Tema 20–Expresión de la aserción

Tema 20–Expresión de la aserción

LA OBJECIÓN, LA OPINIÓN, EL DESEO Y LA EXHORTACIÓN.

ESQUEMA

  1. LA ASERCIÓN.

1.1. PROCEDIMIENTOS LINGÜÍSTICOS PARA LA EXPRESIÓN DE LA ASERCIÓN

1.1.1. EL VOCATIVO Y EL PRONOMBRE PERSONAL SUJETO

1.1.2. EL ADVERBIO

1.1.3. LA ENTONACIÓN: LA INTERROGACIÓN RETÓRICA Y LA EXCLAMACIÓN

1.1.4. LA INTERJECCIÓN

1.1.5. LA SUBORDINACIÓN ADVERBIAL CAUSAL, CONSECUTIVA Y FINAL

1.2. OTROS PROCEDIMIENTOS COLOQUIALES PARA LA “EXPRESIÓN AFECTIVA”

  1. LA OBJECIÓN

2.1. COORDINACIÓN ADVERSATIVA

2.2. YUXTAPOSICIÓN. COORDINACIÓN COPULATIVA

2.3. SUBORDINACIÓN CONCESIVA

  1. LA OPINIÓN

3.1. LA EXPRESIÓN DE DUDA

3.2. LA EXPRESIÓN DE PROBABILIDAD

3.3. LA SUBORDINACIÓN A UN VERBO DE PENSAMIENTO O DE DICCIÓN

3.4. LA INTERJECCIÓN SINTOMÁTICA

  1. EL DESEO

4.1. LA MODALIDAD DESIDERATIVA

4.2. EL DESEO EN EL SALUDO

4.3. OTRAS MANIFESTACIONES COLOQUIALES DEL DESEO

  1. LA EXHORTACIÓN

5.1. LA EXHORTACIÓN EN LAS MODALIDADES EXHORTATIVA E INTERROGATIVA

5.1.1. EL IMPERATIVO

5.1.2. LA ENTONACIÓN INTERROGATIVA

5.1.3. EL MODO SUBJUNTIVO

5.1.4. EL INFINITIVO

5.1.5. OTROS PROCEDIMIENTOS

5.2. LA INTERJECCIÓN APELATIVA

  1. LA ASERCIÓN

Según el Diccionario de la Real Academia, la aserción es la acción y efecto de afirmar o dar por cierta alguna cosa. La aserción se da en las llamadas oraciones de modalidad enunciativa.

1.1. PROCEDIMIENTOS LINGÜÍSTICOS PARA LA EXPRESIÓN DE LA ASERCIÓN

1.1.1. El vocativo y el pronombre personal sujeto

La función de vocativo parece estar unida a la función apelativa y por consiguiente a la exhortación. Sin embargo, un vocativo es posible, en teoría, en cualquier modalidad oracional y asociado a cualquier función del lenguaje. Ello no impide que podamos destacar aquí su papel para reafirmar un juicio: Nicolás, esta vez no te escapas.

Algo parecido ocurre con el pronombre personal en función de sujeto, innecesario siempre por la presencia de morfemas verbales: Esta vez no te escapas.

Ambos procedimientos pueden combinarse y así aumentar el énfasis de la aserción: Nicolás, esta vez tú no te escapas.

1.1.2. El adverbio

1.1.2.1. Los adverbios de afirmación

Una oración no necesita ningún adverbio para ser afirmativa. Por eso, la presencia del simple adverbio sí da especial énfasis a un mensaje: Esta vez te he sorprendido. A menudo la conjunción que refuerza ese valor: Esta vez sí que te he sorprendido.

Muchos adverbios en –mente intensifican el valor de una afirmación: Se trata, indudablemente, de un plagio.

1.1.2.2. Los adverbios de negación

En el caso de las oraciones enunciativas negativas, hay que buscar algo mas que un adverbio de negación para encontrar ese énfasis que hemos considerado necesario. Así, en algunos casos la acumulación de uno de estos adverbios, o de un pronombre o determinante con valor negativo (nada, ningún, nadie) y un adverbio, producirá esa intensificación en la negación: No volveré a hablar nunca con ese hombre.

1.1.3. La entonación

La modificación del esquema tonal normal se convierte con frecuencia en un procedimiento de reafirmación de un juicio. Tiene especial importancia el uso de la llamada interrogación retórica. Si preguntamos sin intención de que nos contesten y tampoco respondemos nosotros mismos, es porque la respuesta se supone obvia.

1.1.4. La interjección

La interjección es una parte del discurso que desempeña función de sustituto de oración o de secuencia textual.

Según la Gramática de la Lengua Española de Alarcos, las interjecciones pueden dividirse en tres tipos, de acuerdo con su función comunicativa: interjecciones onomatopéyicas, apelativas y sintomáticas. En este momento veremos las primeras.

– Interjecciones Onomatopéyicas: las que muestran lo que ya está designado por otras unidades de la lengua. Suelen ser adaptaciones fonemáticas de ruidos o acciones: El lechero llamó… rin… rin… Rin

1.1.5. La subordinación adverbial causal, consecutiva y final.

Otro procedimiento para asegurar un juicio es citar su causa, expresarlo como consecuencia de otro ya sabido o indicar su finalidad. En estos casos, nos encontramos ante los tres tipos de subordinación adverbial expresados:

– Subordinada causal, generalmente en indicativo: No será grave su dolencia, pues ayer lo vi en el teatro.

– Subordinada consecutiva, también en indicativo: Ayer lo vi en el teatro; así pues, no será grave su dolencia.

– Subordinada final, en infinitivo o subjuntivo: He estado dos noches sin dormir para terminar el trabajo.

1.2. OTROS PROCEDIMIENTOS COLOQUIALES PARA LA “EXPRESIÓN AFECTIVA”

La expresión afectiva refleja el afán del hablante por influir de un modo persuasivo sobre el interlocutor. Veremos algunos procedimientos que pueden encontrarse a nivel coloquial:

– Anteposición de pues a la negación o afirmación: Pues sí / Pues no.

– La repetición del enunciado de una pregunta como forma de respuesta afirmativa: ¿Se lo vas a contar a todo el mundo? – A todo el mundo.

– La forma “petrificada” ¡ya lo creo!.

– Para la negación: ¡quita!, ¡por Dios!… O respuestas con ¡que ni que…!: ¡Que pastel ni que narices!

– La ironía: lo enunciado aparece en forma contraria a lo que se piensa: ¡Pues sí que nos hemos lucido!.

  1. LA OBJECIÓN

2.1. COORDINACIÓN ADVERSATIVA

Las coordinaciones adversativas suelen dividirse por su significado en dos grupos: correctivas y excluyentes. Sin embargo, ambas clases coinciden en mostrar contraposición:

– Las correctivas presentan una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, pero no incompatibilidad. Se usan con este valor las conjunciones pero, mas, aunque, menos, excepto, salvo, etc. No tenía dinero, pero supo arreglarse.

– Las excluyentes presentan incompatibilidad entre ambas proposiciones, de modo que la afirmativa excluya totalmente a la negativa. Utilizan las conjunciones sino y antes, y las locuciones mas que, antes bien y que no. Este libro no es una tesis doctoral, sino más bien todo lo contrario.

2.2. YUXTAPOSICIÓN. COORDINACIÓN COPULATIVA.

Consideramos la posibilidad de objeción mediante la coordinación copulativa, pues para que esta lo sea también desde el punto de vista del significado, es necesario que lo juicios o términos copulados sean todos afirmativos o todos negativos. Si no es así, se produce una contrariedad parcial o total entre ellos: Lo busco y no lo encuentro.

2.3. SUBORDINACIÓN CONCESIVA

El nexo mas frecuente es la conjunción aunque, que plantea a veces problemas por su confusión con el nexo adversativo. Alarcos llama a la función de las concesivas con aunque de “modificador oracional”, por su susceptibilidad de aparecer en cualquier punto de la oración. Conseguiré mi propósito, aunque sea por las malas.

  1. LA OPINIÓN

3.1. LA EXPRESIÓN DE LA DUDA

Es obvia la correspondencia de la opinión con la modalidad enunciativa dubitativa. En estas oraciones, el modo subjuntivo refuerza el sentido subjetivo, ya presente por las partículas dubitativas: Acaso tengas razón / Tal vez venga / Quizás sea tarde.

Otra forma de expresar la duda es mediante una subordinada sustantiva dependiente de un verbo principal que exprese esta idea: Dudo que venga.

3.2. LA EXPRESIÓN DE LA PROBABILIDAD

Siguiendo el criterio de Marcos Marin, pueden ser de dos tipos, según se construyan o no con perífrasis verbales.

– Las primeras llevan el verbo en futuro, o en condicional cuando se refieren a un hecho pasado: Serán las siete. Tendría unos veinte años.

– Las segundas se construyen con las perífrasis poder + inf. Y deber de + inf.: Esto puede ser verdad / Esto debe de ser verdad.

3.3. LA SUBORDINACIÓN A UN VERBO DE PENSAMIENTO O DICCIÓN

La forma mas clara de manifestar que nuestro mensaje es una opinión es decirlo expresamente mediante la subordinación a un verbo como pensar, creer, opinar, decir, manifestar, etc.

A menudo se consigue un “efecto de modestia” trasladando estas oraciones al pasado: Yo pensaba que estarías a gusto en esta habitación.

3.4. LA INTERJECCIÓN SINTOMÁTICA.

Anteriormente, hemos hablado de los tres tipos de interjección considerados por Alarcos. Nos toca ahora definir las interjecciones sintomáticas: manifiestan en primer lugar el estado de animo del hablante sobre lo que comunica. A veces incluyen algún componente representativo o apelativo. Podemos ver los siguientes ejemplos:

Ah. Respuesta de comprensión de lo dicho antes.

Ay. Señala dolor, sobresalto, lamentación, protesta.

Bah. Suele aparecer como manifestación contraria a lo expresado.

  1. EL DESEO

4.1. LA MODALIDAD DESIDERATIVA

Las formas verbales para la expresión del deseo son:

– El condicional: Me gustaría ir a América / Me iría a América ahora mismo.

– El presente de subjuntivo: con “ojalá” (Ojalá todo salga bien) o con un “que” dependiente de un verbo principal de “deseo” (Deseo que tengas un buen viaje)

4.2. EL DESEO EN EL SALUDO

Cuando decimos a alguien “Buenos días” le estamos expresando nuestro deseo de que los tenga. En estos saludos parece haber desaparecido la función expresiva para dejar paso a la función fática: el verdadero sentido de estas oraciones aparentemente desiderativas es comprobar el buen funcionamiento del canal.

4.3. OTRAS MANIFESTACIONES COLOQUIALES DEL DESEO

– Ciertos usos del imperativo: Vete de paseo / Id a freír espárragos

– Ciertos complementos circunstanciales: Ese coche me gusta con locura.

– Verbos de especial significación: Me muero por las aceitunas

– Modos para expresar lo que “se aborrece”: Fulanita me pone de los nervios.

  1. LA EXHORTACIÓN

5.1. LA EXHORTACIÓN EN LAS MODALIDADES EXHORTATIVA E INTERROGATIVA

Tanto en la modalidad oracional exhortativa como en la interrogativa el hablante espera una respuesta del oyente: es decir, lo exhorta a que realice “algo”. Si la respuesta esperada es lingüística, estamos ante una modalidad interrogativa. Si, en cambio, se espera una respuesta no lingüística, nos encontramos ante una modalidad exhortativa.

La función del lenguaje predominante en estos mensajes será la apelativa.

5.1.1. El imperativo

El modo imperativo es el primero de los recursos de la exhortación, presente en las dos modalidades mencionadas:

Come de una vez (modalidad exhortativa)

Dime lo que sepas de la poesía barroca (modalidad interrogativa)

5.1.2. La entonación interrogativa

Una interrogación puede ser vehículo tanto para una modalidad exhortativa (ejemplo A) como interrogativa (ejemplo B):

A) ¿Te importaría salir de mi habitación?

B) ¿Qué te ha contado mi hermana?.

La oración interrogativa puede formularse directamente (¿Qué hora es?) o haciéndola depender de una forma verbal, de modo que corresponda a la línea melódica enunciativa: Dime que hora es.

5.1.3. El modo subjuntivo

En el español solo hay formas propias del imperativo para la segunda persona. Para la primera y tercera toman las del presente de subjuntivo: Hagámoslo nosotros.

El subjuntivo se convierte en un modo intensivo para la exhortación, por cuanto se emplea con apelación reiterativa: Dime quien ha sido. Que me lo digas.

5.1.4. El infinitivo

Es un vulgarismo corriente la utilización del infinitivo con valor de imperativo para la segunda persona del plural: venir por venid, callaros por callaos.

Si es correcto el uso del infinitivo para exhortar con la preposición a: ¡A dormir!

5.1.5. Otros procedimientos

Sería fácil encontrar intención apelativa en otros mensajes que no respondan a los modelos antes mencionados. Proponemos dos de ellos:

– El verbo en futuro: Vendrás mañana a las ocho.

– Ciertas perífrasis verbales: Ya puedes ir pensando en cambiar de empleo.

5.2. LA INTERJECCIÓN APELATIVA

Recogemos aquí el tercer tipo de las interjecciones, según Alarcos. Son las que se destinan primordialmente a apelar al interlocutor, bien para llamar su atención, bien para tratar de imponerle alguna actitud; entre ellas hay que incluir las unidades que se utilizan al saludar: Hola, Adiós

¡Chist, silencio!

¡Eh, tú, golfo, ahueca!

  1. BIBLIOGRAFÍA

Alarcos Llorach, Emilio: Gramática de la lengua española

Gili Gaya, Samuel: Curso superior de sintaxis española

Lamíquiz, Vidal: lingüística española

Marcos Marín, Francisco: Curso de gramática española