Tema 1 – La realidad social. Ámbitos de intervención social. Evolución y modelos de intervención. Los servicios socioculturales y a la comunidad. Aspectos actitudinales de la intervención.

Tema 1 – La realidad social. Ámbitos de intervención social. Evolución y modelos de intervención. Los servicios socioculturales y a la comunidad. Aspectos actitudinales de la intervención.

INTRODUCCIÓN

Formamos parte de una sociedad industrial caracterizada por las grandes revoluciones tecnológicas que han producido una enorme incidencia en todos los ámbitos en los que se desenvuelve la vida del hombre. Estamos en una sociedad en la que se valora la eficiencia y las realizaciones concretas. En este sentido los que trabajan en el campo social corren el gran riesgo de involucrarse en la pasión de “hacer”.

Los ámbitos de intervención son muy amplios. La declaración de los derechos humanos nos ofrece una perspectiva sin fin. En cada uno de los artículos de la declaración podemos descubrir posibles acciones necesarias para hacer realidad los principios teóricamente aceptados.

Después de un breve recorrido histórico por la evolución de la intervención nos adentraremos en el análisis de los modelos de intervención. Destacaremos la importancia de la intervención socio-cultural y a la comunidad poniendo relieve a los protagonistas del proceso participativo. Hay que sistematizar el trabajo que realizamos a través de proyectos sociales.

Es necesario llevar acciones concretas con las comunidades con las que trabajamos, pero más importante es preguntarse qué finalidad pretendemos conseguir con ellas. Es necesaria una reflexión constante.

  1. LA REALIDAD SOCIAL.

Algunos de los elementos que definen la sociedad postindustrial en la que nos encontramos son:

La rapidez de los cambios, tecnológicos, científicos, económicos, políticos y sociales. Todo ello hace que aparezca una nueva mentalidad y una nueva manifestación cultural

Desarrollo tecnológico e informático, es necesario el aprendizaje de muchos lenguajes. Incremento del consumo y materialización de las relaciones entre las personas, valoración de los resultados, producción masiva de bienes de consumo, búsqueda de rentabilidad inmediata, competitividad.

Incremento del tiempo libre y preocupación de llenarlo creativamente

Necesidad de educación permanente, se extiende a lo largo de toda la vida e intenta el desarrollo personal , social y profesional

Crecimiento de la población urbana, ha traído consigo graves problemas sociales como barrios marginales, delincuencia, drogadicción, desarraigo afectivo. Se han perdido los valores tradicionales.

Foso o brecha cultural existente entre diferentes estratos sociales, grandes disparidades que se dan en el acceso y disfrute de los bienes culturales.

La elevación progresiva del nivel de vida de los ciudadanos de los países desarrollados en las últimas décadas, la consolidación del acceso de la mujer al mundo laboral y el descenso de la natalidad y consiguiente incremento de la población anciana, unido a una mayor sensibilidad social hacia los menos favorecidos, configuraron las estructuras y políticas del Estado del Bienestar.

Las características más relevantes de la realidad social:

· Su complejidad, la realidad social está compuesta por diferentes factores

· Su dinamicidad, ya que existe un cambio constante en ella

· Su imprevisibilidad, por la aparición de problemas inesperados

· Su ambivalencia, al contradecirse diferentes fenómenos y situaciones

· Su herencia cultural, aspectos que incorporan conductas y tradiciones

· No neutralidad del contexto social, está cargado de valores, normas, actitudes, etc.

  1. ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN SOCIAL.

Intervención Social es una acción programada y justificada desde un marco legal y teórico, que se realiza sobre un colectivo o individuo, trabajando los perfiles psicoevolutivos y los sectores sociales con un doble fin: mejorar su situación generando un cambio social, eliminando situaciones que generen desigualdad.

También se puede definir como conjunto de prácticas referidas a colectivos sociales en situación social de exclusión, precariedad o indefensión.

Toda intervención social ha de estar orientada a la satisfacción de necesidades reales de individuos o colectivos.

Las medidas de integración social tienen dos requisitos básicos:

– Capacitar al individuo para ser autónomo e independiente

– Modificar la sociedad para ser accesible

En el sector de la Intervención Social se incluyen todas las actividades relacionadas con la garantía de los derechos individuales y colectivos, así como las actividades orientadas a crear las condiciones necesarias para el disfrute del ocio de forma participativa, activa y selectiva.

Los ámbitos de intervención que podemos considerar son:

Intervención cultural: se refiere a toda intervención que pretende favorecer el desarrollo, la difusión y el disfrute de cualquier tipo de producto cultural, sea éste de tipo histórico-artístico o generado por las personas de una comunidad. Se pretende, por tanto, un acceso continuo, activo y democrático a los medios de producción y a los recursos culturales. Existen al menos tres formas de intervenir.

– La aproximación a la producción cultural, esto es, la difusión de los métodos y técnicas que emplean las distintas artes para generar productos culturales y favorecer el proceso creativo en el conjunto de la sociedad, según preferencias y posibilidades individuales y colectivas.

– La dinamización y difusión del patrimonio cultural, que pretende el acercamiento, conocimiento y disfrute de los productos culturales relevantes, que forman parte de la tradición y la historia del país.

– La dinamización de la producción cultural y artística, que pretende favorecer el acercamiento de los creadores culturales de un entorno a su público potencial, ofreciéndoles recursos para dar a conocer su obra y para profesionalizar su actividad y asegurarle un mercado a sus productos.

Intervención socioeducativa/sociocultural: este modelo de intervención pretende que, a través de una utilización activa y con sentido comunitario del tiempo libre, las personas se relacionen y generen valores sociales como la tolerancia, la cooperación y la participación ciudadana. Las formas de intervenir se basan en:

– La educación en el tiempo libre, favoreciendo la generación de ofertas y paquetes de actividades destinados a distintos grupos sociales para que realicen actividades culturales, recreativas, lúdicas, de contacto y conocimiento de la naturaleza, etc…, que le permitan relacionarse personal y socialmente.

– La educación permanente de adultos, esto es, la organización de programas, proyectos y actividades encaminadas a favorecer el desarrollo personal a través del conocimiento, bien mediante acciones educativas formales o no formales.

– La dinamización de recursos personales de inserción social pretende dotar a las personas de los medios necesarios para conocerse a sí mismos, mejorar las habilidades sociales y conocer a las personas y contextos que se mueven a nuestro alrededor, de modo que mejoremos nuestra relación con los demás y seamos capaces de defender valores democráticos en nuestro comportamiento cotidiano; esto es esencialmente válido para una sociedad con una fuerte inclinación al individualismo y muy importante para las personas en situación de riesgo o marginación social.

– La promoción de la participación y la vida asociativa y mejora de las relaciones humanas, a fin de construir grupos activos que puedan generar comunidades que se preocupen por la situación de su entorno y trabajen para mejorarlo.

Intervención socioasistencial/socioterapéutica: este tipo de intervención se destina, fundamentalmente, a aquellas personas que por motivos de edad, sexo, origen étnico, enfermedad, discapacidad o pobreza no tienen los recursos personales ni materiales necesarios para su propia atención y desarrollo personal ni para su integración armónica y en condiciones de igualdad en el entorno social. Dicha intervención puede ir destinada a unidades de convivencia o a individuos particulares, bien a través de medios cerrados (instituciones, residencias,…), bien a través de medios abiertos (residencias asistidas, centros de día,..). Dicha intervención puede utilizar tres métodos diferentes, que, en ocasiones y para determinados casos, pueden ser complementarios:

– La intervención preventiva tiene por objeto evitar que aquellas personas o grupos que se encuentran en situación de riesgo social caigan en situaciones de deterioro personal o marginación social.

– La intervención compensatoria pretende facilitar los recursos personales, sociales, económicos y culturales necesarios para que cualquier persona pueda vivir en situación de igualdad y de respeto por sus derechos individuales en el entorno social en que se inserta su actividad cotidiana.

– Servicios que se prestan relacionados con el apoyo a la comunicación, como lo relativo a la interpretación de la lengua de signos española o de las Comunidades Autónomas y la guía interpretación para personas sordociegas.

– La intervención de ayuda y apoyo personal se centra en la prestación de aquellos servicios que faciliten la movilidad, el cuidado personal y doméstico y el acompañamiento de aquellas personas que por motivos de enfermedad, edad o discapacidad no pueden atender sus necesidades básicas o se encuentran en situación de soledad.

Intervención socioeconómica: esta estrategia de intervención pretende el desarrollo de las condiciones sociales y económicas necesarias para que las personas sean capaces de desarrollar habilidades ocupacionales y encontrar empleo. En el ámbito comunitario pretende favorecer las condiciones que permitan la creación de instituciones, empresas o actividades económicas que favorezcan el desarrollo de una comunidad, bien porque se encuentra deprimida económicamente, bien porque se encuentra castigada su población por el desempleo y la pobreza. Las formas de intervenir son la promoción ocupacional y el desarrollo local.

  1. EVOLUCIÓN Y MODELOS DE INTERVENCIÓN.

Los modelos de intervención surgen de la acumulación y sistematización de experiencias prácticas, y a partir del aporte de diferencias ciencias humanas. Se pueden destacar los siguientes:

a Modelo médico, parte de la concepción del hombre como unidad biopsíquica, su contenido teórico parte del conductismo y del enfoque psicoanalítico. La metodología que emplea es estudio, diagnóstico, tratamiento y evaluación.

a Modelo conductual, parte de las premisas de las teorías del aprendizaje, es útil para tratar situaciones en las que, por la diversidad de sus condicionantes no se puede acceder a una visión global de los problemas

a Modelo de competencia, Miguel Costa considera que para salir de las situaciones que hacen necesaria una intervención, las personas no necesitan tutela sino recursos. Deben resolver los problemas ellos mismos.

a Modelo de aprendizaje social, en este modelo existen diversas técnicas de entrenamiento de habilidades y de construcción de modelos sociales y de ensayo conductual.

a Modelo psicodinámico, tiende al tratamiento individual, aunque contempla la situación en que la persona se desenvuelve y trata de modificar la circunstancia por medio de la intervención directa o indirecta del profesional y de cambios producidos. Según Teresa Rossell las hipótesis que se pueden hacer son muchas sirven para obtener información previa.

a Modelo de investigación-acción-participativa, pone el acento en la participación de la población que ha de comprometerse en el proceso de descubrimiento y transformación de su realidad social.

El contexto imperante en España y en los países de la UE es el Estado Social y el Estado de Bienestar.

Se entiende por Estado de Bienestar el modelo de estado que se dispone a intervenir en la vida económica y social de cara a alcanzar mayores cotas de bienestar social y calidad de vida.

La intervención se sustenta en los principios de justicia, igualdad social y pluralismo político.

Al amparo del estado de Bienestar surge el Sistema Público de Servicios Sociales.

El proceso de integración europea se ha visto impulsado por factores estrictamente económicos que afectan a la concurrencia en el mercado único, mientras que las materias relacionadas con el bienestar social han quedado situadas en un segundo plano.

¿Qué se entiende por servicios sociales en la Unión Europea?

– Los sistemas legales y los sistemas complementarios de protección social, en sus diversas formas de organización (mutualidades o profesionales), que cubren los riesgos fundamentales de la vida como los relacionados con la salud, la vejez, los accidentes laborales, el desempleo, la jubilación o la discapacidad.

– Los demás servicios esenciales prestados directamente a la persona. Estos servicios ejercen una función de prevención y de cohesión social, y aportan una ayuda personalizada para facilitar la inclusión de las personas en la sociedad y garantizar la realización de sus derechos fundamentales. Incluyen, en primer lugar, la ayuda a las personas para afrontar retos inmediatos de la vida o crisis (endeudamiento, desempleo, toxicomanía o ruptura familiar). En segundo lugar, abarcan las actividades destinadas a asegurar que las personas posean las competencias necesarias para su inserción completa en la sociedad (rehabilitación o formación lingüística para inmigrantes) y, en particular, en el mercado laboral (formación o reinserción profesional). Estos servicios completan y sostienen el papel de las familias en los cuidados destinados, en particular, a los más jóvenes y a los mayores. En tercer lugar, forman parte de estos servicios las actividades destinadas a garantizar la inclusión de las personas con necesidades a largo plazo debidas a una discapacidad o a un problema de salud. En cuarto lugar, también se incluye la vivienda social, que permite un acceso a la vivienda a las personas con escasos ingreso.

Esta especificidad procede del carácter vital de las necesidades que han de satisfacer, garantizándose de este modo la aplicación de derechos fundamentales como la dignidad y la integridad de la persona. La consulta a los Estados miembros y a las organizaciones de la sociedad civil ha permitido deducir que, debido a este carácter, al ejercer su misión de interés general, los servicios sociales presentan una o varias de las siguientes características organizativas:

– Funcionamiento sobre la base del principio de solidaridad

– Carácter polivalente y personalizado que integre las respuestas a las distintas necesidades para garantizar los derechos humanos fundamentales y proteger a las personas más vulnerables

– Ausencia de ánimo de lucro

– Participación de voluntarios, expresión de una capacidad ciudadana;

– Integración marcada en una tradición cultural (local); en particular, esto se advierte en la proximidad entre el proveedor del servicio y el beneficiario, lo que permite tener en cuenta las necesidades específicas de este último

– Relación asimétrica entre prestadores y beneficiarios que no se puede asimilar a una relación «normal» de tipo proveedor-consumidor

Los servicios sociales constituyen un sector en plena expansión, tanto en materia de crecimiento económico como de creación de empleo, y también son objeto de un importante esfuerzo a favor de la calidad y la eficacia. Todos los Estados miembros han iniciado procesos de modernización de los servicios sociales para afrontar mejor las tensiones entre universalidad, calidad y viabilidad financiera. Aunque la organización de los servicios sociales sigue siendo muy distinta según los Estados miembros, se pueden establecer determinados aspectos generales de esta modernización:

– Introducción de métodos de evaluación comparativa, controles de calidad e implicación de los usuarios en la gestión

– Descentralización de la organización de servicios hacia el nivel local o regional

– Externalización de las áreas del sector público hacia el sector privado

– Desarrollo de colaboraciones público-privadas institucionalizadas y recurso a otras formas de financiación complementarias de la financiación pública.

Propician un clima favorable a una «economía social», marcada por el lugar importante que ocupan los prestadores sin ánimo de lucro, pero que ha de afrontar la exigencia de eficacia y transparencia.

El Fondo Social Europeo apoya numerosos proyectos para la calidad de los servicios destinados a la inclusión social y la integración mediante el empleo.

La implicación europea en lo relativo a los servicios sociales también se basa en la aplicación del Derecho comunitario. Esto se deriva de los procesos de apertura o diversificación iniciados por los propios Estados miembros, y que tuvieron como efecto que una parte creciente de los servicios sociales de la Unión Europea, gestionados hasta entonces directamente por las autoridades públicas, dependan en adelante de las normas comunitarias que regulan el mercado interior y la competencia. Esta implicación europea también va en el sentido de la modernización de los servicios sociales, mediante una organización y financiación más transparentes y eficaces. También ayuda a un incremento de la variedad y la calidad de los servicios.

La organización de un servicio público requiere el respeto del principio de no discriminación y del Derecho comunitario de contratos públicos y concesiones.

Un ejemplo de afloramiento de nuevos movimientos sociales es el de las ONG. Organizaciones que surgen, frente al estancamiento del asociacionismo convencional, como un asociacionismo activo y voluntario que se construye con estructura de red a partir de las iniciativas ciudadanas, con el fin de atender alguna necesidad no cubierta por el Estado de Bienestar.

  1. LOS SERVICIOS SOCIOCULTURALES Y A LA COMUNIDAD.

Entendemos por servicios a la comunidad el conjunto de actividades económicas destinadas a satisfacer las necesidades que una comunidad tiene, por lo que su organización y puesta en marcha están identificadas en el ideario democrático colectivo como prestaciones de las Administraciones Públicas. Ello no impide que en determinadas actividades el peso privado tenga gran importancia, bien porque no estaban consideradas como servicios esenciales, bien porque surgen por iniciativa de particulares.

Para configurar esta Familia Profesional, teniendo en cuenta la complejidad del sector y las diferentes visiones que sobre el campo de actividades se tiene, se ha tenido en cuenta la siguiente clasificación de Áreas Profesionales:

Þ Área Profesional de Intervención Sociocomunitaria: incluye aquellas profesiones que tienen como fin mejorar las relaciones humanas y sociales y construir tejido asociativo, utilizando para ello recursos utilizados frecuentemente por la población en su tiempo de ocio o necesarios para la construcción de vías de desarrollo comunitario. Estas profesiones las desempeña el TÉCNICO SUPERIOR EN ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL.

Þ Área Profesional de Integración Social: están presentes en esta área todas las profesiones que tratan a personas en situación de desvalimiento, riesgo o marginación social, orientadas a la rehabilitación personal, social, cultural y económica, desde intervenciones preventivas, compensatorias y de ayuda y apoyo personal. Asumen estas competencias el TÉCNICO SUPERIOR EN INTERPRETACIÓN DE LA LENGUA DE SIGNOS , el TÉCNICO SUPERIOR EN INTEGRACIÓN SOCIAL y el TÉCNICO EN ATENCIÓN SOCIOSANITARIA.

Þ Área Profesional de Atención a la Infancia: se incluyen todas las profesiones destinadas a atender las necesidades personales, sociales, asistenciales, lúdicas y educativas de los niños y niñas de 0 a 6 años. Es el TÉCNICO SUPERIOR EN EDUCACIÓN INFANTIL el capacitado para asumir estas profesiones.

  1. ASPECTOS ACTITUDINALES DE LA INTERVENCIÓN.

El agente social en la intervención incluye su ideología y valores, con los que se sitúa ante un hecho determinado y se le concede un valor específico.

Para conocer y comprender los sentimientos y el estado emocional del usuario se habla de empatía, como la capacidad de ponerse en lugar de otra persona sin identificarse plenamente con ella y conservando, por tanto, la capacidad de ayudarla.

Las actitudes a tener en cuenta en la intervención son:

Þ Dimensión cognitiva personal, se refiere a la capacidad global para actuar con un propósito y enfrentarse de forma eficaz con el medio.

§ Capacidad de iniciativa

§ Inteligencia despierta, estar atento a todo lo que está sucediendo

§ Habilidad

§ Realismo

§ Perseverancia

§ Tenacidad

§ Espíritu reflexivo

§ Imaginación

§ Sentido común

§ Capacidad analítica

§ Creatividad

§ Capacidad de improvisación

Þ Dimensión afectiva, afecto o sensibilidad ante las personas y disposición a prestar servicio

§ Madurez y equilibrio emocional

§ Capacidad de comprensión

§ Confianza en sí mismo

§ Seguridad, firmeza y confianza al realizar acciones

§ Tolerancia a la frustración y control de emociones

§ Autoestima

Þ Dimensión social y de relación, se refiere a las relaciones interpersonales que ponen en comunicación y ayudan a los miembros del grupo

§ Capacidad de diálogo

§ Confianza en la persona

§ Capacidad de organización

§ Espíritu democrático

§ Flexibilidad

§ Sociabilidad

§ Empatía y sensibilidad

§ Capacidad de compromiso social

Þ Dimensión moral, conjunto de facultades interiores que conciernen al respeto mutuo

§ Responsabilidad

§ Amabilidad

§ Solidaridad

§ Discreción

§ Objetividad

§ Imparcialidad

§ Honradez

7. CONCLUSIÓN

Este tema es muy general, afecta por igual a todos los ciclos y módulos de la familia de Servicios Socioculturales y a la Comunidad, se trata de tener un marco de referencia para centrar la labor de esta familia en la sociedad y como a partir del marco de referencia general de la intervención social, se van definiendo los diferentes ciclos formativos.

BIBLIOGRAFÍA

Documento de Servicios Socioculturales y a la Comunidad de la Junta de Andalucía.

Metodología de la intervención social. Isabel Gutiérrez

Ética de la intervención social. Alipio Sánchez Vidal. AÑO: 1999

HOMBRADOS, M.I., (1996). Introducción a la Psicología Comunitaria. Málaga: Aljibe.

LÓPEZ CABANAS, M. y Chacón, F. (1997). Intervención Psicosocial y Servicios Sociales. Madrid: Síntesis.

SÁNCHEZ, A., (1991). Psicología Comunitaria. Barcelona: PPU.

SÁNCHEZ, A., Y MUSITU, G. (1996). Intervención Comunitaria. Barcelona: EUB.

SEARLE, JOHN, R., (1997), La construcción de la realidad social, Ediciones Paidós Ibérica.