Tema 32 – La comprensión y expresión de textos escritos.

Tema 32 – La comprensión y expresión de textos escritos.

BASES LINGÜÍSTICAS, PSICOLÓGICAS Y PEDAGÓGICAS.

ÍNDICE :

1. Los textos escritos : características y variedades.

2. La comprensión y expresión de textos escritos : bases lingüísticas.

3. Bases psicológicas.

4. Bases pedagógicas.

1. Los textos escritos : características y variedades

Podemos señalar las siguientes características de la lengua escrita :

• Canal : visual.

• Código : gráfico.

• Aprendizaje posterior al habla.

• Carece casi siempre de gestos.

• Puede pervivir tras la producción.

• No hay necesariamente una comunicación directa en espacio ni en tiempo entre emisor – receptor. Hablamos de un receptor universal, especialmente en la literatura

• No es hetereogénea, ha de responder a una norma culta y a una coherencia.

==> Comprensión de textos escritos : el receptor decodifica, interpreta una serie de respuestas en lengua escrita (extrayendo su significado), percibe el código escrito y comprende el lenguaje.

==> Expresión de textos escritos : Hay que escribir adecuadamente, con orden y coherencia, lo que se transmite al receptor.

2. La comprensión y expresión de textos escritos : bases lingüísticas

Desde un punto de vista lingüístico, en el estudio de un texto escrito debe emplearse la Gramática, pero con carácter práctico. Mejor emplear la Gramática del texto y, partiendo de éste, llegar a unidades inferiores. Es muy útil esta última para enseñar al alumno a escribir, adecuando su mensaje al contexto. Dos de las destrezas lingüísticas (la comprensión y expresión escritas) han de actuar como eje vertebrador de todas nuestras actividades.

La redacción es la forma de expresión escrita más habitual, en la que el alumno ha de ir conociendo los lenguajes cultos o especializados, la corrección en la norma y las formalidades diversas del texto, el contexto, los temas, la técnica expresiva, etc.

3. Bases psicológicas

Desde un punto de vista psicológico, para poder atribuir informaciones a una serie de signos impresos es preciso que :

a) Tanto el lector como el escritor sean capaces de aislar unidades discretas del flujo fonético continuo de la lengua, lo que se traduce en la escritura por grafías que imitan fonemas, etc.

b) Ambos se sometan a una categorización morfo-sintáctico-semántica, donde determinadas formas de palabras se asignen a determinadas categorías, como artículos y sustantivos y su significado y su función en el enunciado.

c) Se vuelva a aplicar una categorización en el nivel de las combinaciones hasta llegar a una unidad superior de sentido : la oración.

d) Se interprete, asociando a la forma de las palabras y oraciones un significado convencionalmente establecido en función de la situación comunicativa.

Estos cuatro principios de elaboración no son sucesivos, sino que están necesariamente interrelacionados. Se puede proceder a una categorización sintáctica cuando ya se le ha asignado un significado a cada una de las partes de la oración, por ejemplo.

También tendremos en cuenta los siguientes principios :

• Principio de omisión : según Van Dijk, esto significa que se omiten todas aquellas proposiciones que el hablante considera no importantes, por ej.: presuposiciones para la interpretación de las oraciones siguientes.

• Principio de generalización : toda la secuencia de proposiciones en la que aparecen conceptos abarcados por un superconcepto común, se sustituyen por una proposición con este superconcepto.

• Principio de construcción : toda secuencia de proposiciones que indica requisitos normales, componentes, consecuencias, propiedades, etc, de una circunstancia más global, se sustituye por una proposición que designe esta circunstancia global.

Al margen de un proceso lógico de elaboración hay una serie de estrategias que permiten agilizar la comprensión de los textos escritos. Así, por ejemplo, es frecuente que, de un modo mecánico, se presuponga que el primer sustantivo, o constituyente nominal, actúa como sujeto gramatical, y en el nivel semántico- textual, como “tema” de la oración. Esto significa que se puede comenzar una categorización provisional a pesar de que el resto de la oración aún no se conozca.

La memoria es importantísima en el proceso psicolingüístico que estamos describiendo. Van Dijk distingue entre la memoria a corto plazo, que opera cuando la información sólo ha de quedar almacenada breves momentos (datos fonológicos, morfológicos y sintácticos) para relacionarla con la propia oración y, a veces, con la anterior o posterior; y la memoria a largo plazo, llamada semántica o conceptual, que permite establecer relaciones de cohesión y coherencia y comprender el significado global de un texto.

Hay otro tipo de memoria muy importante, la episódica, que almacena datos sobre las circunstancias en que se nos transmitió determinada información, permitiéndonos así recordarla mejor y establecer relaciones situacionales.

4. Bases pedagógicas

La habilidad para producir y comprender textos escritos ocupa un lugar destacado en la enseñanza (ampliar con vuestro comentario personal de por qué ese “lugar destacado”).

La lectura de textos y la redacción son los medios fundamentales a poner en práctica en el aula (ampliar con metodología y ejemplos de ejercicios, actividades de comprensión y expresión escritas, participación de los alumnos, evaluación, corrección, objetivos, resultados, técnicas de estilo, coherencia, cohesión textual, etc…).

En cuanto a los contenidos de los mensajes escritos es preciso :

a) Construirlos correctamente, con orden y precisión.

b) Destacar la idea central de la argumentación, apoyándola con otras informaciones secundarias.

c) Eliminar aquellos contenidos que no estén directamente relacionados con el mensaje.

d) Dominar adecuadamente el tema de la redacción.

e) Conseguir una gran riqueza de vocabulario y fluidez de ideas.

El docente debe propugnar el empleo de la redacción y la lectura en clase, destacando su utilidad, cotidianidad y valor culto y literario, y aprovechando su utilidad educativa. En la redacción, la facilidad para la autocorrección que se produce, permite modificar, superar o readaptar los enfoques personales y las aportaciones nuevas que debemos hacer al argumentar y exponer nuestras razones.

Estas prácticas de escritura y lectura permiten al profesor trabajar simultáneamente, entre otros, los aspectos ortográficos, morfo-sintácticos y semánticos.

El tema de redacción elegido ha de ser de divulgación general, grato y conocido para los alumnos con el fin de motivarlos a escribir, especialmente en la ESO. Es interesante propiciar la controversia, que será fructífera si los alumnos fundamentan los propios criterios y emplean técnicas argumentativas eficaces.

Lo mismo ha de ocurrir con el tema / los temas de los textos para la lectura. No es acertado sumergir a un alumno en obras / documentos / artículos periodísticos, etc, de marcado contenido intelectual, si vemos que no está preparado para ello; ese es un objetivo a largo plazo (posíblemente para que empiecen paulatinamente en el Bachillerato). En Primaria y en la ESO, lo primero, lo más importante, es fomentar el hábito lector en los estudiantes, poniéndonos a su altura, ofreciéndoles facilidades y motivación y creando en ellos un hábito que les permita adentrarse en metas más abstractas en el futuro.

En definitiva, la práctica de la expresión y comprensión escritas es fundamental en la enseñanza si queremos atajar el problema del empobrecimiento lingüístico de los jóvenes. En las clases hay que ejercitar la comunicación escrita (también la comunicación oral) en todas sus modalidades, desde las más informales y espontáneas a las de mayor grado de elaboración, tratando de ofrecer al alumno los recursos estratégicos que le permitan perfeccionarla.