Tema 31 – Actividad física y mental y salud. Actividad y descanso. Necesidades y ritmos de sueño de 0 a 6 años: criterios educativos. La fatiga infantil. Trastornos del sueño, su abordaje. Diseño de espacios apropiados para el sueño.

Tema 31 – Actividad física y mental y salud. Actividad y descanso. Necesidades y ritmos de sueño de 0 a 6 años: criterios educativos. La fatiga infantil. Trastornos del sueño, su abordaje. Diseño de espacios apropiados para el sueño.

INTRODUCCIÓN

La actividad, ya sea física o mental, es una manifestación propia del ser humano y el eje de la vida escolar. Pero esta actividad genera la necesidad de descanso para mantener el equilibrio físico y psíquico de la persona. Si se provoca un desequilibrio se corre el peligro de caer en la fatiga.

El descanso se puede conseguirse mediante la inactividad o por medio de ocupaciones que resulten relajantes. Una forma fisiológica de descansar y de permitir la recuperación psicofísica es dormir.

En este tema veremos las necesidades y ritmos de sueño de los niños hasta los 6 años, de forma general aunque siempre hay que tener presentes las variaciones individuales.

Intentaremos señalar los principales trastornos del sueño y algunas pautas para evitarlos.

Es fundamental la creación de hábitos saludables de actividad y descanso, organizados en tiempos y espacios determinados y concretos. Por lo que señalaremos algunos criterios para que los espacios dedicados al sueño sean lo más apropiados posibles para este fin.

  1. ACTIVIDAD FÍSICA Y MENTAL Y SALUD.

La actividad física y mental tiene una influencia favorable en el desarrollo humano, siendo evidente que aquellas personas que realizan actividad físicas de forma regular y equilibrada tienen menos problemas de salud.

Entendemos por actividad física todo movimiento corporal producido mediante los músculos esqueléticos y que produce un gasto energético. El juego debe considerarse como una expresión de la actividad física. El juego constituye, durante la infancia, el principal medio de aprendizaje.

La actividad mental es una función del cerebro que tiene como fin la resolución de problemas a partir de una problemática. Son los procesos cognitivos que llevan al conocimiento de las cosas.

En la actualidad parece existir evidencia suficiente que pruebe que aquellos que llevan una vida físicamente activa pueden obtener una larga lista de beneficios para su salud:

– Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares

– Previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos

– Mejora el perfil de los lípidos en sangre (reduce los triglicéridos y aumenta el colesterol HDL).

– Mejora la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes

– Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.

– Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, uno de los más frecuentes y sobre el que al parecer existe mayor evidencia.

– Incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control del peso.

– Ayuda a mantener y mejorar la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria.

– Ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones, evitando la artrosis

– La actividad física y de forma especial aquella en la que se soporta peso, es esencial para el desarrollo normal del hueso durante la infancia y para alcanzar y mantener el pico de masa ósea en adultos jóvenes.

– Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.

– Mejora la imagen personal y permite compartir una actividad con la familia y amigos.

– Ayuda a liberar tensiones y mejora el manejo del estrés.

– Ayuda a establecer unos hábitos de vida cardiosaludables en los niños y combatir los factores (obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, etc.) que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta

  1. ACTIVIDAD Y DESCANSO.

Como ya he señalado la actividad es una manifestación propia del ser humano y es el eje de la vida de la persona en edad escolar. Pero toda actividad, ya sea física o psíquica, genera una necesidad que es la de descanso, es decir, la necesidad de mantener el equilibrio físico y psíquico de la persona, imprescindible para un desarrollo sano y positivo de la misma.

Todos los niños y niñas realizan muchas actividades durante el día y por tanto tienen derecho a descansar. Existen muchas maneras de hacerlo. Cuando hablamos de descanso, nos referimos al tiempo que destinamos a compensar el esfuerzo y el cansancio derivados de las actividades que vamos desempeñando durante todo el día.

Descanso y salud están ineludiblemente unidos, si queremos que el niño disfrute de una vida saludable. El no haber descansado lo suficiente puede irritarle, provocarle mal humor, cambiar sus relaciones con los demás, prestar menos atención en la actividad intelectual y bajar el rendimiento, también provoca caprichos y exigencias poco adecuadas.

Por tanto, al hablar de descanso, hablamos de distintas “acciones reparadoras” como son entre otras: el sueño, la relajación, la práctica de “hobbies” durante el tiempo libre, etc.

  1. NECESIDADES Y RITMOS DE SUEÑO DE 0 A 6 AÑOS: CRITERIOS EDUCATIVOS.

De entre los muchos medios para luchar contra la fatiga y reponer energías el sueño merece especial atención, puesto que supone un reposo de las estructuras cerebrales encargadas de la regulación y organización de todas las funciones vitales.

El sueño es un proceso fisiológico en el que se produce una reducción de las funciones de relación y un enlentecimiento de las funciones vegetativas. Esto no significa que la actividad del cerebro se paralice durante el sueño. El cerebro también se encarga de regular el sueño.

Está demostrado que el sueño procede por ciclos, de una duración aproximada de 2 horas, cada uno de los cuales presenta diversas fases de una duración aproximada de 20 minutos. Existen 2 tipos de sueño:

1) La fase REM (rapid eyes movement) o sueño paradójico, que se caracteriza por la aparición de movimientos oculares rápidos, respiración irregular y taquicardia, tiene como función la adaptación a las exigencias biológicas y fisiológicas. En niños de más de 2 años y en los adultos se da una relajación del tono muscular.

2) La fase no REM o sueño de ondas lentas, se caracteriza por una respiración y pulso normales y ausencia de actividad ocular y motriz. Se divide en cuatro periodos que van desde el sueño ligero al sueño más profundo. La función de esta fase es la de reposo físico y restauración proteica, con secreción de la hormona de crecimiento.

El sueño es cíclico, una noche de sueño típica comienza con la fase NO REM, desde el 1 al 4, deteniéndose más en la 2 y 3 (entre 70 y 100 minutos), luego se pasa a la fase REM y se completa el ciclo y vuelta a empezar.

El despertar espontáneo se produce de manera natural cuando el cerebro ya está repuesto y dispuesto a emprender la actividad de vigilia.

Aunque existen variaciones individuales, se da una disminución de la cantidad de sueño individual a medida que se va creciendo.

· Recién nacido: necesita de 16 a 20 horas al día de forma discontinua, repartidas en periodos de 2 – 6 horas.

· 3 meses: necesitan de 14 a 15 horas al día en 4 ó 5 periodos de sueño, más de la mitad del tiempo por la noche. Adoptan ciclo día – noche.

· 6 meses: 14 horas de sueño total, 12 horas de sueño nocturno, interrumpidas por algunos despertares breves fisiológicos. Una siesta por la mañana y otra por la tarde.

· 12 meses a 3 años: 13 – 14 horas de sueño total, 12 – 13 horas de sueño nocturno y una siesta después de comer.

· 3 a 5 años: 10 – 12 horas de sueño nocturno y desaparece la siesta con la escolarización.

A partir de los 4/6 meses el niño puede dormir fuera de la habitación de sus padres.

El proceso biológico del sueño tenemos que saber también que es un proceso educable y susceptible de aprendizaje mediante la adquisición de un hábito, pues en el sueño existen notables diferencias individuales sujetas a factores constitucionales, alimenticios, climatológicos, afectivo-emocionales, socioculturales y altamente influenciables por el ritmo de actividad/reposo vividos durante el día.

Crear un ritual alrededor de la acción de acostarse, hay que establecer rutinas desde que el niño es pequeño:

  • Debe ser un momento agradable que compartan padres e hijo.
  • Debe tener una duración corta, de 5 a 10 minutos. El niño deberá estar continuamente informado del tiempo que le queda antes de que se inicie su sueño.
  • Se realizará en un lugar distinto de donde duerme el niño.
  • Consistirá básicamente en un intercambio emocional entre padres e hijo. Puede ser cantar una canción suave, contar un cuento o una pequeña historia real, o programar las actividades del día siguiente.
  • Darle algún objeto que pueda asociar con el sueño (chupete, peluche, etc.) le ayudará a sentirse más acompañado cuando lo dejen solo y, sobre todo, descubrirá que permanece con él cuando se despierte por la noche.
  • Acostar al niño despierto y dejar que se duerma solo. Abandonaremos la habitación, nos despediremos y apagaremos la luz. No se debe acostarle dormido, acunándole, permitiendo que toque el pelo de la madre o permaneciendo junto a el o ella hasta que se duerma.
  • No se debe acostarle dormido, acunándole, permitiendo que toque el pelo de la madre o permaneciendo junto a el o ella hasta que se duerma.
  • Si el niño se despierta habitualmente durante la noche, debe comprobarse que no existe una causa que justifique el llanto (fiebre, vómitos, etc.), tranquilizarle y dejarle de nuevo despierto en la cuna para que concilie el sueño.

La habitación deberá tener una temperatura adecuada (17-20ºC), respetando las normas de prevención de la muerte súbita.

  1. LA FATIGA INFANTIL.

La actividad necesita descanso, cuando no existe un correcto equilibrio entre estos dos elementos aparece la fatiga. Cada ser humano se mueve dentro de unos umbrales de actividad que están relacionados con la edad, estado de salud y en esencia, de sus características psicofísicas.

Se puede definir la fatiga como disminución de la capacidad física del individuo, después de haber realizado un trabajo, durante un tiempo determinado.

La fatiga puede presentarse como un estado de hiperexcitación, hipermotricidad, nerviosismo, apatía o menor calidad de los movimientos.

También podemos hablar de fatiga mental. El principal síntoma de este tipo de fatiga es una reducción de la actividad que se da como consecuencia de:

· Una disminución de la atención.

· Una lentitud del pensamiento.

· Una disminución de la motivación.

  1. TRASTORNOS DEL SUEÑO, SU ABORDAJE.

El trastorno del sueño se definirá como una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo. Los trastornos del sueño más comunes son:

® Insomnio: incapacidad de obtener el suficiente sueño en cantidad o calidad. A partir del segundo mes de vida, despertarse con frecuencia puede constituir una alteración. En niños mayores la alteración más frecuente es la dificultad para conciliar el sueño. El tratamiento para resolver este problema incluye la revisión de las condiciones ambientales, la reacción de los padres ante la situación, las situaciones de estrés, alteraciones físicas o psicológicas, evitar bebidas estimulantes, tratar de acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, no hacer actividades muy estimulantes antes de acostarse, hacer juegos tranquilos, un baño, contar un cuento, etc.

® Parasomnias: son alteraciones que interfieren el sueño, pueden ser:

§ Pesadillas: es un ensueño angustioso y tenaz, frecuentemente con opresión del pecho y dificultad de respirar, son provocadas por causas fisiológicas, tales como fiebre elevada, o por causas psicológicas, tales como un trauma inusual o estrés en la vida del durmiente. Los movimientos corporales ocasionales en las pesadillas pueden servir para despertar al durmiente, ayudando a evitar la sensación de miedo que es uno de los componentes de las pesadillas.

§ Terrores nocturnos: Este trastorno se produce sobre todo en niños pequeños durante las primeras horas de sueño. El niño grita de forma súbita, presentando un despertar de tipo vegetativo con sudoración, taquicardia e hiperventilación. Puede ser difícil de despertar y rara vez recuerda el episodio al despertarse por la mañana. El tratamiento suele estar basado en medidas para tranquilizar al paciente por parte de los padres.

§ Sonambulismo: los pacientes que presentan este trastorno desarrollan actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas. Estos individuos pueden salir de la cama, caminar, orinar en algún lugar inadecuado, mientras que permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación. Es difícil despertarlos, aunque en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta peligroso. El sonambulismo se produce en las fases 3 ó 4 del sueño. Es más frecuente en niños y adolescentes. Por lo general, los episodios son aislados. Su causa es desconocida y no existe ningún tratamiento eficaz.

§ Somniloquia: consiste en hablar, gritar, llorar o reír en sueños. El niño no lo recuerda al día siguiente. No tiene importancia.

§ Bruxismo es el hábito involuntario de apretar y rechinar los dientes inconscientemente. Existen 2 tipos de bruxismo, nocturno y diurno, por lo general, el paciente nocturno no es consciente del problema, los datos proceden de los compañeros de cama o habitación alarmados por el ruido de los dientes, y también de los dentistas que observan la destrucción del esmalte y la dentina. Puede ser por maloclusión, problemas musculares o tensiones nerviosas. En los casos más graves hay que colocar una férula de descarga.

§ Enuresis: es la pérdida involuntaria de orina que sucede durante el sueño. Hay que permanecer tranquilos, cambiar la cama y la ropa y que el niño colabore. Evitar bebidas a partir unas horas antes de ir a dormir y levantarlo de vez en cuando a hacer pis.

® Síndrome de muerte súbita del lactante: Es la muerte repentina e inesperada de un lactante o niño pequeño en el que la autopsia no logra desvelar una causa adecuada. es la causa de muerte más frecuente entre las 2 semanas y 1 año de vida. Aumenta durante los meses fríos y en los grupos socioeconómicos más desfavorecidos, en los prematuros, en hermanos de otras víctimas del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante y en hijos de madres fumadoras durante el embarazo y después de él. se producen cuando parece que el niño duerme. Como prevención conviene colocar a los niños en decúbito supino (boca arriba) o de lado, evitar que el ambiente sea excesivamente caliente, no poner demasiada ropa al niño, no fumar durante ni después del embarazo.

  1. DISEÑO DE ESPACIOS APROPIADOS PARA EL SUEÑO.

En los decretos de organización de los centros de infantil se señala la necesidad de tener un lugar adecuado para el descanso sobre todo en el primer ciclo. La organización de este espacio debe atender a criterios educativos, de seguridad e higiene.

En el primer año de vida las necesidades de sueño son muchas y además a ritmos distintos, por lo que es preciso disponer de una sala dormitorio distinta a la sala de vigilia. A medida que los niños van adquiriendo un ritmo más generalizado, esta dependencia se hace menos necesaria y se puede organizar dentro del aula el momento de la siesta.

Es preciso prever la vigilancia en el momento de sueño y descanso, bien directamente en la sala o a través de una pared de cristal.

Dentro del centro de Educación Infantil se elige el espacio más tranquilo y con menos ruidos tanto internos como externos. Tampoco debe haber excesiva luz, la habitación debe poder oscurecerse. La temperatura debe ser agradable, sobre 18º ó 20º. Debe estar adecuadamente ventilada.

Los colores de las paredes deben ser claros que son más relajantes. Debe estar decorada la habitación de forma agradable.

Las cunas o camas serán apropiadas para la edad (barrotes con una separación de unos 10 cm., y con altura suficiente para que se puedan poner de pie sin peligro, mínimo 70 cm. Se pueden utilizar camas plegables o colchonetas que pueden ser aprovechadas para otros usos.

La ropa de cama debe ser suficiente pero no excesiva. La ropa para dormir debe ser cómoda.

Además de organizar el espacio hay que organizar el tiempo, necesitan ritmo y rutinas que les sirvan de marcos de referencia. En el centro de educación infantil hay que organizar periodos de actividad y descanso. También orientar a las familias de cómo deben hacerlo.

  1. CONCLUSIÓN

Este tema se relaciona con el ciclo de grado superior de Educación Infantil y dentro de este ciclo con el módulo de Autonomía Personal y Salud.

BIBLIOGRAFÍA

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