Tema 30 – Alimentación, nutrición y dietética. Necesidades según la edad (0-6 años). Alimentación equilibrada y planificación de menús. Errores alimenticios en la infancia. Trastornos infantiles en la alimentación, su abordaje. Las horas de comer: momentos educativos. Criterios de organización del comedor infantil.

Tema 30 – Alimentación, nutrición y dietética. Necesidades según la edad (0-6 años). Alimentación equilibrada y planificación de menús. Errores alimenticios en la infancia. Trastornos infantiles en la alimentación, su abordaje. Las horas de comer: momentos educativos. Criterios de organización del comedor infantil.

INTRODUCCIÓN

La correcta alimentación tiene una influencia decisiva en el desarrollo físico y mental del niño. El estado nutricional es la base fundamental tanto para promover la salud como para prevenir enfermedades.

En este tema veremos los conceptos básicos de alimentación, nutrición y dietética. Señalaremos la diferencia entre alimentación y nutrición. Es importante conocer las necesidades alimenticias de los niños de 0 a 6 años para planificar adecuadamente la dieta y contribuir así a su adecuado desarrollo.

Los errores alimenticios en la infancia, tanto por defecto como por exceso, pueden dar lugar a problemas tan actuales como la obesidad, gran tema de preocupación de la sanidad.

La hora de comer es un buen momento para adquirir hábitos y aprendizajes para una correcta alimentación a lo largo de toda la vida.

Y por último señalaremos algunos criterios para la organización del comedor para que sea un lugar agradable, de encuentro social y de aprendizaje de hábitos alimenticios.

  1. ALIMENTACIÓN, NUTRICIÓN Y DIETÉTICA.

Los organismos vivos para realizar sus funciones vitales precisan de alimentos. La alimentación es la forma de proporcionar al cuerpo los alimentos que necesita. Este proceso está mediatizado por una serie de factores (culturales, económicos, sociales, psicológicos y educativos), que influyen decisivamente en las costumbres alimenticias de los individuos.

Los alimentos son sustancias complejas que necesitan ser transformadas en sustancias más sencillas para su utilización por el organismo. Esto se consigue a través de la nutrición.

La nutrición es el conjunto de procesos gracias a los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Mediante la digestión los alimentos se transforman y mediante el metabolismo se convierten en calor y energía, para poder ser utilizados para el crecimiento y reparación de los tejidos.

Las sustancias nutritivas de que se componen los alimentos son: hidratos de carbono, grasas, proteínas, agua, sales minerales y vitaminas. Solo las tres primeras necesitan ser transformadas mediante la digestión, las tres últimas se absorben sin cambios químicos previos.

Los conceptos de alimentación y nutrición son distintos, la alimentación es consciente y voluntaria, la nutrición es involuntaria e inconsciente. Hay muchas formas de alimentarse y una sola de nutrirse.

Como la alimentación es voluntaria, es susceptible de ser educada, la nutrición no. La nutrición de una persona depende de su alimentación.

La dietética es la parte de la medicina que se ocupa de la alimentación, tanto en estado de salud como en enfermedades. La relación entre salud y alimentación es indiscutible. Es una ciencia reciente pero con gran repercusión sanitaria y social.

  1. NECESIDADES SEGÚN LA EDAD (0-6 AÑOS).

De 0 a 6 años coincide con el máximo periodo de crecimiento del niño, por lo que la alimentación deber responder a estas necesidades.

Las necesidades calóricas son proporcionales al peso y más importantes cuanto más pequeños:

· Desde el nacimiento: 105 a 120 calorías por Kg de peso y día.

· De 2 a 6 años: 1300 a 1800 calorías por día.

Hay que tener en cuenta que las necesidades calóricas están en función del gasto de energía que se realice.

Las necesidades de proteínas se sitúan entre:

· De 0 a 6 meses: 14 gramos.

· De 4 a 6 años: 20 gramos.

Los glúcidos deben representar de 60 a 100 gramos por día. Los lípidos deben constituir el 15% de la energía absorbida al día.

Cuando bajan las caloría procedentes de los glúcidos y lípidos, el organismo utiliza sus propias proteínas; por el contrario, el exceso de calorías se transforma en grasas.

Los lípidos y glúcidos aportan la energía necesaria para el crecimiento y la multiplicación de las células. No obstante, el consumo de ácidos grasos saturados (sobre todo de origen animal) debe controlarse a consecuencia de los riesgos cardiacos que comporta. Cuando el consumo de calorías es superior a su gasto se origina la obesidad.

Por otra parte, se ha demostrado que el consumo de ácidos grasos insaturados (contenidos en el aceite de oliva, pescado azul) disminuye el tipo de colesterol perjudicial.

La ingesta de cereales y todo tipo de fibras vegetales, aumenta la cantidad de celulosa, la cual favorece la digestión.

Las necesidades de agua también son importantes y es uno de los aportes indispensables para la vida.

Dependiendo de la edad se pueden distinguir varios períodos: (0-6 meses) se alimenta de la leche materna o maternizada; (6-12 meses) se le van introduciendo zumos, papillas, cereales, pastas, así como alimentos sólidos en pequeños trozos (carne, pescado, frutas, jamón york, tortilla francesa…); (A los 3 años) como ya estará aprendiendo a comer solo, podrá sumarse a las comidas de la mesa familiar; (3-6 años) las raciones aconsejadas son la mitad de las de un adulto y, en cuanto a la variedad, será total. Se aconseja, además de las 3 comidas principales, un yogur o pieza de fruta a media mañana y una merienda por la tarde.

  1. ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA Y PLANIFICACIÓN DE MENÚS.

Una dieta equilibrada consiste en consumir tanto en cantidad como variedad los alimentos suficientes para poder desarrollarnos con normalidad.

Los alimentos no son completos, es decir, ninguno aporta todos los nutrientes necesarios para el ser humano, excepto la leche y en una etapa determinada de la vida, por lo que con una dieta variada unos alimentos se complementan y suplementan con otros en cuanto a su aporte de nutrientes.

Al elaborar los menús hay que tener en cuenta:

® Las necesidades nutricionales

® El valor nutritivo de los alimentos

Los alimentos se agrupan en 7 grupos según su composición, formando con ellos una rueda que nos permite confeccionar dietas equilibradas.

Grupo 1: leche y queso (proteínas y calcio)

Grupo 2: carne, huevos y pescado (proteínas, hierro y vitaminas A y B)

Grupo 3: patatas, legumbres, frutos secos (hidratos de carbono, proteínas vegetales, minerales y vitaminas)

Grupo 4: verduras y hortalizas (vitaminas A y C)

Grupo 5: frutas (azúcares, vitaminas A y C y sales minerales)

Grupo 6: cereales, azúcar, pastas (hidratos de carbono)

Grupo 7: aceite, tocino, mantequilla, margarina (grasas y ácidos grasos esenciales)

Los grupos 1 y 2 son alimentos ricos en proteínas y calcio encargados de la formación y mantenimiento de los tejidos. Son alimentos plásticos.

Los grupos 4 y 5 son llamados reguladores, están presentes en las reacciones químicas de otras sustancias nutritivas.

Los alimentos de los grupos 6 y 7 son energéticos, muy ricos en calorías. Proporcionan la energía necesaria para la realización de la actividad metabólica.

En una dieta equilibrada debe haber:

50-60% de hidratos de carbono

30-40% de grasas

10-15% de proteínas

También las cantidades adecuadas de agua, minerales, vitaminas y fibra.

® Distribución adecuada de los alimentos

Desayuno 25%

Comida 30%

Merienda 15%

Cena 30%

Para empezar el día el desayuno debe ser una comida importante con aporte de lácteos, proteínas, cereales, fruta; y generalmente no lo hacemos bien.

Sería también recomendable tomar algo a media mañana, lo ideal sería una pieza de fruta.

® Las comidas deben ser variadas, evitando repeticiones innecesarias

® Utilizar alimentos con calidad nutritiva no guiarnos por la publicidad o comodidad. Evitar alimentos preparados artificialmente, no abusar de conservar, embutidos, bollería y favorecer el consumo de frutas y verduras (5 raciones al día)

  1. ERRORES ALIMENTICIOS EN LA INFANCIA.

Los errores en la alimentación pueden ser por defecto o por exceso. Por defecto puede ocasionar enfermedades por carencias. En exceso puede dar lugar a la obesidad

Los errores alimenticios pueden aparecer incluso en el embarazo, perjudicando en algunos casos su normal desarrollo.

Un error bastante extendido es obligar a comer al niño más que puede

Otro error es preguntar a los niños que quieren comer, la comida de los niños deben elegirla las personas que están a su cargo, no ellos porque el gusto de los niños siempre se inclina por alimentos muy dulces o muy salados, propio de su falta de conciencia en los efectos que esto produce.

Otro error es siempre dar lácteos de postre, no hay nada mejor que las frutas para un postre nutritivo, ya que los lácteos (sobretodo los postres y natillas) tienen mucho contenido de grasas y menos nutrientes básicos para el niño.

Es también un error ofrecer, con frecuencia, platos precocinados por la falta de tiempo.

Otros errores es sustituir la fruta natural por zumos envasados, hay que saber que los zumos envasados tienen conservantes y aditivos que realzan el sabor de las frutas, además de contener sólo un 8% de fruta en la elaboración. Es por esto que no suplantan a los zumos naturales exprimidos en casa y menos a la pieza de fruta.

Las meriendas con productos de bollería tienen altos niveles de grasas saturadas porque están hechos con harinas refinadas, lo que aumenta los niveles de colesterol y la obesidad. No se debe permitir el consumo diario de chucherías, bollos, bebidas gaseosas y azucaradas.

La comida no se puede utilizar ni como premio ni como castigo. Tampoco se puede premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos. Ni castigar al niño sin comida por si presenta alguna conducta desfavorable.

Otros defectos pueden venir influidos por valores culturales (hábitos alimenticios de la familia), económicos (nivel de recursos económicos) y psicológicos-sociales (no tener horarios para las comida…).

Un error muy común es festejar cualquier acontecimiento importante de la vida del niño ofreciéndole una “comida basura”.

  1. TRASTORNOS INFANTILES EN LA ALIMENTACIÓN, SU ABORDAJE.

Además de contemplar los aspectos de cantidad y calidad de la alimentación, la educación infantil debe asumir la relación afectiva que la rodea, lo cual es una variable importante y origen, en algunos casos, de conflictos y trastornos. Los más frecuentes relacionados con la alimentación son:

Anorexia: desgana por la comida o falta anormal de apetito. Puede aparecer entre los 5 y 8 meses (progresiva o súbitamente). Debido en algunos casos por cambios en la dieta (destete, introducción de nuevos alimentos,…). Pueden aparecer dos formas de anorexia:

· Anorexia simple: aparece como un trastorno reactivo pasajero.

· Anorexia mental grave: que conlleva otros trastornos como sueño, cóleras, espasmos de sollozos… Los vómitos son frecuentes y en estos casos es posible un retroceso somático, pero sin desarrollar una enfermedad específica.

Bulimia: constituye un grave trastorno. Apetito desmesurado. El sujeto que padece este trastorno ingiere gran cantidad de alimentos en poco tiempo.

Caries: en la aparición de la caries inciden la ingestión de alimentos azucarados, así como la falta de cuidado dental. La forma de abordarlo, es lo primero reduciendo las chucherías, se aconseja a los niños limpiarse bien la boca después de cada comida así como visitar al dentista con frecuencia.

Obesidad: a veces se produce por la actitud de la madre que impone el ritmo de alimentación sin tener en cuenta los deseos del niño/a. Otras causas pueden ser de tipo genético y de un inadecuado balance entre la ingestión de alimentos y su gasto. Asimismo, influyen en la obesidad las comidas a destiempo. En la etapa infantil el la forma de abordarlo es la prevención, llevar una dieta adecuada consultando con el pediatra, debe limitarse el consumo de bollería industrial, dulces, snacks, refrescos azucarados y promocionar el ejercicio físico.

Enflaquecimiento: proviene de una ausencia de alimentación, también por un inadecuado balance entre la ingesta y el gasto de alimentos. Cuando no se debe a la falta de alimentación, las causas generalmente son psicológicas, con lo cual estaríamos ante un caso de anorexia.

Picar: consiste en la ingesta persistente de sustancias no nutritivas. Los niños/as con este trastorno pueden comer pintura, yeso, cuerdas, papel… No hay aversión para comer cualquier cosa. Suele aparecer entre 1 y 2 años. El trastorno remite pronto, aunque en ocasiones puede persistir, lo cual indicaría la necesidad de tratamiento específico.

Rumiación: se manifiesta por la regurgitación repetida de comida, con perdida de peso o falta de aumento adecuado. Este trastorno suele asociarse a estados de irritabilidad y hambre entre los episodios de regurgitación. Se puede observar una posición característica de tensión forzada en la que se arquea la espalda y se echa la cabeza hacia atrás. También se pueden observar movimientos de succión, que dan la impresión de satisfacer considerablemente al niño/a. La incapacidad para alcanzar el peso que le corresponde y el desarrollo de una malnutrición grave dan lugar a un retraso en todas las esferas.

  1. LAS HORAS DE COMER: MOMENTOS EDUCATIVOS.

Los padres y educadores deben enseñar a los niños hábitos saludables respecto a la alimentación. La colaboración con las familias es muy importante, en este aspecto para tener criterios comunes.

Las horas de la comida en la escuela deben estar cuidadosamente planificadas ya que ofrecen grandes posibilidades educativas, propician el desarrollo de gran cantidad de hábitos, destrezas, actitudes, conceptos. Entre otros:

– Sensoriales (discriminación de sabores, olores, temperaturas)

– Motrices (dominio corporal, control postural, coordinación ojo-mano, destrezas y habilidades manuales, aprensión, masticación)

– Lingüísticos (ampliación del vocabulario)

– Sociales

– Conceptos (lleno/vacío, frío/caliente, mucho/poco)

Hay que formar desde el nacimiento buenos hábitos alimenticios, las rutinas son importantes en la adquisición de hábitos.

Los alimentos no deben cargarse de emotividad, no utilizarlos como premio o castigo.

Los educadores deben formarse y estar al día no solo en conocimientos dietéticos, sino también modificando y revisando su actitudes frente a la alimentación.

  1. CRITERIOS DE ORGANIZACIÓN DEL COMEDOR INFANTIL.

Los comedores escolares tienen un papel primordial en el aprendizaje de los buenos hábitos alimenticios. De ahí la importancia de una adecuada planificación y organización.

En el comedor se deben potenciar hábitos alimenticios, higiénicos, de autonomía y también es un acto social importante para el fomento de habilidades sociales.

Los educadores tienen que tener criterios comunes establecidos de antemano por consenso y reflejados en la programación. Tienen que adoptar una postura serena y firme ante los conflictos a la hora de la alimentación.

El ambiente es importante, tiene que ser agradable y sin tensiones.

El mobiliario debe estar adaptado a su altura, los niños deben estar agrupados por afinidad en mesas no muy grandes (de 4 aproximadamente). En cuanto al personal debe haber aproximadamente 1 educador cada 10 niños.

Cada niño debe disponer de un servicio completo, mejor con servilleta de papel, que es más higiénica.

La duración de las comidas será adecuada, teniendo en cuenta la variedad individual. Tener en cuenta también el apetito de cada niño. No obligar a comer por la fuerza, lo mejor es introducir los alimentos nuevos en pequeñas cantidades.

Tener en cuenta también los hábitos higiénicos, lavarse las manos antes y después de comer. Después de comer también lavarse los dientes.

En el comedor hay que extremar las medidas higiénicas por parte de todo el personal tanto en la preparación, como en la conservación y presentación. La presentación de los alimentos debe ser de la forma más atractiva posible.

Teniendo en cuenta su progresiva autonomía hay que ir progresivamente dejando que él coma solo, vaya utilizando adecuadamente los cubiertos, deje las cosas recogidas de forma adecuada. Si se cae algún alimento al suelo, retirarlo.

Si el educador come en el comedor tener en cuenta que debe funcionar como modelo.

Es fundamental el mayor contacto posible con los padres, mejor diario, puede ser a través de un cuadernillo que rellenaremos brevemente con las incidencias de la comida, o de palabra cuando los recojan. Deben conocer el menú para poder llevar una dieta variada y equilibrada en casa.

  1. CONCLUSIÓN

Este tema se relaciona con el ciclo de grado superior de Educación Infantil, y dentro de este ciclo con el módulo de Autonomía Personal y Salud.

BIBLIOGRAFÍA

Barton y Schmith. La salud de tu hijo. Editorial Planeta.

Busset, B. La anorexia. Inapetencia de origen psíquico en el niño y en el adolescente. Editorial Nueva Paidea

López Nomdedeu. Alimentación práctica para el hogar. Dirección general de Salud Pública/Ministerio de Sanidad y Consumo.

López Nomdedeu. Manual de alimentación para guarderías infantiles. Ministerio de Sanidad y Consumo

López Nomdedeu. Los alimentos. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Alimentación del niño en el primer año de vida. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Guía práctica de higiene alimentaria. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Hábitos alimenticios. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Los alimentos, alimentación y nutrición. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Manual para manipuladores de alimentos. Ministerio de Sanidad y Consumo.

Moore, C. La alimentación del niño. Editorial Medici.

Puella, M. y Kraan, C. Serie práctica para los padres de hoy. Editorial Espasa Calpe.