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Tema 72 – La literatura en lengua catalana, gallega y vasca: obras más relevantes y situación actual.

Como todas las literaturas, la catalana nació a través de manifestaciones orales, que se encuentran parcialmente documentadas en las crónicas, por lo que se señala como primera obra escrita en lengua catalana la traducción del Forum Iudicum, recopilación de leyes visigóticas escritas originalmente en latín en torno al siglo VIII, que se puso en lengua catalana a mediados del siglo XII; Sin embargo, esta traducción no aporta valor literario sino sólo filológico, por lo que el honor de ser la primera obra literaria en lengua catalana se lo llevan las Homilies d’Organyà , un conjunto de apuntes para el sermón, que pueden datarse entre el siglo XII y el XIII.

Los primeros pasos de la incipiente literatura catalana le deben mucho al contacto cultural con el condado de Provenza a partir de 1113 por matrimonio con Ramón Berenguer III, pues de esta unión surgió el interés de la aristocracia catalana por la lengua provenzal (Llengua d’Oc, Occità o Llemosí) para la poesía, al considerarla más musical y bella que el romance catalán.

Hasta la llegada de Ausiàs March (El último gran trovador catalán) en el siglo XV, la lengua lírica en todo el territorio catalán será el provenzal y el contenido corresponderá a los tópicos propios de la poesía trovadoresca o de amor cortés, que cultivarán, entre otros Guillem de Berguedà, Cerverí de Girona y Ramón Vidal de Besalú, en el siglo XIII, mientras en el siglo XIV, con influencias italianas que pueden considerarse pre-renacentistas y la base para la llegada del Renacimiento a la península, destacan poetas como Jordi de Sant Jordi y Pere y Jaume March (padre y tío de Ausiàs March, respectivamente) Es Ausiàs March el primer poeta que abandona el contenido lírico provenzal y las formas marcadas por dicha poética para cultivar una poesía más personal, de carácter introspectivo, en lengua catalana. Su obra puede ser dividida, atendiendo a referencias temáticas, en Cants d’amor, Cants de mort , Cant espiritual , Cants morals y Poesia de circumstàncies , mientras que, cronológicamente pueden señalarse cuatro ciclos:

Primer ciclo: Rechaza la poesía tradicional y equipara la mujer al hombre, temáticamente se ocupa del amor ascético o puro, entendido como recompensa al vencer las potencias de la carne.

Segundo ciclo: Refleja la insatisfacción del poeta por el planteamiento amoroso del ciclo anterior, pues a través de la mística buscará el amor, alejándose cada vez más de las referencias al mundo físico.

Tercer ciclo: Negación de todo lo anterior, al entender que la negación de una parte de la naturaleza humana impide alcanzar el placer individual.

Cuarto ciclo: Dedicado a la muerte de su segunda esposa, plantea el amor como fuerza que vence a la muerte.

Frente a rápido desarrollo de la poesía, la prosa en lengua catalana se dio únicamente en las denominada “quatre grans cròniques”, que constituyen un importante material de estudio no sólo histórico o sociológico, sino también filológico y literario, al aportar datos sobre el estado de la  lengua en los siglos XIII y XIV y sobre textos perdidos que aquí se prosifican. Las cuatro crónicas son el Llibre del Feyt (del rei En Jaume I) , la Crónica de Bernat Desclot, la Crónica de Ramón Muntaner y la Crónica de Pere el Cerimoniós.

Dentro de la prosa merece especial mención la figura del creador de la prosa literaria catalana Ramón Llull (o Raimundo Lul·lio) en la segunda mitad del siglo XIII, por lograr dotar a la lengua catalana de la categoría de lengua de cultura, al emplearla para redactar sus obras de conocimiento (astronomía, poesía, teología, geometría, filosofía, etc.) con lo que creó gran cantidad de la terminología científica del catalán, si bien hay que señalar que su principal objetivo era religioso, pues pretende mostrar la superioridad de la fe católica frente a las demás a través de sus sermones y lecciones, siendo partidario incluso de la trasposición “a lo divino” de la poesía trovadoresca o cortesana.

Sus obras principales en prosa son Llibre del gentil e de los tres savis (1272), en el que el autor intenta buscar similitudes entre las tres principales religiones; el Llibre de l’ordre de cavalleria (1275-1276), sobre la formación moral de los caballeros, y el Llibre d’Evast e d’Aloma de Blanquerna son fill , de carácter fuertemente autobiográfico además de Art Magna y el Arbre de la Ciència , que recogen parte de su pensamiento, el Llibre de contemplació en el que da materia de reflexión para todos los días del año y da una visión viva y directa del mundo en el siglo XIII, el Llibre d’amic e amat , el Llibre de Fèlix (también llamado Llibre de les meravelles , que describe las maravillas del mundo, siguiendo una estructura similar al Cal·lila e Dimna ), que contiene el Llibre de les bèsties que trata sobre las ambiciones y traiciones políticas, y el Arbre de Filosofia d’Amor (obra mística), mientras que entre las obras líricas destaca Lo desconhort y el Cant de Ramon , este último de rasgos autobiográficos, además del Plant de la Verge .

Contemporáneo de Llull es el valenciano o leridano Arnau de Vilanova, autor de obras sobre teología y medicina.

Durante la segunda mitad del siglo XIV se registra un cambio en las estructuras políticas y también en la cultura de manera que los planteamientos medievales comienzan a ceder a favor de nuevas posturas más acordes con un humanismo que terminará por imponerse y que conducen a la creación de la Cancelleria Reial (Cuerpo de funcionarios al servicio de la casa real-condal, que se encargan de redactar las crónicas de reinados así como un buen número de obras en prosa, destinadas a un público de clase alta-media) en la que destacan 3 autores: Francesc Eiximenis con

Lo Crestià , Bernat Metge (Miembro de la Cancelleria Reial de Joan I y secretario del último monarca catalán Martí L’Humà, que imitará la prosa latinizante de Petrarca y puede considerarse máximo representante en prosa del pre-renacimiento) con Lo somni y sant Vicenç Ferrer, con sus sermones en lengua vernácula.

La prosa narrativa del XV también acusa la influencia italiana, como lo demuestra la aparición de autores y textos como Jaume Roig y su misógino Lo Spill (o Llibre de les dones) , escrito en verso pero muy cercano la narrativa de carácter picaresco que surgirá en el siglo siguiente; otras obras capitales de este siglo son la novela caballeresca anónima Curial e Güelfa y el Tirant lo Blanc ( Història del famos cavaller Tirant lo Blanc ), de los valencianos Joanot Martorell y Martí Joan de Galba, que suelen denominarse como de caballerías aunque destaca por su extraordinaria tendencia a la verosimilitud. La prosa del siglo XV da un primer aviso de lo que ocurrirá a partir del siglo XVI, la decadencia de la literatura catalana, pues será el Reino de Valencia el centro cultural y se denominará “valenciana prosa” a la lengua catalana atildada y barroquizante que se practica en el momento.

Hay muy pocas muestras de teatro medieval catalán, y corresponden al ámbito religioso.

Algunas de estas formas dramáticas se instituyeron en el marco de algunas fiestas de la Iglesia y aún hoy se representan ( La Passió de Cervera , el Cant de la Sibil-la , de mediados del XIII y el Misteri d’Elx , posterior, ya que su forma actual data del XVII)

===La Decadència: Siglos XVI al XVIII===

Aunque no se abandona la escritura en catalán, el periodo que se extiendo aproximadamente entre 1500 y mediados del siglo XIX supone un descenso considerable en la producción literaria en lengua catalana, que se mantendrá prácticamente en manifestaciones semifolkóricas, mientras los grandes autores escribirán castellano, adscribiéndose al Siglo de Oro español. Esta etapa de “decadencia” –como es conocida, algo peyorativamente- está en parte condicionada por circunstancias políticas como la “política lingüística” de los Reyes Católicos, seguida de la invasión de Barcelona en 1713 por parte de los Borbones entonces reinantes, que prohibieron el catalán como lengua oficial en usos administrativos, públicos y literarios (Si bien, siguió aprendiéndose en las escuelas hasta 1768).

El antiguo Reino de Valencia logró mantenerse lo suficientemente al margen de estas persecuciones para seguir cultivando poesía y teatro en lengua catalana durante el siglo XVI, destacando la figura de Joan Timoneda (autor bilingüe) con Flor de enamorados dentro de la escuela poética satírica y Lluís Milà con El cortesano , en el que describe la corte de Germana de Foix.

Otro de los autores del momento es Cristòfor Despuig, caballero interesado en la tradición literaria y política de Cataluña, autor de Colloquis de la insigne ciutat de Tortosa, junto a cuya obra, cabe citar El Desitjós , texto que parte de la búsqueda mística de Dios, con evidentes influencias de Ramon Llull.

En el siglo XVII se acentúan las influencias castellanas en el catalán (sintaxis, léxico, temática) destacando por el cultivo del conceptismo el canónigo barcelonés Josep Romaguera con Ateneo de grandeza sobre eminencias cultas, catalana facundia, ab emblemas il·lustrada , muy influido por el aragonés Baltasar Gracián.

El siglo XVIII es el menos brillante de los tres, pues la producción literaria culta es escasa, frente al desarrollo de la lengua catalana a través del folklore en Goigs (cantos religiosos dedicados a la virgen o a santos), Nadales , Cançons de bandolers y Cançons de lladres de camí ral (vinculadas ambas a la literatura de “canya i cordill” o literatura de cordel, que nos han llegado en impresiones del siglo XIX) y Cançons de pandero , bailables al son de instrumentos en las fiestas públicas, además de por la figura de Rafael Amat (Baró de Maldà), autor de Calaix de Sastre (1769-1816)

===La Renaixença: Siglo XIX===

La revista La Renaixença , fundada en 1871, es la principal impulsora de un movimiento de resurgimiento de la cultura catalana, siguiendo los ideales románticos de identidad nacional y la voluntad renovadora del espíritu catalán, para lo que se sirven principalmente del cultivo de la literatura en lengua vernácula.

Otras revistas igualmente decisivas en la labor de difusión y renacimiento de la cultura  catalana son El Europeo (fundado en 1882 por Bonaventura Carles Aribau, e introductora de los planteamientos románticos en España) y El Vapor , donde se publicó la poesía Oda a la pàtria , de Bonaventura Carles Aribau (1798-1862), como inicio de este movimiento cultural en 1833, pero no puede obviarse la importante labor cultural que desempeñan los Jocs Florals a partir de su restitución en 1859, primero en Cataluña y poco después en Valencia y en Baleares.

En esta primera etapa de certámenes cabe destacar la obra de Rubió i Ors, Boix y Víctor Balaguer. Precisamente en los juegos de 1877 obtiene el primer premio el poema épico L’Atlàntida , de Jacint Verdaguer (1845-1902) quien, con sus siguientes obras, Canigó (1885), Flors del calvari y Aires del Montseny consolida al catalán como lengua literaria. Otros participantes en Jocs Florals son Milà i Fontanals, que recurre en sus obras, frecuentemente, a elementos extraídos de la historia medieval y emplea tópicos propios de los cantares de gesta, y Marià Aguiló, autor de obras líricas y místicas de tono sentimental y patriótico entre las que destacan las Corrandes .

El drama histórico romántico se inicia con la pieza La Verge de les Mercès (1856) de Manel  Angelón, que no obtuvo gran éxito, a diferencia de Tal faràs, tal trobaràs (1865), de E. Vidal i Valenciano, ambos precursores Àngel Guimerà (1847-1942), creador de una nueva expresión dramática en catalán, como reflejan obras, que pueden clasificarse en tragedias históricas: Gal·la Plàcida , Judit de Welp, El fill del rei, Mar i cel, Rei i monjo y La boja ; y dramas rurales de corte realista- populista: María Rosa, La festa del blat, la filla del mar y Terra baixa .

En teatro popular de sainetes y milagros, en que se mezclan los aires populares con la lengua culta, debe mencionarse Frederic Soler, más conocido como Serafí Pitarra, autor de más de 100 obras de gran éxito, entre las que cabe destacar Les joies de la Roser , La dida , Lo ferrer de tall y Lo rector de Vallfogona .

En la narrativa, último de los géneros en consolidarse, es trascendental la producción de Narcís Oller (1846-1930) a quien muchos críticos consideran el creador de la novela catalana moderna. Este autor, iniciado en el Costumbrismo con Croquis del natural (1877), pasará pronto al cultivo del Naturalismo en obras como La papallona, Pilar Prim, L’escanyapobres, Vilaniu (Donde retrata la población de Valls en su decadencia social e industrial) y La febre d’or , para acabar inmerso en el Realismo; pero antes de este gran novelista, cabe destacar la labor iniciadora del historiador A. de Bofarull, creador de L’Orfeneta de Menargues o Catalunya agonitzant , primera novela romántica catalana al estilo de Walter Scott, así como de Costums que es perden i records que fugen y la de Marià Vayreda con Records de la darrera carlinada (de carácter impresionista) y con La punyalada (1889) novela que inicia la tendencia del naturalismo rural.

El costumbrismo será cultivado por autores como Martí Genís i Aguilar con la novela Julita(1874), y por Dolors Monserdà de Macià, ambos en la vertiente urbana, mientras el costumbrismo rural es cultivado por el rosellonés C. Bosch de la Trinxeria, autor de L’hereu Noradell (1889).

Dentro del cuadro de costumbres y muy influido por Balzac, destaca Emili Vilanova, quien hace un interesante retrato de la Barcelona menestral en Pobrets i alegrets (1877) y en Quadros populars (1881).

La Renaixença valenciana tiene como autores más destacados a Wenceslao Querol, Constantino, Lombart, Jacint Labaila y Teodor Llorente, mientras la “escola mallorquina” se define por el rigor formal e intensidad lírica en el tratamiento del paisaje, siendo sus principales representantes Miquel  Costa i Llobera, autor de Poesíes y Horacianes (en el que incorpora al catalán los metros latinos) y Joan Alcover con Cap al tard (1909) y Poemes bíblics (1918), si bien, para algunos críticos, estos autores deben adscribirse ya al Modernismo.

===El siglo XX===

====El Modernismo====

El Modernismo o Decadentismo es la tendencia artística de los últimos años del siglo XIX que se prolonga durante los primeros del siglo XX, caracterizada por el interés en la decoración, la cerámica y la naturaleza, el individualismo llevado hasta posturas extremas y antisociales (bohemia, idealización del poeta como mesías) y el espiritualismo, como ruptura con respecto al Naturalismo propio de la tendencia artística inmediatamente anterior. Uno de los objetivos de esta tendencia artística-cultural es la de llevar a la sociedad, a través de la cultura, hasta la modernidad, hasta niveles equiparables con Europa.

La poesía modernista está representada magistralmente por Joan Maragall Joan MaragallJoan Maragall Joan Maragall y su concepto de “paraula viva”, manifestado en Elògi de la paraula , donde propone que las cuestiones formales son secundarias y que lo importante es la expresión. Su producción lírica evoluciona desde la defensa moderada de la Cataluña libre hasta la oposición frente al Noucentisme, pasando por la etapa intermedia de interés por lo religioso, pero siempre mantiene un tono intimista y el interés por la naturaleza que puede apreciarse en Poesies (1891), Visions i cants (1900), Les disperses (1904), Enllà (1906) y Seqüències (1911).

Un segundo autor destacable es Apel·les Mestres (1854-1936) representante de la primera etapa de Modernismo por Avant! (1875), Fàbules (1876), Microcosmos (1876), Balades (1889 año en el que introduce el pre-rafaelismo poético basado en la captación impresionista de la naturaleza), Cançons íntimes (1889), Idil·lis (1889), Vobiscum (1892), Odes serenes (1893), Pom de cançons(1907), Darreres balades (1926) y Llibre d’or (1900) donde recopiló poesía popular de diversos

países.

Por último hay que destacar a Jeroni Zanné, autor parnasianista y simbolista, precursor del “Noucentisme” en su obra Imatges i melodies , en la que defiende el formalismo literario frente a la espontaneidad y la cultura clásica.

La narrativa o novela tiene como autores más destacados a Raimon Casellas, con Els sots ferèstecs (1º novela del período en 1901) y a Santiago Rusiñol, con El poble gris (1902) y L’auca del Senyor Esteve (1907, que luego llevará al teatro) en las que cultiva el costumbrismo impresionista, pero el nombre más importante de este género es el de Caterina Albert (1869-1966) con el pseudónimo de Victor Català, autora de Solitud, Un film (1926, deliberadamente folletinesca), Drames rurals (1902), Ombrívoles (1904), Caires vius (1907), La Mare-Balena (1920), Marines (1928), Contrallums (1930), Vida mòlta (1949) y Jubileu (1951)

En teatro destacan Felip Cortiella, que utiliza el teatro como modo de difusión política en Els artistes de la vida , Joan Puig i Ferreter, que comenzó haciendo teatro psicológico para abandonarlo más tarde en aras de la rentabilidad y Santiago Rusiñoldifusor de las ideas modernistas, cuyas obras pueden dividirse en satíricas, de ideas y naturalistas.

====El Noucentisme====

En 1906, año de la fundación de la revista Nacionalitat Catalana , Eugeni d’Ors, en su Glossari propone la denominación de “Noucentisme” para designar una tendencia artística que propone la ruptura con las formas expresivas del siglo anterior (Ruptura con la estética cercana al clasicismo; interés por temas urbanos; despreocupación por lo puramente decorativo, a favor de lo funcional; rechazo los extremismos y favorecimiento de la racionalización por encima de la pasión) y que conduce a los artistas al compromiso político, en la línea de lo propuesto ese mismo año por Prat de la Riba en su manifiesto sobre la nacionalidad catalana. Otro de los hitos importantes de este movimiento cultural y político es la fundación en 1907 del Institut d’Estudis Catalans, de capital importancia normativa (por la fijación de criterios ortográficos y lexicográficos), siendo su principal valedor Pompeu Fabra. El Noucentisme podría darse por concluido en torno a 1923.

En la poesía de este periodo, que es su principal género, destaca Josep Carner(1884-1970), por su expresión elegante y trabajada sobre todo en Els fruits saborosos (1907) obra a la que precedieron Llibre dels poetes (1904) y Primer llibre del sonets (1907) todavía modernistas. Dentro de la corriente noucentista deben mencionarse las obras posteriores Verger de les galanies (1911), Les monjoies (1912), La paraula en el vent (1914), Auques i ventalls (1914, de carácter satírico) Bella terra, bella gent (1918), L’oreig entre les canyes (1920), El cor quiet (1925, posiblemente el más lírico de sus trabajos), El veire encantat (1933), La primavera al poblet (1935) y versiones de poesía china recogidas en Lluna i llanterna (1935)

Durante la etapa de posguerra publicó tres volúmenes de antología titulados Pallers (1950 Bruselas), Llunyania (1952, Santiago de Chile) y Arbres (1954, Barcelona), pero su obra más impactante en la posguerra es Nabí (1941) pero no conocido en Barcelona hasta 1947 y de forma clandestina, se trata de un largo poema bíblico y de reflexión religiosa. Sus últimas obras, de carácter humorístico tratan sobre animales: Museu zoològic (1963), Bestiari (1964) y su última obra El tomb de l’any (1966) Guerau de Liost, pseudónimo de Jaume Bofill i Matas (1878-1933), autor de Muntanya d’amatistes (1908), Somnis (1913), La ciutat d’ívori (1918), Selvatana d’amor (1920), Ofrena rural(1926), Sàtires (1929) y El comte Mal (1950) es el otro nombre destacado dentro de la poesía noucentista, sin que olvidemos la tendencia a la poesía pura, siguiendo el modelo planteado por Paul Valery y Juan Ramón Jiménez, cultivada en Cataluña por el denso y refinado poeta Carles Riba, autor de Primer llibre d’estances (1919), Estances (1930, que incluye el primer libro), Tres suites(1937) y toda su producción de posguerra en el exilio francés: Del joc i del foc (1946), y las obras Salvatge cor (1952) y Esbós de tres oratoris (1959) en los que abandona la poesía pura para practicar una poesía más humana, influida por la obra de Kavafis, a quien tradujo.

El género teatral es secundario en este período, pues se cultiva únicamente la comedia burguesa, acercándose hacia posturas de compromiso social a partir de la dictadura de Primo de Rivera. Cabe destacar únicamente a Josep Maria de Segarra, quien considera que el teatro debe llegar a todos los públicos y sensibilidades.

De poca importancia goza también la novela durante el Noucentisme, de hecho, algunos críticos consideran que no existe novela en este período y que únicamente algunos creadores de la etapa anterior (Modernismo) se adaptan o son aceptados por el público del momento, se trataría de autores como Joaquim Ruyra y Pere Corominas, pero también hay que tener en cuenta la “pseudonarrativa” de Eugeni d’Ors.

Joaquim Ruyra destaca por su estilo y por la negativa a aplicar la ordenación lingüística llevada a cabo por el Institut d’Estudis Catalans en toda su producción, formada por narraciones breves, que quedaron reunidas en las antologías Marines i boscatges (1903), La parada (1919), Pinya de rosa (1920) y Entre flames (1928) en el que destaca “El frare escalfallits”, de carácter humorístico.

Eugeni d’Ors, autor en prosa breve en su Glosari , escribió también algunas novelas, entre las que pueden citarse La Ben Plantada (1911), Lletres a Tina (1914), Gualba, la de mil veus (1915), Oceanografía del tedi (1916) y La vall de Josafat (1918)

====Las Vanguardias====

Las tendencias vanguardistas se introdujeron con rapidez en Cataluña y se extendieron entre 1916 y 1954 en tres períodos, en los que hay que destacar como poetas a Josep Vicenç Foix y Joan Salvat-Papasseït. J.V. Foixdurante los años veinte del siglo se dedicó a la vanguardia cultural no sólo a través de la poesía, sino también a través de las artes plásticas. Este autor se definía a sí mismo como investigador en poesía y siempre criticó el vanguardismo fácil que permitía el triunfo de la facilidad y la ignorancia. Se dio a conocer mediante unos textos en prosa: Gertrudis y Krtu , extraídos de un diario fechado en 1818, pero sus obras líricas más interesantes son Sol i de dol (1947), Les irreals omegues (1948), Onze Nadals i un Cap d’Any (1960), On he deixat les claus? (1953) y Obres poètiques , que recoge en 1964 toda su producción hasta la fecha; posteriormente ha editado Darrer comunicat (1970) además de varios volúmenes en prosa.

Joan Salvat -Papasseït se caracteriza por unir cubismo y maquinismo con un toque intimista que lo aleja de las vanguardias en el contenido pero no en la forma, destacando entre sus obras Poemes en ondes hertzianes (1919), L’irradiador del port i les gavines (1921), Les conspiracions(1922), La gesta dels estels (1922) La rosa als llavis (1923) y la póstuma Ossa Menor (1925).

En la prosa del momento se advierten influencias de la novela psicológica, de Proust y de Joyce, como se aprecia en las obras de Puig i Ferrater, Soldevila, Arbó y Llorenç Villalonga, este último una de las máximas figuras de la novela catalana, en la que representa la incorporación de las corrientes europeas del momento, de carácter intelectualizante y analítico, alejadas de la tendencia psicologista de etapas anteriores; autor irónico, de excelente prosa demostrada sobradamente en Mort de dama (su primera novela, en 1931), Madame Dillon (1936, transformada luego en L’hereva de dona Obdúlia o Les temptacions (1964), La novel·la de Palmira (1952), Bearn(obra maestra, 1961) y las novelas del “Ciclo de Lulú”: La gran batuda (1968), La Lulú (1970) y Lulú regina (1972).

A partir de 1920 comienza a publicar Josep PlaJosep, otra gran figura de las letras catalanas, cultivador de todos los géneros con un estilo vivaz, agudo e irónico, como se observa en El carrer estret (1951), Nocturn de primavera (1953) o El quadern gris , pero sobre todo en su obra miscelánea, en las que recoge sus artículos, bajo el título de Coses vistes (1925)

En el teatro también es notable la influencia europea, que se añade tímidamente al teatro establecido desde el Modernismo y el Noucentisme, comentados con anterioridad.

====La literatura de posguerra====

La Guerra Civil supone un fuerte golpe para la cultura catalana, sometida a prohibición y censura y para todos aquellos que por su defensa tuvieron que sufrir exilio.

Los escritores catalanes que permanezcan en la Península se verán obligados a emplear el castellano como vehículo de expresión y sólo una minoría logra llegar a los circuitos de edición usando su lengua propia, para expresar más que nunca la nostalgia y el compromiso social y cultural. Pueden señalarse varias etapas en este proceso:

A) Cultivo de la literatura menos conflictiva en la primera posguerra, de manera que se mantienen los rescoldos del Noucentisme en narrativa, la poesía pura y el existencialismo. A partir de los años ’30 Josep Pla cultiva todos los subgéneros de la prosa.

B) En 1960, con la publicación de La pell de Brau , de Salvador Espriu, se consolida un realismo histórico comprometido con su tiempo y de trasfondo crítico, que tiene mucho que ver con la poesía comprometida que se cultiva por entonces en lengua castellana. Este autor se dio a conocer como poeta a través de Cementeri de Sinera(1946), obra elegíaca a la que le seguirán Les cancçons d’Ariadna (1952), Les hores(1952), Mrs. Death (1952) y Final del laberint (1955) antes de la obra, ya mencionada, que le consagró como poeta de posguerra y después de la cual siguió publicando Llibre de Sinera (1963) y Setmana Santa (1971), todo ello reunido en el volumen de Obres completes. 1 Poesia (1949) Junto a Espriu, Joan Oliver, que firma con el pseudónimo de Pere Quart. 

Su obra lírica es de carácter satírico en Les decapitacions (1934) y humorístico en Bestiari (1937) y Dotze aiguaforts de Granyer (1962), pero también cultivará la poesía de denuncia social como Saló de tardor (1947), Terra de naufragis (1956),

Vacances pagades (1960) y Circumstàncies (1968).En narrativa (años ’50-’60) destaca Mercè Rodoreda, autora de La plaça del Diamant (1962), hermosísima novela, junto a Aloma (1938, de carácter psicológico-

realista), El carrer de les Camélies (1966) y relatos breves recogidos en antología como Mirall trencat y La meva Cristina y altres contes .

No podemos olvidar autores como Maria Aurèlia Capmany, Manuel de Pedrolo, Joan Perucho, J. Sales y Pere Calders, alguno de ellos también presente en la siguiente etapa.

Manuel de Pedrolo, que entiende la novela psicológica a través del psicoanálisis, como queda manifiesto en Cendra per Martina (1965), Elena de segonamà (1967) y las que se basan en la reflexión del juego literario Espai de fecunditats irregulars (1973) y Text/ Càncer (1973); es autor, también, de novelas del absurdo: Mr. Chase, podeu sortir (1955), Introducció a l’ombra (1972) y Pas de ratlla (1972) y las que giran en torno a la comisión de delitos: Es vessa una sang fàcil (1954), Mossegar-se la cua (1968), Joc brut (1965), M’enterro en els fonaments(1967) y Acte de violència (1975) además de la considerada su obra maestra: Totes les bèsties de càrrega (1967); en todas estas obras se aprecia influencia de la novela negra norteamericana de autores como R. Chandler, y D. Hammett además de los europeos Kafka y Joyce.

Maria Aurèlia Capmany cultiva también la novela psicológica, tomando como referencias a Balzac, Henry James y Virginia Wolf, en títulos como Necessitem morir(1952), L’altra ciutat (1955), El cel no és transparent (1963, Premio Joanot Martorell) y su gran obra Bertúlia (1956)

C) En los últimos años se diversifican las tendencias, se emprende la búsqueda de nuevas formas y se cultivan temas intimistas junto a expresiones de inconformismo social o cultural. La poesía de esta época está dominada por el magisterio de JosepCarner, pero se añaden notas de angustia existencial y vanguardia, además del influjo y en la última etapa, de los Novísimos (década de los ’70) entre los que destaca Pere Gimferrer. Actualmente los jóvenes poetas han evolucionado desde el realismo hasta un neoformalismo, interesado en la poesía medieval y el preciosismo.

Uno de los apartados que no suelen mencionarse dentro de la poesía más moderna bhben lengua catalana es el fenómeno de la “nova cançó” en la que destacan cantautores como Lluís Llach.

En narrativa, las últimas promociones son profundamente renovadoras, en ellas destaca Pere Calders, cultivador de narrativa corta, y Joan Perucho, además del valenciano Vicent Andrés Estellés y la balear Carme Riera, junto a los más modernos Baltasar Porcel y Terenci Moix. El teatro comienza a desarrollarse a partir de la segunda mitad del siglo XX con nombres como Salvador Espriu (en el apartado anterior) además de Manuel de Pedrolo y Josep Maria Benet i Jornet, pero

no puede olvidarse la tendencia al cultivo del teatro del absurdo y la importante labor de la Escola d’Art Dramàtic y de Els Joglars.

==LITERATURA GALLEGA==

===Edad Media===

Como en la mayoría de las lenguas románicas, las primeras manifestaciones de la literatura en lengua gallega son en verso y se adscriben a la denominada lírica galaico-portuguesa, de carácter culto y conservada en “cancioneiros” que se cultiva desde el siglo XIII hasta mediados del siglo XIV en que el gallego y el portugués comienzan a sentirse como lenguas independientes entre sí y llega a Galicia el influjo de la poesía castellana e italianizante.

La denominación de galaico-portuguesa obedece a razones lingüísticas, mas que geográficas o políticas, pues hace referencia a la lengua culta, alejada del habla de la época, que se manejaba en todo el territorio de la actual Galicia y casi todo Portugal, para la composición lírica, de la misma manera que el occitano era empleado en Cataluña, en vez del catalán, por considerarse una lengua más dotada para la musicalidad lírica.

El gusto por el uso de esta lengua para la expresión lírica se extendió no sólo por todo el territorio gallego y portugués, sino también por el castellano, como lo demuestran las Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio.

Pueden diferenciarse dos períodos en el uso del galaico-portugués como lengua lírica, el primero primitivo o prealfonsí abarca desde el siglo XII al XIII, mientras el segundo o de esplendor, que abarca los reinados de Alfonso X y del rey Dionís de Portugal, va desde 1240 hasta 1354, momento en que el Conde de Barcelós, último mecenas, regaló a su sobrino Alfonso XI de castilla su antología-compilación de la poesía lírica galaico-portuguesa Livro das cantigas .

Los géneros cultivados pueden clasificarse en:

Mayores o de las cantigas profanas o Cantigas de amor, con notable influencia de la poesía trovadoresca del siglo XII y de la métrica y léxico de la lírica provenzal, presentan la queja de poeta a su dama, por no corresponderle o no aceptar la consumación de su amor.

o Cantigas de amigo, en las que el poeta se transfigura emocionalmente para expresar, en voz de mujer, el sufrimiento por la ausencia del amado, transmitido a otras mujeres de su entorno que le sirven de confidentes. Este rasgo aproxima temáticamente estas cantigas a la lírica hispano-árabe y en particular a las jarchas, si bien, a diferencia de en ellas, en las cantigas de amigo, la naturaleza juega un papel importante al ser reflejo de la situación anímica expresada. El nivel de lengua es más popular en este tipo de composiciones, y su estructura responde a unos patrones estables de pocas estrofas, y recursos como el paralelismo que produce un efecto inmovilista en la progresión temática, para lograr que el tema de la ausencia se fije en el lector.

o Cantigas de burlas, más festivas, y de carácter satírico, pueden clasificarse en dos tipos, las de escarnio y las de maldecir, difíciles de distinguir. Este tipo de composiciones solían tratar temas como la “descriptio puellae” satírica, las comparaciones animalizadoras, la parodia del amor cortés trasformado en obscenidades homo o heterosexuales, el mundo al revés con el triunfo de la envidia, la maldad, el engaño, la traición, la avaricia y lo miserable del comportamiento de algunos nobles y ricos con los trovadores y juglares, etc.

o Cantigas religiosas, que constituyen una suerte de subcorpus cancioneril, de carácter narrativo- lírico, formado por las Cantigas de Santa María , de Alfonso X el Sabio, probablemente escritas en gallego por la sólida tradición poética de esta lengua y por su

musicalidad, apta para la expresión lírica.

Menores, por ser menos abundantes en los cancioneros.

o Tenzón o Tençao, en forma de diálogo, elaborada simétricamente por dos poetas, que definen en ella teorías contrapuestas, repartiéndose las estrofas de forma alterna.

o Pranto, texto dedicado a cantar las excelencias de un difunto de cierta importancia social.

o Cantiga de seguir, que consiste en parodiar una composición conocida, modificando su forma o su contenido.

o Sirventés, de carácter moral o literario, permite criticar vicios o malos comportamientos, como también lo hacen las cantigas de escarnio y maldecir.

Todos estos tipos de composición lírica están recogidos en diferentes cancioneros, religiosos como profanos, destacando de entre estos últimos el Cancioneiro de Ajuda , recopilación de finales del siglo XIII constituida en su mayor parte por cantigas de amor; el Cancioneiro de Colocci-Brancuti , extraordinariamente importante porque contiene un Arte de trovar ; el Catálogo de autores portugueses de A. Colocci o Tavola Colocciana ; y el Cancioneiro da Vaticana, copia del XVI de una compilación portuguesa del siglo XIV; mientras que entre los religiosos cabe subrayar el de Alfonso X, del que se conservan 4 manuscritos, con expresión musical y delicadamente miniados.

La mayoría de los cultivadores del género lírico galaico-portugués son trovadores como Airas Nunes, Meendiño, Pero Meogo, Paio Gómez Chariño, Martín Codas y Bernardo de Bonaval, protegidos en la corte de algún noble que les sirve de mecenas.

Si bien, como ya se ha dicho, la primera manifestación literaria en lengua gallega es lírica, no es la única, pues también se cultiva la prosa, de forma escasa. Entre los siglos XIII y XIV puede considerarse la existencia de dos subgéneros en prosa, la narrativa y la historia o crónicas.

La prosa narrativa galaico-portuguesa puede clasificarse a su vez según un criterio temático en tres ciclos, el bretón, que se conserva en copias del siglo XV y XVI se centra en el Santo Grial; el clásico, en que destaca la traducción al gallego de la obra de Benoït de Sante Maure Roman de Troye , hoy perdida, que sirvió de base para la versión castellana encargada por Alfonso XI, que, que a su vez, fue tomada por el noble Fernán Pérez de Andrade para encargar una versión al gallego con el título de Crónica Troiana, acabada de redactar en 1373; y el carolingio, del que puede mencionarse el fragmento en versión gallega del Codex Calixtinus, con el nombre de Milagres de Santiago , en el cual se incluye una especie de guía para peregrinos, además del relato de algunos milagros del santo y el relato de la supuesta conquista de España por Carlomagno.

===Etapa oscura o “silencio” ===

El galaico-portugués puede considerarse extinguido a mediados del siglo XV, en que se inician unos siglos oscuros para la literatura gallega, afectada por el proceso de castellanización del pueblo, que relegará el gallego al ámbito de lo familiar, sobreviviendo sólo la expresión literaria oral: canciones populares de Navidad y Reyes (panxoliñas, nadales, reises), romances sobre la vida del campo (cantos de vendimia o de esfollada) o sobre el ciclo estacional (maios), y cuentos populares, hasta el siglo XIX.

===Rexurdimento===

Con el siglo XIX, y más concretamente con la publicación en 1863 del poemario de carácter popular Cantares Gallegos , de Rosalía de Castro, se iniciará un profundo cambio, que forzosamente ha de comenzar con la recuperación de la lengua gallega para la expresión literaria: es el llamado Rexurdimento, un activo y fecundo resurgimiento de la literatura gallega, que nace como consecuencia del interés romántico por las culturas regionales. La evolución de las letras gallegas a partir de esta etapa puede parangonarse con la del resto de las literaturas peninsulares.

Uno de los principales instigadores de este renacimiento literario, a través de los Juegos Florales es Manuel Murguía, que con su obra Los precursores da a conocer la producción de Añón, Pintos Villar, Rosalía de Castro (su esposa), Sánchez Deus y tantos otros.

La prosa literaria en el Rexurdimento no está muy ampliamente representada, no obstante, es destacable la importancia de Catecismo do labrego , de fray Marcos da Portela, y Maxina, ou a filla espúrea , de Marcial Valladares; sin embargo, el género por excelencia es la poesía, en la que destacan Rosalía de Castro, Manuel Curros Enríquez y Eduardo Pondal, si bien el primer texto lírico en gallego, dentro de esta corriente de recuperación literaria, es del poeta prerromántico Nicomedes Pastor Díaz y tiene por título A Alborada .

Rosalía de Castro logró con su primera obra Cantares Gallegos (1863) no sólo recrear costumbres gallegas sino también reivindicar Galicia y su lengua, mientras su segunda obra Follas novas (1880) es de carácter intimo y pesimista, con cierta tendencia a la crítica social.

Eduardo Pondal, segundo gran autor del Rexurdimento, que aunque de obra escasa, es el responsable de la aparición de los mitos celtas en la literatura gallega, a través de textos como Queixumes dos pinos (1886), para lo que se inspiró en el “falso Ossian” de James McPherson en la traducción de Chrétien. También intentó la creación de un poema épico, que quedó inconcluso y fue publicado por Amado Rincón, con el título Os Eoas , inspirado en Os Lusiadas de Camoens.

Manuel Curros Enríquez, gran poeta cívico y social, es la tercera gran figura de este movimiento cultural, pues concebía la poesía como instrumento de lucha contra la opresión y el fanatismo del absolutismo, y como vehículo de transmisión de la ideología liberal progresista. Su obra principal es Aires da miña terra (1880), cuya publicación provocó un gran escándalo al ser condenado por el obispo de Orense a causa de su contenido anticlerical y por un tribunal civil a 2 años de cárcel y una cuantiosa multa, pero la Audiencia de La Coruña lo absolvió.

Su ideología progresista y anticlerical le llevó a publicar en 1888 O divino sainete , a modo de parodia de la Divina Comedia , con la que cierra la etapa del Rexurdimento. Este autor apenas utiliza formas retóricas y su métrica es sencilla, siempre dirigida a lograr la comunicación, también se muestra preocupado por la recuperación del gallego, que pasaba, en su caso, por el cuidado de su propia obra.

===El siglo XX===

====Etapa agrarista====

En los primeros quince años del siglo XX se cultiva un movimiento más ideológico que literario, que defiende el campo como inspiración, y que podría integrarse dentro del Modernismo, intimista y de temática celta cultivado por Noriega Varela y Ramón Cabanillas.

Noriega Varela publicó en 1904 y 1910 el poemario Montañesas , que más tarde revisará y volverá a publicar con el nombre de Do ermo (1920, 1929 y 1946), en el que pone en práctica una poesía costumbrista y demuestra un alto interés por el paisaje, en el que se adivina cierto franciscanismo. También cultivó la poesía parnasianista en hermosos sonetos influidos por la poesía portuguesa.

Ramón Cabanillas, el poeta más fecundo de las letras gallegas, puede ser considerado autor de transición entre la poesía del Rexurdimento y la vanguardista, cultivando los movimientos intermedios como la etapa agrarista para la que compuso el himno reivindicativo.

Emigrante en La Habana, publicó allí su primer libro: No desterro. Visiones galegas (1913), que contiene poemas de tono anticaciquil y social. En 1926 retomó la antigua leyenda del Santo Grial que tanto se extendió por Galicia durante la Edad Media, para escribir un poema narrativo titulado Na noite estrelecida , donde galleguiza el tema.

En el ámbito cultural destaca en estos años la creación de las Irmandades da Fala, que divulgaron el gallego a través de los géneros populares.

====Etapa “Nós” ====

Recibe este nombre por el concepto de “nostricidad”, que hace referencia a la solidaridad y entusiasmo de todos los intelectuales que estaban dispuestos a sacar adelante el gallego, y que se unieron a los autores más jóvenes, cultivadores del Vanguardismo o Neotrovadorismo. La fecha clave de esta etapa es 1920, pues en este año se funda la revista Nós, de la que toma nombre, y que es el más destacado vehículo de lengua y literatura gallega; y se comienza a cultivar la literatura vanguardista, con la que el gallego recupera el mismo nivel que tuvo en el Rexurdimento.

En lírica, el autor más destacado es Manuel Antonio, cercano al ultraísmo y el creacionismo, aunque sobresale especialmente por cultivar el tema de la soledad y la nostalgia. Publicó en 1928 De catro a catro , en versos libres y bellas imágenes ilógicas que expresan emociones personales, pero no puede obviarse Luis Amado Carballo, autor del poemario Proel (1924), de tendencia creacionista, sobre el ámbito rural gallego y a través de metros propios de la lírica popular. El éxito de esta obra fue origen del importante grupo poético denominado “escuela imaginista”.

El Seminario de Estudios Gallegos propició la recuperación de la tradición de la poesía trovadoresca medieval a través del Neotrovadorismo, que en muchas ocasiones se mezcló con la propia Vanguardia. Sus principales cultivadores son Fermín Bouza Brey, con Nao senlleira (1933) y Álvaro Cunqueiro, también autor en prosa, que compuso Cantiga nova que chama ribeira (1933) y Done corpo delgado (1957) . La prosa también es cultivada profusamente en esta etapa, destacando tres nombres: Vicente

Risco, Ramón Otero Pedrayo y Alfonso Rodríguez Castelao.

Vicente Risco destaca por la importancia de sus textos teóricos además de por su aportación satírica al costumbrismo, equiparable a la de Quevedo. Su obra principal es O porco de pé (1928) pero no la única, también es autor de la novela corta Do caso quelle aconteceu ao Dr. Alveiros(1919) Ramón Otero Pedrayo cultivó todos los géneros en prosa, destacando su novela Arrededor de si (1930), representativa de la generación Nós. También es interesante su novela histórica A romería de Gelmírez (1934), donde recrea la época del arzobispo Gelmírez (siglo XII) y el esplendor del Camino de Santiago, como vía de conexión de Galicia con Europa, desde la Edad Media.

El pintor, caricaturista y literato Alfonso Rodríguez Castelao destaca como narrador y autor teatral ( Os vellos no deben de namorarse ) por lo que ha sido considerado una de las figuras clave de la prosa gallega por su extraordinario sentido de la lengua y su rico y trabajado estilo en el que aporta cierta dosis de crítica.

En 1922 publica el relato breve Un ollo de vidrio, memorias dun esquelete , en el que presenta la vida en un cementerio rural, como si de un pueblo se tratase, con cacique incluido, en 1926 publicó una colección de relatos breves Cousas en que cada texto aparecerá acompañado de un dibujo, y en 1934 aparece la colección de cuentos Retrincos y Os dous de sempre . Ya en el exilio americano publicó Sempre en Galiza (1951), ensayo donde expone su concepto de nacionalismo gallego.

====Literatura de posguerra====

La guerra y la posguerra tienen una fuerte repercusión para la literatura gallega, pues el gallego quedó relegado, a causa de la rígida censura, al habla familiar y sólo fue vehículo literario para los autores en el exilio, mientras los que se quedaron se vieron forzados al silencio hasta 1947, en que se publicó el libro poético Cómaros verdes de Aquilino Iglesia Alvariño, aunque se considera 1950 el año en que comienza la recuperación de la literatura en lengua gallega, con la publicación de A xente de Barreira , de Ricardo Carballo (dentro del subgénero “novela de pazo”). Será en esta década, concretamente en 1955 cuando Álvaro Cunqueiro publique su mejor texto narrativo, Merlín e familia i outras historias , donde recupera el tema céltico de forma humorística, que también cultivará en As crónicas de sochantre (1956) y en Si o vello Simbad volvese as illas . También dentro de esta corriente de narrativa en la que se recrea la Galicia mágica de épocas pasadas, debe mencionarse Anxel Fole y su colección de cuentos breves (de estilo cercano al de Poe) titulado A lus do candil. Contos a carón do lume (1953) además de Ferrabrava (1955) y Contos da néboa (1973) Otra de las tendencias que se cultivan en esta década de recuperación de literatura gallega es el realismo social, siendo sus autores más destacados Xoxé Neira Vilas, y Eduardo Blanco Amor.

Xoxé Neira Vilas que tratará el tema de la explotación infantil y la emigración en el ámbito rural gallego en su obra Memorias dun neno labrego (1961), y seguirá cultivando el tema en Cartas a Lelo (1971), Anqueles anos de Moncho (1977) y Querido Tomás (1980), en donde, además, se acercará a al novela experimental, al emplear el monólogo interior.

Eduardo Blanco Amor publicó, desde su exilio argentino, la que fue considerada una de las grandes novelas de posguerra, con el título de A esmorga (1959), a la que le seguirá, en 1972 Xente ao lonxe . En sus dos novelas, este autor aporta un tema nuevo, la vida del proletariado y de los suburbios de las ciudades gallegas, en los movimientos sindicales y políticos de inicios del siglo XX, a través de la técnica narrativa propia del Naturalismo.

También en la década de los 50 comienza a cultivarse la poesía en lengua gallega, dedicada principalmente a la corriente de compromiso político o social cuyo principal representante es Luis Seoane con Fardel d’eisiliado (1952) pero no puede olvidarse la poesía de corte existencial cultivada por la “Escola da Tebra” (escuela de tinieblas) formada por autores como Manuel María ( Muñeiro de brétemas ) y Cuña Novás ( Fabulario novo , 1952) El poeta más representativo de la etapa de posguerra es Celso Emilio Ferreiro, gracias a su obra Longa noite da pedra (1962) en la que trata los problemas seculares del pueblo gallego: la miseria, el desarraigo y la nostalgia.

Ya en los años ’60 destacó el cultivo de la “nova narrativa” exenta de todo costumbrismo y cercana a los planteamientos del “noveau roman” francés, del objetivismo norteamericano y de autores como James Joyce y Kafka. Los autores más destacados de esta corriente son Gonzalo Rodríguez Mourullo, con Memorias de Tains (1956) y Xosé Luis Méndez Ferrín, con Arrabaldo do norte (1964) y Cambio en tres (1969).

====Literatura desde la Transición====

La poesía en lengua gallega sigue estando dominada por la tendencia de realismo social hasta bien entrados los años ’70, momento en que se produce la renovación a través de Con pólvora e magnolias , de Xosé Luís Méndez Ferrín Xosé Luís Méndez FerrínXosé Luís Méndez Ferrín Xosé Luís Méndez Ferrín y Mesteres de Arcadio López Casanova Arcadio López Casanova, ambos miembros de la “generación de las Fiestas Minervales”. Estas dos obras, publicadas en 1976, cultivan, además de los temas ya característicos en la generación anterior, otros nuevos como la angustia existencial y metafísica, el análisis del propio yo, y el esteticismo contemplativo, con especial atención siempre a la forma. Dentro de esta línea poética se hallan también algunas revistas literarias de mediados de los ’70 e incluso de los ’80 como Nordés , Coordenadas o Dorna .

La narrativa de esta etapa presenta todo tipo de tendencias, entre las novelas de guerra destaca Xoguetes para un tempo prohibido (1975) y Os mortos daquel verán (1987) de Carlos Casares, Fábula de Xavier Alcaláy A desfeita (1984) de Gonzalo Suárez Llanos.

Gonzalo Suárez Llanos. En novela histórica pueden señalarse los relatos cortos de Carlos Casares titulados Os escurdos  soños de Clío así como la novela Ilustrísima (1980) donde recrea la llegada del cine a la ciudad de Orense.

Víctor Freixáns cultiva la visión histórico-mítica de Galicia con O triángulo inscrito na circunferencia (1982) y recrea los personajes y ambientes de la corte papal de los Borgia en O enxoval da noiva (1988) También cultiva la novela fantástica Xosé Luis Méndez Ferrín Percival e outras historias .

La generación Nós puso de moda la novela de protagonista intelectual, que ha seguido cultivándose desde la Transición, con títulos como Breixo (1981) y Memoria de Noa (1984), ambas de Alfredo Conde y Tertulia de Xavier Alcalá Xavier Dentro de la tendencia realista son interesantes No cadeixo , de Paco Martíny A fuxida (1980) de Martínez OcaMartínez Oca, quien además mezcla el realismo con la fantasía en Beiramar (1983), mientras la tendencia de “realismo sucio”, que describe con dureza la vida suburbial es cultivada por la generación más joven, entre los que aparecen Suso del Toro ( Polaroid , Land Rover ), y Manuel Rivas (Un millón de vacas , Comedores de patacas )  No puede olvidarse tampoco la novela reportaje, influida por el “New Journalism”, que tiene como principal representante en gallego a Francisco Alonso y Trailer , que narra la vida de los camioneros gallegos que recorren la península y gran parte de Europa.

En la novela policíaca y en la negra se ha producido un importante desarrollo, que ha contribuido en mucho a la formación de lectores en lengua gallega. Pueden mencionarse como ejemplos de este género Crime en Compostela (1984), de Carlos García Reigosa.  

De entre todos los nombres y géneros, puede destacarse, como representante máximo a Xosé Luis Méndez Ferrín, sobre todo desde la publicación de Bretaña, Esmeraldina (1987), novela epistolar con tintes kafkianos y por su evolución y continuado cultivo narrativo, como lo demuestra la publicación de los relatos cortos Arraianos (1991)

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