Tema 14 – Principios básicos para el adecuado desarrollo de la condición física (continuidad, progresión, individualización, etc.).

Tema 14 – Principios básicos para el adecuado desarrollo de la condición física (continuidad, progresión, individualización, etc.).

I. INTRODUCCIÓN

El concepto de condición física engloba a componentes como: la fuerza, la velocidad, la resistencia, la flexibilidad, la agilidad, etc. que básicamente coinciden con las capacidades condicionales o físico-motrices señaladas por Castañer y Camerino.

Para su desarrollo, para el entrenamiento de las diferentes capacidades, se debe considerar el proceso de adaptación del organismo al esfuerzo, a una serie de estímulos adecuados, que nos fundamentará la forma de actuar.

Teniendo presentes los fundamentos de la adaptación, como el Síndrome General de adaptación, la ley de los niveles de los estímulos o la ley del umbral y el principio de supercompensación se pueden extraer una serie de conclusiones que permitirán el desarrollo del proceso de entrenamiento de forma óptima y que se analizan en el tema como principios del entrenamiento.

Aunque se tratan de unas leyes generales aplicables, fundamentalmente, en el marco del entrenamiento deportivo, también encuentran ciertos niveles de aplicación en el contexto de la enseñanza.

II. DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS.

1. PRINCIPIOS BÁSICOS PARA EL ADECUADO DESARROLLO DE LA CONDICIÓN FÍSICA.

Su conocimiento y cumplimiento serán imprescindibles a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de actividad física planificada.

1.1. CONCEPTO

El proceso de desarrollo de la condición física tiene unos fundamentos científicos, de modo que no es posible incrementar las capacidades deportivas y obtener buenos resultados sin seguir unos principios como los que se aplican en otras actividades.

Son unas máximas o leyes genéricas que rigen sistemáticamente el proceso de desarrollo de la condición física, garantizando su correcta aplicación, según Navarro, (91).

1.2. FUNCIONES.

Los principios se relacionan entre sí, al referirse a todos los aspectos, objetivos y tareas del acondicionamiento. No se utilizan de forma aislada, sino que se solapan en cuanto a su contenido, se complementan e incluso se excluyen mutuamente en parte, en función del nivel de entrenamiento y la fase de utilización.

– Ordenan los pasos y fases del proceso de entrenamiento.

– Determinan las líneas directrices de los métodos de entrenamiento.

1.3. CLASIFICACIÓN.

Según Oliver (1985) los principios se centran en tres aspectos primordiales:

– Principios básicos relacionados con el estímulo del acondicionamiento físico.

– Principios básicos relacionados con los sistemas a los que se dirige el estímulo.

– Principios básicos relacionados con la respuesta al citado estímulo.

2. PRINCIPIOS RELACIONADOS CON EL ESTÍMULO

2.1. PRINCIPIO DE LA VARIEDAD.

ENUNCIADO: los estímulos deben ser variados para evitar la monotonía y la adaptación estándar, permitiendo así mejorar los resultados.

JUSTIFICACIÓN: dado que un estímulo provoca una respuesta uniforme, debe realizarse una estimulación variada para evitar una adaptación estándar. Hay que:

– repetir los estímulos básicos de los contenidos de trabajo.

– cambiarlos a medida que evoluciona el proceso de preparación.

– ubicar cada contenido en el momento idóneo.

– regular las cargas para adaptarlas a las necesidades de los alumnos.

APLICACIÓN: esta variación se refiere a:

– los contenidos de trabajo empleados; para un mismo objetivo emplear diversos contenidos alternándolos y eligiéndolos en función de las características, necesidades y objetivos personales del alumno.

– los niveles de carga de los ejercicios y de las sesiones; la adaptación se logra mejor cuando el trabajo va seguido por el descanso, cuando lo fácil y moderado siguen a lo intenso y difícil.

2.2. PRINCIPIO DE LA CONTINUIDAD.

ENUCIADO: los estímulos de entrenamiento deberán aplicarse de forma continuada respecto al tiempo para lograr mejoría.

JUSTIFICACIÓN: solo la continua estimulación garantiza la fijación de hábitos motrices, conocimientos teóricos y prácticos, la estabilidad de la técnica y la adquisición de experiencias. Si no se aplican estímulos y en el momento idóneo se continua siempre al mismo nivel o se pierde, por la reversibilidad de las mejoras.

APLICACIÓN: es necesario realizar acciones repetidas.

– encadenando sesiones de trabajo para asegurar la continuidad de los efectos entrenantes.

– apoyando cada actividad en la precedente para reforzarla o desarrollarla.

– calculando los intervalos de reposo entre ejercicios y sesiones, para garantizar una elevación regular del nivel de acondicionamiento (principio de supercompensación)

2.3. PRINCIPIO DE LA PROGRESIÓN.

ENUNCIADO: sólo la elevación gradual y progresiva de las cargas logra mejorar la capacidad de acondicionamiento físico de los alumnos.

JUSTIFICACIÓN: las cargas de trabajo deben aumentar progresivamente para que el sujeto se adapte a esfuerzos superiores en volumen e intensidad, en complejidad motriz y nivel de tensión psíquica. Las medidas de incremento de la carga van desde los aspectos cuantitativos (aumento de frecuencia y volumen) hacia los cualitativos (aumento de la intensidad). Se debe aplicar también en el trabajo coordinativo, yendo:

– de lo simple a lo complejo (aumentando el grado de dificultad coordinativa).

– de lo fácil a lo difícil (elevando las cargas física y psíquica).

– de lo conocido a lo desconocido (de ejercicios asimilados a no asimilados).

APLICACIÓN: de forma escalonada y suave de un ciclo a otro, realizada de forma ondulatoria, mediante la combinación de sesiones con diferentes niveles de carga y con la inclusión de sesiones de descanso. La progresión se produce incrementando cualquiera de los parámetros de la carga: volumen, intensidad, dificultad del ejercicio. En las primeras etapas aumentara el volumen progresivamente y a medida que se incrementa el nivel se aumentará la intensidad.

2.4. PRINCIPIO DE LA SOBRECARGA (o estímulo eficaz de la carga).

ENUCIADO: el organismo sometido a esfuerzo se adapta progresivamente para soportar cargas cada vez mayores.

JUSTIFICACIÓN: todas las acciones destinadas a desarrollar las capacidades y cualidades deben ser suficientemente intensas para provocar una respuesta significativa. El cuerpo humano está concebido para enfrentarse con un medio que produzca cierto grado de estimulación.

APLICACIÓN: al someter al organismo a diferentes estímulos pueden darse:

– falta de respuesta alguna del organismo frente a estímulos de baja intensidad.

– excitación sin adaptación frente a estímulos de mediana intensidad.

– desgaste o “shock” del entrenamiento frente a estímulos de intensidad muy fuerte.

La adaptación óptima viene dada por la respuesta a estímulos de intensidad inferior a la que se ha denominado demasiado fuerte.

2.5. PRINCIPIO DE LA RECUPERACIÓN

ENUCIADO: una adecuada recuperación es fundamental, tanto entre series como entre ejercicios y sesiones de trabajo del microciclo.

JUSTIFICACIÓN: si se efectúan ejercicios de intensidad alta con carga submáxima y máxima, o un ritmo de ejecución veloz, hay que recuperarse correctamente antes de afrontar la siguiente serie o ejercicio. El carácter del descanso podrá ser activo o pasivo.

APLICACIÓN: en la realización de algunos tipos de trabajo, como el de fuerza, ayudan en estos periodos de descanso actividades como los estiramientos, la relajación y soltura. Durante el microciclo de una semana es preciso también que después de realizar entrenamientos al máximo, se intercale un día de descanso, así como variando las intensidades de los ejercicios en los diferentes días o la semana siguiente.

2.6. PRINCIPIO DE LA REVERSIBILIDAD.

Todo parámetro fisiológico que se gana lentamente en un lapso prolongado, se mantiene con más facilidad y se pierde con más lentitud que las aptitudes ganadas con rapidez y en tiempo corto.

3. PRINCIPIOS RELACIONADOS CON LOS SISTEMAS HACIA LOS QUE SE DIRIGE EL ESTÍMULO.

3.1. PRINCIPIO DE LA ESPECIFICIDAD.

ENUCIADO: la mejora del rendimiento es más elevada cuando se utiliza trabajo específico de la actividad elegida.

JUSTIFICACIÓN: dado que el organismo se adapta a la actividad estimuladora presentada, solo el trabajo específico produce las adaptaciones requeridas por una actividad dada. Por eso, una especificidad aplicada a los elementos físicos, técnicos tácticos y psicológicos de la preparación conducirá al éxito en la modalidad elegida.

APLICACIÓN: debería haber gran especificidad en:

– los sistemas energéticos.

– los grupos musculares.

– los gestos técnicos propios de la actividad.

3.2. PRINCIPIO DE LA MULTILATERALIDAD.

ENUCIADO: en los primeros años del entrenamiento debe predominar el trabajo general y polifacético, dejando paso posteriormente al entrenamiento especializado en una disciplina.

JUSTIFICACIÓN: en la actividad físico-deportiva también es necesario adquirir primero los fundamentos básicos, para obtener un desarrollo posterior mediante un proceso de especialización. Una base multilateral de desarrollo físico-técnico en necesario para lograr un alto nivel de preparación física especial y maestría técnica. El principio de la multilateralidad se desprende de la unidad integral del organismo, de la interdependencia entre sus órganos y sistemas. Todo ejercicio físico implica la participación armoniosa de varios sistemas, de diferentes capacidades físicas y aspectos psicológicos. Por ello, en las primeras etapas de entrenamiento debe considerarse un principio de desarrollo funcional y morfológico de todo el organismo.

APLICACIÓN: el desarrollo multilateral se refiere a la mejora de las cualidades volitivas, de las capacidades motrices, la capacidad de trabajo de los sistemas cardiocirculatorio y respiratorio, la mejora de la condición física en su totalidad y el desarrollo armonioso de la musculatura y de otros sistemas del cuerpo. La práctica e distintos deportes sirve como medio de desarrollo de determinadas cualidades físicas y mentales. Por ello debe dedicarse el tiempo suficiente a cada deporte, para que los jóvenes aprendan y practiquen hasta lograr niveles idóneos.

3.2. PRINCIPIO DE LA ESPECIALIZACIÓN.

ENUCIADO: se debe comenzar realizando un entrenamiento general multilateral, que posteriormente dejará paso al entrenamiento específico en una disciplina concreta.

JUSTIFICACIÓN: los ejercicios específicos provocan las adaptaciones funcionales y morfológicas necesarias, puesto que el organismo humano se adapta al tipo de actividad a la que es expuesto. Este proceso de adaptación no se refiere solamente a cambios fisiológicos y morfológicos, sino que también es aplicable a aspectos técnicos, tácticos y psicológicos.

APLICACIÓN: debe fundamentarse en una sólida base de desarrollo multilateral, de modo que a medida que aumenta la edad, el nivel, el volumen y la cantidad de trabajo específico son incrementados progresivamente y constantemente.

– en los gestos técnicos (trabajo de las capacidades coordinativas)

– en los ejercicios para el desarrollo físico (trabajo de capacidades condicionales)

3. PRINCIPIO RELACIONADO CON LA RESPUESTA AL ESTÍMULO.

3.1. PRINCIPIO DE LA INDIVIDUALIZACIÓN.

ENUNCIADO: el acondicionamiento debe ser individualizado, es decir, adaptado a las características propias y específicas de cada individuo, dado que cada sujeto es dferente de los demás. Cada alumno necesita ser tratado individualmente, de acuerdo a su:

– respuesta adaptativa.

– nivel de condición física.

– habilidades técnicas.

– características psicológicas, intelectuales y de aprendizaje.

– especificidades de la actividad que practica.

MOTIVOS DE LA INDIVIDUALIZACIÓN: García Manso y otros determinan los siguientes factores que afectan a la respuesta individual a la carga de entrenamiento:

HERENCIA: hay factores con gran influencia genética (tamaño corazón y pulmones, fibras musculares,…). Los más parecidos responden mejor a estímulos.

MADURACIÓN: los organismos más maduros soportan mayores cargas, no es conveniente en jóvenes que necesitan parte de la energía para su desarrollo.

NUTRICIÓN: una correcta alimentación incide favorablemente en el rendimiento.

DESCANSO Y SUEÑO: a mayor carga mayor descanso se necesita.

MOTIVACIÓN: los que obtienen mejores beneficios son los que ven una estrecha relación entre el trabajo realizado y el logro de metas personales.

INFLUENCIAS AMBIENTALES: la respuesta está influida por el entorno físico, social y afectivo en el que se desarrolla la vida del alumno.

NIVEL DE CONDICIÓN FÍSICA

SALUD Y SEXO

FACTORES DE INFLUENCIA EN LA APLICACIÓN DE CARGAS INDIVIDUALIZADAS: Harre (1978) propone las siguientes reglas para la estructuración de programas individualizados como factores de influencia en su aplicación:

a) analizar la capacidad de rendimiento y desarrollo de los deportistas en base a los siguientes factores:

– edad cronológica: proceso de desarrollo, trabajo variado, poco desgaste energético.

– años de experiencia práctica: a más años mayor puede ser la intensidad.

– capacidad individual de trabajo y rendimiento: competición es distinto de entrenamiento.

– estado de salud y nivel de entrenamiento: el estado de salud determina los límites y no todos necesitan trabajar del mismo modo.

– actividad no deportiva y recuperación: considerarlo para determinar el ritmo de recuperación después de la aplicación de cargas.

– somatotipo y tipo nervioso: ambos influyen poderosamente en las posibilidades de rendimiento. Hay que comparar constantemente la carga aplicada y el desarrollo el rendimiento.

b) adaptar la carga externa a la capacidad individual de rendimiento del deportista. A pesar de la alta capacidad de adaptación del niño y del adolescente, su sistema neurovegetativo es más propenso a trastornos por lo que hay que cuidar la carga de entrenamiento y la escolar; y utilizar contenidos variados.

c) considerar las características orgánicas específicas en el entrenamiento de las alumnas. Debido a las diferencias de estructura anatómica, fisiológica y endocrina y que la pubertad se presenta adelantada. Además la menstruación presenta grandes diferencias individuales. En las cargas de resistencia el volumen y densidad puede ser igual pero la intensidad puede ser menor en función del nivel de rendimiento. En el entrenamiento de fuerza se debe:

– atender a una rigurosa continuidad en la aplicación de los estímulos.

– fortalecer de modo principal el cinturón abdominal y la musculatura de la parte inferior de la espalda.

– aplicar ejercicios que relajen los músculos de la columna vertebral por su mayor lordosis lumbar.

5. OTROS PRINCIPIOS.

5.1. PRINCIPIO DE LA ESTIMULACIÓN VOLUNTARIA.

Burke afirma que las mejoras a través de la actividad física son más específicas cuando el sujeto realiza un adiestramiento dirigido por una estimulación voluntaria. La estimulación eléctrica muscular (por estímulo artificial) produce un aumento selectivo de fuerza en un grupo muscular, pero la orden no la emite el SNC. Algo parecido ocurre cuando al aumentar el volumen de entrenamiento, repeticiones, se llega a perder la consciencia del entrenamiento. Cuando se repite un gesto muchas veces, pensando que su progresión está en el aumento de volumen, puede legarse a unos niveles de repetición automáticos, sin consciencia; entonces ya no se puede mejorar más trabajando de idéntica forma (agotamiento del sistema nervioso).

5.2. PRINCIPIO DEL HETEROCRONISMO.

Hace referencia a la variedad temporal que se da entre el entrenamiento y las adaptaciones biológicas en función de las características de la carga. En este sentido cuanto mayor es la intensidad del ejercicio, de corta duración (se da un rápido agotamiento de la capacidad funcional) más rápida es la adaptación y también esta desaparece de forma más temprana. Por el contrario, cuanto menor sea la intensidad y mayor su duración (agotamiento lento de la capacidad funcional), más tardío es el proceso de adaptación y la desaparición de los efectos de entrenamiento también se da de manera más lenta.

5.3. PRINCIPIO DE ORDENAMIENTO DE LOS EJERCICIOS.

Deben ejercitarse en primer lugar los grandes grupos musculares, siguiendo en orden decreciente hasta los músculos más pequeños, pues estos se fatigan antes y con mayor facilidad; lo que, en caso contrario, podría provocar una fatiga prematura general, impidiendo con ello el trabajo de los primeros. Se recomienda: piernas, tronco (pectorales y dorsales), hombros, tríceps, bíceps, gemelos, abdominales y cintura.

5.4. PRINCIPIO DE LA EFICIENCIA

Este consiste en conseguir el objetivo planteado con el mínimo gasto energético. Cualquier actividad o entrenamiento resulta ineficaz, además, si no se siguen los principios fundamentales. Sin la progresión, la aplicación de cargas, descanso, etc., llevadas a cabo de acuerdo con el grado de entrenamiento y capacidad del deportista, no puede hablarse de un entrenamiento eficaz.

III. BIBLIOGRAFÍA

– ÁLVAREZ DEL VILLAR, C. (1983): La preparación física del futbolista basada en el atletismo. Madrid. Gymnos.

– GARCÍA MANSO, J. M.; NAVARRO VALDIVIESO, M.; RUÍZ CABALLER, J. A. (1996): Bases teóricas del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo.

– MANNO, R. (1991): Principios del entrenamiento deportivo. Barcelona. Paidotribo.

– PLATONOV, V. (1988): El entrenamiento deportivo. Teoría y metodología.. Barcelona. Paidotribo.

– PLATONOV, V. (1991): La adaptación en el deporte. Barcelona. Paidotribo.

– WEINECK, J. (1998): Entrenamiento óptimo. Barcelona. Hispano Europea.