Icono del sitio Oposinet

Tema 22B – Evolución de la expresión plástica en los niños y niñas. Elementos básicos del lenguaje plástico. Objetivos, contenidos, materiales, actividades, estrategias metodológicas y de evaluación de la expresión plástica. Modelos y estereotipos.

1. INTRODUCCIÓN

2. EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

2.1 Proceso

2.2 Etapas

2.21. Etapa del garabateo

2.2.2 Etapa preesquemática

3. ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE PLÁSTICO

3.1 La línea

3.2 El color

3.3 El espacio

3.4 El volumen

4. OBJETIVOS, CONTENIDOS, MATERIALES, ACTIVIDADES, ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y DE EVALUACIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA.

4.1 Objetivos

4.1.1. Desarrollar la sensibilidad infantil

4.1.2. Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación

4.1.3. Desarrollar las facultades creativas

4.2. Contenidos

4.3. Materiales

4.4. Actividades

4.5. Estrategias metodológicas

4.5.1. Organización del aula

4.5.2. Motivación

4.5.3. Expresión y creación

4.6. Estrategias de evaluación

5. MODELOS Y ESTEREOTIPOS

5.1. Modelos

5.2. Estereotipos

6. CONCLUSIÓN

7. BIBLIOGRAFÍA

1.INTRODUCCIÓN

El término “Educación Plástica” se aplica a al faceta de la educación integral que aporta una forma de representación de la realidad basado en la expresión y comunicación a través de un modelo de simbolización de tipo icónico, en el que la relación entre significante y significado se percibe de un modo sensible.

La educación Plástica incide directamente en el desarrollo general del niño/a a la vez que requiere la capacidad de realizar determinados movimientos y de percibir el entorno inmediato, por lo que está en estrecha conexión con el proceso evolutivo infantil.

2. EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS/AS

Aunque normalmente la evolución de las capacidades plásticas se relaciona con la edad de los niños/as, en ella influyen otros factores como son: la maduración nerurofisiológica, la capacidad perceptiva y motriz, la ejercitación y experimentación tempranas, la seguridad personal, etc…

Teniendo en cuenta estas fluctuaciones, existe sin embargo una secuencia predecible en el desarrollo de la expresión plástica, que se deriva del proceso de desarrollo físico.

2.1. Proceso

El proceso de la expresión plática infantil presenta esta características:

a) Relación con las leyes del desarrollo:

La evolución plástica se rige por las leyes del desarrollo infantil. Físicamente el niño/a se desarrolla de arriba abajo (cefalocaudal) y de la base del cuello hacia fuera (próximodistal). Consecuentemente a partir del año, el niño/a hace trazos verticales si la superficie del dibujo está sostenida verticalmente enfrente de él; si esta última se encuentra horizontal sobre una mesa, los trazos serán horizontales; en cualquier caso, el tipo de trazo se debe al hecho de que sólo puede controlar su hombro para realizar un movimiento de bombeo, ya que tiene muy poca habilidad para dirigir el brazo y la mano. Sus garabatos son resultado directo de la estructuración de su cuerpo y de la forma que puede moverlo.

A medida que se desarrolla adquiere gradualmente control sobre el hombro; entonces las líneas que dibuja comienzan a tener pequeñas curvas y a orientarse horizontal o diagonalmente. Aunque sus primeros garabateos eran simples resultados de movimientos, empieza a reconocer que estos movimientos dejan marcas, y experimenta la emoción de crear. El placer derivado d este descubrimiento le alienta a desarrollar una mayor habilidad. Descubre que puede hacer figuras y rayas, que repite una y otra vez en una misma zona espacial. Con el tiempo, y una vez conseguido el control del hombro, la capacidad de dirigir el movimiento del brazo se

extiende a la muñeca. Descubre que puede moverla hacia delante y hacia atrás y hacerla girar, y toma conciencia de que puede controlar su movimiento; a medida que ejercita su nueva habilidad aumenta su destreza, sus garabateos se redondean cada vez más sus espacios gráficos se llenan de formas circulares, óvalos y espirales.

b) Tip0s de trazos:

Con la práctica aprende a percibir sus trazos como formas diferentes. En opinión de CHERRY Y KELLOG, la conciencia de la individualidad comienza a aflorar simultáneamente a la capacidad para trazar diseños circulares. A la vez que aumenta el dominio consciente del movimiento, el niño/ ensaya, inventa y experimenta con su habilidad. Cuando empieza a controlar los músculos más pequeños de la mano, sus dibujos se hacen más complejos. Las formas circulares se convierten en radiales y esto se debe a que ya puede realizar movimientos complicados con los dedos: hace un óvalo y, complacido son su obra, lo decora con líneas, cruces y otros trazos, llegando a los soles. Su habilidad para controlar los movimientos y relacionarse con el mundo exterior aumenta y llega a la representación de la figura humana.

Las primeras figuras humanas no son simplemente cabezas desproporcionadas, con brazos y piernas. El niño/a no pretende que la forma circular sea una cabeza, sino la figura completa, el símbolo de toda la figura humana (CHERRY, KELLOG)

c) Coordinación óculo-manual

Al avanzar el crecimiento, el niño/a aprende a controlar, además del movimiento de sus brazos, el de otras partes del cuerpo, incluyendo los ojos. Aprende a coordinar los ojos para obtener una imagen integral. La coordinación se perfecciona a través de los patrones básicos de movimiento y por eso las actividades que requieren la intervención de ojos y manos -cómo las que implican la totalidad de los trabajos plásticos- son tan importantes para el crecimiento global del niño/a.

d) Adquisición de conceptos lógico-espaciales.

La coordinación óculo-manual y los demás movimientos naturales del cuerpo conducen gradualmente a la compresión de los conceptos de arriba y abajo, a un lado y a otro (posteriormente los convertirá en derecha e izquierda), grande y pequeños, ancho y estrecho, encima y debajo, delante y detrás, próximo y lejano.

A la vez que aprende a combinar la capacidad de controlar sus movimientos con estas nuevas percepciones, sus garabateos, pinturas, diseños y distribuciones empiezan a centrarse más en los procesos pictóricos que en los simbólicos. Su compresión de las formas se combina ahora con una compresión más profunda de las formas tridimensionales, todo lo cual se refleja y manifiesta en las etapas de las expresión plástica.

2.2. Etapas

Las etapas de la expresión plástica, según LOWENFELD, son:

2.2.1 Etapa del garabateo:

La etapa del garabateo comprende aproximadamente desde los 12-18 meses hasta los cuatro años.

En un principio predomina la actividad kinestésica derivada de necesidades motrices y emocionales.

Los movimientos infantiles, todavía incontrolados, dejan marcas sobre el papel o sus alrededores y son resultado de la exploración que realiza el niño/a sobre la realidad y sobre su propia capacidad. Repitiendo sus intentos una y otra vez, consigue una adecuación del gesto gráfico y se inicia la representación consciente de la imágenes.

La transición se pera de manera gradual, pero casi nunca definitiva, es decir, pueden aparecer conjuntamente manifestaciones kinestésicias e imaginativas.

El niño desde muy pequeño, comienza a marcar trazos desordenados sobre el papel, estos trazos hechos al azar se van controlando con el tiempo y a los 4 años sus dibujos resultan reconocibles. Se diferencian tres momentos en la evolución de los garabateos:

* Garabateo desordenado ( hasta los dos años) : realiza movimientos amplios, sin prestar atención al resultado, pues con frecuencia mira hacia otro lado mientras los ejecuta. Los garabateos no son intento de representar el medio visual circundante y sus trazos varían el longitud y dirección, aún cuando puede aparecer alguna repetición a medida que mueve el brazo hacia delante o hacia atrás.

El garabateo es algo natural en el desarrollo infantil, por lo que el niño/a si no dispone de instrumentos y soportes adecuados lo realizará en el suelo, la arena, las paredes, los muebles, etc…

* Garabateo controlado ( hasta los tres años y medio): está relacionado con el descubrimiento del control visual sobre los trazos que ejecuta. En esta fase puede realizar trazos horizontales, verticales y circulares, pero rara vez se encuentran repetidos, pues esto requiere que el niño/a levante el útil del papel.

Los trazos duplican su longitud, tienen dirección imprevisible y llenan todo el espacio. Al final de la fase, el niño/a puede descubrir ciertas relaciones entre lo dibujado y elementos de la realidad.

* Garabateo con nombre ( hasta los 4 años): en este momento el niño/a comienza a dar nombre a sus producciones, aunque en el dibujo no se puede reconocer la realidad representada..

Significa un gran avance en el pensamiento infantil pues ha cambiado el pensamiento kinestésico por el pensamiento imaginativo.

Los garabatos se hacen mas diferenciados. Los trazos pueden estar distribuidos por todo el espacio gráfico y suelen acompañarse por la descripción verbal de lo que se está haciendo. Esta conversación no se dirige a nadie en particular, sino que frecuentemente parece una comunicación con el propio yo.

En esta fase, algunas veces el niño/a anuncia lo que va a dibujar y otras el dibujo surge de trazos espontáneos, sin una idea preconcebida de su aspecto final. Lo importante es que los garabatos o líneas tienen un significado real para el niño/a que lo dibuja.

2.2.2. Etapa preesquemática

La etapa preesquemática se extiende entre los 4 y los 7 años. Con ella comienza la interpretación consciente de la forma.

Aunque los dibujos en sí no parezcan muy diferentes a los anteriores, en ellos el niño/a crea conscientemente ciertas formas que tienen alguna relación con el mundo que le rodea, lo que supone el comienzo de la comunicación gráfica.

Las formas se hacen cada vez más reconocibles y hacia los seis años las figuras han evolucionado hasta constituir dibujos claramente asociados con un tema.

En esta etapa los dibujos reflejan lo que el niño/a sabe de lo representado y no lo que ve, lo cual se evidencia en las transparencias que aparecen en las figuras.

Durante el periodo preesquemático los símbolos representativos cambian constantemente hasta que el niño/a alcanza un cierto esquema en el que se integran los elementos del lenguaje plástico.

3. ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE PLÁSTICO

El lenguaje plástico se basa en una serie de elementos que, representados gráficamente, lo configuran.

La configuración del lenguaje plástico consta de dos aspectos claramente diferenciados: por una parte, los elementos conceptuales, por otra los diversos materiales que permiten la representación de los mismos.

Los elementos conceptuales básicos son la línea, el color, el espacio y el volumen. La combinación de estos elementos en el plano o en un cuerpo produce la composición plástica.

3.1. La línea

La línea es el trazo realizado sobre una superficie por medio de útiles muy diversos, es el elemento fundamental del dibujo. La línea como lenguaje visual primario evoluciona en la representación gráfica de forma paralela al desarrollo cognitivo y motor del niño/a.

Según KELLOG, existen veinte garabatos básicos que incluyen el punto, los trazos verticales, horizontales, diagonales y curvos sencillos y múltiples, las presillas, la espiral y la circular.

Los garabatos básicos son estructuras lineales muy elementales. Su importancia reside en constituir los primeros cimientos de la expresión plástica, que evolucionan hacia trazos más complejos y seguros.

Los trazos de un dibujo indican amplitud, fuerza, forma, dirección, rapidez, ritmo y armonía. Son producto de la intensidad con que la mano oprime el útil gráfico, la coordinación óculo-manual, la agilidad, etc…

3.2. El color

El color desempeña un papel totalmente secundario antes de los cuatro años. Los colores le atraen en cuanto estímulo visuales y los usa para diferenciar un esquema gráfico de otro.

A partir de esa edad le interesan más los colores que la forma y se hace más sensible al efecto del color, a la par que adquiere más consciencia de su propio yo, de sus sentimientos y de sus estado de ánimo.

Sin embargo, los dibujos y pinturas realizados durante la etapa preesquemática tienen, normalmente, poca relación entre el color elegido para representar un objeto y dicho objeto. Las razones para la elección del color pueden ser diferentes ( significado afectivo, situación en la caja, aspecto del útil, etc…), más tarde, a través de una continua experimentación establecerá una correspondencia entre el cromatismo de la realidad y su organización armónica en las producciones plásticas.

3.3. El espacio

Desde el punto de vista plástico, el espacio está siempre presente y se plasma, bien en una superficie determinada, determinado por vacíos y llenos.

La percepción y representación del espacio se inicia a través de una relación con el medio y mediante los diversos elementos de una composición plástica. Los dos avances más importantes son la representación de la línea de base y de la línea de cielo.

A partir de ese momento, los esquemas gráficos, antes distribuidos arbitrariamente sobre el papel, comienzan a alinearse sobre el borde inferior, junto al que se traza, en muchos casos, una línea paralela que representa el suelo y va a servir de base a todo lo demás. En muchas ocasiones, esta línea base se completa con otra, paralela al borde superior, a veces coloreada en forma de franja estrecha y generalmente azul: la línea del cielo.

Se considera que en ese momento la concepción que el niño/a tiene del mundo es la siguiente. Él y los demás sobre el mundo, con un techo sobre sus cabezas y en medio el aire, de ahí que esa zona entre ambas líneas no suelan colorearlos en los dibujos, porque es aire.

3.4. Volumen

El volumen se representa mediante las transparencias de los dibujos en los que aparecen, a la vez, la parte exterior e interior de las cosas. También se evidencia en el trazado de líneas cortas en algunas zonas de los dibujos, que son un intento de expresar la corporeidad.

La representación del volumen tiene su medio idóneo en el modelado. Éste se inicia con las figuras planas, consideradas como la representación, un poco más gruesa del grafismo. De ahí se pasa a las figuras en tres dimensiones, en las que intervienen la propia corporeidad y a del objeto.

El dominio de estos elementos del lenguaje plástico requiere una intervención educativa, que está definida en el currículo de la Educación Infantil.

4. OBJETIVOS, CONTENIDOS, MATERIALES, ACTIVIDADES, ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y DE EVLUACIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA.

El currículo de esta etapa incluye la Expresión Plástica dentro del área/ámbito de Comunicación y Representación

El enfoque que presentan sus elementos curriculares constituye las pautas a tener en cuenta para la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que se incluyen la coordinación entre objetivos, contenidos, materiales, actividades, estrategias metodológicas y de evaluación de la expresión plástica.

4.1. Objetivos

La educación Plástica se propone alcanzar unos objetivos que se pueden resumir en el desarrollo de la sensibilidad, de la expresión y comunicación y de la capacidad creadora.

4.1.1. Desarrollar la sensibilidad infantil

El objetivo de desarrollar la sensibilidad del niño/a aspira a prepararle para que capte toda la clase de manifestaciones y fenómenos que le rodean, con el fin de enriquecer el mundo de sus experiencias y dotarle de códigos armónicos y estéticos.

El desarrollo de la sensibilidad se asocia a la captación de formas, tamaños, colores y espacios, para así comprenderlos y valorarlos de manera aislada, o en conjunto. Se relaciona con las percepciones visuales o táctiles.

Los elementos para la práctica del desarrollo de la sensibilidad son aportados por la naturaleza y por la producciones culturales, entre las que sobresalen las obras artísticas.

4.1.2. Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación

El objetivo de desarrollar la capacidad de expresión y comunicación se obtiene mediante el contacto con una gama variada de materiales y de elementos para conocerlos y dominarlos, lo cual implica la adquisición de técnicas y destrezas específicos.

Cuanto más amplia sea la variedad de materiales e instrumentos plásticos puestos a disposición de los alumnos/as, mayores serán las posibilidades que tengan para encontrar un medio de expresión más acorde con su sensibilidad y para comunicar su mensaje y sus vivencias.

4.1.3. Desarrollar las facultades creadoras

El objetivo de desarrollar las facultades creadoras se dirige hacia la habilidad para inventar nuevas combinaciones de los elementos plásticos.

El desarrollo de la capacidad creadora se impulsa a través del conocimiento de los elementos, materiales y técnicas, y con las aportaciones de la imaginación.

La imaginación, considerada como riqueza y fluidez de imágenes mentales y sensoriales, es la base de la creación, existe en todos los niños/as y se desarrolla con la práctica continua y libre del juego plástico.

La imposición de modelos, materiales, combinaciones, respuestas estereotipadas y temas, restringen la libertad creadora e inhiben la expresión personal y la verdadera comunicación.

Es importante que la Educación Infantil cultive la imaginación de los niños/as, no para que fantaseen, sino para que elaboren y creen.

4.2. Contenidos

Los contenidos de la Educación Plástica pertenecen a los tres grupos contemplados en el Currículo de la Educación Infantil, es decir, conceptuales, procedimentales y actitudinales.

Incluyen, el líneas generales, aspectos relacionados con:

la percepción visual y táctil: gama de colores primarios y secundarios, armonía cromática, reconocimiento de líneas, formas, siluetas, figura, fondo, observación de figuras, coordinación óculo-manual, etc…

la diversidad de obras pláticas: pintura, escultura, dibujo, ilustraciones, artes decorativas, artesanía, etc…

la diversidad de procedimientos para representar hechos, sucesos, vivencias, etc…: elementos plásticos, imágenes sucuenciadas, escenas, figuras en su conjunto y detalles, etc…

la observación de producciones artísticas pertenecientes a la cultura del entorno y a la cultura universal; contemplación de producciones plásticas de interés para los alumnos/as y adecuadas a sus capacidades, análisis de sus elementos, identificación de las mismas…

– el conocimiento y empleo correcto de técnicas, materiales e instrumentos de expresión plática: exploración de sus posibilidades, manipulación correcta, diferenciación e identificación, etc…

la creación de actitudes favorables hacia las producciones propias y ajenas: interés por el conocimiento de técnicas, respecto a las elaboraciones realizadas, refuerzo de hábitos de orden y limpieza, cuidado de los instrumentos y materiales que se utilizan, etc…

4.3. Materiales

Los materiales susceptibles de emplear en las producciones plásticas son muy variados y abundantes. Dentro de su amplia gama, cabe mencionar los siguientes:

a) Materiales receptores de la expresión plástica: dentro de este grupo destacan:

El papel: es el material por excelencia de las producciones plásticas. Los especialistas en esta materia recomiendan utilizar muchas clases de papel en cuanto formato, color, textura y tipos, ya que el contacto acumulativo con el mismo proporciona al niño/a aprendizajes sobre las diferentes superficies, absorbencia, durabilidad, transparencia, dureza, apariencia, etc…

Un surtido básico del papel incluye estos tipos: papel blanco de dibujo, seda, cartulina, cartón, de estraza, de envolver, encerado, de fantasía, de periódico, de empapelar, secante, satinado, de lija, fluorescente, engomado, charol, celofán, milimetrado, cuadricualdo, crepé, etc…

El papel es el soporte de actividades de recortado, dibujo, pintura, estampado, plegado, rasgado, etc…

Materiales moldeables: existen varias clases de materiales moldeables; puede utilizarse todo, pero no simultáneamente. Entre ello destacan:

· La plastilina: es uno de los mejores materiales para principiantes, debido a que contiene aceite, es infinitamente moldeable, es suave, no se adhiere a las manos, generalmente no mancha y no se necesitan más instrumentos que las manos.

· Arcilla húmeda: tiene una textura homogénea y puede ser horneada y pintarse una vez seca.

El niño/a necesita bastante tiempo para acostumbrarse a las diferencias entre arcilla y plastilina, ya que la mayoría de las arcillas se adhieren a las manos, son menos elásticas que la plastilina, aunque responden mejor al modelado.

· Pastas: las pastas de arena, madera, papel, serrín…, almidón de maíz, harina, cerámica de sal, etc…, tienen mucha aplicación en la Educación Infantil, aunque no deben usarse como sustitutas de la plastilina y de la arcilla, sino como medios para reforzar y ampliar las experiencias sobre el modelado.

Para su manipulación se suministran rodillos, moldes, instrumentos de moldear, accesorios diversos, aunque también admiten la producción directa con las manos.

· El poliestireno: el poliestireno y las demás espumas plásticas moldeadas son materiales ligeros, fáciles de conseguir y manejar, de textura variada y con una superficie fácil de perforar, por lo que se prestan a la expresión plástica.

b) Materiales productores de trazos. Dentro de ellos se encuentran los materiales empleados para realizar las actividades de dibujo y pintura, como son:

– La tiza: es ligera al tacto y deja marcas con facilidad. Puede utilizarse seca, sobre papel humedecido, como pintura digital o mojada en almidón líquido o agua azucarada.

Tiene la ventaja de la fluidez con que se desliza sobre la superficie y del control de la intensidad del color a través de la presión que se ejerce al trazar.

– Las ceras: son excelentes para los primeros garabatos y dibujos, ya que son fáciles de manejar y controlar, tienen el atractivo de sus colores, pueden ser utilizadas autónomamente por el niño/a y permiten practicar con ellas movimientos rítmicos del brazo, la muñeca y la parte baja de la palma de la mano.

– Los rotuladores: la transparencia, el brillo y la fluidez de los rotuladores hacen de ellos un acierto seguro en la expresión plástica infantil.

Pueden utilizarse casi sobre cualquier superficie. Su empleo incluye el desarrollo del sentido de la responsabilidad, ya que los niños/as han de taparlos para evitar que se sequen.

– El temple: también conocido como témpera o gouache. Este tipo de pintura varía ampliamente en cuanto a su textura, brillo y durabilidad. Conviene elegir aquella que sea lavable.

Existen dos modalidades: el temple líquido y en polvo. Ambas se aplicarán en la Educación Infantil para que el niño/a aprenda a mezclar y obtener sus propias pinturas.

El temple es fácil de conseguir, usar y mezclar. Además permite variar su densidad, ya que es soluble en agua, por lo que es probablemente el tipo e pintura más satisfactorio para uso general.

c) Instrumentos intermediarios. Están formados por un conjunto de materiales necesarios para aplicarlas diversas técnicas. Se engloban en:

Instrumentos de pintura:

* Los pinceles. Conviene tenerlos de varias clases y tamaños, con mangos largos para permitir una mayor libertad de movimientos.

* Las esponjas de cualquier tipo y tamaño constituyen un buen aliciente para introducir al niño/a a experimentar.

* Los rodillos: serán de diferentes formas, anchuras y texturas. Constituyen un material específico para el control de movimientos del codo y brazos y para captar la relación causa-efecto.

* Caballetes: se utilizan para sostener la superficie en vertical, lo que proporciona un tipo de ejercicio visual y de movimiento muscular diferente al

conseguido sobre superficies horizontales, el cual es necesario para el crecimiento y desarrollo infantil.

Instrumentos de recortado y picado: este grupo está formado por las tijeras, los punzones (ambos romos) y las placas de picado.

– Elementos de fijación: abarcan los pegamentos, las cintas adhesivas, las cuerdas, gomas, sujeta papeles, etc… Todos estos elementos son excelentes para activar la manipulación.

Materiales inespecíficos: en este apartado se incluyen un extenso grupo de elementos a los que el currículo de la Educación Infantil concede un especial interés, entre lo que cabe mencionar: materiales naturales (cereales secos, semillas diversas, ramas, hojas, algodón, lana, conchas, etc), telas de distintas texturas, carretes (de máquina de escribir, de hilo de película de fotos), cordones, rafia, virutas de madera, tapones, sellos, botones, pinzas, limas, cintas, tubos… todos ellos son aplicables a diversas actividades plásticas en las que combinen diversas técnicas.

4.4. Actividades

El hecho de que los contenidos que configuran la etapa de educación se articulen en torno a ámbitos de experiencia a la adquisición progresiva de los procedimientos que permitan explorar al máximo dichos ámbitos conduce a la clasificación de las actividades en:

a) Experimentos: están formados por juegos sensoriales sobre los materiales específicos e inespecíficos de la Educación Plástica, entre los que se incluyen las exploraciones, la obtención de colores mediante mezclas, las actividades de arrugar, desarrugar, doblar, perforar, amasar, extender, rasgar, etc…

b) Actividades instrumentales: constituyen el grupo de ejercicios dirigidos al aprendizaje de técnicas plásticas y al desarrollo de destrezas específicas, como son: el recortado, el picado, el plegado, el pegado, el punteado, el rayado, el frotado, etc…

Estas actividades no se realizan de forma aislada, sino que se integran, generalmente, en construcciones diversas, que requieren el concurso de la técnicas aplicada.

c) Actividades de expresión: incluyen el dibujo figurativo, de escenas, rítmico, la representación secuenciada de sucesos y vivencias, la pintura digital, con pinceles y otros instrumentos, al goteo, la pintura de manchas de tintas o mariposa, las pinturas simétricas difuminadas, las ilustraciones de textos literarios (cuentos, poemas, retahílas, etc) el modelado hueco, macizo y plano etc…

d) Composiciones: abarca una serie muy amplia de actividades diferentes entre sí, como son: la realización de murales, mosaicos, collages planos y tridimensionales, los tapices sencillos, las construcciones combinando técnicas mixtas, los decorados de objetos y superficies, transparencias, móviles, montajes, títeres, caretas, estampados, etc…

La realización de estas actividades seguirá un proceso de progresiva dificultad, en el que se aplicarán las estrategias metodológicas de la Educación plática.

4.5. Estrategias metodológicas

La educación Plática se sustenta en unas estrategias metodológicas que constituyen un factor de máxima importancia.

El conjunto de estas estrategias estará preestablecido y pertenece a tres apartados básicos, que son: organización del aula, motivación y expresión-creación.

4.5.1. Organización del aula: la planificación del ambiente del aula hace referencia a esta pautas:

a) Organización del espacio: la zona destinada a expresión plástica puede ser fija a cambiarse periódicamente. Reunirá estas condiciones: contener todos los materiales y elementos necesarios, contar con buena iluminación, disponer de espacio suficiente para que todos los niño/as trabajen con comodidad, disponer de un lugar para dejar secar las producciones plásticas y para exponer los trabajos terminados, estar decorada con elementos que resalten la línea, el color, la belleza, la originalidad y el valor estético.

b) Distribución del mobiliario: el aula se dispondrá de tal forma que resulte fácil mantenerla limpia y ordenada. El mantenimiento de estas condiciones se logra mediante una distribución flexible y funcional y enseñando al alumno a sentirse responsable de la clase y del centro.

Las superficies de trabajo serán lavables y estarán protegidas por materiales plásticos. Convienen tener próximos los elementos necesarios necesarios para limpiezas de emergencia (esponjas, papeleras, escobas, etc)

Cada niño/a dispondrá de una carpeta individual para guardar sus producciones planas. El tamaño de las mismas será mayor que el de los soportes empleados en la expresión plástica.

c) Protección de la ropa: conviene ahorrarle al niño/a la preocupación de mancharse su ropa, para que se sienta más cómodo y libre a la hora de manipular los materiales.

d) Preparación y distribución de los materiales: los materiales estarán preparados para ser usados antes de iniciar la motivación. Aunque se educará al niño/a en su consumo adecuado y se evitará desperdiciarlos, se contará con una cantidad suficiente a disposición del alumnado. La cantidad de material que se va a necesitar debe estar preparada antes de empezar la actividad para así, no interrumpir ésta al aportar material adicional.

Los materiales se presentarán de forma atractiva, pues si se conservan en recipientes bonitos propician el uso creativo de los elementos plásticos. Una vez terminada la actividad se organizará la clase contribuyendo así a formar hábitos de orden y limpieza.

Se colocarán al alcance de los niños/as para qué éstos puedan acceder a ellos de forma autónoma y motivadora.

4.5.2. Motivación

La motivación sigue varias direcciones, todas ellas confluentes. Las más importantes son:

a) La vivenciación de los contenidos mediante diversas situaciones de aprendizaje, como son: la observación, exploración y experimentación de los elementos del entorno, la expresión psicomotriz, el juego dramático, las sugerencias procedentes de la música, las canciones, los efectos cromáticos o luminosos, los juegos de lenguaje, etc…

b) La posibilidad de utilizar libremente los materiales. La exploración y descubrimiento de las características propias de cada material fascina a los niños/as, tanto durante la creación plástica como en el contacto espontáneo con los materiales.

Esta experimentación será un requisito para conocer las reacciones y el comportamiento de los elementos que utiliza y para desarrollar un mayor sensibilidad respecto a los mismos, los cuales serán variados y complementarios.

c) Las demostraciones de interés: el aprecio que se demuestre por su producción plástica constituye un buen estímulo para que le niño/a se reafirme, se incremente su motivación. De esta manera se le ayuda a complacerse de su creación.

4.5.3. Expresión y creación

El proceso de la expresión y creación se respetará absolutamente, ya que el niño/a no podrá manifestarse si se le interrumpe. Las estrategias propias de este apartado son:

a) No interferencia en las producciones infantiles: una vez preparados los materiales y motivados los niños/as, se les permitirá elaborar por sí mismos, aunque se les animará a investigar, experimentar, cambiar, y crear.

b) Ofrecimiento de ayuda: el fomento de una expresión libre y creativa no significa privar al alumnado de todo tipo de orientación. Por el contrario, es preciso proporcionarle los procedimientos que le permitan adquirir las destrezas específicas y conocer nuevas técnicas, ayudarla cuando pierde el control de los materiales que esté usando, conducirle en la autoevaluación y en la comprobación del seguimiento de las pautas establecidas, etc…

c) Eliminación de la copia de modelos y e la repetición de esquemas: el niño/a dibuja, pinta, modela o construye lo que conoce y tiene importancia para él, por ello nunca se le pondrán modelos para reproducir, sino que se le motivará para que su facultad creadora permanezca libre y una misma motivación produzca todas diferentes.

Los temas de la expresión no serán impuestos sino que serán vivenciados a través de los diferentes lenguajes para establecer el mayor números de relaciones sensibles.

d) Integración de los aprendizajes: la metodología de la expresión plástica incluirá el aprendizaje progresivo e integrado de los distintos medios de expresión y de los procesos de adquisición de técnicas y destrezas.

4.6. Estrategias de evaluación

Para desarrollar el currículo de la Educación Plástica, es necesario evaluar todos los aspectos relacionados con el mismo.

Las estrategias a aplicar en esta evaluación se resumen en las siguientes:

a) La evaluación estará dirigida preferentemente al proceso y atenderá a los materiales, ambiente de la clase, técnicas utilizadas, adecuación de las actividades al momentos evolutivo el alumnado, etc…

b) En la evaluación del alumnado se evitará la evaluación de los aspectos correspondientes a etapas posteriores, como serían la perfección en el trabajo, la interpretación correcta y fiel de la realidad, la adecuación a un tema, etc…

c) La evaluación objetiva y sistemática aplicará los siguientes criterios:

– una producción plástica no será evaluada fuera del aspecto creativo seguido por el niño/a, ya que un trabajo tiene valor en relación con los anteriores y posteriores en línea de progreso.

– para ello es necesaria la conservación de los trabajos de los niños/as, que estarán fechados para controlar la progresión.

– todo trabajo será comentado por su autor/a de manera que se disponga de información más concreta de las situaciones que rodean la realización de cada obra plática y de la forma en que reaccionó ante los materiales y experiencias.

– Se evitará buscar un significado psicológico profundo en las pinturas y dibujos infantiles, aunque si se considerarán todas las circunstancias que rodearon cada expresión.

d) Será objetivo de evaluación: la progresiva adquisición de hábitos ( presentación de los trabajos, pulcritud y orden), las actitudes ( colaboración, aprecio y sensibilidad hacia la belleza y la armonía), destrezas ( precisión, uso correcto de técnicas y materiales, uso de técnica adecuada a la expresión), desarrollo ( distribución de espacios, representación de movimientos, etc…) y creatividad ( originalidad, ausencia de esquemas reiterativos y de estereotipos)

5. MODELOS Y ESTEREOTIPOS

La Educación Plástica considerada como expresión y como creación ha de superar dos grandes dificultades que aparecen frecuentemente en las producciones infantiles, como son los modelos y los estereotipos.

5.1. Modelos

Los modelos son los ejemplos (objetos o imágenes) que se proponen para que los niños/as sigan y reproduzcan en sus producciones plásticas. Dan como resultado una imitación de la figura representada.

Esta copia carece de valor expresivo por varia razones, como son:

– la imposición de ejemplos y materiales no responde a los intereses infantiles. El niño/a al copiar, sólo reproduce expresiones ajenas y somete su pensamiento al de otra persona.

– la expresión de modelos ajenos lo priva de expresar sus propias relaciones con la realidad.

– la copia de expresiones extrañas puede crearle dificultades para gozar de la libertad de crear, pues acepta las manifestaciones de los demás como mejores que las propias, lo que impide el desarrollo pleno de su personalidad.

En función de ello, la Escuela Infantil no presentará nunca modelos para copiar, sino que motivará el alumno/a para que él mismo cree sus propias expresiones.

Por otra parte evitará la influencia de modelos presentados por otros cauces como son:

* Interferencias de la familia al pretender modificar las concepciones espontáneas de los niños/as

* la imposición de los temas, desligados de una previa vivenciación e interpretación

* el elogio desmesurado de las expresiones plásticas de otros niños/as, lo que incita a los demás a copiar sus esquemas figurativos.

* la utilización de imágenes impresas para coloreara a través de las cuales se transmiten muchos estereotipos plásticos.

5.2. Estereotipos

Los estereotipos son las repeticiones incansables de expresiones plásticas, adquiridas sin experiencias directas con la realidad y resistentes al cambio ante la información o experiencias nuevas.

Las frecuentes repeticiones estereotipadas se encuentran generalmente en producciones de niños/as que han desarrollado modelos rígidos de pensamiento, tienen poca seguridad en sí mismos, han sido elogiados por la plasmación de estos moldes o se les han presentado como modelos a imitar..

Los estereotipos más comunes que aparecen en los dibujos infantiles suelen pertenecer a esta categorías:

– La figura humana: pecas en la cara en forma de puntos, pelo largo en las niñas y corto en los niños, falda amplia y lazos en las figuras femeninas, formas circulares en la cara para indicar las mejillas, boca en la línea curva hacia arriba para representar la sonrisa, hacia abajo para indicar enfado y en línea recta para conferirle un aspecto serio.

– La casa: se dibuja de frente exenta, con una puerta, y ventanas con rejas; el techo es a dos aguas, casi rojo, y muchas veces tiene chimenea con humo en espiral. Se acompaña de una valla y un árbol.

– El tren: máquina y vagon4s rectangulares, con una larga estela de humo.

– Los colores: sexismo en la dominancia de las gamas de rosas, azules y amarillos en los dibujos, y rojos y marrones en los dibujos masculinos.

Estos estereotipos no corresponden a la realidad que rodea a los niños/as por lo que es necesario liberarles de la sumisión a estas imágenes mediante el juego plástico creativo.

6. CONCLUSIÓN

La Educación para la libre expresión creadora elimina así los medios y técnicas estereotipadas y , en cambio, dinamizará las inquietudes creadoras a través de experiencias.

Atiende por igual y de acuerdo con sus necesidades educativas a todos los alumnos/as: tanto a los que muestran tener condiciones creadoras especiales como a los que repiten continuamente.

Esta atención se centra en la adopción de métodos de aprendizaje apropiados, que sean esencialmente activos. Dichos métodos incluyen la elaboración de conceptos y formas de expresión y representación, ya que trasladar objetos de tres dimensiones a superficies planas requiere observar, comparar, abstraer, introducir proporciones… operaciones estas que implican la intervención educativa.

Esta orientación docente no consiste en corregir y enseñar moldes, sino en presentar variedad de motivaciones, en cambiar el medio de expresión y, en definitiva, en dar un enfoque constructivista y significativo a los aprendizajes.

7. BIBLIOGRAFÍA

– ACERETE: Objetivos y didáctica de la Educación Plástica.

Ed. Kapelusz. Buenos Aires, 1980

– CHERRY: El arte en el niño en edad preescolar

Ed. Cincel. Barcelona, 1984

– ENCICLOPEDIA práctica de pedagogía.

Ed. Planeta. Barcelona, 1988

– JUNTA DE ANDALUCÍA: Decreto 107/1992, de 9 de junio por el que se establece el currículo de la Educación Infantil.

– KELLOG: Análisis de la Expresión Plática del preescolar.

Ed. Cincel. Barcelona, 1989

– MEC: Diseño Curricular Base de la Educación Infantil

Ed. Mec. Madrid, 1989

– MEC: Educación Infantil. Orientaciones didácticas.

Ed. Mec. Madrid, 1992

– MEC: Educar a los tres años

Ed. Mec. Madrid, 1990

– ORTEGA: La escuela infantil (3-6 años)

Ed. Escuela Española. Madrid, 1992

Salir de la versión móvil