Tema 35–Didáctica de la literatura.

Tema 35–Didáctica de la literatura.

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0. INTRODUCCIÓN

El siguiente tema tiene como cometido principal exponer algunas ideas básicas sobre el desarrollo de las competencias lectora y sociocultural a través de la literatura. En el papel de una parte del Currículo de Lengua Castellana y Literatura en la Educación Secundaria Obligatoria, estas nociones sirven como punto de referencia en el proceso enseñanza-aprendizaje para el encuentro con nuestra lengua y nuestra literatura a partir de textos y los recursos literarios y estilísticos necesarios para entenderlas. Es importante mencionar que todos los componentes de este tema son estructuras que constituyen objetivos, contenidos, metodología y evaluación en el área de Lengua Castellana y Literatura.

Puesto que la lectura es un proceso de aprendizaje, la literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto de producciones creadas de una nación, de una época o de un género. Así pues, en el proceso de enseñanza, se tratará de llevar la misma al aula con el fin de inculcar los principales movimientos literarios, así como las principales obras literarias.

1. COMPRENSIÓN DEL HECHO LITERARIO

Rafael Lapesa, en su Introducción a los estudios literarios, inscribe el estudio de la literatura entre los estudios sobre las “bellas artes” y la define (a partir de una concepción aristotélica) como “arte que tiene por instrumento la palabra”.

Una buena didáctica de la literatura debe comenzar por presentar a los alumnos todos los posibles sentidos y valores que puede tener la literatura como disciplina y el hecho literario en general para mejorar la comprensión lectora que, a su vez, permitirá la reconstrucción del significado de un texto escrito, literal, inferencial y críticamente.

En ese sentido, la educación literaria tiene el fin de formar lectores capaces de establecer la eficaz interacción entre el texto y el lector que conduzca a este a la comprensión-interpretación y a la valoración estética de las producciones culturales y literarias. La concepción didáctica de la educación literaria – teniendo en cuenta las orientaciones cognitivas y la funcionalidad de los conocimientos previos – toma como eje la actividad del lector y los procesos de la recepción.

a. La literatura como lenguaje

Se trata de un lenguaje especial. Predomina en él la función poética (Jakobson): el propio mensaje literario busca la atracción sobre sí mismo. Es el lenguaje connotativo (Hjemslev). En él están, además, presentes anormalidades y figuras retóricas (Todorov) que afectan todos los niveles del lenguaje y que lo hacen más expresivo y bello.

b. La literatura como gozo de lectura

La base de toda literatura radica en el placer que alguien obtiene leyendo lo que otro ha escrito.

c. La literatura como conocimiento

La literatura es “una técnica de conocimiento” igual que la física, la psicología o la pintura”. Esta técnica del conocer se da fundamentalmente en la novela.

d. La literatura como hecho social

Muchos autores y críticos literarios han preferido abordar la literatura como reflejo de las maneras de vivir y comportarse de los grupos que componen una sociedad (Lukaás).

e. La literatura como comunicación

La literatura es un tipo de comunicación especial: el emisor es el autor, el receptor, es el lector, el canal es un libro; pueden existir innumerables contextos, tantos como situaciones en las que un lector en un determinado estado de ánimo o en un lugar concreto abra las páginas de un libro. Finalmente, el mensaje es estético.

f. La literatura como perduración

La literatura es el producto lingüístico que está destinado a permanecer en el tiempo tal y como ha sido creada.

g. La literatura como juego

Se ha hablado en reiteradas ocasiones de la función lúdica de la literatura. En el análisis de textos literarios podemos percibir este aspecto jovial y de simpatía que a veces tiñe a la creación literaria.

2. DIDÁCTICA DE LA LITERATURA: OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS

La Didáctica de la Literatura es el acercamiento crítico a la creación literaria que debe realizar el docente para, después, ser detallado minuciosamente a los alumnos. El docente debe dominar los conocimientos del crítico sobre teoría y crítica literarias, así como de literatura, para realizar un comentario oportuno, sin olvidar que su principal objetivo es despertar el interés de los alumnos.

El objetivo esencial de una didáctica moderna de la literatura es que el alumno lea, comprenda y sea capaz de crear literatura. El alumno ha de entender la literatura como el arte de la palabra y de la comunicación, y debe valorarla como la vivencia o el sentimiento de alguien que supo introducirse en un texto por medio de palabras.

Dentro de la ESO y el Bachillerato, los objetivos generales que se persiguen deben ajustarse a estos presupuestos. Según Álvarez Aranguren, son:

clip_image003 perfeccionar el conocimiento y uso del lenguaje, tomando los textos literarios como modelo.

clip_image003[1] reconocer por sus características un texto dado.

clip_image003[2] incrementar la capacidad de observación, reflexión, análisis, crítica y comunicación.

clip_image003[3] utilizar la improvisación, espontaneidad y creatividad.

clip_image003[4] valorar el lenguaje literario como fuente de riqueza lingüística.

clip_image003[5] disfrutar de la lectura y escritura como enriquecimiento personal.

clip_image003[6] analizar, comentar y producir textos literarios.

clip_image003[7] reconocer y analizar los elementos característicos de los mass media.

Por otro lado, también siguiendo a Álvarez Aranguren, los objetivos específicos son los siguientes:

clip_image002 iniciarse en la escritura creadora para manifestar el propio pensamiento.

clip_image002[1] asimilar el esquema de comentario de textos y aplicarlo.

clip_image002[2] reconocer y aplicar los elementos de cada género literario.

clip_image002[3] disertar críticamente acerca de temas expuestos en clase.

clip_image002[4] ampliar sus conocimientos mediante consultas personales.

clip_image002[5] seguir de forma activa las explicaciones de clase.

clip_image002[6] leer libros de literatura siguiendo un esquema dado.

clip_image002[7] disertar sobre las lecturas razonándolas objetivamente.

clip_image002[8] encuadrar el texto en las coordenadas de su autor.

clip_image002[9] enfocar el fragmento literario hacia posibles conexiones con los contenidos de otras asignaturas (interdisciplinariedad).

3. DIDÁCTICA DE LA LITERATURA: ¿QUÉ ENSEÑAR?

En la ESO los contenidos específicos de la literatura contienen estas subdivisiones:

1. La literatura como producto lingüístico y estético.

2. La literatura como instrumento de transmisión y creación cultural y como expresión histórico-social. Autores y obras relevantes de los períodos literarios.

3. Los géneros literarios. Obras.

En el Bachillerato, los contenidos de Literatura, según el MEC, deben girar en torno a los siguientes núcleos temáticos:

1. El hecho literario como hecho cultural.

2. Las formas literarias.

3. La narración.

4. La lírica.

5. El teatro.

Estos bloques temáticos son susceptibles de generar desarrollos y secuenciaciones muy variadas en cada diseño curricular. Los contenidos que no deben faltar en cualquier propuesta de secuencia son:

A. La literatura como producto lingüístico y estético: diferenciar entre el lenguaje literario y el no literario.

B. La literatura como instrumento de transmisión y de creación cultural contextualizar la obra literaria, características de cada época histórica y grandes épocas literarias.

C. Los géneros literarios: narrativo, lírico, dramático y ensayístico.

4. DIDÁCTICA DE LA LECTURA: ¿CÓMO ENSEÑAR?

La Didáctica de la Literatura es el acercamiento crítico a la creación literaria que debe realizar el docente para, después, ser detallado minuciosamente a los alumnos. El docente debe dominar los conocimientos del crítico sobre teoría y crítica literarias, así como de literatura, para realizar un comentario oportuno, sin olvidar que su principal objetivo es despertar el interés de los alumnos.

En principio, el texto objeto de comentario ha de ser breve, si tenemos en cuenta que disponemos de una hora de clase, tiempo en el que debemos leerlo y ofrecer breves notas introductorias que aclaren y faciliten la labor del comentario. Éste debe ser oral tanto por parte del profesor, que debe exponer su visión del texto y sus conclusiones, como por parte de los alumnos, que deben expresar en todo momento su opinión.

Asimismo, uno de los procedimientos para conseguir esta participación es una versión de la mayéutica socrática, consistente en hacer preguntas clave sobre el texto para que así el alumno, al contestar, considere un hallazgo propio la conclusión a la que ha llegado, considerando el comentario como algo personal. La clase de comentario debe plantearse como algo intenso, de ahí la necesidad de reducir el objeto de estudio y de conseguir la colaboración del alumnado, colaboración que alejará la frialdad de la tradicional exposición magistral y que hará considerar las conclusiones de dicho alumno como propias.

El comentario escrito debe reservarse para el nivel universitario, aunque en niveles anteriores puede ser una buena excusa para obligar a utilizar los mecanismos de la expresión escrita mediante paráfrasis o resúmenes del argumento. En cuanto al desarrollo expositivo del comentario, debe comenzarse con una pequeña introducción en la que el docente señale el autor (si se conoce), la época y las características de la obra a la que pertenece el fragmento señalado. Tras esto viene el análisis propiamente dicho, que debe respetar con todo rigor la lógica interna del comentario, ciñéndose al texto y procediendo siempre de forma ordenada.

Una vez observada sus características, ha de procederse a aplicar el método de comentario que más se ajuste a las mismas, para que los resultados sean satisfactorios. Por ejemplo, si comentamos la métrica de un poema, tenemos que hacer hincapié en que es un medio para expresar algo, del mismo modo que al abordar las figuras retóricas no podemos limitarnos a dar un listado de complicados nombres, sino que debemos profundizar en su función dentro del texto. Por otra parte, es necesario centrarse en aquellos elementos que sean en verdad esenciales, para prolongarlo después, pero no indefinidamente, a otros aspectos complementarios. Por último, el comentario debe cerrarse con una conclusión en la que el alumno valore los logros expresivos del texto.

Así pues, en resumen, la mejor estrategia metodológica para entender y valorar los textos literarios es el comentario de textos. El texto leído en un determinado momento y por un alumno determinado puede suscitar distintas sensaciones, valoraciones novedosas respecto a los que ha tenido hasta un momento dado. La finalidad última del comentario ha de ser la de generar una respuesta. El proceso de comprensión cristaliza cuando el alumno emite su propia respuesta crítica. Es bastante cierto que “cada texto exige su propio comentario”. No obstante, presentamos dos modelos conocidos:

Ø E: Correa Calderón y F. Lázaro Carreter: Cómo se comenta un texto literario

I. Lectura atenta del texto

II. Localización

III. Determinación del tema

IV. Análisis de la forma partiendo del tema

V. Determinación de la estructura

VI. Conclusión

Ø El comentario de textos, Edit. Castalia

1. Información sobre el texto: fijar su autenticidad, comprenderlo y encuadrarlo en la obra a la que pertenece.

2. Interpretación del texto: contenido y expresión.

3. Valoración del texto: simbología, sentido histórico-social y valor poético.

5. LA EDUCACIÓN LITERARIA

El término “educación literaria” está íntimamente relacionado con la competencia literaria, que es definida por Aguiar e Silva como un saber que permite producir y comprender textos. Según este autor, se trata de un modelo elaborado a partir de la gramática del texto y no mediante una gramática literaria de la frase. Así pues, nos proporciona una visión en la que la unión de lectura y escritura son las claves para la adquisición de la competencia literaria. Por ello, entran en juego la adquisición de hábitos de lectura, así como la capacidad de disfrute, además, de diversos aspectos de tipo estético, cognoscitivo, lingüístico y cultural, sin olvidar que la literatura influye grandemente en la educación en valores.

5.1. Valores en la educación literaria

Los valores son referencia para la formación del comportamiento humano desde un punto de vista socio-educativo. Desde el punto de vista pedagógico son referencia para el desarrollo y el crecimiento humano dentro de un determinado grupo social. Así que es conocido que los valores existen y son necesarios para la vida en sociedad. La lectura, interpretación y valoración de las obras literarias supone una serie de valores que el alumno debe conocer con el propósito de aumentar:

clip_image007 El enriquecimiento de su competencia lingüística.

clip_image007[1] El conocimiento de vivencias originales.

clip_image007[2] El afianzamiento de su personalidad y el desarrollo de sus facultades críticas.

clip_image007[3] El acceso a la cultura del pueblo en que se concibió la obra.

clip_image007[4] La excelente plataforma para el aprendizaje de otros saberes.

clip_image007[5] La comprensión de la íntima relación entre la literatura y la vida.

clip_image007[6] La apreciación de valores estéticos y la creación de una sensibilidad hacia las cosas bien hechas.

clip_image007[7] La creación de una conciencia social y preocupación por los problema humanos.

5.2. Los caminos para llegar a la literatura

Que los alumnos se interesen por la lectura es el objetivo a seguir. Para ello es necesario utilizar todas las herramientas metodológicas necesarias para aprovechar lo que puedan tener de incitación al acercamiento de la literatura y lograr que el alumnado lea por el placer de leer

Algunos de estos instrumentos son los siguientes:

a. la literatura infantil: la poesía popular, el cuento, las piezas teatrales breves…

b. el teatro en el aula.

c. la asistencia a representaciones teatrales.

d. las visitas literarias.

e. la audición de textos literarios.

f. la elaboración de recitales de poesía.

g. la producción de textos literarios.

h. la realización de un periódico o revista escolar.

5.3. La literatura y el cine. La literatura y los medios de comunicación. La literatura y el cómic. La literatura y la publicidad.

Tradicionalmente, el sistema educativo se ha ido adaptando a los cambios socioculturales de manera más o menos acompasada. La literatura, el cine, la publicidad, como sistemas de comunicación, que son, están presentes en nuestras vidas usando todos los medios a su alcance y generando y reproduciendo conocimiento.

Sin embargo, como herramientas metodológicas, tendremos que tener muy claro el uso que le vamos a dar a estos sistemas y a su procedimiento de aplicación. Dentro de las clases de literatura habrá que servirse de la prensa, la radio, el cine y otros medios para fomentar el gusto por la lectura. A veces, el valor de una obra literaria se produce cuando se contempla alguna película basada en un guión que procede de dicha obra literaria.

El uso de la prensa en el aula no debe quedarse en el ámbito de la producción, sino que debe servir para que el alumno, a través de la lectura y el comentario de diarios y revistas pueda estar pendiente de la actualidad y en contacto con los temas de lengua y literatura.

A través de la radio se ejercita principalmente el lenguaje oral. Una de las actividades que se pueden llevar a cabo es la audición de un programa de radio sobre temas literarios. O bien, se puede simular en el aula un estudio de radio y elaborar un guión sobre un autor literario.

El cómic también es útil para comprender obras literarias. Sin embargo, en muchos casos se ha trivializado, a través de una progresiva tendencia hacia la violencia, lo erótico, la ciencia-ficción, etc.

Es también muy evidente la relación de la publicidad con la literatura. El lenguaje publicitario es muy rico en figuras retóricas que amplían su ámbito fuera de la literatura, Por un lado, los mensajes publicitarios suelen tener un rasgo consustancial a la literatura: la connotación (conjunto de significados asociados a la palabra).

Finalmente, lo más interesante en el proceso de selección de medios, es tener la posibilidad de poner en práctica las ideas didácticas para aprender diferentes contenidos, además de activar la interacción, la expresión oral y la comprensión lectora.

6. CONCLUSIÓN

A lo largo de este tema hemos visto la didáctica de la literatura (la educación literaria) en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura. Estas cuestiones y el lenguaje en general suponen un papel importante en cómo los alumnos aprenden una asignatura. Por ese motivo, en contraste con los métodos deductivos tradicionales de enseñanza, los procesos actuales permiten a los estudiantes ser conscientes de sus medios de aprendizaje, siempre envueltos en un proceso significativo dentro del marco y contexto educativos.

Consecuentemente, como educadores, podemos utilizar todo tipo de recursos, como videos, casetes, transparencias, canciones o la gran cantidad de métodos de enseñanza de los que nos proveen las Tecnologías de Información y Comunicación. Por supuesto, esto no quiere decir que los profesores deban rechazar los textos, libros y métodos tradicionales siempre que estos presenten un acercamiento al tema a tratar. Como resultado, todos estos recursos deben ser un balance que dote de importancia a cada estrategia didáctica en la educación del estudiante.

7. BIBLIOGRAFÍA

AGUIAR e SILVA, V. M. (1986). Teoría de la literatura. Gredos: Madrid.

ÁVAREZ ARANGUREN, L. (1992). Enseñanza de la lengua y la literatura en la educación secundaria. Ediciones Rialp: Madrid.

LÁZARO CARRETER, F. y E. CORREA CALDERÓN. (1970). Cómo se comenta un texto literario. Anaya: Salamanca.