Tema 58 – Anatomía y fisiología del sistema endocrino. Regulación neuroendocrina. Principales alteraciones

Tema 58 – Anatomía y fisiología del sistema endocrino. Regulación neuroendocrina. Principales alteraciones

1. INTRODUCCION

El sistema endocrino u hormonal es un conjunto de órganos y tejidos que liberan un tipo de sustancias llamadas hormonas, está constituido además de éstas, por células especializadas y glándulas endocrinas. Actúa como una red de comunica­ción celular que responde a los estímulos liberando hormonas y es el encargado de diversas funciones metabólkas del organismo, entre ellas:

· Controlar la intensidad de funciones químicas en las células.

· Regir el transporte de sustancias a través de las membranas de las células.

· Regular el equilibrio (homeostasis) del organismo.

· Hacer aparecer las características sexuales secundarias.

· Otros aspectos del metabolismo de Las células, como crecimiento y secreción.

William Bayliss y Ernest H. Starling describieron la primera hormona descubierta, la secretina. Starling (1908) introdujo el término hormona, derivado del griego “Yo estimulo”. Propuso tres características que definen las hormonas:

· Son sintetizadas por tejidos específicos o glándulas.

· Son secretadas al torrente circulatorio, que las transporta hasta su lugar o Lugares de acción.

· Cambian las actividades de los tejidos u órganos diana.

Todas las funciones del organismo se encuentran reguladas por dos sistemas de control: el sistema el nervioso y el sistema el hormonal o sistema endocrino. EL sistema endocrino está íntimamente Ligado al nervioso, de tal manera que la hipó­fisis recibe estímulos del hipotálamo y La médula suprarrenal del sistema nervioso simpático. A este sistema se le Llama sistema neuroendocrino. Incluso el sistema inmunitario también está relacionado a este sistema neuroendocrino a través de múltiples mensajeros químicos.

En general, el sistema hormonal se relaciona con Las diversas funciones metabó-licas del organismo. Algunos efectos hormonales se producen en segundos, mientras que otros requieren de varios días para iniciarse y luego persisten durante semanas, meses e incluso años.

2. ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA ENDOCRINO

El sistema endocrino está formado básicamente por un conjunto de glándulas de secreción interna las cuales producen unas sustancias mensajeras llamadas hormonas, vertiéndolas directamente al torrente sanguíneo para que realicen sus funciones en órganos distantes del cuerpo llamados órganos diana. Las principales glándulas que componen el sistema endocrino son: El Hipotálamo, La Hipófisis. La pineal. El tiroides. Las glándulas suprarrenales. Las gónadas: testículos y ovarios. Las paratiroides. El páncreas. Los islotes de Langerhasns.

2.1.Anatomía de las glándulas endocrinas

Las glándulas endocrinas poseen una morfología consistente en un conjunto de células secretoras rodeadas por tejido conjuntivo, que lleva capilares, vasos linfáticos y nervios.

Las células secretoras poseen gran número de mitocondrias y granulos de secreción.

Todas las glándulas endocrinas poseen un aporte sanguíneo importante, al que vierten la secreción. Las conexiones nerviosas parece que no representan gran papel en la actividad glandular, excepto para la médula adrenal, hipófisis posterior e hipotálamo. Asimismo, la importancia de los vasos linfáticos parece pequeña.

La hipófisis posterior constituye una excepción a la disposición general de las glándulas endocrinas, ya que su secreción es producida por centros nerviosos secretores (neurosecretores) en el hipotálamo, y son conducidos a través de fibras nerviosas hasta la hipófisis posterior, donde se almacenan y se liberan cuando son requeridos.

EL hipotálamo

El hipotálamo es una glándula que forma parte del diencéfalo, y se sitúa por debajo del tálamo.

Suele considerarse el centro integrador del sistema nervioso vegetativo o autónomo, dentro del sistema nervioso central. También se encarga de realizar funciones de integración somato-vegetativa.

Regula la homeostasis del organismo.

El diencéfalo está constituido por el tálamo y el hipotálamo. El tálamo son dos masas en el medio del cerebro, entre los dos hemisferios cerebrales. El hipotálamo está debajo del tálamo.

Glándula hipofísaria o hipófisis

Se conoce también con el nombre de glándula pituitaria. Es una pequeña glándula de menos de un centímetro de diámetro, con un peso aproximado de medio gramo, que se encuentra en una depresión del hueso esfenoides denominado fosa pituitaria o silla turca, en la base del cerebro. Está unida al hipotálamo mediante el tallo hipofisario.

La hipófisis está protegida por la duramadre, rodeando el órgano y el diafragma de la silla turca se extiende por encima de la glándula, completando el cierre.

Está constituida por dos lóbulos, el lóbulo anterior o adenohipófisis y el lóbulo posterior o neurohipófisis, entre ambos está la zona intermedia que las separa. En cuanto a su desarrollo embrionario, la adenohipófisis deriva del epitelio de la faringe, mientras que la parte posterior o neurohipófisis posee origen encefálico.

La adenohipófisis secreta hormonas de gran importancia y otras de menor trascendencia. Estas hormonas regulan los procesos más importantes del organismo. Su secreccion esta influenciada por varias horomonas de origen glandular periférico y por factores estimuladores e inhibidores procedentes del hipotálamo.

Glandula pineal

La glandula pineal o epífisis, esta situada en el techo del diencefalo, entre los tuberculos cuadrigeminos craneales, en la denominada fosa pineal. Esta glandula se activa y produce melatonina cuando no hay luz.

Glandula tiroidea o tiroides

La glándula tiroides se encuentra inmediatamente por debajo de ía laringe a ambos lados y por delante de la tráquea. Es el lugar de síntesis de hormonas que ejercen un intenso efecto sobre el metabolismo y sobre la regulación del metabolismo del calcio.

El tiroides está formado por un gran número de folículos, cerrados y llenos de coloide. Se encuentran revestidos por células epiteliales cuboides, que secretan hacia el interior de los folículos. El coloide es sobre todo una proteína, la tiroglobuíina, precursor de las hormonas tiroideas. Una vez la secreción ha sido depositada en los folículos, debe ser absorbida de nuevo a través del epitelio folicular para que pase a la sangre.

Una característica fundamental de la glándula tiroides es la activa captación de iodo que realiza para la síntesis de sus hormonas, necesitando aproximadamente un 1 mg de iodo semanalmente que puede aumentar su concentración unas 25 veces y hasta 350 veces mayor que en sangre.

Glándulas suprarrenales

Se encuentran situadas en el polo apical de los riñones y cada una pesa cerca de 4 gramos.

Cada glándula consta de una médula y una corteza, que poseen un origen embrionario y una función diferentes.

La médula, que representa el 20% de la glándula, está relacionada con el sistema nervioso simpático y secreta las hormonas adrenalina y noradrenalina.

Posee unas células voluminosas, agrupadas en acumules y cordones irregulares dispuestos alrededor de los vasos sanguíneos. La corteza secreta un grupo de hormonas llamadas corticosteroides, sintetizadas a partir del colesterol. Están compuestas por células parenquimatosas agrupadas en acumules irregulares, separados por capilares. Sus células se organizan en una estructura compleja en capas. En la capa más interna o zona reticular, las células forman un retículo; en la capa intermedia o fascicular, las células se disponen en cordones, y en la capa externa o glomerular las células están organizadas en folículos esféricos.

Glándulas sexuales

Las gónadas u órganos sexuales forman parte del sistema endocrino, ya que sintetizan y secretan unas hormonas que son esenciales para que pueda producirse la reproducción.

Los testículos son las gónadas masculinas. Están constituidos por una masa de túbulos seminíferos, en cuyo interior se forman los espermatozoides. Entre los túbulos se encuentran las células intersticiales o de Leydig, que son las productoras de las hormonas sexuales masculinas esteroideas entre las que se encuentran la testosterona, la androsterona y la epiandrosterona y una pequeña cantidad de hormonas femeninas. Además las células de Sertoli de los túbulos seminíferos secreta inhibina, una hormona no esteroidea.

Los ovarios son las gónadas femeninas, se encuentran localizadas en la cavidad pélvica, a ambos lados de la parte superior del útero

El ovario está formado por una parte interna, o médula, y una parte externa, o corteza. La corteza representa las dos terceras partes del ovario; está formada por un estroma muy denso, constituido por células conjuntivas, entre las cuales se encuentran los folículos primordiales, que producen los óvulos. El resto es la porción endocrina, formada por dos capas denominadas teca externa e interna. Entre las hormonas que secreta los folículos de Graaf están el ¡3-estradiol y la estrena. Una vez que el ovocito ha sido expulsado, el cuerpo amarillo secreta las hormonas esteroideas como la progesterona y la relaxina.

Glándulas paratiroides

El hombre suele poseer cuatro glándulas paratiroides, aunque a veces se encuentran más. El nombre lo reciben por estar situadas junto al tiroides. Suele haber dos a cada lado. Cada glándula está recubierta de una cápsula de tejido conectivo que emite unos tabiques al interior que conducen vasos y nervios, aunque no queda dividida en lobulillos netamente separados.

En el adulto, encontramos dos tipos de células en las paratiroides, las células principales y las células oxífilas (en los niños faltan estas).

El Páncreas. Islotes de Langerhans

Está situada debajo del estómago entre el asa duodenal y el bazo. La “cabeza” está a la derecha que se continúa hacia la izquierda por el “cuerpo”, que se estrecha hacia la “cola”. El páncreas es en realidad una glándula mixta. Por una parte están los acini pancreáticos o unidades secretoras, que forman lobulillos y que son glándulas exocrinas.

La otra glándula es endocrina, y está constituida por los islotes de Langerhans, formados por acúmulos irregulares de células y capilares. Mediante técnicas histológicas de tinción se dividen las células que los componen en tres tipos fundamentalmente a, 13, y 5. Las células a, que constituyen alrededor del 25% del total, secretan glucagón. Las 13, alrededor del 60% del total, secretan insulina. Y por último, las 6, cerca del 10% del total, secretan somatostatina. Además, hay por lo menos un tipo más de células, las células PP, en pequeñas cantidades dentro de los islotes y que secretan una hormona, de funcion aun no aclarada, que se llama polipéptido pancreático.

2.2. Fisiología del sistema endocrino

Las hormonas son sustancias de naturaleza química, secretadas en los líquidos corporales por una célula o un conjunto de células que ejercen un efecto fisiológico sobre el control de otras células del organismo.

Existen multitud de hormonas locales, que ejercen su efecto específico cerca del lugar de secreción, siendo producidas por multitud de tipos celulares diferentes (intestinales, nerviosas, etc.). Por otra parte, las hormonas generales son secretadas por glándulas endocrinas específicas y transportadas por la sangre para que puedan ejercer acciones fisiológicas en diversos puntos. Algunas hormonas generales afectan a todas o casi todas las células del organismo. Sin embargo, otras hormonas afectan sólo a tejidos determinados, llamados tejidos blanco o diana, ya que sólo ellos tienen los receptores específicos para fijar las hormonas respectivas e iniciar sus acciones.

La unión de muchas hormonas a sus receptores dispara una cascada de dos o más moléculas transmisoras intracelulares, denominadas segundos mensajeros, que conducen a una respuesta específica del tejido diana.

La cantidad de hormona producida por una glándula endocrina es, generalmente pequeña, y se diluye en la sangre y en el líquido intersticial. La elevada sensibilidad de la transmisión hormonal es debida a la alta afinidad de los receptores de las células diana por las hormonas.

Características de las hormonas

Las hormonas mantienen la constancia del medio interno, afectando variables como son el balance hídrico y electrolítico, concentración de sustancias en sangre (glucosa, calcio, etc.) y tasa metabólica. También regulan el metabolismo celular, la respiración, la reproducción y la actividad nerviosa.

Asimismo las hormonas influyen sobre el crecimiento, desarrollo y envejecimiento-del organismo, al igual que las respuestas de stress, alteraciones hormonales e infecciones.

En ciertas ocasiones, su acción es estrictamente local, como sucede con la hormona secretada por la hipófisis. Otras, por el contrario, pueden afectar al metabolismo de un número diverso de células.

Estructura y propiedades de las hormonas

Las hormonas pueden clasificarse de acuerdo con su estructura química:

– Hormonas esteroideas: todas tienen una estructura química semejante a la del colesterol, y en la mayor parte de los casos derivan de éste. Son solubles en lípidos y se difunden fácilmente hacia dentro de la célula diana.

– Hormonas no esteroideas: derivadas de aminoácidos. Se adhieren a un receptor en la membrana, en la parte externa de la célula. El receptor inicia una cascada de reacciones que inducen cambios en la célula.

– Aminas: aminoácidos modificados como las catecolaminas adrenalina y noradrenalina así como las hormonas tiroideas.

– Hormonas peptídicas o proteínas: son las más grandes o más complejas. Las hormonas de la hipófisis anterior son proteínas o grandes polipéptidos; las hormonas de la hipófisis posterior, ADH y oxitocina son péptidos de nueve aminoácidos. La insulina, el glucagón y la parathormona son grandes polipéptidos.

– Prostaglandinas (o eicosanoides): son ácidos grasos hidroxi-cíclicos insaturados sintetizados en las membranas a partir de cadenas de ácidos grasos de 20 carbonos.

Con excepción de las hormonas tiroideas y las de la médula suprarrenal, no se almacenan de una manera apreciable, siendo sintetizadas según los requerimientos.

Cuando están en la sangre, una fracción de las hormonas se une a las proteínas del plasma, tornándose biológicamente inactivas, de esta forma se prolonga la vida media en el organismo, ya que se inhibe la unión de la hormona a su receptor celular. Esta fijación a las proteínas permite que circule mayor cantidad de hormona y proporciona un reservorio hormonal de inmediata disponibilidad, cuando surge la demanda.

La eliminación de la hormona se produce por inactivación de los tejidos efectores o bien en el hígado o el riñon mediante un reordenamiento molecular de su estructura. Ninguna de ellas es utilizada como sustrato para el metabolismo energético.

Acción hormonal a nivel celular

Normalmente, una hormona actúa en sus órganos diana mediante la activación de unos receptores. Como consecuencia, las hormonas pueden alterar la permeabilidad de la membrana. También pueden activar una enzima intraceluiar, como la adenilatociclasa. Otra forma de realizar su acción es la activación genética, alterando la síntesis de RNA o la síntesis de proteínas y por ello la de las enzimas. Esto lo realizan las hormonas esteroideas y las hormonas tiroideas que se unen a receptores intracelulares.

Muchas hormonas ejercen su efecto induciendo la formación de un compuesto dentro de la célula, que es el que realiza la acción hormonal. A este compuesto se le denomina segundo mensajero, ya que a las hormonas que circulan por la sangre se les denomina mensajeros químicos primarios.

El segundo mensajero puede ser:

– El adenosínmonofosfato cíclico (AMPc), aunque también puede aparece el guanosínmonofosfato cíclico fGMPc). El AMPc parece estar implicado en el mecanismo de acción de las siguientes hormona: adrenocorticotropina, hormona estimulante del tiroides, hormona luteinizante, hormona folículo estimulante, vasopresina, hormona paratifoidea, glucagón, catecolaminas, secretina y las hormonas hipotalámicas. La combinación de la hormona con el receptor provoca la activación de una enzima, la adenilatociclasa, que produce la ciclación del AMPc, mediante transformación a partir de ATP. El AMPc activa de forma secuencial a otras enzimas. Cada molécula de adenilatociclasa puede producir una amplificación progresiva del efecto. Los fenómenos que sucederán en la célula, una vez activada la formación del AMPc, dependen por entero de ésta (figura 8).

– Los iones calcio y la calmodulina. la entrada de calcio en la célula ocurre por conductos que se abren por fenómenos eléctricos o por hormonas que entran en interacción con receptores de membrana. El calcio se une a la colmodulina y se activan muchas enzimas, produciéndose reacciones metabólicas intracelulares. Una de sus funciones es activar a la cinasa de la miosina, que produce la activación del músculo liso (figura 9).

– Derivados de fosfolípidos de membrana: determinadas hormonas se unen a receptores transmenbrana, activándose una fosfolipasa C. Esta actúa sobre el fosfatidil inositol bifosfato, produciéndose como segundos mensajeros el inositoltrifosfato (ITP) y el diacilglícerol (DAG). El ITP moviliza calcio del interior de las mitocondrias y del retículo endoplasmático, aumentando su concentración y produciendo reacciones similares a las anteriores.

El DAG activa la enzima proteinacinasa C que es importante en la división celular.

Además la porción lipídica del DAG es el precursor de las prostagíandinas que produce muchos efectos en diversos tejidos del organismo.

Un segundo medio muy importante mediante el cual actúan determinadas hormonas, principalmente las esteroideas, secretadas por la corteza suprarrenal, ovario y testículo y las tiroideas, consiste en provocar la síntesis de proteínas en las células sobre las que actúan. Las proteínas sintetizadas con toda probabilidad son enzimas, que modificarán el metabolismo celular.

Una vez que la hormona ha penetrado en la célula, se fija a una proteína receptora específica. Este combinado proteína-hormona es transportado hacia el núcleo, donde se producirá una activación selectiva de ciertos genes, que forman un RNAm específico, producirán la síntesis de proteínas que modificarán la actividad celular. Este mecanismo de actuación es más lento que el anterior, ya que exige una mayor difusión a través de la célula.

Hormonas del hipotálamo

– Hormona Antidiurética (ADH) producida en los núcleos supraópticos y paraventriculares (secretadapor la pituitaria), regula el balance de agua en el cuerpo actuando sobre los ríñones. La disfunción del hipotálamo en la producción de ADH causa diabetes insípida.

– El hipotálamo regula el hambre, el apetito y la saciedad por medio de hormonas y péptidos como la colecistocinina, el nivel de glucosa y ácidos grasos en sangre, y el neuropéptido Y entre otros. El centro del hambre está localizada en el hipotálamo lateral y el de la saciedad en la porción ventromedial.

– El hipotálamo anterior (parasimpático) disipa (difunde) el calor y el hipotálamo posterior (simpático) se encarga de mantener la temperatura corporal constante aumentando o disminuyendo la frecuencia respiratoria y la sudoracíón. Es también aquí donde se regula el ciclo de sueño y de la vigilia.

– La hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH = LHRH = LHRF) es un decapéptido que actúa sobre la hipófisis, estimulando la producción y la liberación de las hormonas luteinizante (LH) y foliculoestimulante o (FSH) las cuales coordinan el ciclo menstrual femenino y la espermatogénesis en los hombres.

– Hormona liberadora de tirotropina (TRH) es un tripéptido que estimula la secreción de Prolactina (PRL) y la hormona estimulante de la tiroides (TSH).

– La hormona liberadora de adrenocorticotropina (CRH = CRF) se sintetiza en los núcleos paraventriculares, a partir de un precursor polipeptídico de unos 190 aminoácidos.

– Hormona liberadora de somatotropina (STH), o factor liberador de hormona del crecimiento (GRF), produce liberación de somatotropina hípofisaria (STH). Se sintetiza a partir de un precursor de 107 ó 108 aminoácidos, el cual afecta a diversos tejidos en relación al crecimiento.

– Hormona inhibidora de somatotropina (somatostatina), es una hormona inhibidora de la secreción de somatotropina y de otras hormonas como la insulina, el glucagón y el polipéptido pancreático. A nivel hipofisario inhibe la secreción de TSH.

– Hormona inhibidora de prolactína (PIF) actúa en forma constante inhibiendo la secreción de prolactina. Hoy en día se sabe que esta sustancia es la dopamina,
un neurotransmisor con múltiples funciones, una de las cuales es unirse a las
células lactotropas de la hipófisis inhibiendo la liberación de prolactina.

Hormonas de la hipófisis

Los sistemas endocrinos son dependientes de la adenohipófisis, no solamente para la delicada regulación de sus secreciones, sino también para el efecto trófico necesario para su mantenimiento.

En los vertebrados se han reconocido varias hormonas en la adenohipófisis, y es posible que existan otros factores de importancia endocrina, ya que existen multitud de polipépíidos y proteínas pequeñas. Los factores encontrados en el hombre son: hormona del crecimiento, prolactina, ACTH, hormona estimulante del tiroides (TSH), hormona estimulante de los melanocitos (MSH) y dos gonadotropinas (LH y FSH).

– Hormona del crecimiento

De todos los principios activos de la adenohipófisis, éste es el más abundante, constituye casi el 10% del peso seco de la glándula. La GH se produce como una prehormona que luego pasa a la hormona definitiva. Se trata de una cadena polipeptídica de 191 aminoácidos; con dos puentes disulfuro intracatenarios. También se la conoce con el nombre de somatotropina u hormona somatótrópica.

Sus efectos fisiológicos son los siguientes:

– Aumento de la síntesis de proteínas en todas las células del organismo.

– Disminución generalizada de la utilización de los glúcidos.

– Mayor utilización y movilización de las grasas para obtener energía.

Estos factores combinados provocan un notable incremento en el crecimiento y metabolismo del organismo (figura 11).

La influencia que posee esta hormona sobre el crecimiento del cartílago y del hueso no es directo. Lo hace mediante la estimulación de la producción de las somatomedinas, que es sintetizado por el hígado y posiblemente también por el riñon, que actúa directamente sobre los tejidos cartilaginoso y óseo, estimulando su crecimiento. Se han detectado al menos cuatro tipos, de los cuales el más importante es la somatomedina C.

La hormona del crecimiento es sintetizada y almacenada en unos granulos, en unas células específicas de la adenohipófisis, de tal manera que es sintetizada durante toda la vida. La secreción de la hormona se ve incrementada por la inanición, hipoglucemia o concentración baja de ácidos grasos en la sangre, ejercicio, excitación, traumatismo y durante las dos primeras horas del sueño profundo.

Normalmente, la secreción de GH (hormona del crecimiento) es controlada por dos factores hipotalámicos:

· El factor liberador de la hormona del crecimiento (GRH).

· La hormona inhibitoria de la liberación de la hormona del crecimiento (GHIH) o somatostatina

– Prolactina

Es sintetizada y almacenada en células especializadas: lactótrofos de la adenohipófisis. El líquido amniótico posee unas concentraciones de prolactina superiores a las de la sangre y el tejido de la placenta también puede sintetizar dicha hormona. Al tener muchas similitudes con la hormona del crecimiento, es posible que compartan un mismo origen evolutivo.

Químicamente es un polipéptido y existe en dos formas, una mayor que otra.

La secreción de prolactina crece marcadamente en el embarazo, siendo máxima al término de éste. Los esírógenos y la progesterona incrementan el desarrollo físico de las manías durante el embarazo, estas hormonas inhiben la secreción de leche. Tras nacer el niño, la pérdida de secreción de estrógenos y progesterona hace que la prolactina fomente la producción de leche. Además, para la secreción láctea son necesarias la secreción de hormonas como la de crecimiento, cortisol y hormona paratiroidea, que son necesarias para que la leche cuente con aminoácidos, ácidos grasos, glucosa y calcio.

La succión ejercida por el recién nacido en la mama es un estímulo para mantener la secreción de prolactina que ejerce un efecto inhibitorio sobre el ovario en la mitad de las mujeres que amamantan a sus hijos.

Las concentraciones plasmáticas de esta hormona son elevadas en el recién nacido, descendiendo en la pubertad, siendo menores en el varón adulto que en la mujer. Los efectos producidos por factores fisiológicos sobre la GH, pueden influir sobre la prolactina, como sucede con el sueño, stress, hipoglucemia, fluctuaciones en la concentración de estrógenos y ejercicio físico, que incrementan las concentraciones de ambas. La prolactina presenta un ritmo circadiano, aumentando durante el sueño.

El hipotálamo produce una hormona inhibidora de la secreción de prolactina (PIH), que es la dopamina. Asimismo puede existir una pequeña influencia estimuladora de secreción por la hormona liberadora de tirotropina (THRH) al igual que existe un factor de liberación de prolactina (PRF) de origen hipotalárnico.

– Hormonas gonadotrópicas

La adenohipófisis juega un papel fundamental en la reproducción de los vertebrados, incluido el hombre, hallándose implicadas dos hormonas, que junto con las gonadotropinas de origen placentario, permiten la fecundación y gestación.

Las hormonas adenohipofisarias son:

· Hormona folículo estimulante (FSH).

· Hormona luteinizante (LH).

· Las gonadotropinas de origen píacentario: gonadotropina coriónica (CG)
y hormona folículo estimulante coriónica (CFSH).

Se trata de glicoproteínas con distinta cantidad de carbohidratos. La LH y la FSH son secretadas por el mismo tipo de células hipofisarias. incrementando la secreción en la pubertad, ya que disminuye la influencia inhibitoria que sobre ella ejercen los esteroides sexuales. Ambas hormonas son secretadas bajo la estimulación de la adenohipófisis por la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) del hipotálamo.

En el varón, las concentraciones son prácticamente constantes, mientras que en la mujer oscilan con el ciclo menstrual (figuras 12 y 13).

La FSH induce el desarrollo del folículo ovárico, secretando estrógenos, mientras que la LH induce la ovulación y hace que los ovarios secreten hormonas sexuales femeninas.

Respecto a la función testicular, la FSH regula la espermatogénesis, mientras que la secreción de testosterona es estimulada en las células de Leydig (ICSH) por la LH

La gonadotropina coriónica es sintetizada por la placenta en una fase temprana, a los siete días de la fecundación. Es absorbida y llega a la sangre en cantidad suficiente para mantener el cuerpo lúteo, inhibiendo el siguiente período menstrual y suprimiendo la secreción de LH, ya que descienden las concentraciones de estrógenos y progesterona. Se utiliza para determinar la positividad del embarazo, dada la prontitud de su aparición en la gestación.

– Tirotropina

La hormona tirotrópica (TSH) posee como misión la estimulación de las células del tiroides, para que sinteticen las hormonas propias de esta glándula. Se trata de una glicoproteína constituida por dos cadenas polipeptídicas. Estimula todas las fases de síntesis de las hormonas tiroideas, captación de iodo, síntesis de proteínas y síntesis de hormonas. Esta horomona esta controlada por la hormona hipotalámica, hormona liberadora de tirotropina (TRH), secretada por los terminales nerviosos del hipotálamo

– Corticotropina

La hormona corticotrópica o adenocorticotrópica (ACTH) es un polipéptido formado por 39 aminoácidos y controla la función de la corteza suprarrenal, provocando la secreción de hormonas por ésta.

Por otro íado posee un efecto sobre el metabolismo de las grasas con un efecto lipolítico. Ella misma controla el nivel de su secreción, mediante inhibición retroactiva. Existe un factor hipotalámico liberador de ACTH (CRH), aumentando !a síntesis y liberación de ésta por las células corticotrofas hipofisarias

– Lipotropinas

Un efecto lipotrópico o de movilización de grasas de reserva produce cetosis, descenso del cociente respiratorio e incremento de la grasa en el hígado. Esta función es ejercida por la hormona del crecimiento, TSH, LH y ACTH.

Otros factores se designan por beta y gamma lipotropinas, estando estructuralmente relacionadas con la ACTH y la hormona estimulante de los melanocitos. Están relacionadas posiblemente con las endorfinas y las encefalinas o péptidos opiáceos, sirviendo la beta lipotropina quizás de precursor de algunos de estos péptidos morfinomiméticos.

Este efecto se debe a que al producirse la ACTH , se produce a la vez otras hormonas con estructura química semejante. Esta contiene además la hormona melanocito estimulante, beta-lipotropina y beta-endorfina.

– Hormona melanocito estimulante

Mediatiza la respuesta de los melanocitos cutáneos. Es similar a la ACTH; encontrándose dos, la a y la B MSH. En el hombre su función es dudosa y posiblemente sea simplemente un vestigio evolutivo.

A diferencia de la adenohipófisis, la neurohipófisis no posee células especializadas en la síntesis de hormonas. Su estructura es simplemente un sostén para las fibras nerviosas que proceden de zonas nerviosas superiores. Las neuronas que originan estas fibras se localizan en el hipotálamo y las terminaciones de estas fibras nerviosas conectan con los capilares a los que vierten dos hormonas, la hormona antidiurética (ADH) y la oxitocina.

– Hormona antidiurética

También se la conoce con el nombre de vasopresina y se forma primordialmente en los núcleos supraópticos del hipotálamo. Se trata de un péptido de 9 aminoácidos y su efecto es reabsorber agua a nivel de los túbulos renales.

Cuando los líquidos corporales están muy concentrados, se secreta ADH, aumentando la cantidad de agua reabsorbida, lo que permite una disolución de dichos líquidos extracelulares, adquiriendo su concentración osmótica normal, ya que se eliminan electrolitos normalmente.

También posee un efecto presor sobre la circulación, constriñendo las arteriolas. Una pérdida de sangre intensa es un estímulo poderosísimo para la secreción de ADH. Es por este efecto por lo que se la denomina vasopresina.

– Oxitocina

Al igual que la anterior es un péptido de 9 aminoácidos, diferenciándose en dos aminoácidos. Se produce en el núcleo paraventricular del hipotálamo. Su efecto es fundamentalmente la estimulación de la musculatura lisa del útero y de las glándulas mamarias. Con el curso del embarazo crece la sensibilidad del útero hacia esta hormona, que además es esencial para que se produzca la salida de la leche materna, ya que estimula al músculo que rodea las ramificaciones alveolares de las glándulas mamarias (mioepitelio). En el útero aumenta la frecuencia y la fuerza de la contracción del músculo liso.

Hormonas de la glándula pineal

– Melatonina

La melatonina es producida a partir de la serotonina. Se ha comprobado que esta hormona sirve para contrarrestar los efectos del síndrome de diferencia de zonas horarias. Es también un poderoso antioxidante; y se ha comprobado que participa en la apoptosis de células cancerosas en el timo. Pero también está comprobado que altas dosis de esta hormona tiene un efecto cancerígeno. Es también un hecho que controla el inicio de la pubertad y que podría influir en los ritmos circadianos. La producción de esta hormona disminuye con la edad.

Hormonas del tiroides

Son sintetizadas y almacenadas como residuos aminoácidos de la tiroglobuíina, que constituye la mayor parte del coloide. Esta es una molécula que contiene 140 residuos de tirosina, que es el sustrato para formar las hormonas tiroideas.

– Tiroxina

El efecto principal de la tiroxina es aumentar las actividades metabólicas de la mayor parte de los tejidos. El metabolismo basal puede aumentar hasta 60-100% cuando se secreta en cantidades elevadas o disminuir en un 40% cuando hay una ausencia de secreción tiroidea. Aumenta la transformación energética de los alimentos, la síntesis de proteínas y el catabolismo proteico. Así se ha visto que incrementa el crecimiento óseo, favoreciendo el cierre de las epífisis, también favorece la captación de glúcidos por las células, aumento de la glicólisis y gluconeogénesis e incrementa la secreción de insulina, como resultado del aumento global de enzimas inducido por la tiroxina.

También actúa sobre todas las fases del metabolismo de los lípidos, favoreciendo su recambio metabólico.

Como al incrementar el metabolismo celular se utiliza mayor cantidad de oxígeno y se liberan mayores cantidades de catabolitos, se provoca una vasodilatación en la mayor parte de los tejidos, incrementándose el flujo sanguíneo del organismo, especialmente el periférico, ya que es necesaria una mayor eliminación del calor producido.

Otros efectos provocados son el aumento de la frecuencia y capacidad ventilatoria pulmonar, elevación de las funciones digestivas y el aumento de la funcionalidad nerviosa y motora.

En las fases del desarrollo del sistema nervioso, la presencia en él de las hormonas tiroideas inician la serie de reacciones que posibilitan la terminación y diferenciación de la proliferación celular.

La hormona TSH o tirotropina, que es una glicoproteína, aumenta la secreción de la tiroxina mediante un aumento de la proteolisis de la tiroglobulina intrafolicular aumentando así la liberación de hormonas tiroideas. Al mismo tiempo aumenta la actividad de captación de iodo por el tiroides y la iodación de la tiroxina. Todo ello combinado con el aumento del número y actividad funcional de las células tiroideas provoca un incremento de las hormonas liberadas al torrente circulatorio.

Cuando la hormona tiroidea está en una elevada concentración de los lípidos corporales, se produce un descenso en la secreción de TSH, bien por acción directa sobre la hipófisis o quizás por inhibición de la TRH. Este efecto posiblemente pueda ser debido al aumento de calor corporal, que influya sobre el centro regulador de la temperatura del hipotálamo, que disminuiría la producción de hormona o TSH.

– Calcitonina

La otra hormona secretada por el tiroides es la calcitonina que actúa disminuyendo los niveles sanguíneos de calcio. Es secretada por las células parafoliculares, en el tejido intersticial entre los folículos tiroideos. Debido a su origen también se la denomina tirocalcitonina. Se trata de un polipéptido de 32 aminoácidos. Su efecto inmediato es disminuir la actividad de los osteoclastos, y del efecto osteolítico de la membrana osteocítica en el hueso, desplazando el equilibrio a favor del depósito de calcio en el hueso, mientras que el efecto más prolongado es evitar la formación de osteoclastos y osteoblasíos por las células osteoprogenitoras, disminuyéndose el remodelado óseo. Su secreción viene influenciada por la concentración del calcio en el plasma. Un aumento de calcio en sangre aumenta los niveles de calcitonina, que a su vez devuelve los niveles de calcio a la normalidad. En realidad, en el adulto normal el efecto de la calcitonina es muy leve siendo por ello la hormona secretada por el paratiroides la que regula los niveles de calcio.

Hormonas suprarrenales

La corteza suprarrenal secreta unas hormonas denominadas corticoesteroides. que son sintetizadas a partir del colesterol y poseen una estructura química similar, aunque sus efectos son diferentes. Hay dos tipos principales de hormonas, los mineralcorticoides y los glucocorticoides. Además se producen pequeñas cantidades de andrógenos, cuyos efectos son similares a los de la testosterona.

La denominación de mineralocorticoides se debe a que actúa preferentemente sobre los electrolitos presentes en los líquidos extracelulares, en especial sodio y potasio, mientras que la de glucocorticoides es por su acción sobre los niveles de glucosa en sangre, aunque éstos poseen unos efectos igual de importantes sobre el metabolismo lipídico y proteico (figura 18).

Se han logrado aislar más de 30 esteroides aunque los más importantes desde el punto de vista fisiológico son la aldosterona y el cortisol.

– Aldosterona

Se produce en la zona glomerular de la corteza y es responsable del 95% de la actividad mineralcorticoide de la corteza suprarrenal. Otros esteroides que poseen acción mineralocorticoide son la corticosterona y la desoxicorticosterona, que poseen una acción igual que la aldosterona, pero 30 veces menos potente. El principal efecto de los mineralcorticoides es provocar el aumento de la reabsorción renal de sodio. El efecto es máximo en la porción gruesa del asa de Henle, en el túbulo distal y en el túbulo colector, siendo menor en el túbulo proximal (figuras 19 y 20).

Al incrementar la reabsorción renal de sodio, éste aumenta en los líquidos extracelulares, produciéndose sed, para que aumente el volumen de los líquidos para mantener las concentraciones de sodio dentro de lo normal. Al mismo tiempo que es reabsorbido el sodio, se elimina potasio por el riñon siendo éste el único mecanismo que posee el organismo para regular la concentración de potasio.

La aldosterona, y las otras hormonas esteroideas, actúan a nivel de DNA permitiendo la expresión de zonas específicas que sintetizan proteínas, presumiblemente enzimas que intervienen decisivamente en los fenómenos de transporte a nivel de membrana celular, permitiendo la actividad de la bomba de sodio-potasio, lográndose así los efectos sobre estos iones.

El control de la secreción de aldosterona viene dado por la concentración de potasio en los líquidos extracelulares; el sistema renina-angiotensina; la cantidad de sodio del organismo; y la secreción de la hormona hipofisaria ACTH.

– Cortisol

Se produce en la zona fascicular y es un glucocorticoide que ocupa al menos el 95% de la actividad de estos esteroides. Se denomina también hidrocortisona.

Otros son la cortisona y la corticosterona.

Aumenta el transporte de aminoácidos a las células hepáticas favoreciendo la gluconeogénesis en unas 6-10 veces (figura 21).

También se retrasa el ritmo de utilización de la glucosa intracelular. quedando en la sangre disponible.

El efecto que produce sobre las proteínas es disminuyendo la reserva en todas las células, con excepción del hígado. Al igual que sucedía con la glucosa, el nivel de aminoácidos en sangre aumenta. De una manera similar a como es estimulada la movilización de aminoácidos del músculo, el cortisol estimula la movilización de los ácidos grasos del tejido adiposo. Ello hace que los ácidos grasos libres aumenten su concentración en el plasma, quedando disponibles para ser utilizados como fuente de energía.

Esta movilización de las grasas, junto con el fav ore cimiento de su oxidación intracelular, es una acción tendente a conservar glucosa del organismo, aunque el efecto es a largo plazo.

Las hormonas corticosuprarrenales. especialmente el cortisol, son secretadas ante una gran variedad de situaciones, principalmente ante cualquier estímulo de alarma, física o neurógena, ya que se produce un incremento en la secreción de ACTH, estimulándose fuertemente la corteza suprarrenal.

No solamente el cortisol y similares actúan frente al stress, sino que contribuye a la defensa del organismo interviniendo en procesos antiinflamatorios, mediante la estabilización de los lisosomas. impidiendo su ruptura y consiguiente lisis celular.

– Andrógenos suprarrenales

Son secretados en pequeñas cantidades en la zona reticular, al igual que los estrógenos y progesterona; éstos últimos en cantidades muy pequeñas. En condiciones fisiológicas su efecto es insignificante pero forma parte en el desarrollo inicial de los órganos genitales masculinos. También en la mujer actúan toda la vida, siendo su efecto muy pequeño, en condiciones normales.

– Adrenalina y Noradrenafina

Son las hormonas de la médula suprarrenal, compuestos presentes en muchas zonas del tejido nervioso en el que actúan de neurotransmisores. Las acciones que efectúan ambas son el aumento de la frecuencia y fuerza de la contracción cardíaca, contracción vascular periférica, mientras que dilatan los vasos del músculo. Este efecto es solamente producido por la adrenalina, ya que la noradrenalina es un enérgico vasoconstrictor (figura 22).

Hormonas sexuales masculinas y femeninas

– Hormonas sexuales masculinas

La hormona más importante, a la cual corresponden efectos hormonales dependientes del testículo, es la testosterona. La producen las células de Leydig, situadas entre los túbulos seminíferos. En el niño los niveles hormonales son bajos, mientras que son muy elevados en el adulto y en el recién nacido.

Su estructura es la de un esteroide. Circula por la sangre ligada a proteínas plasmáticas. Una vez dentro de la célula es transformada en dihidrotestosterona, se une a una proteína citoplasmática, difunde al núcleo y activa la transcripción del DNA a RNA.

La testosterona es la determinante de los caracteres sexuales del varón. Durante el desarrollo fetal, la gonadotropina coriónica estimula a los testículos a producir la hormona. Esta producción desciende en la niñez, siendo prácticamente nula hasta la pubertad, en que se reactiva enormemente durando hasta los 40 años, en que comienza una disminución progresiva.

En el desarrollo embrionario determina las características sexuales del individuo. La presencia o ausencia de testosterona es el factor determinante para que el feto desarrolle órganos genitales masculinos o femeninos respectivamente. Origina asimismo la aparición de la glándula prostática, vesículas seminales y los conductos genitales y provoca el descenso de los testículos a la bolsa escrotal.

Durante la pubertad provoca el desarrollo completo de los órganos sexuales masculinos y la aparición de los caracteres sexuales secundarios.

Las hormonas hipofisarias FSH y LH (o ICSH) intervienen decisivamente. La hormona luteinizante (que en el varón se denomina también estimulante de las células intersticiales) activa la secreción de la testosterona,, mientras que la hormona folículo estimulante permite la conversión de los espermatocitos primarios en secundarios. Además, es necesaria la presencia de la testosterona para que la espermatogénesis se realice totalmente, ya que ésta permite la total maduración del espermatozoide.

Las hormonas hipofisarias son reguladas por la GnRH que es secretada por el hipotálamo.

La testosterona inhibe la estimulación hipotalámica de la adenohipófisis siendo el efecto más intenso sobre la LH que sobre la FSH. Este sistema de control por retroaíimentación permite mantener los niveles de testosterona constantes. Igualmente las células de Sertoli producen inhibina, que inhibe la secreción de FSH y en menor medida la de GnRH, lo que ayuda a controlar la intensidad de la Espermatogénesis

– Hormonas sexuales femeninas

Existen dos tipos de hormonas sexuales femeninas: los estrógenos y la progesterona.

Los estrógenos provocan la proliferación de ciertos tipos celulares, mientras que la progesterona prepara el útero para el embarazo y las glándulas mamarias para la lactancia.

Los estrógenos se secretan en grandes cantidades en la mujer no embarazada, tanto por parte de los ovarios, como por la corteza suprarrenal, que lo hace en menor cantidad. Durante el embarazo, la placenta secreta enormes cantidades de estrógenos, hasta 50 veces la cantidad normal producida en un ciclo menstrual.

Por lo menos existen seis estrógenos, pero solamente tres están en cantidades importantes, el estriól, el B-estradiol y la estrona, siendo el más potente el fi-estradiol. Es un esteroide que se sintetiza a partir de los mismos precursores (colesterol y acetil-CoA).

El efecto de los estrógenos es provocar la proliferación celular y crecimiento de los órganos sexuales femeninos y otros tejidos relacionados con la reproducción. Mediante el estímulo de las hormonas hipofisarias, los estrógenos aumentan su cantidad enormemente en la pubertad, pasando los órganos genitales femeninos a ser adultos, así como activar el depósito de grasa en las mamas, desarrollo del estroma y crecimiento de un sistema lobular, que será estimulado por la progesterona y prolactina.

Asimismo interviene sobre otros sistemas como es la estimulación de los osteoblastos del tejido óseo (favoreciendo el crecimiento). Al mismo tiempo se ensancha la pelvis, para posibilitar el parto y la aposición de la grasa, así como una mayor vascularización cutánea.

Los estrógenos actúan a nivel genético en la célula, permitiendo la expresión de una serie de genes. La especificidad de los estrógenos sobre los órganos que actúan es mayor que la de los andrógenos (figura 23).

El ciclo menstrual es regulado por los cambios periódicos en los niveles de gonadotropinas, estrógenos y progesterona. Antes de la ovulación, la hormona estimulante de los folículos (FSH) promueve la maduración de los folículos ováricos, que secreta estrógeno. Los altos niveles de estrógenos causan un aumento brusco de la hormona luteinizante (LH), que dispara la ovulación de un folículo. La LH promueve el desarrollo del cuerpo lúteo, e induce que éste secrete progesterona y algo de estrógeno. En ausencia de implantación, los niveles de progesterona y de estrógenos alcanzan un máximo para caer a continuación, iniciándose la menstruación. La subsiguiente disminución en los niveles de estrógeno, progesterona e inhibina, producida por el propio cuerpo lúteo, permiten la secreción de FSH y LH hipofisarias incrementando de nuevo, iniciándose así otro ciclo. Si la implantación y el embarazo tienen lugar (derecha), la secreción de gonadotropina coriónica (GC) por la placenta libera el cuerpo lúteo, que mantiene la secreción de estrógeno y progesterona durante los dos o tres primeros meses de gestación en los humanos. A partir de ahí, la propia placenta secreta estrógenos y progesterona.

La progesterona provoca los cambios del endometrio, preparando el útero para la nidación del óvulo fecundado. También estimula los cambios secretores de la mucosa que tapiza las Trompas de Falopio y estimula el desarrollo de los lobulilíos y alvéolos mamarios, permitiendo la proliferación de las células alveolares así como que adopten un carácter secretor, aunque la secreción de leche la activa la prolactina.

La producción de las hormonas ováricas está bajo control por retroalimentación negativa. La secreción de estrógenos y progesterona y, también la inhibiría, inhibe la producción de FSH y LH por la adenohipófisis y en menor medida, la producción de GnRH por el hipotálamo.

Hormonas del paratiroides

– Hormona paratiroidea: La hormona paratiroidea o paratohormona es un polipéptido formado por 84 aminoácidos. Su efecto es la activación de los osteoclastos ya formados, la rápida formación de nuevos osteoclastos e indirectamente la estimulación secundaria de la formación de osteoblastos por resorción prolongada del hueso.

Un efecto secundario de esta hormona es el provocar una pérdida de fosfato por la orina, reabsorbiéndose menos. Al mismo tiempo aumenta la reabsorción renal del calcio. Aumenta asimismo la capacitación intestinal de calcio mediante la formación de 1,25-dihidroxicolecalciferol a partir de la vitamina. D .

La secreción de la hormona paratiroidea está regulada directamente por los niveles sanguíneos de calcio (calcemia). El descenso de éstos en la sangre origina la secreción y su aumento inhibe dicha secreción.

Hormonas del páncreas

– Insulina

La insulina es un polipéptido formado por dos cadenas polipeptídicas. Una contiene 21 aminoácidos y la otra 30, Su efecto es bien conocido, es hipoglucemiante, es decir, disminuye la concentración de glucosa en sangre. Este efecto se debe al incremento de la utilización de glucosa, estimula la formación de glucógeno en hígado y en músculo. Su efecto primario es el favorecimiento de la penetración de la glucosa en la célula, disminuyendo así la circulante, y al mismo tiempo la glucosa que ha entrado en la célula puede ser utilizada o formar glucógeno.

También influye en el metabolismo de las grasas. Al utilizarse la glucosa, se ahorra la utilización de grasas. Además, la insulina promueve la síntesis de ácidos grasos, que ocurre en las células hepáticas y posteriormente transportadas al tejido adiposo donde se almacena. Una pequeña parte de la síntesis ocurre en los adipocitos.

Igualmente se observa que la presencia de aminoácidos tras la ingestión provoca el almacenamiento de proteínas celulares cuando hay insulina. Es especialmente importante durante el crecimiento, donde actúa de forma sinérgica con la GH (figura 25).

La estimulación del nervio vago provoca una pequeña secreción de insulina, pero sus niveles son regulados por la concentración de glucosa en sangre (glucemia). Un aumento de la glucosa provoca la secreción de insulina, inhibiéndose cuando la glucemia es baja.

– Glucagón

La otra hormona es sintetizada por las células a, se llama glucagón. Su efecto primordial es elevar el nivel sanguíneo de glucosa ya que favorece la glucogenolisis e incremento de la gluconeogénesis a partir de aminoácidos.

La disminución de la glucemia estimula la secreción de glucagón, que permite mediante la ruptura del glucógeno, restablecer los niveles normales de la glucemia (figura 26).

– Somatostatina

Las células 6 de los islotes de Langerhans secretan la hormona somatostatina, que es un polipéptido pequeño con una vida media de 3 minutos en sangre. Su secreción se estimula por un aumento en la concentración de glucosa, aminoácidos, ácidos grasos en sangre o aumento de hormonas intestinales. A su vez, esta hormona tiene muchos efectos inhibidores: reprime a nivel local la secreción de insulina y glucagón, disminuye la motilidad del estómago, duodeno y vesícula biliar y la secreción como la absorción a nivel del intestino.

Químicamente es igual que la hormona inhibidora de la HG, que suprime la secreción de esta hormona.

Otras hormonas

– Prostaglandinas

Son ácidos grasos hidroxicíclicos insaturados sintetizadas a partir del ácido araquidónico en las membranas, el cual se produce por la escisión de los fosfolípidos de membrana mediante las fosfolipasas. Se han encontrado en prácticamente todos los tejidos de los mamíferos, en algunos casos actuando localmente como agentes paracrinos y en otros actuando como endocrinos. Las 16ó más prostaglandinas identificadas se reparten en 9 clases, denominadas PGA a PGI. Están sometidas a degradación oxidativa originando productos inactivos en el hígado y los pulmones.

Las acciones de las prostaglandinas son muy vanadas. Aunque son liposolubles, se unen a receptores de membrana acoplados a la ruta del AMPc. Muchos de sus efectos están relacionados con la musculatura lisa. Regulan la vasoconstricción y vasodilatación , están implicados en la función de las plaquetas y en respuestas inflamatorias.

– Relaxina

Producida por el cuerpo lúteo, tiene como función el aumento de la relajación de la sínfisis púbica y dilatación del cérvix uterino.

– Factor natriurético auricular

Se produce en las aurículas del corazón y sirve para incrementar la excreción de sales y agua por el riñon.

Existen una gran cantidad de hormonas como las endorfinas, factores de crecimiento, hormonas del tracto gastrointestinal, …

3. REGULACIÓN NEUROENDOCRINA

La principal función del sistema endocrino consiste en regular las actividades metabólicas de los diversos sistemas orgánicos para mantener la homeostasis. Estas funciones se realizan conjuntamente con el sistema nervioso y bajo su control directo e indirecto. Estos dos sistemas reguladores integran las múltiples actividades que realizan los tejidos corporales, para convertirlas en funciones útiles y con determinados objetivos.

La secreción de las hormonas tiene lugar, a un nivel de reposo, que es modulado hacia arriba o hacia abajo mediante señales que actúan sobre el tejido endocrino. Estas señales normalmente son neurohormonas, que son liberadas por neuronas especializadas y actúan directamente en el tejido endocrino. En algunos casos, el tejido endocrino responde directamente a las condiciones del ambiente extracelular.

Los tejidos endocrinos son parte de circuitos de anteroalimentación o de circuitos de retroalimentación (figura 27).

Las actividades secretoras de los tejidos endocrinos están moduladas generalmente por una retroalimentación negativa. Tal retroalimentación puede implicar un bucle corto o un bucle largo. En una retroalimentación de bucle corto la propia concentración de la hormona, o un efecto producida por ella, actúa directamente sobre el tejido endocrino que elabora la hormona para reducir la secreción, por lo tanto mantiene la secreción hormonal reprimida. La de bucle largo opera con principios similares. pero incluye más elementos.

Cuando se requiere una respuesta rápida, el tejido endocrino puede estar sujeto a una retroalimentación positiva. La retroalimentación positiva es más común en las primeras fases de la respuesta. Pero, naturalmente, se debe contrarrestar con un proceso que acabe el incremento continuo.

4. PRINCIPALES ALTERACIONES

Las alteraciones del sistema hormonal se producen por una hiper o hipofunción. Algunas enfermedades de especial importancia son las siguientes.

Hormona del crecimiento (GH)

La hipersecreción crónica de esta hormona produce el cuadro de gigantismo en el adolescente, da lugar a tallas superiores a ios 2,40 m. de altura. Después del cierre de la epífisis ósea, el exceso de hormona de crecimiento causa acromegalia, en el que se presentan engrosamiento de las facciones, con nariz ensanchada y mentón sobresaliente, debido a que los huesos largos del cuerpo ya no pueden aumentar su longitud, ensanchándose los extremos óseos. Como la hormona del crecimiento eleva la glucemia, los pacientes tienen predisposición a la diabetes sacarina.

La hiposecreción de hormona provoca en los niños enanismo hipofisario. El desarrollo se cumplirá normalmente como una persona adulta bien proporcionada pero, de estatura muy baja.

Tiroides

El hipertiroidismo se produce una excesiva secreción de tiroxina por sobreestimulación de la glándula. Los individuos con hipertiroidismo están nerviosos, no toleran el calor y habitualmente son delgados.

En el hipotiroidismo el defecto primario puede residir en el hipotálamo o en la hipófisis anterior, y obedece a la secreción inadecuada de TRH o TSH, en este caso el hipotiroidismo no se acompaña de bocio. Los pacientes pueden exhibir psiquismo lento y torpeza, mientras que en los niños de corta edad, el crecimiento y el desarrollo mental pueden ser retardados, fenómeno que se conoce como cretinismo. En los adultos, el hipotiroidismo se denomina mixedema y se asocia con acumulación de proteínas y líquidos bajo la piel, lo cual le confiere un aspecto grueso y abotargado.

Otra enfermedad que ocurre siempre que se secretan cantidades inadecuadas de hormona tiroidea es el bocio exoftálmico, que consiste en el agrandamiento de la tiroides. En estos casos la secreción de TSH a nivel de la hipófisis anterior no es inhibida. Puede deberse a carencias dietéticas de iodo o a bloqueos metabólicos de la vía sintética de la hormona tiroidea.

Paratiroides

Los trastornos hormonales del metabolismo del calcio son raros. Por lo general las deficiencias de PHT se deben a operaciones de tiroides en que se extirpan las glándulas paratiroides. Cuando sucede esto, sobrevienen síntomas de hipocalcernia a los pocos días, entre ellos hiperexcitabilidad neuromuscular y tetania. El tratamiento suele consistir en la administración de vitamina D y calcio. Como es previsible el hiperparatiroidismo acarrea hipercalcemia y depósito del calcio excedente en los tejidos blandos, como consecuencia los huesos se afinan y se forman concentraciones de calcio en algunos órganos, como los ríñones.

Páncreas: La deficiencia relativa de insulina es la causante de la diabetes mellitus, uno de los trastornos endocrinos más comunes, pues afecta alrededor del 2% de la población. Se acepta que tienen una influencia genética, y por lo tanto, tiende a prevalecer todavía más a medida que la población aumenta. Se conocen dos tipos de diabetes mellitus. En el primero, diabetes juvenil, que se caracteriza por un déficit absoluto de insulina, los síntomas diabéticos se presentan a temprana edad. El segundo es la diabetes del adulto presente en adultos de más avanzada edad y a menudo relacionado con personas obesas. Se conserva la capacidad de secretar insulina endógena, aunque existe una resistencia a la acción de la misma. En muchas ocasiones esta enfermedad no es grave y para controlarla sólo suele requerirse restricción dietética o administración de agentes antidiabéticos orales.

Glándulas suprarrenales

La hipersecreción de adrenalina ocurre en los tumores del tejido de la médula suprarrenal y se les considera como posibles causantes de ciertos casos de hipertensión.

La hiposecreción de cortisol da origen a la enfermedad de Addison, que puede deberse a deficiencias de CRH o de ACTH, o a enfermedad primaria de las cortezas suprarrenales. Los pacientes con insuficiencia suprarrenal no resisten bien las infecciones y los traumatismos, sufren debilidad muscular y se cansan con facilidad, experimentan a menudo depresión emocional y tienen diversos trastornos gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarreas. Presentan dificultad para movilizar la glucosa y las grasas, y suelen entrar en hipoglucemia o hipotensión.

La hipersecreción de glucocorticoides como el cortisol, puede deberse a hipersecreción de CRH o ACTH, o a hipersecreción autónoma de cortisol a nivel suprarrenal. A la enfermedad se le denomina síndrome de Cushing. La mayoría de las alteraciones presentan cuadros contrarios de los que se ven en la enfermedad de Addison. Estos pacientes suelen pesar más de lo normal y hay una distribución anómala de las grasas, que se depositan mayoritariamente en el tronco, cara y hombros, y no en las extremidades. Son comunes la hiperglucemia y la hipertensión.

Órganos sexuales

El hipogonadismo masculino se produce cuando se pierden las funciones espermatogénicas o endocrinas del testículo. La lesión primaria puede encontrarse a nivel testicular, hipofisario o hipotalámico, ya que la función reproductora es controlada por estos tres niveles. Cuando la insuficiencia testicular comienza antes de la pubertad se presenta el eunocoidismo, y se produce la falta de aparición de las características sexuales secundarias. Estos pacientes presentan una distribución del vello de tipo femenino, genitales externos pequeños, configuración femenina del cuerpo, vellos axilares y pubiano escasos y ausencia de modificaciones en la voz. Cuando el hipogonadismo se presenta en edad adulta ocurre una lenta involución de las características sexuales secundarias en especial de la distribución del vello. La actividad sexual disminuye lentamente. El hipergonadismo no suele ser reconocido como patológico en los varones adultos, ya que el aumento de la masculinidad no es una enfermedad. Los tumores se secretan androgenos producen pubertad precoz en los niños, pero resultan difíciles de reconocer en los adultos.

Los ovarios no funcionan normalmente durante el embarazo, así como tampoco cuando las funciones hipotalámicas o hipofisarias están perturbadas, o cuando existe un defecto congénito o genético. Diversos factores sicológicos pueden interferir también en la función ovárica.