Unidad Didáctica Música La actividad musical como compensadora de desigualdades.

Unidad Didáctica Música La actividad musical como compensadora de desigualdades.

Esta unidad didáctica se desarrolla en cuatro sesiones y tiene como objetivo la participación de todos los alumnos. En clase trabajamos con dos niños hipoacúsicos con un grado de sordera moderado. A través del trabajo grupal se pretende que estos alumnos sean bien aceptados e integrados por todo el grupo y que éstos, a su vez, se incorporen con normalidad en las actividades que se realizan.

1ª sesión: Bailamos juntos.

  1. Tocar a…
 
 

Se pretende favorecer el contacto físico entre los alumnos, así como crear un clima de trabajo activo, pero ordenado.

    1. Con música enérgica nos desplazamos por el espacio del gimnasio corriendo, de espaldas, girando, bailando, etc. Al parar la música se da una orden que todos han de cumplir de inmediato. Por ejemplo: toca a alguien que lleve algo azul, que lleve pelo largo, pendientes, zapatillas de deporte, chándal, etc.
  1. Las cadenas.
 
 

Con esta actividad nos preparamos para la danza que haremos a continuación, y dejamos un espacio para la experimentación con distintos pasos que después podremos añadir a nuestra coreografía.

    1. Con la música de la danza que bailaremos a continuación los alumnos, en grupos de ocho se cogen de la mano y se numeran dentro de cada grupo. Comienzan a caminar con un paso determinado tirando el número uno del resto. A la voz de otro número se cambia el paso (inventado por ellos) y caminan guiados por el nuevo número.
  1. Farandola.
 
 

Interpretación colectiva de una danza en fila donde se pueden participar todo tipo de alumnos, en especial los que en esta unidad didáctica nos ocupan.

    1. Colocación: 8 a 10 bailarines forman una cadena en cuyo extremo izquierdo se sitúa la cabeza de la fila.
    1. Pasos:

i. Parte A: andar, empezando por el pie izq., hacia la izquierda, realizando una de las figuras

ii. Parte B : saltar, empezando por el pie izq.

    1. Compás: 2/4.
    1. Figuras:

i. Lazo: el número uno pasa por debajo de cualquier arco, sin parar el movimiento de la fila.

ii. Ojo de aguja: los números uno y dos hacen un arco, mientras el número tres deja la mano de “dos” y pasa por debajo. El número uno se une al final, siendo ahora “tres” el nuevo jefe y “dos” el último.

iii. Arcos: todos forman arcos. El número uno pasa por debajo del arco de “dos” y “tres”, y sigue entrelazando. Cada persona sigue el movimiento, volviéndose hacia delante o hacia atrás, según la dirección del movimiento.

iv. Caracol: el número uno realiza una espiral, en el centro forma un arco con “dos”, quien se vuelve hacia atrás y los dos llevan su mano por encima de la fila, deshaciendo la espiral.

v. Cadena: dos filas se encuentran de frente y pasan por el hombro izquierdo y derecho, alternando hasta salir de la cadena y formar otra vez las filas.

  1. El instrumento musical humano.
 
 

Se busca un clima de relajación y tranquilidad donde los alumnos disfrutan de un masaje colectivo, además de la escucha expresiva de la música.

    1. Con música suave y relajante y en grupos pequeños de siete a diez niños. Un niño o niña se tumba en el suelo mientras el resto de compañeros se sentarán a su alrededor y le pondrán las manos de forma suave en la frente, los hombros, brazos, manos y pies. Los niños se asegurarán de que el compañero esté cómodo y tranquilo, cerrará los ojos y se relajará. Los compañeros, sentados a su alrededor, le darán golpecitos en el cuerpo con las yemas de los dedos al ritmo de la música. Después de uno o dos minutos ocupará otro niño el lugar del anterior.

2ª Sesión: El Tío Pep.

 
 

Se pretende que a través del contacto físico los alumnos con problemas de audición sientan el ritmo de una canción en su propio cuerpo y sean capaces de relacionar éstos ritmos con una melodía.

  1. El teléfono.
    1. Los niños y niñas se sentarán en círculo. El profesor o profesora pedirá a uno de ellos que piensen una canción y que, sin decir nada, reproduzca con golpecitos el ritmo de los primeros compases de la canción sobre la espalda del compañero o compañera que se siente a su lado. Éste hará lo mismo, con el ritmo que haya percibido, en la espalda del compañero o compañero que se siente a su lado, y así sucesivamente. El juego deberá continuar hasta que el ritmo pase por todos los jugadores y jugadoras del grupo.

Cuando el ritmo llegue a la última jugadora o jugador, éste deberá reproducir el ritmo con palmas para que el profesor o profesora y lo compañeros lo comparen con el ritmo original. Tras ello, el juego continuará con un nuevo ritmo.

  1. Canciones rítmicas.
 
 

Montaje de una canción e instrumentación de una canción popular, buscando la participación activa e integradora de alumnos con necesidades educativas especiales.

    1. A partir del ritmo de una canción popular Valenciana “El tio Pep” los alumnos aprenderán por imitación el texto y a continuación la melodía.
    2. Se analizarán los ritmos repetidos en la canción y los alumnos discapacitados, con mayor dificultad para entonar la canción, acompañarán ésta con un ostinato rítmico en los instrumentos de altura indeterminada.
    3. Análisis del texto de la canción.
    4. Con una guitarra y los instrumentos de placas se realizará el acompañamiento armónico de la melodía.

3º sesión: Quien mal anda mal acaba.

 
 

La expresión corporal y sonora con un lenguaje no verbal le abre a los alumnos nuevas posibilidades de comunicación, siendo, además una vía ideal para la integración de alumnos discapacitados.

  1. Representar un refrán.
    1. El educador dividirá a los niños y niñas en dos equipos de tres o cuatro miembros. Por turnos, asignará a cada equipo una ficha con un refrán conocido escrito en ella. El equipo tendrá cinco o diez minutos para prepararse. Después deberá representar el refrán con sonidos (o con sus propias voces). El resto de los equipos tendrán que intentar adivinar el refrán.
    1. Ejemplos de refranes:

i. Perro ladrador poco mordedor.

ii. Agua que no has de beber déjala correr.

iii. El que tiene boca se equivoca.

iv. Dime con quién andas y te diré quién eres.

v. No por mucho madrugar amanece más temprano.

vi. A palabras necias oídos sordos.

vii. No hay peor sordo que el que no quiere oír.

viii. Ojos que no ven, corazón que no siente.

ix. Al mal tiempo, buena cara.

x. La cara es el espejo del alma.

    1. Análisis de los textos de los refranes.
    1. A partir de los refranes los alumnos crearán un ritmo para cada un de ellos.
    1. Polirrítmia prosódica con los ritmos de los refranes.
    1. Montaje instrumental de una pieza creada sobre los ritmos superpuestos de los refranes anteriores.

4ª Sesión: nos ponemos en el lugar del otro.

  1. Bailar ciegos:
    1. Se forman parejas, donde uno de los miembros de la pareja será el guía y el otro, el niño o niña con los ojos tapados, será la persona a la que el compañero o compañera deberá guiar por la sala. A continuación, el guía cogerá las manos de su compañera o compañero y lo llevará por toda la habitación siguiendo una música suave. Después de un minuto, los miembros de la pareja intercambiarán sus papeles.

Los alumnos comentarán cómo se han sentido sin poder ver, y que grado de confianza han depositado en la pareja.

  1. ¿Qué están diciendo?
    1. Colocamos unos auriculares a un alumno para que le impida escuchar la conversación que una pareja mantiene. El niño que lleva los auriculares debe leer los labios de los que están hablando para tratar de descubrir de qué tema se habla. Esta actividad también se puede hacer descubriendo una canción.
  1. Labios sellados:
    1. Se entrega a los alumnos una tarjeta con un dibujo de un instrumento, el título o la letra de una canción. Los niños deben explicar al resto de que se trata pero sin posibilidad de hablar, únicamente utilizando gestos. El alumno que adivina el tema en cuestión pasa a ser ahora el que explica al resto del grupo su tarjeta.