Tema 56 – El arte clásico: Grecia y Roma.

Tema 56 – El arte clásico: Grecia y Roma.

1. EL ARTE CLÁSICO.

1.1. CONCEPTO.

2. EL ARTE EN GRECIA.

2.1. CONTEXTO HISTÓRICO.

2.2. SUSTRATO E INFLUENCIAS

2.3. CARACTERÍSTICAS

2.3.1 TRADICIÓN Y NO VEDAD..

2.3.2 ARTE A ESCALA HUMANA.

2.3.3 PARTE Y ARMONÍA.

2.3.4 ARTE Y BELLEZA.

2.3.5 ARTE Y NATURALEZA.

2.4. ETAPAS.

2.4.1 ARTE ARCAICO

2.4.2 ARTE CLÁSICO.

2.4.3 ARTE HELENÍSTICO

2.5. LAS ARTES Y LAS OBRAS.

2.5.1 LA ARQUITECTURA

2.5.2 LA ESCULTURA

2.5.3 LA PINTURA

2.5.4 LA CERÁMICA

3. EL ARTE ROMANO

3.1 CONTEXTO HISTÓRICO.

3.2. SUSTRATO E INFLUENCIAS

3.3. CARACTERÍSTICAS

3.4 ETAPAS.

3.5 LAS ARTES Y LAS OBRAS.

3.5.1 ARQUITECTURA

3.5.2 ESCULTURA

3.5.3 PINTURA

4. BIBLIOGRAFÍA

1 EL ARTE CLÁSICO

CONCEPTO

El término clásico tiene distintos valores: 1) desde un punto de vista cualitativo, se entiende aquel arte que alcanza la norma de perfección en su género. 2) desde el punto de vista estilístico, se define como tal al periodo ordenado, en oposición a otros periodos emotivos. 3) desde el punto de vista histórico sería aquel arte del mundo clásico, o sea al encuadrado en las épocas históricas griegas y romanas. Será en este último sentido en el que desarrollaremos el presente tema. Se trata de uno de los momentos máximos del arte universal, ya que a lo largo de la historia se ha ido tomando como modelo en diversos periodos. Se entiende pues por arte clásico al conjunto de obras que responden a un ideal de sobriedad y canon ideal establecido por la civilización griega y romana.

El nexo de unión entre el arte griego y romano será meramente histórico, frente a tendencias ya superadas que veían en el arte romano un simple continuismo del arte griego. El propio artista heleno que trabajó en Roma se encontró en unas circunstancias políticas, sociales y económicas distintas, e incluso la funcionalidad de su propio arte fue distinta.” La organización urbana, social y religiosa del mundo romano exige nuevos planteamientos arquitectónicos y constructivos. Si el hombre griego se reúne en el agora para resolver sus cuestiones vitales, y no aparece en su estructura social una atención muy importante a la familia; el hombre latino lo hace en el foro, y la casa romana tendrá especial atención puesto que la familia será el módulo fundamental de la sociedad. En cuanto a las pinturas, frente a las griegas que se extendían en los lienzos de los muros de palacios y lugares públicos, los romanos encontrarán su habitat en los recintos domésticos. Esta motivación diferente hizo que si bien el patrón inicial de la pintura romana fuese griego, rápidamente desarrollase una personalidad propia. La escultura en su concepción más pura es propia de exteriores, puesto que al aire libre puede la luz modelar vivamente sus volúmenes. Es quizás por esto que el hombre griego, que era un hombre de espacios exteriores, se ocupase más que el romano de la escultura. Pero hay una excepción en el retrato. Este interés por el realismo, tan opuesto al idealismo griego, es la mayor singularidad que presenta la escultura romana, aunque no la única.

Realizaremos un repaso cronológico del arte clásico, comenzando por Grecia y siguiendo con Roma. En nuestra exposición tendremos que ser obviamente sintéticos remitiéndonos a las referencias bibliográficas donde se puede completar el tema.

2 EL ARTE EN GRECIA

2.1. CONTEXTO HISTÓRICO

La civilización griega ha sido por antonomasia uno de los ejemplos de desarrollo y culrurización de un pueblo; Sus ciudades-estado poseían una organización política tremendamente desarrollada; en un primer momento la población se asentaba en torro a un recinto amurallado que servía de refugio en caso de necesidad, llamadoacrópolis. La polis griegas eran ciudades de gran actividad comercial, y se centraban en torno a un recinto, el agora. Atenas es el estado libre más importante del momento. Ahí se perfeccionó et estado democrático y la sociedad de clases se radicalizó. Existía la esclavitud.

Las polis griegas, a pesar de poseer su propia hegemonía, estaban unidas por la lengua, el politeísmo y por otras actividades culturales como los Juegos Panhdénicos. Ellos establecieron los principios de la vida racional y científica. Son los creadores de la lógica, asentaron las primeras escuelas filosóficas, dieron gran importancia a la poesía y a la oratoria, así como a la tragedia. Las formas de análisis lacional suponen una verdadera revolución. En opinión de Bruno Snell, el pensar europeo empieza con los griegos y desde entonces no hay otra manera de pensar.

Se dice que con precia se inicia la civilización occidental. El ansia de saber les hizo crecer, saber de lo humano y de lo intelectual, de la ciencia… asentando esta cultura de la razón. Los romanos beben directamente de los griegos, y ellos se encargaran de la expansión cultural.

2.2. SUSTRATO E INFLUENCIAS

El Arte griego debe ser considerado como el mayor triunfo del mundo antiguo. A diferencia del arte de “otros pueblos, el arte griego no murió nunca: los romanos lo adoptaron plenamente; su sentido de belleza y orden dio estructura a la imaginería cristiana en el arte de la sociedad bizantina; y las formas y los principios griegos han sido revividos repetidamente durante la Edad Media, el Renacimiento y los tiempos modernos.

Grecia y el mundo helénico, con las invasiones que sufrieron y la intensidad de las relaciones comerciales llevadas a cabo por una población fundamentalmente marinera, se hallaban bajo una triple influencia:

La nórdica traída por los invasores dorios. Mientras que los invasores aqueos fueron sensibles a los logros de la cultura cretense, los dorios se mostraron impermeables a ella y sustituyeron aquel naturalismo por un arte abstracto de procedencia continental. Su producción más típica es la llamada cerámica de Dípylon, que desde el Ática va a dominar durante el siglo IX a. C. todo el mundo griego y que sustituye la rica ornamentación prehelénica por un sistema bastante elemental de figuras geométricas distribuidas en bandas horizontales superpuestas en la que se introducen escenas figuradas muy esquemáticas.

Sin embargo, pronto el arte griego abandonó el camino de la abstracción para sustituirlo por el realismo, en cuya conquista se puede cifrar toda la evolución de sus artes figurativas. Por este camino lo impulsaban el sustrato micénico y la influencia de los marfiles, las telas y los bronces que le llegaban del Mediterráneo oriental. Además, y esto es lo fundamental, el naturalismo era la vía que iba a marcar a los griegos la propia evolución de sus estructuras mentales y filosóficas.

Bajo la influencia del politeísmo antropomórfico que inspiraba su religión, el arte griego se lanza por la senda del humanismo: el hombre, como tema, desplaza al animal y al vegetal. El arte, aunque sigue necesariamente el camino de la mimesis, su imitación trasciende la mera copia realista de la naturaleza; el artista griego lo que hace es reconstruir una naturaleza basándose en sus leyes inexorables y operando con las proporciones numéricas, que son la base de la perfección y que plásticamente se traducen en el canon. Se trata de una cultura antropocéntrica, como define la famosa sentencia de Protágoras (el hombre es la medida de todas las cosas).

2.3. CARACTERÍSTICAS

2.3.1 TRADICIÓN Y NOVEDAD

A pesar de que el arte griego tenga recuerdos del arte prehelénico, del mundo dorio con su tendencia a la geometrización, y del mundo oriental con su temática animal, todo esto por sí solo no explica la producción del arte. En el arte griego hay algo de novedad, ésta es la experimentación basada en el interés por el realismo. Esta experimentación posibilita la evolución del arte griego.

2.3.2 ARTE A ESCALA HUMANA

Es un arte por y para los hombres, se conoce quien hace la obra y su biografía. El hombre es la medida de todas las cosas. Este precepto se manifiesta en escultura con el canon y en arquitectura con los órdenes clásicos que, según Vitrubio son la medida del hombre (dórico) y de la mujer (jónico).

2.3.3 PARTE Y ARMONÍA ;

La armonía es un concepto primordial en la cultura griega. Dicha armonía se manifestaba en el equilibrio entre las normas y la,libertad individual, entre lo modélico y lo individual. Lo modélico es el tipo: cómo tiene que ser un hombre; y lo individual es la persona concreta con sus caracteres concretos. Así, en el siglo II existe dicho equilibrio: en arquitectura se denota que ningún elemento prima sobre el resto, y en esu^tura existe una búsqueda de equilibrio entre los miembros y el total del cuerpo. La armonía griega se basaba en el número, que para ciertos filósofos griegos era lo que dominaba el cosmos (Pitagóricos).

2.3.4 ARTE Y BELLEZA

Para el griego la belleza es deseable por sí misma. Ésta es una idea novedosa. Pero no pensemos que para ellos la belleza fue invariable. Como todo en el arte griego, evolucionó: en el siglo V correspondió con el equilibrio, en el IV con la agradabilidad y en el helenismo la belleza está en la expresión de la individualidad.

2.3.5 ARTE Y NATURALEZA

El arte para el griego era toda producción humana, por lo que difiere de nuestra concepción del arte. Para los griegos la naturaleza es superior al arte porque según Aristóteles la obra será mejor cuanto más se acerque a la naturaleza. El arte ha de ser mimesis. Para Platón el arte es imperfecto porque la producción es mimesis de la naturaleza, y la naturaleza es imitación del mundo de las ideas, por lo que la obra de arte es copia de la copia y, de este modo, imperfecta.

2.4 ETAPAS

Convencionalmente suele dividirse la historia del arte griego en tres grandes periodos: Arcaico (1100-450 a.C.), Clásico (450-323 a.C.) y Helenístico (323-31 a.C.). Podemos encontrar una fase previa que responde a las influencias de oriente; se relaciona con el arte Cicládico, Minoico y Micénico.

2.4.1. ARTE ARCAICO (protogeométrico, 1100-1050; geométrico, 1050-650; arcaico 650-450).

Su punto de partida es la decadencia micénica y la supuesta invasión doria. Es heredero de estilo micénico, sobre todo en la cerámica y en la arquitectura. El paso del micénico al geométrico fue más acelerado en los centros donde florecerá más vivamente la cultura griega. Este estilo se ceñirá sobre todo a la cerámica, siendo escasas las estatuillas de metal, marfil y arcilla, mientras los primeros templos se realizan en madera.. El arte arcaico se encamina, a fines del siglo VII hacia afirmaciones completas tanto en la arquitectura y en la escultura como en la pintura, hasta ofrecernos un perfecto panorama de los gustos, de las técnicas y de los estilos que caracterizan el mundo griego.

2.4.2 ARTE CLÁSICO (450-323 a.C.)

Si por arte clásico entendemos arte inspirado directamente en la realidad, para idealizarla, debemos constatar que ya existen estas características en algunas obras del arcaísmo tardío. En realidad el límite del 450 sólo indica la hegemonía de Péneles, mientras que el 323 indicaría más el fin del reinado de Alejandro que el inicio del arte helenístico, anunciado ya en obras anteriores. Mientras en arquitectura el clasicismo significa gradual inclinación hacia una mayor armonía y elegancia de proporciones entre elementos herederos del período arcaico, en escultura y pintura significa idealización de la realidad. El artista clásico no intenta captar la realidad que casualmente se le pone a la vista, sino la realidad en sentido absoluto; no un caballo cualquiera, sino el caballo que simboliza a todos los caballos del mundo. Hasta fines del siglo V y principios del IV no formularán los filósofos racionalistas algo semejante en el campo del pensamiento: primero la sofística, y luego la filosofía platónica. El idealismo caracteriza el arte clásico del siglo V, y particularmente el ático. En el siglo IV los artistas se alejan parcialmente de tales conceptos, concentrándose en la perfección técnica de la obra, acercándose más directamente a la realidad e interesándose más vivamente por el hombre singular.

2.4.3 ARTE HELENÍSTICO (323-31 a.C.)

Los límites se interpretan con una cierta amplitud, de forma que duraron algún tiempo todavía tras la caída del último centro del helenismo activo, la Alejandría de los Tolomeos. El arte sale de los límites de Grecia, abandonando en parte los antiguos centros, como Atenas, y extendiéndose a los países en que se había establecido la herencia del poder de Alejandro. Al ensancharse el panorama del arte griego, éste adquiere caracteres cada vez menos diferenciados, una especie de internacional del gusto señala el carácter y el límite del helenismo, si bien se distingue entre varias escuelas: Alejandría, Pérgamo, Rodas, Siria. En todos los centros helenísticos se trabajará fervorosamente al servicio de los diversos soberanos de origen macedonio. La arquitectura tiende a lo fastuoso, a lo colosal, a lo elegante. La escultura supera en parte el idealismo, expresando de modo realista los sentimientos de distintas categorías de sujetos. En el siglo I a.C. se inicia la lenta decadencia cultural helenística, en tanto que empieza a levantarse en el horizonte el astro de la civilización romana. Sin embargo, el arte romano de las provincias permanecerá profundamente vinculado al estilo helenístico.

2.5. LAS ARTES Y LAS OBRAS.

El arte griego, clásico, se rige por la armonía de las formas. El orden y el eqiilibrio son características básicas. La sobriedad de las formas y la belleza, también forman parte de este ideal: búsqueda del placer por medio de la contemplación que afecte al espíritu.

2.5.1 LA ARQUITECTURA

Conciben la arquitectura como la creación de volúmenes antes que de espacios. Los exteriores primarán sobre los espacios interiores. Se estudiarán todas las perspectivas, la relación con la naturaleza, la topografía, en definitiva se crea una relación espacio natural espacio construido. Más que arquitectura los griegos hacen urbanismo. Utilizan el dintel como medio de cubrición. Buscan edificios geométricos y proporcionados.

Fueron los creadores de los órdenes en arquitectura, según las clases de columnas y la proporción de sus medidas. Los órdenes clásicos son resultado de la preocupación griega por construir a escala humana. El Dórico es el orden más simple y sobrio; no posee basa, el fuste es estriado y el capitel sencillo. El Jónico, es más estilizado. Tiene basa, fuste acanalado y volutas decorando el capitel. El orden Corintio nace como variante, es el más decorativo, pues su capitel tiene forma de cesta con hojas de acanto.

En el Arcaico se asienta la forma del Templo griego, con naos, pronaos y opistodomos. Estas tres estancias por lo general se mantendrán. Se usan materiales humildes, por lo que poco queda de ellos. Citemos el Templo de Apolo en Corinto, Hera en Olimpia, Atenea Pronaia en Delfos, Apolo en Siracusa y la basílica de Paestum en el orden dórico; y Artemisión de Efeso y el Tesoro de Sifnos en Delfos entre los jónicos. Entre las construcciones de ingeniería civil tenemos el puerto y acueducto de Sanios.

En el periodo Clásico, el templo se suele construir con piedra de la zona. Las realizaciones son tremendamente armoniosas y bien estructuradas. Suelen ser más esbeltas, probablemente por el tipo de columna, y más refinados, por ejemplo, el templo de Zeus en Olimpia. Se extienden las correcciones en pos de unas proporciones ópticas separándose de las medidas matemáticas (estudiadas por Lawrence: curvatura del entablamento y del estilóbato, inclinación de las columnas hacia adentro para crear el efecto piramidal, éntasis de las columnas, desigual distancia de los intercolumnios, etc.). Los refinamientos ópticos están al servicio de la armonía visual. La arquitectura del siglo V, vinculada a la prosperidad de Atenas, revela una gran atracción por el gusto jónico. Aparece ya el orden corintio, y se alternan los 3 ordenes.

En el siglo V la Acrópolis de Atenas vive su máximo esplendor constructivo; constituyen el emblema de la Grecia Clásica; en su construcción tuvo gran influencia la figura de Péneles y el grupo de artistas de su entorno. El recinto encierra edificios como el Partenón, el templo de Atenea Nike, los Propíleos o el Erecteion. Además podemos destacar el Telesterion de Eleusis, el templo de Segesta y el Boleuterion de Olimpia. Pertenecen al siglo V los primeros estadios (Delfos) y los primeros teatros en piedra (Dionisos en Atenas y teatro de Siracusa)

En el siglo IV la arquitectura se resiente de los acontecimientos políticos. El artista acabará trabajando para conseguir cada vez mayor perfección técnica y crear obras agradables. Asistimos a la gradual afirmación de la columna corintia (con una función más decorativa que sustentativa), a la predilección por construcciones de planta circular y de los edificios públicos con las salas rectangulares para asambleas. Destacamos entre los templos corintios el Tholos de Epidauro, entre los dóricos, el” de Apolo en Delfos, entre los jónicos, el de Sardes, entre los teatros el de Segesta o Epidauro, entre los edificios públicos el Telesterion de Eleusis y también el castillo de Eurialo en Siracusa, los muros y fortificaciones que unen Atenas con El Pirco y el Puente de laliso en Rodas.

En el periodo Helenistico. la máxima actividad se centra en la zona de Pérgamo y Alejandría. Es el momento del triunfo del orden corintio. La arquitectura helenística se distingue por la aplicación constante y el desarrollo perfecto de los principios del urbanismo (Alejandría, Antioquía, Pérgamo); por el predomino de los edificios públicos con salas de asamblea y grandes pórticos, de los palacios, de los teatros, respecto a los santuarios; por el impulso dado a la habitación privada, casa o villa; empleo bastante difundido de la línea curva; por el abandono casi total del orden dórico mientras se produce una mezcolanza de elementos decorativos de distintos órdenes. Todo está creado bajo un sentido de grandiosidad y lujo. Un ejemplo del tipo constructivo corintio es el Templo de Zeus Olímpico en Atenas. Entre los dóricos el de Atenea Folias de Pérgamo; templo jonio es de Artemisa Leucofriense en Magnesia. Entre los teatros, destacamos el de Pérgamo y Éfeso.

2.5.2 LA ESCULTURA /

Belleza, expresión y movimiento definen los rasgos capitales de la plástica griega. Los griegos aportaron el principio esencial de que la escultura es un arte de volúmenes que requiere diferentes puntos de vista para ser contemplado. Los escultores plasmaron en la figura humana sus concepciones de belleza física y equilibrio espiritual. La belleza concebida como medida, proporción entre las partes, anatomía armoniosa, idealización del cuerpo humano. Pero la expresión será la segunda gran preocupación de los escultores helénicos, entendida como una vivencia estética y como la exteriorización de los sentimientos, como la fusión entre la vertiente espiritual del hombre y su fachada física. La representación del movimiento será otra constante búsqueda.

En un primer momento, la escultura Arcaica es muy rígida y geométrica. En la fase geométrica aparecen estatuillas de terracota, metal y marfil. En el protoarcaico o jónico aparecen los “xoana” de madera, estatuas primitivas de divinidades. Se reproduce la imagen de un cuerpo muy sintetizada. Interesa destacar la escuela dedálica en la que se elaboran los inicios de la plástica dórica, cuya gloria consistirá en las estatuas de desnudo masculino (Kouros) y en los altorrelieves de metopas y frontones. Como ejemplo, el Moscóforo (hacia 570 a.C.) Realizadas en piedra, hoy se sabe que estaban policromadas con llamativos colores. La escuela jónica introduce el movimiento en la escultura con el tipo de Victoria alada. También fue la que difundió en el Ática el tipo de la muchacha de pie, ricamente vestida: la Koré. Kuroi y Korai son los ideales de belleza masculino y femenino respectivamente. Entre los primeros destacaremos el Apolo de Tenea y entre las segundas la Koré Boudese de la Acrópolis. Otra obra: Dama de Auxerre. La transición al clasicismo está impulsada por los relieves de los frontones de Egina y Olimpia.

La escultura de relieve comenzó a crearse ya en el periodo Arcaico, es decir, que los templos estaban decorados con magníficos relieves en sus frontones. Siguen una estructura simétrica y fría. También existen conocidas estelas funerarias.

La escultura Clásica es perfectamente proporcionada y comedida en sus movimientos. En la transición al siglo V aparece el contraposto, una solución’para contrapesar los balanceos de la figuración humana. Inicialmente, evoluciona el estilo severo, y cada vez se obtiene una mayor aproximación al natural. Es el momento” de la escultura en bronce, aunque la piedra fue mucho más abundante. La serenidad y el equilibrio griego hallan en el siglo V su medio de expresión. En el siglo IV, agotadas las posibilidades en la representación de la belleza ideal, los escultores prestarán mayor atención a la expresión de los sentimientos. La lista de maestros es larga, no podemos más que enumerar las principales figuras. Los maestros del V diferencian la “escultura”-de la “imagen de culto”. En época clásica Plena, o madura, encontramos escultores prepericleos tan conocidos como Mirón, con su Discóbolo; o Policleto con el Dorífora. Policleto rompe la ley de frontalidad y aplica el cano de belleza basado en siete cabezas, regulando sus esculturas profanas por el principio de “Diartrosis”. El más genial fue Fídias, quien supervisó y decoró el Partenón. Sus obras están llenas de un contenido anímico (el ‘”quid divinum”) que hace que sus figuras de dioses dejen de ser simples esculturas para convertirse en imágenes de culto que provocan la devoción del fiel. Es el paradigma del clasicismo. La serie de esculturas dedicadas a Atenea, el Zeus de Olimpia y los relieves del Partenón constituyen el legado de este gran maestro. La belleza serena de los rostros, la flexibilidad y transparencias de las vestimentas, la combinación de equilibrio y vida son para nosotros rasgos del arte fidíaco, pero para sus contemporáneos debió representar ^ucho más: fue el “escultor de dioses”, retrató a las divinidades como se concebían en su época. Fídias supo expresar el clima de victoria que caracteriza el arte en el período de máxima prosperidad de Atenas. Pero en el siglo IV los ideales varían. El pathos, el psicologismo puesto de moda por las tragedias de Eurípides, encuentran eco en el arte con el progresivo alejamiento del idealismo para aproximarse a la realidad y en el estudio de las pasiones del ser de carne y hueso. Praxiteles (Kermes, Apolo Sauróctono), Scopas (Ménade, Meleago) y Lisipo (Ares Ludovisi, Heracles Farnesio) representan la plenitud clásica y el nuevo paso hacia la transición al periodo siguiente. De la “charis” o gracia ática de Praxiteles, pronto se pasa al “pathos” dramático de Scopas.

La escultura Helenística es complicada y de movimientos agitados. Rompen con la belleza serena en busca de nuevas capacidades. Se inicia una era de realismo un tanto amargo; se prefiere el desequilibrio de los cuerpos retorcidos a las serenas posturas fídíacas, el dramatismo de las expresiones a los rostros tranquilos, la fealdad de monstruos o seres amenazadores a la belleza clásica. En ciertos detalles, especialmente tratamiento de los cabellos, superposición de ropajes, juegos de luces y sombras, la escultura se mee más narrativa y pictórica. Hay una especial atención por lo anecdótico y secundario. En ejemplo paradigmático de este momento es El Laocoonte, o la conocida Venus de Milo. Además el gran Altar del Templo de Pérgamo y la Victoria de Samotracia. Además el culto a la personalidad tendrá gran importancia en este periodo final; el retrato adquiere mayor relevancia con un gran realismo. Se exagera la tendencia realista, apareciendo ya figuras que no reflejan un ideal clásico de belleza (vieja Borracha), sho que optan por el reflejo de la pasión, el movimiento e incluso la desesperación. Un ejemplo: el Galo Ludovisi o el Fauno Rarherini

2.5.3 LA PINTURA

Es un arte del que se conoce mas bien poco, se cree que la mayoría se realizaría sobre la pared, o sobre materiales perecederos, de forma que no han llegado hasta nosotros. Sabemos que se extendían sobre los muros de palacios y lugares públicos. Por los tratados del momento se conocen algunos nombres de pintores de la época.

2.5.4 LA CERÁMICA

Los griegos fueron grandes ceramistas. No sólo fueron creaciones -utilitarias sino auténticas obras de arte que se exportaban. Debido a lo perentorio de la pintura mural, la decoración cerámica es el casi único vestigio pictórico. En la cerámica se combina la pericia de los artesanos, la gracia de las formas y la armonía de los colores. La evolución es continua y se pueden distinguir varias fases: protogeométrica (derivación de la micénica), la geométirca o fase severa (cerámica de bandas horizontales de Dypilon), corintia u orientalizante (bandas de flores de loto) y la Ática, la más importante, destacando la de figuras negras o melanográficas (fondo ocre de la vasija) y la de figuras rojas o eritográficas (revestía el objeto de barniz negro dejando las figuras del color de la cerámica). Es muy conocido El Vaso Fra^ois, que se estructura en varias franjas con pequeñas representaciones en negro, cuyo tema principal es una boda. Corresponde al tipo de figuras negras. También destacaron en la cerámica Ática el estilo bello o libre con fondos blancos, sólo dibujado el contomo sin relleno de color. En el siglo IV la cerámica entra en decadencia, que se acentúa en el helenismo.

Los griegos fueron además grandes orfebres y ofrecieron lujosas piezas de glíptica (joyas y camafeos). Sus ajuares presentan gran riqueza. Desde el siglo IV se introduce el mosaico (origen sumerio) con temas mitológicos.

3 EL ARTE ROMANO

3.1 CONTEXTO HISTÓRICO

El pueblo romano pasó de la Monarquía (753-509 a. C.) a la República para finalmente asentarse como todo un Imperio (29 a. C- 476 d.c.).

Los etruscos fundan un primer asentamiento que llamaron Roma. Tras conseguir la independencia de los etruscos, se forma la República, momento a partir del cual se produce la conquista de la península italiana. Hacia el 200 a. C. ya se habían adueñado del Mediterráneo occidental. Posteriormente vendrá la parte oriental. Con Augusto comienza el Imperio. La sociedad se dividía en libres, que comprendía desde los patricios hasta los plebeyos, y esclavos. En época de la República se vivieron grandes tensiones entre la aristocracia y el pueblo; surgen grandes crisis y existe una fuerte corrupción; además la mayor extensión del territorio exigía una nueva regulación política. Con Augusto comienza el Imperio y su declive se inicia hacia el 180 d. C. A partir del siglo III la crisis se acentúa con Diocleciano, el imperio terminará dividiéndose y disolviéndose a finales del V el Imperio de Occidente. En el bajo Imperio se instaura el culto cristiano, lo que supone un arte propio.

Poseyeron un riguroso sistema de impuestos; fuertes contactos comerciales que les proveían de metales, pero además desarrollaron su propia minería. Crearon una imponente red de calzadas e hicieron magníficas obras de ingeniería. Con ellos nació d Derecho, por la necesidad de regular el extenso territorio. Fomentaron las escuelas filosóficas y literarias, la moral y la poesía.

3.2. SUSTRATO E INFLUENCIAS

El arte romano surge de una doble corriente: un fermento autóctono, la asimilación del helenismo temprano por la tradición etrusca y centroitálica; y la influencia de los focos artísticos de Asia Menor -los auténticos creadores del helenismos-, el neoclasicismo de los talleres atenienses y la experiencia directa de las obras maestras del arte griego llevadas a Roma como botín. Podríamos resumir las raíces de£ arte romano hasta comienzos del Imperio en los siguientes elementos: culturas itálicas primitivas (interés pragmático en el arte), arte etrusco (culto a los muertos, atención al retrato, empbo del arco, columna toscana, etc.) y, finalmente, arte griego, tomado primero de la Magna Grecia y posteriormente de la propia Grecia (estética y tipología). El romano pensará que la producción plástica, en lo que tiene de actividad manual, no es propia de la clase social que domina el mundo y cedían esas tareas a extranjeros o esclavos, principalmente de talleres griegos, instalados frecuentemente en la propia Península Itálica.”En estos talleres se realizarán centenares de copias gracias a las cuales conocemos mejor, 1a estatuaria griega.

3.3. CARACTERÍSTICAS

Ya dijimos que sería un error creer que el arte romano es una imitación, ni siquiera una prolongación del arte griego. Tras un periodo de adaptación y maduración vemos aparecer ya en el siglo I a. C. un arte romano genuino. A lo aprendido se le da una impronta particular romana. La autonomía será muy temprana en arquitectura y pintura pero no tanto en la escultura. La organización urbana, social y religiosa exige nuevos planteamientos arquitectónicos y constructivos desconocidos por los griegos, por lo que la dependencia de la arquitectura latina respecto a la helénica será escasa.

Sin embargo, dos son las características propias del arte romano que lo individualizan en el periodo clásico. Su carácter utilitario y el realismo de sus retratos. La tradición etrusca de representar a los muertos como si estuvieran vivos se conservó a través de las mascarillas de cera que los romanos guardaban de sus antepasados. Este interés por el realismo, tan opuesto al idealismo griego, es la mayor singularidad que presenta la escultura romana, aunque no la única.

Por otro lado el romano tiene un particular sentido del espacio y del urbanismo. Al Agora de los griegos corresponde el Foro de los romanos. El hombre griego siente el espacio como algo exterior. Por eso proyecta sus edificios atendiendo a sabias combinaciones de puntos de vista que le llevan, en ocasiones, a modificar medidas y apariencias. Para él, el espacio es el lugar en el que se encuentran sus arquitecturas que están pensadas desde el exterior. Es un espacio escultórico por que el griego es creador de volúmenes antes que de espacios. El romano concibe el espacio como algo interno, como algo en lo que él se siente inmerso. Las circunstancias del mundo latino crean unas estructuras sociales y políticas complejas por un lado y suntuosas por otro, lo que conduce a la construcción de grandes locales cerrados. El característico sentido práctico de los romanos hará de estos espacios cerrados algo verdaderamente adecuado al hombre. Es una nueva dimensión espacial. Este sentido práctico le lleva a conseguir la eficacia y a ser un gran constructor de obras públicas de ingeniería. La importancia del poder político para articular un territorio tan vasto desde una sola ciudad le lleva a realizar numerosos monumentos públicos y conmemorativos que recuerdan la grandeza de ese Estado. La importancia de la religión para el romano explica el papel destacado de la arquitectura y plástica religiosa, así como el gran apego a la vida privada explica la importancia del arte doméstico.

3.4 ETAPAS

Las etapas del arte romano son paralelas a su evolución política. Existe un primer momento que se relaciona directamente con Griegos y Etruscos. De ellos obtienen su grandeza figurativa para posteriormente desarrollar un arte propio. Una segunda etapa es la renublicana. El momento de máximo apogeo corresponde al final de la República y el primer siglo del Imperio. Dentro de la fase imperial del arte romano podemos distinguir varios periodos (siglo I, II-III y decadencia en el IV y V).

3.5 LAS ARTES Y LAS OBRAS

3.11 ARQUITECTURA

Arquitectónicamente las creaciones reflejan su concepción grandiosa, su sentido urbanístico. Por lo general los materiales más usados eran la piedra escuadrada, el hormigón (opus caementium) y el ladrillo. Siempre buscan el efecto de la solidez. Cabe destacar la concepción axial de los conjuntos monumentales. Utilizaron la bóveda y la cúpula como eje de simetría;vertical, y el nicho (antecedente del ábside) comoeje central de simetría. La fachada compuesta por pisos de arquerías tendrá una larga influencia.

Usaron los órdenes griegos, pero ellos crearon el Toscano y el Compuesto. Sus ciudades poseían un perfecto estudio para la realización de sus vías, a imitación de los campamentos militares, con su cardo y su decumano. La gran empresa colonial requiere excelentes vías de comunicación. Las calzadas salvarán grandes obstáculos gracias a lo que será la clave del éxito del la ingeniería constructiva romana: el arco, instrumento de creación plástica que el arquitecto romano manejará hasta límites increíbles. Los romanos, más ingenieros que artistas, serán creadores de importantes obras de carácter público: puertos, pantanos (Lago de Proserpina) y acueductos (Segovia, Mérida, Claudio en Roma).

Entre los monumentos públicos destacaron las basílicas, las termas, los teatros, los circos, los anfiteatros, etc. La basílica es un lugar de reunión para relaciones comerciales o administrar justicia, consta de tres naves, la central más elevada y terminada en la cabecera con un nicho semicircular (Basílica Ulpia y la de Majencio). Este esquema será muy popular posteriormente. Las termas son muy importantes en el mundo romano. Las soluciones que se les dan a sus cubiertas revolucionan los sistemas abovedados (Termas Stabianas de Pompeya o de Caracalla en Roma). Los teatros parten de la idea griega pero los hacen exentos (teatro de Aspendos en Asia Menor, de Marcelo en Roma, de Mérida). Novedad romana será el anfiteatro, de planta elíptica, sirve para juegos y luchas (Coliseo). Para carreras de caballos, carros y ejercicios atléticos crean elcirco, adaptación del estadio griego (Circo Máximo en Roma, Mérida, Toledo)

Los Templos, son de menor tamaño que los griegos; se elevan sobre el suelo, y se accede a ellos por medio de una escalinata central. De época republicana se conserva un buen ejemplo, el Templo de Portunus (jónico, pórtico hexástilo). También podemos citar los templos romanos de Fortuna Viril y Venus y Roma y la Maison Carree en Nimes. Del tholos helenístico se derivará el interés de los romanos por los templos circulares, que llegan a cubrir con cúpulas, algunos con dimensiones gigantescas como el Panteón de Agripa (siglo I) con una enorme celia cilindrica. Otra interesante construcción de gran cúpula es la del supuesto templo de Minerva Médica en Roma, ya del siglo III.

También hay que destacar los monumentos conmemorativos como columnas (columna de Trajano, Marco Aurelio) y arcos del triunfo (arco de Tito, Septimio Severo…). A veces los arcos delimitan provincias o señalan lugares donde tuvo lugar un hecho notorio (Caparra). Un magnifico ejemplo de construcción conmemorativa, dentro ya del ideal clásico romano es el Ara Pacis, construido en honor de Augusto. Entre las construcciones funerarias destaca el famoso sepulcro de los Escipiones del siglo III a. C. y en la época de César, ya de influencia helenística el sepulcro del panadero Eurisaces. Ya de época imperial habría que destacar los mausoleos de Augusto y Adriano

Con Augusto comienza a asentarse el estilo más clásico, un espacio ejemplar de su resultado son los Foros Imperiales, cuyo núcleo lo formó el Foro de Cesar y que culminaron con Trajano.

Durante el Bajo Imperio, el arte comienza su decadencia, como la cútura romana en general. Las Termas de Caracalla y la Basílica de Majencio son de este periodo. Se hacen numerosos edificios patrocinados por el estado, y monumentos honoríficos, por el afán de vanagloria de los emperadores. Comienza el culto cristiano y por tanto la construcción de lugares de culto propios.

En pocas culturas alcanza la vivienda un interés tan alto como el que nos merece la casa romana. Ello e;s debido no sólo a que se logra establecer un tipo de vivienda válido hasta nuestros días en el clima mediterráneo, sino a que con ella se alcanza una sabia integración entre la función y la estética. Las casas romanas seguían la planta rectangular con atrio, en su interior, a modo de patio. La evolución fue notable conforme aumentaba el lujo en el nivel de vida. Desde el siglo II a. C., con las influencias helenísticas, aparece el peristilo o patio de columnas. La Domus Áurea de Nerón supuso convertir una típica Villa romana en un gran palacio. Más modestas son las conservadas en Pompeya y Herculano, así como las de Ostia. En ocasiones se alzan casas de alquiler de hasta cinco pisos, llamadas insulae.

3.5.2 ESCULTURA

Para el romano las artes figurativas tuvieron siempre un marcado carácter realista. La razón primaria nos es desconocida pero es cierto que los etruscos ya eran fieles al realismo en los retratos funerarios o en las pinturas de sus tumbas. Ese sentido práctico de los romanos les lleva a una plástica en la que las personas y las cosas se reconocen como tales. Además el interés por dejar memoria de sus hechos, por la Historia y por la narrativa en general, hace que se desarrolle, especialmente en el relieve, un arte plástico lleno de realismo que llega, a veces, incluso a lo anecdótico. Se dan dos corrientes paralelas en Roma, una popular y realista y otra aristocrática e idealista.

En la historia escultórica del arte romano se van a distinguir tres momentos en la evolución de su lenguaje formal. En un primer momento, cuando la influencia del pueblo etrusco es mayor, el arte escultórico presenta unos rasgos bastante contrarios a lo que se entiende por clásico. La escultura es tremendamente exagerada, aún hierática y poco natural. Se realizan importantes sarcófagos, figuras de terracota y bronces. Citar la Quimera de Arezzo o la Loba Capitolina.

En un segundo momento se recibe la influencia del lenguaje formal griego. Poco a poco el naturalismo fue penetrando en la’escultura. Destaca el cultivo del retrato en busto o de cuerpo entero, que se hace paulatinamente más realista, alcanzando su máximo apogeo en tiempos de Augusto. Una obra de este tipo de los primeros momentos es la conocida como El Arringatore, de bronce. Se realizan numerosos bustos y cabezas de extremado realismo; son ejemplares las que representan a Cicerón o a Julio Cesar. Los sarcófagos evolucionan de su carácter realista al ornamental. Además es importante decir que en ocasiones reproducen la estatuaria griega.

En el Imperio debemos recordar -que sigue la moda de los retratos, ahora ya con un cierto toque de exagerada grandiosidad^ y bajo un tono idealista. Se realizan retratos de toda la familia imperial. Con él comienza una época dorada.

Por último, en tercer lugar, desde la segunda mitad del siglo II d. C. se produce la ruptura del lenguaje clásico, adivinándose ya el arte medieval. En el Bajo Imperio, quizás por el uso de nuevos materiales, el carácter de la escultura cambia; se hacen algo más geométricos y relajados y en otras ocasiones se exageran las dimensiones.

Conviene detenerse en el relieveiy el retrato. Es ahí donde el romano irá alcanzando una trascendencia y una personalidad definitiva en la escultura. Incluso en relieves del siglo II a.C. (Altar de Domitius Ahenobarbus) el artista sigue una ordenación helénica pero el tratamiento de las figuras, los gestos y la temática participan sobre todo del realismo romano. Al término de la República se generaliza un tipo de relieve de origen helenístico en que se recurre a efectos pictóricos como la perspectiva y otrqs efectos de profundidad (Conjunto de Perseo y Andrómeda, Ara Pacis Augustae). De gran singularidad resulta la integración de los relieves en una columna, usada desde la de Trajano como soporte para una narración. El tratamiento plástico es ahora (siglo I d.C.) impresionista, realista, narrativo y popular. Otra de la aportación de Roma a la escultura son los relieves de los sarcófagos, extendidos desde el triunfo de la inhumación a partir del siglo I. Herencia etrusca será la colocación de un medallón del difunto , aunque posteriormente se pasa a la composición continua narrativa. Por último esta superficie frontal se repartirá en espacios separados por columnas.

Sin duda es el retrato el tema más apasionante que nos ofrece la estatuaria romana. En la línea de la corriente realista y popular, hunde sus raíces en bs retratos funerarios etruscos. El fondo pragmático y realista del latino le exige retratos fidedignos y casi nunca idealizados. Es difícil precisar en los primeros retratos romanos lo que en ellos pueda haber de etrusco o de helenísticos, debido a la fuerte tendencia al realismo de la estatuaria griega del siglo II a.C. De esta época republicana son los retratos de Pompeyo, Cicerón y César, en los que aparecen caracteres que no vemos en las obras helenísticas como la dureza de trazos o la fuerte expresión. Con Augusto los retratos oficiales tenderán hacia un mayor helenismo, como ocurre con los del cesar Octavio Augusto. La divinización de Claudio en vida impone la representación semidesnuda y coronado de laurel. La tendencia helenizante que se da en los ambientes cultos y en los oficiales coexiste con una corriente más latina de carácter popular. Esta última va aflorando cada vez más en los retratos de la época de los Flavios hasta que con Trajano alcanzan su verdadera madurez y personalidad. A partir de Adriano se generaliza la barba. Paulatinamente se va simplificando el modelo y acusando los rasgos, lo que ayuda a una mayor expresividad y comunicación psicológica. El excesivo esquematismo culmina en los retratos de Constantino, que apunta al hieratismo del retrato bizantino.

3.5.3 PINTURA

Por lo que se conoce sirvió como motivo decorativo de muchas casas de la aristocracia romana. Los temas”que reflejaban probablemente fueran muy similares a los que podemos encontrar en los conocidos Mosaicos romanos (fabricados con teselas, pequeñas piedras de color perfectamente cortadas y encajadas en su lugar, a veces de dimensiones muy reducidas). Por tanto, incluirían asuntos mitológicos, retratos, asuntos de la vida cotidiana, o tan sólo motivos decorativos, florales, de hojas… Muestra una clara influencia helenística y es un magnifico ejemplo para conocer el modo de vida romano. Destacamos los restos de Pompeya y Herculano. Suelen establecerse cuatro estilos pictóricos: el de incrustaciones, el arquitectónico, el ornamental y el del ilusionismo arquitectónico. En cuanto a los mosaicos, se prefirieron para los suelos y se siguieron las técnicas del opus tesselatum de origen griego pero aportan como novedad el opus sectile. Podemos destacar como obra cumbre la Batana de Alejandro con Darío, encontrado en la Casa del Fauno en Pompeya. En España son de gran calidad los de Itálica y Tarraco.

También realizaron trabajos de orfebrería muy significativos.

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