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Tema 21 – Proyectos de desarrollo comunitario. Aplicaciones metodológicas. Diseño y elaboración de proyectos y programas. Modelos de proyectos. Instrumentos de evaluación. Organización de los recursos. Problemas de la práctica.

1.- Introducción

2.- Proyectos de desarrollo comunitario. Aplicaciones metodológicas.

2.1.- La planificación en el trabajo social.

2.2.- Tipologia. Marco general de la metodologia de la planificacion

Planificación estratégica: el plan.

Planificación táctica: el programa. Diseño y elaboración.

Planificación operativa: el proyecto.

3.- Diseño y elaboración de proyectos y programas.

4.- Modelos de proyectos.

5.- instrumentos de evaluación.

6.- Organización de recursos.

7.- Problemas de la practica

1.- INTRODUCCION.

¿Es necesario planificar? ¿Por qué?

La planificación pretende introducir racionalidad y sistematización en las intervenciones sociales lo que en la actualidad, en un contexto de recursos limitados, es un valor en alza. La planificación evita caer en el riesgo de entrar en una dinámica de hacer por hacer o del uso de cuantos instrumentos técnicos se disponga, pareciendo que la técnica ha dejado de ser un medio para conseguir algo convirtiéndose en un fin en sí mismo.

La realidad mejora no cuando se hace mucho, sino cuando se planifica alguna acción significativa que propicie de forma óptima el cambio y la mejoría de esa realidad. Planificar es indispensable para conseguir cambios estables. Sin planificación la Intervención Comunitaria y el Desarrollo de la Comunidad no será más que mera Acción Social.

La planificación es indispensable, porque indispensable es utilizar mejor, organizándolos, los recursos existentes y los recursos potenciales. Se necesita organizarlos con y en la comunidad. En opinión de MARCHIONI, en España se ha pensado demasiado a menudo que no era necesario contar con la población y que todo se podía planificar desde las oficinas y los despachos; que todo, bien o mal, tenía que venir del Estado, del sector público, a través de la mano de los profesionales. Esto no puede ser así, y una cosa son las responsabilidades de Estado y sus deberes, y otra cosa es delegar puramente en el Estado o en los profesionales algo que pertenece también a la comunidad contribuir a resolver, con su aportación y participación directa.

No olvidar la conexión curricular. Referencias legales

2.- Proyectos de desarrollo comunitario. Aplicaciones metodológicas.

2.1.- LA PLANIFICACION EN TRABAJO SOCIAL.

Aunque aparentemente la planificación en Trabajo Social presenta mayores similitudes con la planificación que se realiza en otros sistemas de protección social (principalmente salud y educación), en realidad no difiere, ni en su concepción ni en sus aspectos metodológicos, de la realizada desde otros ámbitos de intervención sobre la realidad. Ciertamente obedece a los mismos principios básicos con los que se planifica en organiza­ciones o áreas tan dispares como las Obras Públicas o programas de desarrollo de políticas económicas, según afirma LÓPEZ CABANAS

Se puede definir la planificación como un proceso lógico de articulación de metas, objetivos e hipótesis de cambio, así como de previsión y ordenamiento de recursos que desembocan en operaciones secuencialmente temporalizadas que permitirán conseguir los objetivos según unas prioridades propuestas, incluyendo mecanismos autorreguladores de su desarrollo.

ESPINOZA considera que la planificación es un instrumento racionalizador; es un método que utiliza la racionalidad para afrontar situaciones problemáticas con recursos escasos. Por eso la define como una actividad racional que tiene por objeto decidir sobre la asignación de recursos escasos en el logro de objetivos múltiples, a través de medios adecuados para su obtención.

Naciones Unidas han llamado a que la planificación sea un instrumento de gobierno a favor de las mayorías y con su participación.

KISNERMAN compara la planificación con un diseño de la actividad transformadora, articulado un conjunto de acciones capaces de asegurar la realización de una serie de objetivos. La programación describe la intervención.

En la misma línea se expresa TRIGUEROS considerando que la planificación ayuda a racionalizar el trabajo tratando de ajustarlo a las necesidades detectadas y a las posibilidades reales de trabajo, partiendo de la población y sus necesidades y de los recursos. En la medida que la planificación es más ajustada y concreta, más resultados consiguen obtenerse.

Del mismo modo, NOGUEIRAS dice que planificar o programar consiste en decidir con antelación lo que hay que hacer, señalando los medio con los que se cuenta y los fines que se pretende conseguir. Significa tomar una serie de decisiones sistemáticas sobre la forma más eficaz de alcanzar una serie de objetivos durante un período de tiempo determinado.. es decir. estructurar racionalmente una acción futura, configurándola en programas y proyectos específicos.

Su esencia es, pues, la racionalidad, reduciendo el número de alternativas posibles a unas pocas compatibles con los medios disponibles. Cierra el paso al ensayo y señala inteligentemente qué debe hacerse y qué no.

2.2.- Tipos de Planificación. Marco general.

ESPINOZA VERGARA clasifica los distintos niveles de planificación según el ámbito territorial:

– Planificación Nacional: para promover el desarrollo de un país. Utiliza un Plan Nacional de Desarrollo que cubre todo el territorio y todos los sectores del territorio.

– Planificación Sectorial: tiene por objetivo el fijar metas y definir programas en un sector del desarrollo, a través de un Plan Sectorial o Plan Nacional por Sector. Cubre todo el territorio nacional, pero sólo dentro de un sector del desarrollo (educación, vivienda, trabajo, etc.) Está orientada a la consecución de objetivos del Plan Nacional.

– Planificación de base territorial, o Planificación Regional: se formula para promocionar el desarrollo de una zona determinada, con un plan regional e Desarrollo, que cubre una zona específica delimitada técnicamente.

– Planificación de base institucional o grupal: se realiza internamente dentro de una institución o grupo de trabajo para alcanza! los fines de la institución o grupo. Puede tener autonomía propia, sin ajustarse a niveles superiores de programación, pero ha de ser coherente con la programación nacional.

Según un criterio temporalizador, y desde un punto de vista más operativo, se pueden considerar tres niveles den la planificación: estratégica, táctica y operativa; los tres son momentos funcionales complementarios de un mismo proceso lógico y se corresponden a tres diferentes temporalizaciones. Hablamos de plan, programa, proyecto. Será este criterio el que seguiremos desde ahora.

Planificación estratégica: el Plan.

Tras el conocimiento y priorización de las necesidades sociales, el Plan determina la dirección que deben adoptar las dimensiones de la realidad que se han priorizado para su modificación, estableciéndose así una meta general o fin que se pretende conseguir a medio y largo plazo. También fija los principales caminos a seguir para alcanzar una meta establecida.

– Su horizonte es a largo plazo (4-10 años).

– Se diseña en los departamentos centrales de las organizaciones.

– El territorio que cubre es amplio: transnacional, nacional, regional o, en el menor de los casos, grandes localidades.

– Tiene una fuerte carga política; es generalmente consecuencia de llevar a la práctica algún punto del programa electoral. muchas veces obedecen a un marco normativo con referencias legislativas concretas.

– Cada ámbito tendrá su propia guía de acción en lo que se llama Programa.

Ejemplos: Plan de Igualdad de la Mujer, Plan Gerontológico,…

Planificación táctica: el programa.

Es el instrumento para el logro de los objetivos definidos en el plan general, con el establecimiento de objetivos y metas más específicos mediante la ejecución de un conjunto de acciones integradas, denominadas Proyectos.

– Su temporalización es menor que la del Plan, y puede oscilar entre uno y cuatro años.

– Está compuesto de distintas fases que deben estar identificadas.

– Señala un conjunto de actividades a desarrollar.

– Describe las características de los recursos humanos y materiales necesarios.

– Dispone de un presupuesto general estimado y disponible.

Planificación operativa: el proyecto.

Es fa planificación de las actuaciones que modificarán la realidad sobre la que interviene. El Proyecto es la unidad menor de la planificación y no es más que la ordenación lógica de las actuaciones, con los correspondientes recursos que cada una de ellas requiera. Permite estimar ventajas y desventajas de las acciones. Responde a los objetivos operativos de los Programas, de modo que los objetivos generales de los Proyectos suelen definirse por los objetivos específicos del Programa del que forma parte. Sus objetivos específicos representan los logros propios que se pretenden alcanzar. Su temporalización es a corto plazo (menos de un año).

APLICACIÓN METODOLÓGICA DEL PROYECTO.

Considerando que el método se refiere siempre a la actuación del trabajador social, es decir, lo que está haciendo, al cómo y al cuándo consideramos que ante un problema concreto el agente social de Desarrollo Comunitario debe hacer un esfuerzo de ajustar su método de trabajo y las características propias del Desarrollo Comunitario con las posibilidades institucionales y técnicas que el proyecto ofrece. A veces es difícil, porque los Proyectos que se aplican están generalmente planificados desde arriba, desde una postura de autoridad, que producen una transformación del Desarrollo Comunitario en Intervención Social.

En todo caso, el trabajador social, siguiendo distintos modelos de intervención comunitaria, siempre ha de seguir el mismo esquema de aplicación metodológica, a saber:

recoger los hechos, estudiar la situación tal y como se presenta en su totalidad, formular un diagnostico y preparar un plan de acción. Por último, medir los resultados y su conformidad a los objetivos propuestos. Lo distintivo del Desarrollo Comunitario es que en todas estas fases los profesionales han de contar con la participación de los miembros de la comunidad.

Tras las fases de Diagnóstico y Planificación, viene la Aplicación-Ejecución del Proyecto. Ejecutar es poner en práctica el Proyecto y prestar atención a su desarrollo, seguimiento y control. Es la fase práctica. Lo sustancial de esta fase es la forma de ejercerla. Hay varios “momentos”.

SENSIBILIZACIÓN

Se llevará a cabo en las siguientes etapas:

1.- Concientización: se trata d motivar para participar. despertar interés. Hay que conectar con los centros de interés.

2.- Información: hay que comunicar una serie de hechos y datos relacionados.

3.- Interpretación de la historia y de la cultura: se trata de que cada individuo comprenda otras estructuras sociales, políticas y económicas de su comunidad.

DETECCIÓN DE MINORIAS ACTIVAS

Se trata de detectar aquellas minorías o grupos de incidencia que, por sus intereses e inquietudes. tienen una presencia significativa en el colectivo social donde están insertos.

CAPACITACION DEL PERSONAL VOLUNTARIO

Detectados los grupos de incidencia, hay que capacitarles para ejercer su labor de animación, con capacitación técnica en actividades de dinámica de grupos, de comunicación social, de organización y programación, etc. Estos líderes deben de contar con una bagaje cultural que les permita interpretar críticamente la sociedad a la que pertenecen.

COHESION A NIVEL GRUPO

Hay que promover la realización y puesta en marcha de actividades con la participación de los miembros de la comunidad, pues el objetivo último del Desarrollo Comunitario es que los miembros de una comunidad asuman el protagonismo en la realiza­ción de sus programas, de modo que cada vez sea menos necesaria la presencia de agentes sociales profesionales.

CREAR PROYECTOS PROPIOS

Para que una comunidad se desarrolle debe generar proyectos propios alternativos, surgidos de la propia comunidad.

CREATIVIDAD

Será el fin de todo proceso de Desarrollo Comunitario. Cuando se tiene, una colectividad es capaz de buscar soluciones originales a sus propios problemas.

3.- Diseño y elaboración de proyectos y programas.

Los programas y proyectos pueden ajustarse a los siguientes elementos que se desarrollan desde lo general hasta lo concreto:

* Naturaleza/Identificación.

La denominación del proyecto se hace de una manera sintética, mediante un título que indica aquello de que se trata

Además hay que identificar a la institución, agencia y organismo responsable de la ejecución del proyecto o bien indicar el patrocinante del mismo.

Si el proyecto es parte de un programa o constelación de proyectos, es menester hacer referencia al programa de que forma parte. El objetivo principal de la denominación es el de poder identificar el proyecto.

* Fundamentación ( en los programas ):

Deben argumentarse los porqués de las prioridades que han llevado a proponer ese programa y sus proyectos concretos. Ha de hacerse alusión necesaria a la situación de necesidades a la que trata de dar respuesta, expresando tanto sus aspectos cualitativos como cuantitativos. Conviene que en orden a la claridad del mensaje se evite una inflación de datos estadísticos, socioculturales, sino tan solo los de mayor significación; el resto, si se considera conveniente puede incorporarse en forma de anexos. Lo mismo puede decirse si se entiende convenientemente incluir en la fundamentación, determinadas referencias a la legislación o normativas institucionales, en las que conviene no abusar de referencias excesivamente amplias. Señalar también los previsibles efectos que tendrá su ejecución en las condiciones actuales de los beneficiarios.

* Objetivos (en programa)

Han de expresarse con claridad los objetivos de carácter general, pero específicos del mismo y que le diferencia de otros programas; es importante que los objetivos sean propios e identificativos.

Es frecuente encontrar en este tipo de objetivos referencias genéricas que más bien son metas de la política social y que bien pueden valer para cualquier programa en este marco.

En el caso de los proyectos, los objetivos deben ser operativos y relacionados directamente con los objetivos del programa de referencia.

Deben explicitarse de manera:

– Clara, de manera que permitan saber qué buscar en la evaluación.

– Específica, para que puedan convertirse en definiciones operativas y hacerse tangibles.

– Medible, para que se pueda aplicar una recogida de datos y un método de análisis.

Naturalmente la explicación de este tipo de objetivos tan solo es posible después de un tiempo de rodaje en el qué, como mínimo, ya se haya realizado una monitorización de las actividades del proyecto: cuales han sido, cuantas de cada tipo, con que frecuencia se han realizado, con qué duración, quien las realiza, cuanto cuestan y para quien se hacen.

* Funciones (en proyectos)

Se trata de especificar que tipo de acciones se van a realizar para conseguir los objetivos.

Ejemplos: informar, orientar, realizar gestiones, documentar realizar tratamientos. Funciones que serán realizadas y concretadas a través de las diferentes actividades.

* Actividades (en proyectos ): .

Las actividades son el conjunto de operaciones propias de una persona o institución, que no deben confundirse con los objetivos. Implican la definición de tareas normas y procedimientos para la ejecución. Se identificarán todas las etapas que debe comprender el proceso técnico. Es decir, el planteamiento de actividades conlleva una determinada metodología

Las distintas actividades se pueden agrupar en:

– Actividades de formación: las que favorecen la adquisición de conocimientos y el desarrollo del uso crítico e ilustrado de la razón.

– Actividades de difusión: las que favorecen el acceso a determinados bienes culturales.

– Actividades artísticas no profesionales: las que favorecen la expresión y que constituyen formas de iniciación o de desarrollo de los lenguajes creativos y de la capacidad de innovación y búsqueda de nuevas formas expresivas.

– Lúdicas: las físicas. deportivas y de aire libre que favorecen fundamentalmente el desarrollo físico y corporal.

– Sociales: las que favorecen la vida asociativa y la atención a necesidades grupales y la solución de problemas colectivos.

También puede proceder aquí, en este momento de la elaboración del proyecto, relatar las técnicas que se emplearán, aunque generalmente se 0pta por incluirlas entre los recursos. pues de un recurso se tratan, y como tal son tratadas por Kisnerman.

* Ambito de aplicación (En programa y proyectos):

Es necesario especificar el lugar geográfico en el que se va a realizar el programa o proyecto, así como al tipo de población al que va dirigido y el número de personas, grupos e instituciones. posibles destinatarios de las prestaciones.

* Recursos

Este apartado debe incluir todo aquello que se necesita para cumplir los fines del Programa, en cuanto a:

– Personal

– Inversiones

– Mantenimiento

– Gastos vinculados a la actividad (ayudas individualizadas, desarrollo de actividades, etc.

En los programas se contabilizan todos los recursos necesarios, y en los proyectos los específicos del mismo.

* Presupuesto.

Todo presupuesto debe inevitablemente contemplar tanto las fuentes de Financiación del mismo, (ingresos), cuanto los gastos que conlleve disponer de los recursos necesarios. Así en todo presupuesto ha de contemplarse:

– Gastos: Incluye todos los costes de recursos que son necesarios para llevar a cabo el programa o proyecto. Así será necesario contemplar, los gastos de personal (incluyendo el propio del programa o proyecto, y el colaborador o a tiempo parcial, así como las contrataciones puntuales que requieran el desarrollo de determinadas actividades); El uso de instalaciones o medios materiales, en su caso las inversiones que fueran necesarias, y las cuantías necesarias para procurar atenciones individuales o para llevar a cabo actividades previstas ( campañas de difusión, reuniones, viajes, charlas, exposiciones, talleres, etc,). Sin olvidar que en ocasiones la propia evaluación del programa o proyecto puede conllevar un componente de gasto específico en forma de colaboraciones técnicas, tratamiento de datos,

Ingresos: En este capítulo es necesario especificar cuales son las aportaciones de la propia institución responsable del programa o proyecto, y aquellas que provienen bien de trasferencias externas (subvenciones, convenios con otras instituciones, etc.) o bien de ingresos que genera la propia actividad (cuotas, ventas, aportaciones de usuarios, etc.)

El presupuesto puede ser, a veces, lo primero que hay que tener en cuenta (al menos en su aproximación), a la hora de formular un programa de modo realista, eficaz y eficiente, ya que puede ser con mucha frecuencia quien nos hace el encargo institucional, ya tenga previsto un determinado nivel de recursos para el mismo, del que apenas podremos salimos. En este caso conviene recordar uno de los requisitos mencionados para la planificación es el que los fines tienen que ser posibles.

* Temporalización

Calendario de actividades. Servirá de base para la confección de los gráficos de apoyo, especialmente para hacer cl cronograma a gráfico de Gantt.

* Evaluación.

En todo Programa y Proyecto es preciso especificar ‘ en el momento mismo de su diseño, los métodos y técnicas de evaluación que va a realizarse, haciendo mención del tipo de información que se quiere conseguir, así como su utilización. Incluir también el sistema de información para la recogida de datos, con los que construir los indicadores previstos, así como el sistema de informatización consiguiente, para el análisis de los mismos, si el volumen de la información a tratar lo requiere.

En los proyectos se indicarán los indicadores de objetivos y actividad, así como los soportes documentales para la recogida de datos.

En definitiva un proyecto debe responder a las siguientes cuestiones:

¿Qué se quiere hacer? > Naturaleza del Proyecto.

¿Por qué? > Origen y fundamento.

¿Para qué? ¿Cuánto se quiere hacer? > Objetivos. Metas.

¿Cómo debe hacerse? > Metodología.Actividades y tareas a realizar.

¿Cuándo y en qué orden? > Temporalización.

¿Dónde debe de realizarse? > Localización física.

¿Con qué se va a hacer? > Recursos materiales.

¿Quién hace? > Recursos humanos.

¿Con qué se va a costear? > Recursos financieros.

4.- Modelos de proyectos.

Este punto puede abordarse de tre modos:

a) Englobarlo en el punto 3 y presentar como tal las fases en la elaboración de proyectos.

b) Citar y/o describir algunos proyectos ilustrativos (tenemos ejemplos en tema anterior)

c) Describir con más detalle algún proyecto

5.- instrumentos de evaluación.

La evaluación forma parte del proceso de Planificación y nos aporta un Feed-back en cada uno de los momentos funcionales en que se desarrolla. Su ejecución debe también planificarse, quedando claro cómo, cuando, con qué intervalos y en qué forma serán efectuadas las medidas, así como las formas de presentación y destinatarios de los resultados.

La evaluación en Servicios Sociales se configura como un elemento de extraordinaria importancia porque entraña serias dificultades ya que no debería sólo ajustarse a la medición del cumplimiento de los objetivos específicos, sino que habrá de ser además una evaluación de juicio, que analice el proceso, la adecuación de los objetivos a las necesidades, la relación coste-eficacia, la participación de los afectados medida más que en cantidad en calidad y grado, etc. En definitiva, la comprobación de la eficacia.

CONCEPTO DE EVALUACION. EVALUACION Y CONTROL

Espinoza define la evaluación como una fase de la programación paralela a las de implementación y ejecución. aunque con características especiales al término del proceso y que consiste en el análisis de los resultados obtenidos en la ejecución del plan, teniendo como parámetro los objetivos y metas propuestos en la fase de formulación.

El mismo autor advierte que el término control puede tener más de una acepción. Puede asociarse con un significado de inspección o vigilancia. Otro modo de entenderlo es para referirlo al dominio de una situación Así debe entenderse el término control en programación de Servicios Sociales. En concreto, Espinoza define control como una de las funciones permanentes de la programación que consiste en medir periódicamente los resultados obtenidos, compararlos con los resultados programados e introducir las rectificaciones que sean necesarias para ubicarlos en el proceso dentro de límites aceptables. Esta acepción de control coincide con la de autorregulación, preferida por otros autores.

QUÉ HAY QUE EVALUAR

Volviendo a Espinoza, podemos plantearnos que evaluar (o controlar) en cada fase de la planificación. Así,

En la fase de formulación: de cara a evaluar la factibilidad del proyecto para saber si se intenta responder a la necesidad y a las circunstancias el control debe res­ponder a las siguientes preguntas:

– ¿Qué relación tiene el proyecto con la política, planes y programas de la organización.?.

– ¿Qué ventajas ofrece el proyecto para cumplir los objetivos del plan o programa de que forma parte?

– ¿Qué posibilidades reales tiene el proyecto de alcanzar las metas que se ha propuesto?

– ¿Por qué se asignan recursos al proyecto elegido y no a otros?

– ¿Por qué prestar el servicio que representa el proyecto con la técnica o forma recomendada en la formulación y no con otras características diferentes?

– ¿Por qué realizar el proyecto en la fecha elegida y no en otra?

– ¿Serán suficientes los recursos asignados y disponibles para alcanzar los propósitos establecidos?.

Así se podrá evaluar la justificación del proyecto.

En la fase de implementación: durante la realización de las gestiones pertinentes para poner en marcha el proyecto, deben controlarse los siguientes elementos:

– Las tareas de motivación. tanto de los ejecutores como de los beneficiarios del proyecto. Se utilizará como parámetro el conocimiento y el grado de aceptación que la comunidad beneficiada y sus líderes tengan de los objetivos, metas y metodología propuestos. Respecto a recursos humanos ejecutores, se considerará el entusiasmo que demuestren en las diferentes tareas que implica la implementación del proyecto.

– La realización de las tareas y actividades de implementación en el plazo previsto.

– La disponibilidad de los recursos humanos ejecutores del proyecto. Cuántas y cuáles deben ser las personas.

– La disponibilidad de los recursos materiales. Cuántos y cuáles.

– La situación financiera del proyecto. Recursos disponibles.

– Los preparativos para el establecimiento del proyecto en terreno. Infraestructura. identificaciones. etc…

En la fase de ejecución: la evaluación y el control deben centrarse en esta fase en aspectos muy específicos:

– Control de las metas, consideradas éstas como objetivos cuantficados y cualificados. Así medirá el grado de consecución de los objetivos. Es el elemento clave que permite evaluar ingredientes de la ejecución del proyecto.

Puede referirse a diferentes aspectos de las metas:

Control de cantidad.

Control de calidad.

Control de tiempo.

Control de costos.

Tras esta introducción entramos en la cuestión de los instrumentos, a través de dos ejes conductores: los indicadores y las técnicas:

Aquí nos remitimos al tema 19. Si queremos ser referirnos más específicamente al tema – desarrollo comunitario – utilizamos el las fotocopias adjuntas del libro de Rezsohazy.

6.- Organización de recursos.

En términos generales los recursos se formalizan en servicios y en prestaciones sociales. Los servicios son los medios que se ponen a disposición pública de los miembros de la Comunidad para uso y beneficio colectivo, como hospitales o escuelas. Las prestaciones son medios que se proporcionan a individuos o familias para su uso privado, pero que cumplen una función social (becas, pensiones, subsidios de desempleo, ayudas familiares).

MARCHlONI utiliza distintas tipologías de recursos en una óptica funcional y operativa que se pueden resumir:

Recursos existentes:

Los ya disponibles, los que se pueden utilizar directamente. Habrá que anali­zar cómo se están utilizando y si hay posibilidad de racionalizarlos. sobre todo mejorando la coordinación. El primer nivel de intervención social sería la mejor y más racional utilización de los recursos existentes.

Recursos potenciales:

Los que pueden hacerse operativos a medida que avanza el trabajo social comunitario. pues éste no es otra cosa que el continuo descubrimiento y la progresiva puesta en acción de recursos potenciales, empezando por la propia Comunidad. En el proceso de hacer que tos recursos potenciales se hagan reales se considerarán los impedimentos y obstáculos que impidan el cambio de una categoría a otra.

Recursos públicos

Aquellos cuya titularidad corresponde a la Administración pública (Central. Autonómica o Local). Siempre habrá para ellos un lugar importante en el Desarrollo Comunitario, pero no deben agotar el tema de los recursos mismos. Hay espacio y necesidad de la contribución de otros recursos privados y voluntarios. Son estos recursos los que mayor esfuerzo de coordinación precisan, por proceder de muy distintas fuentes institucionales y actuar sobre la base de programas sectoriales que muchas veces se solapan.

Recursos privados

Son los de titularidad privada. Hay que aprovecharlos al máximo, coordinándolos con los recursos públicos, aunque no siempre todos los recursos privados están dispuestos a colaborar con el sector público. También es importante que el sector público sepa muy bien a dónde quiere ir y para qué. de manera que la propuesta de coordinación se de sobre la base de una hipótesis de trabajo; de otro modo, si no hay colaboración. se entra en un conflicto

Recursos voluntarios

Dentro del sector privado, pueden constituir un potencial de ayuda social muy importante

Según KISNERMAN, los recursos sociales se clasifican en naturales, materiales, técnicos, financieros, humanos e institucionales.

A) Los RECURSOS NATURALES.

Componen un complejo sistema en el que se integran suelo, clima, relieve, aguas, flora y fauna, es decir, todo lo que llamamos naturaleza. Son determinantes para la agricultura, la ganadería y la provisión de minerales. Son la base de la alimentación, el vestido, la vivienda y la producción. Son, en definitiva, los recursos de más transcendencia para la economía.

Su presencia o ausencia determina las estructuras económicas de las regiones. Los espacios desarrollados atraen nuevos recursos y los ofertan, ayudando en su proceso de desarrollo y en detrimento de otras regiones condenadas al subdesarrollo y a despoblarse. Algunos recursos, especialmente los energéticos, llegan incluso a originar conflictos internacionales en torno a su posesión. Pero a efectos de Desarrollo Comunitario, el principal recurso el la tierra, pues la vida misma de la ciudad, su bienestar, su industria y sus aprovisionamientos son inseparables de la tierra.

B) Los RECURSOS MATERIALES:

Constituyen la infraestructura y el equipamento de la comunidad. Según Kisnerman son:

– Transportes y vías de comunicación.

– Abastecimientos: mercados, mataderos, silos, bodegas….

– Medios de producción y de distribución de energía.

– Obras hidráulicas.

– Servicios públicos: pavimentación, alcantarillado, alumbrado, canalización de gas…

– Equipamientos colectivos: plazas, parques, centros comerciales, zonas de recreo y divertimento…

– Equipamientos individuales: viviendas edificios de oficinas, de industrias, de comercios,…

C) Los RECURSOS TÉCNICOS

Son el conjunto de instrumentos utilizados por los profesionales para conocer una comunidad o para lograr un producto o un efecto. Unos son tangibles, como las herramientas, y otros son no tangibles, como la entrevista, la observación o las técnicas utilizadas en Trabajo Social.

D) Los RECURSOS FINANCIEROS:

Son el conjunto de medios económicos de que se dispone, provenientes de ingresos, ahorros, subvenciones o créditos. Son indispensables para la adquisición de otros recursos, mantenerlos, renovarlos, actualizarlos,.

E) Los RECURSOS HUMANOS:

Son el conjunto de población requerida para la ejecución de un plan. Además del personal técnico de apoyo, en el Desarrollo Comunitario el principal recurso humano es la propia comunidad, como tantas veces se dice en estas páginas.

F) Los RECURSOS INSTITUCIONALES:

Son aquellas entidades que configuran una infraestructura de servicios dedicados a la organización política, comercial, administrativa, de seguridad y bienestar social.

7.- PROBLEMAS DE LA PRÁCTICA.

¿Por qué fracasan muchos proyectos de desarrollo?

– Las experiencias llevadas a cabo en la aplicación de proyectos a escala comunitaria y microsocial vienen a indicar que son múltiples los problemas y de diferente tipo. Sin duda que muchas causas actúan separadamente, pero generalmente se fracasa por una combinación de varias. Entre ellas podemos señalar:

– Por un lado, las fuentes de financiación en los lugares reducidos son más escasas. Las ONGs tienen sus sedes en las ciudades capitales y muchas veces los burócratas impiden o limitan el acceso a las agencias de financiación internacionales.

Los principios tienen serios problemas y déficits para la financiación de sus gastos, y la militancia social y política se hace con gran carencia y escasez de recursos. Las Infraestructu­ras suelen ser precarias.

– Además, el equipo de trabajo queda a veces muy absorbido por la acción, postergándose el registro y análisis de la experiencia, que se encuentran dispersos y no sistematizados. lo que dificulta la formación de los recursos humanos.

– Los ámbitos reducidos llevan a que la gente se conozca más y, por tanto, se dan mecanismos de control social más estrictos.

– Es necesario contar con suficientes apoyos políticos, pues más tarde o más temprano un proceso de Desarrollo Comunitario tendrá problemas con el poder.

– Muy a menudo los programas y proyectos de desarrollo se originan en decisiones tomadas fuera de las comunidades implicadas. Una institución benefactora tiene una determinada política de protección social; las agencias ejecutoras se ajustan a ellas; a la comunidad se llega para convencer a sus miembros de la “bondad” del proyecto y el programa se inicia sin importar mucho la participación local en el mismo.

– Cierto tipo de proyectos, como los de inversión o infraestructura no tienen en cuenta la necesidad de educar a la gente beneficiada en el buen uso de la obra, en la recuperación de los costos o en la necesidad de realizar mantenimiento periódico. El resultado es una baja valoración por parte de la comunidad de la obra realizada y una posterior mala utilización de la misma.

– Obras o programas no sentidos por la comunidad terminan por ser donadas no suficientemente valorizadas, que crean un reflejo de dependencia e inmovilismo. La comunidad empieza a exigir entonces a los gobiernos nacionales o locales más recursos y subsidios sin que medie una movilización y esfuerzo propio. El desarrollo es visto como una reivindicación y no como el resultado de un aprendizaje y un esfuerzo propio.

Muchos proyectos de desarrollo fracasan porque no tienen un componente productivo que les dé sustento a largo plazo. Programas sociales que dejen de lado la creación de empleo productivo a nivel local tendrán siempre un impacto discreto y a corto plazo.

Pero tal vez la razón más importante es que muchas iniciativas de desarrollo no consiguen promover cambios de actitudes que queden suficientemente arraigados en las conductas de la comunidad y sus líderes y que sustenten un proceso posterior de dinamiza­ción productiva y aprendizaje social autónomo. Lo importante para el éxito parece ser el factor humano; es necesario movilizar recursos humanos, es decir lograr un mayor desarrollo personal de líderes y dirigentes para que sean más emprendedores, entusiastas y motivados. Tras todos los procesos efectivos hay seres humanos con actitudes positivas de movilización constante, de aceptación del cambio y la innovación, de enfrentamiento de los riesgos de realización de aprendizajes constantes, de tenacidad ante la dificultad, de optimismo ante los resultados. No obstante, los aprendizajes de estas nuevas actitudes suelen ser difíciles y no todo el mundo está en igual condición de lograrlos.

BIBLIOGRAFÍA

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-TRIGUEROS GUARDIOLA, Isabel: Manual de prácticas de Trabajo Social Comunitario y movimiento ciudadano. Edit. Siglo Veintiuno de España Editores. Madrid. 1991.

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