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Tema 64 Unidades de convivencia: concepto, tipología y dinámica. Proyecto, eje metodológico de intervención en unidades de convivencia. La programación y sus elementos. La descripción de las técnicas específicas de intervención familiar. Su evaluación.

UNIDADES DE CONVIVENCIA:

CONCEPTO

TIPOLOGÍA

DINÁMICA

PROYECTO, EJE METODOLÓGICO DE INTERVENCIÓN EN UNIDADES DE CONVIVENCIA.

LA PROGRAMACIÓN Y SUS ELEMENTOS.

LA DESCRIPCION DE LAS TECNICAS ESPECIFICAS DE INTERVENCIÓN FAMILIAR.

SU EVALUACIÓN

INTRODUCCIÓN .

La sociedad se articula familiarmente. Hay tantos tipos de familias como identidades social y cultural mente constituidas.

La familia no es una entidad de la que se pueda decir a priori que esté acabada a través de una forma más o menos definida, ni sus funciones parece que puedan establecerse de una vez por todas, ni un presunto proceso lineal de diferenciación funcional, por el contrario, se vislumbra como una realidad plural y dinámica, en constante evolución, productora de cambios pero también tributaria de los mismos.

La familia es un escenario de socialización cuyo papel y funciones no es posible entenderlo en claves exclusivamente privadas, sino, por el contrario, en claves públicas y en constante interacción de sus miembros con los fenómenos demográficos, culturales, políticos y económicos. La familia española posee un papel central en los procesos de cambio social, no pudiendo entenderse muchas de sus manifestaciones más que en clave familiar. La familia sigue poseyendo una gran influencia sobre la realidad social moderna.

Con independencia de las funciones de apoyo emocional que la familia presta al individuo y que comparte con otras agencias institucionales, existen funciones prestadas en exclusiva por la familia que tienen unos efectos sociales lo suficientemente relevantes como para atribuirles un papel central en los procesos de reproducción social y cuyas repercusiones sociales resultan estratégicas. Esta función no es otra que la de socializar a sus miembros determinando su mejor integración social.

Los intentos realizados por el Estado de Bienestar para corregir las desigualdades, luchar contra la pobreza, ofrecer asistencia a los marginados y universalizar la educación y la cultura suelen quedar matizados frecuentemente por el tejido familiar. Como afirma Coleman, las políticas educativas pueden fracasar por la falta de cooperación prestada por las familias, cuyo nivel de competencia intelectual incide, en buena medida, en el éxito escolar y profesional de los menores, a pesar del papel modulador que ejerce la calidad del sistema educativo y los recursos en él invertidos.

CONCEPTO:

La denominada de “familia”, por unos como “Unidad Básica de Convivencia”, como “Institución Social” por otros, viene a coincidir en los elementos que la definen, por esta razón. y por coincidencia con la mayor parte de los autores consultados, a lo largo del desarrollo de este tema, vamos a referimos a ella con el término genérico de familia.

Es difícil establecer un concepto de familia, incluso cuando lo usamos vulgarmente lo hacemos con diversas acepciones. Nuestro ordenamiento jurídico no establece una definición explícita de familia, si bien jurídicamente podemos decir que se trata de un “unidad social formada por un grupo de individuos ligados entre ellos por relaciones de matrimonio, parentesco o afinidad”, A efectos censales se define como “el grupo de personas vinculadas generalmente por parentesco, que hacen vida en común, ocupando normalmente la totalidad de una vivienda”.

Desde perspectivas históricas parece demostrado que la familia posee raíces naturales: “la familia, fundada en la unión más o menos duradera, pero socialmente aprobada, de un hombre y una mujer que forman un hogar, que procrean y crían hijos estaría presente en todas las sociedades” (Lévi-Strauss).

La familia tiene una naturaleza dula, por un lado tiene una función biológica y por otro. tiene un cometido socio-cultural, es decir. “sin familias no habría sociedad, pero tampoco habría familias si no existiera ya una sociedad” (Lévi-Strauss).

En otro sentido, también debemos distinguir entre dos términos que con frecuencia se contunden: “familia” y “hogar”. La primera, “acoge una red de relaciones mucho más extensa y sutil que las limitadas al círculo del hogar… la familia es una continuidad simbólica que trasciende a cada individuo ya cada generación, que engarza el tiempo pasado y el tiempo futuro”, “Los hogares son acotaciones del espacio y del tiempo… a diferencia de la familia, el hogar tiene una función económica… cada hogar es un pequeño taller en el que se produce el primero de los bienes -la vida- y la mayor parte

de los servicios que cada individuo recibe a lo largo de su propio ciclo vital”, (Durán, MB Ángeles). ”

Diferentes sociólogos coinciden al considerar la familia como institución social que se desarrolla formalmente en todas las culturas, teniendo en cuenta la complejidad y diversidad al presentarse bajo múltiples y cambiantes formas, en cuanto a estructuras y funciones, según el tipo de sociedad.

Lo que distingue a la Familia de otras instituciones sociales son sus funciones únicas. la calidad de la lealtad entre sus miembros y el clima de sentimientos que existe en ella. (Steven Prester)

La estructura familiar es el conjunto invisible de demandas funcionales que organiza los modos en que los miembros de la familia interactúan” (M3 José Escartín Caparrós).

Desde el modelo sistémico, se define ala familia como “un conjunto organizado de manera estable y estrecha, en función de necesidades básicas, con una historia y un código propios que le confieren singularidad; un sistema en el cual la cualidad emergente excede la suma de las individualidades que la constituyen, para adquirir aquellas características que le son específicas.

La Familia además de tener una estructura compuesta por los roles y funciones de cada

uno de sus componentes, puede contemplares como proceso. Como tal proceso, la familia evoluciona con el tiempo, a medida que se desarrollan y evolucionan sus miembros, presentando en cada momento del proceso unos rasgos característicos, unas necesidades funcionales. unas tareas concretas, etc.

La Constitución de 1978. Nuevo concepto de la familia. El artículo 14 de la Constitución consagra el principio de igualdad “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza. sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, La proclamación de este principio afecta ala institución matrimonial y familiar cambiando totalmente la situación de la mujer y de los hijos en ambas instituciones. Los cónyuges son iguales ante la ley.

El artículo 32 de la Constitución establece que: “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio en plena igualdad jurídica”. La vigente Constitución Española elabora un nuevo concepto de familia inspirado por los derechos fundamentales de libertad e igualdad que afectan especialmente a la mujer ya los hijos.

El artículo 32 de la Constitución continúa diciendo: “La Ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos”. Con este artículo se introduce la posibilidad de disolución del vínculo y por tanto de contraer nuevo matrimonio.

Del mismo modo los hijos no pueden ser discriminados por razón de nacimiento. El artículo 39 de la Constitución dice: ‘”Los poderes públicos aseguran la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil”.

La Constitución también garantiza la protección de la familia. Como fundamento de los principios rectores de la política social y. económica aparece en la Constitución la regulación de la familia, separada de la del matrimonio. El artículo 39.1 determina que: “Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia”. La fórmula recogida por nuestra Constitución, acoge el espíritu del Carta Social Europea de 18 de octubre de 1961 que considera que la familia, como elemento esencial de la sociedad, tiene derecho a una protección social jurídica y económica adecuada para lograr su pleno desarrollo.

La familia a la que se refiere nuestra Carta Magna, como núcleo de relaciones personales y afectivas, alberga múltiples formas de convivencia que ya no son sólo las matrimoniales y que alcanzan a todo grupo humano que convive establemente, con derecho todas ellas a protección que la Constitución garantiza y al respeto ala dignidad e igualdad de todos sus miembros. La familia en el momento actual es una institución sujeta a múltiples transformaciones. Las nuevas técnicas de reproducción asistida y los futuros avances tecnológicos en este campo plantean nuevos supuestos de filiación y relaciones familiares que cambian los presupuestos sobre los que se basaba la institución familiar tradicionalmente. Por otra parte el aumento de uniones de hecho con proyección externa y reconocidas socialmente alumbran nuevas formas de convivencia, hasta hace poco inéditas, que son acogidas por el derecho y que tienen efectos jurídicos.

TIPOLOGÍA:

Las familias pueden clasificarse de múltiples formas Una primera gran división, distingue la familia extensa de la nuclear. A este último tipo se refiere básicamente nuestro Código Civil que considera que en su círculo sólo entran el padre, la madre y los hijos que viven con ellos. Actualmente, es el tipo de familia más extendido en España. En cambio, el tipo extenso agrupa varios núcleos familiares, conviven varias generaciones.

Desde otro punto de vista, podemos hablar de familia tradicional y familia moderna. No hay una correspondencia entre familia tradicional-extensa y familia moderna-nuclear .

La familia tradicional se caracteriza en primer lugar, desde el punto de vista de las funciones de los miembros, por la existencia de una estricta diferenciación de funciones basadas en el sexo y edad de sus miembros: dependencia de los niños, jóvenes, mujeres; relaciones conyugales de dominio y obediencia, respectivamente; se condena y prohíbe el divorcio, la anticoncepción, el aborto, etc. En segundo lugar, si atendemos a la autoridad familiar, existe una preeminencia de la autoridad del padre sobre los hijos y del marido sobre la mujer. Finalmente, otro de los rasgos fundamentales de este tipo es que el matrimonio se decide más por las normas sociales que por afecto.

En la familia moderna, en cambio, los roles familiares son más flexibles, la autoridad paterna y marital se debilitan y se va produciendo una relación de igualdad. Otra característica, que constituye uno de los rasgos básicos de este tipo de familia, se refiere a la decisión del matrimonio que es más libre y se fundamenta en una relación más viva y amorosa. La domesticidad es el término clave para definir la familia moderna y en ello está incluido el afecto como guía de la elección conyugal, la privacidad y la estrecha vinculación afectiva entre padres e hijos. Los cambios de la familia moderna también alcanzan a la vida de la infancia y la juventud: aumentan sus derechos, así como la importancia de la socialización paralela: guardería, escuela, TV, etc. ,

La familia moderna puede adoptar diversas modalidades, desde algunas cercanas al tipo tradicional hasta las llamadas familias de doble carrera (dual career family) que son una forma de organización que trata de superar la tradicional discriminación entre sexos. La pareja comparte las tareas domésticas y las de proveedor de los medios económicos. El trabajo fuera del hogar ya no es una actividad accesoria para la mujer y complementaria para las necesidades económicas de la familia, sino una actividad profesional equiparable a la del marido. (Julio Iglesia de Ussel).

Otros tipos de familia serían: la familias agregadas: la pareja que vive junta pero sin haber formalizado el matrimonio. La familia monoparental: convivencia de un solo miembro de la pareja -varón o mujer- con hijos no emancipados. Hogares monofiliales: hijos adultos que cuidan y mantienen a los padres longevos.

Desde el modelo sistémico, podemos distinguir los tipos familiares siguientes:

Familias Multiproblemáticas: en las que la discusión e intercambio de información son escasos, predominando los monólogos y la dificultad de llegar a conclusiones. Con bajo nivel de instrucción. Las tensiones se intentan resolver con la acción y no con la reflexión.

Familias Caóticas: las reglas cambian constantemente, con tendencia a la transformación (con miembros delincuentes, toxicómanos)

Familias Rígidas: con reglas estables, nunca cambian, son familias con miembros psicóticos o anoréxicos.

Familias Reconstruidas: separación con posterior nueva relación en cada uno de los cónyuges.

El hogar, a veces registrado como vivienda, suele recoger estadísticamente un grupo residencial que puede albergar desde la unidad, es decir, una sola persona, a la reunión de dos o más personas sea o no de parentesco el vínculo que exista entre ellas; se reservaría el concepto familia exclusivamente, para aquellos núcleos que mantienen relaciones de parentesco.

El tipo “hogares por tipos” podríamos clasificarlo de la siguiente manera, siguiendo el cuadro elaborado en el “Informe de la situación de la familia en España” realizado por el Ministerio de Asuntos Sociales en el año 1995: (Fuente: Solsona y Treviño (1990), Estructuras Familiares en España.)

– Matrimonios sin hijos solteros sin otras personas.

– Matrimonios con hijos solteros sin otras personas.

– Padre solo con hijos solteros sin otras personas.

– Madre sola con hijos solteros sin otras personas.

– Matrimonios sin hijos solteros con otras personas.

– Matrimonios con hijos solteros con otras personas.

– Padre solo con hijos solteros con otras personas.

– Madre sola con hijos solteros con otras personas.

– Hogar en el que vive una persona sola.

– Dos o más personas que no forman núcleo familiar, tengan o no relación de parentesco entre ellas.

– Hogares en los que conviven dos o más núcleos familiares.

La denominación de “tipos de hogar” viene determinada por composición del hogar, considerando a los núcleos familiares por dos o más personas en virtud de lazos de matrimonio o filiación. La cohabitación se asimila a matrimonio y tanto los hogares externos como los múltiples se denominan, muy frecuentemente, hogares complejos. Conforme alas consideraciones antes expuestas, la denominación de los tipos de hogar, sería la siguiente:

    1. Unipersonal solitario: hogar en el que vive una persona sola.
    2. Sin núcleo: dos o más personas que no forman un núcleo familiar tengan o no relación de parentesco entre ellas.
    3. Uninuclear o nuclear simple: matrimonio sin hijos solteros, sin otras personas.
    4. Monoparental o nuclear monoparental: padre solo con hijos solteros, sin otras personas.
    5. Externo o nuclear externo: Matrimonio sin hijos solteros, son otras personas.
    6. Múltiple o plurinuclear: dos o más núcleos familiares que conviven en el hogar.

DINÁMICA:

Transformación de las relaciones intergeneracionales:

En primer lugar, las variaciones en el calendario de los acontecimientos que apuntan el proceso de construcción de las familias significan, en general, un desplazamiento en las edades a las que se inician y finalizan las distintas etapas del ciclo de vida familiar como consecuencia de una serie de cambios: a) el retraso en la edad media de ingreso al mercado de trabajo, con lo que la duración del período de formación se alarga aún más; b) la incorporación creciente de la mujer en la vida social en general y en la actividad laboral en particular; c) el retraso de la nupcialidad y de la reducción de la fecundidad; d) la mayor inestabilidad de la uniones y el aumento de la tasa de divorcio; y finalmente el alargamiento de la esperanza de vida, en especial para las mujeres que son las que se han beneficiado de mayores ganancias (pensiones de viudedad).

En segundo lugar, la multiplicación de las transacciones familiares supone que los ciclos familiares de las nuevas generaciones dejan de ser únicos y lineales (como lo fueron para las generaciones que vivieron en un contexto en el que el ciclo de la familia nuclear fue el predominante) porque se trucan, toman nuevos derroteros, e incluso inician varios ciclos a lo largo de la vida de un individuo, a medida que los acontecimientos que los apuntan (uniones. nacimientos de los hijos, etc.) dejan de seguir un orden secuencia! fijo.

Por último, la transformación de las relaciones intergeneracionales tanto dentro como fuera del hogar, y los cambios en las relaciones sociales que se establecen con el entorno más inmediato. pueden ser también vistas como una consecuencia de las tendencias demográficas. Así el alargamiento de la esperanza de vida favorece la corresidencia y coexistencia en un momento determinado de un número mayor de generaciones; la creciente movilidad de la población, la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y la reducción del número de hermanos. al reducir el número de parientes con los que establece relaciones sociales cotidianas, puede ser un impulso para el desarrollo de nuevas relaciones entre los miembros de una misma vecindad.

Se puede afirmar entonces, que lo novedoso en relación a la evolución de la familia española tiene que ver con el mantenimiento de las viejas formas familiares con una dinámica demográfica nueva.

La crisis económica ha podido frenar tendencias iniciadas de cambio en la morfología familiar al obstaculizar el surgimiento de otras formas familiares (hogares unipersonales, monoparentales, sin núcleo, etc.) que necesariamente gravarían las condiciones de vida. Las dificultades económicas han podido, por el contrario, reactivar las redes de parentesco articuladas en torno a las “tradicionales” formas familiares, adaptadas de esta manera alas necesidades imperantes del momento y transformadas, si no morfológicamente, sí en su contenido relacional.

Indicadores socio-familiares

Uno de los cambios en la mentalidad de los españoles es la mayor tolerancia de las relaciones prematrimoniales que lleva a un aumento de la cohabitación, siendo una de las causas de la caída de nupcialidad y del aumento de nacimientos de madre soltera.

Otro indicador de cambio es la tendencia a retrasar el matrimonio aunque actualmente a vuelto a disminuir la media de edad al contraer el primer matrimonio.

Nota característica de la familia moderna es la inestabilidad, registrando las separaciones y divorcios un rápido incremento desde 1981 (año de la promulgación de la ley de divorcio) hasta nuestros días, aunque sin llegar al nivel del resto de los países europeos, debido al menor grado de independencia económica en la mujer española respecto alas mujeres del resto de los países de la U.E., la influencia que ejerce el entorno cultural y las creencias religiosas.

El tamaño de la familia es otro indicador representativo, manifestándose una reducción de la población infantil en España, que está repercutiendo en el sistema educativo, en la sanidad y en otros servicios dedicados a la infancia en general.

En cuanto a la socialización o transmisión de valores y pautas de comportamiento, la familia nuclear urbana ha perdido parte de su funcionalidad respecto a la familia tradicional, que incluía a los abuelos, y fomentaba momentos de convivencia.

Indicadores socio-económicos

La fuente de ingresos de la familia ha pasado de ser responsabilidad del hombre, a ser compartida con la mujer aunque la diferencia en relación ala actividad y por sexo todavía son muy grandes.

Es importante el cambio de mentalidad de la mujer española en relación con el trabajo, considerándose como un bien deseable, especialmente por las mujeres que no trabajan. La vida de la familia tradicional está condicionada por el acceso de la mujer al mundo laboral, que generalmente asume también la sobrecarga de las tareas del hogar .

Al facilitar el trabajo nuevas relaciones sociales fuera del hogar, puede aumentar la conflictividad e inestabilidad familiar.

Esta nueva dinámica familiar va acompañada de un cambio cultural en los roles de hombre y mujer, promoviendo la acomodación de los componentes de la familia a la nueva realidad.

La Familia como Proceso

La Familia evoluciona con el tiempo, a medida que se desarrollan y evolucionan sus miembros. presentando un cada momento del proceso unos rasgos característicos, unas necesidades funcionales, unas tareas concretas, etc.

Para comprender mejor esta evolución familiar, es útil recurrir a la teoría de los ciclos

de vida en la dinámica familiar, cuyo origen se la debemos a Erikson.

  1. Noviazgo y matrimonio temprano: los lazos con la familia de origen todavía son muy fuertes e influyen en las decisiones, se intenta conseguir autonomía personal y desligarse de los padres a fin de formar una nueva familia. Es el momento en el que dos personas deciden vivir juntas y cada una aporta a la relación de pareja normas, valores, hábitos, puntos de vista que lleva introyectados de su propia familia de origen. Se trata de negociar nuevas reglas para vivir juntos, de forma independiente.
  2. Pareja con hijos pequeños: la diada marital deja paso a una triada o grupo, con el nacimiento de los hijos. La joven madre pierde su libertad e independencia, el nuevo padre puede sentirse excluido ante la nueva relación tan intensa madre-hijo.

Deban negociarse reglas, objetivos comunes, formas de educar a los hijos, etc.

  1. La familia con hijos adolescentes: los roles deben cambiar y hacerse más flexibles para permitir así al adolescente explorar y experimentar su nueva identidad, de manera que pueda conseguir independencia y madurez. A la vez deben mantener sus propios criterios para que el hijo adolescente encuentre sus propios límites y sus propias diferencias.
  2. Mitad de la vida o los esposos de nuevo solos: los hijos han dejado el hogar, y es también posible la pérdida real de los propios padres. Los problemas pueden surgir por viejos conflictos sin resolver en la pareja, que habían “aparcado” con la llegada de los hijos. Suele surgir el dilema de renegociar una nueva vida juntos o separados.
  3. Los últimos años de vida: el dilema estriba en mantener la independencia y la necesidad de depender cada vez más de los hijos. Sentimiento doloroso de pérdida de la juventud y de la adultez. y de temor ante el hecho de la pérdida paulatina de autonomía, así como el temor a la enfermedad y a la pérdida del otro por la muerte.

La Dinámica Interna de la Familia, análisis de roles.

En el Sistema Social de la Familia, como relación sistemática entre las posiciones de esposo-esposa, padre e hijo, madre e hijo, hermano, hermana, etc, se da una interrelación de roles. Los individuos asumen varios roles en tiempos diferentes y en ocasiones diferentes, así a lo largo del ciclo vital que antes veíamos, van cambiando en la familia funciones de cada miembro, que si bien, pueden estar claramente definidos y el padre hace de “padre”, la madre de “‘madre”, y los hijos de “hijos”… y entre hermanos, de “hermanos”, a lo largo de la historia familiar se pueden dar casos de conflictos de roles por la competencia entre ellos y por la falta de negociación de roles, influyendo también los límites entre los componentes de la unidad familiar, que sean más o menos rígidos y permitan la interferencia en la relación de roles.

Las relaciones matrimoniales están cambiando con la reducción de las barreras tradicionales de la igualdad en el empleo entre hombre y mujer. Los cambios sociales y las . de las funciones del matrimonio en las sociedades urbanas.:. modernas, han aumentado la posición de negociación de las mujeres, que ahora tienen más recuros y alternativas (más oportunidades de empleo, disminución del tamaño de la familia, la mecanización del hogar, y mayor libertad personal, así como la disminución del estigma social hacia el divorcio).

La educación dentro del sistema familiar conlleva una perpetuación de los roles. La crisis económica acentúa esta situación: la mujer sale fuera a trabajar y deja un vacío en el hogar que es sustituido por las hijas, ocupándose éstas de funciones que antes hacía la madre. Ello las hace muy valiosas para los demás pero no para ellas mismas.

La ejecución de los roles se suceden a través del proceso de negociación del rol con loS compañeros de roles, que en la sociedad moderna han dejado de ser exclusiva del hombre como proveedor de loS bienes materiales en el hogar, y que le dotaban de una posición de- dominio y superioridad. En el grado que el esposo ha internalizado los nuevos valores y normas que resultan de la igualdad entre loS sexos, la esposa puede invocar estas normas como una forma de poder legitimar en loS episodioS de negociación de roles dentro del matrimonio.

La competencia de los roles tradicionales entre esposos ha cambiado, pasando de ser exclusivos a ser compartidos (trabajo dentro y fuera del hogar, el cuidado y educación de los hijos…). El Sistema Familiar, como facilitador del aprendizaje de roles, está cambiando en cuanto que los roles y funciones que correspondería desempeñar a cada uno de sus miembros también lo está haciendo.

En la familia, cada miembro tiene su función y su rol definido por la propia dinámica familiar: cuando los hijos pasan a desempeñar un rol que no les corresponde, como es el de padre. o madre. se está dando una disfuncionalidad de roles, un ejemplo es cuando hay un ..padre ausente… y aparece un “hijo parentizado”, que hace las veces de este padre que “no está”.

Cuando hay conflicto o competencia de roles en la familia, es necesario intervenir para resolver este conflicto, a través de la reestructuración de la situación o con la negociación interpersonal, o contrato del rol. Esta intervención se realizada a través de la terapia familiar, utilizando el modelo que el profesional elija como más conveniente.

PROYECTO, EJE METODOLÓGICO DE INTERVENCIÓN EN UNIDADES DE CONVIVENCIA.

INTERVENCIÓN CON FAMILIAS

La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las condiciones de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y relacionales” (Klein, M.). Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y utilización de elementos externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.

En ocasiones, la intervención se realiza directamente con un solo miembro de la unidad familiar. ante la imposibilidad, por diversos motivos, de hacerlo con todos, pero nunca se pierde la referencia del grupo (unidad convivencial) y la visión de todo él.

“El trabajo social familiar implica la actuación en un sistema natural, la familia en su totalidad, con el objeto de modificar la problemática de todos o algunos de sus miembros, pero trabajando con todo el grupo familiar, sus necesidades y recursos internos, aunque sin aislarla del entorno social del que forma parte y del que tendremos que utilizar algunos de sus recursos para ayudar a la familia” (Mª José Escarpín Caparros).

En la intervención a nivel familiar hay que hacer una distinción, como nivel de intervención en Trabajo Social y la especializada, más actual, de terapia familiar, bajo el influjo de las diferentes escuelas, psicoanalítica, y sobre todo, sistémicas.

Los trabajadores sociales intervienen cuando se producen disfunciones en la dinámica familiar, o cuando la familia se enfrenta con obstáculos derivados de falta de recursos en el medio.

Son familias problema o sintomáticas, aquellas en las que la comunicación intrafamiliar

se realiza en un lenguaje traducido en síntomas, y en el caso de los clientes de los SS.SS., suele unirse, toda una serie de variables de tipo socioeconÓmico y cultural (carencia y/o ausencia de recursos económicos, actividades laborales de tipo marginal, deudas, inversión de valores, malas relaciones con el entorno, delincuencia… etc.)

TIPOS DE INTERVENCIÓN

Intervención Terapéutica: “Terapia Familiar”

En los diferentes tratamientos de familia (Kazdin, 1985) se identifican algunos elementos comunes en cuanto al enfoque y líneas generales de terapia. El primer objetivo consiste en definir el problema en uno de sus miembros, mientras el terapéutico amplía el entorno de la consulta, considerando la dinámica familiar con sus diversas interacciones, los roles y la organización familiar.

Una de las funciones del terapeuta consiste en reconocer las fuentes de conflicto y tensión. ayudando a que todos los miembros puedan expresarse en este sentido. Además el terapeuta puede interpretar o ayudar a procesar las interpretaciones de la dinámica del conflicto. En todo caso, el rol, más o menos directivo del terapeuta dependerá del planteamiento teórico de partida, que determinará el grado de la intervención.

El proceso de investigación e intervención se puede ver complementado con sesiones individuales, especialmente en los ambientes más analíticos. Además, en la dinámica clínica se introducen ocasionalmente entrenamientos de habilidades diversas de comunicación (negociación de roles, otras) y representación de papeles, analizando las diferentes interacciones. Por último señalar que según los diferentes enfoques técnicos se persiguen de forma más o menos definida cambios conductuales, tomas de conciencia o análisis psicohistórico del proceso.

Los OBJETIVOS de intervención en Terapia Familiar son: cambiar el síntoma y el tipo de interacción familiar, que el cliente se perciba como agente de su propio cambio, y que perciba el síntoma de otra forma distinta. El tema del cambio es obvio en la T .F .

Desde el modelo sistémico se considera a la familia como un sistema que engloba la totalidad de los elementos que la componen, así como sus interacciones y sus interdependencias.

Intervención hacia la participación: “Escuela de Padres”

Nacen con el planteamiento básico que considera a la familia y, en consecuencia, a los padres, como la principal estructura educativa de la que el niño a lo largo de su infancia.

Los OBJETIVOS generales que la escuela de padres persigue son:

– Crear un clima de seguridad y confianza entre los padres que permita la comunicación y experiencia en las distintas actividades formales e informales de la E.P.

– Sensibilizar a los padres en los aspectos específicamente individuales del desarrollo y de la autonomía infantil, permitiendo incrementar la coherencia y globalidad de la acción educativa familiar y escolar.

– Adquirir conocimientos y estrategias de enseñanza-aprendizaje dirigidas al establecimiento de unas relaciones sanas y constructivas entre padres-niños y educadores.

El objetivo de la propia planificación formativa de las E.P. es el de una formación con objetivo, básicamente, preventivo. Desde este tipo de intervención se pretende generar debates colectivos en las AMPAS, como medio para la comunicación y la participación democrática y comprometida.

Intervención desde los Servicios Sociales Comunitarios

Estos Servicios son considerados como el primer nivel de atención, el más cercano al ciudadano. y se le atribuye carácter polivalente. Es el punto de contacto y acceso para la familia a la información, orientación, asesoramiento, etc. de los Servicios Sociales. Igualmente la familia resulta clave para este nivel de intervención, en la identificación y jerarquización de necesidades, para la colaboración en actividades preventivas y de atención social.

En algunas Leyes Autonómicas de Servicios Sociales se explícita en general el papel de la familia en estos Servicios como es en la de Asturias, Castilla y León, Galicia… en otros casos lo hacen al tratar del servicio de convivencia, como en la de Madrid, Canarias, Murcia… Intervención desde los Servicios Sociales Específicos.

Estos Servicios se conciben para la atención a determinados colectivos o sectores de la población con necesidades específicas. En general, las Leyes Autonómicas consideran que se deben establecer Servicios Sociales para la familia, con el fin de:

  1. Prevenir déficits sociales y situaciones de marginación.
  2. Favorecer el desarrollo de la convivencia familiar.
  3. Paliar situaciones carenciales familiares
  4. Evitar los internamientos y el desarraigo de su medio familiar .

Para conseguir estos objetivos se proponen una serie de acciones y servicios:

  1. Servicio específico de orientación y asesoramiento.
  2. Acciones divulgativas generales.
  3. Servicios de Terapia.
  4. Promoción de formas alternativas de convivencia familiar, cuando la ordinaria no sea posible: hogares sustitutivos, viviendas tuteladas, familias en adopción, familias de acogida, etc.
  5. Programas ocupacionales de rehabilitación social

Prestaciones económicas para las familias

Las familias con necesidades precisan muchas veces, para superar situaciones conflictivas graves que impliquen desarraiga familiar, ayudas económicas de urgencia para resolver un hecho puntual o prestaciones económicas durante un período más o menos largo.

Servicio de Ayuda a Domicilio

Constituye upo de los Servicios más importantes que se ofrece a la familia. Estas se dirigen básicamente a aliviar a la familia en situaciones de especial necesidad y pretenden prevenir el desarraigo de alguno de sus miembros más vulnerables (ancianos, minusválidos, enfermos crónicos, etc.) Del conjunto de Leyes Autonómicas de SS.SS., este Servicio se configura con los siguientes contornos:

– Objetivo: evitar el desarraigo convivencial

– Usuarios: individuos y familias que se hallen en situaciones de especial necesidad. por no poder realizar las actividades habituales.

– Contenido: prestaciones de atención de carácter doméstico, social, de apoyo psicosocial y rehabilitador .

PROYECTO DE INTERVENCIÓN

En el trabajo específico de intervención con las familias, el PROYECTO es el eje metodológico que guía y orienta el proceso y procedimiento de intervención con cada caso familiar. Para promover los cambios necesarios en la Unidades de Convivencia, que justifican nuestra intervención profesional, hay que diseñar un Plan de Acción. Este Plan se basa en la información sistematizada acerca de una realidad concreta de trabajo, de la que resulta un diagnóstico que describe, interpreta, explica y valora una situación problema que afecta ala familia. objeto de atención. En el diagnóstico señalamos el interjuego entre variables e intervinientes en la realidad familiar.

El pronóstico o predicción que sucede metodológicamente al diagnóstico, indica que consecuencias y logros se pueden alcanzar de aplicar un modelo u otro de intervención.

El diseño de intervención comienza por definir el problema, cuyo abordaje nos permite transformar la situación. El determinar cuál es el problema se llega por la reflexión (operación de análisis y síntesis), y debe enunciarse de forma clara y precisa, de manera tal que permita posteriormente definir los objetivos y los procedimientos. El problema que queremos transformar es el objeto del trabajo. La teoría orienta la intervención.

En la elaboración del diseño de intervención, sigue al punto anterior, el enunciar los objetivos, es decir, para qué queremos hacer determinadas acciones. Estos son el punto de partida de la Evaluación.

Ya en la fase de Programación se describe la intervención, señalando a través de qué acciones y actividades vamos a lograr producir las consecuencias previstas. La intervención en los casos individuales y/o familiares van a constituir el proyecto.

La Implementación indica qué recursos se requieren para poner en marcha el proyecto, que pueden ser: humanos, técnicos, materiales, naturales, financieros e institucionales; prevén su administración (organización, dirección, coordinación y supervisión), y continuidad.

La Evaluación describe, interpreta y explica los efectos o consecuencias logrados como producto del trabajo profesional.

METODOLOGÍA: perfila cómo se llevan a cabo las prestaciones y actuaciones del Proyecto y cómo se avanza en los objetivos descritos.

En la planificación de la intervención, se ha de establecer de forma clara y concreta el problema conjuntamente con el cliente, diseñando una estrategia de intervención efectiva, que produzca un cambio de actitud y de visión del problema. La formulación de objetivos y la evaluación, también se hará conjunta.

Cualquiera que sea el enfoque con el que intervenga el trabajador social, el conocimiento de la familia, su dinámica es fundamental para una buena planificación del trabajo. El análisis del grupo familiar consiste en poder tener una idea clara de cuáles son las características del medio familiar en el que el sujeto se desenvuelve, haciendo referencia a factores estructurales y no estructurales.

Del análisis podemos sacar consecuencias, de cara a:

a) delimitar el problema

b) determinar el método de trabajo

c) número de personas e instituciones implicadas

d) variables condicionantes a tener en cuenta

e) interpretación o diagnóstico preliminar

Otro aspecto importante a tener en cuenta en el Proyecto de intervención es el de definir las Áreas de Intervención con cada familia, y las Variables a analizar en cada área, en base a. éstas se establecerán los objetivos a alcanzar. La Familia objeto de intervención puede encontrarse en estado de necesidad en alguna, varias o todas las Áreas:

En función de las áreas en las que tengamos que intervenir, tendremos que coordinarnos con los organismos y/o instituciones implicados, como pudiera ser con los servicios sanitarios (centro de salud, salud mental…), con los servicios educativos (colegio, equipo psicopedagógico…), con los de vivienda (fomento de la Comunidad Autónoma o Ayuntamiento ), trabajo, justicia, etc. La organización y dependencia de los servicios sociales, comui1itarios o especializados, así como las prestaciones y demás recursos de los que pudieran ser objeto las unidades de convivencia, varían de unas Comunidades Autónomas a otras, en función del contenido de su Ley de Servicios Sociales, y de la transferencia o no de competencias.

LA PROGRAMACIÓN Y SUS ELEMENTOS

Toda acción o intervención social no se concibe basada en la improvisación, espontaneidad o dejada a merced de los acontecimientos, por lo que toda acción es resultado de una decisión y basada en el análisis racional y organización de todas las actividades humanas. los medios y recursos para alcanzar los objetivos.

La Planificación exige racionalización del proceso de toma de decisiones. Introduce el concepto de racionalidad en la acción. Pretende unos resultados mediante una intervención controlada.

En definición de la ONU, la Planificación “es un proceso de elección y selección entre cursos alternativos de acción, con vistas a la asignación de recursos escasos, en orden a obtener objetivos específicos sobre la base de un diagnóstico preliminar que cubre todos los factores relevantes que pueden ser identificados”.

La Planificación se hace operativa, a través de la programación o elaboración de planes, programas y proyectos. Por tanto, los diseños de planes, programas y proyectos corresponden a tres niveles operativos de la planificación.

Los PROGRAMAS son aplicaciones del plan a sectores ya unidades concretas dentro de cada sector, respectivamente. Incluye objetivos a perseguir, recursos disponibles, actividades a potenciar y criterios de evaluación.

Programar consiste en prever un futuro deseado y señalar los medios para alcanzarlo. Para ello se apoya en los resultados del diagnóstico y tiene como referencia el proyecto político a alcanzar.

Puede aplicarse a cualquier actividad individual, familiar, grupal o institucional. En el campo de los Servicios Sociales, puede referirse a dos dimensiones: macropolítica y microsocial y operativa.

Los Elementos implícitos en el concepto de Programación son los siguientes:

  1. Existencia de una situación determinada.
  2. Interés individual o colectivo por modificar esa situación.
  3. Un ente u organismo que asume la responsabilidad de la situación a modificar.
  4. Cantidad insuficiente de recursos.
  5. Proceso racional de análisis de posibilidades de acción.
  6. La adopción de un plan de acción.
  7. La ejecución del programa de acción como un proceso.

Los ELEMENTOS de la Programación son:

  1. Diagnóstico.
  2. Análisis de necesidades.
  3. Análisis de recursos.
  4. Establecimiento de metas globales.
  5. Análisis de perspectivas sectoriales.
  6. Establecimiento de metas detalladas.
  7. Formulación y elaboración de Proyectos.
  8. Determinación de instrumentos.
  9. Estimación de costo/proyecto y de todos ellos.
  10. Financiación (recursos internos y externos).
  11. Disposiciones legislativas e institucionales necesarias para la puesta en marcha del programa.

LA PROGRAMACIÓN COMO PROCESO BÁSICO DE INTERVENCIÓN

(Fuente: Cautela y Upper, 1979)

  1. Comienzo de la relación.
  2. Análisis conductual y diagnóstico.
  3. Elección terapéutica.
  4. Evaluación de la eficacia del tratamiento.
  5. Modificación de la estrategia del terapeuta.
  6. Decisión de terminar la terapia.

Cada proceso de intervención supone un conjunto de estrategias y técnicas y ambas implican ciertas habilidades para su ejecución.

Los ELEMENTOS BÁSICOS DEL PROCESO DE INTERVENCIÓN, que serían, quizás, universales a todo que hacer terapéutico serían:

1. Definición del contexto.

  1. Creación y mantenimiento de la relación.
  2. Motivación del paciente al cambio.
  3. Evaluación de la problemática.
  4. Intervención:

o Técnicas de intervención

o Toma de decisiones para la intervención.

o Evaluación de la intervención.

  1. Generalización.

Estos seis elementos deben influir en el resultado final de la intervención en las Unidades de Convivencia.

Cualquiera que sea el enfoque con el que se decida intervenir con Familias, el conocimiento de ésta, y su dinámica es fundamental para realizar una buena programación del trabajo.

El análisis del grupo familiar consiste en poder determinar las características del medio familiar en el que el sujeto se desenvuelve, haciendo referencia a factores estructurales y no estructurales.

Del análisis de. la situación familiar podremos:

– Delimitar el problema.

– Determinar el método de trabajo.

– Identificar el número de personas e instituciones implicadas.

– Identificar las variables condicionasteis a tener en cuenta.

– Realizar la interpretación y diagnostico preliminar..

La Planificación de la intervención ha de establecer de forma clara y concreta, el problema conjuntamente con el cliente, diseñando una estrategia de intervención efectiva, que produzca un cambio de actitudes y de visión del problema.

La formulación de objetivos y la evaluación, también ha de hacerse conjunta.

DESCRIPCIÓN DE LAS TÉCNICAS ESPECIFICAS DE INTERVENCIÓN FAMILIAR

Tipos de Intervención en Terapia Familiar y Técnicas:

1- Intervenciones Cognitivas

Este tipo de intervención se utiliza para cambiar la manera en que el cliente ve su síntoma y para crear en él una imagen de persona con los suficientes recursos como para afrontar y resolver sus problemas, en situaciones en las que haya que recomponer una imagen de competencia o cuando el modelo de atribuciones que maneja el cliente le impida tomar la iniciativa del cambio y le suma en estrategias pasivas de soluciones de problemas.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención serían:

– La Redefinición: modificar el marco conceptual que el cliente utiliza para pensar su problema de forma tal que facilite el cambio. Puede utilizarse como una interpretación, ofreciendo una explicación sobre lo que está ocurriendo.

– Connotación positiva: Es un tipo de redefinición que modifica los patrones de atribución entre los miembros de la familia para que aparezcan las causas del síntoma como debilidad a la abnegación y al amor del cliente por el resto de la familia (igualmente se definen en términos de abnegación y sacrificio las relaciones de los miembros de la familia entre sí y con el paciente identificado).

2- Intervenciones Conductuales

Tiene por objetivo el sustituir la conducta sintomática por otra, cuando el cliente necesita ensayar una conducta nueva, cuando colabora de forma literal con el terapeuta y como regla general, debe utilizarse como primera intervención.

Las intervenciones conductuales son aquellas en las que el terapeuta persuade a la familia para que ensaye otras conductas distintas de las que hasta ese momento han venido observando.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención serían:

Tareas directas: se las llama así porque tratan de dar una respuesta igualmente directa a lo que el cliente plantea como problema. Las estrategias directas deben ser las primeras a ensayar .

La ordalía es un tipo de tarea directa a utilizar con clientes altamente motivados para el cambio, que desean una rápida mejoría y/o que, además han mostrado que cumplen las tareas. Las ordalías tienen los siguientes componentes:

– una tarea directa o simple

– una medida del efecto psicológico que produce dicha tarea

– una tarea mucho más onerosa de cumplimentar que la directa y que el cliente tendrá que realizar si sobrepasa determinada puntuación. 3- Intervenciones Paradójicas

Se utilizan para interrumpir la secuencia sintomática y para presentar una visión alternativa a por qué se produce el síntoma a la vez que revela el juego familiar sin connotarlo negativamente, cuando el cliente (o familia) colabora con la terapia no haciendo las tareas o haciendo cosas distintas que no producen cambio, cuando el cliente, no obstante estando en tratamiento, entiende que no puede hacer nada por resolver sus problemas y cuando el cliente colabora haciendo lo contrario de lo que se le pide. También se utiliza para introducir contusión cuando el síntoma se liga a posiciones racionales rígidas.

No se debe emplear cuando no se sepa qué hacer ante un problema, la paradoja es la respuesta a algo que debemos hacer, no el producto de una ignorancia, y tampoco se debe emplear como un acto agresivo al paciente que no siguió las tareas que se le dieron previamente.

Escuela de Padres:

Los padres, desde una perspectiva moderna, siendo conscientes de su desconocimiento en amplios aspectos del desarrollo y la formación del niño, acuden a las escuelas de padres con múltiples interrogantes y deseos que satisfacer. En este sentido, ayudan a formar a los padres y resolver conflictos educativos y de relación que tienen con sus hijos. Las escuelas de padres ponen al servicio de los padres aquellos recursos técnicos y profesionales (maestros, educadores, psicólogos, asistentes sociales, y otros) que son necesarios para la práctica educativa actual, conectando la realidad familiar y la escolar, permitiendo una coordinación y globalización de la acción educativa.

Las Técnicas que se utilizan son:

– Técnicas de Grupo: Conferencia y debate; Mesa redonda y Coloquio y debate; Forum; Técnicas de Creatividad (Brainstorming, analogías y otras); Reuniones de grupo; Rol-Playing; Psicodrama; Sociograma; Estudio de casos prácticos; Juegos grupales.

– Técnicas de Investigación Social: Entrevistas, Encuestas, Cuestionarios, Técnicas de observación abierta y sistemática, Tets e instrumentos de evaluación.

Trabajo Social Clínico:

El Trabajo Social Clínico implica una amplia gama de servicios psicosociales para individuos, familias y pequeños grupos en relación a una variedad de problemas humanos vitales. Una característica distintiva de este modelo es el interés por el contexto social dentro del cual se producen o son modificados los problemas individuales o familiares. Se concibe a la persona humana como un ser biológico, psicológico y social en permanente interacción con su medio.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención serían:

Apoyo: tiende a mantener la ansiedad dentro de límites tolerables.

Ventilación: una vez se siente apoyado, el cliente puede expresar sus sentimientos y pensamientos que habitualmente deben ser reprimidos.

Clarificación: trata de promover la comprensión por el cliente de sí mismo, en relación con otras personas significativas para él y en relación a su situación.

Confrontación: es una forma de afirmación que enfrenta a la persona con la realidad de un sentimiento, conducta o situación…A diferencia de la interpretación, la confrontación no tiene que ver con el significado de la conducta, sino que trata de pararla.

LA ENTREVISTA

Es una herramienta básica en el campo de las ciencias sociales. Se utiliza tanto como medio de investigación, como de intervención.

“Es una conversación seria que se propone un fin determinado, distinto al simple placer de la conversación” (Rossell, T.)

Como técnica, en la entrevista, se operativizan contenidos teóricos que se instrumentalizan para el estudio de las situaciones que presenta el cliente y para una intervención posterior. Es la utilización consciente e intencionada de conocimientos procedentes de la teoría, la experiencia y otras fuentes de información, que el trabajador social transforma en conducta, mediante la relación que establece con el cliente.

Fases de la Entrevista: Recepción, Exploración, Clarificación y Final. Se corresponden con las partes del proceso de seguimiento de un caso.

Estructura de la Entrevista: Preparación, Inicio, Sondeo, Resumen, Registro de datos e impresiones, y observaciones, Valoración, Interpretación y Preparación de siguiente entrevista.

Actitudes del Trabajador Social en la Entrevista: Aceptación, Comprensión Empática, y Autenticidad. Estas actitudes facilitan establecer un refuerzo positivo.

Tipos de Entrevistas:

– Según el momento, pueden ser: Iniciales (para establecer contacto, explorar el problema, negociar metas y formular el plan de trabajo). Posteriores (para profundizar. interpretar o confrontar)

– Según la Finalidad, pueden ser: Entrevistas de Diagnóstico, Información, Orientación, Asesoramientos, Motivación, Terapéutica, Seguimiento, Investigación y Coordinación)

– Según la Modalidad, pueden ser: Informales, Estructuradas y Planificadas.

– Según el Número, pueden ser: individuales, familiares y colectivas o grupales.

– Según la Conducción, pueden ser: Directiva, No Directiva y Clínica.

SU EVALUACIÓN

La Evaluación es un “proceso crítico”, referido a acciones pasadas, que tiene la finalidad de constatar, en términos de aprobación o desaprobación, los aspectos alcanzados en el proyecto y hacer las modificaciones necesarias de las actividades futuras.

Desde una perspectiva circular y cíclica del proceso metodológico, la Evaluación tiene una importancia capital en el diseño de proyectos de intervención, tanto en el diagnóstico como para la medición de resultados finales, así como en el seguimiento de la intervención.

En Servicios Sociales, su mayor importancia radica en demostrar la eficacia de los diferentes Servicios y Programas en curso; la escasez de recursos obliga a una optimización de resultados y .a minimizar costos, siendo la Evaluación una tarea imprescindible para poder elaborar programas y para mejorar las intervenciones.

Características de la Evaluación:

Implica: verificar lo que se está haciendo, confrontar los resultados con los planteado,

tomar decisiones para modificar la intervención, mediante acciones correctivas adecuadas que aseguren el logro de los objetivos propuestos.

Comporta: contactos directos (observación personal), uso de registros, análisis de resultados y acción correctiva.

Función: estrechamente ligada a la de Supervisión y coordinación, constituyendo en cierto modo una “evaluación permanente”.

Instrumentos de Evaluación:

Cuestionarios, entrevistas, observación, análisis documental, debates, murales, juegos dramáticos…

Técnicas de Evaluación: .

– Relación de variables-asociación: analizar la relación de variables, medir los efectos, antes y después de la intervención.

– Causa- Efecto: identificar la variable independiente que afecta a la dependiente.

– Cualitativo-Descriptivo: generalización de resultados obtenidos de una muestra elegida al azar.

– Económicas: análisis de costo-beneficio.

– Indicadores: para medir cuantitativamente y estadísticamente es imprescindible transformar los distintos objetivos en números. Sirve de patrón para medir, evaluar o mostrar el progreso de una intervención respecto a la meta establecida. Debe permitir comparaciones en el espacio y en el tiempo.

La Evaluación tiene por objetivo el analizar los objetivos propuestos, cada una de las fases del procedimiento y el proceso de intervención en cuanto tal, incluyendo tanto la participación del cliente como la actuación del trabajador social.

Es una reflexión crítica tanto sobre los contenidos del trabajo realizado, como sobre la forma en que éste se ha realizado.

Si los objetivos propuestos se han logrado, en su totalidad o en gran parte, esto significa muy probablemente, en primer lugar, que se había realizado un buen estudio y un buen diagnóstico de la situación, que permitieron planear unos objetivos acordes tanto con la realidad como con las capacidades del cliente y, en segundo lugar, que el proceso terapéutico ha sido llevado, igualmente, en forma adecuada.

Si, por el contrario, los objetivos no se han logrado, o sólo en forma muy limitada, ello puede significar que se han cometido errores en algún momento del proceso. Una parte importante de la evaluación, también es la de descubrir en qué momento y por qué causas.

Aunque sea la última fase metodológica de la intervención, debe realizarse de forma permanente.

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