Tema 60 – El renacimiento italiano y su influencia.

Tema 60 – El renacimiento italiano y su influencia.

1. INTRODUCCIÓN.

1.1. CONCEPTO

1.2. CONTEXTO HISTÓRICO, ORIGEN Y PERIODIZACION

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES 3 EL RENACIMIENTO EN ITALIA.

3.1 EL QUATTROCENTO.

3.1.1 ARQUITECTURA

3.1.2 ESCULTURA

3.1.3 PINTURA 3.2ELCINQUECENTO.

3.2.1 ARQUITECTURA

3.2.2 ESCULTURA

3.2.3 PINTURA

4. DIFUSIÓN DEL RENACIMIENTO POR EUROPA

4.1 FRANCIA.

4.2 ALEMANIA.

4.3 PAÍSES BAJOS.

4.4 INGLATERRA.

4.5 ESPAÑA.

5. BIBLIOGRAFÍA

1 INTRODUCCIÓN

Se ha teorizado tanto sobre el Renacimiento que Wallace K. Ferguson, al analizar las diversas interpretaciones, tuvo que prescindir de mucho material para que cupiesen en un volumen. Las divergencias versan sobre el origen, el carácter, el ámbito espacial y temporal. Nacida en el círculo de los humanistas, la palabra rínascita, no se refería tanto a una supuesta resurrección de la antigüedad como a una renovación del hombre y de su mundo, en parte por inspiración clásica y también fruto de una renovada vitalidad. Fue una fase tanto artística como cultural brillante y renovadora, en la que la visión principal se dirige a la Antigüedad Clásica, sobre todo como reacción al abigarramiento y la complejidad de las artes y las letras en el Medievo.

Nos centraremos primero en el concepto, contexto, bases y características del renacimiento italiano. El enfoque será global. Pasaremos después a analizar el Quattrocento y el Cinquecento. Haremos un repaso sucinto del manierismo y finalizaremos abordando la influencia del renacimiento italiano en Europa. En este caso sólo disponemos de tiempo para citar los autores y sus obras, aunque nos detendremos en cada arte o periodo en un autor representativo. Como en la exposición del tema habremos de ser sintéticos, concluiremos con unas referencias bibliográficas.

CONCEPTO

El concepto Renacimiento se analizó desde un punto de vista histórico algunos siglos después de que se produjera. Ruskin, Voigt y Michelet, entre otros, realizaron sendos análisis de sus valores estéticos. Sin embargo, quien le dio sus verdades dimensiones fue Burckhardt que publicó hacia 1860 La cultura del Renacimiento en Italia. Caracterizó al Renacimiento como una época de renovación del arte y de las letras, de recuperación y acercamiento a los clásicos, de restauración de la Antigüedad, de un uso totalmente novedoso de la razón en todos los campos del saber, y de aparición de un fuerte proceso de secularización de la vida política y fuerte presencia de una comente de pensamiento nueva, el Humanismo; de descubrimiento del individualismo con el pleno desarrollo de la libertad individual y de la autonomía moral basada en un atto concepto de la dignidad humana; de nacimiento del Estado como una obra de arte. Se trata de-un periodo en el que se manifiesta el crecimiento de la sociedad occidental entera, un movimiento general que renueva la cultura, el arte de la época y el saber clásico. El hombre se sitúa como el centro de interés y como el eje del universo. No se olvida de Dios el hombre renacentista pero funciona a través de un nuevo planteamiento de vida, el antropocentrismo. La cultura se aleja de las Universidades, controladas por la Iglesia y se forja en las nuevas academias y centros de estudio renacentistas.

Otros historiadores que han abordado este periodo de cambio son Alfred von Martin, Dilthey, Cassirer, H. Von Thude y K. Burdach. En cuanto a los límites cronológicos, Burckhardt mantuvo los siglos XIV y XV. Otros historiadores han considerado que existían elementos ya en épocas anteriores. El historiador italiano Sapori considera que en el siglo XII comienza en Italia un primer capitalismo que está fuertemente ligado al espíritu de lucha y al individualismo propio del Renacimiento. Actualmente se considera, con R Mousnier, que los límites temporales se pueden situar en los inicios del siglo XIV y la segunda mitad del XVI. Burckhardt reconoció la falsedad de la antinomia Edad Media-Renacimiento. La Edad Media preparó el camino al Renacimiento, que se produjo inicialmente en Italia en el siglo XIV y en Europa a partir de mediados del XV, conociendo su apogeo en el siglo XVI.

CONTEXTO HISTÓRICO, ORIGEN Y PERIODIZACIÓN

El Renacimiento fue una época de expansión económica y política; los grandes viajes de los descubridores se emprendieron a finales del siglo XV. En el Renacimiento culmina el proceso iniciado por Petrarca y Boccacio anunciando los nuevos caminos del Humanismo. A mediados de siglo Gutenberg inventa la imprenta, y se aceptaron inventos como la brújula o la pólvora como resultado de las relaciones con Oriente, signos de un nuevo espíritu emprendedor y optimista. La sociedad burguesa situaba en sus cotas más altas a los llamados Nobles que desarrollaron su vida en un ambiente de lujo y que junto a príncipes o Papas fueron los grandes sustentos de los nuevos artistas. Nacía ya además el hombre de negocios, partícipe en la banca y el comercio, con centros en países como Inglaterra, Francia o Países Bajos. La Realeza vio robustecida su posición en este periodo asentándose las nuevas monarquías autoritarias; es el momento en el que se crea un tipo determinado de burocracia necesaria en las funciones de gobierno cada vez más complicadas. El hombre, junto a la naturaleza y al tema de la belleza, aparece como gran protagonista, como culmen de un proceso de secularización que afecta a todos sus aspectos. No dejan de ser cristianos pero se desprenden del espíritu Teocéntrico y exclusivista que caracterizó la etapa anterior. El Humanismo tiene una dimensión plural, sin que por ello dejara de existir una constante pugna entre la tradición y los nuevos puntos de vista.

El recuerdo del mundo clásico como dechado de perfecciones artísticas, científicas y técnicas en realidad, no llega a extinguirse en el occidente de Europa durante la Edad Media, aunque a los dioses paganos se les figure’ con armaduras e indumentaria medievales. En los albores de la Edad Moderna ese recuerdo es ya amor exaltado, y ese amor no tarda en convertirse en verdadero culto. Los “.dioses paganos penetran en el interior de los palacios de los Papas y hasta llegan a alternar con los santos en la decoración de algunas catedrales. Al calor de este entusiasmo por la antigüedad, el arte europeo cambia de rumbo y se esfuerza por imitar los modelos clásicos. Arquitectos, escultores y pintores creen que en sus obras renace el arte de aquellas ruinas romanas por ellos tan admiradas. Pero esto, que ellos consideran simple renacimiento del mundo clásico, como siempre que en las épocas fecundas se estudian con talento las creaciones ejemplares de tiempos pasados, es, en realidad, un arte nuevo y original.

Aunque este proceso de supervivencia clásica no es exclusivo de Italia, e incluso en algún aspecto es más intenso fuera de ella, el Renacimiento artístico es creación puramente italiana, y es natural que así sea. Los grandes estilos occidentales de la Edad Media encuentran en Italia manifiesta resistencia. La sensibilidad del pueblo que creara el gran arte romano, alentada por el recuerdo de un pasado glorioso y alimentada por la contemplación constante de las grandiosas ruinas existentes en toda la península, se limita a transigir con formas que le son ajenas, pero nunca las acepta con entusiasmo. Los arquitectos italianos no precisan, por tanto, un gran esfuerzo para liberarse de ellas.

La parte de Italia donde este fervor por el arte antiguo adquiere más temprano y amplio desarrollo es Toscana. Dividida la península en pequeños Estados, sus príncipes y tiranos pugnan por distinguirse como mecenas de artistas, escritores y humanistas. Pero, entre todos, descuella la familia de. los Mediéis, que, aunque propiamente no son señores de la bella ciudad del Arno hasta el siglo XVI, rigen sus destinos durante la centuria anterior.

La casa de Cosme de Mediéis es un verdadero museo de escultura clásica, centro de reunión de artistas y literatos, cuyas conversaciones son un continuo” elogio de la antigüedad. Academia artística en que se forman los jóvenes florentinos—entre ellos el propio Miguel Ángel—, alcanza su máximo esplendor bajo su nieto Lorenzo el Magnífico, persona de sensibilidad exquisita y poeta de primer orden. Este exaltado entusiasmo por el mundo antiguo termina provocando la más violenta reacción religiosa, y ei propio Lorenzo el Magnifico puede contemplar cómo, impulsadas por la arrebatadora oratoria del dominico Savonarola, las turbas y aun sus propios autores queman en las calles de Florencia algunas de las obras en las que el paganismo triunfa. La propaganda de-Savonarola, que paga en la hoguera su demagogia, no pone fin, sin embargo, al culto por Ja antigüedad. Pero, pocos años después, Florencia pierde la hegemonía artística que disfrutara en Italia durante cerca de dos siglos.

En la evolución del Renacimiento suelen distinguirse tres etapas correspondientes a sus tres siglos de vida: la del siglo XIV —en italiano, millo e frécenlo—, o Trecento, la del XV, o Quattrocento, y la del XVI, o Cinquecento. En la segunda mitad de este siglo aparece el periodo Manierista, de transición al Barroco, en el que los artistas toman ya como referencia las obras de su pasado más reciente y trabajan a la manera de las grandes figuras que les precedieron, primando entre todas la personalidad y la obra de Miguel Ángel. Todo este periodo es pues lo que se suele considerar el Renacimiento, aunque dependiendo de los autores su extensión será mas o menos precisa, o incluso variará.

2 CARACTERÍSTICAS GENERALES

El nuevo lenguaje formal basado en una nueva manera de entender el arte, su práctica y su funcionamiento, aparece en Europa en los albores de la Edad Moderna. Es producto de una sociedad, la italiana, con una economía organizada sobre bases no feudales y donde lo clásico ha pervivido durante el largo medievo. Europa acogerá en mayor o menor grado el nuevo estilo, pero nadie discutirá por entonces la primacía de Italia en el desarrollo de las Artes. Y es que el Renacimiento es, ante todo, un movimiento italiano.

Al humanismo emotivo del siglo XIII y del gótico viene a sustituirle un humanismo racional en el siglo XV que anuncia un nuevo retorno a la* medida humana. Por primera vez desde la antigüedad, el hombre se siente centro del Universo y reclamará un lenguaje a su medida y un equilibrio entre las dimensiones. El hombre es tridimensional, pero se relaciona con las cosas preferentemente sobre el plano horizontal, así dejan de preponderar las dimensiones verticales sobre las horizontales. En el primer Renacimiento, la arquitectura logra encontrar la medida del hombre al establecer proporciones sencillas, ceñidas auna geometría simple y comprensible. Se restablece el imperio del arco de medio punto. Se hacen innecesarios los sistemas góticos al establecerse un equilibrio entre estatismo y dinamismo.

Los interiores renacentistas del siglo XV transpiran una calma, Hena de armoniosa belleza. La obra ofrece una visión unitaria, y esta característica trasciende, al menos en teoría, al mismo urbanismo. La obra plástica tiene así un valor eminentemente espacial. Este sentido de visión unitaria llevará en Arquitectura a reducir la nave mayor de los templos, llegando incluso a la cruz griega. En la pintura predomina la perspectiva central, no solo como adquisición de un lenguaje espacial, sino porque esta perspectiva conduce a la unidad buscada.

El Renacimiento es un tiempo de individualidades. La fuerte personalidad de los artistas así como el pugilato establecido por las diferentes repúblicas para obtener las mejores obras de arte hacen que los más famosos artistas sean reclamados de un lugar a otro, con lo que desaparece el anonimato y el carácter gremial anterior. Es ahora cuando nace el concepto como tal de artista y obtienen una valorización de su trabajo, encontrando incluso un nuevo lugar en la sociedad humanista; aparecen las grandes figuras en el arte, que ya no se encuadran dentro de un gremio, sino que trabajan por su cuenta. Aparecen lo que se ha venido a considerar como los primeros arquitectos e ingenieros, lejos ya del pie de obra. La alianza de los artistas con los humanistas, hace que aquellos participen en las cultas reuniones con los príncipes o mecenas y de estos cenáculos salen afamados. Lafama es uno de los objetivos del arte. En adelante el artista definirá con su exclusiva personalidad su obra y rara vez aparecen los nombres de los colaboradores. Los humanistas y mecenas, gracias a la imprenta, adquieren el saber de la época y nace, así, la crítica de arte. A partir de este momento la Historia del Arte no podrá escribirse desde la obra de arte sino a partir de los artistas. El Arte comienza a experimentar una nueva apreciación, empieza a ser valorado en este momento, la obra de arte encuentra un lugar en esta cultura en formación. De hecho, será en el Renacimiento cuando aparezcan las primeras biografías, tal y como hoy se entienden, considerando la obra de Giorgio Vasari Le Vite de’piú eccelenti Architeíti, pintón… la pionera. ;

Se redescubren las ruinas romanas, trayendo consigo a los primeros coleccionistas. La filosofía de la Antigüedad se difunde en el entorno Humanista. Aparecen los mecenas y patrones, grandes señores de las artes, que reflejan su imagen por este medio, que utilizaron las grandes obras que patrocinaron como un método para mantener su fama y prestigio, en ese momento y para el resto de los días que su huella permaneciera ahí, respondiendo a-la idea de propaganda.

En general, la Escultura se caracteriza por el seguimiento de los modelos helénicos (en 1506 se descubrió el grupo Laocoonte), por el estudio del cuerpo humano y el desnudo; se suele usar todo tipo de material, predominando el mármol en todo tipo de escultura, desde el relieve, a la decoración de mausoleos o esculturas exentas. La Arquitectura supone la revalorización del palacio y la adopción de la forma basilical como principales supuestos; es el momento en el que los edificios civiles reciben un importante tratamiento y también se ven afectados por el nuevo estilo, desde los puentes a las casas de concejo. La monumentalidad, la recuperación de la bóveda de cañón, la horizontalidad en fachada, el patio central, las galerías o pórticos y la ornamentación grecorromana. En Pintura el temple y la madera, son sustituidos por el óleo y la tela; se recuperan los temas que trató la mitología clásica como inspiración iconográfica, el paisaje y la naturaleza obtienen más importancia, y el retrato, dentro de la temática del hombre como figura central del periodo; además aparece la Perspectiva, una nueva visión del dibujo y la pintura que participa del relieve, el espacio y los efectos ópticos.

El arte del Renacimiento queda encerrado, pues, en un marco socioeconómico y político favorable y en expansión, un humanismo que recupera el saber antiguo y devuelve al hombre a su justa proporción, un mecenazgo culto que está al servicio de la creación artística, unos nexos de unión con el modelo clásico que no se basan en la imitación sino en la emulación, entendida ésta como una nueva creación inspirada en obras anteriores; finalmente el estudio de las proporciones del cuerpo y la expresión de los movimientos en el espacio da lugar a una estética antropológica cuyas tres facetas son el canon, la fisonomía y el movimiento, y que conduce ineludiblemente a la investigación sobre la naturaleza para descubrir las leyes o estructuras de la realidad, como la perspectiva.

3 EL RENACIMIENTO EN ITALIA

El sentimiento clásico aparece en las artes plásticas, en la Europa gótica, antes que en la arquitectura. Los primeros síntomas de la renovación figurativa tuvieron lugar en la escultura (Duocento). Nicola Pisano (h. 1220-1284), autor del pulpito del baptisterio cíe la catedral de Pisa (1260), dedica una atención, inédita y precoz, a los modelos clásicos, al volumen y al sentido tridimensional del relieve. Su propuesta no quedó como un fenómeno aislado y sin consecuencias. Andrea Pisano evoluciona en este sentido, incorporando la lección de la pintura de Giotto. Sus puertas del baptisterio florentino constituyen una referencia para la posterior escultura del Renacimiento inicial. Sin duda que debió influir la fácil presencia de estatuas romanas, principalmente sarcófagos, conservados en las iglesias; pero la presencia de esculturas no era mayor que la de monumentos arquitectónicos y, sin embargo, el desarrollo de una verdadera arquitectura renacentista es posterior. El espíritu clásico está presente en parte de la obra de Arnolfo di Cambio y algunos discípulos de Nicolás de Pisa, como Fray Guillermo. Hay que destacar también los maestros campionenses del norte de Italia que cultivan la estatuaria monumental aislada (Estatua ecuestre de Cangrande de la Scala en Verana). En pintura, quizás, Cenni Cimabue, entre los pregiottesco, sabe percibir muy lentamente el norte de la nueva era.

En las ciudades italianas el arte pictórico experimenta un extraordinario impulso y una mutación constante en el siglo XIV (Trecento). En Florencia y Siena, aparece un nuevo sistema de representación que desplaza la presencia de las soluciones bizantinas y acomete el intento de establecer un dominio intelectual de la naturaleza. Este fenómeno, desde antiguo, se entendió como una recuperación de la buena pintura, que se había perdido desde la Antigüedad^Aunque casi todos los autores hay que situarlos en el personalísimo Gótico italiano, los citamos aquí porque anuncian ya, en parte de sus obras, el nuevo lenguaje estético. Las dos escuelas toscanas de pintura que constituyen el antecedente directo del Renacimiento: la florentina (Giotto, Tadeo Gaddi, Andrea Orcagna, Andrea Bonaiuti) y la sienesa (Simone Martini, Duccio de Buoninsegna, los hermanos Ambroggio y Pietro Lorenzetti). Estos pintores saben reaccionar de manera decidida contra los convencionalismos y el amaneramiento de la maniera greca.

3.1 EL QUATTROCENTO

El número de artistas de primer orden es tal que sólo podemos enumerar características, figuras y obras principales (en una de ellas profundizaremos). El arte del siglo XV en Italia se desarrolló fundamentalmente en Tose ana para posteriormente irradiar los nuevos conceptos al resto de Italia.

3.1.1 ARQUITECTURA

Florencia, como capital de los artistas pioneros en el nuevo estilo, es la cuna de la nueva arquitectura y albergó al gran arquitecto, y también escultor, Felipe Brunelleschi quien aunó las estructuras aún góticas con los nuevos recursos a la manera romana. Obras: Capilla de Sarita María de las Flores, la tremenda cúpula, la capilla de los Pazzi en Santa Croce, las iglesias hermanas de San Lorenzo (1420) y del Espíritu Santo (1436). En el Palacio Pitti (1440), ampliado considerablemente en el siglo XVI, crea Brunelleschi, por último, el nuevo tipo de palacio renacentista. Aunque al prescindir de la torre defensiva de las casas florentinas medievales le preste un mayor carácter urbano, toma de la arquitectura romana el fuerte paramento almohadillado, recubre con él toda la fachada y traza en la planta baja las ventanas pequeñas y a gran altura.

Su discípulo B Da Majano trabaja en el palacio Strozzi, y otro discípulo, Michelozzo, en el palacio Riccardi procura introducir ciertas novedades subrayando la diferencia entre el almohadillado. De la influencia bruneleschiana fuera de Toscana son buenos ejemplos los palacios de los Diamantes de Ferrara y el de Bevilacqua de Bolonia. El eco de los paramentos almohadillados llega a España (Palacio de Carlos Fen Granada).

En la generación siguiente, el otro gran artista florentino es León Bautista Alberti, gran teórico de la arquitectura y el dibujo (De re aedificatoriá). Su San Andrés en Mantua, de una sola nave cubierta por poderosa bóveda de cañón, con pequeñas capillas laterales y cúpula en el crucero será el precedente ilustre de la iglesia jesuítica de Vignola; A Alberti se debe también el templo levantado en Rímini por Segismundo Malatestá. Introduce novedades en el palacio (Rucellaí). Se le ha adjudicado parte de \afachada de Santa María Novella en Florencia y elpalacio de la Cancillería de Roma.

Aunque sin la categoría de los dos grandes arquitectos anteriores,.trabajan en Florencia, otros varios, entre los que destaca G. Sangallo, autor de la iglesia de Santa María delle Careen de Prato, la Sacristía de Santo Spirito de Florencia y el Palacio Gondi. Su hermano, Antonio Sangallo, el viejo, levanta la iglesia de Montepnlciano.

Como es natural, el nuevo estilo no tarda en rebasar las fronteras de Toscana. En Lombardía destaca Giovanni Antonio Omodeo (Cartuja de Pavía) y las obras de la catedral de Como. La principal aportación-de Venecia a la arquitectura de este periodo es su tipo de palacios como el de Vendramin Calerghi, obra de P. Lombardo. Entre las iglesias hay que citar Santa María de los Milagros. En Ñapóles destaca la portada del viejo castillo gótico.

3.1.2 ESCULTURA

En Escultura se volvió la mirada radicalmente a la Grecia Clásica y la belleza sobria. Si la arquitectura del Renacimiento se inicia en la cúpula de la catedral de Florencia, el primer capítulo de la escultura cuatrocentista comienza con las puertas del vecino Baptisterio. Lorenzo Ghiberti mostró gran dominio por la perspectiva en el relieve (Puertas del Baptisterio de Florencia). El método partía de la observación de las leyes de la óptica para conseguir una apariencia de realidad y de figuras de bulto redondo. Donatello es el gran estudioso de la anatomía y de los rasgos humanos en el tiempo: intérprete de la alegría infantil (tribunas de la catedral de Florencia y de Prato), de la elegancia y la vida del adolescente (San Juanito, David vestido, David desnudó), la plenitud de la vida (San Jorge), la majestuosidad de la vejez (San Juan Evangelista) . Pero el afán insaciable por interpretar nuevos tipos y expresiones humanas le lleva a represeitar el valor expresivo de lo feo (David del Campanile, II Zuccone). Es el creador del retrato renacentista (Nicolás de Uzzano, condottiere Gattamelata) y magnífico en el relieve (Banquete de Herodes de San Juan de Siena, donde a la ingravidez de ghibertiana opone la monumentalidad romana; Calvario de San Antonio de Padua, etc.).

La lista es interminable. Jacopo della Quercia, de estilo viril y figuras hercúleas, nos deja los relieves de Importada de San Petronio de Bolonia, la Fonte Gaia en Siena y el sepulcro de hilaría del Carreta en Lúea. Lúea della Robbia introduce en la escultura la técnica del barro vidriado que continua su sobrino Andrea (tondos de Madonnas) Verrocchio, escultor hábil y apasionado, dejó su huella en obras como la estatua ecuestre B Condottiero Colleone, en Venecia. Otras obras son el David joven del Bargello y la Incredulidad de Santo Tomás. Finalmente sólo citaremos a Antonio Pollaiuolo, Mino de Fiésole, Agostino di Duccio, Desiderio de Settignano y a Guido Mazzoni en Módena.

3.1.3 PINTURA

En Pintura la adopción de la figura clásica se realizó de manera más lenta. Las principales preocupaciones se dirigen hacia la luz y la perspectiva. Se crearon varias escuelas, destacando, una vez más, la florentina, que es la que hemos elegicb para desarrollar y profundizar en ella. El naturalismo que inspira la gran renovación giottesca continúa siendo resorte de primer orden en la evolución renacentista. El paisaje, alejado del convencionalismo se convierte en elemento capital del cuadro. La luz, a veces cargada de poesía, interesa como elemento básico en el cuadro. El predomino del color sobre la línea es un descubrimiento revolucionario. Nunca la pintura ha evolucionado tanto en el espacio de un siglo. Varias generaciones de geniales artistas se suceden en la Florencia del XV.

Fra Angélico es creador de pinturas en el nuevo estilo con fuerte carga religiosa. Ningún pintor ha interpretado de manera más pura, serena y devota los temas religiosos. Espíritu contemplativo, es el pintor por excelencia de la Virgen con el Niño y de las visiones celestiales (Coronación de la Virgen, Paraíso, Tránsito de la Virgen, Desposorios, Virgen con el Niño, Sagrada Conversación, Juicio Final). Importante es su Descendimiento, las pinturas murales del convento de San Marcos y, sobre, todo, su Anunciación, tema que repite. De la misma generación es Masolino da Panicale (Frescos de Castiglone de Oloná) y Tomás Masaccio, que siente un impulso hacia el arte grandioso y dramático de Donatello. Su obra maestra son los frescos de la capilla Brancacci (que terminará Felippino Lippi). Destaca San Pedro sanando con su sombra y el Tributo de la Moneda. De gran intensidad dramática es el grupo de Adán y Eva. También de temple heroico es Paolo Ucello, obsesionado con la perspectiva, dominador del escorzo (historia de San Jorge, Batallas). De la generación siguiente, pero muerto muy joven es Andrea del Castagno (Cena, Varones ilustres del convento de Santa Apolonia).

En esta segunda generación hay que citar a Fra Felippo Lippi, del que destaca el sentido humano de su estilo (Vírgenes, Nacimiento, Coronación de la Virgen, Banquete de Herodías de la catedral de Prato). Benozzo Gozzili es el gran narrador del quattrocento florentino, triunfando en su obra lo anecdótico (Reyes Magos, Vendimia, Noé ebrio del Campo de Pisa). Fiero della Francesca es el pintor enamorado de la luz, tanto que morirá ciego. La luz, para él, es poesía. Ella le sirva para iluminar ¿[milagro de Constatino. De su interés por la perspectiva es buen testimonio su tratado.De prospectiva pingendi. Su obra capital son las historias de la Santa Cruz, que pinta al fresco en Arezzo.

En la última generación el espíritu narrativo y profano que hemos visto constituir a Gozzoli, parece continuarse en Domenico Ghirlandajo. Su obra principal es la hermosa serie de grandes frescos de Santa María Novella, de las vidas-de la Virgen y de San Juan. De sus pinturas en tabla merecen recordarse la Visitación v la Adoración de los r>asiores. Entre sus retratos, de riguroso perfil y con el cuerpo erguido destaca el Abuelo y el nieto. Sandro Botticelli es un temperamento artístico profundamente sensible y apasionado. Es el gran pintor de fábulas paganas y uno de los más inspirados pintores de la Virgen (tondos de la Virgen del Magníficat, Virgen de la Granada, Anunciación, Piedad) La expresión de los rostros muestra un dramatismo nostálgico que refleja un final de siglo tumultuoso en Florencia. Entre sus grandes composiciones hay que citar Nacimiento de Venus, La Primavera, La Calumnia, las historias de Hastagio degli Honesti. Como retratista, hay que citar el de su hermano Giuliano y el que se supone de Simonetta Vespucci. El temperamento nervioso de Botticelli se transforma en verdadero desequilibrio en Filippino Lippi (Virgen y San Bernardo, frescos de San Felipe). De Andrea Verrocchio destacamos su Bautismo de Cristo de la Academia de Florencia y su labor de iniciación de Leonardo.

Del resto de escuelas apenas citaremos algunos nombres. En Umbría destaca Pietro Vannucci, más conocido por II Perugino, maestro de Rafael (Crucifixión, Entrega de las llaves a San Pedro), Pintoricchio (Disputa de Santa Catalina) y Signorelli (Escuela del dios Pan). En Padua tenemos a Francesco Squarcione y sobre todo Andrea Mantegná (Oración del Huerto, Cristo Muerto, Tránsito de la Virgen, Desfile de César). En Perrera desarrolla su labor Cosme Tura, y en Venecia Gentile de Fabriano, Carpaccio, Carlos Crivelli y los Bellini (Jacopo, Gentile, Giovanni). El color es su mayor descubrimiento. En el sur de Italia tenemos a Antonello de Mesina, con un sentido de la luz eyckiano.

3.2. EL CINQÜECENTO

En el siglo XVI la capital del arte se trasladó de la zona Toscana a Roma, probablemente por el influjo directo del poder Papal; los grandes mecenas y patrones délas artes, como Julio II o León X, tan amigo de las artes como su padre, Lorenzo el Magnífico, supieron otorgarle su valor. Venecia también será importante.

3.2.1 ARQUITECTURA

En Arquitectura los diseños se centran en la proporción y el equilibrio; un buen ejemplo es el Templete monoptero de San Pedro in Montorio (1499), de Bramante, que a pesar de sus reducidas dimensiones bebe directamente de la arquitectura de la antigüedad. Es el manifiesto en piedra del nuevo lenguaje. El urbinense Bramante también destaca por la riqueza decorativa de gusto cuatrocentista (San Sátiro en Lombardía). Julio II le encargó la obra del nuevo templo de San Pedro. Tiene la obsesión de la cúpula, para la que diseña un tambor con columnas. La cruz griega triunfa sobre la latina Proyecta cada brazo terminado en ábside semicircular y con pórtico al exterior. La obra avanzará lentamente y varios arquitectos introducirán novedades esenciales. A Bramante se deben en Roma el bello claustro de Santa María de la Paz, y sobre todo, el arreglo urbanístico del Belvedere. La iglesia de Todi es también obra suya.

Discípulos de Bramante son Rafael de Urbino (Villa Madama, trabaja en San Pedro) y Baltasar Peruzzi (Palacio Massimo).

Paulo II decide en 1546 encomendar la dirección de lasobras de San Pedro a Miguel Ángel, de 70 años. Tiene libertad para introducir novedades: principalmente desaparecen los ingresos laterales con pórticos y transforma la cúpula. Al margen de ésta, su labor arquitectónica es reducida (proyecto de fachada de San Lorenzo, escalera de la biblioteca Laurenciana, Capilla Medicea en Florencia, regularizacion de la plaza del Capitolio con el palacio de los Conservadores y la Puerta Pía en Roma).

Antonio Sangallo, el joven, deja también huella perdurable. Es el creador del tipo de palacio cinquecentista (Palacio Farnesio, 1514) de grandiosa sobriedad. Las grandes familias romanas no se reducen a construir casas monumentales como ésta, sino que labran otras de recreo como la Villa Farnesina, la Villa Médicis, la Villa Julia, etc. En Venecia el principal representante del pleno Renacimiento es J. Sansovino (librería de San Marcos, Loggeta, Palacio Correr)

Finalmente, en el Bajo Renacimiento destacan Vignola y Palladio. El primero es discípulo de Miguel Ángel, siendo el verdadero creador del primer tipo de iglesia renacentista verdaderamente original. En la de Jesús de Roma (1568) en vez de colocar la cúpula sobre un tempo de cruz griega lo hace sobre uno de cruz latina. La nave central se ensancha, las naves laterales presentan tribuna, la capilla mayor y el crucero se iluminan.La portada es de Giacomo della Porta. Obra de Vignola es, además, elpalacio de Caprarola y la Villa Julia y el Trattato degli Ordini. Andrea Palladio, por su parte, es autor de la obra/ quattro libri dell ‘Architectura. Deja huella no menos profunda, sobre todo en la arquitectura civil (Teatro Olímpico, Villa Capra, de Vicenzd) aunque también tiene obras religiosas (templo del Redentor y de San Jorge en Venecia, fachada de la basílica de Vicenzd). La influencia de Palladio es particularmente intensa en Inglaterra, y a través de ella, en los Estados Unidos, donde perdura casi todo el siglo XIX. Por su simplicidad y reposo de líneas, es también fuente de inspiración de no pocos arquitectos neoclásicos.

3-2.2 ESCULTURA

En Escultura, aparece el gran artista: Miguel Ángel. Como ya hemos visto, cultivó también la arquitectura, y la pintura, pero fue, ante todo un excelente escultor. Escribió que no existe idea que no pueda expresarse en un bloque de mármol. Su figura empequeñece a la de otros escultores contemporáneos y da pie al manierismo posterior. Destacan las actitudes grandiosas, facciones perfectas y gestos terribles, laterribilitá. La vida late bajo el exaltado idealismo de sus tipos. Sus desnudos están cargados de fuerza en tensión. Entre sus obras juveniles en su Florencia natal destacan Cupido, La Batalla de los Centauros, Virgen de la Escalera. En Roma, tras pasar por Bolonia y conocer la obra de J. Della Quercia, realiza la Piedad del Vaticano, La Virgen de Brujas, el David. Solo tiene 25 años. Posteriormente hay que destacar los grandes conjuntos como el magno monumento sepulcral de Julio II, tantas veces pospuesto y en el que destaca su Moisés (de las figuras laterales sólo termina los esclavos). Otro ejemplo serán los sepulcros de los Médicis en San Lorenzo de Florencia. De finales de su carrera hay que destacar la Piedad de la catedral de Florencia y la emocionante del palacio Rondanini de Roma.

Los restantes escultores italianos quedan, naturalmente, oscurecidos por el genio de Miguel Ángel. Andrés Sansovino es el autor del Sepulcro del Cardenal Sforza. Su discípulo Jacobo Sansovino esculpe un bello Baco. Benvenuto Cellini, en pleno manierismo, es el autor de Perseo con la cabeza de Medusa, Cristo de mármol de El Escorial y del famoso Salero de Francisco I (1540). Bandinelli y Ammanati son autores de las gigantescas estatuas de Hércules y Caco y de Neptuno en Florencia. Juan de Bolonia funde en bronce Mercurio elevándose en los cielos con el caduceo,;el Rapto de las Sabinas y la estatua ecuestre de Felipe III en Madrid. Finalmente hay que recordar a León y Pompeyo Leoni, naturales de Arezzo y establecidos en Milán.

3.2.3 PINTURA

La Pintura del XVI, como la arquitectura y la escultura se distingue por un decidido deseo de simplificación, claridad y grandiosidad, sobre todo en las escuelas florentina y romana. Esto significa destacar el tema principal y la composición clara. Paralelo a este proceso de depuración de lo secundario y de lo anecdótico es la reacción idealista, que, inspirada por el platonismo lleva a los pintores a crear tipos humanos de una corrección suma. La figura se hace más rica en movimiento y el escenario arquitectónico apenas interesa. Los cinquecentistas hacen también nuevas conquistas en el campo de la luz: la línea se esfuma y el modelado se ablanda, ganando en riqueza expresiva, se descubre en la luz un valor dramático y se dan los primeros pasos de la perspectiva aérea. Distínguense cuatro escuelas, la florentina, cuyos principales maestros se trasladan pronto a Roma; la milanesa, que es, en realidad, la de los discípulos de Leonardo; la de Parma y la veneciana.

Leonardo, nacido en 1452 fue el prototipo de hombre renacentista. Genio, creador, inventor y artista, trabajó al amparo de mecenas y de las cortes de Milán Venecia y Roma, para llegar a morir al servicio del monarca francés en 1519. El deseo de conocer todo profundamente es el fuego genial que consume su vida y malogra su obra, no muy extensa. Como artista le interesa sobremanera conocer el cuerpo humano, y también el movimiento, la luz y la sombra. Es también el gran teórico renacentista que nos deja expuestas sus doctrinas en su Tratado de la Pintura. Obras juveniles son la Anunciación, la Adoración de los Reyes y la Virgen de las Rocas, primera gran obra milanesa. Su arte de qomponer se manifiesta plenamente en la famosa Cena del testero del refectorio de Santa María del le Grazie. Su interés de componer, aunque en menor escala, se manifiesta en suSanta Ana, la Virgen y el Niño. Como retratista tenemos la Dama del Armiño y su última gran obra, el retrato de la supuesta Mona Lisa, La Gioconda. Leonardo deja escuela en Milán. El más fecundo es Luini (Sagrada Familia con San Juan). De los restantes merece la pena recordar a Solario, Boltraffio y Sodoma.

En Roma destaca el gran Rafael Sanzio, pintor equilibrado y dulce, se dedicó a la composición en sus imágenes religiosas, y al retrato. Es el genio fecundo que concibe con claridad admirable y ejecuta con decisión y perfección. Él es quien con paso seguro y firme sabe sacar las consecuencias del arte leonardesco, e incorporando la grandiosidad, el dramatismo y la terribilitá miguelangelesca, da forma al Renacimiento del siglo XVI. De la etapa preflorentina destacan las composiciones simétricas, las figuras de suaves movimientos, los rostros redondos, la mirada de ensueño y la sencillez de las actitudes: Virgen con el Niño, El sueño del caballero, Las tres Gracias, Desposorios, San Jorge. Sus cuatro años florentinos son decisivos para su formación. Conoce a Miguel Ángel y a Leonardo y se especializa en las Vírgenes (Madonna del Granduca, Virgen de las Rocas, Virgen del Jilguero, Sagrada Familia del Cordero, Virgen AnsideL.) aunque su creación más importante del periodo es el Santo Entierro. En Roma se le confía la decoración de la stanza della segnatura del Vaticano, con la que da inicio a una serie de impresionantes frescos en las estancias papales, entre los que destacan la Disputa del Sancramento, la Escuela de Atenas, el Incendio del Sorgo, El Parnaso y Heliodoro expulsado del tempo, entre otras muchas. A esta etapa romana corresponden también \aVirgen del pez, la Virgen de San Sixto y algunos de sus mejores retratos (Cardenal, Juana de Aragón, B. Castiglione)

Miguel Ángel también sobresalió como pintor. De su periodo florentino apenas poseemos más que la Sagrada Familia, de los Uffizi y la Batalla de Caseína para el palacio de la Señoría. Ya en Roma, Julio II le encarga terminar la decoración de la capilla de Sixto IV. iMiguel Ángel se niega y huye, pero al final se encargará de realizar una de las mayores obras pictóricas del arte universal. Desde que termina el techo de la Capilla Sixtina en 1512, su influencia en los destinos del Renacimiento es decisiva. Años después, le hace pintar el Pontífice en el gran lienzo del muro de la misma capilla, el Juicio Final, lleno de vida y energía. En los frescos de la inmediata capilla Paolina, la preocupación por la corpulencia de los modelos le lleva a crear un tipo hercúleo que deja honda huella en sus imitadores.

Llegados a este punto, sólo podemos citar las restantes escuelas, algunos de sus principales pintores y parte de su dilatada obra. El pintor de Parma, Antonio Allegri, llamado El Correggio es el más barroco de la primera fase del pleno Renacimiento (Judit, Virgen de San Francisco, Desposorios místicos de Santa Catalina, Noli me tangeré). Siente verdadero amor por el movimiento (Vírgenes de San Sebastián, San roque, San Jorge, San Jerónimo) y alcanza un gran desarrollo en los escorzos (pinturas de las bóvedas de San Juan de Parma). Obras muy conocidas son Dánae recibiendo la lluvia de oro, lo y el Rapto de Ganímedes.

Los demás autores no alcanzan la fama de los genios anteriores. Andrea del Sarto destaca en Florencia, y entre los manieristas de la escuela hay que citar Pontormo, Rosso, Bronzino y Vasari. En Roma el manierismo sigue dos tendencias, la rafaelesca, representada por Salviati, de tanta influencia en España, y la miguelangelesca de Daniel de Volterra, Sebastián del Piombo y el bolones Tibaldi. La influencia de Correggio está presente en la obra manierista de El Parmigianino (y de Federico Barocci. Modalidad muy original del manierismo de fin de siglo es la del milanés Giuseppe Arcimboldo.

Pero la página más colorista de la pintura italiana del XVI la ilustran los pintores venecianos. Comienza el siglo con Giorgione (Virgen de Castelfranco, Venus dormida, La tempestad, Concierto campestre). Tiziano es artista que recibe las mayores distinciones de los príncipes extranjeros y que ejerce enorme influencia (Jesús en la Cruz, Virgen y santos, Las tres edades, El amor divino y el amor profano, Bacoy Ariadna, retratos de Carlos Vy Felipe II, Bacanal, Asunción, Gloria, Santo Entierro). Contemporáneos suyo son Lorenzo Lotto y Moretto de Brescia. El amor al lujo y la fastuosidad, tan típicamente veneciano, unido al interés por lo secundario y anecdótico, propio del Quattrocento son los rasgos esenciales que definen la personalidad artística de Pablo Veronés (godas de Cana, Comida en casa de Simón, Comida en Casa de Leví, Hallazgo de Moisés, Jesús y el centurión de Cafarnaum, Venus y Adonis). Las escenas se desarrollan en palacios de mármol, con columnatas y balaustradas y jardines con fuentes; sus figuras se envuelven en ropajes costosos y se adornan con alhajas. Jocopo Robusti, el Tintoretto es un colorista de primer orden que tiene un claro sentido dramático de la composición. (Adoración del becerro de oro, Juicio final, Presentación de la Virgen, Lavatorio, Bautismo, Caballero de la cadena). Maestro de las luces violentas, de los contrastes de luz y sombra, de los escorzos, del movimiento tenso, inestable, del paisaje romántico, de la profundidad obtenida mediante la alternancia de zonas de diferente intensidad lumínica, antcipa algunos de los valores del barroco. La última etapa de la escuela veneciana está representada por los Bassanos (Jacopo y Leandro Da Ponte), con los que la escena de género invade la pintura veneciana (Expulsión de los Mercaderes, Primavera, Invierno, Jesús expulsando a los mercaderes, la vuelta del hijo pródigo, etc.)

4 DIFUSIÓN DEL RENACIMIENTO POR EUROPA

A excepción de España, el Renacimiento no marcará una huella demasiado profunda en los intereses estéticos europeos. Un libro del español Diego Sagredo publicado en 1526 constituye la primera divulgación de la arquitectura italiana publicada fuera de Italia. El Renacimiento es un movimiento esencialmente italiano y es difícil hablar de verdadero Renacimiento ñiera de Italia. Con todo, la pintura alcanza mayor difusión que las demás actividades plásticas, esto es lógico si se considera que es más fácil exportar pinturas y grabados que esculturas o palacios.

La nueva ideología humanística que responde al nuevo tipo de hombre renacentista encontró gran acogida en el resto de Europa de finales del siglo XV y a partir del XVI. Recordemos que en este momento se difundió la tratadística gracias a la imprenta ya consolidada. El Mecenazgo de las cortes europeas y la demanda de artistas italianos que acudían a trabajar en ellas fue otro de los motivos que empujó a la entrada de las nuevas ideas a los diferentes países. También la importación de sus obras; además, los artistas europeos atraídos por las nuevas ideas, también viajaronra Italia para ponerse al da.

En Europa se pondrá pronto de moda lo italiano,” pero con versiones nacionales: el gótico tardío, la influencia de la pintura flamenca y de algunos estilos locales (el mudejar, en España) impedirán una imitación exacta del modelo italiano. No se dan la? etapas sucesivas sino que el quattrocentismo, el clasicismo y el manierismo se mezclan a lo largo del s.XVI.

La alternativa florentina no va a ser dominante. Se acusa más el repertorio decorativo de la arquitectura lombarda, algunos presupuestos de la escuela pictórica de Ferrara o el arte de Mantegna. La renovación estética vendrá de la mano del Humanismo, pero en lugar de ser el neoplatónico será el erasmista que propugnaba una puesta al día de la religión tradicional que conducirá a la Reforma luterana.

Las causas del influjo italiano en Europa serán variadas: la presencia de artistas europeos en las cortes italianas (Fouquet en Roma, Berruguete en Urbino, Van der Weyden en Ferrara, Durero en Venecia…); la estancia de artistas italianos en las cortes europeas y la importación de obras de arte: en el caso español, la corte hace múltiples encargos a Tiziano y hasta aquí llegaron buen número de artistas italianos, como los Leoni, Fancelli o Torrigiano; la presencia europea en tierras italianas (Aragón en el Reino de Ñapóles, Francia y España en Lombardía o en el Milanesado, el sa®co de Roma por las tropas imperiales) permitió un profundo contacto.

Sin embargo la consideración social del artista en Europa, donde seguirá siendo un artesano, no será igual que en Italia, donde es tratado como un genio.

4.1. FRANCIA.

Se adoptó el estilo más clásico del renacimiento, por voluntad de la propia monarquía que gobernaba con entereza. El centralismo del estado francés y el asentamiento de la corte en París hizo que la ciudad y sus alrededores se enriquecieran con la entrada del nuevo arte. Numerosos artistas italianos acudieron al servicio de la corte. Sin embargo, nunca se abandona el fuerte apego que el país le tiene al gótico. Un arquitecto será P. de 1’Ornie, constructor de grandes castillos para la nobleza y monarquía. Importantes personajes como el italiano Primaticcio, dan paso a escultores como Pilón. Y Pierre Bontemps. En el campo de la Pintura, citaremos a Jean Clouet; es el momento del retrato de corte, en el que quizás por influencia flamenca, el idealismo se relaciona con el detallismo.

4.2. ALEMANIA.

En la zona germana, el enrraizamiento del arte con el estilo gótico también era tremendamente fuerte, sobre todo en lo que concierne a la Arquitectura. Además fue la región donde se originó la Reforma Luterana, cuestión que también afectará a la acogida del clasicismo. Por eso podemos decir que el fenómeno del renacimiento como estilo artístico en Alemania se dio de manera poco coordinada y con poca cohesión. El clasicismo tuvo un digno representante en el alemán Alberto Durero (1471-1528). Gran pintor y diseñador de magníficos grabados del momento, trabajó para Maximiliano I. Su figura es importantísima para comprender la incidencia del Renacimiento por Europa. Hombre tremendamente inquieto y curioso, de espíritu auténticamente humanista, incansable viajero y enamorado del arte italiano. En su obra tratará siempre de conciliar su fantástico mundo interior, propio del carácter alemán, con el lenguaje plástico propio de la Italia de su tiempo. Siempre dio en sus obras un valor preeminente al dibujo, por lo que tiene de analítico y objetivo, siendo este interés por el análisis la constante de su producción y de su vida misma. Trata de encontrar afanosamente la lógica de los números en todo lo que es bello y esto le hace escribir interesantísimos tratados sobre las proporciones “humanas y sobre las maneras de medir en arquitectura. Y el mismo interés científico le Jiace copiar plantas y animales coa una fidelidad cíe perfecto naturalista. Su amor por el dibujo encaja perfectamente con su oficio de grabador, aprendido desde muy joven. En este terreno destaca como colosal artista y es uno de los mejores de todos los tiempos. En el procedimiento conocido/como xilografía realiza tres importantes series correspondientes a la Pasión, a la Vida de la Virgen, y al Apocalipsis. Realiza también grabados calcográficos, procedimiento que facilita una mayor flexibilidad de línea, lo cual cumple mejoría sus propósitos. En este procedimiento realiza una enorme producción destacando dos series y muchos grabados sueltos (Melancolía o El Caballero y la Muerte). En sus viajes a Italia va modelando poco a poco su lenguaje expresivo por influencia directa de pintores como Mantegna o Giovanni Bellini, y de cierto apesadumbramiento, que observarnos en sus primeras composiciones, como la Adoración de los Reyes Magos, pasa a una mayor ligereza de formas como apreciamos enAdány Eva del Museo del Prado. Hacia 1520 hace un viaje a los Países Bajos y allí observa la pintura romanizante de Gossaert. Este viaje marca la última etapa de su vida, a la que corresponden las tablas de los Cuatro Apóstoles, que ho>podemos admirar en la Pinacoteca de Munich. La problemática de la Reforma había calado, profundamente en Durero y en estas tablas nos vuelve a manifestar, una vez más, su espíritu severo y reflexivo. Los recios colores y austeros fondos, así como la profundidad de los gestos de los apóstoles están lejos de la alegría cromática aprendida en sus viajes al norte de Italia. Por otra parte, el plegado de los paños, tras su viaje a Amberes, denota la influencia de los artistas flamencos, lo que, en definitiva, es un retomo al modo de sentir y emplear el lenguaje plástico de los artistas alemanes.

4.3. PAÍSES BAJOS.

La división entre el norte protestante y el sur católico causaba bastantes discordias; además, el Gótico se consideraba estilo vernáculo, que les era propio. Durante la primera mitad del quinientos se introducen en los Países Bajos las ideas de lo italiano, sobretodo con los grutescos y otros motivos decorativos, que significarían un complemento al estilo detallista y en cierta medida abigarrado de la región. La regente, María de Hungría recibió con los brazos abiertos el nuevo arte. Fue una gran mecenas

La primera influencia apreciable es la que ejerce Leonardo y el pintor que mejor refleja esta influencia es Quintín Metsys. Más adelante es la influencia de Rafael laque decide la entrada de los aires renacentistas en la pintura flamenca. Juan Gossaert, llamado Mabuse, después de haberse formado como buen pintor en su país y alcanzar merecida fama, marcha a Italia de donde vuelve impresionado por la nueva moda. Sin embargo no alcanza el grado de elegancia italiana, resultando sus figuras excesivamente gruesas y sus fondos arquitectónicos, faltos de esbeltez.

4.4. INGLATERRA.

En el caso Ingles no es muy propio hablar de formas clásicas hasta la aparición de la figura del arquitecto de Iñigo Jones. Anteriormente, la región también se encontró profundamente ligada al gótico. Es por tanto, una forma de expresión bastante tardía. Tendrá mucho éxito el esquema palladiano que se exportará a las colonias.

4.5. ESPAÑA.

En España la irrupción del Renacimiento también fue tardía. Con el reinado de los Reyes Católicos, se vivió un momento de cerrazón por el propio factor de la Reconquista, pese a la presencia española en Italia. Con Carlos V se comienzan a abrir nuevas expectativas; se hace más común la afluencia de pintores y artistas de otras nacionalidades al país. Las influencias italianas se mezclan con las locales: influencias de Rafael en la escuela levantina, con Masip y Juan de Juanes; influencia lombarda en la Capilla Real de Granada de Bigarny; influencia de Miguel Ángel en los relieves de Diego Siloé; aparición del grutesco y la decoración a candeleri en el plateresco español; influencia de Brunelleschi en los soportes de la Capilla Mayor de la Catedral de Granada de Diego de Siloé; influencia tipológica del palacio italiano en del Carlos V de la Alhambra de Pedro Machuca.

Finalmente serán los mismos artistas españoles los que se adapten al nuevo estilo, aunque bajo la fuerte sugestión de los flamencos y los artistas del norte, con su dramatismo y su detallismo. Con Felipe II se adopta definitivamente un estilo severo, clásico y monumental. En arquitectura la transición desde el gótico está representado por el Plateresco, basado en un uso incontenible de los elementos decorativos. El clasicismo renacentista tiene en Granada un importante centro, con la catedral y el palacio de Carlos V. El periodo herreriano coincide con el reinado de Felipe II (Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Lorenzo Vázquez de Segovia, Pedro Gumiel, Francisco de Colonia, Juan de Álava, Rodrigo Gil de Hontañón, Alonso de Vandelvira (autor del Tratado de Arquitectura), Pedro Machuca, Diego de Siloé, Andrés de Vandelvira, Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Francisco de Mora, son algunos de los arquitectos más representativos.

La presencia de artistas italianos en tierras españolas, así como la constante importación de obras de su país es decisiva para la difusión del nuevo gusto estético en la .escultura. Ocupan un importante lugar los italianos Fancelli y Pietro Torregiano. Autores ;señalados y en orden a una mayor progresión hacia formas cada vez más renacentistas son Vasco de la Zarza, Damián Forment, Bartolomé Ordóñez y Alonso Berruguete y Juan de Juni de la clasicista escuela vallisoletana. Ya hemos hablado de la importancia de los Leoni en el Manierismo español, destacando también el estilo grandioso de Gaspar Becerra y Juan Bautista Monegro.

La influencia italiana prerrenacentista se había abierto camino en pintura a través de Jaume Huguet. El cuatrocentismo italiano penetra a través de Vdencia, con los Osoria y el italiano Paolo de San Leocadio. Pero quizás el pintor que mejor representa la transición del estilo internacional al italiano es Pedro Berruguete. Un cuatrocentistas rezagado es Juan de Borgoña, que trabajó en Toledo. La influencia de los grandes maestros del XVI es patente en Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando de los Llanos. El eco rafaelista aparece con más fuerza en la dinastía pictórica iniciada por Vicente Masip, padre de Juan de Juanes. Aunque las pervivencias flamencas fueron muy importantes, en la segunda mitad del XVI la influencia italiana es muy fuerte gracias a los artistas que trabajan en El Escorial y fuera de la Corte. Desde el punto de vista formal, la continuada influencia de los grandes maestros italianos del Renacimiento junto a los promotores del Manierismo son la base artística de los principales pintores españoles de la segunda mitad del XVI, como Pedro de Campaña, Gaspar Becerra y Luis de Morales. En la decoración de El Escorial predominan los pintores de nacionalidad italiana: Tiziano, Tintoretto, que dejarán una influencia enorme en -autores nacionales como Fernández Navarrete, Luis Carvajal, Diego de Urbiná, y en los retratistas de la Corte (A. Moro, Sánchez Coello, Pantoja de la Cruz). Domérdco Theotooópoulos, autor personalísimo que auna diversas influencias puede ser considerado el compendio de la expansión del Renacimiento en España y el tránsito desde el Manierismo a otro lenguaje estético representado por el Barroco.

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ENLACES A INTERNET.

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Museo Virtual Renacentista: http://www.geocities.com/Paris/Bistro/9035/queesrea.htm

El Renacimiento en un curso de los estilos artísticos (México): http://www.tam.itesm.mx/art/renac/erenac01.htm

Pintura del Renacimiento en la pinacoteca de una universidad dominicana: http://rsta.pucrnm.edu.do/biblioteca/pinacoteca/renacimiento/pagina%20principal.htm

Apuntes sobre el Renacimiento: http://galeon.com/hectordm/renacer.htm

El Renacimiento en Italia y fuera de Italia: http://www.edulat.eom/3eraetapa/educacionartistica/8vo/6 l.htm

El arte del Renacimiento en la página de Arteguías: http://www,arteguias.com/renacimiento.htm