales, hoy por hoy, destacan por su variedad e irregularidad de versificación frente a las actuales formas de lírica folklórica dominadas por la seguidilla y las cuartetas octosilábicas.

Esta variedad era la tónica general en la lírica popular del siglo XVI, hasta tal punto que P.

Henríquez Ureña en Versificación Irregular en la poesía castellana planteó la posibilidad de que ésta no estuviese sujeta a cómputo silábico sino que fuese fluctuante, lo cual no debe llevarnos a pensar que la lírica popular tradicional no tuvo formas fijas, puesto que se distingue (en las estrofas iniciales o estribillos, que fueron conservadas gracias al uso que de éstas hicieron los poetas cultos hasta el Renacimiento) el predominio de unas formas concretas sobre otras, como el octosílabo y el hexasílabo pero además esquemas combinatorios fijos como el pareado de 8+9 o la cuarteta de 6+6+7+6.

====Manifestaciones====

Jarchas Estrofa o cancioncilla tradicional, puesta en boca de una mujer, que lamenta la ausencia, tardanza o pérdida de su enamorado. El lamento va dirigido a la madre o a las hermanas que hacen de confidentes.

Su estructura estrófica puede ser pareado, tríptico monorrimo o cuarteta asonantada:

redondilla o seguidilla. La lengua de estas manifestaciones literarias descubiertas en 1948 es el mozárabe (dialecto románico hablado por los cristianos que vivían en la España musulmana, los judíos y los árabes bilingües), bastante arcaico y plagado de arabismos.

Presentan coincidencias temáticas con las líricas primitivas europeas en lengua vulgar pues en todas ellas aparece la canción de amor femenina: Frauenlied, Chanson de femme, Cantiga d’amigo y Cantar de doncella.

Estos textos se han conservado gracias al uso que la lírica culta árabe hizo de ellos. En el siglo IX Mocáddam de Cabra (Córdoba) creó la muwáshaha, una forma de versos cortos en árabe clásico que incluía al final una estrofa en lenguaje vulgar (árabe o romance aljamiado) para provocar el contraste, tan al gusto de la cultura árabe; esta estrofa en lengua vulgar (la jarya) se tomó de la lírica popular oral.

Cantigas d’amigo Canción puesta en boca de una mujer que dirige sus lamentos a su madre, hermana, las olas del mar, las flores o los animales, ante la pérdida, tardanza o ausencia del amado (como en las jarchas) o bien de tema marinero o romero.

Surgida en los siglos XIII y XIV en el Occidente peninsular sobre modelos provenzales traídos a través del Camino de Santiago, sin embargo los autores galaico-portugueses renovaron y superaron el modelo al introducir temas y formas populares frente a la férrea estructura y temática del “amor cortés”: este hecho, en el siglo XIII debió suponer una gran innovación poética puesto que, a diferencia de lo que habían hecho los autores árabes y hebreos en las muwáshaha (colocar la canción popular como contraste final) ellos la tomaban como base para desarrollar la obra culta.

Su estructura es paralelística y su mensaje y lengua sencillos. Destaca, frente a otras formas de lírica medieval el hecho de que poseía melodía propia y original, creada a la vez que el texto, mientras que lo más común en las formas provenzales es aprovechar melodías de otras composiciones.

Otros testimonios medievales En Castilla se toman formas líricas populares propias de la zona musulmana, como el Zéjel, que cambiará su nombre por el de Villancico o Villancete.

Estas formas constan de un estribillo (de dos o tres versos) y estrofas cuyo último verso rima con el estribillo (por lo que recibe el nombre de tornada). El tema más importante de estas composiciones es el amoroso, que puede estar tratado desde el punto de vista de la enamorada, del enamorado, de las fiestas amorosas, de la vida en el campo, o tener cierto tono picante.

Los Romances, surgidos de la épica medieval son otras de las formas líricas populares (de transmisión oral) que se han conservado hasta nuestros días, con multitud de variantes. Su fin es entretener e incluso en la actualidad persisten en las comunidades sefardíes, siendo las formas más antiguas las de los siglos XIV y XV.

===Dignificación renacentista===

Américo Castro en El pensamiento de Cervantes nos señala entre las razones para la dignificación renacentista de la literatura oral (principalmente la lírica) el proceso de idealización del hombre primitivo, al que se creía cercano a Dios y libre de los vicios de la civilización. Si bien toda Europa vivió esta misma corriente de pensamiento, en España se vivió intensamente y se hace patente en toda la literatura.

Los textos se conservaron en Cancioneros como el de Herberay des Essarts de la corte de Juan II de Navarra y Aragón; aproximadamente contemporáneo del Cancionero de Herberay des Essarts es el Villancico atribuido a Santillana, que inicia un género nuevo, que en el siglo XVI recibirá el nombre de “ensalada” o “ensaladilla”, consistente en componer poemas extensos engarzando ingeniosamente cantarcillos populares o a veces refranes, versos de romances y otros elementos de origen popular.

Junto a las formas tradicionales se conservan también textos cultos que toman estribillos populares y los desarrollan siguiendo el estilo de la poesía culta al uso, a veces empleando rasgos popularizantes, como en el Cancionero musical de Palacio, de fines del siglo XV y principios del XVI. Hacia fines del siglo XV se consagraron dos tipos más de poesía híbrida: la que desarrollaba temas religiosos en un cantar popular profano y las “versiones a lo divino”, que llegaron a su máximo esplendor con Lope de Vega y Valdivieso; también con Lope de Vega llega a su máxima cumbre la poesía lírica tradicional aunque con el nombre de “letra” o “letrilla”: estamos ya a finales del siglo XVII; en algunos casos estas letrillas forman parte de dramas de la época, como los de Gil

Vicente, Tirso de Molina o el propio Lope. En el resto de los géneros literarios no son muy frecuentes las composiciones populares, aunque sí pueden destacarse algunos tratados sobre juegos infantiles o refranes.

===Creación de la moderna lírica popular===

En los últimos años del siglo XVI y las primeras décadas del siglo XVII, es decir, en el período lopesco, puede decirse que la literatura tradicional estaba de moda, por lo que no sólo es frecuente encontrar manifestaciones propias de este género sino también imitaciones de autores más o menos consagrados; esa imitación se practicó tan sistemáticamente, que cabe hablar de toda una “escuela” poética semipopular “seria” porque a los motivos y rasgos estilísticos folklóricos venían a unirse en dosis variable, una serie de elementos de la literatura culta contemporánea, así se escribieron multitud de estudillos de “letrillas” y romances además de elevar a la categoría de género literario lo que hasta ahora habían sido meras manifestaciones de cultura popular.

Una de las características más destacadas del género es la variedad métrica, puesto que las composiciones no estaban sujetas al cómputo silábico, lo cual no significa que no tuvieran forma ya que predominaban ciertas medidas (octosílabo y hexasílabo) y ciertas estructuras paralelísticas, además de algunas estrofas entre las que, en el Renacimiento, destaca la seguidilla.

Aunque el nombre no era nuevo, su molde métrico (4 versos, de los cuales comúnmente los nones son de 6 o 7 sílabas y los pares – que llevan la misma rima- de 5) era tan antiguo como las jarchas. Pero, de hecho, hasta antes de 1595 no había pasado de ser una forma entre tantas, sin ningún predominio especial. Hacia ese año comenzó la moda de las seguidillas que alcanzó en muy poco tiempo un auge extraordinario. Imbuidos de un espíritu nuevo muy de acuerdo con la poesía del momento, las seguidillas se improvisaban, se cantaban y se bailaban en todas partes, en largas series ininterrumpidas, sin necesaria conexión temática. En unos cuantos años conquistaron los ambientes estudiantiles y los rufianescos e invadieron la literatura transformando a la letrilla y al romance nuevo y convirtiéndose en el alma del teatro musical (entremeses, bailes, mojigangas) Junto con la cuarteta octosilábica, igualmente antigua en cuanto a su forma y moderna en su espíritu, la seguidilla se enseñoreó de la poesía popular de los siglos subsiguientes. En el seno mismo de la literatura que dio acogida a la canción folclórica medieval nació la poesía que acabó con ella, sin dejar más que un vago recuerdo.

Entre las seguidilla se pueden diferenciar varios tipos, aunque en todas ellas domina el ingenio o “agudeza” tan del Siglo de Oro.

Todo lo dicho hasta ahora afecta a los estribillos y primeras estrofas de las canciones folclóricas conservadas, puesto que las glosas, menos empleadas por los dramaturgos y los líricos renacentistas, se conservan gracias a algunos cancioneros como el Polifónico de Vihuela , a algunas “ensaladas” y a las obras de Gil Vicente. Las glosas tienden a la regularidad, en ellas predomina el pareado octosilábico y los cuartetos hexasílabos con rima en los pares.

===Romanticismo y folklorismo===

El folklore se creó en el Romanticismo. La inspiración buscará lo lejano en el tiempo, como la Edad Media pero también lo realmente propio de la identidad del pueblo. Fueron muchos los autores y estudiosos que se interesaron por recoger testimonios procedentes de textos populares y tradicionales de un determinado lugar, en todas sus versiones, aunque por lo general no aportan nada nuevo a la literatura.

Otra forma de expresión literaria tradicional y a veces de transmisión oral fueron los folletines y literatura “de cordel”, los cuales solían ser redactados a medida que se publicaban y que solían caracterizarse por su sensiblería y tintes melodramáticos; si bien en un principio tenían una importante influencia costumbrista que los llevaba a describir fielmente la realidad, poco a poco se fueron desligando de la realidad para reproducir formas estereotipadas de la literatura de evasión.

Los autores más destacados en este tipo de literatura fueron Benito Pérez Galdós y Ramón María delValle Inclán.

===La Generación del ’27: Tradición===

El Grupo del 27 no rompe con la tradición literaria ni con la generación precedente, lo cual los caracteriza. Han sido llamados “vanguardistas de la tradición” por Rafael Alberti, pues la rehabilitación de Góngora no fue un episodio aislado, con él se  rehabilitaron todos los segundones del barroco: Conde de Villamediana, Soto de Rojas, pero también Lope de Vega y Gil Vicente, Fray Luis de León, Gonzalo de Berceo y Gustavo Adolfo Bécquer.

Una de las tendencias de esta etapa es el neopopularismo, como huella tardía del romanticismo.

===Literatura y Folklore: Los refranes===

Existe una clara relación entre los refranes y la literatura folclórica, lo cual no quiere decir que ambos se confundan, puesto que el ritualismo formal propio de la literatura folklórica también se observa en los refranes, muchos de los cuales responden a estructuras sintácticas iguales; por otra parte, el alejamiento entre la literatura y el folklore está provocando la desaparición del refranero, el cual, al basarse en la oralidad, ya no es recuperable.

Fueron muchos los teóricos que propusieron los refranes como origen de los cantares folclóricos (entre ellos Costa y Cejador), pero E. Coseriu considera a los refranes una forma de literatura popular española y Lázaro Carreter señala que se trata de manifestaciones folklóricas del discurso repetido e incorporadas a la competencia de los hablantes que forman la comunidad idiomática, al tratarse de un código de conducta básico para la comunidad. Las diferencias que señala Lázaro Carreter entre literatura y folklore oral son principalmente de función. El folklore oral es cualquier tipo de acuñación lingüística colectiva y anónima, destinada con frecuencia al canto e integrada en una cultura de una colectividad como patrimonio común.

¿Quién ha inventado los refranes? Según Lázaro Carreter los refranes nacen al ser aceptados por la comunidad, por eso son folklóricos ya que no tienen autor conocido y no pueden considerarse propiamente acabados hasta que la colectividad los ha identificado como suyos.

===Literatura de cordel: Marginalidad y trasgresión===

No se conoce el origen de la literatura de cordel. En su mayor parte está escrita por gente del pueblo, en ninguna de las manifestaciones que se conservan, propias del siglo XVI, el autor presume de nobleza sino más bien de lo contrario, de ser natural o nacido en algún pueblo o de no gozar de apellidos notables.

Se trata de una literatura a la que se le ha prestado poca atención, en parte porque sus características la hacían a la vez un perfecto cauce para la evasión y la transmisión de opiniones y consignas ideológicas, además de muy vulnerable a las censuras y las presiones externas; debido a estas características ha ido perdiendo la posibilidad de ser vehículo de otras opiniones o temas, salvo lo directamente relacionado con lo popular y populachero, casi siempre considerada de mal gusto y de baja calidad.

===Otras composiciones de tipo popular===

====Las adivinanzas====

Tanto las adivinanzas como los acertijos suponen un entretenimiento para mayores y pequeños, a través de la proposición de pruebas de ingenio popular; ambas son expresiones mínimas de la literatura oral, aunque mantienen algunas diferencias:

Las adivinanzas suelen formas muy elaboradas y aparecer en verso (aunque son muy frecuentes en la literatura española los cuentos-adivinanza, redactados en prosa), lo cual facilita su memorización al poseer un ritmo muy marcado y una estructura muy organizada (propia de la tradición oral: oraciones simples de estructura bimembre); se basan en un código lúdico y pedagógico a la vez, que las hace enriquecedoras y universales, las circunscribe a ambientes familiares y escolares y les permite crecer constantemente.

Uno de los mayores creadores de adivinanzas de la historia fue Apolonio.

Los acertijos son mucho más objetivos y espontáneos, suelen aparecer redactados en prosa, están abiertos a todos los temas y son más racionales y menos creativos que las anteriores.

====Los cuentos populares====

Muestras de tradición oral, propia del patrimonio colectivo y por lo general de corta extensión, cuyo desarrollo argumental sigue dos partes; pueden ser clasificados, según Rodríguez Almodóvar, en tres tipos aunque en todos ellos se aprecian elementos procedentes del período arcaico (mitos, ritos, tabúes, totemismos)

-Maravillosos: Para R. Almodóvar son los más escasos en España, siendo más abundantes en Cataluña, donde son también menos violentos y más veristas que en otros países puesto que el héroe suele estar movido a hacer el bien y sus motivos suelen basarse en la casualidad, que también le lleva hasta los elementos mágicos.

-De costumbres: Permiten criticar o apoyar modos de vida social. Dentro de este grupo se engloban los cuentos de miedo, los de tontos, pícaros, pobres, ricos y niños en peligro.

-De animales: Los animales, que hablan y se comportan o quieren parecerse a los humanos, son los protagonistas de estos relatos cuyos temas principales son el hambre y la supervivencia.

Los cuentos populares españoles fueron compilados en el siglo XIX por autores como Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero), Antonio Machado y Álvarez (Demófilo [padre de los hermanos Machado]) y en el XX por Aurelio M. Espinosa (Padre e hijo)

Puesto que se contaban en tertulias campesinas o en reuniones familiares, puede asegurarse que no se trata de textos únicamente destinados al público infantil, sino que en muchos casos están pensados para los adultos; su lenguaje es fresco y auténtico y suelen ser idénticos en todo el territorio, aunque albergan variantes localistas y en algún caso introducidas por el narrador (frecuentemente las personas ancianas de la familia)

====Los cantares flamencos====

Estas obras cantadas, producto de autores anónimos, son en su mayoría “coplas” cuyo significado pleno se alcanza a través de la música y el tono emocional del cante. El texto es, por lo general, un romance de ciego, sencillo, espontáneo y sin ripios, compuesto con la intención de agradar al público y obtener beneficios.

Dichas obras, muy difundidas a partir del siglo XVIII, pueden proceder de la cultura árabe, hebrea o gitana, siendo esta última cultura la más preocupada por su transmisión. Pueden  clasificarse en:

-Cantares con bailes: Fandango, Tientos, Sevillanas corraleras (en los corrales de vecindad al colocar la cruz de Mayo), Tango flamenco.

-Rondeñas: Cantares que los mozos casaderos empleaban para rondar a la mujer amada.

-Alboreas o cantos de boda del ritual gitano.

-Cantares sin guitarra: Toná, Martinete, Saeta (de acento religioso y popular) Todos ellos son estrofas de cuatro versos (a veces sólo tres) asonantados.

-Soleá: Muy semejante a los cantes gallegos, y con la cual se lloran desventuras amorosas.

-Coplas de jaleo: Muy semejantes a las ruandas gallegas.

===Literatura de transmisión oral en la actualidad===

En el siglo XX se mantiene la faceta evasiva en fenómenos literarios como la novela rosa, la fotonovela y los culebrones televisivos, por lo que pueden considerarse estas manifestaciones como ejemplos de literatura tradicional.

En cuanto a la expresión lírica tradicional, podría decirse que Joan Manuel Serrat, por sus temas y estrofas es un buen ejemplo para el estudio de la lírica tradicional en el siglo XX.

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