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Supuesto Práctico 21

Haga un diagnóstico y una resolución adecuada a tal situación.
DIAGNÓSTICO

La llegada de los niños por primera vez a la escuela plantea un problema en el mes de septiembre, “El Período y Proceso de Adaptación del niño/a a la Escuela”, sin olvidar que aunque tengamos niños que estuvieron el curso anterior (y por sus edades) vienen de un período de vacaciones donde muchas conductas y actitudes pueden haber variado, y los niños/as necesitan “readaptarse”, volver a adaptarse e integrarse a la escuela.

La entrada del niño/a por primera vez en la escuela, supone un gran cambio para él/ella:

– Salida del mundo familiar.

– Separación temporal de la madre.

– Otros hábitos.

– Él/ella no es el centro.

– Interacciones con otros iguales y con otros mayores.

– Cambios de ritmos, rutinas y costumbres.

– Etcétera.

Es necesario empezar con buen pie para evitar el rechazo a la escuela, esto supone trabajar bien el PERÍODO DE ADAPTACIÓN.

La adaptación nos plantea un problema tanto a profesores y a padres, así, como al propio niño, ya que supone:

– cambiar un ambiente y entorno conocido por uno desconocido,

– Ya no es el eje o centro de dicho ambiente nuevo.

Este cambio supone adoptar medidas que “amortigüen” este gran cambio, que desequilibra y desorienta al niño/a. Esto se favorecerá si el tutor y equipo docente no entran el mismo día que los niños/as, sino que días antes se dedican a realizar una preparación pensada y planificada, incluso con reuniones con los padres para plantear una actuación conjunta y planificada que favorezca este período de adaptación; porque nadie se encuentra a gusto en su ambiente o medio completamente extraño.

Además del ambiente físico nuevo, se va a encontrar con un “ambiente social” extraño, por lo que nos esforzaremos en favorecer rápidamente la constitución de relaciones amistosas, dando lugar y vida a pequeños juegos en grupo, dulces para todos, canciones, regalos sorpresa, etc., especialmente preparados para ello, de manera que el encuentro con la escuela tome un talante festivo, agradable, atractivo, lúdico, etc.

RESOLUCIÓN

Para evitar que el/la niño/a tome rechazo a la escuela y conseguir una buena adaptación de él/ella al centro, aula, compañeros, profesorado, espacios, tiempos, nuevos hábitos, rutinas, actividades, socialización, descubrimiento de los otros, relación con los demás, despegue de la familia del mejor modo, etc., adoptaré las siguientes actuaciones o pautas de actuación:

· El equipo docente, el tutor, entrará días antes que los/las niños/as y realizará una planificación pensada y proyectada, incluso con reuniones con los padres, con el objetivo de conseguir una actuación conjunta y planificada, favorecedora del período de adaptación del/la niño/a a la escuela.

· Entablaremos un estrecho contacto entre padres y educadores para ayudar a la integración del/la niño/a a la escuela:

– Preparación de los padres: actuación relajada y natural.

– Reuniones con los padres sobre sus expectativas y para ayudarles a evitar o limar sentimientos contradictorios.

– Entrevista inicial individual de cada familia con el equipo directivo y con el tutor.

– Reunión grupo inicial (grupo de alumnos/as).

– Reuniones periódicas de los padres del grupo de alumnos/as.

– Reuniones periódicas de padres del grupo-clase e individuales.

– Encuentros e informaciones diarias en situaciones cotidianas: llegadas, salidas, etc.

– Fomentar en los padres actitudes receptivas, responsables y de disponibilidad, así como de colaboración en la generación de ambientes de seguridad y afectividad para el niño.

– Preparar un “ambiente” conjuntamente con los padres que contenga seres, signos u objetos que recuerden a los niños/as situaciones y experiencias conocidas, que domina y donde se siente a gusto.

– Los padres habrán de colaborar en el proceso de “transferencia” afectiva del niño/a con el educador, de forma que éste sepa de forma clara y sencilla lo que va a hacer en el “cole”.

· Dar al niño/a en estos momentos de “cambio” de entorno la sensación de “continuidad”, seguridad y colaboración por parte del ambiente familiar, haciéndoles ver que forman parte de un todo, sin rupturas o cambios muy bruscos.

· Desde el centro recibiremos a los/las niños/as y a la familia de forma personalizada. Igualmente a la salida, momento en el que haremos que el/la niño/a se lleve un buen recuerdo; salidas relajadas, sin prisas, despidiéndose con cariño y ternura:

– Incorporación individualizada, secuenciada (uno o dos días) evitando lunes y martes.

– Presencia de padre o madre en estos primeros días en períodos cada vez más cortos, hasta que el/la niño/a domine el entorno y se sienta a gusto.

– Progresión en los tiempos de estancia del/la niño/a en el “cole”.

– Recomendaremos a los padres que las despedidas sean breves, transmitiendo seguridad, alegría, sin dudas,…

· Atención al mundo afectivo y emocional:

– Dejaremos que el/la niño/a se tome el tiempo que necesite para recomponer y elaborar su mundo afectivo y emocional.

– Transmitirles seguridad y estabilidad.

· Estaremos atentos y observaremos los síntomas o conductas de rechazo (algunas pueden pasar desapercibidas) en los/las niños/as en este período:

– Problemas con la alimentación.

– Necesidad de pegar.

– Llamar la atención.

– Descontrol.

– Se resignan pero no se adaptan.

· Evitaré la “rutina” (cansancio, repeticiones), prestando especial atención a las manifestaciones más evidentes de los niños, mediante la observación.

· Permitir tiempos de adaptación y de comunicación sobre lo que los niños quieren contar. Estos primeros momentos de contacto irán seguidos de momentos, poco a poco, más relacionados con la programación.

· Favorecer rápidamente la constitución de relaciones sociales amistosas, dando lugar a pequeños juegos, dulces para todos, canciones, regalos sorpresa, etc., creando un encuentro con la escuela festivo, agradable, atrayente, lúdico, etc.

· Descentrar los espacios, habilitando espacios diversos.

· Hacer disfrutar al/la niño/a de un ambiente que invite a moverse de diversas maneras.

· Favorecer un aprendizaje significativo, desde el punto de vista de la globalidad, individualidad, grupo, socialización…

· Atención personalizada y a las diferencias individuales.

CONCLUSIÓN

Parto del hecho de que el proceso de adaptación no es lineal ni progresivo, incluso en algunos casos se dan “involuciones” en el proceso, por lo que valoraré que el/la niño/a está adaptado/a cuando sea capaz de mostrar, plenamente confiado, su mundo emocional, si nos acepta o nos rechaza, si establece relaciones afectivas y de apego, si interactúa cada vez más autónomamente con este nuevo medio, si hay comunicación afectiva, si los ritmos de la vida en la escuela no le son lejanos, si participa, si actúa e inventa acciones propias, etc.

Como instrumento de seguimiento, análisis y evaluación del período de adaptación, se aplicará una GUÍA DE OBSERVACIÓN SOBRE LA ADAPTACIÓN DEL/LA NIÑO/A, que contempla los principales factores:

· Llegada a la escuela.

· Despedida de los padres.

· Qué trae de casa y qué conducta tiene respecto a ello.

· Comportamiento ante la comida.

· Control de esfínteres.

· Sueño, actividad, descanso.

· Rutinas diarias.

· Interacción y comunicación verbal y no-verbal.

· Conducta respecto a los objetos, propios y ajenos.

· Conducta y desenvolvimiento en los espacios.

· Conducta ante los adultos y ante los niños.

· Actitud y conducta ante y durante el juego.

· Actitud ante el cuidado, consuelo.

· Actitud ante la llegada de los padres.

· Datos que aporta la familia.

· Manifestaciones físicas y psíquicas.

· Ausencias.

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