Icono del sitio Oposinet

Tema 53 – El cuento: su valor educativo en los programas de intervención infantil. Tratamiento de un cuento: técnicas de narración. Géneros de cuento. Criterios de selección de cuentos. El cuento como recurso globalizador. El rincón de los cuentos.

1.- Introducción

2.- El cuento: su valor educativo en los programas de intervención infantil.

3.- Tratamiento de un cuento: técnicas de narración.

4.- Géneros de cuento.

5.- Criterios de selección de cuentos.

6.- El cuento como recurso globalizador. El rincón de los cuentos.

1.- Introducción

La literatura infantil y muy en particular del cuento aportan funciones de un valor inestimable en educación infantil:

– Facilitan de desarrollo sociofectivo y emocional

– Constituyen una de la primeras aproximaciones al aprecio de valores estéticos

– Son un poderoso instrumento de enriquecimiento del lenguaje

– Aportan una valiosa herramienta para la globalización

el valor educativo del cuento en los programas de educación intantil, tanto desde la óptica de los objetivos y contenidos como desde la

En es te tema, siguiendo la estructura y orden del titulo, repasaremos, el valor educativo del cuento en el desarrollo idel niño y por ello en los programas de educación intantil. Abordaremos luego las distintas técnicas de tratamiento, con especial atención en el papel del narrrador. A continuación entraremos en la descripción de los distintos géneros, con mayor deteneminento en los valores y problemas de los cuentos tradiccionales y en conexión con ello abordaremos los criterios de selección y utilización de cuentos. Finalmente entraremos en la que hemos llamado segunda vertiente, la organizativo-metodológica, destacando el potencial globalizador de los cuentos , incidiendo en la modalidad organizativa denominada rincón de los cuentos y en la utilidad de las bibliotecas de aula.

MARCO LEGAL

LOGSE

R.D Curriculum

Resolución 5 de marzo

MARCO TEÓRICO

El modelo curricular en el que se desarrollará nuestra acción educativa, plasmado en último término en el R.D del Curriculum, reconcoce que las posibilidades de tratamiento de la etapa son múltiples y otorga al profesor una gran libertad de enfoque psicpopedagógico, teniendo presente que en función del enfoque que se elija se alcanzará la finalidad educativa en mayor o menor grado.

Existe dificultad en encontar una una única corriente psicopedagógica que explique todos los procesos y contemple toda la problemática relativa a los precesos educativos. Por ello, el profesor deberá estar capacitado para elegir entre diversidad de alternativas tomando de cada una los aspectos que le ayuden en su tarea dentro de un coherencia global.

El modelo de E/A se basa en tres palabras claves: constructivismo, significatividad, mediación.

Es el alumno, en interacción con su medio físico y social, quien construye sus propios aprendizajes.

La teoría psicogénita de J. Piaget nos explica los procesos por los que el niño adquiere el conocimiento, en una dinámica continua de adaptación al medio gracias a los mecanismos de adaptación y acomodación que le exigen construir cada vez esquemas más ricos y complejos. De las aportaciones de Piaget, desta­camos fundamentalmente el papel activo del sujeto en la adquisición del conocimiento y su descripción de los mecanismos y etapas del desarrollo cognitivo que, pese a críticas y limitaciones, están en la base de los actuales curricula.

El alumno construye su aprendizaje, pero no sólo ni a solas. Para comprender mejor la relación desarrollo – aprendizaje y el papel mediador del adulto recogemos las aportaciones de la perspectiva histórico-cultural a partir de Vigotsky en particular su concepto de desarrollo cognitivo por mediación social y su explicación de la relación desarrollo/aprendizaje mediante la noción Zona de Desarrollo Potencial

Para que los aprendizaje puedan ser incorporados a la estructura cognoscitiva del alumno y enriquecer su desarrollo cognitivo, han de ser significativos, es decir conectar con lo que el alumno ya sabe, con lo que le motiva e interesa, según las propuestas de los cognitivistas americanos, en especial Ausubel que es quien acuña el término de aprendizaje significativo.

La perspectiva ecológica nos exige prestar especial atención a los componentes sociales del desarrollo y la educación, considerando las influencias mutuas o las interacciones de segundo orden según el concepto de red social, en términos de Bronfenbrenner. Esto conecta con la idea necesaria que la escuela cómo sis­tema, en el que todos sus componentes interaccionan, interrelacionandose con otros sistema – la familia – y siendo ambos susbsistemas de otro que los engloba – el social -.

En este tema se harán también referencias al enfoque psicodinámico, sobre todo a la hora de explicar los efectos de los cuentos clásicos en el desarrollo afectivo de los niños.

Al hablar del modelo E/A necesariamente hemos tenido que referirnos al papel del educador. El es, por una parte, quien intencionalmente diseña situaciones para promover aprendizajes e integrar los producidos en otros contextos. Por otra no podemos dejar que considerar al profesor como investigador. No un investigador de probeta y laboratorio, sino un profesional que analiza y reflexiona con sus compa­ñeros sobre su propia práctica para evaluarla en toda su globalidad y tratar de mejorarla, según el para­digma de Investigación en Acción (Elliott, Stenhouse).

2.- El cuento: su valor educativo en los programas de intervención infantil.

2.1. Introducción. Tratamiento curricular

Pocos recursos pueden resultar tan sencillos en su aplicación, de tanto interés para los niños y tanta variedad de valores educativos como el cuento. En el R.D. de Educación Infantil, además de otras muchas relaciones implícitas, aparecen las siguientes referencias directas en relación al cuento

Contenidos del área de Comunicación y Representación

– Textos orales de tradición cultural (canciones, romanzas, cuentos, coplas, poesías, dichos populares, refranes, etc.). (Conc)

– Evocación y relato de hechos, cuentos, incidentes y acontecimientos de la vida cotidiana debidamente ordenados en el tiempo. (Proc)

– Los instrumentos de la lengua escrita: libro, revista, periódico, cuento, cartel, etiquetas, anuncios y otros. (Conc).

– Atención y comprensión de narraciones, cuentos y otros mensajes leídos por un adulto o un compañero mayor. (Proc)

– Gusto y placer por oír y mirar un cuento que el adulto lee al niño o al grupo de niños. (Act)

De la resolución de 5 marzo y las orientaciones didácticas de las Cajas Rojas extraemos.

Aunque el lenguaje oral se estimule continuamente, la utilización de cuentos y relatos se presta particularmente bien a realizar dicha estimulación. El relato de un cuento puede hacerse de muy diferentes modos según la intención educativa: desde cuidar los aspectos formales como modulación, gesticulación, entonación, etc., hasta motivar la participación de los niños; se puede también utilizar un cuento cerrado o abierto; el educador puede limitarse a comentar con los niños los elementos presentes en el cuento, o puede pretender que el niño planifique situaciones posibles sobre la trama, formule diferentes soluciones, etc.; se puede utilizar sólo la voz del narrador o introducir otros elementos técnicos. Todas estas posibilidades, en absoluto excluyentes, permiten al adulto me diar significativamente en los aprendizajes.

Por todo ello, el cuento o el relato nunca deben ser considerados como una actividad de relleno, sino como una acción didáctica llena de sentido. En la medida en que el relato o la narración son convenientemente presentados, se motiva e incita a los niños a introducirse, exclusivamente a través del lenguaje oral, en mundos distintos al suyo, lo que revierte en una utilización más rica y ajustada de ese instrumento. Además, si la narración se extiende mediante una representación relacionada con su contenido, la reconstrucción de lo relatado, su reinvención con modificaciones, etc., se está dando paso a actividades estrechamente relacionadas con la capacidad de comprender, sintetizar y crear.

Pero los cuentos no sólo tienen interés porque llevan la mente del niño más allá de lo presente, sino también porque a través de ellos el niño hace muchos aprendizajes sobre el mundo físico y social, sobre cosas, fenómenos y relaciones, sobre actitudes, normas y valores.

Texto escrito .- Conviene señalar que la mayoría de las actividades que implican al lenguaje escrito en el centro de Educación Infantil deben ser realizadas por el educador, que constituye no sólo un modelo, sino una fuente de estímulo y una ayuda insustituible para los pequeños. Cuando escribe en la pizarra una relación de las cosas que hay que llevar en una salida, cuando lee para los niños una nota que hay que entregar a los padres, o el mensaje que remite otra clase del centro, hace ver a los niños la utilidad de la lengua escrita y su poder para canalizar significados.

En el contexto de este tipo de actividades, en las que la responsabilidad e iniciativa recaen principalmente en el educador, cabe destacar por su valor intrínseco la lectura de cuentos a que se ha hecho referencia más arriba. Para sacar valor educativo a la lectura de cuentos no hace falta esperar a que el niño tenga un gran dominio del lenguaje. Los cuentos sencillos y manejables, a base de imágenes simples y atractivas, pueden ser utilizados con los más pequeños: fomentar su actitud de escucha, su conocimiento de la realidad, su utilización de la memoria en relación con las preguntas sencillas que el adulto va planteando…

Las historias se pueden luego ir complicando poco a poco según los niños crecen, haciéndose necesaria entonces la presencia del texto escrito. En ese contexto los niños comprueban el valor significativo y comunicativo inherente al lenguaje escrito, aprenden progresivamente algunos de sus elementos convencionales (linealidad, direccionalidad, organización del espacio gráfico, mantenimiento del libro erguido mientras se “lee”, pasar las páginas de una en una, diferenciación entre dibujo y escritura y, progresivamente, entre escritura convencional y no convencional), aproximándose al valor arbitrario y convencional de algunos elementos del código (las letras que representan su propio nombre, el de objetos o productos muy habituales y conocidos, el de protagonistas de cuentos, etc.). El descubrimiento de estos elementos y su manejo debe responder siempre al interés y a los interrogantes que los pequeños sientan y formulen, lo que también estará en relación con el medio en el que se encuentren; por tanto, vemos que la importancia del lenguaje escrito o de la imagen no es la misma en todos los medios, y el educador deberá tenerlo presente.

2.2.- Valores educativos del cuento.

Sin embargo, resulta obvio que es la LOGSE quien nos descubre las virtudes educativas del cuento. Antes bien, este recurso viene siendo utilizado en la escuela y en la familia desde hace mucho tiempo.

La utilización del cuento como recurso educativo puede proporcionar numerosos beneficios para el desarrollo y los aprendizajes del niño, de la cuales el más específico puede ser introducirlo mediante, un juego simbólico creativo en un mundo conceptual distante, y por ello mas rico y complejo, que el aprensible desde los temas tangibles. Todo ello a través de un código elaborado, literario, que les amplía notablemente la capacidad de uso del lenguaje. (Romea Castro, 1992) Comenzaremos repasando los distintos

Para Giani Rodari, autor la Gramática de la Fantasía “el primer conocimiento de la lengua escrita no ha encontrado aún ningún itinerario más rico, más lleno de color y más atractivo que el de un libro de cuentos. Los cuentos son todavía la materia prima para los primeros coloquios entre madre e hijo. Sus las palabras tienen un sentido, un peso una fuerza inigualable por que han estado fijadas una a una en un proceso de creación colectiva, única en el mundo por su duración y complejidad. Desde los primeros años de vida el niño ha de tener un instrumento que le ayude a conseguir sólidas estructuras a su fantasía, a reforzar su capacidad de imaginación”.

Desde esta perspectiva con el cuento se inicia al niño en el gusto por la literatura que es una base esencial de la estética y la cultura.

En dirección diferente apunta la conocida obra de Bruno Bettelheim Psicoanálisis de los cuentos de hadas . Aquí se señala que los cuentos representan una forma de presentar una serie de situaciones y vivencias, de enfrentarse a las cosas y resolverlas, imposible con los hechos de la vida real. El niño se identifica con los personajes de los cuentos y se enfrenta con ellos a situaciones conflictivas que el protagonista acaba solucionando. De este modo, se acercan al niño experiencias vitales como la lucha por la propia identidad o la superación de las dificultades, de una manera simple, comprensible para él, adecuada a su forma de pensamiento y de estructurar el conocimiento.

En esta dirección pero en sentido contrario, los cuentos tradicionales han sido objeto de críticas como desconexión con la realidad actual y fomento de contravalores: la violencia, la crueldad, la discriminación sexual, el alejamiento del mundo real.

Hoy, se considera que estos presuntos efectos nocivos no se producen, que el niño aprende captar el código especifico empleado en los cuentos y aunque no tenga una precisa diferenciación realidad/fantasía si distingue entre lo próximo y cotidiano y lo remoto e imaginario; muchos son los autores que defienden el uso de los cuentos tradicionales. F. Savater, por ejemplo nos advierte:

Los cuentos no son brutales ni enseñan a serlo; son crueles, a menudo feroces, pero siempre defienden la pureza valerosa que en el hombre vence y remedia a lo cruel y lo feroz. No dicen que la vida sea idílica, tranquila, armónica, siempre gratificante: dicen que para quien lucha bien, la vida es posible sin dejar de ser humana (F. Sabater. Lo que enseñan los cuentos).

Sintetizando, los valores educativos que pueden ofrecer los cuentos son:

Proporcionan un acercamiento a la cultura. Acercan a los niños a una parte de la cultura de su país, de su región, de su lengua. Por este motivo, aunque también son importantes los cuentos nuevos, se insiste en la utilización de los tradicionales que constituyen el bagaje cultural de una determinada sociedad. La escuela puede hacer una importante labor, rescatando y ofreciendo a los niños esos cuentos tradicionales.

Satisfacen las necesidades cognitivo-afectivas de los niños y niñas. Los cuentos conectan con el pensamiento animista propio de la etapa de infantil. Por otra parte, muchos cuentos tradicionales tratan de problemas transcendentales del ser humano: dolor, muerte, celos, etc. sin que sean considerados tabú, temas que casi siempre quedan excluidos de las vivencias y conversaciones cotidianas por temor a herir la sensibilidad del niño.

Aproximan al niño a un lenguaje más culto y elaborado. Acercan al niño a un lenguaje menos sujeto a la realidad y a la funcionalidad inmediata. Además pueden servir para la familiarización de los niños con el lenguaje escrito y con las características propias que este posee. (sintaxis más compleja, léxico más variado ). Los cuentos, aportan la primera y gratificante aproximación del niño al placer estético de la literatura

Favorecen el desarrollo de la imaginación y la fantasía El cuento introduce al niño en el mundo de la imaginación y la fantasía favoreciendo la incipiente capacidad imaginativa.

Estimulan la memoria y la capacidad de atención El cuento favorece el desarrollo de la memo ria irónica, de la memoria auditiva y de relatos. Además, la escucha de cuentos es una actividad óptima para el desarrollo de la capacidad de atención.

Favorecen el desarrollo del lenguaje, de la propia identidad, del pensamiento simbólico y del conocimiento del mundo natural y social. Le ayudan a fijar su atención en las partes de su cuerpo, acercare a los conceptos espaciotemporales y al enriquecimiento del lenguaje, con enriquecimiento léxico y sintáctico.

Finalmente, es un importante recurso globalizador que puede constituir en sí mismo un eje de las unidades de programación, asepcto este sobre el que volveremos más adelante.

Aunque unos tipos de cuentos sean más apropiados que otros para el desarrollo de una determinada capacidad, tiene aún mayor importancia la intencionalidad y el contexto educativo planificado por el educador.

3.- Tratamiento de un cuento: técnicas de narración.

JJ. Lage (Arte y oficio de contar) advierte que hay tre formas de tratar un cuento: contarlo (o explicar), leerlo (narrar) o narrar o contar con apoyo de imágenes.

Para este autor, contar es la forma adecuada de actuar. Cuento y contar tienen la misma raíz, el mismo origen.

Contar no es leer ni dramatizar; contar es saber de modo muy riguroso la trama de la historia, no se trata de memoriazarlo sino de asimilarlo; así es cómo los cuentos se han ido trasmitiendo a través de la tradicción oral.

B. Bettelheim coinicde al afirmar: “Para desarrollar al máximo sus cualidades de alivio, sus siginificados interpersonales, es preferible contar un cuento antes que leerlo” Contando se tiene la posibilidad de mirar a los ojos de un niño, de comprobar sus reacciones y de actuar en consonancia. Dificilmente podrá hacerse esto con los ojos fijos en el texto.

Respecto al apoyo con imágenes, Benttelheim continúa: “Las ilustraciones distraen más que ayudan, las imágenes dirigen la imaginación del niño por derroteros distintos de cómo el experimentaría la historia”.

Y Lage apostilla: “Solo contando elevamos a la narración a su cuota más alta”.

De todo esto deducimos que los cuentos contados despeñan una función y tienen un papel educativo específico, diferente de los leídos, los representados o acompañados de imágenes.

Esto quiere decir que no renunciaremos de entrada a ningún tipo de tratamiento del cuento, en función de nuestras intenciones educativas o de nuestras opciones metodológicas. En los apartados siguientes incidiremos en el papel del cuento como eje globalizador y de actividades previas y posteriores.

En cualquier caso aporatamos aquí unos criterios para narrar cuentos orales y escritos., siguiendo a Romea Castro (1992):

l ) El cuento debe gustar al maestro/a: es muy difícil transmitir un sentimiento positivo por aquello que no nos dice nada.

2) La narración de un cuento requiere la atmósfera adecuada: el ambiente debe ser relajado y los niños estarán sentados formando una U.

3) Durante el relato es importante que la mirada del narrador se pose en los distintos oyentes, abriendo los ojos desmesuradamente, cuando la narración lo requiera, entrecerrándolos en otras ocasiones, sonriendo, etc. Es decir, exagerando la expresión emocional del contenido afectivo del cuento.

4) El tono de la voz debe ser moderado: se modulará la entonación de acuerdo con el contenido de la narración: cuando se interprete al narrador, la voz deberá ser natural. La adjetivación que caracterice a personas, espacios, objetos, etc., ha de ser expresiva, repitiéndola en ocasiones, para que los niños se introduzcan más fácilmente en el contexto de la historia. El timbre de las voces correspondientes a los personajes que aparecen debe diferenciarse, relacionándolo con el papel que se le atribuyan: una niña, la bruja, el ogro, el príncipe, etc., pero sin exagerarlas.

5) Es conveniente establecer comparaciones positivas entre los personajes y los niños/as, sobre todo con aquellos que estén más distraídos. Por ejemplo «tenía el cabello muy rubio como …», etc.

6) Los cuentos deben empezarse y terminarse siempre con las mismas fórmulas rituales, con el fin de crear un clima envuelto en la magia que requieren: «había una vez», «Erase una vez», «Colorín colorado», etc.

7) Antes de contar un cuento hay que aprendérselo: si el cuento no es leído, (en este caso antes habrá que conocerlo bien) es importante no dudar de lo que pasa durante el relato, ya que eso fomenta el desinterés y la decepción del niño/a. Tampoco se puede inventar, sobre todo en los cuentos conocidos puesto que los niños/as irán corrigiendo de acuerdo a la versión que ellos han oído otras veces. Si se cambia alguna cosa del cuento debe ser por un objetivo. Sara Bryant(El arte de contar cuentos) reclama que el cuento debe ser narrado, interpretado o recreado por el narrador en el cuando lo cuenta, nunca directamente leído. Resurge así la figura tradicional del Cuentacuentos.

8) Las fórmulas rimadas o las canciones han de decirse o cantarse siempre exactamente igual, muy despacio e invitando a los niños a corearlas, para que puedan ir memorizándolas.

9) Hay que hacerles partícipes de la onomatopeyas que aparecen el cuento.

10) Es importante contestar, brevemente, las preguntas que surgen entre los niños/as durante la narración del cuento.

11) A efectos de aproximación al lenguaje escrito, con niños a partir de 4 años, es útil seleccionar cuentos donde esté escrito el texto, siempre en un lenguaje sencillo, e irlo leyendo. El objetivo es que los niños se familiaricen con las características propias del lenguaje escrito. Según Monfort (1992), si el maestro/a es capaz de leer con la entonación debida, con los gestos y mímica facial adecuados, señalando las ilustraciones cuando sea necesario y contestando a las preguntas de los niños, puede conseguirse una perfecta comprensión e interés por parte de sus alumnos, al mismo tiempo que les introduce en el tipo de lenguaje que caracteriza a los textos escritos.

4.- Géneros de cuento.

Existen muchos tipos de cuentos, y muchos criterios de clasificación, que pueden ser utilizados con gran variedad de intenciones educativas. Algunas clasificaciones incluyen categorías como populares, de la tradición oral, humorísticos, moralizantes, etc

Seguiremos aquí una de las clasificaciones más sencillas, propuesta por Ana Pelegrin.

Cuentos de formula.

Se caracterizan no por lo que cuentan sino por la exacta estructura que hay que seguir al contarlos.

a) Cuentos mínimos: Comienzan con una frase en la que se enuncia un el personaje y su acción, cerrándose en la siguiente frase que opera como conclusión, o desbaratamiento de la continuidad del relato.

Este es el cuento / del gallo pelao / que nuca se acaba / y ya se ha acabao

b) Cuentos de nunca acabar

A partir de un información elemental concluyen en una pregunta; sea cual sea la repuesta se vuelve al principio.

Este era un gato, /que tenía los pies de trapo /y la cabeza al revés /¿quieres que te lo cuente otra vez?

c) Acumulativos y de encadenamiento

Están vinculados a estructuras rítmicas (ritmo, rima, encadenamiento, repetición) : Don pepito el verdulero, El gallo Kiriko

Don Pepito el verdulero / se cayó en un sombrero/ el sombrero era de paja / se cayó en una caja/

la caja era de cartón / se cayó en un cajón / el cajón era de pino / se cayó en un pepino /

el pepino maduró / Don Pepito se salvó

Cuentos de animales

Los protagonistas son animales que actúan como si fueran personas. Los animales suelen tipificar un rasgo del carácter: el zorro, la astucia; el lobo, la maldad; el cordero, la inocencia….

Su estructura suele ser de una gran simplicidad, siendo por ello especialmente adecuados para los más pequeños. Les permiten además amplio margen de participación en la narración.

Excelentes colecciones recopilados y/o reescritos por A.R. Almodovar. (Los cuentos de la media lunita y cuentos a la luz de la lumbre. Además, los clásicos : Los tres cerditos, El patito feo, La ratita presumida, Ricitos de oro….

Cuentos maravillosos. Cuentos de hadas.

Su estructura es más compleja. Los personajes, están netamente diferenciados: héroe, agresor, princesa, mago, hada, bruja, ogro, traidores, colaboradores. (Polémica sobre los valores negativos).

Aunque su estructura interna puedes variar, a menudo presenta este esquema:

1º La fechoría inicial.

2º Las acciones del héroe

3º El desenlace feliz, reestablecimiento del orden.

Ejemplos. : Cenicienta, Blancanieves, La bella durmiente, El gato con botas, Pulgarcito

Esta clasificación ignora una diferenciación imprtante: la que distingue entre cuentos tradicionales, transmitidos por tradicción oral y cuentos actuales – dentro de lo que podríamos llamar lieteratura para niños – que, independientemente de si utilizan o no f´rmulas tradicioanles – están escritos en un lenguaje más actual y dese y para un contexto actual.

Unos y otros presentarán potencialidades educativas diferentes y a menudo complementarias.

5.- Criterios de selección (y utilización) de cuentos.

Los cuentos a utilizar en general dependerán de la edad de los niños, de sus intereses y capacidad de comprensión, pero sobre todo de las intenciones educativas del maestro o maestra.

4.1.- Selección

A) Aspectos generales

Clásicos o actuales: Los clásicos aportan las ventajas anotadas por Bettelheim referida a los cuentos maravillosos: “Los cuentos de hadas son únicos y no sólo por su forma literaria, sino también como obras de arte totalmente comprensibles para el niño, cosa que ninguna otra forma de arte es capaz de conseguir. Por otra parte, el paso boca a boca durante milenios le da al cuento clásico una estructura narrativa ideal, adaptada a la mente infantil, cosa que muy pocos cuentos actuales consiguen.

Los cuentos clásicos sirven para que los niños comprendan algunos aspectos de la realidad en la misma medida que los libros sagrados para las civilizaciones antiguas (Biblia).

Sin embargo hemos de reconocer que se pueden hay escritos cuentos actuales que también reúnen excelentes cualidades: estimulan la imaginación, dan solución a comflictos internos o problemas existenciales de los niños y tienen un final feliz (con formulas clasicas – colorin colorado, comieron perdices) que proporcionan el alivio necesario.

¿Cuanta fantasía? Decía Ortega que el niño necesita “hormonas psíquicas”, y la fantasía se las suministra en abundancia sin miedo a la sobredosis. No hay que tener miedo a la fantasía, pues no es lo irreal lo que atormenta, sino lo real inalcanzable. (Jesualdo). Y Rodari añade: “Pienso que Newton hizo sus descubrimientos por que tenía una mente abierta en todas direcciones, capaz de imaginar cosas desconocidas. Tenía una gran fantasía y sabía usarla.”

Hasta que edad. Bryant y otros señalan cómo los adolescentes reclaman escuchar cuentos. Por supuesto en toda la etapa de infantil y primaria.

Cuanto tiempo El cuento es por definición una narración breve y es además la conversación más larga que se puede mantener con un niño. (Cervera).

No hay un tiempo prudencial. Depende de dos factores que se relacionan: atención e interés. Estod dependen además del contenido del propio cuento y de la habilidad del narrador.

¿Explicamos los contenidos? Lage cita a Savater : “La mitad del arte de narrar consiste en mantener la historia que se produce libre de explicaciones. El narrador, que no es un simple lector, deberá ajustar su exposición para que sea entendible de forma autónoma por los propios niños. “Las interpretaciones de los adultos, por muy correctas que sean, privan al niño de la oportunidad de descubrir por si mismo los contenidos ocultos; además es desagradable hacer consciente lo que alguien desea mantener en el preconsciente.” (Bettelheim).

Esto es especialmente aplicable para garantizar la función principal de los cuentos de hadas. En general advertiremos que no aportar interpretaciones no niega el trabajo derivado de la narración de cuentos. Por ejemplo, escenificar permite dar vida y vivencia a los personajes. También es conveniente hacer advertencias previas anticipadoras : “este cuento es de risa”.

¿Cuidado con el miedo?

– El miedo es inherente al ser humano.

– El niño necesita externalizar sus miedos

– Más que del cuento, el miedo depende de la actitud del narrador y del modo de narrar.

Es benéfico que el niño vea proyectados, en forma de ficción literaria, sus propios temores o angustias, pues los efectos de lo fantástico están más en función de una atmósfera dada, que de los aparentes temas explícitos . No es lo mismo contar Caperucita en tono serio que en un clima de humor.

El vocabulario. No es necesariom que el niño conozca previamente todas las palabras. Las palabras desconocidas actúan como varitas mágicas capaces de transformar en maravillosa la realidad más mostrenca (Carmen Riera en CLIJ). Del mismo modo que se retarda la maduración de un niño hablándole en lenguaje bebe, también lo empobrecemos ofreciendole temas cuyo vocabulario ya maneja por sí mismo. El cuento permite al niño una inmersión en el lenguaje en el que las palabras. “Deja que te envuelvan las palabras cómo la música”. (Dahl).

B) Criterios específicos

1.- Por edades

a) Para niños de tres años, los más indicados son los cuentos de fórmula cuentos mínimos, cuentos de nunca acabar, cuentos acumulativos y de encadenamiento. También los cuentos de animales comienzan a interesarles mucho.

b) Para los niños de 4 años, además de los cuentos de fórmula, los más idóneos van a ser los cuentos de animales: animales salvajes, animales salvajes y domésticos, Los tres cerditos, etc., animales salvajes con los humanos (Caperucita Roja, etc.), animales domésticos (La ratita presumida, El patito feo, etc.)

c) Para los niños de cinco años, además de los cuentos de fórmula y los de animales, los más adecuados van a ser los maravillosos: cuentos mágicos (El flautista de Hamelín, etc.), adversarios sobrenaturales (Blancanieves, etc.), tareas sobrehumanas (La casita de chocolate, etc.), protectores y ayudantes (La Cenicienta, etc.), objetos mágicos (Pulgarcito, etc.).

También les interesa en estas edades los cuentos que tratan de temas humanos.

2.- Los intereses de los niños. Los cuentos deben adaptarse a los intereses de los niños/as, por ello, a la hora de seleccionarlos también debemos de tener en cuenta:

– El entorno en el que vivan: rural o urbano

– La época del año: estaciones, fiestas (Navidad, carnavales, etc.).

– Las vivencias o acontecimientos recientes que han suscitado su interés.

3.- La conexión con los objetivos de la Unidad Didáctica que se esté trabajando. Otro criterio para seleccionar los cuentos es el grado de conveniencia o adecuación para el trabajo de los objetivos didácticos del Centro de Interés o Unidad Didáctica que se esté trabajando en el aula.

4.2.- Criterios de utilización de los cuentos.

En general, podemos decir que, debido a las ventajas del cuento como recurso didáctico, éste debe formar parte de la programación, sino diaria, al menos semanal. Cuando existe la necesidad de estimular el desarrollo linguístico de los niños va a ser importante contar con este recurso didáctico con una mayor frecuencia. Algunas pautas básicas para su utilización van a ser:

– Conocer y saber seleccionar, tanto las retahílas, poemas y cuentos de tradición oral, como aquellos cuentos o libros infantiles creados recientemente.

– Preparar cuidadosamente las narraciones y recitaciones para ofrecer al niño un lenguaje de calidad.

– Estimular el contacto de los niños con los libros, así cómo el diálogo y recreación en torno al lenguaje que éstos y la tradición oral le ofrecen .

– Preparar cuidadosamente las actividades de expresión oral, corporal, musical, plástica, etc. que pueden realizarse a partir del cuento.

6.- El cuento como recurso globalizador. El rincón de los cuentos.

En torno al cuento se pueden diseñar gran variedad de actividades, lo que le confiere un gran potencial como posible eje globalizador.

¿Cómo organizamos las actividades en torno a los cuentos?. Veremos distintas aplicaciones curriculares, estrategias y orientaciones para el desarrollo de actividades en relación a la narración de cuentos:

Algunos modelos organizativos programan “la hora del cuento” – o el cuarto de hora del cuento – siendo así el cuento un eje de programación. Además se puede organizar un “rincón del cuento” que educación infantil puede coincidr con el concepto de Bibloteca de Aula. De todo ello nos ocupamos a continuación.

A.- ACTIVIDADES A REALIZAR TRAS LA NARRACION DEL CUENTO.

El maestro/a después de leer el cuento, y teniendo en cuenta la edad de los niños y las características del cuento narrado, realizará actividades con los siguientes objetivos:

– Que tiendan a verificar la comprensión del texto.

– Que fomenten la expresión oral, favoreciendo la adquisición y desarrollo del sistema fonológico de su lengua, así como la ampliación del léxico y de estructuras morfosintácticas diversas, el hábito de escucha y el diálogo participativo.

– Que conecten la Literatura y la vida cotidiana del niño a través de la relación entre personajes, objetos, olores, sabores, etc., que el cuento les ofrece y el entorno inmediato del niño.

– Que permitan a los niños narrar los cuentos oídos y crear otros basándose en personajes, situaciones, acciones, etc., de aquellos.

– Que conecten el código oral con otros códigos comunicativos: la expresión plástica, musical, y dramática y el código escrito.

Entre las múltiples actividades que pueden realizarse a partir del cuento, las mas idóneas son aquellas que tienen como objetivo trabajar el desarrollo de determinados procesos como la memoria, la creatividad y la imaginación, así como determinadas formas de comunicación y representación como, el lenguaje oral, la expresión dramática, plástica y musical, fundamentalmente.

A continuación proponemos una serie de actividades que responden a estos objetivos.

Cuando un cuento gusta a los niños disfrutan profundizando en él, y se resisten a abandonarlo. Suelen querer aclarar algunos aspectos que no han sabido interpretar y recrearse en determinados personajes o secuencias que les han llamado la atención.

A partir de ese interés el maestro/a puede dedicarse a jugar con la estructura del texto, con las imágenes que evoca, con el vocabulario, con las emociones que transmite, etc. Algunas sugerencias que nos hace Romea Castro (1992), y otros autores, son:

a)Recordar el nombre de los personajes y caracterizar a cada uno con adjetivos que en principio serán dicotómicos.

b) Describir sus vestimentas: ropa que llevan, nombre de las prendas, color, etc.

c) Describir y/o explicar su actuación: son delicados o rudos, son reales o fantásticos. Tienen la voz fina o gruesa. Es importante caracterizar a cada uno, distinguiéndolo de los demás para darle su propia personalidad.

d) Recordar lo que dicen: suelen fijarse en la frase más relevante o en la idea más importante de la historia.

e) Denominar los espacio que aparecen: en una casa, en una cueva, en un castillo, en un palacio, en la rama de un árbol, etc.

f) Deducir formas de vida: son ricos, tienen mucho dinero, tienen tierras, tienen ganado, tienen una granja, etc.

g) Distinguir y ordenar la presentación el nudo y el desenlace (esto va a requerir una gran ayuda por parte del maestro/a, sobre todo con los más pequeños).

h) El maestro/a puede parar de vez en cuando para que los niños completen la frase o digan la frase siguiente, pudiendo hacer predicciones acerca de lo que va a ocurrir, o introducir variantes en el relato, etc. ) Pedir que repitan en eco ciertas expresiones, gritos, rimas, etc. ) Pedir a los niños que jueguen con distintas inflexiones de voz en los diálogos.

k) Pedir a los niños que hagan los ruidos de fondo (animales, viento, lluvia, etc.).

l) Contar de forma equivocada los cuentos que ellos ya conocen bien y pedir a los niños que griten la equivocación. Una variante puede ser que a partir de una equivocación inicial ellos continúen contando (inventando) el cuento, o, también, que ellos mismos cuenten un cuento equivocándose, inventar cuentos a partir de varias palabras dadas, etc.

m) Los cuentos pueden leerse “por entregas”, pidiendo cada día a un niño o al grupo que resuma lo del día anterior, o estimular el recuerdo a través de preguntas (esta actividad va a favorecer el desarrollo de la memoria).

B.- ACTIVIDADES PARA EL DESARROLLO DE DISTINTAS FORMAS DE COMUNICACION Y REPRESENTACION.

a) Elaboración de trabajos de expresión plástica: murales, maquetas de plastilina, dibujo libre con témpera, ceras, etc.

b) Animación de escenas del cuento: son especialmente indicadas para los más pequeños, y consisten en musicar determinadas escenas para las que se diseña un pequeño baile o secuencia rítmica de movimientos. Estas actividades son especialmente indicadas para el desarrollo de la expresión corporal y musical.

c) Dramatización del cuento: a veces puede ser interesante dramatizar

alguna secuencia que interese especialmente a los niños o al profesor, y otras se optará por organizar una dramatización más «en serio», para esto último damos las siguientes pautas:

– Identificación de los niños con los personajes: cada uno elige el que le parece más atractivo. Deben de saber el argumento de lo que dice y hace.

Hay que tener cuidado con los que son más inhibidos y no quieren participar, hay que procurar animarlos, ya que es fundamental que participen todos.

– Los actores se disfrazarán para la puesta en escena. En ocasiones bastará con cualquier elemento, por mínimo que sea, que permita la identificación con el personaje.

– Participación colectiva de los niños que no aparecen individualmente: nieva (papelitos blancos), llueve (palmetean dedos, manos, …), viento, ruido de animales, etc.

– El acompañamiento con música o efectos sonoros, produce un gran efecto, se bajará el volumen cuando participen los actores.

d) Dramatizar el cuento mediante sombras chinescas: puede hacerse de dos formas distintas:

– Una es muy parecida a la forma habitual de dramatizar: se cuelga una sábana del techo y que llegue hasta el suelo. La sala deberá estar a oscuras y proyectándose una luz intensa en la parte trasera de la pantalla. Entre la luz y la sábana se colocan los actores, que únicamente irán caracterizados con elementos que produzcan un relieve distinto al contorno de su cuerpo. La corona, el sombrero o la capa, por ejemplo, se percibirá sólo por su forma, siendo indiferente el color.

– Otra forma consiste en recortar cartulinas con la forma de los personajes (esto pueden hacerlo los propios niños, dibujando el maestro/a previamente el contorno de las figuras). En los pies se le colocará un alambre o soporte para manipularlos por la parte baja, tras la pantalla de sombras, que ahora debe ser más pequeña. Esta estará tensada mediante un marco a modo de bastidor y colocada vertical sobre una mesa (Romeu Castro, 1992).

C. ACTIVIDADES ESPECIFICAS PARA EL DESARROLLO DEL LENGUAJE.

A partir del cuento el niño va a incrementar su vocabulario, va a realizar actividades que le ayudan en la integración de su desarrollo fonológico, así como en la mejora de sus estructuras morfosintácticas.

1.- Actividades para el desarrollo de los aspectos semánticos, morfosintácticos, y fonológicos del lenguaje. A través del cuento los niños/as aumentan su vocabulario. Para reforzar este aspecto, pueden realizarse juegos semánticos, como las adivinanzas, en los que se estimule la capacidad de observación y deducción.

También puede reforzarse la articulación o la discriminación de fonemas a partir de trabalenguas, rimas u onomatopeyas relacionados con el cuento.

A lo largo de la narración se habrán ido elaborando distintos tipos de frases: aseverativas, afirmativas, negativas, interrogativas, exclamativas, etc., estimulándose así el desarrollo de la organización morfosintáctica.

2.- Actividades para el desarrollo de la organización del discurso (aspectos pragmáticos). El cuento está especialmente indicado para el trabajo de un aspecto del lenguaje, esto es, la organización del discurso.

Organizar el discurso supone combinar frases para expresar ideas. Esto requiere la coordinación de numerosos mecanismos cognitivos y lingüísticos.

Los niños en la etapa de Educación Infantil tienen muchas dificultades para organizar el discurso de forma adecuada, debido a sus limitaciones cognitivas. El egocentrismo, sincretismo y la yuxtaposición son rasgos de su pensamiento descritos por Piaget que explican estas dificultades.

No obstante, los niños/as pasan por distintas etapas en la organización del discurso, esto puede observarse en sus propios relatos a partir de cuentos que se les han narrado.

A pesar de que la maduración de sus estructuras lingüísticas y cognitivas en general son un factor fundamental en este progreso, éste puede acelerarse con la practica en tareas de este tipo. Por lo tanto, trabajar con los niños/as la memorización y reproducción de cuentos y la realización de distintas actividades tendentes a facilitar la estructuración espacio-temporal, la memorización y la utilización de nexos, etc., que le ayuden en la organización de sus ideas, así como en la expresión de las mismas, va a tener una gran importancia para su desarrollo lingüístico, y en concreto, para la organización del discurso.

A continuación exponemos algunas actividades que tienen como objetivo fundamental favorecer la organización del discurso.

a) Series lógicas o historietas. Monfort (1992) destaca como las dificultades del niño para organizar el discurso se sitúan fundamentalmente en la capacidad de tener en cuenta al interlocutor y en la estructuración cronológica de las acciones o secuencias del relato.

Este autor ha diseñado una serie de actividades basadas en la idea de que existe un paralelismo entre la narración oral y la narración gráfica. Por tanto intenta aprovechar esa relación para influir en la narración oral a través del «cómic» gráfico.

Este tipo de actividades consisten en historietas representadas en varios dibujos que hay que ordenar en función del desarrollo cronológico de la historia.

Estos ejercicios permiten:

– Una estructuración mental del tiempo.

– Una estructuración espacial orientada de izquierda a derecha.

– Una estructuración cronológica de un discurso, cuando se pide al niño que cuente la historia que ha construido. Primero con la ayuda de los dibujos y luego de memoria.

Además del trabajo de la organización cronológica del discurso y de los nexos, pueden trabajarse con este tipo de actividad las flexiones (desarrollo morfonsintáctico): una vez construida la serie lógica, se le hacen preguntas al niño con el objetivo de estimular una formulación verbal que implique la utilización de la noción de: tiempo pasado, presente, futuro y condicional. En relación con la utilización de flexiones verbales ligadas al tiempo están también los nexos «antes que», <(antes de», «después que», «después de».

b) Aplicación de la serie lógica al discurso espontáneo del niño. El objetivo

aquí es acostumbrar poco a poco al niño a introducir un orden cronológico en su discurso narrativo con la finalidad de que resulte más claro para los demás. La actividad tendría los siguientes pasos:

– Narrar el cuento.

– Pedir a los niños que nos lo cuenten, recopilar todas las ideas, los detalles visuales, de colorido, etc., que los niños aportan. Secuenciar la historia con idea de representarla plásticamente a continuación.

– Dividir la clase en distintos grupos y pedir a cada uno que elija una de las secuencias planteadas durante la discusión.

– Cada grupo realizará en un mural grande un dibujo de su secuencia.

– Por último, uniremos los distintos murales y los niños tendrán que ir contando la historia, primero con el apoyo de los dibujos y después sin ellos.

– El paso siguiente sería que a partir de la narración de una historia ellos mismos determinaran las secuencias en que ésta pudiera representarse y dibujarlas a continuación. No obstante este paso va a resultar muy difícil de realizar para niños de Educación Infantil, para facilitarles la actividad, podemos ayudarles haciéndoles preguntas como: ¿donde ocurrió la acción?, ¿quiénes participaron?, ¿qué es lo que pasó?, ¿qué pasó después?.

La biblioteca de aula o rincón del cuento

En el aula de Educación Infantil no debe faltar una biblioteca que familiarice a los niños con los libros, con la lectura de imágenes, etc. A continuación proponemos dos aspectos que consideramos básicos a la hora de organizar la biblioteca del aula: su ubicación y acondicionamiento y, por otra parte, su funcionalidad.

A.- CONDICIONES ESPACIALES Y MATERIALES DE LA BIBLIOTECA DEL AULA. A la hora de organizar los espacios de la clase es interesante pensar en un rincón tranquilo y atractivo donde colocar los libros. Este rincón dedicado a la biblioteca debe tener condiciones muy específicas:

– Claridad. Espacio

– Alfombra o moqueta para sentarse los niños en torno al profesor. Cojines… – Estanterías al alcance de los niños.

– Ficheros cuyas fichas ordenadas den cuenta de la bibliografía. – Lugares para colocar revistas infantiles.

Los libros en las estanterías deben colocarse respondiendo a un orden determinado. Pueden clasificarse atendiendo a distintos criterios: libros sobre la naturaleza, libros sobre temas artísticos, libros de cuentos, revistas, etc. Todo el material puesto al alcance de los niños será bien resistente, de tapas duras sobre todo si se trata de niños de tres años, muy ilustrado, con poco texto ninguno, el cual debe ir aumentando a medida que el niño pasa de los 5 años.

El maestro/a deberá dar indicaciones a los niños sobre el trato y manejo de los libros: cómo se pasan las hojas, como se recogen los libros y se colocan en las estanterías.

B.- COMO UTILIZAR LA BIBLIOTECA.

La biblioteca debe ser un lugar tranquilo donde los niños puedan acudir, libremente, en el tiempo no dirigido, para “leer” libros, recordar algún cuento, interpretar imágenes, hacer puzzles, escribir con pictogramas, jugar con letras de madera, etc. A continuación citamos algunas de las actividades más idóneas para llevar a cabo en la biblioteca:

– Lectura de libros: será el lugar preferente donde se cuenten cuentos. Para aprovechar el espacio del aula, es conveniente que este rincón esté situado en la alfombra que se utiliza para la reuniones de gran grupo. A la hora del cuento, el maestro se sentará con los niños en la alfombra y contará o leerá algún cuento. También, como hemos comentado pueden acudir los niños solos para mirar las imágenes de los cuentos, recordar aquellos que ya conocen, etc.

– Consulta de libros para la búsqueda de información: en los proyectos de trabajo, en las pequeñas investigaciones, o en general en el trabajo de cualquier centro de interés es muy interesante que los propios alumnos/as, con la ayuda del maestro/a, se acostumbre a buscar información en los libros.

Para ello en la biblioteca siempre debe haber libros apropiados que puedan satisfacer esta necesidad (libros sobre distintos aspectos del medio natural: las plantas, los animales, los minerales, las estaciones…; libros sobre el medio social: la vivienda, la calle, los oficios, la familia, los vestidos, etc.).

– Presentación de láminas: la observación colectiva de láminas, con motivo de algún centro de interés, siempre es una actividad de gran riqueza para el desarrollo del lenguaje, de la capacidad de observación, de asociación, etc., además de servir para la adquisición de conocimientos sobre el medio natural y/o social.

– Ejercicios de lenguaje: este rincón es el más apropiado para realizar actividades para la estimulación del lenguaje oral.

– Actividades de aproximación al lenguaje escrito: puzzles de letras, escritura con pictogramas, etc.

7.- Conclusiones

Bibliografía:

– Bryant, Sara C. El arte de contar cuentos. Ed Itsmo. Barcelona 1985

– Rodari, Giani. Gramática de la fantasía. Argos Vergara. Barcelona, 1984

– Bettelheim, Bruno. Gramática de la fantasía. Crítica. Barcelona, 1986

– Cervera, Juan. Teoría de la Literatura Infantil. Mensajero. Bilbao, 1991

– Pelegrín, Ana. La aventura de oir. Cincel. Madrid, 11982

– R. Almodóvar, A. Cuentos al amor de la lumbre. Anaya. Madrid, 1986

Bravo Villasante, C. Historia de la Literatura Infantil Española. Escuela Española, 1979

Artículos de De la revista CLIJ nº 62 (1993)

Arte y oficio de contar, de J.J. Lage

– El cuentacuentos (A propósito de El hablador, de Vargas Llosa) de E. Barcia Mendo

Lo que enseñan los cuentos, de. Savater

Revista Infancia

Cuentame un cuento. Del seminario de Infantil del CPR de Jaraíz de la Vera (1995)

Salir de la versión móvil