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Tema 2C -El desarrollo psicomotor en los niños y niñas hasta los seis años. La psicomotricidad en el currículo de la Educación Infantil. La sensación y percepción como fuente de conocimientos. La organización sensorial y perceptiva. La intervención educativa.

CONTENIDO

1.- EL DESARROLLO PSICOMOTOR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS HASTA LOS 6 AÑOS.

1.1.- DESARROLLO MOTOR.

1.2.- FACTORES QUE DETERMINAN EL DESARROLLO.

1.3.- LEYES DEL DESARROLLO MOTOR.

1.4.- LOS REFLEJOS.

1.5.- EL TONO MUSCULAR.

1.6.- LOS AUTOMATISMOS.

1.7.- LA MOTRICIDAD GRÁFICA.

2.- LA PSICOMOTRICIDAD EN EL CURRÍCULO DE LA EDUCACIÓN INFANTIL.

2.1.- EL CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD.

2.2.- EL ESQUEMA CORPORAL. SU EVOLUCIÓN.

2.3.- LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ EN LA ESCUELA.

2.3.1.- OBJETIVOS QUE SE PLANTEAN.

2.3.2.- ACTIVIDADES QUE SE PLANTEAN.

3.- LA SENSACIÓN Y LA PERCEPCIÓN.

4.- ORGANIZACIÓN SENSORIAL Y PERCEPTIVA.

4.1.- FACTORES QUE DETERMINAN EL DESARROLLO PERCEPTIVO.

4.2.- CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO PERCEPTIVO.

1.- EL DESARROLLO PSICOMOTOR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS HASTA LOS 6 AÑOS.

El desarrollo psicológico de los niños en los primeros años, ha de entenderse como un todo integrado en los aspectos motrices y psicológicos. Durante la primera infancia, motricidad y psiquismo están imbricados o confundidos, ambos son dos aspectos indisolubles de una misma organización.

A través de la acción el niño va a descubrir el mundo que le rodea, va a tener conocimiento de las cosas y de sí mismo. En los primeros años necesitará actuar sobre los objetos y situaciones para conseguir controlar sus propios movimientos y poder expresarse de la manera más adecuada posible.

La actividad motriz será fundamental para su desarrollo.

No es posible desligar el desarrollo motor del desarrollo psicológico del niño, tanto en su componente intelectual como afectivo y social. Es evidente la implicación psicológica que conlleva un buen desarrollo motor.

1.1.- EL DESARROLLO MOTOR.

Debido a la inmadurez del sistema nervioso, las limitaciones de los movimientos en el niño se hacen patentes. A través del proceso de mielinización, la progresiva maduración de las neuronas y sus conexiones y de éstas en el cerebro harán que las respuestas o acciones que realice el niño sean cada vez más adaptadas.

Centros subcorticales Þ responsables de las respuestas involuntarias, automáticas y reflejas. De ahí que el bebé de pocos meses reaccione a la estimulación con movimientos que no puede controlar.

Maduración de las fibras y centros nerviosos se efectuará a nivel cortical, dando lugar a movimientos conscientes y voluntarios, el niño ya puede empezar a ejercer un control sobre sus movimientos.

El desarrollo motor evoluciona desde los actos reflejos y movimientos incoordinados y sin finalidad precisa, típicos del recién nacido, hasta los movimientos coordinados y precisos del acto motor voluntario y los hábitos motores del acto motor.

Reflejo: es una respuesta de carácter automático e involuntario, e innata.

Acto motor voluntario, se realiza de forma voluntaria e intencionada.

Acto o movimiento automático, cuando al repetir los movimientos voluntarios se integran estos de forma automática y pasan a ser hábitos.

1.2.- FACTORES QUE DETERMINAN EL DESARROLLO MOTOR.

Al igual que cualquier otra faceta del desarrollo van a tener influencia determinados aspectos intrínsecos y extrínsecos al individuo.

Factores:

– Promedio de maduración neurofisiológica.

– Calidad y variedad de experiencias motrices.

– Condiciones, tanto genéticas como ambientales.

Las destrezas motrices que el niño va a aprender a lo largo de la etapa van a depender de las experiencias previas.

1.3.- LEYES DEL DESARROLLO MOTOR.

Evolución de los movimientos, que van desde respuestas involuntarias y reflejas hacia el control y consciencia voluntaria de dichos movimientos.

Se observa en el desarrollo una progresión en los movimientos desde respuestas generales o globales y difusas, a respuestas más localizadas y específicas.

La organización y progresión en los movimientos se efectúa en sentido céfalocaudal y proximodistal.

Ley cefalocaudal establece que el control de los músculos y pro consiguiente de las respuestas motrices, se efectúa en orden descendente desde la cabeza a los pies.

Ley proximodistal, se da un control de los movimientos desde al zona más próxima al eje del cuerpo hacia la zona más alejada.

1.4.- LOS REFLEJOS.

Son las primeras respuestas que aparecen en el niño; son de carácter involuntario, automático y no son aprendidas, se desencadenan como reacción a los estímulos del entorno.

Su estudio permite apreciar el nivel de maduración en el bebé.

Reflejos arcaicos que se presentan en el recién nacido:

– r. respiratorio.

– r. de succión.

– r. de grosping o de prensión.

– r. de moro o de los brazos en cruz.

– r. de la marcha automática.

– r. de enderezamiento estático.

1.5.- EL TONO MUSCULAR.

Es el grado de tensión o relajación que presentan los músculos. El control del tono muscular es fundamental para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario.

Primeros días de vida Þ hipertonía o rigidez en los miembros superiores e inferiores; hipotonía o falta de tensión muscular en el eje corporal.

A medida que va madurando el sistema nervioso y atendiendo a las leyes del desarrollo, el niño irá logrando un mayor control en los correspondientes segmentos de su cuerpo.

Se irá adquiriendo un dominio progresivo de hombros, codos, muñecas, mano y dedos; y de cabeza, cuello, tronco, caderas y piernas.

El tono muscular está muy ligado a las experiencias de tipo emocional y relacional. El placer o displacer que siente el niño se va a manifestar a través de la tensión o distensión corporal.

1.6.- LOS AUTOMATISMOS.

Automatismos más importantes que se adquieren en la primera infancia van a ser:

– la prensión: capacidad muy compleja. Permite coger y manipular objetos, va a ser de enorme importancia para el desarrollo intelectual.

4 etapas en el desarrollo de la prensión:

– Nacimiento – 4º mes: conducta refleja de prensión. El niño cierra la mano de forma involuntaria cuando es estimulada la palma.

– 4º – 6º mes: el niño observa sus manos. Empieza una coordinación entre el espacio visual y táctil.

– 6º – 1 año: periodo de manipulación. El niño ya puede coger objetos.

– 1 año en adelante: se multiplican las posibilidades de acción; irán desarrollando destrezas manuales más complejas, basadas en las necesidades de exploración y de vida social del niño.

La intervención educativa irá orientada a procurar experiencias en el niño con sus propias manos.

– La locomoción: permite los desplazamientos por el espacio en espacio en posición erguida y por ello la ampliación de experiencias y una autonomía respecto al adulto.

5 etapas en el desarrollo locomotor:

– Nacimiento – 5º mes: falta de tono en el eje corporal determinará la posición de tumbado; pasará a estar sentado con apoyo en la espalda hacia el final de la etapa.

– 5º – 7º mes: adquiere el control del tronco lo que le permite sentarse solo y rodar cuando está tumbado.

– 7º – 10º mes: desplazamiento primero en reptación y después a gateo.

– 10º – 12º mes: capaz de ponerse en pie solo, sin desplazamiento.

– 1 año en adelante: está en condiciones de iniciar la marcha, necesario el desarrollo del equilibrio y la coordinación. Hacia los tres años la marcha ya estará automatizada. La velocidad, equilibrio y ritmo se completarán hacia los 6 años.

1.7.- LA MOTRICIDAD GRÁFICA.

En la actividad gráfica están implicados 3 aspectos:

– Motor: capacidad de control neuromuscular. Aparece al año y medio.

– Perceptivo: forma y características del trazo. Aparece a los 2 años y medio.

– Representativo: significado del trazo. Aparece a los 3 años.

La motricidad gráfica evoluciona:

– Año y medio: el niño ya es capaz de coger un lápiz y experimenta gran placer en la mera actividad de mover la mano. Garabato sin control.

– Dos años: el trazo ya es observado por el niño y realiza el llamado “barrido” y posteriormente el garabato circular.

– Dos años y medio: trazos independientes. La mirada sigue los movimientos de la mano.

– Tres años: el niño ya trata de controlar o dirigir los movimientos de la mano.

– Cuatro años: el niño nombra antes lo que va a dibujar.

– Cinco años: ya puede iniciarse en la realización de grecas, trazos de diferentes sentidos.

2.- LA PSICOMOTRICIDAD EN EL CURRÍCULO DE LA EDUCACIÓN INFANTIL.

2.1.- EL CONCEPTO DE PSICOMOTRICIDAD.

Técnica o práctica que se lleva a cabo en el ámbito educativo, para referirse al desarrollo psicológico del niño.

Psico: actividad psicológica, cognitiva y afectiva – Motricidad: actividad de movimiento.

La psicomotricidad es la educación del niño en su globalidad, porque actúa conjuntamente sobre los diferentes comportamientos: intelectuales, afectivos, sociales y motores.

La psicomotricidad es una técnica que tiende a favorecer, por el dominio corporal, la relación y la comunicación que el niño va a establecer con el mundo que le rodea.

El desarrollo de las complejas capacidades mentales de análisis, síntesis, abstracción, simbolización, etc. Se logrará solamente a partir del conocimiento y control de la propia actividad corporal.

Carácter globalizador de la psicomotricidad. Dos corrientes en el campo de la psicomotricidad:

– La Postura Normativa, objetivos orientados al perfeccionamiento de los gestos y la coordinación general, para potenciar las habilidades de los aprendizajes instrumentales: lectura y escritura. Ejercicios previamente programados.

– La Postura Dinámica, objetivos orientados a la búsqueda de la seguridad y el bienestar o placer sensoriomotriz como base para una vida óptima en el plano de lo intelectual y afectivo. Expresión libre y espontánea del niño para llegar al nivel del conocimiento.

2.2.- EL ESQUEMA CORPORAL. SU EVOLUCIÓN.

Se entiende por esquema corporal a la representación mental que el niño llega a tener de su propio cuerpo, a través de sus posibilidades de movimientos y de las limitaciones que le establece el espacio exterior. Construida a partir de las experiencias motrices y las sensaciones que percibe en ellas.

Para realizar cualquier acto motor voluntario de forma eficaz y autónoma es necesario tener conciencia de los segmentos corporales y de sus posibilidades de movimiento; permitirá una elaboración mental del gesto a realizar y la posibilidad de corregir movimientos innecesarios.

Va a constituir un patrón al que se referirán las percepciones del mundo exterior, como la situación espacial, las intenciones motrices, o la realización del gesto.

Se va construyendo de manera progresiva. El niño al nacer no diferencia entre lo que es él y lo que está fuera de él, no tiene conciencia de ser. Sólo tiene imágenes fragmentadas de sí mismo y hacia el sexto mes ya se reconoce en el espejo y se empieza a formar una imagen de sí mismo. Las posibilidades de locomoción y manipulación a partir del año le proporcionarán un amplio número de experiencias y la adquisición de hábitos de higiene, alimentación, que le proporcionarán una autonomía y una imagen positiva de sí mismo. A partir de los tres años, el niño podrá representar la figura humana y a través de ella se podrá observar cómo evoluciona el esquema corporal.

La adquisición del esquema corporal se lleva a cabo a partir de las experiencias motrices y se elabora gracias a las sensaciones, el control postural, el control tónico, la estructuración espacio-temporal y la lateralidad.

Las sensaciones.

Sensaciones Interoceptivas son las primeras que le aportan información sobre los estados de necesidad fisiológica.

Sensaciones Propioceptivas, informan sobre la propia actividad y permiten tener conciencia de los movimientos y sus posibles reajustes.

Sensaciones Exteroceptivas, informan de las cualidades externas del propio cuerpo.

El control tónico.

La primera forma de comunicación que establece el niño es a través de las tensiones y distensiones corporales, manifestando su placer o satisfacción y su displacer. Diálogo tónico-emocional, el adulto es quien se adapte a las necesidades del niño.

El control postural.

Determinado por el equilibrio y la coordinación dinámica general y segmentación.

El control de la postura se lleva a cabo a través de actividades dinámicas y estáticas.

La coordinación general se refiere a los movimientos globales del cuerpo: todo el cuerpo está implicado.

La coordinación segmentaria se refiere sólo a determinadas partes del cuerpo que establecen relación con un objeto; coordinación óculo-manual; óculo-pedal.

La estructuración espacio-temporal.

El niño elabora la noción de espacio exterior sobre la referencia de su propio espacio corporal. Las nociones espaciales pueden ser de orientación, situación, dirección, posición, y dimensión. Dos tipos de espacio: real y figurativo; el primero es donde se desarrolla la acción, el segundo se refiere a la representación del espacio; éste es más complejo ya que supone la conceptualización de las nociones espaciales.

En cuanto al tiempo, es preciso vivenciarlo antes de establecer las relaciones conceptuales. Las primeras experiencias del niño en relación a su cuerpo y las rutinas básicas de alimentación, higiene, etc., va a propiciar la interiorización del ritmo; a través de actividades simples con objetos, como golpearlos, etc., y a partir de los tres años, las propuestas de actividades de ritmo, narración de historias, contribuirán a la organización de los conceptos temporales.

Se favorecerá la estructuración espacio-temporal a través de actividades que impliquen desplazamientos, itinerarios, observación de objetos móviles, manipulaciones, así como los rituales o secuencias que se repiten.

Fundamental y básica para el inicio de los aprendizajes instrumentales: lectura y escritura.

La lateralidad.

Utilización que un individuo hace de cada una de las partes del cuerpo respecto al eje. En los primeros años de vida no está definida, no se aprecia un predominio de uno de los lados. Es un proceso que depende de factores innatos así cómo del nivel de ejercitación motriz. La lateralidad está definida hacia el sexto año de vida.

2.3.- LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ EN LA ESCUELA.

Dos perspectivas:

– Sentido amplio, actividades de la vida cotidiana y en general todo aquello que el niño realiza, sea o no dirigido por el educador.

– Sentido restringido, reduciendo la psicomotricidad a sesiones realizadas en un tiempo y espacio determinados, planificadas en función de unos objetivos y dirigidas a través de unas actividades.

Diseño Curricular Base en Educación Infantil: el movimiento, la sensación, la percepción no debe ser trabajados de forma aislada, sino en el contexto de actividades más amplias de las que el centro de Educación Infantil se nutre para conseguir sus propósitos educativos.

2.3.1.- OBJETIVOS QUE SE PLANTEAN.

– Conseguir que el niño conozca global o segmentariamente su cuerpo, sus posibilidades perceptivas y motrices y sus características individuales así como las de sus compañeros.

– Saber identificar las sensaciones que experimenta y poder expresar dichas sensaciones.

– Adquirir una coordinación y control dinámico general, así como el control óculo-manual.

– Conseguir el control postural requerido según las situaciones distintas.

– Adquirir una imagen positiva de sí mismo que le dé seguridad y confianza en la resolución de tareas.

– Conseguir una progresiva autonomía e independencia con respecto al adulto.

Identidad y Autonomía Personal, cuatro bloques temáticos de contenidos:

– Conocimiento del cuerpo y configuración de la imagen de uno mismo.

– Habilidades perceptivos-motrices implicadas en la resolución de tareas de diversa índole.

– Aspectos cognitivos, afectivos y de relación implicados en las actividades de la vida cotidiana.

– La salud: habilidades básicas relacionadas con el cuidado de uno mismo y del entorno.

2.3.2.- ACTIVIDADES QUE SE PLANTEAN.

1. Las actividades de la vida cotidiana, vida normal del niño y hábitos y rutinas diarias, implican ciertas destrezas; nivel de autonomía en el niño con respecto al adulto. Sentimiento de autocompetencia.

2. Las actividades espontáneas son las que realiza el niño libremente al jugar y ciertas habilidades.

3. Las actividades sugeridas por el educador. El educador puede sugerir determinadas actividades, para compensar o completar las adquisiciones en el plano psicomotor.

-Psicomotricidad gruesa.

-Psicomotricidad fina o segmentada.

-Actividades de elaboración del esquema corporal.

3.- LA SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN COMO FUENTE DE CONOCIMIENTOS.

Se entiende por sensación a una información o estado elemental de conocimiento, originado por la acción directa del estímulo sobre un órgano sensorial. La información sensorial es primero captada por los receptores sensoriales y a través de los canales o vías sensoriales se transmite la información al cerebro, que es donde se tiene conciencia del objeto que ha originado la estimulación: es cuando se decide dar o no una respuesta ante dicha estimulación si los canales sensoriales estuvieran cerrados o los órganos de los sentidos no captaran la información, no sería posible la vida consciente.

Luria, las sensaciones se pueden clasificar atendiendo a:

– El modo en que se reciben las sensaciones: principio de modalidad.

– El nivel en que se estructuran las sensaciones: principio de estructuración o complejidad.

Según el Principio de Modalidad, las sensaciones pueden ser:

Sensaciones interoceptivas: aportan información del medio interno del organismo; permiten apreciar los estados de necesidad fisiológica y suscitan respuestas orientadas a satisfacer dichas necesidades: permiten regular los procesos de metabolismo. Los receptores se encuentran en los órganos internos.

Sensaciones propioceptivas: aportan información sobre la situación del cuerpo en el espacio y forman la base del movimiento. Los receptores se encuentran en los músculos y articulaciones, aparato vestibular del oído interno.

Sensaciones exteroceptivas: aportan información del mundo exterior. Contacto del órgano receptor con el estímulo, y a distancia. Los receptores están situados en los órganos de los sentidos.

Según el Principio de Complejidad o Estructuración, las sensaciones se pueden clasificar en:

Sensaciones protopáticas, son las primeras sensaciones que recibe el niño relacionadas con los estados de placer o displacer; ligadas a estados emocionales. Se estructuran a nivel subcortical, por lo que no se tiene una conciencia nítida de ellas.

Sensaciones epicríticas, son sensaciones más complejas que las anteriores, no son subjetivas y reflejan con objetividad el mundo exterior. Relacionadas con los procesos psicológicos superiores. Aparecen evolutivamente más tarde que las sensaciones protopáticas. Se estructuran en la zona del córtex.

Para Bower la percepción es cualquier proceso mediante el cual nos damos cuenta de aquello que está sucediendo fuera de nosotros.

4.- LA ORGANIZACIÓN SENSORIAL Y PERCEPTIVA.

Según Gibson durante el desarrollo del niño se aprecian cambios en la forma de organizar y entender el mundo, esto viene justificado por la selección de los estímulos que el niño realiza en función de sus intereses.

Perspectiva ambientalista. Importancia considerable a las experiencias que proporciona el ambiente. El niño al nacer sólo tiene sensaciones independientes, y éstas se van asociando en función de las experiencias. La percepción de los elementos es anterior a la del todo o globalidad.

Perspectiva maduracionista. La percepción se estructura como una configuración global cuando se recibe una estimulación. El niño tiene en primer lugar una visión global de los objetos antes que la percepción de las partes o elementos. Formulan una serie de leyes por las que se organiza la percepción y que son conocidas como las leyes de la Gestalt, entre las que se aprecian:

– Ley de la buena forma o pregnancia.

– Ley de la proximidad.

– Ley de la semejanza.

– Ley de cierre.

– Ley de la predisposición perceptiva.

– Ley de la constancia perceptiva, etc.

La interpretación de la realidad se realiza prácticamente de forma inmediata por lo que nos es difícil apreciar cómo actúan estas leyes de la percepción.

La percepción que tiene el niño de los objetos depende de las características del propio objeto.

4.1.- FACTORES QUE DETERMINAN EL DESARROLLO PERCEPTIVO.

Influyen diversos factores:

– El estímulo o situación ambiental, que debe tener suficiente intensidad para generar la sensación y debe ser interesante para el niño.

– Los recursos físicos del sujeto, como son las características físicas de los órganos sensoriales, el proceso de mielinización, etc., determinarán la forma de recibir e interpretar dicha estimulación.

– Las condiciones psicológicas del sujeto, que hacen referencia a la calidad y cantidad de experiencias realizadas, memoria, atención, motivación, así como a las condiciones emocionales del individuo.

4.2.- CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO PERCEPTIVO.

El sistema perceptivo va evolucionando desde un estado de confusión inicial o indiferenciación de estímulos, hacia la organización y diferenciación cada vez mayor de estos estímulos, procedan del exterior o del interior de su cuerpo.

El niño tiene en un principio una capacidad perceptiva general o abstracta que va haciéndose cada vez más específica a medida que el niño crece y tiene experiencias; el sistema perceptivo se va haciendo cada vez más especializado a lo largo del desarrollo; hay una selección de la estimulación y el ámbito de experiencias se hace más restringido, a la vez que la discriminación se realiza con mayor agudeza y finura.

La adquisición de la constancia perceptiva, que permite apreciar que los objetos permanecen constantes, independientemente de cómo aparezcan en nuestro campo sensorial.

Instrumento fundamental es el lenguaje a través del cual el niño podrá in denominando y estableciendo categorías.

Los sentidos no funcionan de forma independiente sino que interactúan entre ellos, desde muy pronto se observará una coordinación intersensorial.

Aspectos del desarrollo perceptivo atendiendo a la modalidad sensorial:

Percepción visual.

Percepción auditiva.

Percepción táctil.

Percepción olfativa y gustativa.

5.- INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

Objetivos que se deben plantear en una educación sensorial serían:

– Agilizar las vías de información sensorial desde el exterior del sistema nervioso central y eferentes o de respuesta.

– Mejorar y hacer consciente al individuo de las capacidades y posibilidades de su propio cuerpo.

– Facilitar el aprendizaje consciente, activo, dirigido hacia el estímulo sensorial, siendo capaz de seleccionar y orientar sus acciones hacia las fuentes sensoriales que en cada momento estime más adecuadas.

– Mejorar la capacidad intelectual y general, por las áreas especializadas del córtex cerebral.

– Mejorar la selección de estímulos y la toma de decisiones por una práctica sistemática de la observación.

– Conocer mejor y dominar su entorno físico siendo interpretar las estimulaciones.

– Generar hábitos, conductas y automatismos de respuesta adecuados, ante las excitaciones y estimulaciones sensoriales con la consiguiente economía de esfuerzos.

– Administrar una higiene sensorial y prevención de estimulaciones no deseables o inadecuadas.

– Afinar los umbrales mínimos y superiores y diferenciales haciendo al sujeto más sensible, más capaz, más inteligente.

– Mejorar la calidad de vida, facilitando al individuo el acceso a nuevas sensaciones, matices…

Las actividades que se realizarán en la escuela se podrán llevar a cabo por dos vías complementarias:

1. La observación de situaciones o acontecimientos de la vida diaria, se presentan espontáneamente y que cobran una importancia por el interés que suscitan.

2. Los ejercicios sensoriales, se tratará de aislar la cualidad sensorial de manera que cobre relevancia, de esta manera el niño podrá agudizar y afinar más en las discriminaciones.

Manera de presentar los ejercicios o actividades ha de ser de forma gradual, atendiendo a las características del niño, nivel de maduración, experiencias, etc. Una gradación de los estímulos sería la siguiente secuencia:

Grado 0: iniciación o conocimiento.

Grado 1: ejercitación y dominio.

Grado 2: memoria.

Grado 3: agudeza.

Grado 4: aplicaciones.

También ha de tenerse en cuenta que:

– Se presentarán al niño los aspectos más claramente perceptibles.

– Se ofrecerán objetos familiares o del entorno del niño.

– Se ofrecerán objetos contrastados para apreciar más fácilmente la cualidad, para pasar posteriormente a fijarse en los matices.

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