Tema 18 – Elementos lingüísticos para la expresión de la cantidad

Tema 18 – Elementos lingüísticos para la expresión de la cantidad

LA CUALIDAD Y EL GRADO.

ESQUEMA

  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LA CANTIDAD

1.1. EL MORFEMA DE NÚMERO: SINGULAR Y PLURAL. EL DUAL

1.2. LOS CUANTIFICADORES O CUANTITATIVOS.

1.3. EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE CANTIDAD.

1.3.1. ADJETIVOS EN FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE CANTIDAD.

1.3.2. SUSTANTIVOS EN FUNCIÓN DE COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE CANTIDAD.

1.3.3. LOCUCIONES Y EXPRESIONES ADVERBIALES CUANTITATIVAS.

1.4. LA EXPRESIÓN DE LA CANTIDAD EN LA LENGUA COLOQUIAL

1.4.1. EXPRESIÓN DE LAS GRANDES CANTIDADES.

1.4.2. EXPRESIÓN DE CANTIDADES ÍNFIMAS O DE LA IDEA DE “NADA”

  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LA CUALIDAD

2.1. EL ADJETIVO CALIFICATIVO.

2.2. LOS ADJETIVOS DE DISCURSO.

2.3. EL ADVERBIO CUALIFICATIVO.

2.4. PROCEDIMIENTOS EXPRESIVOS COLOQUIALES DE ATENUACIÓN DE LA CUALIDAD Y EL MODO.

  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DEL GRADO

3.1. EL GRADO: MORFEMA CONSTITUTIVO DEL ADVERBIO Y DEL ADJETIVO.

3.1.1. EL MORFEMA DE GRADO EN EL ADJETIVO.

3.1.2. EL MORFEMA DE GRADO EN EL ADVERBIO.

  1. LA CANTIDAD, LA CUALIDAD Y EL GRADO EN LAS ESTRUCTURAS COMPARATIVAS Y CONSECUTIVAS.
  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LA CANTIDAD.

2.1. EL MORFEMA DE NÚMERO: SINGULAR Y PLURAL. EL DUAL.

El morfema de número es la marca morfológica para expresar la cantidad. Pero el significado del número plural no es único. Podemos ver entonces, particularidades semánticas que ofrece el número en castellano:

El primer caso, es el plural de clase. Con nombres de materia, sustancia, cualidad, etc. (en general, incontables), el plural toma valor clasificador en tipos o clases representativas de la materia, sustancia, cualidad, etc. que el singular evoca. Vino (que en singular designa materia y es incontable) tiene su plural vinos (ejemplo, los vinos andaluces).

Los nombres que designan entes únicos no aceptan el plural en su rigurosa significación. Esto ocurre con palabras como lo nombres de virtudes, cualidades, etc. (fe, esperanza, bondad, avaricia, pereza…), corrientes ideológicas, épocas históricas, materias de estudio, etc. Lo mismo ocurre con algunas palabras como caos, norte, este, oeste, sur, zodíaco, etc. Cuando estas palabras son empleadas en plural toman un sentido concreto y material.

El plural no informativo es el que no añade información y no es mas que un mero recurso estilístico. Establecemos siete posibilidades:

a) Nombres colectivos que aluden a conjunto de personas: gentío, auditorio, gente, turba

b) Nombres que evocan realidades extensas o compuestas. El plural no tiene valor cuantificador y son equivalentes la forma singular y plural para representar la misma realidad: baba(s), fiesta(s), escalera(s), etc.

c) El plural ha servido para derivar de un adjetivo o un adverbio un nuevo sustantivo: bienes (de bien), alrededores (de alrededor)…

d) Palabras cuya forma en plural aporta un nuevo significado: celo/celos, honor/honores, letra/letras, etc.

e) Formas inmóviles en plural sin formas singulares a las que oponerse: comestibles, enseres, modales, mientes, etc.

f) Sustantivos que aluden a realidad que constan de dos o más partes o elementos: gafas, intestinos, medias, tijeras, etc.

g) Saludos y expresiones de buen deseo o de tiempo aproximado: buenas tardes, buenas noches, a comienzos de, a fines de, etc.

También podemos ver que el habla tiene recursos sintácticos para expresar pluralidad por medio del singular:

a) La sinécdoque por la que un nombre en singular significa todos los individuos de su clase: Todo aquel alumno que no venga a clase será castigado.

b) Nombres contables acompañados de tanto, mucho: No he visto tanto pájaro en mi vida.

2.2. LOS CUANTIFICADORES O CUANTITATIVOS.

Los numerales son cuantificadores que expresan un valor numero exacto y preciso desde la subjetividad del hablante. Se dividen en los siguientes grupos:

– cardinales: indican cantidad precisa (uno, dos, tres…)

– ordinales: indican numero jerárquico de orden (primero, segundo, tercero…)

– partitivos: dividen el contenido semántico del sustantivo (cuarto, quinto…)

– multiplicativos: multiplican el contenido semántico del sustantivo (doble, triple…)

Alcina y Blecua diferencian los numerales de los cuantificadores, a los que ellos llaman cuantitativos. Estimamos que es mas lógico incluirlos en el mismo grupo y establecer dos subclases dentro de este: numerales e indefinidos. No obstante, la clasificación de estos autores es la siguiente:

– Gradativos: expresan la gradación de cantidad, numero o intensidad con que se toma una determinada realidad: mucho, bastante, poco, demasiado, etc.

– Existenciales: introducen en el discurso lo que no existe o lo que existe y, o no tiene nombre, o no se quiere nombrar: alguien, algo, nadie, nada

– Intensivos: mas, menos, tan, tanto… Se hacen por comparación con otra realidad.

2.3. EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL DE CANTIDAD.

Los adverbios son las únicas unidades que sin la ayuda de ningún otro elemento pueden desempeñar la función de complemento circunstancial; en consecuencia, cualquier otra palabra que vaya a desempeñar tal función necesita de la ayuda de las preposiciones. Pero, existen ciertos sustantivos y adjetivos que desempeñan esta función adverbial sin el concurso de las preposiciones.

2.3.1. Adjetivos en función de complemento circunstancial de cantidad.

Hay un tipo de adjetivos que se convierten en adverbios de cantidad con la sola ayuda del articulo neutro lo: Corrió lo habitual. Vivió lo justo. Lloraron lo normal.

Igualmente, lo multiplicativos triple y doble pasan a funcionar como adverbios cuantitativos, con los requisitos de ir en singular y precedidos de la forma masculina del articulo: Actualmente se publica el triple. Antes hacía mucho deporte pero ahora hace el doble.

Algunos adjetivos calificativos pasan a funcionar como adverbios mediante la inmovilización del genero y numero: La quiere infinito. Le dio fuerte. Trabaja duro.

2.3.2. Sustantivos en función de complemento circunstancial de cantidad.

Parece que casi todos los sustantivos que pueden ocupar el lugar de los adverbios sin incorporar preposiciones, se utilizan para indicar un grado de cantidad “máximo”: Pedro y Juan trabajan cantidad. Mis amigos leen mogollón. Esto pesa tela.

Los mas numerosos, forman grupo con el indefinido un, que a veces añade valor de énfasis a la significación cuantitativa: A mi hermano los estudios le interesan un comino (“nada”). Se pasaron un pelín (“un poco”). La niña ha crecido un horror (“mucho”).

2.3.3. Locuciones y expresiones adverbiales cuantitativas.

Los nombres que las originan suelen lexicalizarse de tal manera que la preposición que los capacita para adquirir el comportamiento adverbial no puede sustituirse por otra: Lo pasamos de miedo (“muy bien”). Se encuentran de maravilla (“muy bien”). Discuten a menudo (“mucho, frecuentemente”).

Algunas locuciones pueden venir expresadas por un adjetivo, acompañado o no de articulo: Le zurró de lo lindo (“muchísimo”). Lo pasaron en grande (“muy bien”).

2.4. LA EXPRESIÓN DE CANTIDAD EN LA LENGUA COLOQUIAL.

2.4.1. Expresión de las grandes cantidades.

2.4.1.1.Procedimientos morfosintácticos.

La estructura articulo+sustantivo+proposicion adjetiva se utiliza con mucha frecuencia, situando el sustantivo que ha de ser magnificado en su cantidad como núcleo del sintagma. El efecto es que no solo puede expresar la cantidad sino también la cualidad de una cosa: ¡El miedo que está pasando!, ¡Las historias que me contaron!.

Las estructuras la de… y una de… son resultado de la perdida del sustantivo cantidad entre el articulo y la preposición: ¡Le voy a dar una de tortas!.

La construcción la mar de… puede funcionar incidiendo sobre un sustantivo o un adjetivo: Vimos la mar de cosas bonitas.

2.4.1.2.Procedimientos léxico-semánticos

Podemos mencionar la gran facilidad del lenguaje coloquial para crear términos que sustituyan a los cultos un sinnúmero de, infinidad de y multitud de.

Nos ha hecho un montón de gracia.

Ese chico es una barbaridad de listo.

Juan sabe una burrada de inglés.

2.4.2. Expresión de cantidades ínfimas o de la idea de “nada”

2.4.2.1.Procedimientos mofosintácticos.

El adjetivo maldito, -a se adjunta a cualquier sustantivo para producir este efecto: Maldita la gracia que me hace.

Mediante la determinación de los numerales dos, tres, cuatro, los sustantivos usados para encarecer el escaso valor de una cosa: No vale tres pitos.

2.4.2.2.Procedimientos léxico-semánticos.

La idea de nada se encarece enfáticamente mediante comparaciones con objetos sin valor, identificándola con ellos. De esta forma, la expresión A mi me importa un bledo produce mayor efecto que A mí no me importa nada.

Con bledo alternan otros muchos sustantivos: un comino, un pepino, un pimiento, un pito, etc.

A menudo se asocian con la estructura sintética me (te, le…) importa…o a otras de parecido significado.

  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE LA CUALIDAD

2.1. EL ADJETIVO CALIFICATIVO

Significativamente, el adjetivo designa una cualidad. Esta designación la establece funcionalmente por medio de la incidencia sobre el sustantivo. Esto sucede porque el sustantivo posee una significación independiente, mientras que la del adjetivo es dependiente o eferente.

Distinguiremos el adjetivo calificativo interno o epíteto, que no añade cualidad sino que subraya una cualidad inherente, como en la fría nieve, frente al adjetivo calificativo externo o restrictivo, que añade cualidad y restringe la extensión del valor semántico del sustantivo, como en la nieve sucia.

2.2. LOS ADJETIVOS DE DISCURSO

Para expresar una cualidad de un sustantivo, no siempre contamos con un adjetivo de lengua. Incluso, cuando este existe, no se adapta con precisión a la cualidad que se quiere expresar. Por ello existen los llamados adjetivos de discurso.

En los ejemplos:

El mensajero le trajo una noticia estupenda.

El mensajero le trajo una noticia de su esposo.

El mensajero le trajo una noticia que todos esperaban.

Vemos como lo subrayado constituye un modificador del sustantivo “noticia”. La razón de esta posibilidad múltiple está en la capacidad combinatoria de los signos lingüísticos: si no existe la palabra, podemos expresar la idea mediante un sintagma; si el sintagma no es suficiente, podemos recurrir a una oración.

2.3. EL ADVERBIO CUALIFICATIVO

Aunque lo mas frecuente es que las modificaciones producidas por el adverbio sean intensivas, no es raro que expresen también modificaciones cualitativas: groseramente serio, ridículamente tacaño

Esta doble modificación puede ejercerla el adverbio sobre otro adverbio: Lo hizo muy mal.

Podemos observar varios subgrupos dentro de los adverbios cualificativos:

– Adverbios en –mente: el grupo mas numeroso esta formado por adjetivos neutralizados en femenino singular con el constituyente –mente. Casi todos estos adverbios, por su componente fijo, son de modo. Sin embargo, en algunos casos, son localizadores de tiempo: actualmente, últimamente, previamente…

– Adjetivos adverbializados: se produce con un número reducido de adjetivos en relación con determinados verbos. Los casos mas frecuentes:

a) Con verbos como decir, hablar, cantar… donde está implícito el concepto de voz, los adjetivos alto, bajo, claro, quedo, recio. Nuestra tía habló a todos, rápido y alto.

b) Verbos como expresarse, hablar, explicar, ver… con el adjetivo claro: Al fin vio claro la lucha que le esperaba.

c) Verbos como andar, pisar, dar, golpear… con adjetivos como firme, fuerte, rápidoMi hermano llegó pisando fuerte.

d) El adjetivo derecho con verbos de movimiento: Vino derecho a mi.

e) Los adjetivos primero y alto, con el sentido de “en primer lugar” y de “antes” y con el de “arriba”, respectivamente.

– Adverbialización de adjetivos sustantivados con “lo”: Actúan introducidos por preposición o separados por pausa del resto del enunciado. Formas como: lo primero, lo segundo, lo ultimo, lo alto, lo bajo

– Otras adverbializaciones: de adjetivos como bárbaro, negras, moradas, o de sustantivos como bomba y fenómeno en la lengua coloquial con la construcción pasarlo y pasarlas: Aquí vamos a pasarlo bomba.

– Formas especiales: son los adverbios bien, mal, medio y recién, relacionados con los adjetivos bueno, malo, medio y reciente.

2.4. PROCEDIMIENTOS EXPRESIVOS COLOQUIALES DE ATENUACIÓN DE LA CUALIDAD Y EL MODO.

El uso del atenuante en la conversación coloquial española es una estrategia conversacional. La mayor o menor presencia de estos atenuantes depende del tipo de negociación que se lleve a cabo y del fin de la misma.

Nos vamos a centrar tan solo en los atenuantes de la calificación, bien en el adjetivo, bien en el adverbio modal. Veamos los siguientes ejemplos:

Es morenito de piel con la nariz larguita; es feillo, donde se aprecia el uso repetitivo del diminutivo.

Lo encuentro algo raro. En esta oración el modificador adverbial algo atenúa la calificación del adjetivo. Venía algo mareado.

Es un poco tacaño. Idéntico valor al anterior puede adquirir poco.

Está como muy gordo. Como se convierte a veces en muletilla repetida constantemente.

  1. LA EXPRESIÓN LINGÜÍSTICA DE GRADO.

La gramática tradicional fija tres grados a los que llama positivo, comparativo y superlativo.

3.1. EL GRADO: MORFEMA CONSTITUTIVO DEL ADVERBIO Y DEL ADJETIVO.

3.1.1. El morfema de grado en el adjetivo.

3.1.1.1.Formación interna del superlativo absoluto.

El castellano hereda la formación latina mediante derivativos, que se añaden directamente al positivo tomado íntegramente (cordial/cordial-ísimo) o bien, desprendido de sus morfemas categorizadores o de algún sonido (brev-e/brev-ísimo).

Los adjetivos que terminan en consonante –on y –or añaden –císimo. Bribón/briboncísimo o hablador/habladorcísimo.

También pueden producirse alternancias lexemáticas. En muchos casos, el morfema lexemático tiene dos realizaciones distintas: una para el positivo y otra para el superlativo. Veamos algunos casos:

a) En uno y otro morfema hay alternancia o/ue y e/ie. Cierto/certísimo.

b) Hay alternancia –bl- /-bil- en los adjetivos que proceden de los latinos en –bilis. Noble/nobilísimo.

c) Hay diferencias en su consonantismo. Sagrado/sacratísimo.

d) Particular caso de los adjetivos benévolo, benéfico, magnífico y munífico, que forman los superlativos benevolentísimo, beneficentísimo, magnificentísimo y munificentísimo.

Son formaciones características de la lengua popular las realizadas mediante prefijación. Al prefijo re- se le suelen añadir derivados como rete- y requete- y además sobre-, super-, extra- y archi-: reguapa, requetebuena, archiconocido

Resulta abundante la agrupación del superlativo en -ísimo con el refuerzo muy: muy altísimo.

Hay una tendencia general en la lengua a igualar por analogía todas las diferencias lexemáticas entre positivo y superlativo. Son adjetivos con dos superlativos amigo/amicísimo y amiguísimo; pobre/paupérrimo y pobrísimo.

3.1.1.2.Formación perifrástica del superlativo absoluto.

Se consigue por medio de su agrupación con el adverbio muy. También se consigue el mismo efecto con adverbios en –mente con los que se enfatiza la expresión: extraordinariamente, bárbaramente, etc.

3.1.1.3.Comparativos de formación interna.

De los comparativos latinos se conservan en nuestro léxico: mejor, peor, mayor, menor, exterior, inferior, superior, posterior, interior, ulterior y prior. Aunque sólo los cuatro primeros pueden considerarse comparativos de bueno, malo, grande y pequeño.

Los adjetivos inferior y superior pueden tomar significado semejante a mejor/peor. Mientras como situacionales existen en introducción con a y como sinónimo de calidad pueden aceptar que: Un piso superior al tuyo (situación y calidad)/ Un piso superior que el tuyo (calidad solamente).

3.1.1.4.Comparativos sintácticos.

Desde un punto de vista sintáctico podemos destacar cuatro formas de comparativo:

– Comparativo de inferioridad: Pedro es menos alto que Juan.

– Comparativo de igualdad: Luis es tan listo como vago.

– Comparativo de superioridad: Elena está mas guapa que el año pasado.

– Comparativo de excelencia: absoluto (Juan es el mas alto) y relativo (Juan es el mas alto de la clase)

3.1.2. El morfema de grado en el adverbio.

La invariabilidad con la que se define al adverbio no es absoluta, pues admite (además de los morfemas de aumentativo y diminutivo) el morfema de grado, tanto comparativo (más cerca de…) como superlativo (muy cerca, cerquísima…).

  1. LA CANTIDAD, LA CUALIDAD Y EL GRADO EN LAS ESTRUCTURAS COMPARATIVAS Y CONSECUTIVAS.

Marcos Marín establece un subapartado especial, dentro de la subordinación adverbial, para las que él llama cuantitativas, que son las comparativas y consecutivas. Estas proposiciones no solo informan sobre la cantidad, sino también lo hacen sobre la cualidad.

En ellas cabe distinguir los siguientes constituyentes:

a) El intensivo cuya fuerza hay que valorar.

b) La base de valoración, que puede ser un verbo, un adjetivo, un adverbio o un sustantivo que se valoran por el número, o la intensidad o el modo.

c) Un elemento marcado por que, que produce otro elemento de la oración sobre el que se sobrepone la estructura valorativa. Se suele llamar a este elemento segundo término de la comparación, cuando la valoración es comparativa.

* Ejemplos de construcciones comparativas en que la base de valoración puede ser de varios tipos:

El hijo ha leído mas libros que su padre.

El hijo era más rápido en la lectura que su padre

El hijo leía más que su padre.

* Ejemplos de construcciones consecutivas en que la base de valoración puede ser de varios tipos:

El hijo leía tantos libros que se volvió loco

El hijo era tan rápido en la lectura que acababa las novelas al momento.

El hijo leía tanto que se volvió loco.

  1. BIBLIOGRAFÍA.

Alcina Franch, Juan y Blecua, José Manuel: Gramática española.

Gili Gaya, Samuel: Curso superior de sintaxis española.

Lamíquiz, Vidal: Lingüística española.

Marcos Marín, Francisco: Curso de Gramática española.

Seco, Manuel: gramática esencial del español. Introducción al estudio de la lengua.