Tema 12 – La estrucutra de la palabra.

Tema 12 – La estrucutra de la palabra.

FLEXION, DERIVACION Y COMPOSICION. LA ORGANIZACIÓN DEL LEXICO ESPAÑOL.

ESQUEMA

  1. PALABRAS Y MORFEMAS
  2. MECANISMOS PARA LA FORMACION DE PALABRAS EN ESPAÑOL

2.1. FLEXION

2.2. DERIVACION

2.3. COMPOSICION

2.3.1. SINAPSIA

2.3.2. DISYUNCION

2.3.3. CONTRAPOSICION

2.3.4. YUXTAPOSICION

2.4. PARASINTESIS

  1. ORGANIZACIÓN DEL LEXICO ESPAÑOL

3.1. POR LOS MONEMAS QUE FORMAN UNA PALABRA

3.2. POR LA HISTORIA Y EVOLUCION DE LAS PALABRAS

3.2.1. LA HERENCIA LATINA. VOCES PATRIMONIALES.

3.2.2. ELEMENTOS INCORPORADOS AL LATIN

3.2.3. EVOLUCION DETENIDA: CULTISMOS Y SEMICULTISMOS.

3.2.4. EL PRESTAMO

3.2.5. LA INVENCION. ONOMATOPEYAS, ACRÓNIMOS Y ACORTAMIENTOS.

  1. PALABRAS Y MORFEMAS

Tradicionalmente los griegos consideraban las palabras como unidades básicas del lenguaje. A pesar de ello, la lingüística moderna se muestra imposibilitada para definir con precisión que es la palabra. Los lingüistas se fían sin duda, del conocimiento intuitivo que todos los hablantes tenemos del concepto de palabra.

La unidad lingüística mínima dotada de significante y significado es el morfema. Existen dos tipos de morfemas: lexemas y gramemas. El lexema es morfema con significado léxico y el gramema es el morfema con significado gramatical.

Los gramemas pueden ser dependientes e independientes. Los primeros necesitan asociarse a un lexema y los segundos son los determinantes, preposiciones y conjunciones.

Los gramemas dependientes se clasifican según su posición con respecto al lexema. Dentro de estos, el sufijo puede ser de dos tipos, constitutivo y derivativo. Estos últimos son los que dan origen a las palabras derivadas.

Veamos el siguiente esquema:

Morfema

1. Lexema: pan, águila, cant-ar, perr-o

2. Gramema

1. Independiente: en, para, ningún, pues

2. Dependiente o afijo

Prefijo: in-visible

Infijo: Pie-cec-ito

Sufijo

Constitutivo o flexivo: Perr-o-s

Derivativo o facultativo: invis-ible

  1. MECANISMOS PARA LA FORMACION

Son diversos los procedimientos de los que se vale la lengua para esta renovación del léxico, unos de carácter semántico, otros morfológicos y otros estrictamente léxicos. Nos dedicaremos a los recursos morfológicos.

Dos son los mecanismos fundamentales para la formación de palabras en español, la derivación y la composición. El tercer procedimiento, la parasíntesis, es una combinación de los anteriores. No obstante, antes hay que hablar de la flexión.

2.1. FLEXIÓN.

Consideremos las cuatro partes del discurso que tienen lexema: sustantivo, adjetivo, verbo y adverbio. El adverbio no admite flexión (es invariable), mientras que el adjetivo, el sustantivo y el verbo sí la admiten mediante la variación de los llamados morfemas constitutivos o flexivos. Estos varían en cada una de estas clases de palabras; así, el adjetivo tiene morfema de genero y numero; el sustantivo, de numero y, ocasionalmente, de genero, etc.

En cualquier caso, la flexión da lugar a distintas variantes de una misma palabra o lexía simple:

Rojo, rojo, rojos, rojas, rojísimas…

2.2. DERIVACION

Consiste en la unión de un lexema con un gramema derivativo. Pueden ser de tres tipos:

– prefijos, situados delante del lexema

– sufijos, que se colocan tras el lexema.

– infijos, situados entre el prefijo y el lexema o entre el lexema y el sufijo. Realmente no son morfemas, pues no tienen ni significado léxico ni gramatical.

Por lo visto anteriormente, se puede hablar de derivación mediante prefijos o mediante sufijos, ya que los infijos, cuando aparecen, lo hacen con un prefijo o sufijo.

Todos los prefijos son derivativos. No así todos los sufijos, pues también los hay constitutivos.

La sufijación produce con frecuencia un trasvase de categorías:

nación-nacional-nacionalismo-nacionalista

2.3. COMPOSICION

La composición supone la unión de dos (o más) lexemas para formar una nueva palabra, que habrá de ser analizable en el lexema y formantes, como una palabra simple.

Algunos lingüistas consideran también como palabras compuestas a aquellas formadas por dos gramemas independientes: aunque, porque…

Podemos distinguir distintos tipos de composición, según las clases de palabras simples que la constituyen:

– SUSTANTIVO + SUSTANTIVO: carricoche, aguanieve

– SUSTANTIVO + ADJETIVO: medianoche, pelinegro

– SUSTANTIVO + VERBO: sacacorchos, abrelatas

– ADJETIVO + ADJETIVO: sordomudo, claroscuro.

– VERBO + VERBO: correveidile, quitaipón.

– VERBO + ADVERBIO: catalejos, maleducar

– ADJETIVO + ADVERBIO: siempreviva

– VERBO + SUSTANTIVO: sacacorchos, abrelatas, correcalles.

– CARDINAL + CARDINAL: diecisiete, veintitrés

– CARDINAL + SUSTANTIVO: milhojas, ciempiés

– ADVERBIO + ADJETIVO: bienpensante

– PREPOSICION + SUSTANTIVO + ADJETIVO: enhorabuena

– PREPOSICION + PRONOMBRE + ADJETIVO: ensimismar

Existen también varias posibilidades de composición, de acuerdo con el grado de unión gráfica que presenten en la escritura los elementos de la composición.

Alvar Ezquerra considera los siguientes tipos de composición: sinapsia, disyunción, contraposición y yuxtaposición.

2.3.1. Sinapsia

La sinapsia consiste en la unión de dos sustantivos mediante una preposición: se trata del procedimiento habitual de complementación del nombre, en los casos en que se ha producido una cierta lexicalización del compuesto. Ejemplos: letra de cambio, conejillo de Indias, estrella de mar…

El nexo habitual en español es la preposición de; sin embargo, quizás por influjo extranjero, a veces se efectúa esta composición mediante el nexo a: olla a presión, avión a reacción.

Otros nexos son menos frecuentes: tres en raya.

Un rasgo importantísimo de estos compuestos es que la segunda parte carece siempre de articulo, pues si apareciera se rompería la composición, al surgir un significado distinto: la casa de huéspedes / la casa de los huéspedes.

2.3.2. Disyunción

En la disyunción se dan los procedimientos sintácticos de la aposición y de la complementación directa mediante un adjetivo. La lexicalización del compuesto parece superior a la de la sinapsia, pero aun no se han soldado gráficamente en la escritura de los dos términos: cama nido, opinión publica, guerra civil, pájaro carpintero, cuento chino.

La disyunción no es muy frecuente en español. Se aplica, sobre todo, a las denominaciones de animales y plantas: oso hormiguero, martín pescador, rosa silvestre, sauce llorón…

Es fácil que la disyunción, por encontrarse a un solo paso, de lugar a la completa unión grafica de los elementos: agua nieve / aguanieve.

2.3.3. Contraposición

Representa un grado mas elevado de unión grafica que la disyunción, pues los dos elementos que participan en ello, se escriben unidos por un guión: franco-prusiano, germano-soviético.

En la contraposición suelen intervenir con frecuencia dos adjetivos, pues el resultado buscado es a menudo un adjetivo, o un sustantivo empleado en funciones determinativas o calificativas. Entre los adjetivos predomina mas la relación semántica que la sintáctica: ni siquiera se conserva entre los adjetivos la concordancia gramatical: una prueba químico-física.

Si los componentes son dos sustantivos, el genero viene prefijado por el primero. El segundo de los sustantivos actúa con una función predicativa que designa el fin del objeto designado. Esto determina la frecuente confusión de los compuestos por contraposición con los compuestos por disyunción: así coche-cama pasa a escribirse coche cama.

2.3.4. Yuxtaposición

La fusión grafica de los elementos participantes en el compuesto es total, así como su lexicalización.

2.4. PARASÍNTESIS

Aunque este concepto es explicado de diverso modo por distintos autores, daremos este nombre a los fenómenos de derivación y composición cuando se dan en la misma palabra: pasamanería, sabihondez, aguardientoso.

En otro criterio, podemos llamar parasintéticas a las palabras que hacen uso simultáneo de la prefijación y la sufijación: antibacteriano, regordete, supramunicipal…

  1. ORGANIZACIÓN DEL LEXICO ESPAÑOL

La determinación del léxico de una lengua es una tarea de dificultad extrema. En un diccionario general actual se recogen alrededor de 80.000 palabras, aunque algunos superan esa cifra. La mayor parte de las palabras de un diccionario aparecen mínimamente representadas en los textos. Además, a la cifra anterior habría que sumar los tecnicismos de ciertas profesiones, dialectalismos, etc.

Si no es posible llegar a saber exactamente de cuantas palabras dispone un idioma, sí podríamos establecer un determinado numero de palabras. Así, en el caso de nuestra lengua, podríamos asegurar sin duda que sus voces no son menos de trescientas mil.

No obstante, cualquiera que sea el numero de palabras, pueden clasificarse de acuerdo con dos criterios:

3.1. POR LOS MONEMAS QUE FOMAN UNA PALABRA

Ya hemos visto que las palabras pueden ser simples, derivadas, compuestas y parasintéticas.

3.2. POR LA HISTORIA Y EVOLUCION DE LAS PALABRAS

Por la relación que las palabras mantienen con los objetos y nociones que designan, están sometidas a ellos: los cambios en técnicas, instrumentos e ideas implican cambios en el léxico de la lengua: desaparición de palabras, aparición de otras nuevas, cambios en la designación de algunas. De esta forma, junto al léxico patrimonial de una lengua hay palabras que no existen desde siempre, sino que se han incorporado en virtud de distintos procedimientos.

Por tanto, el léxico de un idioma, el conjunto de las palabras que están a disposición de sus hablantes, nos es permanente e inmutable.

3.2.1. La herencia latina. Voces patrimoniales.

De aquel latín hablado en la Península Ibérica durante el dominio de los visigodos, se mantiene vivo en el español de hoy, un importante léxico. Numerosísimos verbos (haber, ser, estar, tener, poner, ir, dar, querer, saber…); muchos adjetivos (bueno, malo, alto, grande, fuerte, feo, viejo, sabio…); todos los artículos y pronombres; todos los adverbios fundamentales (aquí, ahí, entonces, ahora, ayer…); casi todas las preposiciones; las conjunciones mas importantes, y , sobre todo una gran cantidad de nombres designadotes de las mas variadas realidades: el mundo físico (sol, luna, tierra, mar, río, valle…); la fauna y la flora (caballo, gato, asno, toro, puerco, mosca, árbol, fruto, hoja, flor, semilla…); la agricultura y los oficios (arado, cosecha, barbecho, pala…), los materiales (madera, hierro, lana, cuero, tela…), la vivienda (casa, pueblo puerta, techo…), la familia (padre, madre, hijo, hermano, abuelo…), el cuerpo (hueso, cabeza, nariz, boca, ojo, brazo…), etc.

Estas palabras reciben el nombre de voces patrimoniales: palabras que siempre han existido en español, desde el latín, y han sufrido toda la evolución fonética.

3.2.2. Elementos incorporados al latín.

El caudal léxico español contiene elementos procedentes de otras lenguas, los cuales habían sido incorporados al latín y por tanto corresponden plenamente al mismo legado. Muchas de esas palabras no eran latinas originariamente, pero fueron adoptadas por el latín. Venían del griego (palabra, tío, baño, bodega, limosna…), del celta (camisa, carro, cerveza…), germánicas (blanco, rico, guerra, falda, guisar, ropa…).

A todos estos elementos hay que añadir algunos escasos términos supervivientes de las viejas lenguas indígenas de la Península, que también fueron asimilados por el latín, como gordo, páramo, arroyo.

3.2.3. Evolución detenida: cultismos y semicultismos.

No todas las palabras heredadas han sufrido el desgaste propio de la evolución desde el latín. Algunas fueron preservadas de él total o parcialmente. Ejemplos de estas palabras de evolución detenida – que se llaman cultismos o semicultismos, según el menor o mayor avance – son:

– Cultismos: cátedra, capitulo, solitario, décimo, colocar…

– Semicultismos: malicia, águila…

Como resultado de la existencia de voces patrimoniales, por un lado, y de cultismos y semicultismos por otro, a veces aparecen en español dos soluciones, procedentes de una misma palabra latina, llamadas dobletes: solitario-soltero, cátedra-cadera, delicado-delgado…

3.2.4. El préstamo

El ningún momento el léxico de una lengua es perfecto, en ningún momento esta terminado de hacer, pues constantemente se presenta por lo menos la necesidad de dar una palabra a una cosa nueva, o de dar una palabra nueva a una cosa vieja. Para atender a esta perpetua demanda funcionan varios sistemas, uno de los cuales es tomar prestada la palabra de otra lengua.

3.2.4.1.Prestamos de las lenguas hermanas

Por haber ocurrido en época muy remota y entre dialectos de estrecho parentesco, los primeros prestamos recibidos por el castellano de los dialectos vecinos cuyos territorios invadía son hoy casi imposibles de detectar. Mas fácil resulta descubrir las adopciones posteriores de términos de otras lenguas peninsulares: chubasco, carabela, mermelada…, que han venido del gallego-portugués; faena, turrón, esmalte, clavel, papel… del catalán.; izquierdo, ascua, pizarra, boina… del vascuence.

3.2.4.2.Arabismos

Durante muchos siglos – del VIII al XV – fue también una de las lenguas peninsulares el árabe. Hubo de dar abundantes prestamos a las lenguas de España, particularmente al castellano: la preposición hasta, interjecciones como ojalá y hala, adjetivos como gandul, mezquino, azul, verbos como halagar, e infinidad de nombres como acelga, alubia, alcachofa, zanahoria, alfiler, alfombra, almohada…

3.2.4.3.Occitanismos

Del occitano o provenzal, conjunto de lenguas o dialectos de la Francia meridional, adquirió durante la Edad Media nuestro idioma bastantes voces como cascabel, antorcha, hostal, burdel, mensaje, balada…

3.2.4.4.Galicismos

El francés ha nutrido abundantemente al léxico español. En la época medieval vemos palabras como flecha, desmayar, ligero, jardín, chimenea… ; en los siglos XVI y XVII, moda, parque, fresa, crema, servilleta, paquete, billete…; en los tres últimos siglos, pantalón, chaqueta, blusa, pana, edredón, galleta, ducha, etiqueta…

Los prestamos mas recientes conservan aun la grafía y a veces la pronunciación originales: foie-gras, gourmet, chalet, chic, boutique…

3.2.4.5.Italianismos

Menos importancia que los franceses tienen los prestamos italianos, como consecuencia de un contacto cultural menos constante. Son avería, piloto, brújula, embajada, boletín, escolta, capuchino, carnaval, diseño, boceto, modelo, piano…

3.2.4.6.Indigenismos americanos

Del descubrimiento y colonización del continente americano por los españoles y del consiguiente contado del idioma de estos con los idioma indígenas del Nuevo Mundo vino la adquisición, por nuestra parte, de numerosas voces: tomate, chocolate, patata, barata, canoa, piragua, huracán, caníbal, tiburón…

3.2.4.7.Anglicismos

En los últimos tiempos la inmigración mas importante de palabras es la que viene del ingles. Los anglicismos antiguos entraron a través del francés. Los modernos, son en su mayoría de importación directa. Algunso son: yate, mitin, lider, turista, futbol, boxeo, tenis, bungalow, duplex, ticket, slogan, smoking…

3.2.4.8.Gitanismos

El gitano ha tenido un gran peso, sobre todo en el sur, el cual ha traspasado a nuestra lengua con palabras como menda, chaval, calé, camelar, endiñar, mangar, chalado…

3.2.4.9.Prestamos de otras lenguas

De otras lenguas es escasísima la representación en palabras dentro de la nuestra. Por ejemplo, la palabra sable, la tomo el español del francés, que a su vez la había tomado el alemán, que lo había tomado el húngaro. Brindis proviene del alemán o escaparate del holandés. Yogur es de origen búlgaro, quimono del japonés, etc.

3.2.4.10.Latinismos y helenismos

Pero no solo de lenguas vivas se nutre el léxico de nuestro idioma. El latín culto se conservo en libros que solo una pequeña minoría de letrados era capaz de leer. De ese latín, sus conocedores fueron introduciendo en la lengua viva diversas palabras que consideraban necesarias. Podemos encontrar, monumento, exilio, prologo, licencia, disolver, describir…

Una importante entrada para los latinismos es el lengua técnico, constantemente necesitado de palabras nuevas para designar nuevas realidades. Desde el Renacimiento otra ilustre lengua se unió al latín en la aportación de vocabulario: el griego. La mayoría de los términos técnicos de origen latino y griego que los científicos modernos han puesto en circulación no son exclusivos de una determinada lengua, sino que pertenecen a muchas a la vez.

3.2.5. La invención. Onomatopeyas, acrónimos y acortamientos.

Un sistema de adquisición de palabras distinto del préstamo y con un desarrollo infinitamente menor es la invención. No es difícil crear una palabra; lo difícil es que esta sea aceptada por la comunidad hablante. Al lado de creaciones totalmente arbitrarias existen otras que tienen una motivación no lingüística, pero si real; son las que convierten en palabra un ruido (onomatopeyas), como chasquido, zumbar, traqueteo…

Podríamos incluir, en cierto modo, también aquí los procedimientos de la acronimia y del acortamiento:

– Son acrónimos: ONCE, SIDA, AVE, OTAN.

– En acortamientos podemos ver cine por cinematógrafo, moto por motocicleta, etc.

  1. BIBLIOGRAFÍA

Alvar Ezquerra, Manuel: La formación de palabras en español.

Gómez Borrego, Leonardo: Gramática didáctica del español.

Lamíquiz, Vidal: Lingüística española

Marcos Marín, Francisco: Curso de Gramática española.

Seco, Manuel: Gramática esencial del español. Introducción al estudio de la lengua.