Tema 1 – Características básicas del desarrollo psico-evolutivo de los niños y niñas de los seis a los doce años. Aspectos cognitivos, motrices, afectivos y sociales. Implicaciones en el desarrollo del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje.

Tema 1 – Características básicas del desarrollo psico-evolutivo de los niños y niñas de los seis a los doce años. Aspectos cognitivos, motrices, afectivos y sociales. Implicaciones en el desarrollo del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje.

A. DESARROLLO.

1. INTRODUCCIÓN.

2. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL DESARROLLO PSICO-EVOLUTIVO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LOS SEIS A LOS DOCE AÑOS.

2.1. Visión general del desarrollo evolutivo.

2.2. Características básicas del desarrollo evolutivo del alumnado de Educación Primaria.

3. ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES.

3.1. Aspectos cognitivos.

3.1.1. Análisis del desarrollo cognitivo por ciclos.

3.2. Aspectos motrices.

3.2.1. Análisis del desarrollo motor por ciclos.

3.3. Aspectos afectivos y sociales.

3.3.1. Aspectos afectivos.

3.3.2. Aspectos sociales.

3.3.3. Análisis del desarrollo afectivo y social por ciclos.

3.4. Desarrollo moral.

4. IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL PROCESO EDUCATIVO Y DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE.

4.1. Contribución a las competencias claves para el aprendizaje.

5. COMENTARIOS FINALES.

B. RECURSOS.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

7. REFERENCIAS WEB.

A. DESARROLLO.

1. INTRODUCCIÓN.

La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.

En las economías modernas el conocimiento se ha convertido en uno de los factores más importantes de la producción. Las sociedades que más han avanzado en lo económico y en lo social son las que han logrado cimentar su progreso en el conocimiento, tanto el que se transmite con la escolarización, como el que se genera a través de la investigación.

En este tema trataremos, de ofrecer una visión global sobre las características fundamentales del desarrollo psicoevolutivo en los niños/as de seis a doce años en los ámbitos cognitivo, motriz, afectivo y social, así como, las relaciones e implicaciones de estos conocimientos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sabemos que existe una estrecha relación entre los procesos educativos y de enseñanza aprendizaje y los procesos de desarrollo de los niños. De ahí la importancia de que el maestro/a posea una formación básica acerca de los conocimientos esenciales de la Psicología Evolutiva del niño.

Pero, ¿realmente es importante que el maestro/a conozca a sus alumnos y su desarrollo psicoevolutivo? ¿Qué aspectos evolutivos van a ser más importantes? Si el maestro conoce y tiene en cuenta dichos aspectos ¿favorecerá los procesos de enseñanza-aprendizaje?

A estas cuestiones y a otras, daremos respuesta durante la exposición del tema.

La modificación que hace la Ley Orgánica 8/2013 del 9 de diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa, en el capítulo I del título II, en el artículo 71.1 (MEC, 2013a), queda recogido que “Las administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, así como los objetivos establecidos con carácter general en la presente Ley. Las administraciones educativas podrán establecer planes de centros prioritarios para apoyar especialmente a los centros que escolaricen alumnado en situación de desventaja social”.

2. CARACATERÍSTICAS BÁSICAS DEL DESARROLLO PSICO-EVOLUTIVO DE LOS NIÑOAS/AS DE LOS SEIS A LOS DOCE AÑOS. ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES.

Los docentes, con el fin de favorecer y potenciar el desarrollo de las capacidades expuestas en los objetivos generales de la Etapa de Educación Primaria, debemos tener una formación básica sobre los conocimientos esenciales de la Psicología Evolutiva.

Como sabemos, la Psicología Evolutiva estudia la forma en que las personas cambian a lo largo de toda su vida, observando cómo el individuo cambia sus acciones continuamente y cómo éste es capaz de reaccionar en un ambiente que, a su vez, cambia constantemente.

2.1. Visión general del desarrollo evolutivo.

Consideramos importante, antes de abordar, pormenorizadamente, los diversos aspectos relacionados con el desarrollo evolutivo, esclarecer conceptualmente el término desarrollo.

Hoy se entiende que el comportamiento y el desarrollo de los seres humanos se ven influidos y determinados tanto por factores genéticos como por factores ambientales, y que ambas categorías están estrechamente interrelacionadas. Es decir, se concibe desarrollo psico-evolutivo como un proceso constructivo que se caracteriza por el papel activo que juega el individuo en la adquisición de sus logros cognitivos, motrices, afectivos y sociales, sin perder de vista que los diversos ámbitos mencionados no se encuentran separados, sino que están estrechamente relacionados.

Actualmente, coexisten distintos tipos de teorías y enfoques explicativos del desarrollo.

Desde sus orígenes, la Psicología del Desarrollo ha venido acompañada por la vieja polémica entre los que por un lado, atribuyen el cambio evolutivo a factores madurativos (innatistas o genetistas) y los que, por el contrario, defienden la primacía de los factores ambientales (ambientalistas o socioculturales).

Actualmente, el debate se plantea desde una perspectiva más integradora, donde se acepta la interacción de ambos tipos de factores (interaccionista), la cual expone que el sujeto evoluciona y consigue sus distintas formas de comportamiento, mediante un proceso mixto de influencia genética y medioambiental.

En cualquier caso, de la lectura y análisis de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), que ha sido modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y de los principios metodológicos de la Etapa de Educación Primaria explícitos en el Decreto_______, por el que se establece el Currículo de E. Primaria para la Comunidad Autónoma de Andalucía, deducimos que nuestra práctica docente se fundamenta teóricamente en un modelo de diseño curricular de aula y de programación centrados en el paradigma cognitivo-contextual, modelo derivado del enfoque constructivista de Piaget y Vigotsky y del enfoque cognitivo de Jerome Bruner y David Ausubel.

Para estos autores, el desarrollo se concibe como una sucesión de etapas caracterizadas por la existencia de una organización mental determinada, que configura una compresión y una forma de actuación en el mundo concretas.

Por tanto, podemos decir que el desarrollo se trata de una sucesión de cambios, tanto cuantitativos como cualitativos, dependientes unos de otros. (Por ejemplo, para aprender a escribir, antes debemos saber coger bien el lápiz y poseer una buena coordinación óculo-manual).

Al margen de todos estos factores que van a condicionar el desarrollo del niño, debemos tener claro que “cada persona posee sus propias características y su propio ritmo de desarrollo”.

Teniendo en cuenta todas las observaciones realizadas anteriormente, debemos plantearnos una pregunta como docentes: ¿Qué aspectos del desarrollo debemos considerar especialmente para que nuestra labor educativa se ajuste a las características y necesidades de nuestros alumnos?

2.2. Características básicas del desarrollo evolutivo del alumnado de Educación Primaria.

A través del estudio del desarrollo evolutivo del ámbito motor, cognitivo, afectivo, social y moral podemos conocer los cambios psicológicos que ocurren a lo largo de la vida humana, más concretamente los que se relacionan con los procesos de desarrollo de las personas, con sus procesos de crecimiento y con sus experiencias vitales significativas.

El tramo que abarca de los 6 a los 12 años, es decir, la Educación Primaria, configura la entrada del alumno en la escolaridad obligatoria. El conocimiento de los rasgos que determinan su personalidad es esencial para el profesor y los profesionales que van a entrar en contacto con el niño.

A lo largo de la etapa, el alumnado va adquiriendo una autonomía creciente, primero de movimiento, tanto para desplazarse adecuadamente en el espacio físico como en la actividad manipulativa; asimismo se produce un despliegue de las plenas posibilidades funcionales del lenguaje.

La utilización del lenguaje constituye un factor decisivo de su desarrollo, tanto para la comunicación social, para la expresión de sus pensamientos, sentimientos y deseos como para la regulación de la conducta y para la representación del mundo.

En conexión con las nuevas capacidades, motrices y de lenguaje, los niños y niñas van alcanzando una creciente capacidad de abstracción que les permite apreciar y disociar diferentes cualidades de los objetos y de los fenómenos. Ello implica la percepción y conciencia de la permanencia del objeto (conseguida en edades preescolares), de sus cualidades y de sus posibles cambios. Implica también la capacidad para aislar cualidades de los objetos y el establecimiento de relaciones entre ellos.

Las nuevas capacidades de lenguaje y de pensamiento facilitan la comunicación e interacción social y, por otro lado, derivan de ella, puesto que no sólo el lenguaje, sino la representación misma de la realidad, es el resultado de una construcción social. En estas edades, la relación entre iguales, y no sólo con los adultos, es una importante fuente de desarrollo y un estímulo para el aprendizaje. La capacidad, que aparece en el transcurso de esta etapa de adoptar el punto de vista egocéntrico propio del pensamiento y de la afectividad infantil.

El desarrollo cognitivo y de capacidades, la experiencia de la interacción social y la adopción de un sistema de valores convergen en la elaboración del autoconcepto y de la autoestima, con lo que ambos significan de conocimiento y valoración de sí mismo.

3. ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES.

Para nosotros los maestros, el desarrollo evolutivo del niño es de gran importancia. Por este motivo, en este apartado profundizaremos en el estudio de los aspectos más relevantes del desarrollo evolutivo del ser humano desde los 6 años hasta los 12. No sólo para conocerlo, sino para comprender el alcance de la acción del maestro/a en la configuración y consolidación de un adecuado desarrollo humano y como base de acciones educativas posteriores.

3.1. Aspectos cognitivos.

La etapa de la Educación Primaria se caracteriza por notables logros a nivel cognitivo, los cuales comienzan con un pensamiento lógico que completa el proceso de intuiciones que ha elaborado en el estadio preoperacional de la Educación Infantil.

El dominio cognitivo aparece enmarcado en el periodo de las operaciones concretas. Una operación es cualquier acción de reunir, organizar o clasificar series de objetos, y son concretas porque para poder pensar estas operaciones se han de tener los elementos delante, es decir, que éstos deben verse y tocarse.

A lo largo del intervalo de 6-12 años, se produce una nueva construcción de lo real y una capacidad de abstracción creciente que estará representada por:

– Identificación de símbolos y signos, captación de códigos convencionales y fluidez en su uso (números, lectura, escritura…).

– Desarrollo de la capacidad de análisis que le permite captar y disociar cualidades distintivas de los objetos como peso, volumen, longitud, tamaño, cantidad, distancia…

– Construcción de abstracciones a partir de la propia experiencia.

– Superación manifiesta del egocentrismo, animismo y finalismo.

– El lenguaje se convierte en instrumento de ayuda a la evolución cognitiva y afectivo-social.

Las operaciones mentales concretas según Piaget son:

a) Operaciones lógicas (se considera la diversidad de los objetos)

– Conservación: Piaget e Inhelder escribieron, en 1941, El desarrollo de las cantidades en el niño, donde sistematizaron todo lo relativo a la conserva­ción. Los experimentos de conservación consisten en presentar dos objetos perceptivamente idénticos, tras deformar uno de ellos se le pregunta al niño sobre la equivalencia cuantitativa entre los objetos. Por ejemplo, se le da una bola de plastilina y se le pide que construya otra idéntica. Se deforma una de las bolas y se le pregunta: “¿Dónde hay más cantidad?” Los niños que no han adquirido la conservación no perciben que la cantidad es la misma.

Para que se dé la operación de conservación el niño tiene que dominar la propiedad de la reversibilidad y ser capaz de imaginar intercambios, combi­naciones y compensaciones. Podemos comprobar experimentalmente que primero se alcanza la con­servación de la cantidad, después el peso y finalmente el volumen. A estas diferencias se les conoce como desfases horizontales.

– Clasificación: nos permite organizar los elementos en clases en función de semejanzas y diferencias

Seriaciones: podemos definir la seriación como la ordenación de los ele­mentos de un conjunto según sus dimensiones. Es necesario aplicar las propiedades antisimétricas y transitivas.

Concepto de número: el número surge de la síntesis de las nociones de clasi­ficación, seriación y conservación. Según Piaget la adquisición del concepto número implica el dominio de estos conceptos, no es suficiente con el simple reconocimiento simbólico ni con el recitado memorístico de la serie.

b) Operaciones infralógicas (se considera la constitución misma del objeto).

Operaciones con medición: medición es la consecuencia de una repeti­ción de un elemento infralógico (un número o una unidad de medida) que se aplica a un fenómeno y que se expresa en una síntesis. Ejemplo: se le pide al niño que construya una torre de la misma altura que otra.

Operaciones espaciales: el concepto de espacio se forma de manera in­dependiente al concepto de número.

Conceptos de tiempo y velocidad: la noción de tiempo se basa en la se­riación de los acontecimientos en el tiempo, en el ajuste de los intervalos entre los acontecimientos y en la medida del mismo.

3.1.1. Análisis del desarrollo cognitivo por ciclos.

En los posteriores sub-apartados reflejaremos el desarrollo por ciclos tal y como destaca el Decreto____________ en su artículo 2.b) aunque he de reflejar que la LOMCE ya no recoge la ordenación de la etapa de primaria por ciclos, sino por niveles.

Primer ciclo: 6-8 años. El pensamiento es todavía intuitivo y concreto y,
en ocasiones, presenta dificultades para pensar en ausencia de los objetos.
Podemos considerar este momento como una transición hacia la lógica concreta, aunque aún persiste en el niño/a algunos rasgos propios del pensamiento mágico- simbólico (no saben dónde termina la fantasía y comienza la realidad) y siguen percibiendo la realidad de forma global y contextualizada. Entre sus dificultades se encuentran la de analizar y sintetizar así como dificultades para pensar en ausencia de los objetos.

Segundo ciclo: 8-10 años. Es el sub-período de organización de operaciones lógico-concretas. Se consolida el pensamiento lógico-concreto, aunque la comprensión todavía dependerá de experiencias concretas con hechos y objetos determinados, dejando a un lado ideas abstractas o hipotéticas.

– Tercer ciclo: 10-12 años. Se consolidan las adquisiciones del ciclo anterior, por lo que el niño/a actúa de una forma más segura, rápida y eficaz. Se pasa de la credulidad inmediata y del egocentrismo a la capacidad de reflexión, la cual permite al niño/a buscar explicaciones realistas a los fenómenos que observa. El final de este ciclo, marca la transición hacia el pensamiento abstracto, hacia la habilidad para pensar más allá de la realidad concreta.

Se desarrolla ampliamente la capacidad de síntesis y abstracción que permite analizar y disociar objetos y sucesos. Transición hacia la lógica formal. Pensamiento más sistemático, ordenado y flexible.

3.2. Aspectos motrices

En el intervalo de los 6 a los 12 años, no se observan unos cambios relevantes con respecto al desarrollo motor en el niño. Con excepción del crecimiento en estatura y físico en general, los aspectos motores se limitan a continuar perfeccio­nando todos los logros obtenidos en la Primera Infancia.

Es interesante destacar el desarrollo de la psicomotricidad gruesa y fina; la psicomotricidad fina no se desarrolla totalmente hasta la adolescencia o pubertad, mientras la gruesa ya está completamente desarrollada.

En el estadio operacional se aprecian importantes modificaciones corporales. Aumentan la estatura y el peso, generalmente de manera estable. Las proporciones corporales se van aproximando a las de los adultos. El peso del cerebro alcanza su valor definitivo al final de la etapa.

3.2.1. Análisis del desarrollo motor por ciclos

Primer ciclo: 6-8 años. El niño pasa del estadio global y sincrético al de la diferenciación y análisis. Adquieren el conocimiento de su esquema corporal refiriéndose a este como a la representación que tenemos de nuestro cuerpo, de los diferentes segmentos corporales, de sus posibilidades de acción y movimiento, así como de sus diversas limitaciones.

Desarrolla habilidades de control postural (gracias al aprendizaje del. ajuste del tono muscular; es decir, a la función permanente de tensión de los músculos sin fatiga corporal, tanto en situación de reposo como de movimiento) y respiratorio (respirar profunda y rítmicamente es señal de buena salud, favorece el control de la tensión y el equilibrio emocional).

Es a partir de los 7 años cuando los segmentos motores se independizan y su coordinación se consolida, superando las sincinesias (movimientos involuntarios o innecesarios que a veces acompañan a la realización del movimiento deseado) y paratonías (consiste en el aumento del tono muscular determinado por la realización de un movimiento específico o una actividad mental: cálculo mental, situación de tensión emocional, etc. Se reafirma la lateralidad, el cuerpo humano es funcionalmente asimétrico: la mayoría de las personas son diestras.

– Segundo ciclo: 8-10 años. Se produce un desarrollo proporcionado entre los distintos segmentos corporales tanto en longitud y grosor,

Hacia los 9 años, se llega a alcanzar la maduración nerviosa, haciendo los movimientos más armónicos, precisos y seguros. Se producen logros en motricidad fina y gruesa.

– Tercer ciclo: 10-12 años. Mientras en algunos alumnos se consolida el de­sarrollo motor, en otros comienzan los cambios hormonales y los procesos característicos de la adolescencia, es decir, cambios morfológicos como crecimiento, aumento de la musculatura, redondeamiento de la figura, primeros signos de vello, etc.

3.3. Aspectos afectivos y sociales

La sociabilidad supone, por parte del niño, la asunción de las escalas de valores de la convivencia, lo que conlleva implícitamente aceptar la existencia de los demás.

Según el psicólogo Reymond Riviére, durante la etapa de Educación Primaria se produce una doble evolución: por un lado, el niño tiende a buscar la independencia del adulto y por otro, se acentúa la dependencia social, ya que al niño le gusta llamar la atención de su grupo de iguales, tratando de imponerse.

3.3.1. Aspectos afectivos

En el período de los 6 a los 12 años, o al menos en los primeros ciclos, las figuras más importantes de la afectividad en estos niños seguirán siendo los pa­dres, profesores, compañeros y hermanos, los cuales incidirán fuertemente en su evolución. En el niño de 9 a 11 años coexisten plenamente la infancia y el inicio de un mayor contacto con la realidad. El niño disfruta de unos sanos sentimientos de la vida, las relaciones con el prójimo, vive libre de preocupaciones e intensa­mente el momento presente.

Los juegos animados y la actividad intelectual están en auge; a los niños les gusta saber cómo funcionan las cosas y las niñas comienzan a preocuparse por su aspecto personal. Sus valores están determinados y mediados por los valores de los padres y de su entorno, son influenciables y manejables.

3.3.2. Aspectos sociales

El niño es un ser eminentemente social. El conocimiento de sí mismo viene dado a través del conocimiento de los demás. En los primeros años de su vida, sus relaciones sociales se construyen con las personas más próximas y, posteriormente, se van ampliando a las personas de otros entornos, compañeros, profesores, amigos…

A través de sus experiencias y vivencias, los niños van construyendo su propia representación del mundo. En estas edades, la escolarización implica la ampliación de entornos de sociali­zación distintos al familiar, aunque ésta continúa ejerciendo una notable influencia sobre el niño.

La escuela será determinante para el desarrollo social del niño. El conjunto de experiencias vividas en ella posibilita análisis cada vez más amplios de la realidad, modificando los modos de pensamiento de sus alumnos.

Es necesario comprender y manejar una serie de nociones para entender el desarrollo social del niño:

El yo y las otras personas: desarrollo del autoconcepto y de la autoestima.

Según Piaget (1973), nos encontramos en un período de transformación en relación a la vida afectiva de los niños.

Los niños, gracias a las relaciones que establecen con su grupo de iguales y con los adultos, van adquiriendo un mejor conocimiento de sí mismos y de los demás, así como un mejor control de sus impulsos (autocontrol).

Todos estos factores permitirán al niño que vaya construyendo los conceptos de autoestima y valoración de sí mismo. El nivel de autoestima influirá en nuestros éxitos y fracasos. Según Piaget, dichos éxitos y fracasos se van inscribiendo en una escala permanente de valores, la cual influye en acciones futuras. De esta manera, el niño va construyendo poco a poco un juicio sobre sí mismo, un autoconcepto, el cual puede tener grandes repercusiones en su propio desarrollo, ya que se constituye en un filtro por el cual se percibe la realidad.

3.3.3. Análisis del desarrollo afectivo y social por ciclos.

– Primer ciclo: 6-8 años. Podemos encontrar, todavía, restos del período anterior como egocentrismo, realismo, inestabilidad emocional…; rasgos que irán dejando paso ya a otros procesos evolutivos.

Las relaciones interpersonales irán comenzando a consolidarse gracias a la rup­tura del egocentrismo: ya podrá comenzar a situarse en la perspectiva del otro.

Segundo ciclo: 8-10 años. Lo acaecido en el ciclo anterior se reafirma y ex­perimenta un gran auge. Los compañeros se constituirán ya en verdaderos protagonistas de la vida del niño.

Serán de máximo interés las pandillas, los juegos de aventuras… Sus jue­gos son marcadamente reglados; se configuran normas muy definidas que ayudan en su momento a la resolución de conflictos. El juego será la principal actividad del componente social y la expresión máxima del desarrollo.

– Tercer ciclo: 10-12 años. Se comienzan a sentir aspectos puberales y de la adolescencia, sin dejar de perder protagonismo todo lo alcanzado en el ciclo anterior.

Los grupos comienzan a hacerse mixtos, van apareciendo los intereses sexuales. Se desarrolla marcadamente el aspecto moral, a lo que contribu­ye el desarrollo cognitivo y la capacidad de abstracción e ideación.

3.4. Desarrollo moral

No queremos finalizar este apartado sin hacer algunas consideraciones sobre el desarrollo moral por su estrecha relación con los aspectos sociales y afectivos.

El desarrollo moral es un aspecto muy importante del proceso de socialización. En esta etapa, y gracias a los avances cognitivos y sus experiencias de interacción social, van logrando unos principios morales propios y una mayor comprensión de las reglas y valores que rigen la sociedad en que viven, posibilitando para ello una mejor convivencia humana.

El razonamiento moral evoluciona en estos años en situaciones prosociales si­guiendo los siguientes pasos: las razones que ofrecen son más variadas, se vuelven menos interesados (comienzan a pensar en el otro), y van incluyendo principios abstractos e interiorizados, es decir, valores propios por los que regir la conducta.

Hemos dado mucha importancia al conocimiento de los aspectos del desarrollo que acabamos de exponer, pero, ¿realmente condicionan de alguna manera nuestra acción educadora y formadora?

Esta cuestión puede encontrar respuesta en el desarrollo del último epígrafe del tema.

2. IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL PROCESO EDUCATIVO Y DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE.

Tradicionalmente, la escuela ha priorizado el saber académico y racional, vinculado a las disciplinas clásicas del currículo, en detrimento de una verdadera educación integral, que integre los aspectos cognitivos, motrices, sociales y afectivos, relacionados con la vida cotidiana y el contexto cultural donde se produce.

Así, es importante que nosotros como docentes, conozcamos suficientemente el momento en el que se encuentran nuestros alumnos de primaria, ya que condicionará sin duda, los procesos de enseñanza-aprendizaje.

De este modo, teniendo en cuenta las características cognitivas de los alumnos de Educación Primaria, mencionadas en apartados anteriores, ¿qué aspectos debemos tener en cuenta en nuestra intervención educativa?: Según la Orden del __________, en su artículo 4. Orientaciones metodológicas, recogemos

2. Debemos partir del nivel de desarrollo del alumno, centrándonos en la actividad y participación del alumnado, favoreciendo el pensamiento racional y crítico, el trabajo individual y cooperativo del alumnado en el aula que le conlleve a la lectura y a la investigación.

3. El aprendizaje debe desarrollar una variedad de procesos cognitivos. El alumnado debe ser capaz de poner en práctica un amplio repertorio de procesos, tales como: identificar, analizar, reconocer… evitando que las situaciones de aprendizaje se centren, tan solo, en el desarrollo de algunos de ellos.

Por otro lado el Decreto________, en su artículo 8.4 recogerá las orientaciones metodológicas a favor del desarrollo de actividades y tareas relevantes, haciendo uso de recursos y materiales didácticos diversos.

También, teniendo en cuenta las características motoras de los alumnos de Educación Primaria, mencionadas en apartados anteriores, nuestra intervención educativa tendrá en cuenta, algunos aspectos relevantes como:

è Fomentar la autonomía, control y seguridad del niño, a través del conocimiento y perfeccionamiento de las habilidades motrices.

è Consolidar la dominancia lateral con el fin de evitar problemas de lectoescritura, fruto de una inadecuada orientación espacial.

è Fomentar el deporte como forma de desarrollo personal y social.

è Favorecer los hábitos de cuidado, salud e higiene corporal.

En tercer lugar, teniendo en cuenta las características sociales, mencionadas anteriormente, de los alumnos de Educación Primaria, nuestra intervención educativa se orientará a:

Organizar el aula de forma que permita el trabajo cooperativo entre los alumnos. Es conveniente proponer diferentes modos de organización y cooperación, como: agrupaciones flexibles de niños para la realización de tareas concretas, distribución de funciones y responsabilidades en el grupo…

è Se debe crear un clima de aceptación, de ayuda mutua y de cooperación. Teniendo en cuenta esto, el profesorado debe dedicar una atención preferente a potenciar actitudes que favorezcan la igualdad de trato, evitando todas las actuaciones que puedan implicar una discriminación basada en cualquier tipo de diferencia (cultura, raza, religión, capacidad…).

è Realizar análisis y debates colectivos en clase. A través de estos, los alumnos podrán intercambiar información así como confrontar y modificar los distintos puntos de vista y esquemas de conocimiento existentes en el aula.

4.1 Contribución a las competencias claves para el aprendizaje.

La LOMCE recoge en su Real Decreto 126/2014 del 28 de Febrero en el artículo 2.c que las competencias claves para el aprendizaje son “Las capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa educativa, con el fin de lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos”. Estas competencias son:

1. Competencia en comunicación Lingüística.

2. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.

3. Competencia digital y tratamiento de la información.

4. Competencia y actitudes para seguir aprendiendo de forma autónoma a lo largo de la vida (“aprender a aprender”).

5. Competencias sociales y cívicas.

6. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.

7. Conciencia y expresiones culturales.

Para contribuir al desarrollo de las competencias básicas se proponen las siguientes estrategias:

En la Programación

– Se procurará enunciar los objetivos en términos de capacidades que deben desarrollarse para alcanzar las competencias básicas.

– Se seleccionarán contenidos que posibiliten:

o La aplicación de conocimientos a problemas que surgen en la vida cotidiana del alumnado.

o La transferencia de conocimientos fuera del contexto escolar.

– Se propondrán tareas que impliquen procesos de:

o Reflexión, crítica, razonamiento lógico, creatividad.

– Se analizarán, seleccionarán materiales curriculares orientados a:

o La comprensión, la aplicación, la síntesis…

En el proceso de Enseñanza y Aprendizaje

– Se organizará el conocimiento de forma sistemática, flexible y significativa, con el fin de ayudar al alumnado a usarlo de forma eficaz para resolver distintas situaciones.

– Se trabajarán procesos, habilidades y actitudes como:

o El orden mental, la capacidad de observación, la indagación, la aplicación…

Se evaluará:

– La integración de conocimientos, destrezas, actitudes…

– El desarrollo de tareas.

5 COMENTARIOS FINALES.

Para finalizar este tema podemos decir que, hemos tratado de ofrecer una visión global sobre el desarrollo psico-evolutivo que experimentan los niños/as entre los seis y los doce años, en diferentes ámbitos: cognitivo, motriz, social y afectivo.

Se trata, de conocer la fuente psicológica del currículo para conocer sus implicaciones a la hora de caracterizar los elementos del currículo escolar, y contribuir al a consecución de la finalidad de la educación primaria enunciada en la LOMCE, en su artículo 16.2 “ Facilitar a los alumnos y alumnas los aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, el cálculo, la adquisición de nociones básicas de la cultura, y el hábito de convivencia así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas y de prepararlos para cursar con aprovechamiento la Educación Secundaria Obligatoria” (MEC, 2013a).

Así, concluimos con una idea que, los docentes debemos tener presente: “cada niño es, aún admitiendo las pautas evolutivas propias de la edad, un ser individual al que debemos conocer en nuestra interacción educativa, de una forma directa y personal, con el fin de conseguir una enseñanza verdaderamente personalizada”.

B. RECURSOS.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

– BOJA (2007) Ley 17/2007 de 10 de diciembre de Educación en Andalucía.

– BOJA (2014). Decreto_____

– BOJA (2014) Orden________

– MEC (2013a). Ley Orgánica 8/2013 del 9 de diciembre para la Mejora de la Calidad Educativa.

– MEC (2014b). Real Decreto 126/2014 del 28 de febrero por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria.

– MEC (2006a) Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación.

– MEC (2006b) Real Decreto 1513/2006, del 7 de diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas para la educación primaria.

– Palacios, J., Marchesi, a. y Coll, c (2004). Desarrollo psicoló­gico y educación. 1 Psicología Evolutiva. Alianza Psicología, Madrid.

– Piaget, J. (1984). La representación del mundo en el niño. Madrid: Morata.

7. REFERENCIAS WEB.

Http://www.uv.es/marcor/Piaget

– Http://galeón.hispavista.com/aprenderaprender/intmultiples/intmultiples.html