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Tema 20C – La literatura infantil. El cuento: su valor educativo. Criterios para seleccionar, utilizar y narrar cuentos orales o escritos. Actividades a partir del cuento. La biblioteca de aula.

I. LA LITERATURA INFANTIL.

El-la niño-a vive en un mundo que necesita descodificar. Los signos de la más variada índole que se ofrecen al niño-a actúan como estimulante de su potencial cognitivo, y este potencial va adquiriendo forma y consistencia con el paso del tiempo y con el refuerzo afectivo que recibe de los-as adultos-as o del mismo entorno.

El-la niño-a ya sabe leer mucho antes de aprender a descodificar el signo alfabético.

A) PROCESOS DE LA LECTURA.

Pasa por tres procesos esenciales y complementarios, tanto para el desarrollo de la sensibilidad emotiva como para el de las sensibilidad estética. Se trata de los procesos:

1. Identificación: Individualización del signo del resto de estímulos visuales.

2. Recognición: Proyección de la experiencia significativa.

3. Imaginación: Combinación que permite concatenar factores de la realidad con productos de la fantasía, y obtiene nuevas resultantes simbólicamente significativas.

La función lectora consiste en “la adquisición gratificante de estas 3 funciones inteligentes”. Funciones que el libro posibilita y desarrolla.

B) TIPOLOGIA DE LOS LIBROS (DESTINADOS A PEQUEÑOS LECTORES).

1. El abecedario o cartilla: La función esencial es enseñar el código alfabético, reforzando la entidad del signo gráfico de cada letra mediante la simple adjunción de imagen icónica, generalmente de un objeto o animal, cuyo nombre empieza por dicha letra. La recognición del dibujo ayuda a asimilar la función fonética de la letra. Hay abecedarios de muchos tipos pero casi todos siguen el mismo esquema.

2. Los imaginarios: Su función es tan sólo la recognitiva y situarlos previamente. Se trata de conjuntos de imágenes simples, normalmente estilizaciones de animales, juguetes o personas, que destacan sobre un fondo neutro las formas dibujadas. Son predominantemente didácticos y se dirigen a lectores muy pequeños.

3. Narraciones y conocimientos:

a) Libros de narraciones: (textos argumentales). Van en la línea de la recognición alfabética ya en un grado superior de complejidad, aparecen los primeros libros minimamente argumentales.

b) Libros de conocimiento: Paralelo al aprendizaje de la lectura como conocimiento de la tradición y del argumento narrativo, los adultos refuerzan en el niño-a el aprendizaje cognitivo con los libros de conocimientos, para conocer el entorno y, más subliminalmente, la mecánica del lenguaje. Muy a menudo estos libros recurren al juego en la forma de presentar los conocimientos. Citaremos como ejemplo la colección “Juguemos con Guille”, de Timun Mas.

c) Los álbumes: (género narrativo). Son libros en los que el factor comunicativo proviene directamente de la imagen y, sobre todo, de la secuenciación entre ellas. El albúm puro no necesita texto. Por ello, a menudo, se proponen estos libros a los-as niños-as que todavía no saben leer, error que no tiene en cuenta la tremenda complejidad que potencialmente ofrece la lectura visual. Sin embargo, hay excelentes álbumes al alcance de los-as niños-as muy pequeños.

1.1. Estilos y características de los principales géneros de literatura infantil.

En la etapa de la Ed. Infantil predomina la transmisión oral del cuento, no sólo porque los-as niños-as no han alcanzado aún el dominio lector, sino porque la lectura o relato por parte de un adulto está cargado de connotaciones expresivas y afectivas que captan el interés del niño-a con mayor intensidad.

1.1.1. La poesía en la Educación Infantil.

Muchos autores (Lacan, Freud, etc.) defienden que la función del lenguaje no es informar sin evocar; sin embargo, cada día va prevaleciendo más el lenguaje informativo de los medios de comunicación sobre el lenguaje materno evocador.

La introducción de la poesía de tradición oral (folklore) en la escuela no tiene discusión. Favorece el desarrollo intelectual y lingüístico, sin descuidar la dimensión imaginativa, jugando además un papel fundamental en la relación afectiva niño-a/ adulto-a. Existen otros motivos de peso para trabajar la poesía de tradición oral en este período de la educación:

· Podemos empezar con la canción, trabalenguas, adivinanza o retahíla que conozca alguno de los niños-as. Constituyen un vehículo de comunicación escuela-familia.

· Se trata de poesías que por su brevedad, ritmo y rima son muy pedagógicas y fácilmente memorizables.

· Por su vocabulario básico y estructurado simplemente no suelen plantar problemas de comprensión.

Se trata en su mayoría de rimas muy breves, que acompañan a cada acción infantil, con lo que fácilmente pueden ir acompañadas de cualquier expresión corporal, convirtiéndola por parte del lenguaje en un ritual: retahílas, cantinelas para echar suerte, trabalenguas, adivinanzas, romances.

COMO TRABAJAR CON LA POESÍA EN LA ESCUELA.

El acercamiento a la poesía debe constituir una actividad lúdica a base de escuchar, decir, jugar con el poema; el elemento fónico con ritmo, con su rima, con su melodía y sus movimientos participativos, con sonidos que forman palabras o que simplemente se suceden de forma arbitraria en apariencia, es preponderante.

Poco a poco, jugando con las palabras muy creativa y hasta ilógicamente a veces llegaremos a poder ver, oler, palpar, saborear esas palabras.

En la educación infantil el aprendizaje de los poemas ha de hacerse por vía oral. La-el maestra-o recitará con voz alta y matizada; lentamente, con sentido, con emoción y sentimientos.

Es importante que la recitación en este proceso, que si conseguimos dar vida al poema con la voz, el-la niño-a irá a la poesía en busca de algo vivo, atractivo, lleno de sonidos emociones, de sensaciones………

Podemos recitar marcando palmadas al inicio de cada sílaba, podemos hacerlo sin voz, sólo mímicamente, interiorizando el poema, podemos hacerlo con voz y gesto, dramatizándolo, podemos cantarlo…

Hacer juegos con palabras basados en el poema resulta de una enorme importancia.

1.2. Clasificación.

Entre los principales géneros de literatura infantil podemos mencionar la siguiente clasificación:

1. Libros de imágenes o álbumes.

2. Libros de ficción.

3. Diccionarios/enciclopedias.

4. Cómic.

5. Libro documental.

6. Publicaciones periódicas.

La característica general es la búsqueda de la proporción entre el libro de imágenes o álbumes, libro de ficción con presencia de texto y el libro documental.

II. EL CUENTO: SU VALOR EDUCATIVO.

La mayoría de los autores y profesionales ponen de manifiesto la importancia que éstos tienen en el desarrollo psicológico del niño-a, así como en la transición de una herencia cultural que perdura a través de las generaciones.

– Favorecen el desarrollo del lenguaje.

– Ayudan al desarrollo afectivo y social.

– Permita momentos de comunicación y entretenimiento del niño-a en una atmósfera tranquila y relajada.

2.1. Definición y características de los cuentos.

a) Debe adaptarse a la etapa evolutiva del niño-a:

– De 1-3 años predomina el interés por la palabra y el movimiento.

– De 3-5 años, los-as niños-as tienden a atribuir características humanas a todos los seres.

– De 5-8 años predomina el interés por la fantasía, el mundo de lo maravilloso.

b) Los cuentos deben ser breves y adaptados a su capacidad de atención.

c) Deben ser sencillos y claros, tanto en el lenguaje empleado como en su estructura.

2.2. Clases de cuentos.

Ana Pelegrín clasifica los cuentos atendiendo a la adecuación del cuento a diferentes edades. Esto es la que vamos a exponer, por entender que es la de mayor utilidad para el educador.

A) Cuentos de fórmula (de 2-5 años): Estos cuentos están vinculados a las estructuras líricas y constituyen un magnífico material de juego y de ejercitación de la memoria y el ritmo:

Cuentos mínimos: Son cuentos cuyo final llega apenas han comenzado: “Este es el cuento de la banasta, y basta que basta”.

Cuentos de nunca acabar: Son cuentos breves que terminan con una interrogación, y sea cual sea la respuesta del oyente, el cuento se repite otra vez.

Cuentos acumulativos y de encadenamiento: En éstos se van añadiendo sucesivamente nuevos personajes, encadenándose según diferentes fórmulas.

B) Cuentos de animales (De 4-7 años): Guardan una estrecha relación con las fábulas. Los animales actúan como las personas y tipifican algún rasgo de su carácter. Los pequeños suelen identificarse con el más fuerte al comienzo del relato, pero cambian rápidamente antes del desenlace.

C) Cuentos maravillosos (De 5-7 años): Estos cuentos comienzan usualmente con una fechoria que el antagonista realiza al héroe, o por una carencia, una búsqueda que desencadena la acción. Algunos autores, como André Brauner, son claros detractores de los cuentos de hadas o maravillosos. Consideran que no debe engañarse a los-as niños-as mostrándoles personajes cuyos poderes contradicen claramente las leyes de la naturaleza y del universo que nos rodea. Otros lo rechazan por la violencia que encierran. Sin embargo, las investigaciones de Bruno Bettelheim, cuyos resultados se recogen en su libro “psicoanálisis de los cuentos de hadas”, parecen haber zanjado la polémica a favor de los cuentos de hadas. Los personajes y situaciones son una clara representación del inconsciente del niño-a y le ayudan a superar angustias y ansiedades.

D) Cuentos de la vida real (De 8 años en adelante): Son cuentos cuyo argumento podrá suceder en la realidad. En este tipo de cuentos, la ilustración tiene un valor que va más allá de lo puramente decorativo, recayendo sobre ella toda la función comunicativa y toda la carga educativa que puede conllevar.

Antonio Rodríguez Almodóvar propone otro tipo de cuentos, que son:

Los cuentos de costumbres. Éstos hablan de peripecias de personajes reales, y están basados en hechos de la vida real. En general desarrollan un argumento a veces satírico y humorístico.

2.3. El valor educativo de los cuentos.

El relato desempeña diferentes funciones de crecimiento de la personalidad infantil a la vez que educa en múltiples valores:

· Fomenta la capacidad de escuchar.

· Es motivador de actividades lingüísticas.

· Difunde un efecto terapéutico al proyectar al niño sus conflictos en la actividad de recreación espontánea o de la invención de relatos cortos con los que el niño-a expresa y distancia sus tensiones.

· Intensifica el sentido de la observación y la búsqueda en el retorno, con lo cual va despertando a la realidad.

· Asimismo, el niño-a nace a la crítica porque intuye valores que cuida y defectos que rechaza.

· Incluso la creación de un relato, por mínimo que sea en esta edad, es un juego profundo que da seguridad, pues el niño-a se constituye en ordenador del caos.

· Juego profundo, pero también juego total, ya que con la repetición personal, la recreación o la ideación original de un cuento se divierte la inventiva.

· El cuento permite globalizar, dramatizar lo escuchado, dibujar acciones o personajes, esto es, traducir a otros lenguajes.

· Favorecen el desarrollo cognitivo de los-as niños-as.

· Los cuentos favorecen la estructuración temporal.

· Escuchar cuentos capacita a los-as niños-as para mantener la atención por espacios de tiempos cada vez más prolongados.

· A través de los cuentos, los-as niños-as enriquecen su vocabulario y su capacidad de expresión.

· Los cuentos sirven también para provocar una catarsis de sentimientos, la identificación con los modelos de acción y la modificación de la propia conducta.

· Los cuentos favorecen la adquisición de hábitos de reflexión e introspección.

· A través de los cuentos, los-as niños-as entran en contacto con otras culturas, otros pueblos y otras razas con sus correspondientes formas de vida.

· Oír cuentos, verlos, tocarlos, supone un primer contacto lúdico y placentero con el mundo de la literatura, que favorecerá la posterior adquisición de hábitos lectores.

· Los cuentos ayudan a los-as niños-as a incorporar y asumir la cultura a la que pertenecen.

· Favorecen la asunción de pequeñas normas y la distinción entre lo que está bien y lo que está mal.

· Satisfacen sus ansias de acción y de saber.

· Los cuentos sensibilizan respecto a la belleza.

· Es un importante recurso didáctico.

III. CRITERIOS PARA SELECCIONAR, UTILIZAR Y NARRAR CUENTOS.

3.1. Criterios para seleccionar.

A) EN RELACIÓN CON LA CAPACIDAD DEL CONOCIMIENTO PARA COMPRENDER.

a) Sistematización lógica: Presentar cuentos de fácil comprensión. Presenta la ventaja del mínimo esfuerzo y la progresión en las dificultades, y el inconveniente es de tipo psicológico y crece según aumenta la edad del niño-a, pues todo conocimiento demasiado fácil llega a aburrir al eliminar el placer del obstáculo vencido.

b) Penetrabilidad: es la cualidad que tienen las obras orales o escritas para estimular con un nuevo obstáculo para romper la limitación de lo fácil y plenamente conocido, para transportarle a un mayor esfuerzo mental y sensitivo.

B) EN RELACIÓN CON LA EXIGENCIA DE ELEVACIÓN MORAL Y SOCIAL.

Los cuentos se caracterizan por:

– Contener valoración de las personas por la inteligencia, los sentimientos, la voluntad y la fortaleza de carácter.

– Evitar la valoración exclusiva de la fuerza física y muscular, y el cultivo en exceso de la belleza externa.

– Evitar el personaje sin defecto, por lo que tiene de deshumanizado.

– Que rechacen las burlas a los débiles.

– Que aborden temas de trabajos profesionales, amor, el mal, las relaciones sociales.

– No ocultar realidades de la vida más próximas al niño-a y a su capacidad de asimilación de las mismas.

– Dejar en buen lugar las costumbres positivas.

– Tener en cuenta la familia, el colegio, la calle, el barrio.

– Preparar al niño-a para la vida real sin abrumarle con aventuras y fantasías, pues el niño-a se mueve en ambientes concretos, y pasa penas y alegrías.

– Que procuren actividad creativa para que el niño-a satisfaga sus intereses y aficciones.

C) EN RELACIÓN CON LA EDAD.

Fundamentalmente, en esta edad se empleará el cuento oral y se seleccionarán los que aludan a personajes con los que el niño-a esté familiarizado recordando que el niño-a está en una etapa animista.

– Para 2 o 3 años: Cuentos mínimos orales y rítmicos.

– 3 a 5 años: sigue el libro-imagen para la actividad indivudual del niño-a, y el cuento oral para la recepción de historias un poco más amplias que la anécdota.

– Hacia los 6 años se pueden introducir aventuras, mayor número de personajes, más atención a actividades de diversas profesiones que fácilmente pueda comprobar el niño-a en su entorno.

A las notas que apuntamos anteriormente, habrá que añadir las siguientes a la hora de su elección:

– Extrema sencillez y linealidad en la narración.

– Un reducido número de personajes muy tímidamente caracterizados.

– Gracia, frescura y riqueza de un lenguaje rápido y esencial. Hay que propiciar el amor por lo bello.

– Buscaremos en ocasiones lo no familiar, historias que estimulen siempre la imaginación.

– No debemos introducir elementos que produzcan miedo.

– Historias en las que se manejen sentimientos.

3.2. Técnicas de narración.

· Leer varias veces el cuento o escucharlo antes de contarlo a los-as niños-as

· Ordenar mentalmente la progresión del cuento.

· Visualizar a los personajes.

· Memorizar fórmulas verbales.

· Sonorizar el cuento realizando onomatopeyas.

· Inventar melodías.

· Inventar ruidos.

· Dar expresividad a la voz.

· Según el número de oyentes, distribuir el espacio organizando el lugar de los espectadores en semicírculo, dejando un sitio para el narrador.

· Establecer un clima relajado.

· Esperar que se haga el silencio.

· Procurar la participación de los-as niños-as en las onomatopoyes.

· El narrador-a puede recurrir a las perspectivas de: la 3ª persona, la primera persona protagonista, la primera persona testigo.

· Hablar a través de títeres o muñecos.

· Usar varios muñecos.

· El narrador acciona, mima o dramatiza en un espacio no muy amplio al tiempo que simula las voces.

· Cuidar especialmente la expresividad de la voz. Los elementos de una voz dúctil y expresiva son: la entonación, el ritmo. El volúmen y el timbre.

3.3. Utilización de los cuentos.

El-la narrador-a debe ser básicamente una persona generosa. Cuenta su historia sin ningún fin premeditado, sin pedir nada a cambio, simplemente para agradar.

Extraordinario entretenimiento para el lenguaje es la historia contada y recontada una y otra vez a los-as pequeños-as.

Puede utilizarse la narración como técnica de animación a la lectura.

Podemos utilizar la narración para distendir la atmósfera de la clase con aquel cuento que nace en un momento determinado, motivado por cualquier incidente, o por el centro de interés que se esté tratando y también para reforzar la corriente de confianza.

IV. ACTIVIDADES A PARTIR DEL CUENTO.

El cuento es una actividad en sí misma, pero no debe desaprovechar su potencial motivador y desencadenante de multitud de actividades que pueden desarrollarse a raíz del cuento contado o leído por el adulto, o de la lectura de libros de imágenes por parte de los-as niños-as.

– Los-as niños-as se convierten en narradores.

– Recrear cuentos.

– Mimar las acciones de los personajes, modos de andar o moverse de diferentes animales.

– Dramatizaciones del cuento o fragmentos del cuento.

– Dibujar algún personaje o escenas del cuento.

– Elaboración de cuentos.

– La propia historia de cada niño-a, realizada a través de fotografías pegadas en cartulinas y convenientemente encuadernadas.

– Asociar palabras o frases a los dibujos realzados y construir murales con ellos.

– Repetir cuentos mínimos con variaciones de velocidad, entonación.

– Inventar cuentos mínimos.

V. LA BIBLIOTECA DE AULA.

Es necesario crear un rincón acogedor, agradable y accesible en todo momento, que no sea solo el lugar donde se va cuando se ha terminado el trabajo, sino un espacio con entidad propia, en el que se llevan a cabo actividades varias: narración, recitación, lectura…

5.1. Características generales.

1. El rincón de la lectura debe estar situado en el aula, organizado materialmente, provisto de libros y su funcionamiento debe ser de lo más sencillo y flexible.

2. El rincón debe estar aislado de manera que permita a las actividades de lectura desarrollarse con una cierta calma, evitando que los-as niños sean molestados sin cesar.

3. El-la profesor-a debe recordar un cierto número de cosas:

– Los libros deberán estar ordenados.

– Los libros deberán estar expuestos.

4. Es necesario asegurar una iluminación normal y, si las ventanas no pueden ser utilizadas, habrá que prever una iluminación artificial.

5. Decoración. Permitir que sean los propios niños-as los que colaboren en la decoración del rincón.

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