Tema 22A – Evolución de la expresión plástica en los niños y niñas. Elementos básicos del lenguaje plástico. Objetivos, contenidos, materiales, actividades, estrategias metodológicas y de evaluación de la expresión plástica. Modelos y estereotipos.

Tema 22A – Evolución de la expresión plástica en los niños y niñas. Elementos básicos del lenguaje plástico. Objetivos, contenidos, materiales, actividades, estrategias metodológicas y de evaluación de la expresión plástica. Modelos y estereotipos.

GUIÓN- INDICE

1.INTRODUCCIÓN

2.DEFINICIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN EL NIÑO/A

3.EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

3.1. El garabateo

3.2. Etapa preesquemática: intentos de representación

4.ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE PLÁSTICO

5.EL DESARROLLO DEL DIBUJO

iLos dibujos preesquemáticos

iLa creatividad

6.OBJETIVOS DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA

7.CONTENIDOS DE LA EXPRESIÓN

8.TÉCNICAS, MATERIALES Y ACTIVIDADES EN LA EXPRESIÓN PLÁSTICA

9.ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

10.ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

11.MODELOS Y ESTEREOTIPOS.

1. INTRODUCCIÓN

Las artes plásticas satisfacen la necesidad de expresión del niño permitiéndole expresarse con más libertad que a través de cualquier otro lenguaje.

En la expresión plástica el hombre se sirve, para expresarse, de diversos elementos plásticos. Supone un proceso creador que permite la comunicación, por lo que es necesario conocer los distintos materiales y dominar las técnicas, sin olvidar que lo fundamental es la expresión libre y no la creación de obras maestras.

En las actividades plásticas influyen diversos factores: afectivo, intelectual, motor, perceptivo, social, imaginativo y estético.

La expresión plástica contribuye a formar la sensibilidad, la imaginación y la percepción de la obra espacial.

2. DEFINICIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN EL NIÑO.

Proceso, en el que el niño al reunir diversos elementos de su experiencia, forma un conjunto con un nuevo significado. Cada nueva experiencia le aporta un dato nuevo que es vivenciado. Al acumular experiencias va modificando sus esquemas y enriqueciéndolos.

Actividad, que armoniza de forma distinta sensación, percepción y pensamiento, pues el niño refleja la realidad tal cual la vive.

Medio de expresión y comunicación de sus estados de ánimo, impresiones, sentimientos y conflictos. El niño informa su impresión del objeto, no su apariencia externa. Luego, la actividad pictórica del niño es medio de expresión, aunque más icónico y menos abstracto que el de las palabras.

3.EVOLUCIÓN DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS

Las técnicas plásticas se aplican en un orden que atiende a la maduración del niño en los distintos aspectos que en ellas intervienen.

Así, tanto en el terreno del dibujo como en el del modelado o en el de las actividades para recortar, pegar, coser… el niño realiza una larga evolución que va desde las ejecuciones poco finas hasta producciones más ajustadas pasando por unas etapas intermedias repletas de expresividad.

En un principio se actúa directamente sobre los materiales, como en el caso del amasado del barro, o de la pintura de dedos. Más tarde se trabaja con herramientas que prolongan la acción de las manos, como en el picado o en la pintura con pincel. En líneas generales y salvo las condiciones particulares de algunas de las técnicas, las primeras experiencias tienen como objeto el tomar contacto con los materiales, conocer sus características, experimentar, manipularlos. Las primeras actividades se realizan libremente. Se comienza por lo más sencillo y poco a poco se introducen aplicaciones más complejas según el grado de madurez de los diferentes aspectos del sujeto que intervienen en ellas. Así en el picado o en la pintura se realiza primero el rellenado de una figura y luego se siguen los contornos en líneas rectas y curvas para llegar posteriormente a las figuras.

3.1. El garabateo

según Wallon el dibujo enlaza el nivel motórico con la representación y como elemento mediador, las emociones.

El autor sitúa el inicio de la expresión gráfica a los 18 meses (fase sensomotriz) en sonde el niño no tarda en captar la relación causa-efecto entre su actividad instrumental y la huella gráfica. Este hecho que es causal en principio tiende luego a estabilizarse, por el placer funcional que implica, por eso desea reproducir su huella y esto le es posible por su progresivo control motor. En este primer momento, predomina la descarga motriz y emocional.

La evolución del garabateo sigue los siguientes pasos:

3.1.1. Garabateo desordenado

El niño comienza a autoexpresarse gráficamente realizando este tipo de garabato aproximadamente hacia los 18 meses. Estos primeros dibujos carecen de sentido y son desordenados, ya que no llega a controlar sus movimientos. El niño realiza el garabato mirando hacia otro lado.

3.1.2. Garabateo controlado o garabato inicial

Se sitúa aproximadamente, a los 2 años. En la medida en que se va produciendo una repetición sistemática de esta actividad, por el placer funcional que produce, se observa una creciente coordinación entre ojo-mano. Poco a poco, el niño controla sus movimientos descubriendo la relación entre ellos y los trazos sobre el papel y cambia los colores llenando páginas enteras. Los trazos son largos y variados. El niño repite los esquemas para afianzarse. Se trata de líneas largas, variadas, de distinto color, pero sin movimiento de retorno. Este paso se caracteriza por la conexión que el niño descubre entre sus trazos y los movimientos que realiza, de lo que deriva cierto control visual o seguimiento visual. No obstante, este tipo de garabato sigue siendo predominantemente una descarga motórica y emocional, no hay intención representativa. El trazo obedece sólo al impulso. Aparecen en esta etapa los trazos casi circulares, ovoideos, en un movimiento oscilante que sigue el sentido de las agujas del reloj. A medida que el niño va controlando mejor sus movimientos de antebrazo y muñeca, es capaz de seguir visualmente sus movimientos en el papel y consiguiendo a la vez trazos en distintas direcciones e incluso discontinuos (aproximadamente 3 años), separando el lápiz del papel.

3.1.3. Garabato con nombre

A los 3 años, aproximadamente, el niño controla el punto de partida y llegada, lo que le permite retocar el dibujo y perfeccionarlo. Hay una búsqueda de formas, intención de formas, que no es todavía intención de semejanza o representación. El niño descubre que sus dibujos tienen un sentido y les pone nombre “esta es mamá”, “este es un pájaro”. La titulación que da a sus dibujos es sólo imaginaria. Así, sustituye su pensamiento kinestésico anterior por el imaginativo. El niño comienza a denominar los garabatos que pinta pero se trata de una semejanza fortuita pues el dibujo una vez será un hombre, otra un árbol… Aunque sus garabatos son más diferenciados, sus intentos de representar no tienen una idea preconcebida del resultado final del dibujo.

A este paso Wallon lo llamó “representativo inicial”. Luquet lo describe como “realismo fortuito” pues desemboca en los primeros intentos de representación con formas reconocibles para el adulto.

En cuanto al color, no existe relación entre éste y el objeto que dibuja, por ejemplo le pone color azul a un pato, rojo a un árbol…

A lo largo de estos distintos pasos del garabateo, hemos visto como los trazos del niño carecen de sentido representativo. Se pueden realizar bien con lápiz, cera, o con el propio dedo manchado (pintura de dedos)… el niño juega con las huellas, con el papel, con la pared. El trazo obedece a un movimiento centrípeto y de flexión del antebrazo que se aproxima al cuerpo.

3.2.ETAPA PREESQUEMÁTICA: INTENTOS DE REPRESENTACIÓN

Esta etapa se sitúa entre los 4 y 7 años de edad.

En esta etapa el niño aborda la creación consiente de formas.

Wallon llamó a esta etapa de “realismo intelectual” pues en ella se da la formación del símbolo del signo claramente representativo. El niño capta ya una analogía entre la forma y el dato perceptivo, que lleva a la captación de la semejanza. El niño quiere copiar los objetos que le llaman la atención. El modelo mental sustituye muchas veces al real. Es una representación ya intencional pero pobre y rígida.

El niño en esta fase nos revela muchos datos acerca de su vida, de su ambiente, etc.

Dada la intención representativa (l a semejanza ya es percibida) el niño corrige su dibujo. Muchas veces toma del modelo un rasgo- signo, uno de los elementos que simbolizan el todo. En su intención de significar, hace uso de procedimientos que van en contra del realismo objetivo: múltiples detalles, el detalle “ejemplar”. El niño se preocupa más de que los objetos sean más reconocibles e identificables que de representar las cosas tal y como son.

La preocupación por comunicar y significar, la maduración psicomotora y sus intereses y vivencias experimentales son los motores del dibujo en este período para el niño.

El niño a los 4 años, comienza en sus dibujos a elaborar esquemas. Se encuentra en su primer nivel de representación, siendo la figura humana la primera que consigue desarrollar en el papel, dando una importancia máxima a la cabeza (los llamados “cabezones” o “renacuajos”) que es por sonde el niño come, huele, oye…; la representan mediante un círculo incluyendo más o menos detalles que poco a poco, debido a su propia experiencia perceptiva irá enriqueciendo.

La concepción del espacio es primaria. El niño concibe el espacio como algo que le rodea y en donde se sitúan los objetos, de ahí que los presente en distintas posiciones, como “flotando”. La distribución del espacio es pues anárquica y el tamaño de las personas y objetos así como las proximidades establecidas (e.p.e. en el dibujo de la familia) están en función de la importancia que el niño les dé.

Las visiones de perfil y de frente se sintetizan en el mismo objeto. No distingue lo que ve de lo que sabe acerca del objeto, llegando, incluso a realizar los objetos transparentes, no ocultando lo que no ve pero conoce.

La afectividad también se notará en sus dibujos, dándole más énfasis a los objetos que para él emocionalmente significan algo.

Los colores que utiliza en esta etapa los elige también de forma emocional: el hecho de utilizarlo supone una experiencia maravillosa aunque no los relacione.

Más adelante, fase esquemática (8-10 años) y de realismo visual, el dibujo se caracterizará por una ordenación en el espacio (aparece la línea base), los colores se van asimilando progresivamente a la realidad aunque de un modo sintético. El niño ya no necesita describir lo que sabe del objeto en su dibujo, sino que lo que ve.

4.ELEMENTOS BÁSICOS DEL LENGUAJE PLÁSTICO.

Color

Durante la etapa del garabato, el color desempeña un papel secundario, el niño está centrado en su coordinación motriz (al principio). Luego, parece utilizar el color para representar distintos significados, si bien en la mayoría de sus dibujos, el color tiene un papel fundamentalmente decorativo, sin guardar relación con el objeto figurado.

Algunos estudios han investigado la relación entre el color y la forma en la expresión gráfica con respecto a la personalidad del niño o con alguna característica de su comportamiento; se llegó a la conclusión de que los niños que pintaban con “colores cálidos” manifestaban un comportamiento emocional libre; los que preferían azul, tienden a ser más reservados; y los del negro, eran introvertidos y tímidos. Actualmente esto se ha cuestionado y se tiende a pensar que los niños de 3-4 años usan el color estableciendo una cierta relación de orden que es independiente en el uso. En educación infantil el color es más bien un descubrimiento nuevo para el niño y, algo a experimentar más que una experiencia emocional.

Lo más importante es la creación de la línea y la forma así como el dominio de la coordinación y un mayor interés por la relación dibujo-objeto que color-objeto.

Posteriormente, (6-7 años) en el realismo intelectual, el niño descubre la relación objeto-color; de igual forma que repite temas y usa los mismos colores para los mismos objetos.

Línea

El dibujo es al principio una actividad kinestésica (etapa del garabato) que poco a poco se va desarrollando en una actividad más consciente a intencionada. Hay toda una evolución en lo que se refiere al trazado, a pesar de que la línea es la primera grafía de la expresión que el niño utiliza.

En un primer momento, cuando todavía no hay un control motor y los trazos están totalmente en función de los movimientos corporales, expresados en líneas rectas u oscilantes debidas a la flexión del brazo hacia el sujeto, al ir controlando mejor el gesto, el niño suprime el movimiento de retorno y acumula rasgos oblicuos de derecha a izquierda y de arriba abajo. Junto a estos trazos también se originan trazos ovoides y luego más o menos circulares. Pueden aparecer rasgos más cortos, discontinuos y repetidos, ya sean lineales o en forma de anillos. Más tarde cuando controla el punto de llegada y partida, corrige y puede hacer posibles las formas geométricas.

En la etapa realista (7-9 años) aparece la línea de base sobre la cual sitúa las cosas (el suelo, un techo, una montaña, etc.)

Forma

Durante la etapa del garabato, el niño se dedica a sus dibujos con gran capacidad de concentración, disfrutando de su desarrollo kinestésico, logrando progresivamente el control de sus trazados, los dibujos ofrecen una gran variación, desde una serie de trazos hechos al azar alrededor de 2 años hasta convertirse en movimientos más complicados y líneas más definidas cuando el niño les asigna un nombre. Es a partir, más o menos, de los 4 años que el niño comienza con un método diferente de dibujo: la creación consciente de la forma. El niño intenta crear conscientemente formas que guarden relación con el mundo que le rodea: es un paso muy importante dentro del proceso de la comunicación gráfica. Generalmente la primera figura reconocible es el hombre.

Proporción

El niño dibuja pero no tiene en cuenta las proporciones reales de las cosas. Ej: al realizar un dibujo de su familia, dibujará a su madre más grande. Este sentido de la proporción está en relación directa con factores afectivos y vitales y con aquellos sentimientos más profundos del niño.

Volumen

Es muy importante en la etapa infantil el manejo de materiales tridimensionales ya que permiten al niño utilizar los dedos y los músculos en forma diferente.Golpear, amasar sin propósito, es una etapa paralela al garabato. La fabricación de bolitas, fideos, sin intentar objetos concretos, es paralela al garabato controlado. En el momento en que el niño atribuye nombre a alguna forma moldeada, es paralelo el proceso al garabato con nombre. En la medida en que el niño realice una actividad de modelado, está expresando un concepto, el conocimiento de la realidad.

El niño no estará en condiciones de copiar un triángulo antes de los 5, ni un rombo antes de los 7 años.

Dos aspectos fundamentales se pueden señalar en el arte infantil:

-su valor expresivo

-su valor creativo

5. EL DESARROLLO DEL DIBUJO

Todos los niños tienden a ser en esta edad, por lo general, curiosos, llenos de entusiasmo, inclinados a emprender tareas, especialmente aquellas que implican manipulación de materiales, y deseosos de expresarse, aunque no de forma lógica.

El mundo gira alrededor del niño y su experiencia está limitada a un contacto directo con su ambiente. El niño de esta etapa juega consigo mismo o junto a otros niños más que con ellos y a menudo su conversación es más bien un reflejo de su propio pensamiento que el desarrollo de una cualidad social.

Es de esperar que las manifestaciones artísticas del niño, sigan las mismas pautas de desarrollo que con otros aspectos de su vida. En efecto, el análisis de los dibujos nos muestra el método y razonamiento que están detrás de sus acciones.

Los dibujos preesquemáticos como reflejo del desarrollo.

El dibujo además de ser un ejercicio agradable para el niño, es un medio gracias al cual desarrolla relaciones y concreta muchos pensamientos vagos que son importantes para el niño. El dibujo se convierte en sí mismo en una experiencia de aprendizaje. (Mediante el dibujo el niño comienza a establecer cierto tipo de organización conceptual, y así lo demostró McPherson (1966) encontrando que los niños de 5 años dibujaban las partes anatómicas con mucha más precisión de la que tenían para reconocerlas)

Un niño que ha alcanzado los 4-5 años, pero que todavía piensa en término de movimiento, no ha logrado intelectualmente el nivel de madurez promedio a sus años. En los dibujos de un niño de 5 años es de esperar que encontremos intentos de representaciones. Cuanto más diferenciados sean esos intentos, más altos serán los procesos intelectuales que se han desarrollado.

En general, cuantos más detalles se encuentren en un dibujo, mayor será la conciencia que el niño ha tomado de las cosas que le rodean.

Uno de los indicios más importantes de esta edad preesquemática es la flexibilidad del niño. Esto se puede apreciar en los frecuentes cambios que se producen en sus conceptos. Un niño cuyos dibujos son simples repeticiones del mismo símbolo, sin ninguna desviación, encuentra un símbolo tras el cual esconderse, y, exhibirá en otros comportamientos la tendencia a resguardarse o esconderse detrás de estereotipos sociales. En cambio un niño que reacciona frente a experiencias significativas en forma afectivamente sensible demostrará esta sensibilidad afectiva en sus trabajos artísticos. En sus dibujos exagerará aquellos objetos o hechos en los cuales se ha visto emocionalmente envuelto.

Un niño muy sensible que llega a estar muy ligado a cierta parte de su dibujo puede fácilmente perder contacto con el resto del tema. Esto se puede apreciar en los detalles muy exagerados. ¿Qué hacer? Sin restar importancia al detalle, mediante las claves de la reflexión, el profesor intentará hacer ver al niño otros detalles de la realidad que él intentó al reproducir, a tal efecto, consideramos muy positivo guardar los dibujos del niño, pasado el periodo de exposición, entre otras cosas, para valorar la evolución del mismo en este aspecto. La manera de representar las cosas es un indicio de las experiencias que el niño ha tenido con ellas. La imagen que una persona tiene de si misma y de las cosas que la rodean, cambiará a medida que tenga más conciencia de las características significativas de dichos objetos, incluye la intervención de todos (sensorial) los sentidos, tales como las experiencias kinestésicas o auditivas.

Tan pronto como el niño establece algo más que el mero significado de un objeto, comienza la percepción visual. Por ejemplo, en el dibujo del hombre el niño puede emplear solo líneas geométricas. Cuando se produzca lo anteriormente expuesto, el niño utilizará otras líneas aparte de las simplemente geométricas.

Cuando el niño utiliza el color mismo, sin relación con el tema como por ejemplo un hombre de color violeta, denota pobreza en la percepción visual.

La creatividad.

Uno de los campos más vitales del desarrollo con el cual tenemos que estar en contacto es el desarrollo creador. Durante los primeros intentos de representación, el niño creador expresa conceptos independientes y no preguntará cómo se dibuja una boca o una nariz. Los conceptos propios del niño se distinguen fácilmente de aquellos que han sido tocados de otras fuentes, por el uso espontáneo y flexible, por los cambios frecuentes que hace en ellos. Los símbolos extraños o copiados suelen aparecer repetidos de forma duradera e inflexible (expresiones como ¡nunca he sabido dibujar un barco!

En un grupo, el niño creador no es influido por el resto, aunque puede interesarse en lo que hacen los demás. El niño creador pinta, dibuja espontáneamente y no solo cuando es motivado. Es crucial prestar en este momento atención al desarrollo creador del niño a fin de coadyuvar a formar personas con independencia de pensamiento. La atmósfera creada es de gran valor para las experiencias artísticas. Un ambiente de tolerancia y apoyo es ideal (no autoritario, ni laissez- faire).

Numerosos estudios (Spitz) revelan como el período 4/5 a 8 años es el de mayor capacidad perceptiva analítica. Estimularla en la escuela es muy importante. Llamar la atención sobre los brillantes colores del otoño, mirar juntos una piedra de aspecto interesante, observar huellas de pasos en el barro, hacer que los niños encuentren un árbol de corteza suave y otro de rugosa, buscar una hierba silvestre espinosa, notar cómo el sol calienta nuestra espalda, escuchar el sonido del viento, notar el olor del camión, de residuos, etc.

Uno de los mejores medios de estimular las relaciones del niño con las cosas que le rodean es comenzar con la función de las distintas partes del cuerpo, se verá en los dibujos que haga.

Por ejemplo, un niño que dibuja la boca con una sola línea, puede ser motivado para que incluya dientes u otros detalles, estimulando la existencia de dientes con un tema tal como: “Me lavo los dientes por la mañana”. Debiera esperarse, después de este tema, un enriquecimiento del concepto boca y una mayor coordinación entre boca y brazo.

6.OBJETIVOS DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA

Son objetivos de la expresión plástica a trabajar a lo largo de la etapa:

– el conocimientos de los diferentes materiales y distintas técnicas plásticas.

– el desarrollo de la creatividad y de la imaginación.

– el desarrollo de la sensibilidad y el gusto por lo estético.

– el desarrollo de la motricidad fina, los sentidos la coordinación visomanual y la orientación a través de las distintas técnicas.

Desarrollo de la sensibilidad

El educador/a proporcionará experiencias de todo tipo que desarrollen las facultades de percepción ante las formas, color, textura, espacio, etc. La formación del gusto ha de proporcionarle a través del cultivo de la afectividad, fomentando en el niño la sensibilidad hacia la belleza, enseñándole a reconocer lo bello, a formar su gusto y a hacerles sensibles hacia la obra bien hecha.

Conocimiento de los diferentes materiales y técnicas

La representación plástica es un vehículo apropiado para canalizar la creatividad y la expresión de los estados emocionales individuales. Para que la expresividad de sus producciones alcancen toda su potencialidad, debemos trabajar en el niño la observación, y darle una gran riqueza de posibilidades para que se exprese.

Desarrollo de la motricidad

Los distintos materiales para la expresión gráfica, así como otro tipo de actividades manipulativas (recortando, pegando,…) permiten al niño un mayor dominio a nivel de motricidad fina y coordinación visomanual. Así la expresión plástica coadyuva en el paulatino progreso del control motor en el curso de actividades diversas (manejo de tijeras, utilización de la plastilina…)

7.CONTENIDOS DE LA EXPRESIÓN PLÁSTICA.

Conceptos

-Materiales útiles para la expresión plástica.

-Diversidad de obras plásticas que es posible producir y que se encuentran presentes en el entorno: pintura, escultura, programas de T.V., películas, fotografías, dibujo…

Procedimientos

-Producción de elaboración plástica para expresar hechos, sucesos, vivencias, fantasías y deseos.

-Utilización de las técnicas básicas del dibujo, pintura, modelado, “collage”, de la creación de imágenes, etc.

-Exploración y utilización de materiales específicos e inespecíficos para la producción plástica (ceras, témperas, barro, agua…)

-Empleo correcto de los utensilios plásticos básicos y afianzamiento en el movimiento para conseguir precisión en la realización.

-Identificación y representación de la figura humana en la obra plástica en su conjunto y diferenciación de las distintas partes y segmentos corporales.

-Percepción diferenciada de los colores primarios y sus complementarios, así como el contraste claro/oscuro.

-Atribución e identificación de imágenes y secuencias animadas utilizando aplicaciones informáticas.

-Interpretación de diferentes tipos de imágenes presentes en su entorno.

Actitudes

-Disfrute con las elaboraciones propias y con las de los otros.

-Gusto e interés por las producciones propias.

-Respeto a las elaboraciones plásticas de los demás.

-Interés por el conocimiento de las técnicas plásticas básicas y actitud proclive a la buena realización.

-Cuidado de los materiales e instrumentos que se utilizan en las producciones plásticas.

-Valoración ajustada de la utilidad de la imagen (tv, cine…)

8.TÉCNICAS, MATERIALES Y ACTIVIDADES EN LA EXPRESIÓN PLÁSTICA.

Para llevar a cabo actividades de expresión plástica existen una gran variedad de materiales y procedimientos que se adaptan a las distintas necesidades de expresión del niño, teniendo en cuenta que muchas veces es el propio niño el que los descubre. Estas técnicas plásticas desarrollan en general los siguientes aspectos, incidiendo más cada una de ellas en uno u otro: la motricidad, la coordinación visomanual, la prensión, la presión, el tono muscular, la orientación. Se adiestra cada una por separado, y luego se emplean combinadas para la confección de distintas actividades manuales.

-Dibujo. Es una de las primeras formas de expresión plástica, y de las más espontáneas. Se puede distinguir de la pintura si se entiende como dibujo la realización de trazos y como pintura el rellenado de superficies con color.

Pintura. Es una de las actividades más atractivas para el niño. Pintamos en el plano horizontal y en el vertical; en este último caso el papel se coloca en un caballete o en la pared. Comenzamos con un solo color y se va introduciendo el resto paulatinamente, hasta llegar a las mezclas. Puede realizarse por diversos procedimientos, alguno de los cuales se señalan a continuación:

· La dactilopintura consiste en pintar directamente con los dedos, incluso con toda la mano, codos, antebrazos, y en ocasiones con los pies descalzos. De las primeras experiencias plásticas quizá sea la más simple y espontánea.

· Estampado. En este caso se dejan huellas con objetos manchados de pintura, como patatas grabadas, corchos y otros objetos que pueden dejar alguna huella con distintas formas.

· Estarcido. Se recortan siluetas en papel o cartulina y se colocan sobre un papel de soporte. Pulverizamos por encima frotando un pincel o cepillo de dientes untado en pintura contra una tela metálica o algo parecido. También puede realizarse con un espray.

· Barnizado. Consiste en recubrir una superficie dibujada con una sustancia transparente.

· Otras. Metiendo el pincel húmedo en el bote de la témpera en polvo. Utilizando rodillos en vez de pinceles para pintar.

En el uso de las pinturas hay que acostumbrar al niño a dejar los botes bien cerrados y los pinceles limpios. Para evitar que se mezclen los colores, se puede poner cada bote con los pinceles dentro y así el niño no tiene que mojar el pincel en distintos botes. Las mezclas las realizará en tapas u otros objetos auxiliares.

· Arrugado. Favorece la adquisición del concepto volumen. Es el arrugado de trozos de papel para formar bolitas, que después son utilizadas normalmente en la confección de otros trabajos.

· Plegado. Se comienza con el plegado de hojas para más adelante hacer plegados sucesivos hasta formar figuras sencillas (acordeón)

· Recortado. Se comienza con la mano (rasgado y troceado) y luego se pasa a la tijera. Primero se cortan trozos de papel, luego tiras entre líneas y después sobre líneas marcadas; por último, se recortan figuras.

· Pegado. Esta técnica se combina con el recortado. Comienza con el pegado de distintos trozos sobre papel sin seguir un contorno previo; y más tarde se pega sobre un contorno determinado. Se emplean distintos tipos de papel. La dificultad que ofrece al principio se refiere a la distribución del pegamento y al uso de pinceles.

· Picado. Precisa de un buen control de la prensión y presión. Se emplea un punzón en el interior de un dibujo o sobre líneas. Se utiliza para vaciar una figura en el papel, comenzando por ejercicios de picado en el interior de algunas figuras.

· Construcciones. Son trabajos realizados en tres dimensiones, empleando materiales diversos, según la edad. El ejercicio previo es el juego de construcciones con bloques.

· Otras técnicas con papel: perforar, pellizcar, trenzar, hacer forrados.

· Collage. Es una composición realizada con distintos materiales (bolitas de papel, legumbres, piedras, botones…) que se pegan sobre papel o cartón.

· Modelado. Los comienzos de las actividades de modelado se sitúan en los juegos de arena y agua. Es una técnica importante para el desarrollo espacial por su trabajo tridimensional, igual que el de las construcciones. En el modelado el material más empleado quizá sea el barro, con el que hay que tener ciertas precauciones como la conservación del grado de humedad envolviéndolo en plástico cerrado, la no-introducción de objetos duros para su secado, y otras, que en el caso de los niños pequeños no pueden observarse y que debe cuidar el educador. Interesa más su manipulación como experiencia motriz y sensorial, e iniciación a la técnica, que el acabado.

Por las diferentes texturas que ofrecen y por su acabado es conveniente utilizar las distintas pastas de modelar que mejor se adapten al nivel madurativo del niño o grupo.

El trabajo se lleva a cabo por:

– Vaciado: retirando la pasta que sobra alrededor del dibujo a realizar.

– Superposición: se completa la figura añadiendo por presión trozos muy pequeños

– Con rulos o churros que se forman al rodar una pequeña cantidad de barro y que se van uniendo uno sobre otro.

Los más pequeños dividen la pasta de modelar en trozos, la golpean, palmotean, la estiran, hacen huellas por presión, la enrollan girándola con la palma de la mano (churros); después hacen bolas. Posteriormente ahuecarán la bola para obtener un cuenco.

Ejemplos de posibles actividades

– Rellenar una silueta con bolitas de papel previamente realizadas.

– Recortar con las manos trozos de papel y rellenar una superficie entre dos líneas.

– Punzar una silueta de un dibujo en cartulina y pegar por detrás un papel de celofán o seda (trasparencias)

– Doblar un papel en acordeón, dibujar una figura y recortarla entera salvando un pequeño espacio en cada lado.

– Hacer guirnaldas y mantelitos de papel.

– Recortar figuras:

· Con tijeras y montar un móvil

· Con dedos o uñas y pegar en un papel

– Recortar el contorno de la cara y dibujar el rostro pegando algunos elementos para confeccionar una careta.

– Grabar por presión en barro:

· Las manitas del niño

· Objetos del entorno que dejen huella

– Hacer caracoles enrollando rulos de barro o plastelina.

– Salpicar un papel con pintura y pasar un rodillo

– Rellenar una superficie con ceras de distintos colores y cubrirla con cera negra. Realizar un dibujo encima con un objeto punzante que ralle la última capa.

Materiales

Son muy variados los que se pueden emplear en una misma técnica, de modo que su elección se determina por su adecuación al trabajo concreto a realizar y según la madurez del sujeto que lo va a emplear, buscando siempre su facilidad de manejo. Se señalan a continuación los que más se emplean en la edad infantil.

Pinturas.

Ceras. Se pueden aplicar sobre distintas superficies. Se evita que manchen si las barnizamos con cola plástica rebajada en agua, o si se cubren con un poco de papel de aluminio (al igual que las tizas). Las hay blandas y duras. Las primeras tienen el inconveniente de manchar más pero son más adecuadas para rellenar superficies, mientras que las duras son más apropiadas para hacer líneas. Permiten la superposición. Puede observarse distinto acabado frotando con un dedo.

Témpera. Es de fácil aplicación con pincel o con la propia mano, y su limpieza se efectúa fácilmente con agua. Esta pintura es temple, y puede prepararse con el color en polvo, agua y cola.

Pintura de dedos. Es una pintura preparada para ser empleada con la mano directamente, y de muy fácil lavado. Puede realizarse de forma casera, aunque es perecedera.

Tizas. No sólo pintan sobre pizarra sino también en papel (mejor si se humedece el papel o la tiza)

Acuarelas. Se pinta por transparencia y no son muy adecuadas para el niño pequeño. Se obtienen resultados muy interesantes mojando previamente el papel (que es especifico)

Pinturas caseras. Pueden obtenerse de varios modos, de los que se indican algunos. Hirviendo en agua sustancias que tiñen, como remolacha, zanahorias y otras. También se pueden fabricar con harina, azúcar, agua, maicena y colorante natural.

Lápices de colores. En madera, precisan un mayor control motor.

Rotuladores. Hoy los hay incluso lavables para el uso de los pequeños.

Papel.

Se empleará en diversos tipos que tendrán diversas texturas, y en distintos tamaños; cuanto más pequeño sea el niño más grande será el papel, dado su dominio y precisión del trazo. Se encuentra de muchos tipos y tamaños.

Tipos de papel: blanco de folio, pinocho (rizado, adecuado para la confección de disfraces), seda (con el se obtienen mezclas de colores al barnizarlo, por ejemplo, en un collage de bolitas de papel, y es muy fácil de trocear para los más pequeños), de periódico o revista, charol, celofán, manila, vegetal, estraza…

Cartulina y cartón.

Éstos son mas adecuados para utilizarlos como soportes por su dureza, mayor que la del papel. La cartulina se presenta también en distintos colores y grosores. El cartón puede encontrarse en el entorno fácilmente, y lo hay liso y acanalado. El papel de embalar (papel continuo) es muy utilizado en los talleres infantiles, pues es fuerte y puede utilizarse en distintos tamaños y formas.

Material del entorno (de la naturaleza y de desecho)

Éste es un material que tiene la ventaja de su economía y facilidad de adquisición. Puede emplearse en multitud de trabajos manuales, y permite su empleo como materia prima, o para su transformación; también para un cambio de función, o bien como herramienta.

Herramientas

– Pinceles. Los primeros pinceles serán más gruesos, poco a poco se van utilizando más finos al ir creciendo en edad y habilidad manual.

– Otros utensilios para pintar: cordeles, esponjas, espátulas, rodillos, materiales del entorno. Los rodillos pueden improvisarse con un tubo de cartón, por ejemplo.

– Tijeras. Serán de punta redondeada.

9.ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS.

El educador está al lado del niño para ayudarle a madurar, creando un clima que fomente la imaginación, la exploración y la producción; un clima, al tiempo, de afecto y de libertad donde el niño encuentre oportunidad de elaborar sus esquemas personales y sus propios símbolos.

No puede entenderse la expresión plástica como algo para lo que existan respuestas específicas; no se conoce la respuesta correcta ni hay que tratar de buscarla.

Es necesario establecer una atmósfera en la clase que estimule la iniciativa y la espontaneidad; estimular de tal manera al niño que sienta curiosidad, se divierta y así consiga tener ideas originales (no las del educador), pudiéndose expresar libremente. Deberá sentirse seguro y respetado.

Los términos que expresen valoración deberán ser descartados, teniendo en cuenta que el niño no copia, sino que expresa sus vivencias, de modo que un comentario o interpretación pueden llegar a interferir en la actitud creadora del niño, cortando el proceso de comunicación, surgiendo formas sin contenido. El adulto mostrará satisfacción ante las producciones infantiles.

La experiencia artística es algo más que el uso de los materiales para el proceso de dibujar o pintar en un momento dado; estos momentos tienen que ser lo suficientemente flexibles como para permitir a cualquier niño que se pueda apartar de la actividad del grupo.

El educador ha de introducir los recursos y técnicas poco a poco para que puedan ser asimiladas por el niño, y siempre adaptadas a su nivel madurativo, respetando la individualidad y el ritmo de aprendizaje.

Buscará actividades motivadoras, que estimulen el deseo del niño de expresarse a través de los elementos plásticos y de conocer lo que los otros nos comunican: por ello es conveniente exponer las realizaciones de los niños.

Las actividades de plástica implican 4 momentos: presentación de la actividad y preparación de los materiales, ejecución del trabajo, recogida o limpieza de recursos y sala, y puesta en común sobre la experiencia realizada. Momentos a los que hay que dar el tiempo suficiente y la importancia que se merecen.

Para este tipo de actividades se puede emplear un delantal de plástico o una bata que evite manchas que son normales y frecuentes.

Los materiales serán variados y no tienen que suponer para su uso dificultades técnicas. Por ejemplo: durante la etapa del garabateo, la acuarela no es un material adecuado para el niño de esta edad, que todavía no controla sus movimientos y que se desanimaría con este material al ver que los colores se mezclan con facilidad; el lápiz común tampoco es conveniente, ya que la punta no se desliza tan fácilmente sobre el papel y además se rompe con frecuencia. Antes de emplear los diversos materiales en una determinada técnica, el niño comienza con la manipulación libre de los mismos, que le permite conocer sus características.

Los materiales estarán colocados en estanterías al alcance del niño, para que los descubra mediante la experiencia directa, y bien distribuidos; al mismo tiempo, el educador lo estimulará respetando la naturaleza de los mismos. El espacio destinado a guardarlos será siempre el mismo, y los niños deben conocerlo bien. Es preciso establecer unas normas claras sobre su utilización y recogida, para que se conserven en buen estado.

El educador/a elegirá aquellas técnicas y materiales adecuados a la edad de los niños; así, y, como orientaciones:

a) En la etapa del garabateo.

Será conveniente la utilización de técnicas basadas en el afianzamiento del control visomanual.

Los materiales recomendados son los lápices de pastel negros, lápices de cera, pintura para carteles, hojas grandes, tizas y pizarra.

Como materiales tridimensionales moldeables están la arcilla y la plastilina.

También la dactilopintura es adecuada para estas edades.

b) En la etapa preesquemática.

La técnica debe facilitar el dominio sobre el manejo de los materiales, porque el niño está entusiasmado con su habilidad para representar lo que tiene cierto sentido para él.

Como materiales podemos citar la témpera con pincel de cerdas en hojas grandes de papel absorbente, las tizas, lápices de colores, barras de cera en papel más pequeño.

La elaboración del collage es recomendable para integrar los conceptos espaciales. El rasgado y el recortado de papel también lo son para la motricidad fina.

En cuanto a actividades tridimensionales, la arcilla y el papel maché.

Tanto en el terreno del dibujo como en el del modelado, o en el de las actividades como recortar, coser, etc. el niño realiza una larga evolución que va desde las ejecuciones poco finas del principio hasta las producciones más ajustadas y finas del final, pasando por fases intermedias en las que llama la atención la enorme expresividad de las producciones. La disponibilidad de distintos materiales para la expresión gráfica permite al educador/a servirse en cada momento de aquellos instrumentos que mejor se prestan a su manipulación por el niño y a los objetivos de la tarea a realizar. En el caso de las actividades con plastilina, con arcilla o con cualquier otro material similar, se asiste a una evolución no menos interesante que empieza con el fuego con agua con arena y que se continua luego en la manipulación inicialmente poco fina de la plastelina o el barro y que acaba en actividades de modelado que requieren no sólo mayor dominio motor, sino también un cierto conocimiento de técnicas de manejo y de recursos expresivos.

10.ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN.

En general remiten a las metodológicas y otras orientaciones que se han desglosado a lo largo del tema, habida cuenta que la observación de los progresos y dificultades de los niños, en el transcurso de las actividades que impliquen los contenidos de la expresión plástica, permiten encontrar indicadores útiles para regular la actividad docente e intervenir de manera ajustada.

El educador/a evaluará el desarrollo madurativo del niño/a, sus capacidades y aptitudes, la adquisición de conocimientos, sus habilidades y destrezas y la adopción de actitudes favorables hacia la expresión- representación plástica.

11.MODELOS Y ESTEREOTIPOS.

La pintura, el dibujo, el modelado,… son procedimientos de expresión que tienen también el doble interés de testimoniar los progresos que el niño va consiguiendo y de ser muy útiles recursos al servicio de los objetivos educativos del Centro de Educación Infantil.

Se trata de actividades para las que se cuenta, en general, con el interés y buena disposición de los niños, quienes suelen disfrutar expresándose a través de la plástica. Luego, es importante canalizar esta expresión sin por ello acotar o delimitar la creación e imaginación del niño, habida cuenta que a través de ella el profesor/a obtiene más datos del mundo interior y personal de cada uno de sus alumnos/as.

En los inicios de este tipo de actividades productivas tiene una gran importancia el papel de los educadores: atribuyendo significado a las primeras producciones infantiles, tal vez sin significado o con un significado amorfo, y mostrando su satisfacción por los productos de la actividad del niño, el educador/a estimula a utilizar estos procedimientos de expresión.

Luego, apoya el niño en la búsqueda de nuevos recursos expresivos, le introduce en el dominio de ciertas técnicas que aumentan la facilidad, la eficacia y la expresividad de las producciones. El niño puede adquirir en este terreno una sensación de dominio y poder de transformación y comunicación cuyo interés trasciende con mucho el ámbito de la motricidad, proyectándose en su conocimiento del entorno y contribuyendo a alimentar una positiva imagen de sí mismo. Esta imagen se ve alentada cuando el niño ha terminado su “obra” y la puede colocar en una estantería de la clase, o colgarla en la pared, o llevarla a su casa lleno de orgullo y satisfacción a poco que su ejecución le haya sido reforzada. Cuando esto se hace, lo que se refuerza no es sólo la producción concreta que el niño ha hecho, sino su tendencia a expresarse creativamente.

El papel del educador/a es como siempre de máxima importancia. Por un lado, porque alienta al niño/a a servirse de esta forma de expresión y representación, apoyándole en sus realizaciones y orientándole en la ejecución. Por otro, porque va introduciendo poco a poco los materiales que son más adecuados y proponiendo al niño las actividades que le resultan más motivantes. Además, porque introduce al niño en el dominio de las técnicas y procedimientos a los que no se accede de manera automática; aunque impliquen un cierto esfuerzo para el niño, esos recursos técnicos van a dotar a sus producciones de una cierta disciplina y de un mayor poder expresivo.

Finalmente, hay que constatar que las producciones del niño son un lenguaje que nos habla de sus conocimientos y de sus estados emocionales, lo que hace particularmente útil no solo el uso educativo de estos medios de expresión sino también su utilización al servicio de la continua observación y evaluación del niño.

Una forma de coartar la libre expresión tan necesaria en la evolución de la capacidad plástica del niño, lo constituyen los estereotipos.

La libertad expresiva se puede coartar a través de estereotipos de forma (cómo realizar) como de tema (haz una casita, por ejemplo). El resultado es una obra distante y despersonalizada. Los modelos o producciones que el adulto propone al niño para su realización es la forma más típica de estereotipo. Las imágenes que se han de presentar al niño han de ser reales y sino lo más parecidas a la realidad, por ejemplo fotografías.

Las características del estereotipo o modelo son:

a) Presentan síntesis en los dibujos mientras que los de los niños se caracterizan por la fragmentación, sobre todo en los más pequeños, evitando por ello que realicen sus propias síntesis en el momento adecuado, ya que ha pasado a ser antes del tiempo un proceso mecánico y no un proceso mental, de comprensión y cognición.

b) Son estéticamente frías, no revelan experiencia sensible alguna con relación a lo que representan. Son clichés simplificados que están muy por debajo de lo que el niño es capaz de representar desde su punto de vista realista.

c) clip_image001La repetición incesante de estos dibujos, multiplica sus efectos negativos, pues será difícil representar ya el objeto de forma diferente. De esta manera, todos o casi todos haremos la flor así, la manzana así

BIBLIOGRAFÍA

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