Tema 34 – Análisis y crítica literaria.

Tema 34 – Análisis y crítica literaria.

MÉTODOS INSTRUMENTOS Y TÉCNICAS.

==INTRODUCCIÓN==

Marchese y Forradellas: “se llama análisis al procedimiento o procedimiento que sirven para describir, caracterizar y comprender un texto, con la finalidad última de dar una valoración crítica de éste”.

Como objeto científico, la lite supone la interrelación de tres disciplinas: la Teoría de la Literatura – como estudio de los principios generales que rigen la creación literaria -, la Crítica Literaria – como método de análisis y valoración de las obras particulares – y la Historia de la Literatura – como método de estudio de las obras en tanto integrantes de un proceso histórico -.

==BREVE HISTORIA DEL ANÁLISIS LITERARIO==

===Antigüedad clásica===

* Platón concibe la poesía como algo irracional, peligroso para las costumbres, por ser copia degradada de los objetos. Sólo es válida si está controlada por el Estado. En el libro III de su República entra en el problema de los género distinguiendo tres clases de poesía que luego contradice en el X.

* Aristóteles: su Poética marca el inicio de los estudios literarios, “primera reflexión honda sobre la existencia y caracterización de los géneros literarios”. Elabora una teoría basada en la idea de literatura como mímesis – imitación de la realidad. Elabora la primera teoría de los géneros, separando, conforme a los objetos imitados, comedia de tragedia y, según el modo de imitación, narración de drama.

* Horacio defiende una distinción genérica basada en una cierta tradición formal (el metro) y un tono. El poeta debe escoger, de acuerdo con el asunto tratado, el género que mejor se le adecue. De su Epístola ad Pisones se deriva también la noción de decoro – adecuación a lo que se espera de uno – que tanto peso tendrá en futuras tendencias literarias. De Horacio viene también la teoría de “docere et delectare”, o sea, la visión utilitaria de la literatura a partir de la necesidad de unir lo útil con lo dulce.

* Longino: “lo sublime es el elemento extraordinario y maravilloso del discurso, fruto de la grandeza de la concepción, capaz de conmover y de exaltar el alma.”

===Edad Media===

* “Poetriae”, mezcla de manuales de versificación y libros de retórica.

* Dante. De vulgari eloquentia: lite como arte de enseñanza y delectación.

===Renacimiento y Barroco===

Reivindicación de las lenguas vernáculas (Nebrija, Bembo). Tratados de retórica y poética a imitación de los clásicos (el Brocense, Salinas, Baltasar de Céspedes, López Pinciano),… A Ludovico Castelvetro se le debe la regla de las tres unidades. F. Robortello tradujo y comentó la Poéticaaristotélica y el De Sublime de Longino. Minturno refuerza la distinción entre los tres géneros básicos.

Autores teatrales como Lope o Calderón rompen conscientemente las reglas tradicionales. Desarrollan su arte de forma individual, con absoluta independencia de los preceptistas: Arte nuevo de hacer comedias de Lope o el Agudeza y Arte de ingenio de Gracián.

Transición hacia la ilustración: Boileau formula en su poética una serie de reglas racionales de tipo preceptivo (tres unidades, decoro, verosimilitud, imitación). Su teoría triunfa en toda Europa (Pope, Dryden, Milton) pero también encuentran rechazo (S. Johnson).

===Siglo XVIII===

Críticos neoclásicos intentan formular teorías explicativas de la función y naturaleza de la lite y el proceso creador. Se entiende el arte como imitación de la naturaleza y especialmente de la sociedad y realidad humanas con una intención práctica: didáctica, moral, científica. Junto a ello, el ideal horaciano del decoro (que cada personaje se comporte y hable como corresponde a su situación). Críticos y escritores coinciden en ideales como la verosimilitud, el orden, la armonía, la simetría.

España: Poética de Luzán, fiel concepción neoclasicista. Sus modelos van desde Horacio a los clasicistas franceses e italianos. Defiende las reglas preceptivas que encauzan la inspiración y el genio. En la 2ª mitad de siglo autores como Vico o Lessing inician la transición al romanticismo.

===Siglo XIX===

ROMANTICISMO: va a marcar un hito fundamental en la teoría de la lite que va a llegar hasta nosotros. Rechazo de toda norma o fórmula que constriña el proceso creador: libertad absoluta para la imaginación, la fantasía, la personalidad arrolladora de los poetas románticos. Wordsworth considera que el poeta no debe seguir más norma que la del genio individual: “la poesía es el espontáneo desborde de los sentimientos: se origina en una emoción recordada en momentos de tranquilidad”. Coleridge afirma que el fin último de la poesía no es el conocimiento sino el deleite estético de la imaginación. Otros, como Shelley, considerarán la poesía como forma de acceso a un conocimiento superior inaccesible para cualquier otro tipo de actividad humana.

En la crítica nace el método autobiográfico que perdura hasta la actualidad: Herder formuló los principios de la necesidad del enfoque histórico. Eso más la nostalgia medievalista propia de los románticos, disparó los estudios de contexto histórico, social y biográfico del escritor. Matthew Arnold consideraba las grandes obras como un rango superior de conocimiento.

REALISMO Y NATURALISMO: Taine aplicó a sus estudios literarios los métodos de las ciencias biológicas y sociales. Zola, partiendo del determinismo, creyó en una crítica que procediera experimentalmente como las ciencias naturales.

MODERNISMO: división entre los partidarios del ARTE POR EL ARTE (simbolistas, modernistas, parnasianistas) y del ARTE UTILITARIO (realistas, sociólogos, políticos, ideólogos, freudianos, marxistas, anarquistas,…).

==El análisis literario en el siglo XX==

ESTILISTICA (ver tema 33)

ESCUELA DE FILOLOGÍA (Menéndez Pidal). Parte de 1) estudio científico del lenguaje. 2) la lengua manifiesta el espíritu al que sirve de expresión.3) integración de materiales historiográficos. 4) edición de textos no sólo como tratamiento lingüístico sino también como exploración histórica. 5) influjo de la estilística (v. más arriba).

FORMALISMO RUSO. “El objeto de la ciencia literaria no es la literatura, sino la literariedad, aquello que hace a una obra determinada una obra literaria” (Jakobson). Inicialmente enfatizaron la diferencia entre el lenguaje lite y el no literario o práctico a partir del concepto de extrañamiento. Más adelante el interés se desplazó hacia los aspectos formales de los textos lite en sí mismos. Shklovsky decía que la técnica del arte es hacer las cosas “unfamiliar”, hacer las formas difíciles para prolongar el proceso de percepción, que es en sí mismo estético: “el arte es una manera de experimentar la artisticidad de un objeto: el objeto en sí no es importante.[…] El arte destruye el automatismo de la percepción de varias maneras: desfamiliarización”. Bakhtin y Mevdedev trataría de unir formalismo y marxismo bajo una concepción dialéctica de la lite.

         Acuñan el concepto de SKAZ como síntesis de los procedimientos del artificio narrativo (perspectiva, punto de vista, focalización, voz,…). Son fundamentales las aportaciones de Propp en su morfología del cuento o de Tomashevsky acerca de “temas y “motivos” como unidades mínimas de cuya agregación resulta el texto narrativo.

MÉTODOS SOCIOLÓGICOS. (v. tema 33). Distinción entre A) teoría de la literatura de base sociológica de inspiración marxista, que considera la obra lite como reflejo de determinadas estructuras sociales para poner de relieve las contradicciones del sistema burgués (Lucaks), o como forma de compromiso u “opción para revelar el mundo y especialmente el hombre a los demás” (Sartre) o como “homología” de las estructuras sociales en que se gesta (Goldmann). B) Sociología de los contenidos, que considera la lite como fuente de documentación histórica. C) Sociología de la lite: aplicación de métodos estadísticos y otros recursos de la sociología al análisis de la lite. [Podría incluirse aquí la crítica Marxista Post-Althusseriana o la crítica feminista].

ESTRUCTURALISMO. V. tema 33 estilística.

OTROS. Son muchas las tendencias en que se ha diversificado la crítica literaria desde los 70 y 80 hasta la actualidad: Generativistas (Ohman), Lingüística textual (Van Dijk, Petöfi, García Berrio), Semiótica (Eco, Kristeva, Bobes Naves, Blanchard), Desconstrutivista (Derrida, Barthes, Paul de Mann), Teoría de la Recepción (Jauss, Iser, Bleich,..), Crítica Psicoanalítica (Holland, Bloom, Felman), Feminista, Estudios Culturales. Nuevas perspectivas para la relectura de clásicos y no tan clásicos que proporcionan una amplia red de estrategias, recursos y puntos de vista diferentes – todos complementarios – para entrar en la comprensión y disfrute de la obra literaria. En palabras de C. Belsey: “texts are plural, and their meanings are produced by bringing to bear on the raw material of the work itself discourses pertinent to the twentieth century”.

==Instrumentos y técnicas===

         Entenderemos como instrumentos las capacidades y procedimientos que debe dominar la persona que pretende llevar a cabo un análisis literario, y por técnicas las estrategias y recursos generales a los que puede acudirse para la comprensión del texto y el hecho literario.

         Marina Mayoral (1973)(Análisis de textos, Gredos, Madrid, 1982) decía que todo poema – y podemos extender su consideración a todo texto – es analizable en tres sentidos:

– como resultado de un trabajo de selección y organización de materiales lingüísticos.

– como exponente de la actitud del autor antes unos determinados hechos que, a su vez, pueden incardinarse en las coordenadas más amplias de su actitud ante la vida.

– a partir de la reacción que el texto provoca en nosotros.

         El primer sentido, exige del análisis literario la capacidad de reconstruir el proceso creador para entender el significado de frases a primera vista oscuras. El segundo exige capacidad de observación y análisis. Y el tercero exige sensibilidad e intuición para captar y valorar las emociones que el texto transmite.

===Instrumentos y Técnicas. Una orientación didáctica===

Ya hace unos veinte años, la lectura y el comentario de textos (30) se introducen como tareas fundamentales de la clase de literatura y como opción alternativa a una enseñanza literaria concebida casi exclusivamente como acumulación erudita de datos, -biografías, características, catálogos de obras,…- Posteriormente se cuestionan el enfoque historicista y el mismo comentario de textos. La nueva alternativa es el taller literario (31).Con todo, no podemos olvidar que todos los modelos descritos -erudición, historicismo, comentario estereotipado,…- conviven en las aulas y a ellos se añade la última corriente, que se centra también de forma casi exclusiva, en la producción de “literatura” por los alumnos y que ha generado abundante bibliografía, a partir de la publicación del conocido libro de R. Quenau.

Esta diversidad de enfoques se debe, en gran medida, a la intención de un mayor o menor acercamiento a los alumnos; pero también a un radical enfrentamiento entre quienes entienden la literatura solamente como transmisión cultural, -que lo es-, que hace predominar unos valores socialmente admitidos y quienes la entienden como mero juego formal, de estilo o en su dimensiones estrictamente sociológicas, en el sentido de la sociología de la literatura “a lo G. Luckas”. Una vez más, estos modelos parciales son, en nuestra opinión, respuestas a una mala comprensión del fenómeno literario; se deben a un intento desesperado de tirar por la calle del medio, ante la magnitud de las tareas implicadas en la formación literaria. En las polémicas metodológicas entre partidarios de la animación a la lectura, el taller o el comentario, observamos más veces luchas contra malos modelos o modelos mal interpretados

Con respecto al cultivo de la expresión escrita de los alumnos, nadie puede negar su importancia en la formación lingüística de los alumnos. Gili Gaya lo anteponía en un conocido artículo a todas las demás actividades didácticas (33). Pero conviene plantearse lo que se pretende; si se trata de enseñanza literaria propiamente dicha o, más bien, de dar ocasión a los alumnos para que experimenten con el lenguaje en respuesta a estímulos literarios. En literatura, nos parece que hacer lectores es un objetivo general; hacer escritores, no tanto.

Para abreviar, concebimos la enseñanza de la literatura como el trabajo con un determinado tipo de textos que, como tales, son actos de comunicación de una determinada complejidad, pues intervienen problemas históricos, culturales, de tradición -intertextualidad-, etc. y requieren una competencia comunicativa literaria. Debe tenerse en cuenta, por tanto:

a)El carácter histórico del producto literario (34) como reflejo -síntoma-, entre otros, de los patrones culturales de una época. Tal aspecto necesita ser tratado de forma interdisciplinar con los profesores de Historia, de Filosofía y de Arte. Es esta una cuestión sin resolver en todos los planes de estudio que hemos conocido y, sin embargo, la única manera adecuada de abordar el problema.

b)El carácter autónomo de lo literario, su carácter de conocimiento metafórico del mundo, en la línea que parte de la distinción de Hjelmslev entre signo denotativo y connotativo, pasa por la semiología de R. Barthes (35) y desemboca en las líneas más recientes de la semiótica literaria (36).

c)El estudio de las formas literarias, desde los géneros a las figuras de estilo, tiene sentido en función de los dos puntos anteriores, nunca por sí mismo. La aplicación del estructuralismo lingüístico a la enseñanza literaria la hizo caer en un puro formalismo y produjo la reducción de la literatura a la lengua literaria, lo que dejaría fuera muchos elementos de análisis.

No negamos la perspectiva retórica, replanteada recientemente en algunas de las aportaciones de la gramática textual; al contrario, sus aportaciones son necesarias, pero no agotan el conocimiento de lo literario.

Creemos que los textos, obras íntegras o fragmentos debidamente contextualizados, deben ser los protagonistas de la enseñanza. El comentario y el análisis no están excluidos, sino todo lo contrario. Pero no entendidos como recetas de análisis puramente formal, sino como pautas para la interpretación, que tengan en cuenta los factores textuales y de intertextualidad que inciden en una determinada obra, La enseñanza literaria es también uno de los campos que permiten la producción de textos por los alumnos, con fines analíticos críticos y de desarrollo de la expresión personal, en cuanto obligan a experimentar con las posibilidades del lenguaje.

También en la enseñanza de la literatura es necesario tener en cuenta los gustos de nuestros alumnos. Lázaro Carreter desarrolló ya hace algún tiempo algunas reflexiones significativas acerca de ello:

“La literatura, considerada como simple sede de belleza, no posee fuerza penetrativa; menos, si se presenta como mera sucesión de hechos. Los alumnos no participan del sentimiento reverencial de la antigüedad, anejo a la cultura minoritaria burguesa…y no hemos de extrañarnos si un poeta clásico o moderno les resulta insufrible, y encuentran extraordinariamente hermosas las canciones de moda (37)”.

Pero tener en cuenta esos gustos es, ya se ha dicho, punto de partida y la educación literaria debe plantearse también ofrecer a los alumnos la posibilidad de trascenderlos.