La información óptica que tiene una persona de su entorno se basa en un 40% en el color. Ello indica la significación que éste toma en nuestra vida y más concretamente en nuestra experiencia visual.
Pero realmente el color no es tanto una realidad física como fisiológica, ya que no podemos hablar estrictamente de color, sino de sensación de color. La materia y la energía, que son los componentes de la naturaleza, son incoloras, las cosas no tienen ningún color, pero nos emiten la impresión sensorial de que sí lo tienen y como tal hablamos o decimos, pero realmente no es así.
Para producirse el color son necesarios tres elementos: un emisor energético (la luz), un medio que module esa energía (la superficie de las cosas) y un sistema receptor específico (la retina). No es posible definir el color sólo en función de una de estas tres fuentes.
La cadena de efectos entre la emisión de la luz y la captación del estímulo de color por parte del ojo comienza siempre por la emisión de luz por parte de una determinada fuente. De día esta fuente es naturalmente el sol. Tales radiaciones de energía caen sobre los objetos y materiales, los cuales en parte las absorben (tragan), en parte las remiten (devuelven) y, en parte las transmiten (dejan pasar).
La luz blanca natural se compone de radiaciones de diversa longitud de onda, a cada una de las cuales corresponde un determinado color: violeta, añil, cyan, verde, amarillo, naranja y rojo. Newton denominó espectro cromático a esta progresión de colores y dispersión a la separación (descomposición) de cada uno de los colores de la luz blanca.
La luz puede tomar coloraciones diferentes dependiendo de cuales sean las longitudes de onda dominantes en su composición. Estas diferencias acerca de la coloración que puede tomar la luz se determinan en función de una variable física que llamamos temperatura de color y que corresponde a los valores de temperatura a los que hay que calentar un cuerpo negro genérico para obtener la coloración dada. Se mide en grados Kelvin (K).
El ojo es capaz de percibir, de entre la variada oferta de radiaciones electromagnéticas de las más diversas longitudes de onda, sólo las comprendidas entre los 770 y los 380 nm (nanómetros). Un nanómetro corresponde a una millonésima parte de milímetro. El área espectral comprendida entre estos límites la llamamos “espectro visible”.
Percepción del color. La sensación de color es un conjunto de formas perceptuales en las que intervienen aspectos ópticos, relacionados con la estructura física del ojo, y otros de tipo electro-químico, determinados por la actividad neural de las vías visuales.
El ámbito ocular es todavía electromagnético. Podemos encontrar en el ojo humano los siguientes elementos desde afuera hacia dentro: córnea, humor acuoso, iris, cristalino, humor vítreo y retina. . aEl haz de luz sufre sucesivas refracciones hasta alcanzar la retina, sobre la que se enfoca con gran precisión.
Los conos y los bastoncillos son las células receptoras, que se encuentran en la retina. Los colores se distinguen gracias a que existen tres tipos diferentes de conos que rigen tres tipos de sensaciones máximas correspondientes a los colores primarios: azul (azul violáceo), verde y rojo (rojo anaranjado). La visión de las luces diversamente coloreadas se produce por la excitación simultánea, parcial o total, de uno, dos o los tres tipos de conos.
Las mezclas aditivas se definen como aquellas que se producen cuando se fusionan varias radiaciones de distinta longitud de onda. Los colores primarios de la mezcla aditiva son: rojo, azul y verde. El rojo y el azul crean, por mezcla aditiva, el magenta, el rojo y el verde crean el amarillo, y el verde y el azul crean el cyan. Estos colores resultantes son los llamados colores secundarios o primarios sustractivos.
Las mezclas de tipo sustractivo son las que se producen al trabajar a partir de los pigmentos Los tres colores primarios sustractivos (magenta, amarillo y cyan) Cuando mezclamos a partes iguales los primarios de dos en dos se obtienen los colores secundarios sustractivos: naranja (magenta-amarillo), violeta (cyan-magenta) y verde (cyan-amarillo). A los colores primarios y secundarios, se les considera fundamentales.
El círculo cromático sirve para alcanzar una visualización estructurada de los colores. Para ello se divide un círculo en 6 sectores, cada uno correspondiente a uno de los colores primarios y secundarios, situando un color primario entre los dos secundarios. En este círculo, a cada color le corresponde un complementario, que es el que se encuentra en la posición opuesta (se trata de magenta-verde, cyan-naranja y amarillo-violeta).
la mezcla de un color primario y otro secundario, en proporciones iguales, dan colores intermedios denominados ternarios. Mezclando en partes iguales un primario y un ternario, se obtiene un cuaternario. Mezclando en partes iguales un secundario y un ternario, se obtiene un quinario.
La luminosidad del color pigmento depende de la estructura espectral de la luz reflejada por él. Goethe atribuyó simbólicamente al blanco el valor luminoso de 10 y al negro el 0, estableciendo la siguiente secuencia numérica: amarillo 9, naranja 8, magenta 6, verde 5, cyan 4, violeta 3.
El blanco, el negro y el gris vienen tradicionalmente considerándose coIores acromáticos o neutros, esto es, privados de color. Sin embargo, cuando se habla de mezcIas de tipo sustractivo, el negro y el blanco se consideran colores pues tienen sus mismas cualidades.
En cuanto a la clasificación de los colores en fríos y calientes, se trata de un tipo de asociación simbólica, de modo que asociamos determinados colores fríos a los tonos que toma el agua, el hielo o la luz lunar, mientras que llamamos calientes a los que asociamos al fuego o al sol.
La tonalidad (matiz o hue) expresa la variación cualitativa del color. La saturación se refiere a la cantidad de gris que existe en el color. La claridad depende de la total cantidad de energía lumínica. Para representar a estas tres variantes del color se utilizan modelos tridimensionales como el doble cono de Ostwald o el esferoide de Munsell. Este último ordena las tintas del círculo cromático a lo largo de los márgenes del ecuador de la esfera, la progresión de claridad de cada una a lo largo del eje vertical, del blanco hasta el negro, y la saturación a lo largo de los rayos perpendiculares al eje neutro mismo.
Relatividad del color. Los colores no son universales, tanto su terminología como su armonía, preferencias, simbolismo y otros aspectos psicológicos del color están condicionados por la cultura, y varían considerablemente con el lugar y la época histórica.
Psicología del color. Los colores pueden animar y deprimir, estimular y tranquilizar, provocar y enemistar. El hecho de que hay que prestar atención al color es evidente si consideramos hasta qué punto la publicidad lo utiliza para manipular al consumidor. Se cree que los efectos del color están directamente relacionados con las emociones, de forma que el análisis en las preferencias individuales por el color nos permitiría dar con una definición del individuo.
El color en el diseño. El color es uno de los elementos del lenguaje visual, que configura las características estéticas de un producto, junto con la forma, material y superficie. Se utiliza en el diseño con distintos fines: estético, comercial, psicológico, informador, etc.
Es importante conocer el impacto de la tecnología sobre el estilo de vida, pues genera alteraciones sociales que se reflejan también en los cambios de moda y, por tanto, del gusto en el uso de las paletas de color. Estos cambios son un compromiso entre la demanda insaciable del consumidor por las novedades y las capacidades del productor. La razón, que el color es lo que primero atrae la mirada del comprador lo último que decide la compra.
Los colores que se usan en la industria del automóvil están determinados por esas vicisitudes de cambio a la que ninguna expresión humana escapa. Cada fabricante de vehículos dispone de propias formas de pintura y ofrece una gama de colores que suele basarse en las modas.
Las modas de color, a veces, pueden resultar irrelevantes para un producto consolidado o tradicional como son algunas marcas importantes de vehículos: Jaguar, Rolls, Rover o BMV.
En última instancia, la elección del color es una consecuencia del gusto personal que, al margen o influido por la tendencia de la moda de temporada, transmite información de la persona que lo ha escogido. Por ejemplo, son excéntricas aquellas que buscan llamar siempre la atención sobre los demás.
De un modo general se definen las pinturas y barnices como aquellos productos líquidos, más o menos viscosos que, aplicados en capa delgada sobre la superficie de un objeto, dan, después de un cierto tiempo (tiempo de secado), una película más o menos elástica y adherente que constituye el revestimiento protector o decorativo buscado.