Tema 15 – Discapacidad y necesidades educativas especiales. Apoyos específicos en la formación, la orientación y el empleo.

Tema 15 – Discapacidad y necesidades educativas especiales. Apoyos específicos en la formación, la orientación y el empleo.

BIBLIOGRAFÍA

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(Incluir la normativa del Tema 9-B)

1.- INTRODUCCIÓN

La atención psicosocial de los niños/as con deficiencias es reciente, prácticamente comenzó hace tres décadas. Hasta entonces, los niños con problemas de déficit intelectual disponían de escasos centros de educación especial, que los aceptaran, y ésto en el caso de que alcanzaran un cierto nivel intelectual y de autonomía en sus hábitos de vida diaria. El resto, los que tenían mayores problemas, no disponían de plazas escolares. La atención a muchos de estos sujetos se limitaba a la sanitaria y el factor educativo aparecía meramente como complementario, y en la mayoría de las ocasiones no se tenía en cuenta.

Una serie de acontecimintos ocurridos en los últimos treinta años en nuestro país, han significado un decisivo impulso en el tratamiento psicosocial de las personas afectadas por minusvalías. Entre otros, ya título de ejemplo, citamos los siguientes:

– La Ley General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa del año 1970, estableció las bases de la Educación Especial, entendida ésta como proceso formativo conducente al desarrollo integral de las personas con limitaciones. Asimismo señalaba, si bi~n muy tímidamente la integración escolar.

– La creación del Servicio Social de Recuperaciones y Rehabilitación de Minusválidos (SEREM) en 1972, con sus Unidades de Valoración, significa un paso importante en la concepción integral de la persona con disminución, que recibe el espaldarazo con la

publicación de la Ley 13/82 de Integración Social de los Minusválidos, reconociendo a los disminuidos el «derecho a su completa realización personal, integración escolar y total integración social».

Ley de Integración Social del Minusválido (1982).

La Constitución Española de 1978 reafirma el derecho de todo ciudadano a la educación y prescribe en el artículo 49 que «los poderes públicos realizarán una politica de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos fisicos, sensoriales y psíquicos a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este título otorga a todos los ciudadanos».

Fundamentándose en los derechos que el artículo 49 de la Constitución reconoce a los minusválido s, introdujo una forma distinta de entender el origen y el sentido de las minusvalias al establecer con claridad la diferencia entre deficiencia, discapacidad y minusvalia. Al hacerlo reconoció que una persona es tanto menos minusválido en sus competencias individuales o sociales, cuanto más adaptada está al medio familiar, educativo y sociolaboral para compensar el efecto de sus discapacidades fisicas, psíquicas o sensoriales; y que, por tanto, las posibilidades de integración educativa, social o laboral no dependen en exclusiva de las condiciones personales de los minusválidos, sino también de los recursos que la sociedad está dispuesta a poner a su disposición para compensar sus limitaciones, así como del reconocimiento, de la solidaridad y el respeto por las diferencias como valores rectores de la convivencia ciudadana.

En su artículo 23 establece que el minusválido se integrará en el sistema ordinario de la Educación General y recibirá si procede programas de ayuda y recursos apropiados. Y en su artículo 27 dispone que sólo cuando la gravedad de la minusvalia lo haga imprescindible la educación se llevará a cabo en centros específicos que funcionarán en conexión con los centros ordinarios para facilitar la integración en ellos a través de unidades de transición.

Esta ley respaldó con fuerza los principios que el Plan Nacional para la Educación Especial había simplemente enunciado, comprometiendo a las administraciones educativas a desarrollar una politica de integración de las personas discapacitadas en el sistema ordinario de la educación general y, en consecuencia, a reordenar la Educación Especial de acuerdo con tales principios.

La administración educativa, atendiendo a los cambios propuestos, modificó su estructura administrativa para responder adecuadamente al nuevo modelo.

– El Plan Nacional de Educación Especial de 1978, la creación de los Equipos Multiprofesionales y el paso dado en la normativización de la integración escolar son otros considerables avances en esta materia.

– El paso decisivo viene de la mano de las transferencias del Estado en materia educativa. Las diferentes Autonomías se esfuerzan en complementar y desarrollar legislación; pero lo que es tan importante o más, se ocupan de potenciar los recursos tanto personales como de infraestructuras que permitan que se haga realidad lo que está contenido en las disposiciones legales, que en bastantes ocasiones se encuentra con la resistencia de personas e instituciones hacia su cumplimiento.

2.- CONCEPTOS GENERALES

Existe, con frecuencia, disfunciones en la aceptación, conocimiento y entendimiento de las definiciones que existen sobre los términos que se emplean en la descripción de los conceptos relativos a estos aspectos. Pasamos a definir algunos de estos términos con el fin de orientamos en cada momento, así tenemos que la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la Clasifición Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalias pretende unificar criterios y reducir la proliferación de términos, realizando definiciones conceptuales que eviten la consolidación de marginación. Pasamos a difinir algunos de estos conceptos:

– DEFICIENCIA. Hace referencia a las anomalías de la estructura corporal, de la apariencia y de la función de un órgano o sistema, cualquiera que sea su causa; en principio, las deficiencias representan trastornos orgánicos. La deficiencia se caracteriza por pérdida o anormalidades que pueden ser temporales o permanentes, incluye tanto situaciones innatas como adquiridas y no indica, necesariamente, la existencia de una enfermedad ni la existencia de rasgos asociados. Representa la desviación de la norma en el estado biomédico del individuo.

– DISCAPACIDAD. Refleja las consecuencias de la deficiencia desde el punto de vista del rendimiento funcional y de la actividad del individuo; las discapacidades representan, por tanto, transtornos en el ámbito personal. La discapacidad está referida a actividades complejas o integradas que se esperan de las personas o del cuerpo en conjunto, como pueden ser las representadas por tareas, aptitudes y conductas. Puede ser temporal o permanente, reversible o irreversible, progresiva o regresiva. Significa la desviación de la norma desde el punto de vista de la actuación como uindividuo.

– MINUSVALÍA. Hace referencia a las desventajas que experimenta el individuo como consecuencia de las deficiencias y discapacidades; así pues, las minusvalias reflejan una interacción y adaptación del individuo al entorno.

Las aportaciones de la OMS, indudablemente valiosas, han guiado estudios e investigaciones posteriores, y han marcado pautas por las que los países tratan de guiarse en estos temas; pero la complejidad que entrañan estos tres conceptos, las sutiles diferencias entre ellos y la necesidad cotidiana y generalizada de uso, hace difícil que éste se realice con la propiedad y mesura que serían deseables.

3.- DEL MODELO DEL DÉFICIT AL DE NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

Martín y Marchesi (1990) señalan que durante mucho tiempo los retrasos o problemas de aprendizaje han sido definidos por el déficit de una habilidad determinada. AsÍ, las deficiencias en inteligencia o lenguaje eran consideradas responsables de los distintos problemas de aprendizaje.

Esta concepción implicaba un conjunto de estrategias de instrucción basadas o en el apoyo a la capacidad deficitaria o el refuerzo de aquellas habilidades que tenían un desarrollo normal. Pero las teorías del déficit han tropezado con grandes dificultades tanto para establecer una causación entre la dimensión psicológica afectada y el rendimiento académico, como para lograr progresos realmente significativos con los programas elaborados.

Es innegable que los alumnos y alumnas se diferencian progresivamente en cuanto a su capacidad para aprender, pero tampoco se puede negar que la capacidad ha de entenderse como algo dinámico y permeable a la experiencia educativa. Al contrario, la experiencia educativa incide en el desarrollo del alumno, en su capacidad de aprender; de ahí que el ajuste de la ayuda pedagógica resulte básica.

Las causas de las diferencias entre los alumnos son múltiples y variadas. Al aludir a tal diversidad en los alumnos y a las respuestas educativas que las situaciones específicas demandan implica aceptar que todos los alumnos tienen necesidades educativas y que, aunque éstas puedan coincidir en muchos casos, también son distintas en otras ocasiones. Cuando los alumnos afrontan un aprendizaje, 10 hacen en virtud de sus capacidades, sus intereses, sus estilos de aprendizaje, sus motivaciones. En consecuencia los distintos alumnos emplean al aprender estrategias distintas, siguen ritmos diferentes y tropiezan con diferentes dificultades.

La consideración del currículum de modo abierto y flexible permite muchas posibilidades de ajuste para responder adaptándose a tales diferencias y a tales dificultades. En muchos casos esos ajustes resultarán más que suficientes para que los alumnos progresen en sus aprendizajes: sus necesidades educativas quedarán cubiertas.

Sin embargo, por razones de la diversidad aludida, habrá alumnos que encontrarán mayores dificultades para alcanzar los objetivos y acceder a los contenidos que establece el currículo común y tendrán necesidad de ajustes menos generales, más específicos y concretos.

El concepto de dificultad de aprendizaje es relativo; se da cuando un alumno tiene una dificultad para aprender significativamente mayor que la mayoría de los niños de su misma edad, o si sufre una incapacidad que le impide o dificulta el uso de las instalaciones educativas que generalmente tienen a su disposición los compañeros de su misma edad.

En cuanto a la medida educativa especial también es un concepto relativo, y se define como una ayuda educativa adicional o diferente respecto de las tomadas en general para los niños que asisten a escuelas ordinarias.

Siguiendo a Martin y Marchesi, no se trata desde esta perspectiva de destacar 10 que hace el alumno especial (como haría la teoría del déficit), sino que se hace sobresalir 10 especial de las condiciones necesarias para que el alumno aprenda.

No se trata de un término que sustituye al de deficiente. Es un concepto educativo que alude a la respuesta educativa que algunos alumnos precisan en determinados momentos de su escolaridad.

Así, se asume que todos los alumnos con necesidades educativas especiales no presentan una deficiencia sensorial, motriz o intelectual. Habrá algunos englobados bajo tal definición cuyas dificultades provengan del entorno familiar, de carencias socio culturales y de su historia desajustada de aprendizaje. La necesidad especial no se ubica en el alumno o alumna, por el contrario, son fruto de la interacción de éste con el contexto educativo.

Incluso en alumnos con deficiencias probadas de características similares, las diferencias individuales son enormes. Carece de validez clasificarlos en función de un déficit determinado, asumiendo que a igualdad de déficit la respuesta educativa que precisan debe ser igual.

El concepto de «necesidades educativas especiales» remite, por tanto, a las ayudas pedagógicas que determinados alumnos pueden precisar a 10 largo de la escolarización para el logro de los fines de la educación.

En el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo, en el capítulo X, se introduce el concepto de n.e.e., de esta forma: «partiendo de la premisa de que todos los alumnos precisan a 10 largo de su escolaridad diversas ayudas pedagógicas de tipo personal, técnico o material, con el objeto de asegurar el logro de los fines generales de la educación, las necesidades educativas especiales se predican de aquellos alumnos que, además y de forma complementaria, puedan precisar otro tipo de ayudas menos usuales, bien sea temporal o permanentemente.

Decir que un determinado alumno presenta n.e.e. es una forma de decir que para el logro de los fines de la educación precisa de determinadas ayudas pedagógicas o servicios. De esta manera, una necesidad educativa se describe en término de aquello que es esencial para la consecución de los objetivos de la educación».

El concepto de n.e.e. está en relación con las ayudas pedagógicas o servicios educativos que determinados alumnos puedan precisar a lo largo de su escolarización para el logro del máximo crecimiento personal y social.

De lo expuesto sobre el concepto de n.e.e. se derivan dos características en relación a las dificultades de los alumnos:

– Su carácter interactivo, esto es, la causa de las dificultades de aprendizaje de un alumno tiene un origen fundamentalmente interactivo, dependen tanto de las condiciones personales del alumno como de las características del entorno en que éste se desenvuelve, es decir, la escuela.

– Su relatividad, de tal manera que las dificultades de un alumno no pueden establecerse ni con carácter definitivo ni de una forma determinante, y van a depender de las particularidades del alumno en un momento deternúnado y en un contexto escolar también determinado.

Se trata de un término estrictamente educativo que nos remite a la respuesta educativa que algunos alumnos precisan en determinados momentos y situaciones escolares.

Rafael Bautista Jiménez (1993), considera que a partir de este marco conceptual, la Educación Especial ya no se concibe como la educación de un tipo de alumnos; sino que se entiende como el conjunto de recursos personales y materiales puestos a disposición del Sistema Educativo para que éste pueda responder adecuadamente a las necesidades que de forma transitoria o permanente pueden presentar algunos de los alumnos.

Podemos también extraer la definición de AC.N.E.E. según Blanco (1992): «Un alumno tiene n.e.e. cuando presenta dificultades mayores que el resto de los alumnos para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad (bien por causas internas, por dificultades o carencias de su entorno sociofamiliar o por una historia de aprendizaje desajustada) y necesita, para compensar dichas dificultades, adaptaciones de acceso y/o adaptaciones curriculares significativas en varias áreas de ese currículo» .

A continuación trascribimos, a tiitulo de ejemplo, un resumen comparativo de Gallardo y Gallego ( 1993), de las diferencias ente las características de los términos Educativos Especiales, en su sentido tradicional, y el de Necesidades Educativas Especiales.

Educación Especial

Necesidades educativas especiales

Termino restrictivo cargado de multiples connotaciones peyorativas.

Termino mas amplio y propicio para la integración escolar

Suele ser utilizado como etiqueta diagnostica

Se hace eco de las necesidades educativas permanentes o teporales de los alumnos. No es algo peyorativo para los alumnos.

Se aleja de los alumnos considerados normales

Las n.e.e. se refieren a las necesidades educativas del alumno y, por tanto, engloban el termino Educativo Especial

Predispone a la ambigüedad, arbitrariedad

Nos situamos ante un termino cuya característica fundamental es su relatividad conceptual.

Presupone una etimología estrictamente personal de las dificultades de aprendizaje y/o desarrollo

Admite como desarrollo de las dificultades de aprendizaje y/o desarrollo una causa personal, escolar o social.

Tiene implicaciones educativas de carácter marginal, segregador.

Con implicaciones educativas de marcado carácter positivo.

Conlleva referencias implícitas de currículos especiales y por tanto, de Escuelas especiales.

Se refiere al currículo ordinario e idéntico Sistema Educativo para todos los alumnos

Hace referencia a los P.D.I.s, los cuales parten de un Diseñoo Curricular Especial

Fomenta la A.C. y las A.C.I. que parten del Diseño Curricular ordinario

4.- PRINCIPIOS BASICOS DE LA INTERVENCION EDUCATIVA EN LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

4.1.- Principio de Normalización.

Este principio parte de la idea de que cada individuo es especial, diferente a otros, pero puede ser educado junto a los demás siendo satisfechas sus necesidades

Es decir hay que crear una escuela común para niños diferentes (García Pastor, 1993). Este principio de normalización llega al mundo educativo proveniente del terreno de los servicios sociales dirigidos a personas con minusvalía, bajo la denominación de integración escolar, en los años 60, entendida en la siguiente significación:

– La normalización individual viene a significar la idea de que también las personas afectadas por algún tipo de deficiencia o minusvalía sean consideradas como individuos con las rnismas metas pero con ayudas diferentes y a menudo en mejor grado que los demás.

– La normalización del entorno, nos recuerda que las personas afectadas por algún tipo de disfunción sensorial, fisica o psíquica tienen la misma necesidad que el resto de la población de participar de las interacciones con otros en los contextos sociales ordinarios en relación a todos los servicios sociales (incluido los de tipo educativo) para potenciar la autonomía funcional dentro del mismo emplazamiento que el resto de la población.

– La normalización de las actitudes. Significa que para una adecuada integración social de estas personas con hándicaps, comenzaremos a trabajar sobre la valoración que la sociedad hace ellas. Pues hablar de las personas con minusvalías es hacerlo de los derechos de personas normales y corrientes, no de favores ni compasiones de ningún tipo.

4.2.- Principio de sectorización.

Este principio supone descentralizar los serviCIOS aproximándolos a las regiones o localidades donde habitan las personas que lo requieran para de esta manera no romper con los vínculos de unión con respecto a su comunidad natural o alterando la normalización de sus experiencias con respecto a su lugar de residencia.

La actuación de los E.O.E.P. (Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica) responde a este principio; cada Dirección Provincial deberá dividir en sectores el territorio provincial, asignando a cada uno de estos sectores un E. O .E.P. (como queda recogido en la O.M. de 9 de Diciembre de 1992).

4.3.- Principio de individualización.

Este principio está basado en el respeto a las características de cada alumno, tanto en lo que respecta a las programaciones curriculares, como en lo que se refiere a los modos de aprender.

4.4.- Principio de integración.

Este principio o concepto de integración educativa que se inicia en la década de los 70 y que implica la participación de individuos con disfunciones de tipo fisico, sensorial o intelectual, psíquico, en los servicios educativos ordinarios es fluto de una serie de factores, entre los que destacamos:

a). La creciente conciencia y demanda social de que todas las personas tienen derecho a la educación.

b). La escasa fundamentación científica del modelo segregacionista frente al modelo integracionista (estudio de 264 alumnos -Wane y Baker, 1986-, en donde se aprecia un mejor rendimiento de los alumnos integrados frente a los procedentes de entorno s segregados).

c). Los avances de la psicología del aprendizaje que sitúan la interacción social como un elemento esencial de los procesos de E.A. (Johnson, 1986; Webb, 1985).

En definitiva, cabe decir: «del mismo modo que otros alumnos, los de n.e.e. acuden a las escuelas para que les enseñen y para aprenden;.

Una integración basada en tales principios (Normalización, individualización, sectorización) viene a ratificar que el a.c.n.e.e. desarrolla su proceso educativo en un ambiente 10 menos restrictivo posible (normalización) lo más contextualizado con respecto a su comunidad natural (sectorización) y respetando las características de cada alumno tanto lo que respecta a las programaciones, como en 10 referido a modos de aprender (individualización).

Un modelo de integración verdaderamente funcional requiere un determinado tipo de

escuela y de educación son una serie de elementos básicos como son:

– La asunción de la educación comprensiva, uniendo en un único sistema estructurado· las dos modalidades de educación existente: Educación Especial y ordinaria.

– Una reconceptualización de la escuela como sistema de producción de cultura académica, social y afectiva.

– Una perspectiva integrad ora que pone el acento en el propio centro y sus elementos constitutivos y no sólo en los alumnos con determinados hándicaps o dificultades.

5.- APOYOS ESPECÍFICOS EN LA FORMACIÓN DE ESTAS PERSONAS.

Debe entenderse que la actividad laboral es imprescindible en el proceso de socialización. Las repercusiones psicológicas que traen de por sí ciertas taras fisicas pueden rnitigarse, considerablemente, si la persona que sufre cualquier deficiencia puede trabajar y mucho más si 10 hace junto a personas normales. El trabajo, la actividad laboral, es una meta que debe ser satisfecha.

La manera de actuar tempranamente con estos sujetos determinará bastante las posibilidades de éxito. Pero existen aspectos diferenciales, que facilitan o dificultan, según el caso, estas posibilidades de actuación y formación. Así tenemos:

El propio individuo. Existe un factor diferenciador de gran peso, que es la capacidad intelectual. Esto hace que las dificultades más importantes, en los psíquicos vengan derivadas de su propio déficit. Sin embargo en los fisicos radica en el exterior, son fundamentalmente condicionantes superpuestos los que pueden determinar su trayectoria, como son: sobreprotección, barreras que ofrece el medio fisico, caencia de adaptaciones funcionales … Las expectativas son mayores y más variadas en la deficiencia fisica, que se interpreta como la existencia de una dificultad a superar, evocando una idea constructiva, la de una desventaja que hay que superar y compensar en competencia normal.

Recursos existentes. También aquí encontramos una notable diferencia. Los minusválido s psíquicos disponen de unos recursos mucho más estructurado s, consecuencia, desde luego, de las menores expectativas que sobre ellos se crean, lo que potencia la tarea protectora de la Administración, que crea oficialmente recursos en infraestructuras, personales y económicos. Los minusválido s fisicos, en aras de la normalización, disponen de los mismos recursos que la población general, aunque con mayores dificultades, pero mantienen su esperanza por la integración laboral como meta última alcanzable en la mayoría de los casos.

Veremos ahora algunos aspectos concretos que se emplean en algunos casos:

5.1. – Minusválidos físicos

Estas personas pueden mantener una posible frustación por no poder elegir lo que desean, pero las consecuencias de una elección inadecuada y el alto precio que puede pagarse por ello, merecen una extremada atención en este campo: atención, asesoramiento y apoyo personal, que deben estar siempre presentes en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la orientación vocacional y formación laboral.

5.2.- Minusválidos psíquicos

A la hora de ofrecer ayuda o apoyo a este colectivo es necesario hacer a través de los siguientes aspectos:

a) Trayectoria escolar:

– Ámbitos a los que accede sobre la base de su capacidad.

– Diseño curricular: habilidades en las que puede o ha podido ser formado o

adiestrado.

b) Casi siempre su derivación va dirigida al medio laboral, ya sea empleo u ocupación, y prodrá ir precedida de una fase de formación profesional adaptada si su capacidad intelectual lo requiere, o bien dirigirse directamente al medio ocupacional.

c) Analizar si los intereses vocacionales están en la línea de sus capacidades, incluso de la oferta del mercado o de otros recursos, replanteando, si es preciso, los intereses del sujeto.

5.3.- Deficiencias intelectuales ligeras

Este grupo abarca una banda muy amplia. Su diseño curricular deberá potenciar el desarrollo de las capacidades manipulativas que serán después habilidades laborales. Pueden realizar trabajos de peonaje, con supervisión y también trabajos en cadenas con procesos cortos. Sin embargo no pueden trabajar sin supervlslOn ni realizar tareas de preC1S1on o sincronizadas, ni tampoco, por supuesto, desarrollar trabajos que se apoyen en las técnicas instrumentales académicas.

Su asesoramiento y ayuda así como la orientación vocacional estará encaminada a establecerse en el mundo laboral en este tipo de tareas, las aceptan fácilmente y se identifican con ellas sin mayores dificultades. En algunos casos pueden tener aspiraciones profesionales de mayor rango y responsabilidad, sobre todo por imitación hacia las profesiones de sus mayores, pero con cierta facilidad se les reorientan hacia las motivaciones compatibles con su capacidad.

En algunos casos cuando estas deficiencias están más cercanas a la normalidad, pueden desempeñar tareas más finas y de mayor responsabilidad.

5.4.- Niveles de integración escolar.

Veamos ahora como actua el sistema educativo con estos sujetos. Es obvio que la integración educativa de los individuos con discapacidades no puede ser igual para todos ellos, sino que el nivel de integración debe ser consecuencia personalizada de la interacción de dos elementos: de un lado, el alumno y sus características singulares y, de otro, el centro y sus posibilidades.

De entre las diferentes clasificaciones de los niveles de integración hemos elegido el propuesto por Megarty, Pocklinton y Lucas (1981), sobre las posibilidades en Educación Especial, podemos diferenciar los siguientes niveles de integración:

1. Aula ordinaria con apoyo interno. En este nivel de integración el alumno con n.e.e. participa de todas las actividades ordinarias en el aula, pudiéndole prestar apoyo de dos formas diferentes:

– Apoyo indirecto, a través del profesor ordinario.

– Apoyo directo, mediante asistencia de un profesor de apoyo.

2. Aula ordinaria con apoyo externo. El alumno, en este nivel, participa de la mayoría de las actividades ordinarias en el aula, saliendo en ocasiones a recibir refuerzo pedagógico referido al currículum ordinario, bien individualmente o en pequeños grupos.

3. Aula ordinaria con apoyo especializado. En este nivel el alumno participa de la mayoría de las actividades ordinarias y recibe fuera del aula apoyo especializado, pero, para la adquisición de la formación especializada como puede ser logopedía, fisioterapia, aprendizaje del Braille, entre otras.

4. Aula ordinaria como base con tiempo parcial en aula especial. El alumno está escolarizado la mayor parte del tiempo en la unidad ordinaria pero acude con regularidad a la unidad especial para cursar un currículum especial.

5. Aula especial como base con tiempo parcial en el aula ordinaria. Sucede al contrario que en el nivel anterior, participa de algunas actividades en el aula ordinaria, pero pasa la mayor parte del tiempo en la unidad especial.

6. Aula especial a tiempo completo. En donde el alumno sólo comparte actividades sociales y extraescolares (integración social -Informe Warnock-). El alumno sólo participa de las actividades instruccionales en la unidad especial.

7. Centro específico y centro ordinario a tiempo parcial. El alumno comparte su escolarización en los centros educativos diferentes; de un lado desarrolla las actividades de un currículum especializado en un centro específico y acude a tiempo parcial a un centro ordinario para participar en actividades, por 10 general, de carácter social, recreativo o extraescolar.

Para el desarrollo de estos niveles de integración, resulta obvio, desde la perspectiva teórica como desde una práctica, no es una cuestión que deba tomarse con términos absolutos y/o mecánicos, sino que debe surgir del análisis de dos variables que resultan determinantes:

a). Las necesidades educativas del alumno a integrar en las diferentes áreas curriculares y los recursos y medios que precisa para lograr el máximo nivel de integración.

b). Características del centro entre las que destacamos las siguientes:

– Concepción curricular: nivel de flexibilidad.

– Actitud del profesorado.

– Recursos humanos especializados.

– Recursos y medios técnicos y didácticos.

6.- PROCESO ORIENTADOR

Si bien es cierto que todos los individuos son sujetos de orientación, sobre todo en determinados momentos de la vida, también lo es que existen personas que, por sus peculiares características, requieren una especial atención y son protagonistas de un proceso evolutivo más complejo. Tal es el caso que concurre en las personas con necesides educativas especiales. A este respecto afirma Aldomar (1989) que: «El proceso orientador, a través del tiempo y sus diferentes áreas, reúne características diferenciales derivadas de las dificultades que lleva aparejada la deficiencia».

El proceso de orientación ha de contemplar imprescindiblemente tres campos fundamentales que debe conjuntar, previo conocimiento de los mismos. Estos son:

a) INDIVIDUAL

– Tipología del déficit.

– Limitaciones individuales ocasionadas por el déficit y posibles problemas

asociados.

– Capacidades residuales.

– Aptitudes.

– Intereses.

– Personalidad.

– Trayectoria escolar y vital.

b)FAMILIAR

– Actitudes ante el individuo y su formación.

– Nivel de colaboración.

– Situación socio-económica-cultural.

e) SOCIAL

– Recursos existentes en su comunidad: número, tipo y disponibilidad, características de los estudios, oportunidades educativas, legislación que señala directrices y potencia de oportunidades.

– Profesiones: características, exigencias, análisis exhaustivo, profesiogramas.

– Avances tecnológicos y su aplicación a las minusvalías a través de ayudas

técnicas y adaptaciones funcionales.

– Mercado laboral y perspectivas de empleo.

– Coyuntura social y económica.

En cualquier caso, el proceso de orientación vocacional de las personas con necesidades especiales es complejo, como se puede observar. El profesional que lo asume, puede encontrarse con situaciones más o menos dificiles, pero siempre va a verse implicado y tener ante él un reto. Su papel adquiere mayor protagonismo que con la población general. De sus conocimnientos, búsquedas e interés depende el enfoque que otorgue al caso y por lo tanto, en gran medida, los diferentes caminos que se emprendan. Recordemos la cita de Rubin: «El problema principal del discapacitado será plantearse qué puede elegir a partir de su discapacidad». La información que necesita el profesional de la orientación, ha de ser mucho más cualificada que en situaciones normales; las propias limitaciones que la sociedad establece obligan a conocer perfectamente los recursos y posibilidades existentes para una persona con minusvalía.

No es fácil asumir la tarea de orientar vocacionalmente a una persona con diminución, aunque en la mayoría de los casos puede ser apasionante y muy gratificante. Hay que investigar, en cada caso, las posibilidades personales y sociales, e ir colocando las piezas como si de un rompecabezas se tratara, pero no por tanteo, sino con unas bases sólidas que reduzcan al rrúnimo los errores.

En definitiva ¿cómo se debe encarar el asesoramiento vocacional? En primer lugar, el psicólogo ha de estar convencido de que el sujeto tiene potencialidades, posee capacidades residuales y hay que desarrollarlas al máximo, ¿cómo?, naturalmente descubriéndolas (conocimiento del individuo) y después encauzándolas (conocimiento del medio social). Ésta es la clave, y la llave que puede abrir puertas que en caso contrarío seguirán cerradas para el sujeto. Ninguno de nosotros sabemos hasta dónde podemos llegar si no lo intentamos. No se puede prejuzgar ningún caso. Las características físicas a veces se convierten en rasgo fundamental que oculta las diferencias personales; la pertenencia a un grupo concreto puede determinar las actuaciones con un individuo del mismo. Por lo tanto, hay que tener esmerado cuidado de no añadir más limitaciones de las propias que acompañan al disminuido. En segundo lugar, es necesario estudiar el caso minuciosamente. Ante estas personas siempre se debe profundizar en nuevos conocimientos, recurriendo a entidades, asociaciones y otros organismos especializados en estos temas, de donde se recabará la máxima información para poder orientar con la mayor seguridad posible. En tercer lugar, investigar. Hay que buscar información técnica en todo tipo de estudios que se hayan o se estén realizando en cualquiera de estos campos: tesis doctorales, estudios de departamentos universitarios, revistas, libros, informes … El proceso es complejo, está lleno de grandes dificultades … , pero cualquier actuación que se haga con estos sujetos, siempre de forma técnica y científica, repercute fuertemente en la satisfacción de los mismos y en la solución de no pocos problemas adicionales.

En cualquier caso, entendemos que la oríentación es tarea, dentro del ámbito escolar, de todo el equipo de profesores que actua con el sujeto, siendo de gran importancia la labor del tutor, actividad ésta que debe estar bien coordinada con la gestión del psicólogo/a, por lo que debe figurar claramente dicha actuación el Plan de Acción Tutorial (P AT) y, en su caso, en el Plan de Orientación Académica y Profesional (POAP).

7.- EL EMPLEO Y SUS POSIBILIDADES

La formación previa, como ya se ha visto, es imprescindible en estas personas para una integración laboral. La propia competitividad de nuestra sociedad, la necesaria readaptación del trabajador a las exigencias de la técnica y el mercado laboral, y otros aspectos, en general, permiten afirmar que a pesar de todas las dificultades que entraña la integración en este campo, siempre tienen más posibilidades las personas afectadas fisicamente que las afectadas por algún tipo de minusvalía psíquica. En este último caso, su incorporación al mundo laboral siempre se produce en tareas no cualificadas, situación totalmente opuesta a la que plantean los minusválidos fisicos, que deben dirigirse hacia ocupaciones especializadas que puedan desempeñar según las limitaciones de su propia minusvalía.

A este respecto y según los estudios de Calzón (1993), el índice de ocupación en España de minusválidos psíquicos en empresas normales alcanza el 3% de esta población.

Al término de la etapa educativa se plantea la posibilidad de seguir estudiando o incorporarse al trabajo, como es el caso del término de la Formación Profesional. Concretamente al término de los estudios de Formación Profesional se plantea la elección de dos posibilidades:

a) Seguir un itinerario formativo estudiando (Universidad, Modelos Profesionales).

b) Seguir un itinerario profesionalizador incorporándose. al mundo del trabajo, realizando en su caso, algún curso complementario en el proceso de búsqueda de empleo.

Ante la decisión de incorporarse al mundo del trabajo debe tomarse consciencia de que la búsqueda de empleo puede resultar un proceso laborioso y se necesita la realización de algunos cursos de formación para complementar, desarrollar o adquirir nuevos conocimientos además de la titulación que ya se posee. Para ello es aconsejable disponer de información sobre los organismos y cursos de Formación Profesional y Ocupacional existentes en el entorno.

Las consejerias de trabajo de las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social desarrollan programas dirigidos a la inserción de jóvenes en el trabajo, integración social, promoción y desarrollo económico de pequeñas y medianas empresas, formación a distancia, etc.

Algunos de estos programas son para personas con algún tipo de problema, entre ellos destacamos:

Programas de integración social para colectivos con dificultades subjetivas de integración socio-laboral.

Como objetivos tienen el incidir en la mejora de las oportunidades de colocación de colectivos con dificultades de inserción social-laboral.

Entre estos programas tenemos:

* Creación y mantenimiento de Talleres de Integración Socio-laboral. * Creación y mantenimiento de Centros de I.S.

Los destinatarios serán aquellos colectivos con especiales dificultades para su inserción o reinserción socio-laboral: minusválidos, minorías étnicas, marginados, emigrantes, rec1usos, etc, y para acceder a estos programas se estipulan como requisitos el ser desempleado inscrito en las oficinas del INEM y estar adscritos a un programa específico de Servicios Sociales.

Por otra parte el INEM tiene una serie de ayudas cuyo [m es propiciar la financiación de proyectos que faciliten la constitución en trabajadores autónomos o por cuenta propia a personas desempleadas, y entre estas ayudas existen las de trabajadores minusválidos desempleados con subvenciones por inversión en activos fijos; que están insertas en el Plan de Promoción del Empleo Autónomo.

También el INEM ofrece como Medidas de Fomento de Contratación Indefinida, cuyo objetivo es fomentar la contratación indefinida de determinados colectivos y la transformación de contratos temporales en indefinidos, a través de la concesión de ayudas económicas y/o bonificaciones de las cotizaciones a la Seguridad Social.

Existe también el apoyo a los Centros Especiales de Empleo, cuya finalidaa es facilitar la inserción laboral de los desempleados minusválidos, que pueden obtener subvenciones para asistencia técnica, subvención financiera y subvención para la adquisición de elementos de activo fijo. Asimismo, existen ayudas para el mantenimientos de puestos de trabajo en estos centros.

Antes de concluir este apartado es necesario decir la obligación que tienen las Administraciones públicas de hacer en sus ofertas de empleo público una reserva específica para cubrir puestos de trabajo por personas minusválidas.

8.- CONCLUSIÓN

Para terminar es conveniente decir que la instrucción individualizada, la secuencia ordenada de tareas educativas, el énfasis sobre la estimulación, la preocupación por el ambiente del alumno, la recompensa inmediata cuando la actuación es correcta, el entrenamiento en destrezas funcionales y la creencia de que el niño debe ser educado tanto como sea posible; fueron ideas y prácticas que correspondieron a los pioneros de la Educación Especial, pero que no siempre fueron aceptadas ampliamente por la sociedad, llevada ésta por un pesimismo generalizado respecto de las posibilidades educativas de estos sujetos.

Lentamente se va produciendo un cambio profundo en las actitudes respecto de la excepcionalidad; se defienden los derechos humanos de los deficientes, está en contra de la discriminación de las minorías y, por tanto, de la segregación de los mismos, lo que lleva a un movimiento en favor de la normalización y los poderes públicos y la sociedad están dispuestos a hacer ingentes esfuerzos para mejorar y generalizar la Educación Especial.

En esta nueva visión no se estudia la deficiencia como un fenómeno autónomo propio de un alumno, sino que se le considera en relación con los factores ambientales y con la respuesta educativa más adecuada. El Sistema Educativo puede y debe intervenir para favorecer el desarrollo y aprendizaje de los alumnos con algunas características «deficitarias». En estos momentos la Educación Especial discurre por las mismas vías que la Educación General o, mejor dicho, es parte de la Educación General.

La normalización de servicios, que en el ámbito educativo supone la integración escolar, ha dado paso a una concepción y una práctica distinta.

La escuela de la discriminación ha sido sustituida por la escuela de la integración. La de la homogeneidad a la de la diversidad.

El mismo concepto de dificultades de aprendizaje ha cambiado. Antes se consideraba que la causa de las dificultades del alumno estaba dentro de él, ahora se considera que la escuela también tiene parte de responsabilidad en la medida que no se adapte a las necesidades del alumno.