Tema 19A – La enseñanza y el aprendizaje de la lengua en la Educación Infantil. Técnicas y recursos para la comprensión y la expresión oral. La intervención educativa en el caso de lenguas en contacto.

Tema 19A – La enseñanza y el aprendizaje de la lengua en la Educación Infantil. Técnicas y recursos para la comprensión y la expresión oral. La intervención educativa en el caso de lenguas en contacto.

i. La enseñanza y el aprendizaje de la lengua en Ei.

La adquisición del lenguaje oral es uno de los aspectos más relevantes del desarrollo infantil, por ser el lenguaje un elemento clave tanto en los procesos de representación como en los procesos de socialización.

Se trata de un proceso activo y constructivo en el que los contextos de comunicación juegan un papel muy importante. Teniendo esto en cuenta a la hora de planificar actividades en la El. es necesario considerar los siguientes principios:

– Estimular la comunicación, propiciar muchos intercambios lingüísticos, así como variadas y diferentes situaciones sobre las que el niño pueda hablar.

Debe utilizarse el juego como elemento central, puesto que la actividad de los niños en esta etapa es básicamente lúdica.

– Es necesario ofrecer al niño/a buenos modelos lingüísticos a imitar. Se deben favorecer, mediante distintas situaciones, los diferentes usos del lenguaje, de manera que se vayan desarrollando en los niños las principales funciones lingüísticas.

No obstante, la enseñanza de la lengua oral en la escuela plantea un importante problema: en la El es muy difícil que puedan producirse interacciones diádicas adultoniño (es el tipo de interacción que más estimula el desarrollo del lenguaje) con la frecuencia necesaria. Por tanto, será preciso definir objetivos y técnicas específicamente diseñados para el trabajo colectivo, aceptando las limitaciones con las que se van a contar.

Monfort (1992), propone que los objetivos que deben proponerse para trabajar el lenguaje en Educación Infantil son:

1.Favorecer el desarrollo del lenguaje: a través del entrenamiento de determinados aspectos, tanto en lo que se refiere al nivel fonético y fonológico, como a los niveles semánticos, morfosintácticos y pragmáticos.

2.Compensar las desigualdades: el lenguaje de la escuela tiene unas características diferenciales con respecto al entorno sociocultural de determinados niños/as. Se trata de un lenguaje más descontextualizado, con una estructuración morfosintáctica más elaborada y un vocabulario más rico y complejo.

Para evitar que las diferencias provenientes del entorno sociocultural de los niños/as se hagan cada vez mayores, es necesario que el maestro/a conozca cuales son las características del lenguaje de cada uno de sus alumnos y que haga un esfuerzo por adaptarse a ellas. Posteriormente deberá ir estimulando a estos niño/as para que vayan avanzando en su nivel lingüístico.

3.Prevenir la aparición de trastornos de lenguaje: el maestro/a de Educación Infantil debe tener una formación suficiente para poder detectar, así como para poder orientar a la familia en relación con las dificultades que algunos niños presentan en el desarrollo del lenguaje. Igualmente debe tener una formación suficiente para poder participar en el proceso de rehabilitación del lenguaje en colaboración con el especialista para aquellos casos que lo requieran. Otra función muy importante es la de prevenir que estos problemas lleguen a producirse.

4.Preparar para el lenguaje escrito: el lenguaje escrito es una traducción gráfica del lenguaje oral, aunque con unas características particulares, por lo que será muy beneficioso ir preparando al niño para que se familiarice con él.

En cuanto al tipo de actividades de lenguaje que se pueden llevar a cabo en el aula para conseguir todos los objetivos que hemos expuesto, y para superar las dificultades inherentes a las

situaciones colectivas propias del contexto escolar, podrán ser específicas y también inespecíficas. Las últimas se refieren en general a asegurarnos de que los niños/as consiguen una comprensión y expresión verbal de las experiencias globales vividas en ciase.

En cuanto a las específicas para realizarlas se pueden organizar talleres o rincones del lenguaje como una forma de superar las dificultades que plantean las situaciones colectivas. Otra forma consistirá en organizar suficientemente los ejercicios colectivos, sin caer en una programación estricta de preguntas y respuestas.

A continuación veremos qué tipo de técnicas y recursos pueden emplearse para estimular en el aula el desarrollo del lenguaje.

II. Técnicas y recursos para la comprensión y la expresión oral (modelo de Monfort y Juárez,1992)

11.1-Sistematización de las situaciones de interacción (la conversación en el aula).

En líneas generales, los recursos didácticos para favorecer el lenguaje, que se pueden utilizar de forma continua en cualquier situación de intercambio comunicativo en el aula son:

a. Recursos indirectos: constituyen un modelo general de conducta ofrecido a la observación y a la imitación del niño. Algunos ejemplos son: autoconversación y habla paralela.

b. Conductas para trabajar la comprensión: para valorar y estimular la compresión del niño, por ejemplo: pedir que nos entregue o señale distintos objetos, pedir que nos señale o entregue un objeto a partir de su descripción.

c. Conductas para trabajar la expresión y la comprensión: van a ser muy útiles las preguntas. Distintos tipos: que la respuesta sea sí o no; preguntas de alternativas, ej.: ¿es para comer o beber?; que las respuestas requieran construir una oración.

d Sistemas de conductas facilitadoras para trabajar la expresión y la comprensión en el marco de la conversación, diádica o en pequeño grupo, en el aula. Por ejemplo: ajuste más eficaz, estrategias para salvar la incomprensión, puesta en duda, respuesta falsa, ejemplo a generalizar, feed-back correctivo1.

e. Estrategia de planear, trabajar y recordar antes de empezar cualquier actividad el maestro/a debe reunir a \os niños/as e intentar que verbalicen con su ayuda los pasos que van a dar para realizarla. Una vez terminada la actividad el grupo vuelve a reunirse para recordar verbalmente y comentar lo ocurrido.

f. Pautas para trabajar la conversación en gran grupo (asambleas).

-Directrices:

•Disposición de los niños y del maestro/a debe ser en “U”.

•Temas de conversación: cuando los niños son pequeños es muy positivo que todos conozcan el tema, incluido, por supuesto el maestro/a.

Otro caso puede ser cuando los niños comunican alguna vivencia que desconoce la mayoría del grupo, en esta situación el maestro/a animará a los demás niños a que formulen las preguntas que permitirán al niño protagonista de la vivencia precisar más sus enunciados, igualmente deberá animarlos a que expresen sus opiniones, también animará a que la información proporcionada por el compañero desencadene otras aportaciones similares de los otros niños/as.

•Participación de los niños/as: el maestro/a debe procurar que sean los niños/as los que hagan mayor uso de la palabra. El papel del maestro/a va a consistir en animar la dinámica, vigilar los distintos aspectos de su desarrollo y proporcionar un feed-back adecuado.

•Brevedad de las intervenciones: hay que intentar que cada intervención sea breve o entrecortarla con intervenciones de los demás.

Es fundamental completar con el tema lo que significa cada una de estas estrategias.

•Intercambio entre los niños.

•Límite en el tiempo: el maestro debe calibrar el tiempo dedicado a la conversación y debe evitar a toda costa que se vaya apagando y perdiendo el interés.

I.2.Ejercicios dirigidos para reforzar determinados aspectos del lenguaje.

Los ejercicios dirigidos deben servir para reforzar cada uno de los aspectos del lenguaje: fonéticos, semánticos y morfosintácticos.

Con este tipo de ejercicios se pretende extraer de la comunicación lingüística los elementos constitutivos del lenguaje, fonemas, sílabas, palabras, estructuras sintácticas, etc. – y plantear situaciones generalmente de juego, donde los niños puedan manipularlos, como si fueran objetos, agrupándolos, diferenciándolos, comparándolos, juntándolos, etc., y observando el resultado de todas estas manipulaciones.

A continuación expondremos, brevemente, cómo pueden plantearse este tipo de ejercicios de forma independiente para cada uno de los aspectos del lenguaje, aunque en ciase deben trabajarse de una forma global.

A. Ejercicios para el desarrollo fonético y fonológico.

El niño completa su sistema fonológico alrededor de los seis años, mostrando una elevada capacidad autocorrectiva. A partir de este momento, sin embargo, se van a afianzar los defectos fonéticos, por lo que será necesaria una reeducación. Por ello en la etapa de Educación Infantil debería prestarse un apoyo didáctico suficiente para que este sistema se adquiera sin errores.

Los aspectos que son importantes para la correcta integración del sistema fonológico son:

-Una buena atención y discriminación auditiva, en general y fonética, en particular.

-Una buena motricidad buco-facial general y una buena motricidad aplicada a los movimientos articulatorios durante la expresión verbal.

-Una buena motivación suficiente para hablar bien y superar sus errores.

Por otra parte, el trabajo sobre este aspecto puede plantearse también para facilitar el posterior acceso a la lecto-escritura.

Las actividades para trabajar este aspecto deben girar en tomo a los siguientes aspectos:

A.1.Juegos de discriminación auditiva.

A.2.Juegos de motricidad buco-facial.

A.3.Juegos de imitación (onomatopeyas, canciones, retahílas, etc.).

A.4.Juegos de estructuración temporal.

A.5.Juegos de conciencia silábica y fonémica.

B. Ejercicios para el desarrollo semántico.

Se trata de propiciar situaciones a través de las cuales los niños puedan enriquecer su vocabulario, tanto con el aprendizaje de nuevas palabras como con la adquisición de una mayor precisión del significado de aquellas que ya conocen y emplean.

Igual que en el caso anterior, completar este punto con el tema.

Otro tipo de actividades irán encaminadas a jugar con las palabras fuera de un contexto real de utilización, descubriendo así las relaciones lógicas que las unen, las oponen, las asocian, etc..

B.1.Actividades para aprender palabras nuevas»

La adquisición de palabras nuevas debe ir de lo más particular a lo más general. Los bloques generadores de palabras serán: el niño (su cuerpo, sensaciones, etc.), su ambiente más cercano (su familia, la casa. el colegio, etc.), su ambiente general (ciudad, pueblo, campo), etc..

Algunas orientaciones didácticas para plantear las actividades de este bloque son:

•Elección por parte del maestro/a o descubrimiento del tema o del centro de interés que servirá de soporte, al mismo tiempo, en otras actividades de clase.

•Situación de observación y/o manipulación libre del material, estimulando a los niños para que expresen sus sensaciones e insistiendo para que sean lo más variables posibles.

•Manipulación dirigida del material: a partir de lo que ha observado el maestro/a irá introduciendo elementos y palabras nuevas en actividades concretas a través de sus consignas. Es importante que el niño pueda asociar lo nuevo dentro de esquemas activos, siempre con posibilidad de intervención. Se trabaja sobre todo la comprensión.

-Manipulación del léxico: en estos juegos expresivos, caben también actividades de imitación directa como poesías, canciones, etc., pero siempre dentro de una proporción razonablemente minoritaria, respecto a las actividades libres.

•Actividades de repaso: estas actividades se utilizan más como sistemas de evaluación que de aprendizaje. Pueden consistir en juegos donde se repasa el léxico de un tema, pero sin estar necesariamente ligado a un contexto comunicativo directo (para ello viene muy la utilización de lotos, etc.).

Algunos tipos de actividades que responden a estos objetivos son, por ejemplo:

-Los niños realizarán dibujos y luego describirán sus elementos, lo que ocurre en ellos, etc.. Esto puede hacerse de forma colectiva y los niños podrán describir los dibujos de los demás.

-Simular la organización de ciertas actividades como viajes, excursiones, meriendas , etc., preguntar qué cosas harían falta y hablar sobre la situación.

B.2. Actividades de manipulación de palabras: se trata de juegos de familias semánticas, análisis de conceptos, asociaciones semánticas, ejercicios de opuestos, etc.

C. Ejercicios para el desarrollo morfo-sintácticos.

Los contenidos que deben de trabajar las actividades dentro de este aspecto, son: número y orden de palabras dentro de la frase, nexos, flexiones (principalmente las verbales), la conciencia sintáctica.

ll.3.Ejercicios funcionales. Este bloque de ejercicios tiene como objetivo estimular las distintas funciones del lenguaje.

Hay que tener en cuenta que la base fundamental de un ejercicio pragmático es que la valoración del enunciado que emite un niño soto depende del resultado que obtiene.

a.Función instrumental: son situaciones en las que el niño utiliza el lenguaje para conseguir algo de otro: es la función de pedir.

Las actividades deberán basarse en que un niño (o u grupo) debe pedir a otro una serie de objetos.

b.Función regulatoria: son situaciones en las que el niño utiliza el lenguaje para actuar sobre la conducta de los demás. Es la función de mandar. Las situaciones pueden ser recorridos en los que un niño manda a un niño o grupo de niños (en este último caso más complejo) hacia donde tienen que ir.

c.Función interaccional: se refiere al lenguaje que se usa para saludarse, etc., pero también al lenguaje que sirve para coordinar actividades.

El maestro debe propiciar situaciones en las que los niños en pequeños grupos tengan que cooperar entre ellos y coordinar sus acciones.

d.Función personal: son situaciones en las que usamos el lenguaje para comunicar al otro lo que sentimos.

Puede trabajarse en las asambleas y en las sesiones de lectura de cuentos, etc.

e.Función heurística: es el lenguaje que utilizamos para recabar información de los demás, es la función de “preguntar”.

Para trabajarla vienen muy bien los juegos de preguntas en los que hay que averiguar un personaje u objeto con el mínimo número de preguntas.

f.Función informativa: son situaciones en las que el niño debe proporcionar información a los demás.

Los juegos en los que un niño debe ir dando instrucciones para que un niño o grupo de niños vaya realizando una tarea que sólo el que habla sabe como debe hacerse (debe ajustarse a un modelo que sólo él puede ver).

III. La intervención educativa en el caso de lenguas en contacto.

111.1.Propuesta de Uri Ruiz (basada en la utilización del cuento como recurso didáctico).

Uri Ruiz (1990) parte de los estudios de Bruner, según los cuales la adquisición del lenguaje se da principalmente en el desarrollo de la interacción entre adulto y niño en contextos de pautas fijas que se van ampliando y complejizando, donde se establece la negociación de significados. Bruner define como “formatos” a esas pautas de interacción.

De esta forma Uri Ruiz toma de Bruner la idea de “formato”, como contexto altamente predecible. Partir de lo conocido e ir introduciendo elementos que cobran significados apoyados en lo ya sabido es una idea también relacionada con el enfoque del aprendizaje significativo de Ausubel y con el concepto de ZDP.

La enseñanza de la segunda lengua en la escuela infantil, puede planificarse, por tanto, a partir de contextos ya conocidos, altamente predecibles, que podrían clasificarse en dos tipos:

a. Los que se pueden vivir directamente en el aula, es decir, aquellos rituales que el niño conoce a partir de su experiencia de clase: quitarse la ropa, ponerse la bata, saludar al profesor, sentase en coro antes del cuento, recoger los juguetes, etc..

b. Simulación de contextos que se dan en el medio familiar y que tienen un alto valor afectivo (las comidas, etc..)

Estos dos tipos de contexto, auténticos y simulados, son los que dentro de la metodología que Ruiz (1990) van a servir como eje de la programación. Ruiz considera que tanto unos como otros pueden encontrar un marco idóneo de anticipación a través de los cuentos.

Se propone la elaboración de cuentos que representan situaciones conocidas, en los que se anticipan las interacciones más comunes. El cuento que representa una situación conocida ofrece, según Ruiz, ofrece un doble interés:

•Permite la atención conjunta adulto-niño, en tomo a imágenes darás y significativas, atención que posibilitará la negociación conjunta del significado de las palabras.

•Ofrece las palabras que probablemente se van a dar en un tipo de contexto, sirve de adelanto a la acción conjunta entre adulto-niño y niño-niño, en ese contexto real. Las imágenes del cuento servirán de soporte al texto y éste será a su vez el sostén de las conversaciones que la profesora desarrollará en los contextos reales. Servirán también para sustentar los intercambios que se den en los rincones donde domine el juego simbólico, tanto entre el profesor y el niño como entre los niños mismos.

Los elementos a tener en cuenta en la elaboración de los cuentos, son:

1.La elección de situaciones: tienen que ser altamente predecibles en su desarrollo, esto es, ocurren casi siempre del mismo modo y se desarrollan de acuerdo a unas pautas en gran medida ritualizadas. Algunas de ellas son: la llegada a clase, vestirse-desvestirse, etc..

Las situaciones se presentan al niño secuendadas y dibujadas en forma de cuento. Por ello, se les debe dar un mínimo desarrollo narrativo, deben presentar un mínimo conflicto a resolver o un elemento sorpresa que haga atractiva la situación.

Deben contextualizarse progresivamente de lo más próximo a lo más lejano y de lo más ritualizado a lo menos (primero cosas que nos pasan en la dase, luego en el recreo, en la calle, en casa, etc..).

2.Criterios de elaboración de los textos: las situaciones en forma de cuento constan de dos partes:

•Una narrativa, en la que se presentan la situación y los personajes. Su función es siempre informativa y como el tiempo verbal utilizado debe ser preferentemente el presente.

•Una parte dialogada: tiene un interés central porque de ella es de donde se van a sacar el máximo rendimiento para la interacción cotidiana de la dase. Los criterios que deben seguirse para la elección de las expresiones es, por una parte, el de la máxima rentabilidad de uso, y por otra, el de la comprensibilidad.

Por tanto se elaborarán textos claros, comprensibles, con frases cortas que se irán ampliando poco a poco. Habrá que tener cuidado de que las palabras nuevas que se presenten referidas a objetos tengan una presentación previa al cuento si fuera preciso. Los textos, manteniendo el interés, deberán ser redundantes y posibilitarán las paráfrasis, que la profesora ofrecerá constantemente como medio para asegurar la comprensión.

3.Vocabulario: es necesario elaborar un vocabulario básico, con las palabras de uso más adaptadas a la edad y al medio socio-geográfico del niño. Hay que dar más importancia a los nombres y las acciones, y posteriormente a los adverbios, adjetivos (relacionados fundamentalmente con propiedades de tacto, color, tamaño y forma). Los nombres y las acciones deben estar relacionados por campos semánticos, a fin de establecer redes significativas de fácil comprensión y memorización.

4.Conceptos lógico-espaciales y temporales básicos: aunque muchos de ellos aparecerán de modo natural en los textos que se elaboren para desarrollar las situaciones-cuento, otros deberán trabajarse de forma sistemática a través de juegos de lenguaje, canciones, etc.. Debe tenerse en cuenta que la adquisición de esta dase de conceptos de facilita mucho presentándolos contrastados entre sí.

111.2.Pautas metodológicas generales para la intervención educativa en caso de lenguas en contacto.

-Crear un clima afectivo de aceptación del niño en su totalidad.

-Comprender y valorar positivamente la lengua que conoce al llegar a la escuela.

-Distribuir el espacio del aula, de modo que posibilite la relación individual y de pequeño grupo.

-Dedicar parte importante del tiempo a la relación individual maestro-niño.

-Arbitrar los medios que hagan posible el juego y la actividad, en tomo a los que se desarrollará el lenguaje.

-Centramos en el mensaje, en que lo que decimos tenga interés para el niño y capte su atención.

-Hablar claro, con frases cortas, cuidando la pronunciación y la naturaleza expresiva.

-Acompañar la palabra de un soporte gestual que posibilite la mejor comprensión del lenguaje.

-Atender al ritmo de crecimiento individual también en relación con la lengua. Ello exige respetar el tiempo de silencio, variable para cada niño, hasta el momento en que se comienza a expresar en segunda lengua.

-Dar al alumno material lingüístico suficiente parra que pueda elaborar sus propias hipótesis . Para ello cuidar de presentar las frases y las palabras en diferentes contextos lingüísticos y situacionales.

-Utilizar la paráfrasis, la formulación con otras palabras de los mensajes que enviamos, hasta asegurar la buena comprensión de los mismos.

-Anotar los “errores” del niño como Índices del desarrollo de su conocimiento de la lengua.

-Diversificar la corrección: atender sobre todo a la formulación comprensible de la idea.