Tema 35 – Técnicas básicas de albañilería

Tema 35 – Técnicas básicas de albañilería

1.- ALBAÑILERIA

HERRAMIENTAS Y UTILES CARACTERISTICOS DEL TRABAJO CON MATERIALES DE CONSTRUCCION

2.- HERRAMIENTAS Y UTILES CARACTERISTCOS DEL TRABAJO CON MATERIALES DE CONSTRUCCION

2.1 HERRAMIENTAS

2.1.1. HERRAMIENTAS PARA LA PREPARACION DE MORTEROS Y HORMIGONES

– Batidera

– Rastrillo

– Zaranda

– Las palas

2.1.2. HERRAMIENTAS PARA PAREDES

– Alcotana de dos manos o piqueta

– Alcotana de mano o piquetilla

– Paleta o palustre

– Paletín o palustrillo

– La espátula

2.1.3. HERRAMIENTAS PARA EL ACABADO DE PAREDES

– Llana

– Fratas o talocha

– Carda

2.1.4 HERRAMIENTAS PARA ENCOFRADORES

– Serrucho

– Sierra de carpintero

– Cepillo

– Martillo de orejas

– Hacha

– Azuela

– Barra de pata de cabra

– Formón

– Escoplo

– Berbiqui

– Brocas

– Barrenas

– Tenazas

– Mazo de madera

2.1.5 HERRAMIENTAS PARA DEMOLICION

– Las macetas y los mazos o mazas

– Los cinceles

– Cortafrios

– Los punteros

– Las alcotanas

– Las pistolas

– Los martillos neumáticos o eléctricos

2.2 MAQUINAS HERRAMIENTAS

Martillos eléctricos

Amoladora

Máquina de rozas

2.3 MAQUINAS ELEMENTALES DE USO EN LA CONSTRUCCION

Polea

Torno

Grúa pluma o montacargas

Pulidora de suelo

Proyector de revocos y pintura o tirolesa

2.4. UTILES DE MEDIDA

Metros

Reglas

Niveles

Plomada

Escuadras

2.5. UTILES DE TRANSPORTE

Carretillas

Cubos

Artesas

TECNICAS BASICAS DE ALBAÑILERIA.

3 TECNICAS DE LEVANTAMIENTO DE PAREDES

3.1.MAMPOSTERIA

3.1.1. Mampostería

3.1.2. Técnica de colocación

3.2.FABRICA DE LADRILLOS

3.2.1. PAREDES Y MUROS

Aparejo de sogas

Aparejo de tizones o a la Española

Aparejo ingles

3.2.2. TABICON

3.2.3. TABIQUE

Tabiques ordinarios

Tabiques doblados

Tabiques con cámara de aire

Tabique conejero

Tabiques de placas ligeras

3.2.4. TECNICA DE COLOCACION

3.3 FABRICA DE BLOQUES DE HORMIGON

4. GUARNECIDOS

4.1 PREPARACION DE LA BASE

4.2 GUARNECIDOS

4.2.1. ENFOSCADO

4.2.2. REVOQUE

5. ALICATADOS

1.- ALBAÑILERIA

La mampostería y la fabrica de ladrillos se vienen empleando en la construcción desde hace ya miles de años; en nuestros tiempos podemos admirar aún obras de esta clase erigidas por los antiguos egipcios, babilonios, griegos y romanos. A través de los romanos, el empleo de ladrillos cocidos se fue extendiendo luego a todo Europa.

Los trabajos de albañilería comprenden la elaboración de elementos constructivos a base de piedras, ladrillos o masas apisonadas o coladas.

HERRAMIENTAS Y UTILES CARACTERISTICOS DEL TRABAJO CON MATERIALES DE CONSTRUCCION

2.- HERRAMIENTAS Y UTILES CARACTERISTICOS DEL TRABAJO CON MATERIALES DE CONSTRUCCION

2.1 HERRAMIENTAS

Definimos herramientas como aquellos objetos que el albañil emplea directamente en contacto con los materiales de construcción y que le permiten colocarlos en obra o modificarle sus características físicas exteriores. Las herramientas son muchas y variadas pero para simplificar el estudio vamos a clasificarlas según la actividad para la que se usan habitualmente, aunque alguna de ellas puede aparecer en más de un apartado por ser polivalentes. Así consideraremos la siguiente clasificación:

2.1.1.HERRAMIENTAS PARA LA PREPARACIÓN DE MORTEROS Y HORMIGONES

– Batidera

Es una herramienta destinada al batido de morteros. Está formada por una chapa de hierro plana que tiene resistencia necesaria para oponerse a la que ofrece la pasta. Dicha chapa termina en un borde recto y el elemento donde se introduce el astil o mango de madera va doblado en forma de cuello de cigüeña.

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– Rastrillo

Es muy semejante a la batidera, con la diferencia o modificación impuesta por el uso, que la chapa de hierro plana está recortada en forma de peine o púas. Esta herramienta, como la anterior, se emplea para el batido manual de morteros y hormigones.

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– Zaranda

Está formada esta herramienta por un bastidor de madera que lleva una tela metálica o malla más o menos tupida destinada a la criba de arenas o gravas.

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– Las palas

Pueden ser cuadradas u ovaladas, según los materiales que se vayan a mezclar con ella (arena, grava, etc.), son los instrumentos más apropiados para preparar el hormigón cuando el trabajo es de gran envergadura. También son susceptibles de ser utilizadas para extender la mezcla.

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2.1.2. HERRAMIENTAS PARA PAREDES

– Alcotana de dos manos o piqueta

Consiste en una pieza de hierro terminada en biseles cruzados el uno con relación al otro.

Está destinada esta herramienta a demoler fábricas de ladrillo valiéndose del corte biselado, para actuar con ella sobre las juntas y poder extraer bloques de fábrica sin necesidad de destruir el material.

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– Alcotana de mano o piquetilla

Herramienta análoga a la anterior, diferenciándose sólo por el tamaño y peso, ya que ha de usarse con una sola mano. Tiene, además de las aplicaciones de la alcotana de dos manos, la de picar los revestidos de yeso o revocos en los muros.

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– Paleta o palustre

Es una herramienta de todos conocida y que se representa en la figura. La chapa, de buen acero, tiene forma triangular. Su uso es partir el ladrillo golpeándole con el canto o filo de la chapa, y agarrar, extender y recoger el mortero y el de ayudar al asiento del ladrillo mediante unos golpes dados a éste con el mango. También se usa para mezclar manualmente los morteros en pequeñas cantidades.

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– paletín o palustrillo

De forma análoga al anterior aunque más pequeño; se emplea para acabados, tanto de la fábrica como de revoques y enyesados.

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– La espátula

Es otra herramienta que se utiliza para aplicar el mortero en paredes, en poca cantidad y sobre todo para reparar pequeños defectos o remates cuidados. Es una chapa de acero en forma de trapecio con una empuñadura colocada en el mismo plano que la chapa en su extremo más estrecho. También se utiliza para la limpieza superficial de paramentos lisos y duros, como los azulejos o los suelos manchados de mortero o pintura.

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2.1.3. HERRAMIENTAS PARA EL ACABADO DE PAREDES

– Llana

Consta de una chapa de acero de forma rectangular perfectamente plana. En una de sus caras y en la dirección del eje longitudinal lleva atornillado o remachado un mango de madera en forma de asa. Se utiliza sobre todo para aplicar el enfoscado y el enlucido: También para sujetar una pequeña cantidad de mortero de yeso que se está aplicando con la espátula. Un tipo especial de llana es la que está recubierta de fieltro en la cara opuesta al asa, y que se utiliza para humedecer y alisar la superficie a enfoscar.

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– Fratas o talocha

Es una herramienta complemento de la anterior. Está formada por una tabla y mango de madera o plástico y se emplea para alisar los revoques de morteros de cemento o de yeso.

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La carda

Es una herramienta que se deriva de la llana, que es toda de madera y de longitud mucho mayor que el ancho, y se emplea para rematar la parte inferior del enfoscado contra el suelo.

2.1.4. HERRAMIENTAS PARA ENCOFRADORES

– Serrucho

Consta esta herramienta de una hoja de acero flexible, de forma más o menos trapezoidal, con dientes a todo lo largo de sus cantos y de una empuñadura cerrada de madera.

Al moverse sobre una misma línea, los dientes cortan la madera. A fin de facilitar el corte se doblan los dientes, uno a la derecha y el siguiente a la izquierda, de forma que dejan en la madera una ranura más ancha que el grueso de la hoja.

Con el serrucho se obtienen los aserrados de tablas, bridas y piezas pequeñas para darles la dimensión definitiva y las correcciones que sean precisas.

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– Sierra de carpintero

La sierra llamada de carpintero está formada por una hoja de acero de dientes oblicuos en un bastidor de madera, compuesto por un par de brazos y un larguero.

En sus extremos la hoja lleva unas empuñaduras que permiten girarla y darle la inclinación conveniente.

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– Cepillo

Este utensilio está formado por un cuerpo de madera dura, con una caja central, rectangular, un asidero y la cuchilla o juego de cuchillas. Una cuña aprisiona a la cuchilla, Haciendo presión con un tornillo. La cuchilla sale un poco por la parte que se desliza sobre la madera, rebajando los grosores que interesa eliminar para dejarla lisa.

Para el alisado de los cantos y dejarlos muy rectos se utiliza el cepillo llamado garlopa, que mide de 60 a 70 cm. de largo.

Otro cepillo es el garlopín, de 50 a 55 cm de largo y mediante el cual se hacen alisados de desbaste.

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– Martillo de orejas

Se compone de una parte de acero, con un orificio en el centro, donde se aloja un mango de madera torneada.

En uno de sus extremos la parte metálica tiene una cabeza cuadrada o circular y plana, que se emplea para golpear o clavar, y en el lado opuesto unas uñas u orejas que sirven para arrancar los clavos mal colocados, torcidos, etc., así como hacer algunas hendiduras en la madera.

Generalmente son de mango corto, ya que se suelen llevar en el bolsillo o atravesadas “en bandolera” tras el cinturón.

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– Hacha

Es una herramienta muy utilizada por el encofrador para el desbaste de la madera, aguzar y hacer hendiduras.

Consta de una cabeza afilada en el mismo sentido que el mango.

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– Azuela

Consta también de una parte de acero unida a un mango de madera. Uno de los extremos tiene forma de pala curvada de corte horizontal y, en el opuesto, cabeza de superficie plana.

Se emplea en el desbaste y preparación de la madera para hacer determinados ensambles.

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– Barra de pata de cabra

Es una pieza de acero redondo muy resistente, de unos 35 a 45 cm de largo, una de cuyas puntas está curvada y lleva un corte, formando unas orejas o uñas, una de ellas curvada.

Se utiliza fundamentalmente en el desenconfrado para sacar clavos, apalancar, etc.

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– Formón

Se trata de una herramienta para el corte, principalmente, de piezas de madera destinadas a ir ensambladas.

Tiene una hoja de acero con los laterales y el extremo opuesto al mango biselados. Estos biseles constituyen el filo del formón.

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El mango de madera lleva una virola metálica en la parte que le une al cuello de la hoja, con el fin de evitar que se resquebraje, al ser golpeado con el mazo de madera.

– Escoplo

Semejante al formón, el escoplo se diferencia del mismo por el mayor grosor de la hoja y por tener los cortes oblicuos en los cantos más estrechos. Esta disposición permite tallar orificios más estrechos y profundos.

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– Berbiquí

Se utiliza para taladrar o agujerear la madera. Es un manubrio semicircular o en forma de doble codo, que puede girar alrededor de un puño ajustado en una de sus extremidades, y tener sujeta en la otra, una espiga de cualquier herramienta propia para taladrar.

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– Brocas

Son herramientas de acero, que sirven para taladrar madera y que se sujetan en el berbiquí, que es el que les da el movimiento giratorio necesario para horadar la madera.

Tienen una rosca en la punta en uno de sus extremos, llamada gusanillo y que sirve para iniciar el taladro, a continuación una espiral que determina el diámetro del taladro, y finalmente un rebaje o espiga para el acoplamiento del berbiquí.

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– Barrenas

De igual utilidad y semejantes características a las brocas, la espiga de acoplamiento se sustituye por una abertura donde se coloca una manilla de madera redonda mediante la que se hace girar la herramienta.

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– Tenazas

Se compone esta herramienta de dos brazos de acero unidos por un remache que permiten abrirlos y cerrarlos. Forman unas mandíbulas apropiadas para agarrar, sujetar, cortar o arrancar clavos.

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– Mazo de madera

Es un martillo de madera de gruesa cabeza, cuya utilidad principal es la de golpear herramientas provistas de mangos de madera, como el formón y el escoplo y siempre que no deban dejarse huellas en las superficies golpeadas.

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2.1.5. HERRAMIENTAS PARA DEMOLICION

Son herramientas que se utilizan para realizar los trabajos de demolición, es decir, para reducir a escombro elementos constructivos existentes y que estorban para la ejecución de la obra nueva.

– Las macetas y los mazos o mazas

Son herramientas compuestas por un mango, normalmente de madera o acero con empuñadura plástica, y una cabeza metálica de gran peso, siendo las macetas para utilizar con una sola mano, y los mazos o mazas con un mango mayor peso, exigen utilizar ambas manos.

Las macetas se pueden utilizar solas golpeando sobre el material a destruir, pero en muchas ocasiones se utiliza un elemento intermedio para concentrar la energía del golpe en una superficie pequeña para romper materiales de mayor dureza. Estos elementos son los cinceles, cortafríos y punteros.

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– Los cinceles

Son de sección hexagonal u octogonal, con un extremo plano, donde se golpea con la maceta, y el otro extremo en forma de pala afilada y más o menos ancha.

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– Los cortafríos

Es una pieza de hierro similar al cincel, pero de sección rectangular plana, y no se ensancha de forma tan pronunciada en la punta

– Los punteros

Son cinceles acabados en punta cónica.

– Las alcotanas

Ya vista con anterioridad

– Las pistolas

Son físicamente semejantes a las taladradoras domésticas, pero su acción es percutora, siendo sus cabezas puntas, o punteros, aunque frecuentemente tienen doble función y también pueden usar brocas perforadoras en cuyo caso también se llaman martillos perforadores ligeros.

– Los martillos neumáticos o eléctricos

Son herramientas similares entre sí, pues constan de un elemento intercambiable que no es más que un cincel o un puntero de grandes dimensiones, y que es el que produce la rotura del material sobre el que se apoya. La diferencia consiste en que los neumáticos trabajan con aire comprimido, lo cual requiere un compresor, mientras que los eléctricos disponen de un motor que solo necesita un cable de alimentación desde cualquier enchufe de obra.

2.2. MAQUINAS HERRAMIENTAS

Dentro de las máquinas herramientas vamos a ver aquellas herramientas motorizadas de tamaño adecuado para manejar por un solo operario sin más ayuda que sus manos, y que sustituyen a herramientas manuales en su misma función. Las máquinas herramientas más utilizadas en las obras son:

– Martillos eléctricos,

Ya descritos anteriormente.

– Amoladora

Maquina para desbastar superficies y bordes mediante un disco de material abrasivo que gira a gran número de r.p.m.; radial, nombre común de la sierra de corte de disco circular.

– Máquina de rozas

Máquina que sirve para abrir rozas en las paredes y muros, es decir, pequeñas acanaladuras del tamaño necesario para empotrar las canalizaciones de las distintas instalaciones que discurren por dichos paramentos (tuberías, tubos para cableado, etc.).

2.3. MAQUINAS ELEMENTALES DE USO EN LA CONSTRUCCIÓN

– Polea

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Es una rueda acanalada en su circunferencia y móvil alrededor de su eje, por la cual pasa una cuerda y sirve para elevar pesos.

– Torno

Consiste en un cilindro de madera con ejes de hierro en sus extremos en los que actúan dos manivelas que pasan por las horquillas en que terminan los soportes del aparato Alrededor del cilindro va arrollada la cuerda que sirve para la elevación de materiales.

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– Aparejos

Son aparatos para elevación, consistentes en una cadena o cable que se arrolla o desarrolla sobre un tambor.

La rotación del tambor es producida por medio de una cadena que pasa sobre una rueda dentada a cuyo eje es solidario un tornillo sin fin que a su vez mueve una corona dentada solidaria al tambor.

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– Grúa pluma o montacargas

Su uso está generalizada en todas las obras y permite el empleo de útiles como las carretillas basculantes. Es de gran utilidad en las obras de mediana altura, puesto, que con ella pueden elevarse los materiales necesarios para su ejecución, con tal de que su peso no exceda de la carga máxima que desarrollan y que varía entre 500 y700kg.

Si la cantidad de materiales a subir es reducida también puede utilizarse en obras de mayor altura.

La máquina va apoyada sobre unos pies formados por unos perfiles que permiten fijarla en el lugar de trabajo.

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– Pulidora de suelos

Tiene especial aplicación en suelos de terrazo, mármol, etc. Un motor acciona el disco que realiza el trabajo.

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– Proyector de revocos y pintura o tirolesa

Consiste fundamentalmente este aparato en un tambor dentro del que gira un juego de paletas accionadas a mano por medio de una manivela, que en su movimiento bate y lanza afuera, convenientemente dirigido, un chorro de revoco o pintura toscamente pulverizada.

La tirolesa trabaja con líquidos muy densos, de consistencia cremosa, por lo que resulta apta para revocos de mortero, estucos y pinturas al cemento.

Hormigonera

Se da el nombre de hormigoneras a las máquinas ideadas para la fabricación del hormigón.

En ellas un tambor o cuba recibe los áridos, el cemento y el agua, y mediante el giro del tambor o bien la acción de unas paletas se mezclan los materiales y se fabrica el hormigón.

En las máquinas de este tipo el tambor tiene los movimientos de giro: uno alrededor de su eje y el otro basculante alrededor del eje de sustentación.

El primero corresponde a la fase de amasado y el segundo a la fase de carga y descarga.

Durante el amasado, el eje de giro del tambor se mantiene sensiblemente vertical. Dicho eje va acoplado a una horquilla y el movimiento se obtiene por medio de una corona dentada solidaria al tambor, que engrana con el piñón acoplado al motor.

El movimiento basculante viene impuesto por el hecho de que el tambor sólo dispone de una boca para la entrada de los materiales y la salida del hormigón. Dicho movimiento proporciona la inclinación más adecuada para la carga y descarga. Un mecanismo de freno permite retener el tambor en cualquier posición.

El tambor, generalmente de chapa de acero soldada y reforzado en la boca de carga, lleva atornilladas en su interior unas paletas que arrastran hacia el centro los componentes más pesados de la mezcla, que por el movimiento centrífugo a que se hallan sometidos tienden a colocarse en la periferia.

Existen en el mercado numerosos modelos de este tipo de hormigoneras, desde los tamaños más pequeños (de una capacidad inferior a los 60 litros) hasta las gigantescas máquinas de hasta 11.000 litros de capacidad.

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2.4. UTILES DE MEDIDA

– Metros

Los metros más habituales son:

El metro de carpintero o metro plegable de madera, cuya longitud suele ser de dos metros.

Metros metálicos Son metros de material metálico enrollables, algo más anchos y rígidos que los habituales, y normalmente con freno, que suelen ser de dos a cinco metros.

Cintas métricas. Son cintas flexibles, semejantes a las de los sastres, normalmente de material plástico, que se enrollan a un carrete con una manivela, estando todo el conjunto encerrado en una carcasa circular, y que llegan hasta los veinte metros normalmente.

– Reglas

Son semejantes a las de dibujo, aunque fabricadas en madera o metálicas, y de no más de 50 cm de longitud

– Niveles

Son instrumentos que permiten conocer la horizontalidad o verticalidad del plano sobre el que se apoya el instrumento, dentro de los niveles tenemos:

Nivel de burbuja: es el más tradicional. Son objetos de forma paralelepipédica, más bien planos, fabricados de madera o metal, que incorporan dos ampollas de cristal; una en sentido longitudinal, para señalar la horizontalidad y otra en sentido transversal, para marcar la verticalidad. En el interior de las ampollas se desplaza una “burbuja” que cuando queda centrada entre dos marcas, indica el nivel exacto de la superficie.

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Nivel de agua: o nivel de vasos comunicantes. Constan de dos probetas milimetradas con un orificio en su fondo, y unidas entre sí por un tubo transparente por el que pasa agua.

Para realizar la medición se colocan las probetas en cada uno de los puntos cuya situación relativa se quiere medir. Si ambos puntos se encuentran en la misma cota el nivel de agua en las dos probetas debe ser el mismo.

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– La plomada

Es un instrumento que utiliza la gravedad para comprobar la verticalidad de un plano. Consta de una masa, normalmente metálica de forma balística, a uno de cuyos extremos se conecta una cuerda fina, que a su vez en su otro extremo se ata a una varilla para cogerla. Normalmente se utilizan para verificar la verticalidad de paredes y la alineación de juntas verticales.

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– Las escuadras

Son de dos tipos: de madera, formadas por tres tablas unidas en forma de triángulo rectángulo, y metálicas, formadas por dos piezas de metal, en forma de L siendo la vertical una regla fina y la horizontal más gruesa y fuerte. Las primeras se usan sobre todo para comprobar la perpendicularidad entre dos paredes. Las segundas para comprobar ángulos rectos de elementos más pequeños.

2.5. UTILES DE TRANSPORTE

– Carretillas

De mayor o menor volumen, de una o dos ruedas, etc.

– Cubos

Pueden ser de caucho, plástico o metal

– Artesas

También llamadas cuezos o gavetas. son recipientes de diversos tamaños y por lo general suelen ser de forma rectangular, con paredes abiertas hacia afuera, y es habitual que en los extremos tengan un asa para poder cogerlas. Pueden ser de caucho, plástico o metal. También se utilizan para preparar pequeñas cantidades de cemento, hormigón o yeso.

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TECNICAS BASICAS DE ALBAÑILERIA.

3. TECNICAS DE LEVANTAMIENTO DE PAREDES

Existen tres técnicas tradicionales para levantar muros y paredes: Mampostería, fábrica de ladrillo y fábrica de bloques de hormigón.

3.1. MAMPOSTERIA

3.1.1.Mamposteria

Toda obra hecha con mampuestos o piedras colocadas en el lugar conveniente sin reparar en su forma y medidas, y sí sólo a que formen trabazón entre sí, es una construcción de mampostería.

El asiento de los mampuestos puede conseguirse en seco, es decir, sin ningún material de agarre. Esta disposición, sin embargo, sólo se usa en muros de cerramiento. Tratándose de muros corrientes, la unión se hace mediante mortero.

Antes de sentar los mampuestos se echa una buena tongada, esto es, una buena capa de mortero, para que les sirva de lecho; una vez colocados, los mampuestos se bañan con la misma mezcla y con un martillo se golpean a fin de que el mortero refluya y llene todos los huecos que dejan las piedras.

Para enrasar y asegurar el asiento se introducen pequeños trozos de piedra en forma de cuña que reciben el nombre de ripios.

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3.1.2 Técnica de colocación

Los principios del aparejo de una pared, construida con mampostería o con sillares, son los mismos que para una pared de ladrillo.

– El punto de partida tiene que ser horizontal y muy estable.

– Por ser distintos los volúmenes de las pie­dras empleadas, se pondrán unos cordeles (tendidos a partir de unos listones) materializando de esta forma la amplitud de la pared

(1).

– Sobre un “lecho” de mortero (de 2 a 3 cm de espesor), y empezando por los ángulos, escoger las piedras mayores y colocarlas una a una, ya que esta primera hilera soportará todo el peso de la pared. (2).

– A medida que la pared vaya levantándose apretar las piedras contra el mortero para que queden incrustadas, rellenando los vacíos con restos de piedra (ripio) introduciéndolos en el mortero (3).

– Verificar a menudo el aplomo con una plomada o un nivel (4).

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3.2. FABRICA DE LADRILLO

Es la más típica y tradicional del albañil, y la más utilizada.

Se distinguen tres tipos de paramentos verticales de fábrica de ladrillo, según el tipo de ladrillo empleado en su ejecución:

pared o muro, cuando se emplea ladrillo macizo o macizo taladrado, se suele usar para fachadas, medianerías y tapias;

tabicón, cuando se emplea ladrillo hueco doble, se suele usar como cerramiento de locales comerciales, a veces como separación entre viviendas, y como compartición interior de locales húmedos, cocinas y baños, pues son mejores para alicatar y para empotrar instalaciones;

y tabique, cuando se emplea ladrillo hueco sencillo, se utiliza para particiones interiores y para formar los tejados.

3.2.1. PAREDES Y MUROS

Las paredes se ejecutan mediante la superposición de capas horizontales de ladrillo denominadas hiladas, unidas entre sí mediante mortero, que determinan las juntas; reciben el nombre de llagas las verticales, y tendeles, las horizontales, ambas con un grosor de 1 cm. las paredes con un ladrillo de espesor se denominan de asta o pie; de esta forma, si se utilizan ladrillos de 15×30, las distintas paredes tendrán las siguientes nomenclaturas: de 15 cm, de media asta o medio pie, de 30 cm, de asta o pie; de 45 cm, de asta y media o pie y medio, y así sucesivamente. En el caso de utilización de ladrillos de 12,5 x 25, se sigue el mismo criterio; los espesores más corrientes son de media asta o de asta entera.

La disposición en que se colocan los ladrillos para formar una pared recibe el nombre de aparejo.

Veamos a continuación tres de los muchos aparejos que se emplean:

– Aparejo de sogas

Es el aparejo formado por ladrillos colocados a soga. Se utiliza para paredes de media asta. El extremo del muro necesita medio ladrillo en las hiladas pares.

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– Aparejo de tizones o a la española.

Recibe las dos denominaciones el aparejo formado por ladrillos colocados a tizón (ancho o longitud media de los ladrillos).

El aparejo de tizones se utiliza para paredes de asta. En un principio se colocan tres cuartos de ladrillo en las hiladas pares.

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– Aparejo ingles

Es aquel en el que alternan las hiladas de sogas con las hiladas de tizones. Apropiado para paredes de asta, asta y media y doble asta, por su regularidad y sencillez es el más corriente en la construcción de edificios. En la figura se ven las hiladas impares e hiladas pares respectivamente, para paredes de asta.

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Con el fin de comprender los términos tizón y soga, vamos a ver las denominaciones de las aristas de un ladrillo, esto es:

Soga, cada una de las cuatro aristas mayores.

Tizón, cada una de las cuatro aristas medias

Grueso, cada una de las cuatro aristas menores

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3.2.2. TABICON

Como se ha comentado antes el tabicón es una pared formada por ladrillo hueco doble, de 10 cm. de espesor

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3.2.3. TABIQUE

Es el elemento clásico de compartición en la distribución interior de cualquier edificación.

El tabique o elemento divisorio ideal reunirá las siguientes condiciones:

Su peso será el mínimo posible, a fin de reducir la carga total de la construcción.

Su espesor será también el menor posible, para permitir el mejor aprovechamiento del espacio.

Será rígido y lo suficiente resistente para cumplir su función.

Impedirá en lo posible el paso de ruidos.

Podemos distinguir a continuación los siguientes tipos de tabiques:

– Tabiques ordinarios

Se construyen con ladrillos colocados de canto y por hiladas horizontales. Los ladrillos de cada hilada se disponen desplazados de la inferior la mitad de su longitud, para que las llagas o juntas verticales no coincidan.

Los ladrillos se reciben con mortero de yeso o cemento de fraguado rápido.

Con el mortero de yeso, el aumento de volumen que éste experimenta al fraguar, obliga a no cerrar los tabiques antes de haberse producido su avance y contracción.

A su vez, cuando se utiliza mortero de cemento, el tabique no debe cerrarse hasta que no haya hecho asiento. Para aligerar el peso se utiliza ladrillo hueco. Estos tabiques reciben el nombre de tabiques de panderete.

En ningún caso deben exceder de los 6 m de largo y los 4 m de altura.

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Tabiques doblados

Cuando los vanos de crujía son notables, pueden aumentarse la rigidez y resistencia del tabique, doblándolo, esto es, aplacándole otro tabique.

El segundo tabique suele construirse colocando los ladrillos diagonalmente, tomados con mortero de cemento y desplazando los de cada hilada la mitad de su longitud en relación con la hilada anterior, a fin de que las llagas de ambas no coincidan.

El espesor del mortero entre las dos hojas del tabique debe ser el menor posible.

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Tabiques con cámara de aire

Para asegurar el aislamiento acústico se construyen también dos tabiques separados, que se enlazan a trechos con ladrillos dispuestos planos.

Debemos señalar, que en todos los casos, los cercos de las puertas se colocan antes de empezar el tabique, afianzándolos en posición vertical.

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Tabique conejero

Es el formado bajo cubierta o terrado para el soporte de la solera de machihembrado; tiene la particularidad que los mahones no están juntos, ya que se deja un espacio entre ellos para facilitar la circulación de aire por la cámara que producen

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– Tabique de placas ligeras

Se fabrican placas de diferentes materiales para la formación de tabiques: aglomerados de corcho, madera, aluminio, acero galvanizado, etc. Sin embargo, la aplicación más generalizada de la mayoría de estas placas es como piezas de revestimiento con fines decorativos o de aislamiento.

Entre las placas destinadas a cumplir la función más propia de los tabiques, figuran las de yeso. Se encuentran en el mercado en diferentes medidas y disposiciones.

3.2.4. TECNICA DE COLOCACION ( FABRICA DE LADRILLO )

Ya sea para construir un tabique, una pared, una bóveda o un pilar, la primera fila de ladrillos debe colocarse siempre sobre una base sólida. La unión entre los ladrillos se efectúa mediante mortero de composición variable, según la humedad del lugar en que se realiza la construcción. En un lugar seco, el mortero estará compuesto de una parte de cal y cuatro partes de arena. Si la obra está expuesta a una gran humedad preparar un mortero compuesto por una parte y media de cemento y por cuatro partes y media de arena. El aparejo se hace siempre de la manera siguiente:

– Extender en el suelo una primera capa de mortero.

– Regar el ladrillo con agua y hundirlo en el mortero picándolo por encima con una paleta.

– Verificar con un cordel la alineación de los ladrillos.

– Mirar igualmente que las juntas (no deben exceder de 1 cm) no se hallen en prolongación unas de otras, pues esto las haría más frágiles.

– Cuando se haya terminado el aparejo, limpiar la superficie de los ladrillos con una brocha mojada con una mezcla de agua y ácido clorhídrico (un vaso de ácido por un cubo de agua).

– Durante la construcción, verificar constantemente la verticalidad con una plomada.

Agujerear y cortar. Algunas obras precisan la utilización de ladrillos cortados. Otras deberán también permitir el paso de un tubo o la fijación de un objeto más o menos pesado.

Agujerear un ladrillo macizo. Marcar con una tiza el punto donde debe efectuarse el agujero y el lugar exacto por el que debe salir.

Tomar una taladradora con herramienta de tungsteno (perforadora eléctrica) o una taladradora mecánica también con herramientas de tungsteno. Asegurarse de que la taladradora está en posición vertical.

Poner en marcha el aparato procurando mantener la posición durante toda la operación.

Cortar un ladrillo macizo. Marcar en las cuatro caras del ladrillo el sitio por donde se tiene que cortar (siempre con un lápiz de punta blanda).

Tomar la alcotana, y con golpes secos y repetidos, entallar los cuatro lados, siguiendo la línea que se ha trazado. Con un golpe más fuerte de la alcotana el ladrillo se parte en dos, exactamente por el lugar deseado.

Agujerear un ladrillo hueco. Sólo se puede perforar en el sentido de la amplitud. Utilizar la taladradora eléctrica, teniendo cuidado de no apoyar demasiado fuerte, ya que, naturalmente, este tipo de ladrillo es mucho más frágil, y proceder de la misma manera que con el ladrillo macizo.

Cortar un ladrillo hueco. El mismo procedimiento de marcado y corte que el utilizado para un ladrillo macizo.

Entallar en las cuatro caras entre las esquinas. Entallar luego los ángulos y terminar por las nervaduras. Colocar el ladrillo y cortarlo con un golpe seco de paleta.

Se puede cortar también los ladrillos huecos con una sierra de dientes muy finos.

3.3. FABRICA DE BLOQUES DE HORMIGON

Los bloques de hormigón han desplazado en muchas obras a los ladrillos clásicos. Tienen algunas ventajas como: son muy ligeros comparativamente, por lo que se pueden manejar en piezas de gran tamaño, con el consiguiente ahorro de trabajo; pueden cortarse a pie de obra, con bastante exactitud con sierras eléctricas; son igual de fáciles de taladrar y de rozar tras el acabado.

Se suelen colocar utilizando adhesivos secos o con una capa delgada de mortero, ya que así permanecen secos. Para ello, se utiliza un mortero especial que viene prefabricado y se amasa sólo con agua a pie de obra. Para preparar la mezcla conviene utilizar un agitador con una taladradora portátil de poca velocidad de giro. El mortero ha de quedar tan fluido que, al ponerlo en obra, pueda extenderse fácilmente por toda la superficie por medio del dentado de la paleta especial utilizada. Una vez que el mortero se ha mezclado suficientemente, hay que utilizarlo sin demora. La primera hilada, sobre el cimiento, se coloca sobre una capa impermeabilizante de cartón embreado o de lecho de mortero de cemento 1:4. Así se compensan las posibles irregularidades de los cimientos. Las llagas se realizan ya en la primera hilada con el mortero para capa delgada. El mortero se aplica a los tendeles y llagas de los bloques de hormigón por medio de una paleta dentada. Previamente hay que barrer el polvo y partículas sueltas. La paleta ha de tener la misma anchura del bloque para que la superficie que de totalmente cubierta de mortero de una sola pasada. El dentado de la paleta asegura que el mortero de capa delgada se aplique con un espesor uniforme, con lo que el espesor de las llagas y tendeles es también uniforme, de 1 a 3 mm. En los bloques machihembrados no se aplica mortero a las llagas, que simplemente encajan “a hueso”, es decir, a tope, en seco. Si en una hilada aparecen pequeños desniveles de bloque a bloque, pueden corregirse con un cepillo de bloques. Así se prepara una perfecta base de apoyo para la hilada siguiente. Los bloques tienen que solaparse lo suficiente, igual que una obra de fábrica de ladrillo.

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4.- GUARNECIDOS

Los guarnecidos son los recubrimientos que se hacen sobre los paramentos verticales, y constan de dos capas como se verá más adelante: enfoscado y revoque. Dichas labores tienen en común que en ambos casos se aplica y extiende un mortero sobre una pared. Se utilizan diferentes tipos de mortero en función del objetivo del enfoscado y de la calidad esperada en su aspecto final. La pared que va a recibir el recubrimiento deben prepararse para que la adherencia del mortero sea la adecuada.

4.1.- PREPARACION DE LA BASE

La pared que va a enfoscarse deberá estar limpia, rugosa y absorbente. Por esta razón, hay que eliminar las capas de polvo y suciedad. La base ha de estar suficientemente seca y las placas de hormigón tienen que haberse secado durante unas cuatro semanas para poder enfoscarlas. En los muros no debe haber humedades por capilaridad. Un buen poder absorbente del muro y su rugosidad hacen que haya una buena trabazón entre el enfoscado y la base. Un muro muy absorbente debe humedecerse previamente en tiempo caluroso para que no absorba demasiado deprisa el agua del mortero.

Sí la base es poco absorbente, como el hormigón, un revoque proyectado de mortero de cemento mejora la unión entre el ladrillo y el enfoscado. El revoque proyectado mejora la rugosidad del muro y absorbe uniformemente la humedad. El revoque proyectado se aplica lanzando con fuerza un mortero muy fluido contra el muro; pudiéndose hacer con la paleta o con una escobilla (revoque a escoba). Hay que rellenar con mortero las juntas vacías y otras depresiones del muro. Para que la fábrica no absorba la humedad necesaria para el fraguado del mortero, hay que humedecerla previamente, de modo uniforme, pero sin empaparla. El mortero para proyectar se prepara tan fluido que, manteniendo horizontal la paleta de albañil, sólo quede sobre ella una pequeña cantidad de mortero. Durante el trabajo hay que ir removiendo constan­temente el mortero, ya que sedimenta con rapidez. La superficie del revoque proyectado no debe fratarse para que mantenga una contextura rugosa e irregular. Sobre un enfoscado de este tipo puede enfoscarse al cabo de unas doce horas, cuando ya ha fraguado lo suficiente como para que no se desprenda pasando la mano.

4.2. GUARNECIDOS.

Los guarnecidos se hacen en una o varias capas. Los guarnecidos exteriores deben aplicarse en dos capas de unos 2 cm de espesor total, mientras que los guarnecidos interiores tienen unos 15 mm de espesor. El guarnecido debe fraguar lentamente y con suficiente humedad, por lo que no debe secarse artificialmente. Los guarnecidos de cal o cemento se mantienen húmedos, si el tiempo es seco, rociándolos con agua.

La primera capa del guarnecido es el enfoscado. Se aplica con un espesor de 10 a 15 mm. La resistencia de esta capa debe ser mayor o igual que la de la segunda capa o revoque. A continuación se ven ambas capas separadamente.

4.2.1.- ENFOSCADO.

Como ya se ha dicho, es la primera capa del guarnecido y se aplica con un espesor de 10 a 15 mm. La resistencia debe disminuir desde el interior hasta el exterior, o mantenerse igual. El mortero se aplicará en una sola operación, con el espesor suficiente para que agarre bien y no se deslice hacia abajo. La segunda capa no se aplicará hasta que se haya endurecido la primera. Para mejorar la adherencia entre ambas capas, se da rugosidad al enfoscado por medio de una tabla con clavos.

Para conseguir buena adherencia a la fábrica de ladrillo el mortero se aplica con fuerza desde abajo hacia arriba. Las manos de mortero deben solaparse mutuamente.

Si el mortero se extiende solamente con una tabla, entre el enfoscado y el muro pueden quedar oquedades llenas de aíre capaces de originar el desprendimiento del mismo. Una pared de gran superficie no se enfosca de una sola vez en toda su extensión sino que se subdivide en zonas de 1 x 2 m, aproximadamente. Se consigue así que el mortero fresco se ponga en obra uniformemente mientras dura el trabajo.

El mortero aplicado con la paleta se extiende con un fratás largo o con la carda. Se aplica esta herramienta a ras de suelo y se tira de ella hacia arriba moviéndola de un lado a otro. El mortero sobrante que se recoge con la carda se retira con la paleta y se aplica a las depresiones del enfoscado.

El tendido se repite hasta que la superficie del enfoscado fresco sea plana. A continuación, la superficie del enfoscado se frota con el fratás para que la superficie quede uniformemente lisa y compactada. Para ello hay que esperar a que el mortero haya comenzado a fraguar. Se nota en que apenas puede comprimirse con los pulgares. El fratás se aplica a toda la superficie con ligera presión y dándole un movimiento circular. Si el mortero ha fraguado demasiado, humedézcase ligeramente con una brocha. El rincón del suelo ha de hacerse limpiamente aplicando la carda en vertical al ángulo y moviéndola de un lado a otro con una ligera presión. El mortero sobrante que queda en el suelo se recoge con la paleta. El rincón del suelo se repasa con el fratás o con la llana. La lisura de la superficie del enfoscado se comprueba de vez en cuando con un listón o tabla. El listón debe aplicarse en varias direcciones y ha de apoyar sobre la superficie en toda su longitud.

Se dice que un enfoscado es amaestrado, cuando se utilizan como guías de grosor y apoyo para el alisado unas maestras que suelen ser listones de madera o de chapa de acero galvanizado, comprobadas con el nivel de burbuja.

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4.2.2.- REVOQUE.

Para completar el guarnecido, sobre todo en interiores, se remata el enfoscado con una segunda capa de acabado más vistoso, el revoque. Tradicionalmente, el revoque se ha realizado con pasta de mortero de yeso, y se denomina enlucido. Actualmente es frecuente el uso de mortero fino premezclado en seco, que incluyen una serie de aditivos que dan al revoque muy buena calidad y estabilidad. Para el amasado con el agua, se utiliza un agitador movido por una taladradora portátil. El revoque se aplica posteriormente al fratasado. Sí el enfoscado está demasiado seco, hay que mojarlo previamente.

El revoque se aplica con la llana en una capa de 2 a 3 mm de espesor. Para ello se toma la llana con la mano izquierda y el mortero se deposita sobre ella con la paleta, manejada con la mano derecha. Se coge entonces la llana con ambas manos, se aplica inclinada sobre la pared y se tira de ella hacia arriba uniformemente, con una ligera presión. Las tiras siguientes se tienden también desde abajo hacia arriba, hasta que toda la superficie quede cubierta por un guarnecido uniforme de poco espesor. Las irregularidades gruesas se alisan con la llana durante el trabajo. Para alisar el guarnecido se frota primero la superficie con la tabla de fieltro humedecida. La tabla de fieltro se mete en el agua y al sacarla se deja escurrir.

El guarnecido se frota con movimientos circulares y ligera presión, con lo que la superficie se humedece, se alisa y se compacta.

Para terminar, el guarnecido se frota de nuevo con la llana para conseguir una superficie totalmente plana y lisa. La llana se aplica con una ligera inclinación y se pasa con sensibilidad sobre el guarnecido con movimientos circulares. No debe apoyarse en toda su superficie, sino que el borde delantero se ha de levantar ligeramente.

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5.- ALICATADOS

El alicatado es la colocación de plaquetas cerámicas, baldosines o azulejos, sobre un paramento vertical, generalmente un tabicón.

Los pasos en la ejecución de un trabajo de colocación de piezas planas cerámicas, sea en pared o en suelo son:

a) medición y trazado. Es muy importante y delicada, por lo que se emplean los útiles más precisos en su realización: niveles de burbuja y agua, plomadas, metros milimetrados, cordeles. Deben asegurarse y marcarse las perpendiculares e incluso, los límites superior e inferior de cada una de las hiladas.

b) preparación de las piezas a colocar. Esto incluye tanto el recortar las piezas que no caben enteras y deben ajustarse a las dimensiones de remate lateral o superior, como el practicar en ellas los taladros y muescas necesarios para no ocultar las instalaciones empotradas cuyos extremos deben quedar “en espera”.

c) colocación de las piezas. Para ello existen dos técnicas diferenciadas: el procedimiento de capa gruesa, tradicional, en el que las placas se fijan al paramento mediante una pella de mortero aplicada en su cara posterior y que se comprime con la propia plaqueta hasta que agarra al paramento; el procedimiento de capa delgada, que no utiliza mortero, sino una base de material adhesivo que se aplica con la llana y se “peina” de forma ondulada con una espátula o llana dentada, sobre la que se aplica directamente el azulejo.

d) el rejuntado o rellenado de las juntas entre plaquetas con una lechada a base de cemento blanco.

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