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Tema 23 – El sistema muscular. Estructura y funciones. Características particulares del adolescente. Consideraciones a tener presentes en las clases de ef.

I. INTRODUCCIÓN

Actualmente se considera a la persona que actúa como un todo, como una unidad, en contraposición a posturas dualistas, mecanicistas, que separaban al cuerpo del espíritu, intelecto, etc.

El funcionamiento del cuerpo y su estudio es algo muy complejo, debido a que los diferentes sistemas que lo componen se apoyan unos en otros, resultando difícil aislar sus actuaciones y funciones sin considerar a los demás. Para poder abordar su estudio de una forma simplificada se pueden hacer referencias al modelo de biomáquina propuesto por Fidelus, K (1995) y ver las funciones básicas de ellos. Este afirma que el hombre actúa gracias a la coordinación que se produce entre tres sistemas: uno de alimentación (respiratorio, cardiovascular y digestivo), uno de dirección (nervioso y endocrino) y uno motor (muscular y esquelético). Para facilitar el análisis de estos sistemas se realiza, en el temario, su estudio por separado (el sistema nervioso, el óseo-articular, el cardiorrespiratorio y el muscular) lo que se tendrá siempre presente para no caer en una visión mecánica y falsa del cuerpo y su funcionamiento.

Por tanto, este tema está dedicado al estudio de uno de los grandes sistemas fisiológicos del organismo humano, como suplemento y base anatómico-fisiológica del tratamiento de las cuatro capacidades físicas consideradas como básicas.

Tanto a nivel conceptual como actitudinal, los contenidos de esta etapa dedican una notable atención al funcionamiento y adecuación del cuerpo durante la práctica de la actividad físico-deportiva.

II. DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS.

1. EL SISTEMA MUSCULAR. ESTRUCTURA Y FUNCIONES.

Los músculos que suponen casi la mitad del peso corporal, tienen como misión fundamental desarrollar la fuerza necesaria para mantener las actividades corporales y permitir los desplazamientos; secundariamente producen calor, aunque a veces esta función termogénica adquiere el carácter de fundamental.

El músculo está formado por células alargadas que reciben el nombre de fibras musculares, capaces de contraerse y como consecuencia de producir movimiento.

1.1. CLASIFICACIÓN DEL TEJIDO MUSCULAR

La célula muscular es contráctil, puede contraerse como respuesta a un estímulo nervioso adecuado. Esta contracción consiste en el acortamiento de las células o fibras musculares, como consecuencia de su capacidad para transformar la energía originada en el metabolismo oxidativo celular en energía mecánica. El rendimiento energético de esta transformación es muy elevado, de hasta un 25%. El resto de la energía se disipa en forma de calor, calor que es aprovechado para conservar la temperatura corporal.

Una segunda propiedad es la conductibilidad de los impulsos eléctricos provocados por la despolarización de las membranas celulares. Esta propiedades fundamental para el funcionamiento del músculo cardiaco.

Aunque anatómicamente solo se puede distinguir dos tipos de tejido muscular (liso y estriado) las diferencias funcionales entre el estriado esquelético y el estriado cardiaco permiten distinguir tres tipos:

– tejido muscular liso

– tejido muscular estriado y esquelético

– tejido muscular estriado cardiaco

§ TEJIDO MUSCULAR LISO

Se encarga de mantener el calibra adecuado de la luz de órganos huecos por los que transitan diferentes elementos. Mediante la contracción o relajación condiciona la velocidad de tránsito de los elementos que discurren por la luz de estos órganos, regulando así procesos fisiológicos como la digestión, la respiración y el flujo sanguíneo. Las fibras musculares lisas se disponen en direcciones características (longitudinal, transversal u oblicua), en función de la actividad de cada órgano.

El músculo liso está inervado por el sistema nervioso autónomo o vegetativo, aunque también puede actuar en función del nivel de hormonas circulantes y de metabolitos sanguíneos.

§ TEJIDO MUSCULAR ESTRIADO ESQUELÉTICO

Formado por células o fibras estriadas (observadas al microscopio presentan bandas oscuras y claras) que se contraen voluntariamente a partir de estímulos originados en el Sistema Nervioso Central. Forma la musculatura del aparato locomotor, denominada musculatura esquelética por insertar en los huesos del esqueleto, a los que desplaza en su contracción).

§ TEJIDO MUSCULAR ESTRIADO CARIDACO

Es el tejido que forma el miocardio (músculo cardiaco) y, aunque estructuralmente es un músculo estriado, funcionalmente se comporta como el liso (involuntario).

El miocardio se contrae rítmicamente entre 60 y 80 veces por minuto, a partir de estímulos producidos en el propio corazón, en una estructura denominada nódulo sinusal (o nodo sinusal) de la que parte un sistema propio de conducción que llega a todo el miocardio. Aunque de funcionamiento automático, este automatismo y la propia contractilidad cardiaca pueden ser regulados y modificados por factores nerviosos y humorales.

1.2. ESTRUCTURA DE TEJIDO MUSCULAR.

§ ESTRUCTURA DE LA FIBRA MUSCULAR LISA

La célula o fibra muscular lisa es delgada y fusiforme, con una longitud media de 100 micras y un diámetro de 2 a 20 micra. Cada célula tiene un solo núcleo, localizado en el centro. En el citoplasma se encuentra:

organoides citoplasmáticos: localizados junto a los dos polos del núcleo: mitocondrias, ribosomas, gránulos de glucógeno, etc.

miofibrillas y miofilamentos: que ocupan el resto del citoplasma, en disposición longitudinal respecto al eje mayor celular. La ultraestructura de estas miofibrillas es aparentemente análoga a las del músculo estriado, pero al no aparecer con una organización similar no se ven las estriaciones características que dan nombre al músculo estriado.

Rodeando al citoplasma está la membrana celular que recibe el nombre de sarcolema. Cada fibra muscular lisa se puede individualizar claramente, excepto en algunos tipos de músculo liso en los que los sarcolemas de células contiguas pueden desaparecer parcialmente.

Siguiendo criterios histológicos y funcionales, se puede subdividir el músculo liso en dos tipos:

músculo liso de unidades múltiples: las fibras musculares no están unidas entre sí, y son particularmente sensibles a los estímulos humorales.

músculo liso de unidades simples: sus fibras musculares están muy róximas entre sí, llegando a veces a la función parcial de sus sarcolemas. La inervación solo llega directamente a algunas fibras, desde las que el estímulo se transmite al resto. Esto permite la excitación sincrónica y organizada de grupos de células y su coordinación funcional, produciéndose contracciones rítmicas y espontáneas parecidas a las del músculo cardiaco, con menor dependencia del control neurológico y humoral. Este tipo de músculo liso tapiza la mayor parte de los conductos corporales: arterias de pequeño calibre y arteriolas, tubo digestivo, uréteres y vejiga, útero y vías respiratorias.

§ ESTRUCTURA DEL MÚSCULO ESTRIADO ESQUELÉTICO

Está formado por un componente muscular (fibras musculares) y uno ajeno no muscular (tendones, aponeurosis, vasos sanguíneos y linfáticos…). Esto se traduce en un parte central más gruesa y rojiza en la que predominan las fibras musculares y dos extremos blanquecinos formados por los tendones que constituyen la inserciones musculares.

El tejido conjuntivo que rodea las fibras musculares se funde y se continua con el tejido conjuntivo que forma los tendones, adheridos firmemente a la capa más externa del hueso (periostio). Este tejido conjuntivo consiste fundamentalmente en fibras colágenas (resistencia) y elásticas (permiten alongamientos y acortamientos).

Las aponeurosis (fascias) formadas por tejido conjuntivo en forma de láminas aplanadas que, a diferencia de los tendones, no se limitan a los extremos musculares y su función es también de inserción ósea.

Cada fibra muscular está rodeada por una capa de tejido conjuntivo, llamada endomisio. Las fibras se agrupan en fascículos de hasta 150 fibras, rodeados de otra vaina conjuntiva, el perimisio. Todo el músculo, además está rodeado por una cubierta conjuntiva, el epimisio, formado por la continuidad de las caras externas de los perimisios que rodean a cada fascículo.

La irrigación sanguínea del músculo esquelético es abundante, a través de arterias y venas que discurren en el espesor del tejido conjuntivo, paralelos a los fascículos, y que se ramifican hasta el punto de haber cuatro capilares (de media) en torno a cada fibra muscular.

La inervación (SNC) incluye fibras sensitivas (aferentes) y fibras motoras (eferentes) que discurren y se ramifican junto a los vasos sanguíneos.

La fibra estriada no puede individualizarse, debido a la desaparición de membranas celulares en el periodo embrionario. Por eso aparecen como fibras polinucleadas con núcleos alargados situados en la periferia, cerca del sarcolema o membrana común. La fibra muscular estriada esquelética es cilíndrica y mide de 3 a 5 cm. de longitud y entre 20 y 60 micras de anchura.

A lo largo de cada fibra se observan estriaciones transversales al eje mayor, debidas a la alternancia de zonas claras y oscuras; en cada fibra muscular se distinguen las miofibrillas dispuestas longitudinalmente al eje mayor de la fibra muscular, compuestas fundamentalmente por actina y miosina, proteínas que debido a su disposición característica proporcionan la imagen de estría.

§ ESTRUCTURA DEL MÚSCULO ESTRIADO CARDIACO

Las fibras musculares cardiacas son también polinucleadas, pero los núcleos son de localización central y morfológica ovalada. Estas fibras a diferencia de las del músculo esquelético, se ramifican abundantemente.

El músculo cardiaco está muy irrigado y la inervación vegetativa es también abundante, con nervios simpáticos y parasimpáticos. El contacto de estos nervios vegetativos con las fibras musculares cardiacas da lugar a uniones neuromusculares diferentes a las del músculo esquelético. El funcionamiento del músculo cardiaco se investiga, entre otros medios diagnósticos, mediante electrocardiograma, prueba que intenta medir la actividad eléctrica cardiaca y la integridad de las vías de conducción del impulso generado en el nódulo sinusal.

§ LA UNIÓN NEUROMUSCULAR

El nervio motor está formado por los axones de las neuronas motoras. Estos axones son prolongaciones muy largas del citoplasma neuronal que conducen el impulso nervioso que lleva la “orden” de contracción generado en la corteza cerebral. Este impulso, que recorre una vía en la que intervienen al menos dos neuronas hasta llegar al músculo (órgano efector) se transmite de neurona a neurona mediante sinopsis. SINAPSIS: fenómeno que consiste en la liberación de una sustancia química (neurotransmisor) por el extremo del axón próximo a la siguiente neurona; este neurotransmisor llega hasta prolongaciones cortas y numerosas (dendritas) de la siguiente neurona, excitándola y transmitiéndolo el estímulo, y así sucesivamente hasta llegar al músculo.

Cuando el axón llega al músculo, se ramifica sobre la fibra muscular, formándose la estructura denominada unión neuromuscular. La porción de fibra muscular que participa directamente en dicha unión se denomina placa motora.

La placa motora se invagina, formando la “hendidura sináptica primaria”. La porción de sarcolema invaginada, se invagina de nuevo en varios pliegues que se denominan “hendiduras sinápticas secundarias”; el objeto de estas invaginaciones es aumentar la superficie de contacto.

La membrana basal del axón y la célula de Schawnn (células del tejido nervioso que rodean al axón, acompañándole en su recorrido) se fusionan con la membrana basal del sarcolema, de forma que así solo queda una capa de membrana basal separando el axón de la fibra muscular.

La terminación axónica está repleta de vesículas que contienen el neurotransmisor, vesículas que cuando llega el impulso nervioso se vacían en la hendidura sináptica primaria, desde la que el neurotransmisor se distribuye entre las hendiduras sinápticas secundarias y estimula el sarcolema, iniciándose así el proceso de contracción muscular.

1.3. FISIOLOGÍA DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR.

Se hace referencia en todo momento a la fisiología de la fibra muscular estriada esquelética, dada la complejidad e importancia que tiene a efectos del movimiento voluntario.

Las bandas anchas claras reciben el nombre de Bandas I, por ser relativamente isótropas, mientras que las bandas oscuras anchas se denominan Bandas A, porque son relativamene anisótropas cuando son examinadas a la luz polarizada. En el centro de la Banda I aparece una línea oscura que se denomina línea Z. entre dos líneas Z vecinas, aparece una zona central ocupada por filamentos gruesos, que corresponde a la Banda A. Esta banda puede dividirse en dos zonas: la zona AH en la que aparecen exclusivamente filamentos gruesos y la zona AI provista de miofilamentos gruesos y delgados. En las bandas I existen únicamente filamentos delgados, dispuestos en dos mitades idénticas a cada lado de la línea Z central.

La unidad estructural de la fibra muscular estriada, denominada sarcómero, corresponde a la zona delimitada por dos líneas Z vecinas y en el músculo en reposo tiene una longitud aproximada de 2 a 3 micras.

De cada filamento grueso, formado por miosina, salen seis “ganchos” o puentes cruzados que se dirigen transversalmente hacia los filamentos finos. Los filamentos delgados están formados por dos cadenas de actina enrolladas entre sí formando una doble hélice con un hueco central en el que hay dos proteínas de acción reguladora: la tropomiosina y la troponina.

El músculo se acorta debido a que los filamentos finos y gruesos, paralelos entre sí, se deslizan unos sobre otros sin variar de longitud. En reposo, una molécula de ATP está unida al puente cruzado de miosina, y la troponina inhibe el acoplamiento actina-miosina mientras no perciba la presencia de calcio libre. Cuando el impulso nervioso alcanza la placa motora se libera un neurotransmisor, la acetilcolina, que genera potenciales de acción en el sarcolema, los cuales se propagan por la fibra muscular desencadenando la liberación de calcio. En presencia del calcio la troponina pierde su acción inhibitoria sobre la actina, dejándole vía libre para que se acople a la miosina. Al mismo tiempo, el complejo ATP-puente cruzado deja de ser neutro y se transforma en complejo cargado eléctricamente.

Estos dos hechos conducen a que la miosina y la actina se atraigan entre sí, dando lugar a la actomiosina. La actomiosina activa el enzima denominado mooisina-ATPasa que desdobla al ATP en ADP y fosfato inorgánico, liberando energía. Esta energía se utiliza en cambiar el ángulo formado entre los puentes cruzados y la miosina de la que sobresalen, y en su movimiento hace deslizarse al filamento de actina al que se ha acoplado.

Cuando cesa el impulso nervioso, el calcio vuelve a sus vesículas, con lo que la troponina vuelve a ejercer su función separadora y cesa la actividad ATPasa. Esto implica el retorno de los filamentos a sus posiciones iniciales y la consiguiente relajación de la fibra muscular.

El deslizamiento de los filamentos de actina sobre los de miosina se traduce en el acortamiento del sarcómero al reducirse la longitud de las bandas claras.

1.4. MIOTIPOLOGÍA

Existen tres tipos fundamentales de fibras musculares, diferenciadas por sus características contráctiles y metabólicas.

§ TIPO I: fibras lentas o ST (slow twitch). Son fibras muy resistentes a la fatiga de un color rojo debido a su gran vascularización; son fibras predominantemente aeróbicas, de deportes de resistencia. Constituyen la musculatura tónica.

§ TIPO IIa: fibras rápidas o FT (fast twitch). Son fibras de resistencia media, de tipo aeróbicas-anaeróbicas, con una vascularización intermedia que le da un color rosa.

§ TIPO IIb: son fibras de metabolismo anaeróbico, no resistentes a la fatiga y con débil vascularización (color blancas).

Dentro de las fibras tipo II también existen otros dos subtipos: fibras IIab, de tipo no diferenciado, situadas entre las fibras IIa y IIb y vana convertirse un uno u otro tipo en función del tipo de entrenamiento a que se vean sometidas; y fibras IIc, que son formas metabólicamente intermedias entre las fibras I y IIa. Contienen proteínas contráctiles con una mezcla de péptidos de cadenas pesadas y ligeras lentas y rápidas.

El porcentaje de cada tipo de fibras varía en base al componente genético, al músculo que se examine y al deporte desarrollado.

El entrenamiento de resistencia aeróbica posibilitará la transformación de fibras tipo II en fibras tipo I; en cambio el entrenamiento de fuerza no produce el caso contrario.

§ TIPOS DE MÚSCULOS

o por la forma y disposición de los fascículos:

fusiforme: en forma de huso, con abultado vientre muscular (bíceps).

longitudinal: rectilíneos, longitudinales y con disposición paralela.

peniforme: fascículos cortos respecto a un tendón alargado: unipeniforme (tibial posterior), bipeniforme (recto anterior del muslo) y multipeniforme (deltoides).

triangular: en forma de abanico triangular (pectoral mayor).

circular: esfínteres y orbiculares (orbicular de los párpados).

cuadrado: músculos cuadrados y planos (romboides).

o por el desplazamiento que origina la contracción sobre los segmentos corporales:

flexores: reducen el ángulo existente entre dos segmentos.

extensores: aumentan el ángulo se separación entre dos segmentos.

abductores: aproximan un segmento corporal al eje longitudinal

elevadores y depresores:

esfínteres: cierran un orificio, impidiendo la evacuación del contenido de los órganos huecos a los que pertenecen.

dilatadores: permiten la apertura del orificio y evacuación correspondiente.

supinadores: hacen girar un segmento corporal sobre sí mismo hacia fuera.

pronadores: hacen girar hacia adentro.

o por la función que desempeñan:

agonista: se contrae durante el movimiento.

antagonista: se relaja durante el movimiento.

sinergista: complementario al agonista.

fijador: fija la articulación por contracción isométrica.

Serán además cortos, largos o anchos según sus dimensiones y según las articulaciones que atraviesan: monoarticulares, biarticulares o poliarticulares.

1.5. PRINCIPALES GRUPOS MUSCULARES.

§ MÚSCULOS DE CABEZA Y CUELLO

frontal: eleva las cejas y pliega la frente

orbicular de los párpados

orbicular de los labios

bucinador: acciones de soplar, masticar y silbar

– masetero: masticación

esternocleidomastoideo: mueve la cabeza hacia los lados y hacia delante.

Algunos de estos músculos son los de la mímica y tienen la particularidad de que una de sus inserciones, a veces las dos, se realizan sobre la piel de la cara.

§ MÚSCULOS DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR

a) músculos que actúan sobre la cintura escapular

o FLEXIÓN

– Deltoides (fascículo anterior clavicular).

– Pectoral mayor (fascículo clavicular superior)

– Coracobraquial.

– Bíceps braquial.

– Trapecio.

– Serrato mayor.

o EXTENSIÓN

– Redondo mayor.

– Redondo menor.

– Deltoides (fascículo posterior)

– Dorsal ancho.

– Infraraespinoso.

– Trapecio (fascículo transversal).

– Romboides.

o ADUCCIÓN

– Dorsal ancho

– Redondo mayor

– Pectoral mayor

– Romboides

– Subescapular

– Coracobraquial.

o ABDUCCIÓN

– Deltoides.

– Supraespinoso.

– Trapecio.

– Serrato mayor.

o ROTACIÓN EXTERNA

– Redondo menor.

– Infraespinoso.

– Deltoides (fascículo acromial).

o ROTACIÓN INTERNA

– Pectoral mayor.

– Dorsal ancho.

– Redondo mayor.

– Subescapular.

– Deltoides (fascículo clavicular).

b) músculos que actúan sobre el codo

o FLEXIÓN

– Bíceps braquial.

– Braquial anterior.

– Supinador largo.

o EXTENSIÓN

– Tríceps braquial.

– Ancóneo.

o ROTACIÓN INTERNA (pronación)

– Pronador cuadrado.

– Pronador redondo.

o ROTACIÓN EXTERNA (supinación)

– Bíceps braquial.

– Supinador corto.

– Supinador largo.

c) músculos que actúan sobre la muñeca

o FLEXIÓN

– Cubital anterior.

– Palmar mayor.

– Palmar menor.

o EXTENSIÓN

– Cubital posterior.

– Primer radial.

– Segundo radial.

o ADUCCIÓN

– Cubital anterior.

– Cubital posterior.

o ABDUCCIÓN

– Palmar mayor y menor.

– Primer y segundo radial.

d) músculos que actúan sobre la mano

o FLEXIÓN

– Flexor común superficial (2ª falange).

– Flexor común profundo (3ª falange).

o EXTENSIÓN

– Extensor común de los dedos (1ª falange).

– Extensor largo del pulgar.

– Extensor propio del pulgar.

– Abductor largo del pulgar.

– Extensor propio del quinto dedo.

– Lumbricales.

– Interóseos.

o MÚSCULOS DEL PULGAR (eminencia tenar)

– Extensor largo del pulgar.

– Extensor corto del pulgar.

– Flexor largo propio del pulgar.

– Abductor largo del pulgar.

– Oponente del pulgar.

o MÚSCULOS DE LA EMINENCIA HIPOTENAR

– Flexor corto del quinto dedo.

– Abductor del quinto dedo.

– Oponente del quinto dedo.

§ MÚSCULOS DE LA EXTREMIDAD INFERIOR

a) músculos que actúan sobre la cadera

o FLEXIÓN

– Psoas-ilíaco.

– Sartorio.

– Recto interno.

– Recto anterior.

– Tensor de la fascia lata.

– Abductor mediano.

– Pectíneo.

o EXTENSIÓN

– Glúteo mayor.

– Bíceps femoral (isquiotibiales).

– Semitendinoso y semimembranoso (isquiotibiales).

o ADUCCIÓN

– Aductor mayor.

– Aductor mediano.

– Aductor menor.

– Recto interno.

– Bíceps femoral (isquiotibiales).

– Semitendinoso y semimembranoso (isquiotibiales).

– Glúteo mayor.

– Cuadrado crural.

– Pectíneo.

o ABDUCCIÓN

– Glúteo menor.

– Glúteo mediano.

– Glúteo mayor.

– Tensor de la fascia lata.

– Piramidal.

o ROTACIÓN INTERNA

– Tensor de la fascia lata.

– Glúteo mediano.

– Glúteo menor.

o ROTACIÓN EXTERNA

– Piramidal.

– Obturador interno y externo.

– Glúteo mayor.

– Glúteo mediano.

– Cuadrado crural.

– Pectíneo.

b) músculos que actúan sobre la rodilla

o FLEXIÓN

– Sartorio (pata de ganso).

– Recto interno (pata de ganso).

– Semitendinoso (isquiotibial).

– Semimembranoso (isquiotibial).

– Bíceps femoral. (isquiotibial).

– Poplíteo.

o EXTENSIÓN

– Cuádriceps femoral (vasto interno, vasto externo, recto anterior y crural).

o ROTACIÓN INTERNA

– Sartorio (pata de ganso).

– Semitendinoso (pata de ganso)

– Recto interno (pata de ganso)

– Semimembranoso.

– Poplíteo.

o ROTACIÓN EXTERNA

– Bíceps femoral.

– Tensor de la fascia lata.

c) músculos que actúan sobre la rodilla y el pie

o FLEXIÓN

– Extensor del dedo gordo.

– Extensor común de los dedos.

– Tibial anterior.

– Peroneo anterior.

o EXTENSIÓN

– Tríceps sural (gemelos, plantar delgado y sóleo).

– Tibial posterior.

– Flexor común de los dedos.

– Peroneo lateral largo.

– Peroneo lateral corto.

o ADUCTORES-SUPINADORES

– Tibial posterior.

– Tibial anterior.

– Extensor propio del dedo gordo.

o ABDUCTORES-PRONADORES

– Peroneo lateral largo.

– Peroneo lateral corto.

o FLEXORES DE LOS DEDOS

– Flexor común.

– Flexor plantar corto

– Flexor propio del dedo gordo.

– Lumbricales.

o EXTENSORES DE LOS DEDOS

– Extensor común.

– Extensor propio del dedo gordo.

– Pedio.

§ MÚSCULOS DEL TRONCO

a) músculos de la espalda

o MÚSCULOS ANCHOS

– Trapecio.

– Dorsal ancho.

– Romboides mayor.

– Romboides menor.

– Angular del omóplato.

– Serrato posterior.

o MÚSCULOS DE LA NUCA Y CABEZA

– Esplenios.

– Prevertebrales.

– Suboccipitales.

o MÚSCULOS AUTÓCTONOS DE LA ESPALDA

– Ileocostal.

– Dorsal largo.

– Espinosos.

b) músculos del tórax

o MUSCULOS RESPIRATORIOS

– Diafragma.

– Intercostales externos e internos.

o OTROS MÚSCULOS DEL TÓRAX

– Pectoral mayor.

– Pectoral menor.

– Subclavio.

– Serrato anterior.

c) músculos de la pared abdominal

– Recto anterior.

– Transverso.

– Oblicuo mayor.

– Oblicuo menor.

2. CRÁCTERÍSTICAS PARTICULARES DEL PERIODO EVOLUTIVO CORRESPONDIENTE A LA ETAPA.

El músculo, como elemento activo del movimiento, es el órgano que más condiciona las capacidades físicas básicas de carácter motriz. El desarrollo y ejercitación del músculo garantiza la mejora o el mantenimiento de dichas capacidades (la flexibilidad aunque menos influenciable también puede verse beneficiada). Determinados entrenamientos cuyo objeto es el desarrollo de una capacidad sobre todas las demás, pueden entorpecer el desarrollo de aquellas sobre las que no actúa.

2.1. CONSIDERACIONES MÉDICO-FISIOLÓGICAS.

Para un desarrollo orgánico y funcional correcto es imprescindible asegurar en todo momento un buen nivel de ejercicio. En el periodo a que nos referimos, de crecimiento acelerado, cualquier condicionante negativo que incida sobre la actividad espontánea puede derivarse en efectos desfavorables sobre el desarrollo de las aptitudes biológicas y psíquicas.

Un programa satisfactorio persigue un desarrollo muscular que permite alcanzar múltiples objetivos tanto en el aspecto meramente orgánico, como en los aspectos psíquicos y sociales del sujeto.

El programa de Educación Física debe perseguir un desarrollo físico armónico dentro de los parámetros normales, habituar la práctica deportiva, prevenir neurosis y ansiedad, corregir los desequilibrios nutricionales y metabólicos, aumentar la resistencia física y mejorar las condiciones psicológicas del adolescente.

2.2. INFLUENCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA SOBRE EL DESARROLLO MUSCULAR.

Las características esenciales del músculo del adolescente son muy parecidas a las del adulto, salvo las normales diferencias dimensionales. La relación entre los diferentes tipos de fibra muscular (de contracción lenta y de contracción rápida) viene determinada genéticamente, aunque el entrenamiento puede influir en el crecimiento de cada tipo de fibra y, en ocasiones, en la posible transformación de fibras de contracción rápida en fibras de contracción lenta.

Junto al crecimiento mejoran otras características del músculo, como el aumento de la fuerza muscular. En las chicas se registran aumentos superiores al 50% de la fuerza de contracción, lo que puede atribuirse exclusivamente al mayor nivel de desarrollo muscular, sino también a la mejora de la elasticidad y la coordinación motora y a una mayor motivación específica que las chicas. La escasa motivación y la incidencia de factores socioculturales contrarios a la mejora del desarrollo muscular, son tan importantes como las causas de índole fisiológica.

Parte del incremento de la capacidad para generar fuerza de contracción es de índole mecánica: al crecer longitudinalmente el hueso, aumenta la longitud del brazo de palanca y, por tanto, la potencia efectiva.

La potencia de contracción anaeróbica del adolescente es inferior a la del adulto, debido a la menor reserva de glucógeno, la baja actividad de algunas enzimas claves para el proceso y la menor tolerancia a concentraciones intramusculares elevadas de lactato.

Como consecuencia de la actividad física y, especialmente , del entrenamiento, se modifican sustancialmente los parámetros musculares, entre los que destacan la hipertrofia, el aumento de la fuerza de contracción y la mejora de la elasticidad y de la coordinación neuromuscular.

Los efectos de un programa de Educación Física escolar son, con todo, mucho más modestos que los del entrenamiento especializados o la práctica intensiva de algunos deportes. Como efectos generales del entrenamiento físico intenso podemos destacar:

– hipertrofia muscular por hiperplasia de fibras musculares.

– aumento del número y volumen de las mitocondrias y de la actividad enzimática de la vía aeróbica.

– aumento de las reservas intramusculares de glucógeno y fosfocreatina.

– mejora de la coordinación neuromuscular y de la capacidad de extracción de oxígeno por parte de la fibra muscular.

También hay que considerar el riesgo de lesiones derivado de una excesiva práctica deportiva.

3. CONSIDERACIONES TÉCNICAS A TENER PRESENTES EN CLASE DE EDUCACIÓN FÍSICA.

La maduración sexual que condiciona y define la pubertad tiene gran influencia sobre el desarrollo muscular del adolescente. Pero lo hace de forma diferente en cada sexo.

El rápido desarrollo óseo-muscular en la primera etapa de la adolescencia (fase negativa), convierte en torpes y bamboleantes los movimientos gráciles del niño. En la segunda etapa (fase positiva) se advierte una relativa calma motora y emocional.

Con el crecimiento se produce un aumento del tamaño y la masa muscular, de forma que el músculo del adolescente es muy similar al del adulto.

De forma paralela al crecimiento muscular aumenta la fuerza, así como el resto de capacidades físicas básicas. Concretamente, durante la pubertad se produce un desarrollo vertiginoso de la resistencia y l velocidad y, en menor grado, de la fuerza. La coordinación se desarrolla durante este periodo mucho más despacio.

El aumento de la masa muscular permite mejorar la fuerza, pero esta no consigue los valores máximos hasta que s finaliza la maduración de los sistemas endocrino y nervioso.

En este periodo el músculo crece y madura a mayor velocidad que el tejido óseo. En consecuencia el desarrollo de la fuerza muscular no es paralelo a la resistencia de los huesos por lo que deben limitarse los ejercicios de pesas con tracciones demasiado elevadas sobre las inserciones óseas.

Hasta el inicio de la pubertad los chicos y chicas no presenta grandes diferencias desde al punto de vista muscular y de producción hormonal, excepto los valores de testosterona que son siempre mayores en los chicos.

El riesgo de lesiones a nivel muscular es bajo tanto en niños como en adolescentes. Sin embargo el aparato locomotor pasivo (tejido óseo y conjuntivo de ligamentos y tendones) es más sensible a sobrecargas. Por lo tanto, deberemos tener en cuenta que a estas edades se produce una buena adaptación muscular a la actividad física y las sobrecargas no se van a manifestar a este nivel. Sin embargo si se pueden estar produciendo sobrecargas a nivel óseo, tendinoso,… que derivarán en enfermedades como tendinitis, tenosinovitis, etc.

Esta lentitud de adaptación y la sensibilidad a las sobrecargas debido al crecimiento exigen progresión rigurosa en las cargas de entrenamiento. Se recomienda:

– tiempo de recuperación suficiente

– evitar cargas altas

– evitar cargas unilaterales evitar cargas verticales sobre la columna vertebral.

– priorizar un trabajo dinámico frente al estático.

III. BIBLIOGRAFÍA

– D. Mc ARDLE, W (1990): Fisiología del ejercicio. Madrid. Alianza Deporte.

– GONZÁLEZ BADILLO (1995): Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Aplicación al ARD. Barcelona. INDE.

– GONZÁLEZ GALLEGO, J (1992): Fisiología de la actividad física y del deporte. Madrid. Interamericana. Mc Graw Hill.

– HERNÁNDEZ CORVO, R. (1990): Enciclopedia general del ejercicio. Tomo III-El sistema locomotor. Barcelona. Paidotribo.

– TORTOTA, G. J. & GRABOWSKI, S. R. (1998): Principios de anatomía y fisiología. Madrid. Harcourt Brace.

– SOBOTA, A. & BECHER, B. (1983): Atlas de anatomía humana. Barelona. Toray.

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