Tema 71 – La realización de trabajos prácticos en tecnología

Tema 71 – La realización de trabajos prácticos en tecnología

1 – Introducción…………………………………………………………………………………………………. 2

2 La realización de trabajos prácticos: El proyecto técnico escolar………………………………. 2

2.1 Anteproyecto…………………………………………………………………………………………….. 4

2.2 Diseño…………………………………………………………………………………………………….. 5

2.3 Planificación………………………………………………………………………………………………. 6

2.4 Construcción……………………………………………………………………………………………… 8

2.5 Evaluación y presentación de resultados………………………………………………………….. 9

2.6 Los operadores tecnológicos……………………………………………………………………….. 10

3 Criterios organizativos y didácticos………………………………………………………………….. 11

3.1 Criterios organizativos……………………………………………………………………………….. 11

3.1.1 Agrupamientos……………………………………………………………………………….. 11

3.1.2 Espacios: El Aula Taller…………………………………………………………………. 11

3.1.3 Tiempos………………………………………………………………………………………… 13

3.2 Criterios didácticos……………………………………………………………………………………. 14

3.2.1 Tipos de proyectos………………………………………………………………………….. 14

3.2.2 Criterios para la elección de un proyecto………………………………………………. 15

3.2.3 Estrategias didácticas en el desarrollo de proyectos técnicos…………………….. 15

4 La seguridad en el aulataller de Tecnología…………………………………………………….. 17

4.1 Riesgos presentes en el aula taller………………………………………………………………. 17

4.2 Normas de seguridad…………………………………………………………………………………. 18

5 Conclusiones……………………………………………………………………………………………… 19

Bibliografía

Las nuevas tecnologías en Educación Secundaria (Del clavo al ordenador). Ministerio de Educación y Cultura (1996)

Javier Baigorri y colaboradores; Enseñar y aprender la tecnología en la Educación Secundaria. Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona. Barcelona (1997)

Javier Baigorri y colaboradores; Tecnología para chicos y chicas. Ministerio de Educación y Cultura (1994)

Gervasio Agudo y Juan Manuel García; La tecnología a través del objeto. Editorial Octaedro. Barcelona (1993)

1 – Introducción

En este tema se va a estudiar la realización de trabajos prácticos en el área de tecnología mediante el método de proyectos. A partir de un análisis de las características de un proyecto técnico escolar se va a describir las actividades que se llevan a cabo en cada una de sus fases.

A continuación se profundizara en los criterios organizativos y didácticos a tener en cuenta la elección y realización de proyectos técnicos. Por ultimo se abordara los riesgos presentes en el aula-taller de tecnología y las normas de seguridad que se deben de seguir. Lo primero que podemos analizar es ¿Qué es un proyecto técnico escolar? ¿Cuales son sus características más destacadas?

2 – La realización de trabajos prácticos: El proyecto técnico escolar

El proceso de enseñanza debe buscar la construcción, por parte de los alumnos, de aprendizajes significativos. Por ello debe potenciarse el carácter funcional de los aprendizajes mediante la realización de trabajos prácticos, debido a que estos trabajos prácticos permiten utilizar métodos pedagógicos basados en la experiencia propia del adolescente.

La aplicación de estos principios en el área de tecnología, se puede lograr mediante la utilización del método de proyectos. Cabe ahora preguntarse ¿En que consiste el método de proyectos? ¿Cuáles son las fases de un proyecto técnico escolar?

El método de proyectos consiste en una serie de operaciones en orden lógico, que obedecen a valores objetivos y que se convierten en instrumentos operativos para solucionar problemas técnicos cotidianos.

El proceso consta de cinco fases: anteproyecto, diseño de una solución, planificación, construcción y evaluación:

– En el anteproyecto los grupos de alumnos identifican y analizan un problema, sus características y los factores que inciden en él. Para ello, se documentan acudiendo a fuentes diversas, intercambian información, comparan sus puntos de vista y valoran la posibilidad de encontrar una buena solución.

– En la fase de diseño se proponen ideas cuya viabilidad debe comprobarse, se toman decisiones sobre forma y dimensiones del producto, así como acerca de los materiales y técnicas más apropiados para hacer realidad el diseño. Es éste el momento de expresar las ideas gráficamente elaborando croquis acotados, dibujos de detalle y planos a escala. Es ineludible, asimismo, analizar y valorar las posibles soluciones, debatir en grupo su viabilidad e, incluso, realizar pruebas sobre maquetas.

– La fase de planificación es aquella donde se decide la secuencia de operaciones, los medios técnicos, los materiales y productos auxiliares que van a ser necesarios, así como el tiempo que va a consumir en cada una de dichas tareas. El alumnado hace ahora planes de trabajo, hojas con instrucciones, listas de despiece, presupuestos y pedidos al almacén. También reparten el trabajo, organizan las tareas y acuerdan la distribución de responsabilidades.

– Una vez se ha realizado el diseño y la planificación se debe abordar la construcción del proyecto donde los alumnos manejan herramientas, útiles y máquinas. Aprenden y aplican técnicas para trabajar y dar forma a los materiales más diversos.

– Finalmente llega la evaluación. Nunca se insistirá lo suficiente sobre el valor de la evaluación de su propio trabajo que realizan los grupos de alumnos. La evaluación es la etapa en que se elaboran juicios de valor sobre la calidad técnica, funcional y estética del producto realizado. Se juzga también la eficacia del producto, una vez puesto en uso, para satisfacer la necesidad original. De igual manera se valoran, durante esta fase los aprendizajes conseguidos y el clima de trabajo y se realizan propuestas de mejora. Culmina todo el proceso con la elaboración de memorias y la presentación de resultados a los compañeros.

Se pone así de manifiesto que el método de proyectos es una potente herramienta para el desarrollo de capacidades tanto cognitivas y motrices como afectivas y sociales ya que permite al alumno:

– Desarrollar el habito de trabajar en grupo.

– Comunicar con libertad sus propias ideas.

– Asumir y respetar las ideas de los demás compañeros.

– Desarrollar la capacidad critica frente a las ideas propias y de los demás.

– Desarrollar su identidad personal.

Una vez que se ha realizado una descripción de las características más relevantes del método de proyectos se debe analizar con detalle cada una de sus fases.

2.1 – Anteproyecto

Lo primero que hay que hacer es plantear y definir el problema en su conjunto, lo que sirve también para definir los límites en los que deberán moverse los alumnos ya que se informara también de los condicionantes a los que estarán sujetos. Que esos condicionantes sean mas o menos rígidos depende del tipo de proyecto elegido como se estudiara en el apartado tercero.

Es habitual dividir el problema en problemas más sencillos para abordar mejor su análisis y solución. Esta operación facilita la elaboración del proyecto porque tiende a descubrir los pequeños problemas particulares. Una vez resueltos los problemas de uno en uno (y aquí empieza a actuar la creatividad) se debe de estudiar la relación entre ellos con el fin de que las soluciones adoptadas sean compatibles.

Tras la división del problema en sus elementos comienza la búsqueda de información ya que es necesario documentarse antes de abordar las posibles soluciones. Es este un aspecto al que a veces no se presta suficiente atención. Sin embargo, obtener información es un aprendizaje fundamental y uno de los objetivos principales de la Educación Secundaria. Entre las fuentes de información que se emplean cabe destacar libros de texto, libros sobre temas científicos, revistas y catálogos comerciales.

Toda la información recopilada se tratara y organizara de manera que pueda ser utilizada en el diseño o en otros proyectos.

2.2 – Diseño

Se puede definir la creatividad como la actividad del pensamiento que tiene como resultado soluciones nuevas a un problema. Para ello necesitamos la información recogida en la etapa anterior, un cierto método y una mentalidad abierta y capaz de generar nuevas ideas.

Por tanto la fase de diseño comienza con el análisis de la información obtenida en la etapa anterior. Este análisis permite al alumno identificar los elementos científicos, técnicos y tecnológicos presentes en el mismo.

Cuando el grupo considera que posee suficiente información, deben comenzar a generarse ideas. Estas ideas deben recogerse en representaciones gráficas que cada vez serán mas detalladas. Entre los documentos que se generan en la fase de diseño destacan:

Bocetos de conjunto. Que deben realizarse de forma rápida y a mano. Se debe de realizar de forma individual para que la información sea lo mas completa posible. De esta manera cada miembro del grupo aportara una serie de ideas, pudiéndose mejorar alguna de ellas, ampliarla o transformarla, en la puesta en común que se hace a continuación. Se debe de hacer referencia a aspectos como operaciones, materiales y herramientas necesarias.

– Croquis del conjunto. En el que se deben numerar todas las partes o piezas de que conste el mismo. Este croquis puede realizarse a partir del boceto inicial y su objetivo es dar una visión global de conjunto, por lo que es fundamental realizarlo con perspectiva e incluir algún corte o sección que facilite la compresión de mismo. Este croquis no suele llevar cotas.

Croquis acotado de cada una de las partes. Estos croquis de cada una de las piezas (despiece) se realizaran y acotaran de acuerdo a las normas del dibujo técnico, y en ellos se anotaran las observaciones necesarias para su posterior fabricación.

Planos a escala. Para los que se emplearan los instrumentos de dibujo necesarios y se detallaran todas las medidas.

Una vez que se ha definido de forma gráfica la solución adoptada, y antes de pasar a la planificación, los alumnos deben estudiar cuales serán los medios necesarios (entre los que destacan las herramientas y los materiales), y la calidad mínima a conseguir. Un proyecto muy difícil pero mal acabado no satisface a nadie, mientras que uno algo más fácil pero terminado con calidad siempre es motivo de satisfacción.

2.3 -Planificación

Una vez diseñada una solución al problema propuesto se pasa a la fase de planificación. Ahora podemos analizar ¿Qué aspectos debe contemplar esta planificación? ¿Qué documentos se van a elaborar?

Se debe llevar a cabo la planificación tanto de las operaciones a realizar como de los recursos materiales y temporales necesarios. Es habitual cierta reticencia entre el alumnado en esta la fase. Es imprescindible que sean conscientes de la necesidad de la planificación para optimizar el trabajo y los costes. Para ello se debe realizar un análisis que debe contemplar:

Operaciones a realizar.

Tiempo necesario para cada una de ellas.

Reparto de tareas entre los diferentes miembros del grupo una vez seleccionadas las tareas necesarias para la realización del proyecto y asignado el tiempo para las mismas.

Herramientas necesarias de las disponibles en el aula taller.

Materiales necesarios: materiales disponibles, posibles compras y posibles pedidos.

Plan de trabajo y estimación de la duración total del trabajo.

Hoja de pedido que recoja el material necesario.

Presupuesto de ese material.

En esta fase de planificación es habitual recurrir a diagramas y hojas de proceso. Los diagramas del proceso de trabajo son representaciones gráficas de estos. Consideraremos que un proceso se divide en tareas o actividades y estas a su vez en operaciones. El tipo de diagrama que se debe utilizar depende del nivel al que se va a realizar el estudio. ¿Qué tipos de diagramas son los más frecuentes? Los diagramas más utilizados son los siguientes:

Diagrama de flujo del proceso: Es una representación gráfica en la que aparecen todas las actividades o tareas necesarias para realizar el proceso (en ocasiones también se representan las operaciones o solo estas ultimas). El objetivo es el estudio del proceso de modo global, tratando de detectar esperas, combinar o eliminar pasos superfluos y reducir desplazamientos.

Diagrama de operaciones (de una tarea): Una vez que estén identificados las operaciones necesarias para realizar una tarea se los puede representar en un diagrama de operaciones. Para representar cada operación se puede recurrir a símbolos como los propuestos por la A.S.M.E. (Asociación Norteamericana de Ingenieros Mecánicos).

En las hojas de proceso se describen con detalle las operaciones que intervienen en un proceso de fabricación. Podemos destacar tres tipos:

Hoja de proceso: Cuando se describe de forma ordenada todas las operaciones que son necesarias para llevar a cabo el proceso o parte de él.

Hoja de operación: Se centra en una sola operación de singular relevancia. Se debe hacer referencia a materiales, herramientas o maquinaria y tiempo estimado.

Hoja de proceso de montaje: En la que se describe el orden en que se deben de montar las piezas. Esta hoja es importante para evitar pérdidas de tiempo en desmontar partes ya montadas que son posteriores a otras.

2.4 – Construcción

Una vez realizada la planificación es el momento de llevar a cabo la ejecución material del proyecto. En las actividades de la fase de construcción se desarrollan capacidades muy diversas a partir de contenidos con un marcado carácter procedimental y actitudinal.

Es conveniente respetar una serie de normas el desarrollo del proyecto, su fabricación y la organización de documentos. ¿Cuáles son estas normas? ¿Cómo influye la planificación en la fase de construcción?

Se debe de actuar de forma ordenada, por esto cada miembro del grupo iniciará la fabricación de las partes asignadas de acuerdo con el reparto de tareas. Se recomienda construir primero las partes más difíciles para que si surgen dificultades serias sea más fácil dar marcha atrás para modificar el diseño de forma mas o menos sustancial. Cada parte debe ser controlada, exigiéndose un mínimo de calidad, antes de ser aceptada como útil.

Se hará necesario corregir la planificación en función de las dificultades que vayan surgiendo y se debe de llevar un parte de trabajo donde se anoten las incidencias. En todo momento se deben respetar las normas de seguridad en el manejo de materiales, herramientas y maquinas.

El montaje de las partes del conjunto debe realizarse, como vimos en el apartado anterior, siguiendo el proceso analizado en las hojas correspondientes. En esta etapa del proyecto, se realizarán los ajustes y retoques necesarios para suplir las posibles imperfecciones de algunas de las partes.

Una vez terminado el montaje se debe realizar las pruebas oportunas así como un análisis de características finales y la comparación con las características previstas. Se debe prestar especial atención a los aspectos funcionales y a la utilidad global del proyecto. Estos análisis proporcionan abundante información que se emplea en la fase de evaluación.

2.5 – Evaluación y presentación de resultados

En esta fase los alumnos deben presentar ante sus compañeros el trabajo realizado y elaborar una memoria o informe final del mismo.

Es la presentación ante los demás compañeros se debe conseguir que participen todos los miembros del grupo y que el resto de alumnos puedan sacar conclusiones que ayuden en futuros proyectos. Se debe favorecer el debate acerca de posibles propuestas de mejora.

Aunque previamente se han podido presentar diferentes documentos al profesor, es el momento de recopilarlos para formar una memoria o informe final del proyecto. Cabe ahora preguntarse ¿Qué elementos aspectos debe contemplar este informe? Los más destacados son:

– Portada que debe incluir todos los datos que consideremos relevantes: nombre del centro, título del proyecto, profesor, nombre de los alumnos y fecha entre otros.

– Índice.

– Presentación y descripción global del proyecto.

– Dibujo de conjunto.

– Hojas de despiece. Tantas como piezas o partes tenga el conjunto.

– Hojas de proceso de fabricación.

– Hojas de proceso de montaje.

– Relación de materiales y presupuesto.

– Organización de la fabricación.

– Características finales y pruebas realizadas.

– Parte de trabajo o incidencias en el que se describen los acontecimientos ocurridos durante la realización del proyecto.

– Bibliografía y fuentes de información que se han consultado para la realización del proyecto.

2.6 – Los operadores tecnológicos

Es habitual dividir los proyectos en problemas más sencillos, como vimos en el apartado correspondiente al anteproyecto. Para resolver estos problemas será necesario recurrir a operadores mas o menos complejos. ¿Qué entendemos por operador tecnológico?

Un operador tecnológico es un dispositivo, formado por un conjunto de elementos, que responde de acuerdo con una determinada ley o principio físico cuando se actúa sobre él y que cumple con una determinada misión.

Por tanto en los proyectos técnicos será necesario combinar operadores tecnológicos que reúnan las características adecuadas. Para ello será necesario conocer cuales son los problemas a resolver y cual es el comportamiento de los distintos operadores.

Es habitual que estos operadores nos permitan acumular energía o transformar energía. Entre los operadores que sirven para almacenar energía cabe destacar por su utilidad en los proyectos escolares las gomas elásticas, los muelles y los discos de inercia. Dentro de los que transforman energía los más frecuentes son los motores eléctricos (que transforman energía eléctrica en mecánica) y los sistemas de transmisión de movimiento (mediante poleas y correas o engranajes de ruedas dentadas).

Otro tipo de operadores que se emplean con frecuencia son los apoyos o soportes y los elementos de unión (entre los que destacan las uniones mediante tornillos) que se emplean para construir todo tipo de estructuras.

En algunos proyectos bastara con utilizar operadores sencillos mientras que en otros será necesario recurrir a operadores más complejos y costosos. Siempre que sea posible se debe emplear material escolar (clips y chinchetas como interruptores o gomas elásticas en las reductoras) y material de desecho. Si se recurre a material de desecho se debe controlar su origen y trabajar con él con precaución.

3 – Criterios organizativos y didácticos

En el diseño y en el desarrollo de cualquier unidad didáctica, y por tanto en los proyectos técnicos escolares, se deben contemplar los aspectos organizativos. Por este motivo en los tres primeros apartados veremos como se organizan agrupamientos, espacios y tiempos.

Por otro lado tanto en la elección de un proyecto como en su desarrollo conviene considerar una serie de criterios didácticos como se vera en el apartado correspondiente.

3.1 – Criterios organizativos

3.1.1 – Agrupamientos

La organización de los alumnos se debe adaptar al tipo de actividad que estén realizando en cada momento. Para atender a las explicaciones del profesor lo habitual será reunir a todos los alumnos. Sin embargo para realización los proyectos se formaran grupos de 3 o 4 personas. En actividades concretas se podrá trabajar individualmente o por parejas como en el diseño, montaje, experimentación y pruebas finales.

En el aula de informática trabajaran por parejas procurando que los alumnos con mas conocimientos previos ayuden a los demás. Se prestará una especial atención a los alumnos que nunca hayan utilizado un ordenador.

Los grupos de trabajo se constituirán siguiendo algunos criterios que conozcan previamente los alumnos. Es fundamental construir grupos compensados en cuanto a capacidades, sexo e intereses de los alumnos.

3.1.2 – Espacios: El Aula- Taller

Del planteamiento curricular del área de Tecnología, se desprenden una serie de actividades y tareas que ponen de manifiesto la importancia de la distribución del espacio físico y las especiales características de los medios materiales que se precisan para el normal desarrollo del área. En esta misma dirección, el currículo del área establece entre sus objetivos educativos el de integrar teoría y práctica, trabajo intelectual y trabajo manual.

Por ello se hace necesario un espacio con las características adecuadas para poder desarrollar este curriculo mediante la realización de las actividades propias del área: el aula-taller de tecnología.

El aula de tecnología tiene, en principio, tres zonas delimitadas para facilitar el trabajo y hacerlo más estimulante y provechoso. Estas tres zonas son: el aula, el taller y el almacén.

En el aula o zona de estudio se trabaja en el diseño del proyecto, la realización de bocetos y la planificación del trabajo. En esta zona el profesor realiza las propuestas de trabajo y explica los contenidos teóricos. El mobiliario esta formado por mesas y sillas siendo habitual que el panel de comunicación y la biblioteca de aula estén en esta zona. Para estas tareas a veces resulta más adecuado usar el aula habitual del grupo.

En la zona de taller se ubican las mesas y bancos de trabajo y las herramientas para la construcción. En este espacio se llevan a cabo las labores de construcción y otros toda una serie trabajos técnicos que requieren el uso de herramientas y maquinaria específica. En general estos trabajos son ruidosos y pueden resultar molestos para los alumnos que están desarrollando tareas de otro tipo en el aula.

Por la razón expuesta parece conveniente que estos dos espacios estén separados mediante un paramento insonorizado y, a la vez, transparente, para facilitar el control, por parte del profesorado, de las tareas que se realicen en ambas zonas simultáneamente. Este paramento resulta muy costoso e introduce problemas de seguridad, por lo que no se suele instalar.

El mobiliario del taller estará formado por:

– Bancos de trabajo resistentes en los que se puedan sujetar piezas.

– Armarios o estanterías para guardar los trabajos.

– Paneles de herramientas.

– Máquinas o equipos instalados sobre bancadas (generalmente una taladradora).

En el almacén se guardan materiales, los instrumentos delicados y aquellos equipos o herramientas que requieren de un cuidado especial. Las actividades propias del mantenimiento y el servicio del almacén ofrecen la posibilidad de desarrollar unidades didácticas relacionadas con la planificación y organización del trabajo. El almacén ha de estar dotado de estanterías, armarios y cajones clasificadores para guardar materiales, herramientas, componentes de circuitos y diversos productos.

Al decidir el emplazamiento del aulataller habrá de tenerse en cuenta la proximidad de las canalizaciones de suministro de agua y desagüe para facilitar las instalaciones correspondientes en el aula-taller. El aula-talller debe contar con una instalación eléctrica independiente del resto de aulas que de servicio a los bancos de trabajo y las maquinas presentes. También es necesario asegurar una ventilación suficiente, ya que algunos procesos técnicos pueden generar polvo, olores o humos molestos.

Como algunas actividades generan ruido, conviene ubicar el aula en una zona del instituto donde las molestias sean mínimas y, en cualquier caso, separada de aulas de música, audiovisuales o de la biblioteca, donde el silencio es imperativo. La periferia de la planta baja del edificio es una situación idónea para el aula-taller.

Es deseable, en cambio, proximidad y fácil comunicación con los espacios destinados a las áreas curriculares con tareas afines, especialmente las de Ciencias de la Naturaleza y Educación Plástica y Visual. De este modo se puede aprovechar mejor el uso de espacios, materiales y recursos comunes, a la vez que facilita la organización de actividades en las que participen dos o más áreas.

El Aula de Informática debe de contar con un mínimo de doce equipos, siendo deseable un numero de quince, y conexión a Internet. En este aula se llevaran a cabo las siguientes actividades:

– Creación de informes, gráficos y tablas con el procesador de textos.

– Búsqueda de información en enciclopedias virtuales, CD-ROM y DVD interactivos.

– Conexiones a Internet y uso de un navegador.

– Manejo de algún buscador de Internet usándolo para diferentes conceptos.

3.1.3 -Tiempos

La organización del tiempo en el desarrollo de proyectos técnicos escolares debe permitir una previsión aproximada de la duración total del proyecto y de cada una de las fases que lo integran.

La planificación del tiempo debe ser flexible para poder adaptarse a la diversidad de capacidades, motivaciones e intereses de los alumnos. En este proceso se tiene que considerar la edad de los alumnos, los objetivos del proyecto y las posibilidades de utilización de los recursos humanos y materiales con el fin de sacarles el máximo provecho.

3.2 – Criterios didácticos

Tanto cuando se selecciona un determinado problema para resolverlo por el método de proyectos, como cuando se lleva a la practica hay que prestar especial atención a los aspectos didácticos. ¿Qué tipo de proyectos se puede proponer? ¿Cuáles son las características de un buen proyecto? ¿Qué aspectos estrategias didácticas se emplean durante su desarrollo?

3.2.1 – Tipos de proyectos

Existen infinidad de problemas que se pueden convertir en proyectos escolares que es habitual clasificar en diferentes categorías. De acuerdo con el grado de autonomía de los alumnos se establecen los siguientes tipos de proyectos:

Proyectos cerrados o tutorados: A los alumnos se les dan las características de la solución al problema, las instrucciones para resolverlo y los materiales a emplear. Este caso es más un proceso de construcción dirigido en el que los aprendizajes están situados en la esfera de las técnicas constructivas. Es un proceso controlado en el que la solución es única: la que el profesor ha previsto.

Problemas abiertos: En este caso se le da al alumnado una definición del problema y se pone a su disposición los medios necesarios para que haga todo lo demás hasta alcanzar una de las múltiples soluciones posibles. En este tipo de problemas se desarrollan importantes capacidades relacionadas con la autonomía y creatividad. El papel del profesorado consiste en orientar a los alumnos y facilitar recursos.

Problemas libres: Los alumnos eligen el problema o lo buscan en la realidad y lo definen con precisión antes de resolverlo. Es el mayor grado de apertura didáctica, limitada solamente por aspectos organizativos: tiempo a emplear, recursos o costes. En este caso hay múltiples problemas, cada uno con sus variadas soluciones. Además de autonomía y creatividad, el proceso requiere de altas dosis de responsabilidad.

En función del nivel de desarrollo de las capacidades de nuestros alumnos elegiremos un tipo u otro.

3.2.2 – Criterios para la elección de un proyecto

Un buen proyecto será aquel que reúna las siguientes características:

Interesante para el alumnado: El interés que el escolar muestra por un determinado problema depende del sentido y del significado que tiene para él la propuesta. Esto depende, inicialmente, de la capacidad que intuye en el problema para cubrir sus expectativas escolares: si el objeto de trabajo tiene interés, si las relaciones con los compañeros van a ser enriquecedoras o si le va a suponer un esfuerzo razonable del que se considera capaz. Una persona considera de interés un esfuerzo, por encima del producto que ha de obtener, si está situado en un intervalo de cierta dificultad al que puede acceder, la llamada zona de desarrollo potencial de Vigotsky, suponiendo un cierto reto a sus capacidades.

Implicación del profesorado en el problema: La resolución previa por, parte del profesorado, del problema que ha de mandarse en clase, genera una complicidad con el proceso de resolución que facilita que el profesor ejerza la función orientadora. No existe mayor peligro que lanzar a la clase un problema del que no se hayan anticipado los procesos o las dificultades didácticas.

Riqueza de contenidos relevantes: En función de aquellos aprendizajes que se pretenden, habrá problemas mas o menos válidos.

Viabilidad: Los problemas han de ser viables con relación al tiempo que consumen, al espacio que se requiere para resolverlos o a los recursos que se necesitan.

3.2.3 – Estrategias didácticas en el desarrollo de proyectos técnicos

Un buen modelo didáctico debe ser simple, universal y potente para el aprendizaje. Estas características las reúne el modelo didáctico basado en la realización de trabajos prácticos mediante el método de proyectos.

En cada una de las fases de un proyecto escolar se pretende la construcción de aprendizajes significativos. Para ello es necesario tener presente emplear una serie de estrategias metodológicas.

El alumnado debe ser el constructor de su propio conocimiento. Las actividades deben crear situaciones en las que el alumnado siente la necesidad de adquirir conocimientos tecnológicos que le permitan solucionar los problemas que se le planteen, mediante la manipulación o la construcción de objetos.

Siempre se partirá de los conocimientos previos del alumnado, tanto de los adquiridos en las disciplinas académicas cursadas, como los que hayan sido adquiridos en la propia realidad. De este modo se favorece la motivación al igual que con actividades relacionadas con el entorno geográfico y la vida real del alumno.

La exposición será ordenada y graduada en su complejidad, teniendo en cuenta que cada alumno tiene su propio ritmo y ofrece unas respuestas diferentes a los mismos estímulos, dependiendo de sus conocimientos propios y de sus capacidades.

Se pretende el pleno desarrollo de la personalidad del alumnado, siguiendo el principio de la formación personalizada. Las actividades permitirán un desarrollo flexible con alternancia en los tipos de agrupamiento, organización de los espacios, materiales didácticos y diferentes equipamientos. Se recurrirá a actividades de refuerzo y ampliación para atender a la diversidad.

Los proyectos admiten soluciones diferentes con lo cual se pretende desarrollar las capacidades relacionadas con la búsqueda de información, además de forzar al alumnado a utilizar los conocimientos adquiridos en otras materias.

Para la construcción tienen que poner en práctica las habilidades manuales, usando herramientas e instrumentos de medida, siguiendo un orden establecido con anterioridad.

El aprendizaje de estos conocimientos debe ser funcional por lo que se realizará a través de ejemplos prácticos, intentando evitar al máximo la transmisión de conceptos abstractos sin el apoyo de casos prácticos para facilitar su comprensión.

Se trata por tanto de llevar a cabo actividades sencillas claramente relacionadas con los conceptos, procedimientos y actitudes que queremos transmitir a los alumnos. En estas actividades siempre que sea posible se trabajarán los temas transversales.

4 – La seguridad en el aula-taller de Tecnología

Por su propia naturaleza, la actividad tecnológica comporta riesgos que pueden y deben mantenerse siempre bajo control para impedir cualquier tipo de accidente. Además, el conocimiento de los peligros, las medidas de precaución que pueden adoptarse y el respeto de las normas de seguridad forman parte de los contenidos establecidos en el currículo del área.

4.1– Riesgos presentes en el aula- taller

En el trabajo en el aula taller hay numerosos riesgos de accidente que los alumnos deben conocer. La mayor parte de estos riesgos son consecuencia de la utilización de herramientas manuales, herramientas a motor y maquinas.

Como consecuencia del manejo de herramientas manuales aparecen los siguientes riesgos:

– Golpes en las manos y otras partes del cuerpo al utilizar martillos y cinceles.

– Cortes en las manos cuando se usan sierras, alicates y tijeras.

– Lesiones oculares por proyección de fragmentos.

– Esguinces debidas a movimientos bruscos o incorrectos.

En el trabajo con herramientas a motor y maquinas aparecen riesgos muy semejantes a los asociados a las herramientas manuales pero de mayor gravedad. Cabe destacar los siguientes:

– Cortes en el manejo de taladradoras, sierras de calar y guillotinas.

– Golpes con elementos móviles de las maquinas.

– Las maquinas pueden atrapar el pelo, la ropa o alguna extremidad de los alumnos en sus partes móviles.

Aparte de estos riesgos específicos hay otros de carácter general como los que se enumeran a continuación:

– Resbalones y caídas por la presencia de líquidos o el estado del pavimento.

– Accidentes eléctricos.

– Los debidos al contacto con productos tóxicos.

Es por tanto necesario que los alumnos reciban información tanto de los riesgos presentes en el aula-taller como de las normas de seguridad que se deben seguir para evitar accidentes.

4.2 – Normas de seguridad

En el apartado anterior se han analizado los riesgos presentes en el aula-taller. Cabe ahora preguntarse: ¿Cuáles son las normas de seguridad que se deben seguir para evitar accidentes?

El lugar de trabajo se debe mantener siempre ordenado y limpio, colocando cada cosa en su sitio, tanto herramientas como materiales. Deben cumplirse las siguientes normas de carácter general:

– No dejar materiales alrededor del lugar de trabajo; así se evita que estorben y se pueda tropezar en ellos.

– Recoger todas las tablas que tengan clavos, alambres y trozos de chapa.

– Secar y limpiar cualquier líquido que se derrame en el suelo, para evitar que alguien resbale.

– Guardar en su sitio todas las herramientas y materiales que se hayan utilizado.

– Las actividades nocivas para el aparato respiratorio tales como el uso de disolventes o la aplicación de pintura deberán hacerse en un lugar ventilado.

Todas las herramientas tienen una forma correcta y segura de uso. En su manejo se deben tener presentes las siguientes normas:

– Utilizar siempre la herramienta adecuada.

– Conservar siempre las herramientas en buen estado de uso.

– Los mangos de las herramientas deben estar bien fijados y sin astillas.

– Sujetar las piezas con firmeza para evitar que se muevan y causen accidentes.

– Las herramientas, una vez usadas, deben limpiarse y guardarse en el lugar correspondiente.

Las máquinas de que dispone el aula de Tecnología pueden ocasionar graves accidentes. Para utilizar una máquina con seguridad es necesario conocer a fondo su manejo, los peligros que conlleva y la forma de evitarlos.

– El alumnado sólo debe tener acceso al uso de máquinas y herramientas de muy bajo riesgo, algunas de las cuales deberán usarse en presencia y bajo la supervisión directa del profesor.

– Si no se adoptan estrictas medidas de precaución, las máquinas en las que exista un riesgo claro de lesiones sólo deberán ser manejadas por el profesorado.

– Las máquinas deberán instalarse de modo que funcionen de forma estacionaria, fijas en un soporte de trabajo, dejando las manos libres.

– Todas las máquinas deberán tener sus elementos de protección en buen estado.

Para evitar accidentes en el uso de herramientas y otros aparatos eléctricos se debe tener en cuenta:

– No exponerlas a salpicaduras ni utilizarlas con las manos mojadas.

– Las instalaciones eléctricas deberán incluir tomas de tierra, interruptores magneto-térmicos y diferenciales.

– Mantener los cables alejados de fuentes de calor, aceites y objetos puntiagudos que puedan dañarlos.

– Comprobar que la funda aislante de los cables no tenga roturas o rozaduras.

– Asegurarse de que las clavijas y las bases de los enchufes están en buen estado.

– No manipular en las herramientas ni aparatos eléctricos sin desenchufarlos.

Por ultimo recordar que en el equipamiento del aula-taller deben incluirse suficientes equipos de protección individual: gafas, guantes y mascarillas para el polvo. Los alumnos deben conocer su utilidad y utilizarlos siempre que sea necesario.

5 – Conclusiones

La resolución de problemas reales aplicando el método de proyectos permite que los alumnos desarrollen las capacidades establecidas en el curriculo, tanto para la etapa como para el área de tecnología. Se pretende un desarrollo integral del alumno trabajando las capacidades tanto cognitivas como motrices, sociales y de equilibrio personal.

Esto es posible gracias a las actividades que se levan a cabo a lo largo de sus diferentes fases, como se expuso en el primer apartado. En estas actividades se trabaja de modo equilibrado conceptos, procedimientos y actitudes. Precisamente la adquisición de ciertos procedimientos, claramente funcionales, de análisis y de trabajo, convierte a la realización de trabajos prácticos en tecnología en uno de los pilares de la formación profesional de base.

En esta misma línea y para terminar destacar la importancia social que tiene que los alumnos aprendan a reconocer los riesgos presentes en el trabajo y a respetar las normas de seguridad necesarias para evitar accidentes.