Tema 30 – La formación de las monarquías feudales en la europa occidental. El origen de los estados modernos

Tema 30 – La formación de las monarquías feudales en la europa occidental. El origen de los estados modernos

1. INTRODUCCIÓN

2. EL FEUDALISMO EN OCCIDENTE.

2.1. EL REINO DE FRANCIA.

2.2. EL IMPERIO GERMÁNICO.

2.3. LA INGLATERRA NORMANDA.

2.4. ITALIA.

3. EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LA EUROPA FEUDAL.

3.1 PRINCIPALES IDEAS POLÍTICAS.

3.1.1. EL PENSAMIENTO TEOCRÁTICO.

3.1.2. LA IDEA IMPERIAL. ”

3.1.3. LA IDEA MONÁRQUICA.

4. EVOLUCIÓN HISTÓRICO-POLÍTICA DE EUROPA OCCIDENTAL.

4.1. EL IMPERIO Y EL PAPADO.

4.2. ITALIA.

4.3. EVOLUCIÓN DE LOS ESTADOS MONÁRQUICOS.

4.3.1. FRANCIA.

4.3.2. INGLATERRA.

4.3.3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS.

5. EL ORIGEN DE LOS ESTADOS MODERNOS

5.1. LA DINÁMICA DE LA APARICIÓN DEL ESTADO MODERNO

5.2. LA CRISIS DE LOS PODERES UNIVERSALES.

5.2.1. LA CRISIS DEL IMPERIO

5.2.2. LA CRISIS DEL PAPADO

5.3. LOS FACTORES DE LA APARICIÓN DEL ESTADO MODERNO

5.4. LAS FORMAS DEL PODER ESTATAL: ESTADO DE LA CUESTIÓN

5.5. LOS MEDIOS DE LAS MONARQUÍAS

5.5.1. EL EJÉRCITO

5.5.2. LA BUROCRACIA

5.5.3. LA DIPLOMACIA

6. BIBLIOGRAFÍA

1 INTRODUCCIÓN

En la Europa alto medieval los poderes indiscutibles aún seguían siendo el Papado y el Imperio. El poder real, -el del rey-, no era sino uno más, y no siempre el más alto, de entre los poderes de los grandes señores. La expresión “monarquías feudales” alude a este poder de los monarcas medievales como simples cúspides de la pirámide feudal.

En la plena Edad Media el deseo y la lucha de los reyes de constituirse en poderes Fuertes y autónomos se manifiesta claramente, y son muchos los teóricos que respaldan con sus ideas políticas el principio monárquico (especialmente en Francia e Inglaterra, las dos monarquías feudales por excelencia). En la cuestión sucesoria, triunfará el principio hereditario, y se generalizara el sentimiento de que la mejor forma de estado es la monarquía. La relativa estabilidad que durante el siglo XIII experimentan las monarquías occidentales desembocará a finales de siglo en la gran crisis de la Baja Edad Media, cuya evidente manifestación será, entre otras, la Guerra de los Cien Años (preámbulo de los futuros choques entre las grandes monarquías del Renacimiento). A finales del siglo XV las monarquías pueden ser llamadas nacionales con todo rigor y ya han creado los instrumentos que las sostendrán y defenderán: ejército permanente, diplomacia y aparato fiscal.

Abordaremos en primer lugar las características de los estados feudales europeos. Haremos hincapié en el pensamiento político de la Europa feudal. Realizaremos un repaso general a la evolución histórico-política de las principales áreas feudales, para concluir en el análisis del surgimiento del estado moderno. Concluiremos con unas referencias bibliográficas.

2 EL FEUDALISMO EN OCCIDENTE

El feudalismo es un concepto complejo que implica un nivel de organización social, económico y político cuyo entramado esta constituido por la jerarquización de la sociedad a través de las relaciones feudo-vasalláticas. Estas relaciones se creaban a través de un contrato o pacto y esta idea de voluntariedad al realizar el contrato, disuelve la posibilidad de un poder absoluto (del rey). En general, en toda la Europa de los siglos X y XI se percibe la existencia de rasgos feudales y en concreto de estos lazos de dependencia de carácter diverso. Pero veamos las diferentes situaciones por países.

2.1. EL REINO DE FRANCIA

Con la. desaparición del Imperio carolingio se vino abajo el poder con mayúsculas y se abrió paso una situación de rivalidad por el poder entre muchos grandes señores. La debilidad de los primeros reyes Capetos frente a los grandes principados feudales es tal que ha finales del siglo X todavía no existe en Francia una jerarquía feudal dominada por el rey. Al final del reinado de Felipe I (1060-1108), el rey era ya el único en exigir el homenaje y la fidelidad a sus súbditos. Para afianzar la realeza, estos primeros Capetos utilizaron el principio hereditario en la sucesión al trono y la aceptación del “sacrum” o consagración, que ayudaba a situar a la realeza por encima de la aristocracia al menos en un plano teórico.

Los rasgos propios de la feudalidad nacida en Francia se extenderán posteriormente a otros países europeos en distinta medida, en función del grado que alcancen en ellos la penetración de las prácticas feudo-vasalláticas.

2.2. EL IMPERIO GERMÁNICO

La desintegración de la autoridad real fue en Alemania un proceso tardío, ya que la restauración imperial en la persona de Otón I el Grande (962-983, el fundador de la dinastía otónida sustentadora del Sacro Imperio Romano Germánico) estableció una ideología política distinta -la imperial-, que retrasó el desarrollo de las estructuras de vasallaje y que derivó en una realidad también distinta: El poder se concentraba en el emperador respaldado por una poderosa Iglesia.

2.3. LA INGLATERRA NORMANDA

La conquista de Inglaterra por los anglosajones y normandos (frente a los daneses) y la posterior colonización de la isla por familias nomiandas supuso la llegada del feudalismo a Inglaterra. Sin embargo, cuando Guillermo de Normandía sube al trono (1066) aprovechará la pervivencia de las tradiciones y fuerzas vivas del sistema anterior (fuerte solidaridad de las comunidades campesinas y el sentido de la libertad personal) junto con el no/rmando. Por ello la feudalidad normanda no triunfó de manera absoluta.

2.4. ITALIA

En Italia, el predominio de las ciudades, impidió el desarrollo del feudalismo, Ya que la sociedad feudal se basa en la posesión y explotación de la tierra e Italia vive volcada a actividades urbanas y al cosmopolitismo mercantil y comercial.

3 EL PENSAMIENTO POLÍTICO DÉ LA EUROPA FEUDAL

3.1 PRINCIPALES IDEAS POLÍTICAS

Durante el medioevo, se consolidan en Europa tres ideas fundamentales que serán la base sustentadora del modo de vida establecido, así como las semillas del nuevo orden futuro. El pensamiento teocrático, la idea imperial y la idea monárquica.

3.1.1. EL PENSAMIENTO TEOCRÁTICO

La idea fundamental del pensamiento teocrático es que todo poder proviene de Dios. Según este pensamiento existe la esfera temporal y la espiritual, y esta segunda sería superior por su naturaleza y por su, cabeza: el Papa. La querella de las Investiduras ayudó a separar los poderes eclesiástico y secular y al reconocimiento del segundo por parte del primero. Este proceso culminará en el siglo XIII en el que definitivamente se dará una relación nueva entre los poderes laicos (el poder del Estado) y la Santa Sede.

3.1.2. LA IDEA IMPERIAL

Su origen y contenido proviene de las tradiciones imperiales anteriores (Imperio Romano continuado en el Imperio carolingio). La idea de llegar a conseguir un imperio del mundo gobernado por el emperador al que se anexionarían los demás reyes es un sueño antiguo que permanece en los primeros siglos del medioevo. El auge de las monarquías en la Baja Edad Media colaborara con la crisis de esta idea.

3.1.3. LA IDEA MONÁRQUICA

Esta idea se sustenta sobre otras tantas, que veremos a continuación, y que juntas madurarán y consolidarán el concepto de realeza como fuerza política y realidad. Los principales apoyos de la idea monárquica son:

La transmisión de la corona: En ella, predominó el derecho hereditario (reinos hispánicos, Francia e Inglaterra), pero también existió el derecho electivo (Alemania) y ambos se combinaron con el “sacrum” o unción religiosa del nuevo monarca y en consecuencia la sacralidad de la monarquía.

El elemento teocrático: Que es la idea del origen divino de la autoridad regia, la cual queda por encima y al margen del contrato de gobierno.

La evolución de la idea de monarquía feudal, la cual concibe al rey como la cúspide de una pirámide cuya relación es el contrato feudovasallático.

Las ideas corporativístas que ven a la monarquía como .la cabeza de un cuerpo (corporé) que, lógicamente, además de cabeza tiene otros miembros que serían las Asambleas representativas bajo sus diferentes nombres: Cortes, Parlamento, Estados Generales, Pleno, Dieta…etc

El Romanismo o redescubrimiento del Derecho romano que justificaba el poderío regio absoluto.

El Aristotelismo, o ideas del filósofo Aristóteles expresadas en su obra “Política” y que en esencia son una valoración de lo político en sí mismo, al margen de valoraciones religiosas o éticas. Santo Tomás de Aquino será quien concilie la reflexión religiosa con el pensamiento aristotélico abogando por una monarquía, como reflejo de la dirección unitaria del Universo por Dios, compatible con elementos aristocráticos y democráticos.

4 EVOLUCIÓN HISTORICO-POLITICA DE EUROPA OCCIDENTAL

4.1. EL IMPERIO Y EL PAPADO

Durante los siglos XI y XII la lucha entre el Papado y el Imperio para lograr el dominio de la cristiandad se desarrolla en diferentes etapas:

La primera etapa de la contienda ha sido llamada por los historiadores “la querella de las Investiduras”. La cuestión era que la Iglesia quería acabar con las ingerencias del emperador en lo espiritual y restringir el derecho de investidura sobre los obispos por parte de éste, a lo meramente temporal. Esta lucha fue protagonizada en un primer momento por el emperador alemán Enrique IV (1056-1060) y por el Papa Gregorio VII y continuaría hasta que Enrique V proclame en el Concordato de Worms (1119-1124) en tiempos del Papa Calixto II, la renuncia por parte; del emperador a la investidura religiosa, aunque conserva la de los bienes temporales y las regalias.

Aunque formalmente la querella de las Investiduras finaliza en Worms, en la práctica se da una segunda etapa durante todo el siglo XIV en que renacerá periódicamente y tanto Papas como Emperadores revindicarán para sí ambos poderes

La tercera etapa de esta lucha del poder temporal y el papal ha sido llamada “el Cisma de Occidente” y se desarrolla en tres fases que veremos a continuación:

Traslado de la sede papal desde Roma a Avignon (w3*M377). Bonifacio VIII defensor del teocratismo papal pide para la Iglesia exenciones fiscales y supremacía temporal y a través de la bula Unam Sanctam elabora la mas rígida formulación de la supremacía universal del Papa. Francia rechaza este recorte de poderes y Felipe IV “el bello” convoca un Concilio nacional contra Bonifacio. El Papa es detenido por el canciller francés y morirá al poco de ser liberado. Para entonces, Clemente V, el primero de una saga de Papas franceses, ya ha anulado la bula de Bonifacio y ha confirmado la dependencia de la Curia respecto a Francia. Durante el exilio en Aviñon los papas mantienen una corte y administración fastuosas que gravan sobre toda la cristiandad y tiene lugar la gran decadencia de la Iglesia.

Gran Cisma de Occidente (1378-1417). Gregorio XI vuelve a Roma reintegrando la Curia a su ciudad original. El Pontificado se escinde con la doble elección de Urbano VI (Papa romano) y Clemente VII (papa francés). La cristiandad se divide en dos bandos y proliferan las Herejías.

-El Concilio de Constanza (1417-1418). Presidido por el emperador Segismundo, declara la deposición de los Papas existentes y la elección de un único pontífice Martín V y la restauración de la unidad de la Iglesia romana.

Además del conflicto con el papado, el Imperio sufre de fragmentación interna en múltiples unidades que ni siquiera forman estados. Tras la “Bula de Oro” de Carlos IV de Luxemburgo (en la que se precisa la modalidad de elección imperial) ygracias a la hábil política matrimonial de la Casa de Austria se llegará a formar una inmensa herencia que hará de Carlos V (1500-1558) el más grande de los emperadores de Europa después de Carlomagno.

4.2. ITALIA

A mediados del siglo XI tres poderes se repartían Italia: los emperadores alemanes la zona norte; los Papas la zona centro, y la monarquía normanda con Roger II (1127) la zona sur.

La mayoría de las ciudades italianas se oponían al imperio ya que su ideal era el de un régimen de ciudades autónomas que conservan sus privilegios y sus libertades individuales. Durante el siglo XIV se irá consolidando en estas ciudades el régimen de la Señoría (elección popular de un Señor de la ciudad) y con el tiempo este régimen se transformará en un Principado (gobierno de un Príncipe o soberano). Empieza a manifestarse cierta polarización en torno a las ciudades de Roma, Florencia, Milán y Venecia.

4.3. EVOLUCIÓN DE LOS ESTADOS MONÁRQUICOS

4.3.1. FRANCIA

Durante el siglo XI se va afirmando en Francia el poder real con una continuidad y estabilidad favorecida por el hecho de que los reyes de la dinastía Capeto coronaban a sus sucesores mientras estaban vivos y que esta coronación recaía sobre sus descendientes masculinos. Felipe II (1180-1223) sustituyo el titulo tradicional de “rey de los francos” por el de “rey de Francia” y consiguió la independencia de hecho respecto al Imperio mediante la decretal “per venerabilem”. La madurez de las -instituciones monárquicas se alcanzará en tiempos de Felipe IV “el bello”: se organiza por primera vez el Parlamento (1303), se forma la Cámara de Cuentas, se especializa la Curia Real y el rey se rodea de consejeros juristas expertos en derecho romano. Como ya hemos tenido ocasión de ver será este monarca el que consiga la separación del poder público de las ingerencias de la Iglesia.

4.3.2. INGLATERRA

La monarquía fundada por Guillermo I en Inglaterra tras la conquista normanda se beneficia como ya comentamos tanto de las tradiciones anglosajonas como de las normandas. En 1086 se creó el Domesday book o inventario de todas las rentas reales, y se crea también la cámara de Cuentas. El sucesor del Conquistador será el fundador de la dinastía Plantagenet, Enrique II (1154-1184). La lucha de este monarca por la autonomía del poder temporal acaba con el asesinato del Arzobispo de Canterbury.

En general todos los monarcas Plantagenet estuvieron más ocupados en los asuntos del continente que en los de la Isla y no solucionaron sus problemas con los enemigos internos (irlandeses, galeses y escoceses). Durante el siglo XIII los conflictos con los distintos grupos sociales darán lugar a dos hechos fundamentales:

La aceptación de la Carta Magna (1215) que limitaba la autoridad del rey en beneficio “de la Iglesia y los Barones, esta carta deja la puerta abierta al desarrollo constitucional y democrático.

La aceptación en 1295 de la constitución de un Parlamento (el Modelo) compuesto por representantes de los condados, burgos etc, y la imposibilidad de subir los impuestos sin el consentimiento del mismo.

4.3.3. LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS

Entre 1339 y 1453 la historia de Francia e Inglaterra se entrecruzan en un grave conflicto político-dinástico conocido como la Guerra de los Cien Años. Esta guerra comenzará como una cuestión sucesoria al trono francés entre Eduardo III de Inglaterra, sobrino del difunto rey francés y Felipe de Valois “el Delfín” coronado como Felipe VI en 1329. Además del contexto de luchas feudales, el significado moderno de este conflicto radica en que Francia, unida bajo d modesto símbolo de Juana de Arco, se descubre a sí misma como nación, e Inglaterra, tras la pérdida de sus posesiones continentales se ve obligada a centrarse en su territorio insular, para más tarde emerger en el panorama europeo como una nación fuerte y unida. Tras el triunfo de la dinastía Tudor -reinados de Enrique VII. Enrique VIII creador de la iglesia anglicana, Eduardo VI, María. I e Isabel I- en la Guerra de las Dos Rosas, la monarquía inglesa se va a fortalecer frente al Parlamento y la expansión inglesa planeará sobre el mundo con fuerza. ,

Para Francia, la Guerra de los Cien Años fue desfavorable en cuanto que el rey se vio obligado a endeudarse con los señores feudales para sostener el conflicto y favorable en cuanto que la unión militar de los franceses contra el enemigo será la base con la que el rey contará para luchar contra el orden feudal. Al final de la Guerra de los 100 años la autoridad del soberano se habrá consolidado y más adelante Francia se apoderara de los dominios borgoñones (Luis XI. 1461-1483 contra el Duque de Borgoña Carlos el Temerario, 1467-1477) haciéndose fuerte hasta el punto de que durante los remados de Francisco I (1515-1547) y Enrique II (1547-1559) se encontrará en disposición de enfrentarse con el Emperador Carlos V.

5 EL ORIGEN DE LOS ESTADOS MODERNOS

Nos centramos a continuación en el origen de los Estados Modernos. Cuando en el Renacimiento aparece el Estado ha sido necesario que haya habido una crisis en la sociedad feudal, al menos desde el siglo XIII. La sociedad feudal se caracteriza por:

El orden político se estructuró en tomo a dos poderes universales: el Papado y el Impelió.

El sistema funcionaba en tomo a la inseguridad de las fronteras.

Existía dispersión normativa y predominaba el derecho consuetudinario.

Faltaba un poder centralizado fuerte por encima de señoríos y ciudades.

Hegel definía esta situación como de poliarquía alto-medieval. El salto hacia el Estado “moderno no se hizo brusco sino a lo largo de un proceso histórico que nació a mediados del siglo XIII y que se fue acentuando durante los dos siglos siguientes hasta cuajar en el s. XVI.

Durante los siglos XI y XII lo espiritual y lo material no están delimitados políticamente hablando y ello da lugar a que en este período predomine una lucha entre Iglesia e Imperio (los dos únicos-poderes que en ese momento hubieran tenido la fuerza de aunar a la cristiandad). Se percibe en este tiempo una atomización política de Europa Occidental que se opone al impulso de unidad cristiana que se expresa en las empresas militares llamadas Cruzadas.

Entre estas dos tendencias’.extremas se va consolidando un grado intermedio con el resurgimiento del reino y la autoridad real. La naturaleza de esta autoridad es como ya hemos visto, religiosa por un lado y política por otro. Los reyes de la cristiandad además del sustento ideológico a su poder tienen las ventajas de pertenecer a la jerarquía feudal y estar por encima de ella. Además están bendecidos por la Iglesia, a la cual protegen y gobiernan, y son árbitros entre los distintos grupos sociales. Por último, ejercen autoridad política sobre «territorios definidos en virtud de su poder no tanto material como ideológico.

Durante el siglo XIII toda esta situación se estabiliza al consolidarse el “poder público” como ideal de gobierno, el cual, se materializa en las monarquías nacionales en toda Europa, y muy destacadamente en Francia e Inglaterra. El principio monárquico se convierte en un ideal superior y abstracto que se encarna en un rey o príncipe , pero no es la persona lo que está por encima, sino la idea: “la corona”. Asociada a ella aparece la idea de la justicia y el .bien común como la legítima función del gobierno, y con ello la diferencia entre el rey y el tirano contra el que es lícito rebelarse. Por ello, junto con el poder del rey, serán legítimas las Asambleas de control.

El poder público es una consecuencia lógica ante la necesidad de los gobiernos de garantizar la paz reclamada por la actividad económica y los instrumentos que lo garantizaban eran los ejércitos, la justicia, la administración y el desarrollo de las finanzas.

El último periodo de la historia medieval europea – siglos XIV y XV- trajo consigo la crisis económica, social y política de todo el sistema vigente hasta el momento. En el plano político, qxie es el que aquí nos interesa, la monarquía nacional se reafirma al margen de los dos poderes universales (Papado e Imperio) como la principal fuerza política, rompiendo definitivamente la omnipotencia de la nobleza por un lado y la de los organismos parlamentarios por otro. Es la muerte de la fragmentación del poder público de la Edad Media y el nacimiento de una nueva etapa del Estado en el occidente europeo: El Estado Moderno.

La monarquía de fines del siglo XV es revolucionaria porque rompe con las tradiciones del pasado de sus países y formula su decisión de gobernar a su pueblo según la Razón y los principios del Derecho (la influencia del Derecho romano justinianeo se hace notar en todas las Cortes europeas a través de juristas burgueses), es autoritaria (aunque no absolutista ya que admite la presencia de ciertos organismos aunque sin darles demasiado poder) y es liberalizante porque rompe con los privilegios y con la sociedad estamental para abrir paso a una nueva sociedad de clases.

El autoritarismo ejercido por las nuevas monarquías se sostiene gracias a diversos instrumentos. Un ejército permanente, bien sea de soldados profesionales o de mercenarios, una Corte real y una administración (de justicia, de gobierno territorial y local) y también, en sus relaciones con los demás gobiernos autoritarios un aparato diplomático y judicial de extraordinaria actividad.

5.1. LA DINÁMICA DE LA APARICIÓN DEL ESTADO MODERNO

Frente a la opinión de algunos historiadores (H. Pirenne), la sociedad feudal era dinámica, el orden medieval no era estático ni estable. Por ello si el mundo medieval evoluciona fue, en primer lugar, porque los poderes universales (Papado e Imperio) entraron en crisis, también porque el régimen de unidad set vio amenazado por la aparición de una serie de unidades estatales que desde el siglo XIII venían potenciándose frente a las pretensiones ecuménicas del Imperio y del Papado: las monarquías autoritarias. Finalmente, se desarrolla una economía monetaria, se expande el comercio y aparece el laicismo. Hasta entonces el ejercicio de la autoridad y la estructura social vino justificada por valores espirituales. A partir de entonces se producirá una separación entre los valores espirituales y materiales, primándose estos últimos. En la práctica política esta secularización se pone de manifiesto cuando comienza a hablarse de felicidad en lugar de bien común. Posteriormente se le añadiría el término de “utilitas”, sin carácter trascendental, como bien calculable y terrenal.

5.2. LA CRISIS DE LOS PODERES UNIVERSALES

5.2.1. LA CRISIS DEL IMPERIO

Existen pruebas suficientes para decir que el Imperio .comienza en el s. XIII a mostrar claros signos de agotamiento (B. Guenée):

La promesa papal al rey de Francia en 1202 de no reconocer a otro soberano en el orden temporal, lo que suponía el enfrentamiento del Papado con el Imperio y de éste con Francia.

La muerte de Federico II en 1250 que animó la proclamación de Estados soberanos

Además habría que añadir que se da un debilitamiento jurídico del poder imperial. Porque desde el siglo XIII se venía utilizando, admitiendo y afirmando cada vez con más fuerza la fórmula jurídicaRex est imperator in regno sito. Esto suponía que el monarca que la utilizara no reconocía instancia superior, por tanto, se equiparaban jurídicamente el emperador y los monarcas. El paso siguiente fue la apropiación de los términos majestad y soberanía, que pertenecían a la máxima jurisdicción imperial, por los reyes de Francia. En la práctica la aplicación de la citada fkmula dio lugar a la denominada “imperialización” de la figura del Príncipe como titular del poder del Estado. La aplicación de la fórmula significó la primera conciencia de la autonomía del Estado frente a la pretensión ecuménica del Imperio.

A fines del siglo XV el Sacro Imperio Románico Germánico era un nombre altisonante que no contenía una auténtica realidad política y que había perdido su contenido jurídico. Era una instancia de poder inoperante, de forma que el auténtico poder residía en los Estados. Cuando en 1500 la Dieta de Augsburgo obligó al emperador Maximiliano I a aceptar la formación de un Consejo de Estado, en realidad se estaba produciendo una tutela sobre el emperador.

5.2.2. LA CRISIS DEL PAPADO

El siglo XIV comenzó con los enfrentamientos entre Bonifacio VIII y los reyes de Francia e Inglaterra en relación con el tema de la tributación secular de la Iglesia. En su afán por defender la preeminencia de la Iglesia, Bonifacio VIII promulgó la referida bula Unam Sanctam, que defendía que todo ser humano tenía que someterse al pontificado romano para salvarse. Esta afirmación acentuó aún más la controversia en tomo al problema de las jurisdicciones, que produjo una viva polémica en la que intervinieron Marsilio de Padua y Ockham, entre otros. Marsilio de Padua escribió en su Defensor Pacis (1324) que el delicado balance tomista entre Estado e Iglesia tenía que ser reemplazado por un poder único, indivisible y soberano, el Estado, que sería superior a la Iglesia en todo lo relativo a lo temporal.

Buena prueba de este proceso de secularización lo tenemos en las Cortes de Valladolid de 1440 que declararon que ‘Dios hizo sus vicarios a los reyes en la tierra e les dio gran poder en lo temporal ‘. Ello suponía consolidar la doctrina de origen divino del poder real y afirmar que los reyes no reciben su poder de ningún otro; por consiguiente, carecían de fundamentos las pretensiones de superioridad por parte del Imperio y del Pontificado.

Según Maravall, se inicia con este periodo la tendencia a la constitución de iglesias nacionales autónomas y, además, el Estado extiende su dominio sobre la vida religiosa y sobre la organización eclesiástica, reafirmándose que el poder del Estado es soberano. La Pragmática de Bourges de 1438, por la que el clero francés queda sometido a la monarquía francesa, y la concesión del Regio Patronato a favor de los Reyes Católicos, por la que podían designar a las altas jerarquías del reino, ponen de manifiesto el hundimiento progresivo del poder público del Papa y la caída irreversible de sus aspiraciones teocráticas. :

5.3. LOS FACTORES DE LA APARICIÓN DEL ESTADO MODERNO

En primer lugar un territorio palpable. Según Maravall, las distintas formas políticas responden a maneras diferentes de estructurar y de utilizar el espacio. Un espacio de dimensiones concretas, proporcionado a los recursos de que dispone. En este sentido las monarquías autoritarias de los siglos XV y XVI se propusieron definir y conseguir una extensión territorial adecuada a sus recursos para desarrollar sus actividades de gobierno. Esto provocó una situación de continuos conflictos bélicos, tanto en el exterior como en el interior. Ese Estado de guerra impuso unas exigencias militares, técnicas, diplomáticas y financieras desconocidas hasta ese momento y que acabaron por derribar el marco feudal. Al mismo tiempo arrastraron a las monarquías hacia concentraciones crecientes de poder, justificadas técnica e ideológicamente por los juristas formados en el Derecho Romano.

El Derecho fue un instrumento eficacísimo en la formulación de los grandes Estados europeos a finales del siglo XV. Frente a la dispersión normativa de la Edad Media y del predominio del Derecho consuetudinario, se asiste a un resurgir de la codificación justinianea como legislación racional frente a las costumbres locales. Esto era un elemento unificador que favoreció la centralización del poder y su secularización. El Derecho adquiere una doble funcionalidad:

El rey es el emperador de su Estado frente al Imperio y al Papado. Es soberano y se eleva por encima de señores, ciudades y clero. Esta soberanía es una e indivisible, por tanto, tiene carácter unitario y concentrado. Pero además, de acuerdo con la fórmula de Ulpiano en el Digesto, el rey es libre respecto a las leyes (“Princeps legibus solutus est”). Por tanto, la monarquía se convierte en fuente de derecho y de atribuciones., La soberanía es inalienable (nadie puede disponer del dominio territorial) y absoluta (poder libre de sumisión a las normas jurídicas positivas). De esta manera se establece que la monarquía es una institución de ordenación divina y los reyes son responsables sólo ante Dios. Por tanto, su autoridad es indiscutible y nadie puede ponerle resistencia. De esta manera se asegurará la unidad del poder y se mantendrá su superioridad frente a los restantes poderes. ¿Cuáles son los límites del poder? ¿Qué garantías tienen los subditos? Maquiavelo rompió la dependencia de la política respecto a la moral, pues para él el mandamiento supremo del Príncipe es mantenerse en el poder, conservarlo y ejercerlo con éxito. Para ello el Príncipe debe actuar “según los vientos de la necesidad”. La política se convierte en un mundo autónomo, con su propia coherencia vinculadora» causal entre medios y fines. Política y moral son independientes. La razón de Estado es el primer principio del obrar político, que irá dirigido a conservar el poder, a mantener el Estado sano, robusto, capaz de vencer a otros Estados. Así pues, las monarquías que adoptaron esta planteamiento intentaron organizar políticamente la sociedad en torno a un poder laico, racionalizando el orden político frente al confusionismo feudal.

La introducción del Derecho Romano favoreció el desarrollo del capital libre en la ciudad y en el campo, puesto que aquel derecho se basaba en la propiedad privada. Así se comenzó a romper el modo de producción feudal, que se definía por principios jurídicos de propiedad escalonada o condicional y que servía de complemento a la soberanía fragmentada

El tercer factor fue la estructuración de una nuQvaeconomía. El Estado moderno tuvo que poner en marcha un conjunto de prácticas económicas para conseguir sus fines.

El que fueran o no medidas mere antilistas no es algo en lo que todos estén de acuerdo. El Mercantilismo era una forma de organizar la producción y distribución de bienes y riqueza; pero también era una forma de control político de la vida económica Pirenne considera que aquellas monarquías tuvieron una idea precisa de la economía nacional, protegiendo la producción y el comercio frente a los intereses extranjeros. Pero esta práctica proteccionista era habitual entre las ciudades, de donde la tomaron las monarquías. Por el contrario, Hamilton, Vilar, Vicens y Klein consideran que se hicieron prácticas mercantilistas en el sentido de que se organizó la actividad económica y se generalizó el proteccionismo. A pesar de todo, la economía estuvo al servicio del Estado, quien para su propio beneficio ejerció un férreo control de la economía a través del sistema impositivo, de la acuñación y manipulación monetaria, de la regulación de las exportaciones e importaciones de determinados productos y de la fijación de tasas y de precios. El Estado sugiere, fomenta, regula y dirige la economía; crea las grandes áreas económicas, realiza políticas de población; toma en sus manos las aduanas; patrocina empresas coloniales y compañías comerciales; lleva a cabo guerras económicas; proporciona al capital privado inversiones lucrativas en la hacienda pública.

5.4. LAS FORMAS DEL PODER ESTATAL: ESTADO DE LA CUESTIÓN

Según W. Naef, el Estado Moderno adoptó dos formas sucesivas y contrapuestas: Estado estamental (Monarquía limitada estamentalmente) y Estado monárquico absoluto. La primera correspondería a los siglos XV y XVI y la segunda a los siglos XVII y XVIII.

El Estado estamental era dualista porque en él coexistían el príncipe y las asambleas estamentales con igual rango y con derechos propios. En este momento la “.dualidad se rompe y lo que antes era coexistencia se convierte en dualismo. Los estamentos son derrotados por la Administración monárquica: el monarca corporeiza el Estado y lo hace prevalecer sobre los estamentos.

B. Guenée habla en términos parecidos cuando afirma que entre la monarquía feudal y la absoluta existió una monarquía limitada, controlada por los estamentos Hartung y Mousnier sostienen que el planteamiento de Naef es incorrecto toda vez que no se puede hablar de absolutismo en términos de despotismo o tiranía aplicado a las monarquías occidentales, pues todas se han visto limitadas por el derecho divino y el natural, además de por los privilegios. Hartung prefiere hablar de época “de transformaciones relativas”. En este sentido, propuso distinguir tres cortes cronológicos:

Del absolutismo en formación, situado entre el origen y 1559.

Del absolutismo combatido (1559-1660).

Del absolutismo maduro (1660-1789).

Tomás y Valiente considera que la rigidez cronológica impide que pueda ser aplicado a todas las monarquías europeas. Cristopher Hill, sin apartarse del esquema de Naef, considera que la monarquía absoluta del último periodo no es más que una forma diferencial de las monarquías feudales, pues la clase dominante es la misma. Perry Anderson concluye que el Estado absolutista (él los llama los “Estados monárquicos del Renacimiento”), no se enfrentaron nunca a las clases privilegiadas. Al contrario, dentro de una interpretación marxista, se considera que la nobleza amenazada moderniza al Estado con el fín de mantener su dominio sobre las masas rurales. Maravall considera que en el siglo XV y en la primera mitad del XVI tenemos un Estado al que podemos denominar absoluto en tanto que tiende deliberada y rápidamente a construir una forma de poder absoluto.

5.5. LOS MEDIOS DE LAS MONARQUÍAS

Para Lapeyre el Estado no sólo actúa a través del monarca sino de la burocracia, el Ejército y la diplomacia. Estas instituciones tienen unidad de dirección y de decisión, que se personaliza en el Rey, vértice de la construcción estatal, titular de la soberanía. Pero la historiografía ha valorado de forma distinta la influencia de cada uno de ellos e, incluso, su número. Fedor Schneider aumenta la lista y a los tres citados añade la reforma de la legislación, la jurisprudencia y la política económica. Marx incluye al clero y a la magistratura Hay quienes, como Chabod, piensan que lo únicamente propio del Estado Moderno es la burocracia Garande piensa que burocracia y Ejército fueron los pilares del Estado Moderno. Guenée y Maravall destacan, entre todos, la diplomacia.

5.5.1. EL EJERCITO

La guerra y el ejército han sido considerados por Weber, Sombart, Vicens-Vives, Garande y Thompson, entre otros, como un medio de acción fundamental del Estado Moderno. Vicens-Vives llegó incluso a mantener la tesis de que si el aparato administrativo y financiero de las nuevas monarquías hizo factible la nueva forma de guerrear, ésta a su vez hizo posible el nuevo Estado. La relación que establece es causal. Él insiste en el papel fundamental jugado por los conflictos bélicos de bs siglos XIII, XIV y XV en la formación del Estado Moderno, de tal forma que el triunfo final de las monarquías autoritarias del Renacimiento se logró siempre sobra una doble vertiente: exteriormente reduciendo al enemigo más peligroso y consiguiendo el equilibrio, e interiormente formando una de la facciones de propia guerra interna. Las consecuencias fueron también dobles: por una parte, se produjo el fabuloso acrecentamiento del poder del monarca, quien de esta manera se justifica como mantenedor de la justicia, del orden y garantía de la seguridad en el interior del Estado frente a los señores feudales; en segundo lugar, el monarca se constituye en defensor de los intereses económicos y políticos del Estado frente a las potencias extranjeras surgidas del mismo proceso.

Esta doble tarea, según Vicens-Vives, sólo es posible con la creación del Ejército permanente, independiente de todo vínculo feudal, un Ejército de mercenarios, equiparable a lo que él llama una burocracia de mercenarios. Este Ejército tendría como fin hacer respetar las preeminencias del soberano en el propio territorio y la acentuación de la centralización del poder sería tarea de los cuerpos burocráticos, quienes a su vez asegurarían los recursos financieros para mantenerlo. Ejército y Administración se conjugan de esta manera para crear la preeminencia y centralización del poder.

La tesis weberiana de que lo que caracteriza al arte de la guerra en los inicios de la Edad Moderna es sobre todo la separación entre el combatiente y su armamento que pasa a ser de propiedad estatal, es asumida por Maravall que no ve un nexo causal entre Ejército y formación del Estado, contando con que el Ejército es un elemental fundamental del Estado. De esta manera el Estado monopoliza la guerra y estataliza al ejército, apoyándose en una burocracia cada vez más inmersa en las necesidades que plantea el control de la guerra. En este sentido no hay que olvidar la tesis de Sobart sobre la relación entre la guerra, capitalismo y Estado, que en España siguen Garande y Maravall.

5.5.2. LA BUROCRACIA

Parece un. tópico la exaltación de la burocracia como elemento constitutivo del Estado moderno y como factor fundamental de su formación. Chabod considera que la burocracia representa la única gran novedad del Estado moderno. Para Lapeyre es el “cuarto estado” de la sociedad del Antiguo Régimen. Maravall habla de que incluso llegó a existir una conciencia estamental en el grupo de letrados. Para M. Weber el funcionariado es la piedra angular del Estado moderno y de la moderna economía.

Pero, ¿Qué es la burocracia? La palabra se emplea para identificar una institución, una formación social nueva, un modo de ocupación, una ideología y un modo de organizar la sociedad y la vida. Sin embargo desde el punto de vista de la formación del nuevo Estado nos conviene tratarla como institución. En este caso es sinónimo de Administración. Sus orígenes habría que situarlos en el siglo XV, coincidiendo con el fortalecimiento de las monarquías autoritarias, como resultado del proceso de racionalización política. Las monarquías autoritarias tendieron a unificar y centralizar la vida política. Estas tendencias supusieron ta centralización de los distintos poderes y funciones en manos del soberano, que ejerce el poder por medio de órganos o funcionarios dependientes de su persona, vinculados estrechamente a él, sin autonomía ni libertad.

Por tanto, la concentración de todo el poder en manos del monarca dio lugar a la articulación de órganos y funcionarios en un sistema cuyo vértice lo ocupaba el monarca. Surgió así una vasta máquina administrativa y una complicada burocracia que difícilmente se hubiesen desarrollado antes dada la divisibilidad y variabilidad del poder en las monarquías feudales altomedievales.

La trayectoria del burócrata está condicionada por la de la propia monarquía. En este sentido el rey, en el momento de la construcción del nuevo Estado, robustece su poder y ensancha la esfera de su jurisdicción y de su soberanía. Para ello tuvo que contar con unos burócratas celosos defensores del centralismo real; dependientes directamente del soberano; con competencias técnicas jurídicas y políticas, especializados, por tanto, en las tareas administrativas; con conciencia estamental como integrante de un grupo que trabaja en el servicio público del rey; que accede a la función gracias al saber y a la jurisprudencia.

5.5.3. LA DIPLOMACIA

La Diplomacia revela el grado de tecnifícación a que llegó la política del Renacimiento y supone un sistema de negociación y su práctica. Según Lapeyre, en 1454 se firmó la Paz de Lodi, por la que se estableció un relativo equilibrio entre todos los Estados italianos. Desde entonces todos encontraron ventajoso mantener un agente con carácter estable cerca de las restantes potencias con el fin de que vigilasen su política. Fernando el Católico lo hizo de una manera sistemática enviando embajadores a Roma, Veriecia e Inglaterra. Aquí parece que se inicia la moderna diplomacia.

La transformación del universo político supuso la creación de un sistema de estados basados en el equilibrio. En este sistema se excluye toda forma universalista de jerarquización. AunqLie este equilibrio no sea incompatible con la hegemonía de uno sobre otro, no es compatible con la fórmula de imperator mundi o de rex regum.

Por eso, integrado en un conjunto de Estados iguales, es necesario el instrumento de la negociación. La Diplomacia sirvió como un conducto de información política y económica; un instrumento de negociación; una pieza necesaria en el desarrollo de las empresas bélicas.

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