Tema 64 – Unidades de convivencia: concepto, tipología y dinámica. Proyecto, eje metodológico de intervención en unidades de convivencia. La programación y sus elementos. La descripción de las técnicas específicas de intervención familiar. Su evaluación

Tema 64 – Unidades de convivencia: concepto, tipología y dinámica. Proyecto, eje metodológico de intervención en unidades de convivencia. La programación y sus elementos. La descripción de las técnicas específicas de intervención familiar. Su evaluación

INTRODUCCIÓN

1. UNIDADES DE CONVIVENCIA: CONCEPTO, TIPOLOGÍA Y DINÁMICA

1.1. Concepto

1.2. Tipología

1.3. Dinámica

2. PROYECTO, EJE METODOLÓGICO DE INTERVENCIÓN EN UNIDADES DE

CONVIVENCIA.

3. LA PROGRAMACIÓN Y SUS ELEMENTOS.

4. LA DESCRIPCIÓN DE LAS TÉCNICAS ESPECIFICAS DE INTERVENCIÓN

FAMILIAR.

5. SU EVALUACIÓN

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

La familia está considerada como el arquetipo de la vida en grupo, la residencia común representa una clara delimitación respecto a otros grupos . Para el niño no existe otra posibilidad más que aceptar el mundo tal y como lo plantean sus mayores, y los mayores más configurantes son los miembros del grupo familiar. El niño, no obstante adopta un papel activo en esta asimilación de las interacciones.

La familia es el grupo que influye más en el desarrollo del hombre, ya que es el único grupo que lo hace a través de la herencia (si hay consanguineidad) , y el que contribuye con la mayor aportación ambiental.

Puesto que la familia es una institución social. En la actualidad necesariamente hay que tener en cuenta una amplia tipología de modelos familiares.y no es posible atribuir determinadas relaciones biológicas (maternidad o paternidad) a funciones insustituibles o inamovibles. Cuando a lo largo del tema hablemos de padre o madre, nos referiremos más bien a una función: lo que padre o madre suele o debe hacer.

Los intentos realizados por el Estado de Bienestar para corregir las desigualdades, luchar contra la pobreza, ofrecer asistencia a los marginados y universalizar la educación y la cultura suelen quedar matizados frecuentemente por el tejido familiar. Como afirma Coleman, las políticas educativas pueden fracasar por la falta de cooperación prestada por las familias, cuyo nivel de competencia intelectual incide, en buena medida, en el éxito escolar y profesional de los menores, a pesar del papel modulador que ejerce la calidad del sistema educativo y los recursos en él invertidos.

1. UNIDADES DE CONVIVENCIA: CONCEPTO, TIPOLOGÍA Y

DINÁMICA

1.1. Concepto

La denominada de “familia”, por unos como “Unidad Básica de Convivencia”, como

“Institución Social” por otros, viene a coincidir en los elementos que la definen, por esta razón. y por coincidencia con la mayor parte de los autores consultados, a lo largo del desarrollo de este tema, vamos a referimos a ella con el término genérico de familia.

Es difícil establecer un concepto de familia, incluso cuando lo usamos vulgarmente lo hacemos con diversas acepciones. Nuestro ordenamiento jurídico no establece una definición explícita de familia, si bien jurídicamente podemos decir que se trata de un “unidad social formada por un grupo de individuos ligados entre ellos por relaciones de matrimonio, parentesco o afinidad”, A efectos censales se define como “el grupo de personas vinculadas generalmente por parentesco, que hacen vida en común, ocupando normalmente la totalidad de una vivienda”.

Desde perspectivas históricas parece demostrado que la familia posee raíces naturales: “la familia, fundada en la unión más o menos duradera, pero socialmente aprobada, de un hombre y una mujer que forman un hogar, que procrean y crían hijos estaría presente en todas las sociedades” (Lévi-Strauss).

La familia tiene una naturaleza dula, por un lado tiene una función biológica y por otro. tiene un cometido socio-cultural, es decir. “sin familias no habría sociedad, pero tampoco habría familias si no existiera ya una sociedad” (Lévi-Strauss).

En otro sentido, también debemos distinguir entre dos términos que con frecuencia se contunden: “familia” y “hogar”. La primera, “acoge una red de relaciones mucho más extensa y sutil que las limitadas al círculo del hogar… la familia es una continuidad simbólica que trasciende a cada individuo ya cada generación, que engarza el tiempo

pasado y el tiempo futuro”, “Los hogares son acotaciones del espacio y del tiempo… a diferencia de la familia, el hogar tiene una función económica… cada hogar es un pequeño taller en el que se produce el primero de los bienes -la vida- y la mayor parte de los servicios que cada individuo recibe a lo largo de su propio ciclo vital”, (Durán, MB Ángeles). ”

Diferentes sociólogos coinciden al considerar la familia como institución social que se desarrolla formalmente en todas las culturas, teniendo en cuenta la complejidad y diversidad al presentarse bajo múltiples y cambiantes formas, en cuanto a estructuras y funciones, según el tipo de sociedad.

Lo que distingue a la Familia de otras instituciones sociales son sus funciones únicas. la calidad de la lealtad entre sus miembros y el clima de sentimientos que existe en ella. (Steven Prester)

La estructura familiar es el conjunto invisible de demandas funcionales que organiza los modos en que los miembros de la familia interactúan” (M3 José Escartín Caparrós).

Desde el modelo sistémico, se define a la familia como “un conjunto organizado de manera estable y estrecha, en función de necesidades básicas, con una historia y un código propios que le confieren singularidad; un sistema en el cual la cualidad emergente excede la suma de las individualidades que la constituyen, para adquirir aquellas características que le son específicas.

La Familia además de tener una estructura compuesta por los roles y funciones de cada

uno de sus componentes, puede contemplares como proceso. Como tal proceso, la familia evoluciona con el tiempo, a medida que se desarrollan y evolucionan sus miembros, presentando en cada momento del proceso unos rasgos característicos, unas necesidades funcionales. unas tareas concretas, etc.

La Constitución de 1978. Nuevo concepto de la familia. El artículo 14 de la Constitución consagra el principio de igualdad “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza. sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, La proclamación de este principio afecta ala institución matrimonial y familiar cambiando totalmente la situación de la mujer y de los hijos en ambas instituciones. Los cónyuges son iguales ante la ley.

El artículo 32 de la Constitución establece que: “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio en plena igualdad jurídica”. La vigente Constitución Española elabora un nuevo concepto de familia inspirado por los derechos fundamentales de libertad e igualdad que afectan especialmente a la mujer ya los hijos.

El artículo 32 de la Constitución continúa diciendo: “La Ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos”. Con este artículo se introduce la posibilidad de disolución del vínculo y por tanto de contraer nuevo matrimonio.

Del mismo modo los hijos no pueden ser discriminados por razón de nacimiento. El artículo 39 de la Constitución dice: ‘”Los poderes públicos aseguran la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil”.

La Constitución también garantiza la protección de la familia. Como fundamento de los principios rectores de la política social y. económica aparece en la Constitución la regulación de la familia, separada de la del matrimonio. El artículo 39.1 determina que: “Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia”. La fórmula recogida por nuestra Constitución, acoge el espíritu del Carta Social Europea de 18 de octubre de 1961 que considera que la familia, como elemento esencial de la sociedad, tiene derecho a una protección social jurídica y económica adecuada para lograr su pleno desarrollo.

La familia a la que se refiere nuestra Carta Magna, como núcleo de relaciones personales y afectivas, alberga múltiples formas de convivencia que ya no son sólo las matrimoniales y que alcanzan a todo grupo humano que convive establemente, con derecho todas ellas a protección que la Constitución garantiza y al respeto ala dignidad e igualdad de todos sus miembros. La familia en el momento actual es una institución sujeta a múltiples transformaciones. Las nuevas técnicas de reproducción asistida y los futuros avances tecnológicos en este campo plantean nuevos supuestos de filiación y relaciones familiares que cambian los presupuestos sobre los que se basaba la institución familiar tradicionalmente. Por otra parte el aumento de uniones de hecho con proyección externa y reconocidas socialmente alumbran nuevas formas de convivencia, hasta hace poco inéditas, que son acogidas por el derecho y que tienen efectos jurídicos.

1.2. Tipología

Las familias pueden clasificarse de múltiples formas Una primera gran división, distingue la familia extensa de la nuclear. A este último tipo se refiere básicamente nuestro Código Civil que considera que en su círculo sólo entran el padre, la madre y los hijos que viven con ellos. Actualmente, es el tipo de familia más extendido en España. En cambio, el tipo extenso agrupa varios núcleos familiares, conviven varias generaciones.

Desde otro punto de vista, podemos hablar de familia tradicional y familia moderna. No hay una correspondencia entre familia tradicional-extensa y familia moderna-nuclear .

La familia tradicional se caracteriza en primer lugar, desde el punto de vista de las funciones de los miembros, por la existencia de una estricta diferenciación de funciones basadas en el sexo y edad de sus miembros: dependencia de los niños, jóvenes, mujeres; relaciones conyugales de dominio y obediencia, respectivamente; se condena y prohíbe el divorcio, la anticoncepción, el aborto, etc. En segundo lugar, si atendemos a la autoridad familiar, existe una preeminencia de la autoridad del padre sobre los hijos y del marido sobre la mujer. Finalmente, otro de los rasgos fundamentales de este tipo es que el matrimonio se decide más por las normas sociales que por afecto.

En la familia moderna, en cambio, los roles familiares son más flexibles, la autoridad paterna y marital se debilitan y se va produciendo una relación de igualdad. Otra característica, que constituye uno de los rasgos básicos de este tipo de familia, se refiere a la decisión del matrimonio que es más libre y se fundamenta en una relación más viva y amorosa. La domesticidad es el término clave para definir la familia moderna y en ello está incluido el afecto como guía de la elección conyugal, la privacidad y la estrecha vinculación afectiva entre padres e hijos. Los cambios de la familia moderna también alcanzan a la vida de la infancia y la juventud: aumentan sus

derechos, así como la importancia de la socialización paralela: guardería, escuela, TV, etc. ,

La familia moderna puede adoptar diversas modalidades, desde algunas cercanas al tipo tradicional hasta las llamadas familias de doble carrera (dual career family) que son una forma de organización que trata de superar la tradicional discriminación entre sexos. La pareja comparte las tareas domésticas y las de proveedor de los medios económicos. El trabajo fuera del hogar ya no es una actividad accesoria para la mujer y complementaria para las necesidades económicas de la familia, sino una actividad profesional equiparable a la del marido. (Julio Iglesia de Ussel).

Otros tipos de familia serían: la familias agregadas: la pareja que vive junta pero sin haber formalizado el matrimonio. La familia monoparental: convivencia de un solo miembro de la pareja -varón o mujer- con hijos no emancipados. Hogares monofiliales: hijos adultos que cuidan y mantienen a los padres longevos.

Desde el modelo sistémico, podemos distinguir los tipos familiares siguientes:

Familias Multiproblemáticas: en las que la discusión e intercambio de información son escasos, predominando los monólogos y la dificultad de llegar a conclusiones. Con bajo nivel de instrucción. Las tensiones se intentan resolver con la acción y no con la reflexión.

Familias Caóticas: las reglas cambian constantemente, con tendencia a la transformación (con miembros delincuentes, toxicómanos)

Familias Rígidas: con reglas estables, nunca cambian, son familias con miembros psicóticos o anoréxicos.

Familias Reconstruidas: separación con posterior nueva relación en cada uno de los cónyuges.

El hogar, a veces registrado como vivienda, suele recoger estadísticamente un grupo residencial que puede albergar desde la unidad, es decir, una sola persona, a la reunión de dos o más personas sea o no de parentesco el vínculo que exista entre ellas; se reservaría el concepto familia exclusivamente, para aquellos núcleos que mantienen relaciones de parentesco.

El tipo “hogares por tipos” podríamos clasificarlo de la siguiente manera, siguiendo el cuadro elaborado en el “Informe de la situación de la familia en España” realizado por el Ministerio de Asuntos Sociales en el año 1995: (Fuente: Solsona y Treviño (1990), Estructuras Familiares en España.)

– Matrimonios sin hijos solteros sin otras personas.

– Matrimonios con hijos solteros sin otras personas.

– Padre solo con hijos solteros sin otras personas.

– Madre sola con hijos solteros sin otras personas.

– Matrimonios sin hijos solteros con otras personas.

– Matrimonios con hijos solteros con otras personas.

– Padre solo con hijos solteros con otras personas.

– Madre sola con hijos solteros con otras personas.

– Hogar en el que vive una persona sola.

– Dos o más personas que no forman núcleo familiar, tengan o no relación de parentesco entre ellas.

– Hogares en los que conviven dos o más núcleos familiares.

La denominación de “tipos de hogar” viene determinada por composición del hogar, considerando a los núcleos familiares por dos o más personas en virtud de lazos de matrimonio o filiación. La cohabitación se asimila a matrimonio y tanto los hogares externos como los múltiples se denominan, muy frecuentemente, hogares complejos. Conforme alas consideraciones antes expuestas, la denominación de los tipos de hogar, sería la siguiente:

1. Unipersonal solitario: hogar en el que vive una persona sola.

2. Sin núcleo: dos o más personas que no forman un núcleo familiar tengan o no relación de parentesco entre ellas.

3. Uninuclear o nuclear simple: matrimonio sin hijos solteros, sin otras personas.

4. Monoparental o nuclear monoparental: padre solo con hijos solteros, sin otras personas.

5. Externo o nuclear externo: Matrimonio sin hijos solteros, son otras personas.

6. Múltiple o plurinuclear: dos o más núcleos familiares que conviven en el hogar.

1.3. Dinámica

Transformación de las relaciones intergeneracionales:

En primer lugar, las variaciones en el calendario de los acontecimientos que apuntan el proceso de construcción de las familias significan, en general, un desplazamiento en las edades a las que se inician y finalizan las distintas etapas del ciclo de vida familiar como consecuencia de una serie de cambios: a) el retraso en la edad media de ingreso al mercado de trabajo, con lo que la duración del período de formación se alarga aún más; b) la incorporación creciente de la mujer en la vida social en general y en la actividad laboral en particular; c) el retraso de la nupcialidad y de la reducción de la fecundidad; d) la mayor inestabilidad de la uniones y el aumento de la tasa de divorcio; y finalmente el alargamiento de la esperanza de vida, en especial para las mujeres que son las que se han beneficiado de mayores ganancias (pensiones de viudedad).

En segundo lugar, la multiplicación de las transacciones familiares supone que los ciclos familiares de las nuevas generaciones dejan de ser únicos y lineales (como lo fueron para las generaciones que vivieron en un contexto en el que el ciclo de la familia nuclear fue el predominante) porque se trucan, toman nuevos derroteros, e incluso inician varios ciclos a lo largo de la vida de un individuo, a medida que los acontecimientos que los apuntan (uniones. nacimientos de los hijos, etc.) dejan de seguir un orden secuencia! fijo.

Por último, la transformación de las relaciones intergeneracionales tanto dentro como fuera del hogar, y los cambios en las relaciones sociales que se establecen con el entorno más inmediato. pueden ser también vistas como una consecuencia de las tendencias demográficas. Así el alargamiento de la esperanza de vida favorece la corresidencia y coexistencia en un momento determinado de un número mayor de generaciones; la creciente movilidad de la población, la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y la reducción del número de hermanos. al reducir el número de parientes con los que establece relaciones sociales cotidianas, puede ser un impulso para el desarrollo de nuevas relaciones entre los miembros de una misma vecindad.

Se puede afirmar entonces, que lo novedoso en relación a la evolución de la familia española tiene que ver con el mantenimiento de las viejas formas familiares con una dinámica demográfica nueva.

La crisis económica ha podido frenar tendencias iniciadas de cambio en la morfología familiar al obstaculizar el surgimiento de otras formas familiares (hogares unipersonales, monoparentales, sin núcleo, etc.) que necesariamente gravarían las condiciones de vida. Las dificultades económicas han podido, por el contrario, reactivar las redes de parentesco articuladas en torno a las “tradicionales” formas familiares, adaptadas de esta manera alas necesidades imperantes del momento y transformadas, si no morfológicamente, sí en su contenido relacional.

Indicadores socio-familiares

Uno de los cambios en la mentalidad de los españoles es la mayor tolerancia de las relaciones prematrimoniales que lleva a un aumento de la cohabitación, siendo una de las causas de la caída de nupcialidad y del aumento de nacimientos de madre soltera.

Otro indicador de cambio es la tendencia a retrasar el matrimonio aunque actualmente a vuelto a disminuir la media de edad al contraer el primer matrimonio.

Nota característica de la familia moderna es la inestabilidad, registrando las separaciones y divorcios un rápido incremento desde 1981 (año de la promulgación de la ley de divorcio) hasta nuestros días, aunque sin llegar al nivel del resto de los países europeos, debido al menor grado de independencia económica en la mujer española respecto alas mujeres del resto de los países de la U.E., la influencia que ejerce el entorno cultural y las creencias religiosas.

El tamaño de la familia es otro indicador representativo, manifestándose una reducción de la población infantil en España, que está repercutiendo en el sistema educativo, en la sanidad y en otros servicios dedicados a la infancia en general.

En cuanto a la socialización o transmisión de valores y pautas de comportamiento, la familia nuclear urbana ha perdido parte de su funcionalidad respecto a la familia tradicional, que incluía a los abuelos, y fomentaba momentos de convivencia.

Indicadores socio-económicos

La fuente de ingresos de la familia ha pasado de ser responsabilidad del hombre, a ser compartida con la mujer aunque la diferencia en relación ala actividad y por sexo todavía son muy grandes.

Es importante el cambio de mentalidad de la mujer española en relación con el trabajo, considerándose como un bien deseable, especialmente por las mujeres que no trabajan. La vida de la familia tradicional está condicionada por el acceso de la mujer al mundo laboral, que generalmente asume también la sobrecarga de las tareas del hogar .

Al facilitar el trabajo nuevas relaciones sociales fuera del hogar, puede aumentar la conflictividad e inestabilidad familiar.

Esta nueva dinámica familiar va acompañada de un cambio cultural en los roles de hombre y mujer, promoviendo la acomodación de los componentes de la familia a la nueva realidad.

La Familia como Proceso

La Familia evoluciona con el tiempo, a medida que se desarrollan y evolucionan sus miembros. presentando un cada momento del proceso unos rasgos característicos, unas necesidades funcionales, unas tareas concretas, etc.

Para comprender mejor esta evolución familiar, es útil recurrir a la teoría de los ciclos de vida en la dinámica familiar, cuyo origen se la debemos a Erikson.

1. Noviazgo y matrimonio temprano: los lazos con la familia de origen todavía son muy fuertes e influyen en las decisiones, se intenta conseguir autonomía personal y desligarse de los padres a fin de formar una nueva familia. Es el momento en el que dos personas deciden vivir juntas y cada una aporta a la relación de pareja normas, valores, hábitos, puntos de vista que lleva introyectados de su propia familia de origen. Se trata de negociar nuevas reglas para vivir juntos, de forma independiente.

2. Pareja con hijos pequeños: la diada marital deja paso a una triada o grupo, con el nacimiento de los hijos. La joven madre pierde su libertad e independencia, el nuevo padre puede sentirse excluido ante la nueva relación tan intensa madre-hijo.

Deban negociarse reglas, objetivos comunes, formas de educar a los hijos, etc.

3. La familia con hijos adolescentes: los roles deben cambiar y hacerse más flexibles para permitir así al adolescente explorar y experimentar su nueva identidad, de manera que pueda conseguir independencia y madurez. A la vez deben mantener sus propios criterios para que el hijo adolescente encuentre sus propios límites y sus propias diferencias.

4. Mitad de la vida o los esposos de nuevo solos: los hijos han dejado el hogar, y es también posible la pérdida real de los propios padres. Los problemas pueden surgir por viejos conflictos sin resolver en la pareja, que habían “aparcado” con la llegada de los hijos. Suele surgir el dilema de renegociar una nueva vida juntos o separados.

5. Los últimos años de vida: el dilema estriba en mantener la independencia y la necesidad de depender cada vez más de los hijos. Sentimiento doloroso de pérdida de la juventud y de la adultez. y de temor ante el hecho de la pérdida paulatina de autonomía, así como el temor a la enfermedad y a la pérdida del otro por la muerte.

La Dinámica Interna de la Familia, análisis de roles.

En el Sistema Social de la Familia, como relación sistemática entre las posiciones de esposo-esposa, padre e hijo, madre e hijo, hermano, hermana, etc, se da una interrelación de roles. Los individuos asumen varios roles en tiempos diferentes y en ocasiones diferentes, así a lo largo del ciclo vital que antes veíamos, van cambiando en la familia funciones de cada miembro, que si bien, pueden estar claramente definidos y el padre hace de “padre”, la madre de “‘madre”, y los hijos de “hijos”… y entre hermanos, de “hermanos”, a lo largo de la historia familiar se pueden dar casos de conflictos de roles por la competencia entre ellos y por la falta de negociación de roles, influyendo también los límites entre los componentes de la unidad familiar, que sean más o menos rígidos y permitan la interferencia en la relación de roles.

Las relaciones matrimoniales están cambiando con la reducción de las barreras tradicionales de la igualdad en el empleo entre hombre y mujer. Los cambios sociales y las de las funciones del matrimonio en las sociedades urbanas.:. modernas, han aumentado la posición de negociación de las mujeres, que ahora tienen más recuros y alternativas (más oportunidades de empleo, disminución del tamaño de la familia, la

mecanización del hogar, y mayor libertad personal, así como la disminución del estigma social hacia el divorcio).

La educación dentro del sistema familiar conlleva una perpetuación de los roles. La crisis económica acentúa esta situación: la mujer sale fuera a trabajar y deja un vacío en el hogar que es sustituido por las hijas, ocupándose éstas de funciones que antes hacía la madre. Ello las hace muy valiosas para los demás pero no para ellas mismas.

La ejecución de los roles se suceden a través del proceso de negociación del rol con los compañeros de roles, que en la sociedad moderna han dejado de ser exclusiva del hombre como proveedor de los bienes materiales en el hogar, y que le dotaban de una posición de- dominio y superioridad. En el grado que el esposo ha internalizado los nuevos valores y normas que resultan de la igualdad entre los sexos, la esposa puede invocar estas normas como una forma de poder legitimar en los episodios de negociación de roles dentro del matrimonio.

La competencia de los roles tradicionales entre esposos ha cambiado, pasando de ser exclusivos a ser compartidos (trabajo dentro y fuera del hogar, el cuidado y educación de los hijos…). El Sistema Familiar, como facilitador del aprendizaje de roles, está cambiando en cuanto que los roles y funciones que correspondería desempeñar a cada uno de sus miembros también lo está haciendo.

En la familia, cada miembro tiene su función y su rol definido por la propia dinámica familiar: cuando los hijos pasan a desempeñar un rol que no les corresponde, como es el de padre. o madre. se está dando una disfuncionalidad de roles, un ejemplo es cuando hay un ..padre ausente… y aparece un “hijo parentizado”, que hace las veces de este padre que “no está”.

Cuando hay conflicto o competencia de roles en la familia, es necesario intervenir para resolver este conflicto, a través de la reestructuración de la situación o con la negociación interpersonal, o contrato del rol. Esta intervención se realizada a través de la terapia familiar, utilizando el modelo que el profesional elija como más conveniente.

2. PROYECTO, EJE METODOLÓGICO DE INTERVENCIÓN EN UNIDADES DE CONVIVENCIA.

La intervención del trabajador social en el grupo familiar tiene como objetivo la mejora de alguna de las condiciones de sus miembros. Esta mejora implica, sin duda, la movilización de elementos personales y relacionales” (Klein, M.). Sentimientos, actitudes, comportamientos, y asimismo movilización y utilización de elementos externos: Recursos materiales, técnicos, servicios.

En ocasiones, la intervención se realiza directamente con un solo miembro de la unidad familiar. ante la imposibilidad, por diversos motivos, de hacerlo con todos, pero nunca se pierde la referencia del grupo (unidad convivencial) y la visión de todo él.

“El trabajo social familiar implica la actuación en un sistema natural, la familia en su totalidad, con el objeto de modificar la problemática de todos o algunos de sus

miembros, pero trabajando con todo el grupo familiar, sus necesidades y recursos internos, aunque sin aislarla del entorno social del que forma parte y del que tendremos que utilizar algunos de sus recursos para ayudar a la familia” (Mª José Escarpín Caparros).

En la intervención a nivel familiar hay que hacer una distinción, como nivel de intervención en Trabajo Social y la especializada, más actual, de terapia familiar, bajo el influjo de las diferentes escuelas, psicoanalítica, y sobre todo, sistémicas.

Los trabajadores sociales intervienen cuando se producen disfunciones en la dinámica familiar, o cuando la familia se enfrenta con obstáculos derivados de falta de recursos en el medio.

Son familias problema o sintomáticas, aquellas en las que la comunicación intrafamiliar se realiza en un lenguaje traducido en síntomas, y en el caso de los clientes de los SS.SS., suele unirse, toda una serie de variables de tipo socioeconÓmico y cultural (carencia y/o ausencia de recursos económicos, actividades laborales de tipo marginal, deudas, inversión de valores, malas relaciones con el entorno, delincuencia… etc.)

TIPOS DE INTERVENCIÓN

Intervención Terapéutica: “Terapia Familiar”

En los diferentes tratamientos de familia (Kazdin, 1985) se identifican algunos elementos comunes en cuanto al enfoque y líneas generales de terapia. El primer objetivo consiste en definir el problema en uno de sus miembros, mientras el terapéutico amplía el entorno de la consulta, considerando la dinámica familiar con sus diversas interacciones, los roles y la organización familiar.

Una de las funciones del terapeuta consiste en reconocer las fuentes de conflicto y tensión. ayudando a que todos los miembros puedan expresarse en este sentido. Además el terapeuta puede interpretar o ayudar a procesar las interpretaciones de la dinámica del conflicto. En todo caso, el rol, más o menos directivo del terapeuta dependerá del planteamiento teórico de partida, que determinará el grado de la intervención.

El proceso de investigación e intervención se puede ver complementado con sesiones individuales, especialmente en los ambientes más analíticos. Además, en la dinámica clínica se introducen ocasionalmente entrenamientos de habilidades diversas de comunicación (negociación de roles, otras) y representación de papeles, analizando las diferentes interacciones. Por último señalar que según los diferentes enfoques técnicos se persiguen de forma más o menos definida cambios conductuales, tomas de conciencia o análisis psicohistórico del proceso.

Los OBJETIVOS de intervención en Terapia Familiar son: cambiar el síntoma y el tipo de interacción familiar, que el cliente se perciba como agente de su propio cambio, y que perciba el síntoma de otra forma distinta. El tema del cambio es obvio en la T .F .

Desde el modelo sistémico se considera a la familia como un sistema que engloba la totalidad de los elementos que la componen, así como sus interacciones y sus interdependencias.

Las modalidades de terapia familiar son:

Terapia estructural: Según este modelo los terapeutas se centran en las actividades e interacciones que se producen entre los miembros de la familia para conocer la organización de la estructura familiar; a partir de los cuales, se determina si son consecuencia de las dificultades familiares

Terapia estratégica: parte de la idea de que toda conducta es un acto comunicativo y, en consecuencia, los síntomas se simbolizan a través de la comunicación entre los miembros (“me duele la cabeza” puede querer significar “me siento sola”)

Terapia intergeneracional de familia: Se entiende que la problemática radica en un deficiente enfoque en las relaciones y dinámica familiar “heredado” como modelo de las generaciones familiares

Terapia experiencial: Parte de la idea de que todas las personas tienen derecho a ser ellas mismas, pero que a causa de las necesidades sociales y familiares, se ven obligadas a suprimir su individualidad e identidad expresiva.

La planificación de la terapia familiar consta de una serie de fases que son:

Derivación: Es el proceso por el que se inicia la terapia. Se produce cuando alguien detecta la situación problemática y sugiere esta modalidad de intervención.

Participación: Hace referencia al proceso por el cual el terapeuta demuestra a la familia su capacidad empática. Para ello puede utilizar diversas técnicas y formas de relación que contribuyen a formar lazos relacionales

Contrato terapéutico: Puede ser verbalizado o no, pero en él se establecen los objetivos y expectativas del proceso, lo que influirá directamente en la cooperación entre terapeuta y miembros de la familia.

Recogida de información: Los diferentes modelos de terapia proponen cómo se deben recoger los datos, ya sean preceptúales o conductuales.

Formulación de hipótesis: Es la capacidad del terapeuta para organizar la información y establecer el punto de partida de su propia investigación para buscar, identificar y formular los patrones y conexiones dentro de la conducta familiar a través de la entrevista dirigida.

Intervención: Es el proceso del tratamiento y pasa por las siguientes etapas: Acomodación: Se refiere a los medios que el terapeuta utiliza para relacionarse con los miembros familiares y las adaptaciones que realiza para conocer la organización, cultura y estilo familiar

Reestructuración: Constituida por todas las acciones de intervención familiar con la finalidad de conseguir el cambio terapéutico

Prescripción: Pretende introducir cambios comportamentales, organizativos o de cualquier otro orden

Evaluación: Se realizará a lo largo de todo el proceso y comprende las siguientes modalidades:

Inicial Procesual Final Seguimiento

Mediación familiar

Es una estrategia de intervención dirigida a todas las personas del grupo familiar que se encuentran en una situación de conflicto, con la finalidad de facilitar la llegada a acuerdos, tanto económicos como relativos a la manera de abordar las responsabilidades y deberes familiares.

Esta técnica redirige sobre todo a parejas que se encuentran en situación de conflicto

y a situaciones de conflictividad familiar y falta de acuerdo entre padres e hijos adolescentes, derivadas de miembros discapacitados …

La mediación se caracteriza por ser:

– Una medida temporal

– Una medida neutral

– Confidencialidad

– Voluntariedad

Es ejercida por mediadores familiares profesionales, formados en la resolución de

conflictos, que ayudarán a consensuar soluciones y posibilitarán la percepción del problema desde una perspectiva neutra, objetiva y profesional.

Los ámbitos de mediación se suelen circunscribir a dos áreas: Aspectos jurídicos y económicos y aspectos educativos.

Se pone en marcha ante las siguientes circunstancias:

– Mandamiento judicial

– En cualquier momento de un proceso jurídico

– Cuando se ha producido una resolución judicial que no se lleva a cabo.

– Cuando se quieren modificar los acuerdos contenidos en un convenio regulador

– En situaciones de conflicto familiar: herencias, dependencia, discapacidad, ancianidad, adopción…

La mediación no se considera oportuna cuando algún miembro no tenga control sobre su voluntad, y por lo tanto no sea capaz de sumir compromisos, o sea objeto de violencia de cualquier tipo

Intervención hacia la participación: “Escuela de Padres”

Para D. Fernando del Puente “las escuelas de padres son una de las estrategias más interesantes para crear un ámbito de diálogo educativo acerca de los fines y medios de la educación; por qué educamos, cómo educamos. Se inserta en el área de la comunicación o conversación, que no intenta lograr ninguna decisión operativa a corto plazo, sino solamente la reflexión, el diálogo, el consenso” (De la Puente, 1999: 246)

El término formación de padres indica un intento de acción formal con el objeto de incrementar la conciencia de los padres y la utilización de sus aptitudes y competencias parentales (Lamb y Lamb, 1978).

La formación parental constituye una “acción educativa de sensibilización, de aprendizaje, de adiestramiento o de clarificación de los valores, las actitudes y las prácticas de los padres en la educación” (Boutin y Durning, 1997:24) que comprende “un proceso de desarrollo individual tendiente a perfeccionar las capacidades de sentir, de imaginar, de comprender, de aprender, de utilizar unos conocimientos” (Durning, (1995:39). O también se ha caracterizado como “conjunto de actividades voluntarias de aprendizaje por parte de los padres que tiene como objetivo proveer modelos adecuados de prácticas educativas en el contexto familiar y/o modificar y mejorar prácticas existentes con el objeto de promover comportamientos en los hijos y las hijas que son juzgados positivamente y erradicar los que se consideran negativos (Vila, 1997a). Por lo tanto el término formación de padres alude al desarrollo de habilidades de los padres y madres para educar a sus hijos.

La organización de los programas de formación de padres y, en consecuencia, la delimitación de los objetivos, las áreas de contenido, los métodos y los procedimientos de evaluación varían dependiendo de las necesidades de los participantes, las características del contexto desde el cual parte la intervención, los enfoques teóricos que subyacen a los programas y los modelos de intervención adoptados por el orientador

Objetivos

La mayoría de los programas persiguen dos objetivos generales, estimular el desarrollo del niño y apoyar a los padres (información, desarrollo de habilidades, confianza, modificación de planteamientos educativos o relacionales inadecuados…), objetivos que se concretan en los siguientes (Cataldo, 1991:117-131):

1. Informar, asesorar y orientar a los padres sobre el desarrollo, el aprendizaje y la socialización del niño.

2. Estimular su participación en el aprendizaje y experiencias escolares del niño.

3. Enseñarles técnicas y aptitudes específicas sobre el aprendizaje infantil y el control del comportamiento.

4. Prevenir problemas en el desarrollo del niño o en las relaciones familiares.

5. Ofrecer asesoramiento y rehabilitación a las familias que presenten problemas en el desarrollo de sus hijos o en las relaciones familiares.

6. Asesorar a los padres de niños de educación especial.

7. Proporcionar apoyos sociales en la comunidad.

8. Estimular y apoyar las iniciativas de interés especial promovidas por los padres.

A pesar de la variedad de los objetivos de los programas de formación de padres, una revisión revela que se centran en una o varias de las siguientes áreas (Fine y Brownstein, 1983):

A) Compartir información

El orientador persigue estimular el compartir la información presentando hechos, conceptos e información teórica acerca de las diversas áreas y procesos educativo- interaccionales en la familia.

Hay muchos libros, panfletos y cassettes sobre aspectos de la paternidad y el desarrollo de los hijos que permiten distribuir la información de forma sencilla y entretenida.

B) Adquisición y desarrollo de habilidades

El compartir información a menudo es insuficiente para conseguir cambios conductuales porque sólo decir a la gente lo que tiene que hacer nunca ha demostrado ser un vehículo educativo efectivo. Por ello, a la información suele incorporarse la construcción de habilidades. Suelen utilizarse las técnicas de role-playing, el modelado y el ensayo conductual para enseñar a los padres habilidades específicas y apoyar la información compartida. Se enseña a los padres cómo utilizar los “mensajes yo”, la atención reflexiva, el modelado, el reforzarmiento, la estimulación, cómo realizar reuniones familiares, la negociación, el poner límites, la utilización del tiempo fuera, y “controlar” la conducta de sus hijos. Estos objetivos de adquisición de habilidades tienen la característica común de que pueden ser expresados en términos de conductas observables.

C) Cambio de creencias

Este tipo de objetivos persiguen, por un lado, desarrollar la autoconciencia y el autoconocimiento de los padres con respecto al propio estilo de paternidad, su génesis y su influencia en el desarrollo y la educación de los hijos y, por otro, cambiar diversos tipos de creencias tales como los valores, las actitudes educativas, las teorías implícitas acerca del desarrollo y la educación y/o la percepción del comportamiento de los padres y de los hijos en sus relaciones.

D) Resolver problemas

El cuarto tipo de objetivos que frecuentemente se persigue en los grupos de formación de padres es la aplicación de la resolución de problemas. Requiere que el orientador proporcione una continua estimulación y retroalimentación constructiva durante el proceso a los padres.

El objetivo es enseñar a los padres el paradigma básico de la resolución de problemas que es aplicable a una variedad de problemas del desarrollo de los niños. Las fases componentes del proceso de resolución de problemas incluye las siguientes:

a) Identificar el problema

b) Determinar de quién es el problema

c) Explorar opciones alternativas de actuación

d) Anticipar los resultados probables de esas acciones

e) Seleccionar y poner en marcha un plan

f) Evaluar la efectividad del plan puesto en marcha.

Tipos de Programas de Formación de Padres

Actualmente existe una amplia literatura sobre formación de padres (estudios de investigación, descripciones de programas, informes de evaluación) como lo demuestra la cantidad de trabajos que se recogen, por ejemplo, en el Centro de Información de Recursos Educativos (ERIC) que se aproxima a las 3000 citas (Brock, Oertwein y Coufal, 1993). Las clasificaciones de los tipos de programas de formación de padres son diversas. Cataldo (1991:96), atendiendo a las áreas de contenido de los programas para la paternidad, diferencia los siguientes:

1) Propuestas informativas (Información sobre el estudio del niño; Salud y nutrición; Información teórica; Situaciones familiares especiales).

2) Propuestas conductuales (Resolución de problemas, Control del comportamiento; Consecuencias lógicas; Establecimiento de límites; Asertividad.

3) Propuestas centradas en la personalidad y la salud mental (Apoyo personal; Comunicación; Valores/desarrollo moral; Aceptación y estima; Aceptación mutua).

4) Propuestas evolutivas (Participación en el juego; Guía sobre el desarrollo; Currículo para el desarrollo; Desarrollo padres -familia).

Otros los han clasificado en función del tipo de padres y necesidades/problemas que se intentan cubrir (Boutin y Durning, 1997: 87-198) diferenciando los siguientes tipos:

1) Programas destinados a los padres de hijos con deficiencias psíquicas, físicas o sensoriales.

2) Programas destinados a padres con niños/adolescentes difíciles.

3) Programas destinados a padres en dificultades personales o sociales.

4) Programas preventivos que, a su vez, se diferencian en función de los enfoques teóricos que subyacen a los programas, en los siguientes (Boutin y Durning, 1997:167- 197):

a) Trabajo sobre los comportamientos, centrados en la modificación de conducta.

b) Trabajo sobre la dimensión interrelacional (Enfoque Humanista, Enfoque Adleriano, Enfoque ecosistémico).

c) Trabajo sobre los procesos cognitivos.

Intervención desde los Servicios Sociales Comunitarios

Estos Servicios son considerados como el primer nivel de atención, el más cercano al ciudadano. y se le atribuye carácter polivalente. Es el punto de contacto y acceso para la familia a la información, orientación, asesoramiento, etc. de los Servicios Sociales. Igualmente la familia resulta clave para este nivel de intervención, en la identificación y jerarquización de necesidades, para la colaboración en actividades preventivas y de atención social.

Estos Servicios se conciben para la atención a determinados colectivos o sectores de la población con necesidades específicas. En general, las Leyes Autonómicas consideran que se deben establecer Servicios Sociales para la familia, con el fin de:

Prevenir déficits sociales y situaciones de marginación. Favorecer el desarrollo de la convivencia familiar.

Paliar situaciones carenciales familiares

Evitar los internamientos y el desarraigo de su medio familiar .

Para conseguir estos objetivos se proponen una serie de acciones y servicios:

– Servicio específico de orientación y asesoramiento.

– Acciones divulgativas generales.

– Servicios de Terapia.

– Promoción de formas alternativas de convivencia familiar, cuando la ordinaria no sea posible: hogares sustitutivos, viviendas tuteladas, familias en adopción, familias de acogida, etc.

– Programas ocupacionales de rehabilitación social

Por su especial importancia como modalidad de atención a las unidades de convivencia desarrollaremos el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y la teleasistencia

Servicio de Ayuda a Domicilio

El SAD es una prestación básica de los servicios sociales comunitarios que proporciona una serie de actuaciones preventivas, educativas, rehabilitadotas y asistenciales a las personas o familias con problemas de autonomía, deterioro o desenvolvimiento personal, a través de un programa individualizado y con personal cualificado, con el objetivo de mantener la permanencia en el hogar, evitando internamientos innecesarios y situaciones de desarraigo.

Es una modalidad de atención que se pone en práctica en la década de los 40 en Europa, y que se implanta progresivamente en nuestro país a partir de la promulgación de la Constitución (1978).

Nace en España como un servicio público destinado inicialmente a la atención a personas mayores. En la década de los 80, es cuando se extiende por todo el territorio al pasar su gestión a los ayuntamientos.

En 1987 se crea el plan Concertado estatal que convierte la ayuda a domicilio en una prestación básica y de responsabilidad del sistema público de servicios sociales, descentralizado hacia el ámbito municipal y dotada de apoyo técnico y financiero.

La necesidad des este servicio viene marcada por una de rasgos sociales, demográficos y económicos como son:

– Variación demográfica, caracterizada por el aumento en la esperanza de vida, el descenso del número de hijos y el retraso en la edad de maternidad.

– El cambio del modelo básico de estructuración familiar, pasando de su forma extensa a la forma nuclear.

– Cambio en los hábitos y costumbres, en la redistribución de tareas, en el mercado laboral y en el papel de la mujer en el seno de la familia.

– Avances médicos y científicos que prolongan la vida

– Accidentes laborales y de tráfico, que generan secuelas físicas de dependencia

– Afecciones cónicas, drogodependencias, enfermedades degenerativas, que merman la capacidad y a autonomía de las personas.

– Aumento de familias desestructuradas, monoparentales y en situación de necesidad temporal o permanente

Los usuarios de este servicio responden a uno de los siguientes perfiles:

– Falta de familiares que puedan ser responsables de usuario o que en caso de tenerlos se encuentran en situación similar al demandante

– Personas mayores con limitaciones en autonomía personal, que viven solos o con otros ancianos en una situación similar

– Renta personal inferior al 50% del SMI

– Familias en situación de crisis.

– Familias multiproblematicas

– Complementariedad con otros servicios.

El SAD tienen un importante papel social caracterizado por todos los siguientes rasgos:

– Comunitario y descentralizado

– Domiciliario

– Globalizador y polivalente.

– Normalizador e integrador.

– Preventivo, estimulador y educativo.

– Técnico y transitorio.

Los objetivos dependerán de la situación y unidad de convivencia en la que se apliquen, pero en general podemos enunciar como objetivos genéricos de este servicio los siguientes:

– Prevenir situaciones de carencia y riesgo.

-Incrementar la autonomía personal de usuario en su entorno habitual.

– Fomentar el desarrollo de conductas y hábitos saludables para mejorar la calidad de vida del usuario.

– Evitar el internamiento adecuando la vivienda, el apoyo doméstico y sanitario.

– evitar el aislamiento y la soledad, fomentando las relaciones sociales y familiares

– Fomentar la solidaridad y voluntariado.

En la puesta en práctica del SAD podemos enunciar las siguientes fases:

1. Diagnóstico: Comienza una vez producida la demanda y es la primera fase de todo diseño de programa de intervención. Comprende

Demanda: Procedimiento a través del cual el usuario solicita el servicio y expresa su necesidad

Investigación :Análisis en profundidad de la situación del demandante identificando sus variables

Entrevista: Conversación entre el técnico y el destinatario. Permite la recogida de datos y la valoración de los mismos.

Observación: Ha de permitir al profesional analizar la personalidad y capacidades del usuario y su entorno.

Documentación: Ha de permitir conservar la identificación y la historia del usuario; ficha social, historia social, expediente, informes…

Valoración: Una vez obtenidos los datos se realiza una valoración para poder comprender de forma global la situación y tomar decisiones.

Coordinación y optimización de recursos: Supone conocer los recursos disponibles para poderlos gestionar y planificar de forma adecuada.

2. Diseño o planificación de la intervención: Permitirá llevar a cabo la intervención a través de una metodología organizada y sistemática. Incluye los siguientes aspectos:

Objetivos y actividades: expresan lo que se desea conseguir y las actividades son las acciones concretas para ello.

Tareas: Supone determinar cómo se distribuyen, se coordinan y las funciones específicas de cada profesional. Suelen ser de cuidado personal, domésticas, de cuidados especiales, y de ayuda en la vida relacional y social.

Contrato: Es un instrumento opcional que recoge las pretensiones del servicio, los objetivos y actividades acordadas, los horarios, los derechos y deberes del usuario y otros datos de interés. La finalidad es consensuar el servicio y evitar malentendidos entre usuarios y técnicos.

3. Ejecución: Supone llevar a cabo las tareas planificadas y la puesta en marcha de los recursos estimados. Requiere supervisión si seguimiento.

4. Evaluación: es el proceso por el que se critica de forma constructiva sobre la eficacia y eficiencia de todos los elementos de la planificación

Teleasistencia

Es un servicio que surge de la necesidad de dar respuesta a colectivos sociales (discapacitados, ancianos, enfermos) y se orienta a personas de riesgo psicosocial o

físico que suelen estar solas la mayor parte del día, con la finalidad de evita el desarraigo y mejorar la calidad de vida.

Consiste en la conexión por vía telefónica a un terminar de la persona dependiente a través de un colgante personal codificad. Cuando el usuario oprime el botón, se inicia el contacto y se pone en marcha el protocolo.

Se gestiona a través de los servicios sociales comunitarios del ayuntamiento.

En algunas CCAA existen además servicios de información y emergencias (112) que posibilitan un atención rápida a situaciones de urgencia

Así mismo, el teléfono de la esperanza es un servicio gratuito que da apoyo a problemas emocionales y ofrece información sobre recursos institucionales e informales.

Prestaciones económicas para las familias

Las familias con necesidades precisan muchas veces, para superar situaciones conflictivas graves que impliquen desarraiga familiar, ayudas económicas de urgencia para resolver un hecho puntual o prestaciones económicas durante un período más o menos largo.

Empresas de Servicios a Domicilio

Se trata de entidades que basan sus servicios en dos ejes fundamentales:

1. Los servicios de atención a la persona: Dirigidos a la higiene corporal, realización de actividades diarias, medicación, alimentación, vela y telealarma. Pueden incluir también peluquería, podología y fisioterapia.

2. Los servicios de ayuda en el hogar: Dirigidos a la atención doméstica (lavado de ropa, limpieza del hogar, compra…), adaptación de la vivienda (movilidad, limitaciones sensoriales…) y reparaciones del domicilio.

3. La Programación y sus elementos.

En el trabajo específico de intervención con las familias, el PROYECTO es el eje metodológico que guía y orienta el proceso y procedimiento de intervención con cada caso familiar. Para promover los cambios necesarios en la Unidades de Convivencia, que justifican nuestra intervención profesional, hay que diseñar un Plan de Acción. Este Plan se basa en la información sistematizada acerca de una realidad concreta de

trabajo, de la que resulta un diagnóstico que describe, interpreta, explica y valora una situación problema que afecta a la familia. objeto de atención.

El diseño de intervención comienza por definir el problema, cuyo abordaje nos permite transformar la situación. El determinar cuál es el problema se llega por la reflexión (operación de análisis y síntesis), y debe enunciarse de forma clara y precisa, de manera tal que permita posteriormente definir los objetivos y los procedimientos. El problema que queremos transformar es el objeto del trabajo. La teoría orienta la intervención.

En la planificación de la intervención, se ha de establecer de forma clara y concreta el problema conjuntamente con el cliente, diseñando una estrategia de intervención efectiva, que produzca un cambio de actitud y de visión del problema. La formulación de objetivos y la evaluación, también se hará conjunta.

Cualquiera que sea el enfoque con el que intervenga el trabajador social, el conocimiento de la familia, su dinámica es fundamental para una buena planificación del trabajo. El análisis del grupo familiar consiste en poder tener una idea clara de cuáles son las características del medio familiar en el que el sujeto se desenvuelve, haciendo referencia a factores estructurales y no estructurales.

Otro aspecto importante a tener en cuenta en el Proyecto de intervención es el de definir las Áreas de Intervención con cada familia, y las variables a analizar en cada área, en base a. éstas se establecerán los objetivos a alcanzar. La Familia objeto de intervención puede encontrarse en estado de necesidad en alguna, varias o todas las Áreas:

Área familiar-convivencial.

Área de organización de la unidad de convivencia. Área de trabajo-ocupación.

Área de educación. Área de salud.

Área de vivienda.

Área de Participación y aceptación social.

En función de las áreas en las que tengamos que intervenir, tendremos que coordinarnos con los organismos y/o instituciones implicados, como pudiera ser con los servicios sanitarios (centro de salud, salud mental…), con los servicios educativos (colegio, equipo psicopedagógico…), con los de vivienda (fomento de la Comunidad Autónoma o Ayuntamiento ), trabajo, justicia, etc. La organización y dependencia de los servicios sociales, comunitarios o especializados, así como las prestaciones y demás recursos de los que pudieran ser objeto las unidades de convivencia, varían de unas Comunidades Autónomas a otras, en función del contenido de su Ley de Servicios Sociales, y de la transferencia o no de competencias.

La Planificación exige racionalización del proceso de toma de decisiones. Introduce el concepto de racionalidad en la acción. Pretende unos resultados mediante una intervención controlada.

En definición de la ONU, la Planificación “es un proceso de elección y selección entre cursos alternativos de acción, con vistas a la asignación de recursos escasos, en

orden a obtener objetivos específicos sobre la base de un diagnóstico preliminar que cubre todos los factores relevantes que pueden ser identificados”.

La Planificación se hace operativa, a través de la programación o elaboración de planes, programas y proyectos. Por tanto, los diseños de planes, programas y proyectos corresponden a tres niveles operativos de la planificación.

Los PROGRAMAS son aplicaciones del plan a sectores ya unidades concretas dentro de cada sector, respectivamente. Incluye objetivos a perseguir, recursos disponibles, actividades a potenciar y criterios de evaluación.

Programar consiste en prever un futuro deseado y señalar los medios para alcanzarlo. Para ello se apoya en los resultados del diagnóstico y tiene como referencia el proyecto político a alcanzar.

Puede aplicarse a cualquier actividad individual, familiar, grupal o institucional. En el

campo de los Servicios Sociales, puede referirse a dos dimensiones: macropolítica y microsocial y operativa.

Los Elementos implícitos en el concepto de Programación son los siguientes:

– Existencia de una situación determinada.

– Interés individual o colectivo por modificar esa situación.

– Un ente u organismo que asume la responsabilidad de la situación a modificar.

– Cantidad insuficiente de recursos.

– Proceso racional de análisis de posibilidades de acción.

– La adopción de un plan de acción.

– La ejecución del programa de acción como un proceso.

Los ELEMENTOS de la Programación son:

1. Diagnóstico.

2. Análisis de necesidades.

3. Análisis de recursos.

4. Establecimiento de metas globales.

5. Análisis de perspectivas sectoriales.

6. Establecimiento de metas detalladas.

7. Formulación y elaboración de Proyectos.

8. Determinación de instrumentos.

9. Estimación de costo/proyecto y de todos ellos.

10. Financiación (recursos internos y externos).

11. Disposiciones legislativas e institucionales necesarias para la puesta en marcha del programa.

Los ELEMENTOS BÁSICOS DEL PROCESO DE INTERVENCIÓN, que serían,

quizás, universales a todo que hacer terapéutico serían:

– Definición del contexto.

– Creación y mantenimiento de la relación.

– Motivación del paciente al cambio.

– Evaluación de la problemática.

– Intervención:

Técnicas de intervención

Toma de decisiones para la intervención. Evaluación de la intervención.

– Generalización.

Estos seis elementos deben influir en el resultado final de la intervención en las Unidades de Convivencia.

Cualquiera que sea el enfoque con el que se decida intervenir con Familias, el conocimiento de ésta, y su dinámica es fundamental para realizar una buena programación del trabajo.

La Planificación de la intervención ha de establecer de forma clara y concreta, el problema conjuntamente con el cliente, diseñando una estrategia de intervención efectiva, que produzca un cambio de actitudes y de visión del problema.

4. La descripción de las técnicas especificas de intervención familiar.

Los tipos y técnicas de Intervención en Terapia Familiar son:

1- Intervenciones Cognitivas

Este tipo de intervención se utiliza para cambiar la manera en que el cliente ve su síntoma y para crear en él una imagen de persona con los suficientes recursos como para afrontar y resolver sus problemas, en situaciones en las que haya que recomponer una imagen de competencia o cuando el modelo de atribuciones que maneja el cliente le impida tomar la iniciativa del cambio y le suma en estrategias pasivas de soluciones de problemas.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención serían:

La Redefinición: modificar el marco conceptual que el cliente utiliza para pensar su problema de forma tal que facilite el cambio. Puede utilizarse como una interpretación, ofreciendo una explicación sobre lo que está ocurriendo.

Connotación positiva: Es un tipo de redefinición que modifica los patrones de atribución entre los miembros de la familia para que aparezcan las causas del síntoma como debilidad a la abnegación y al amor del cliente por el resto de la familia (igualmente se definen en términos de abnegación y sacrificio las relaciones de los miembros de la familia entre sí y con el paciente identificado).

2- Intervenciones Conductuales

Tiene por objetivo el sustituir la conducta sintomática por otra, cuando el cliente necesita ensayar una conducta nueva, cuando colabora de forma literal con el terapeuta y como regla general, debe utilizarse como primera intervención.

Las intervenciones conductuales son aquellas en las que el terapeuta persuade a la familia para que ensaye otras conductas distintas de las que hasta ese momento han venido observando.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención incluyen diferentes modalidades de la modificación conducta .

3. Escuela de Padres

Las escuelas de padres ponen al servicio de los padres aquellos recursos técnicos y profesionales (maestros, educadores, psicólogos, asistentes sociales, y otros) que son necesarios para la práctica educativa actual, conectando la realidad familiar y la escolar, permitiendo una coordinación y globalización de la acción educativa.

Las Técnicas que se utilizan son:

Técnicas de Grupo: Conferencia y debate; Mesa redonda y Coloquio y debate; Forum; Técnicas de Creatividad (Brainstorming, analogías y otras); Reuniones de grupo; Rol-Playing; Psicodrama; Sociograma; Estudio de casos prácticos; Juegos grupales.

Técnicas de Investigación Social: Entrevistas, Encuestas, Cuestionarios, Técnicas de observación abierta y sistemática, Test e instrumentos de evaluación.

4. Trabajo Social Clínico

El Trabajo Social Clínico implica una amplia gama de servicios psicosociales para individuos, familias y pequeños grupos en relación a una variedad de problemas humanos vitales. Una característica distintiva de este modelo es el interés por el contexto social dentro del cual se producen o son modificados los problemas individuales o familiares. Se concibe a la persona humana como un ser biológico, psicológico y social en permanente interacción con su medio.

Las Técnicas a utilizar en este tipo de intervención serían:

Apoyo Ventilación Clarificación. Confrontación

LA ENTREVISTA

Es una herramienta básica en el campo de las ciencias sociales. Se utiliza tanto como medio de investigación, como de intervención.

“Es una conversación seria que se propone un fin determinado, distinto al simple placer de la conversación” (Rossell, T.)

Como técnica, en la entrevista, se operativizan contenidos teóricos que se instrumentalizan para el estudio de las situaciones que presenta el cliente y para una intervención posterior. Es la utilización consciente e intencionada de conocimientos procedentes de la teoría, la experiencia y otras fuentes de información, que el trabajador social transforma en conducta, mediante la relación que establece con el cliente.

Las fases de la Entrevista son: Recepción, Exploración, Clarificación y Final. Se corresponden con las partes del proceso de seguimiento de un caso.

Las entrevistas se programan y poseen una estructura básica en la que podemos diferenciar: Preparación, Inicio, Sondeo, Resumen, Registro de datos e impresiones, y observaciones, Valoración, Interpretación y Preparación de siguiente entrevista.

Tipos de Entrevistas

– Según el momento, pueden ser: Iniciales (para establecer contacto, explorar el problema, negociar metas y formular el plan de trabajo). Posteriores (para profundizar. interpretar o confrontar)

– Según la Finalidad, pueden ser: Entrevistas de Diagnóstico, Información, Orientación, Asesoramientos, Motivación, Terapéutica, Seguimiento, Investigación y Coordinación)

– Según la Modalidad, pueden ser: Informales, Estructuradas y Planificadas.

– Según el Número, pueden ser: individuales, familiares y colectivas o grupales.

– Según la Conducción, pueden ser: Directiva, No Directiva y Clínica.

5. La Evaluación

La Evaluación es un “proceso crítico”, referido a acciones pasadas, que tiene la finalidad de constatar, en términos de aprobación o desaprobación, los aspectos alcanzados en el proyecto y hacer las modificaciones necesarias de las actividades futuras.

La Evaluación tiene una importancia capital en el diseño de proyectos de intervención, tanto en el diagnóstico como para la medición de resultados finales, así como en el seguimiento de la intervención.

En Servicios Sociales, su mayor importancia radica en demostrar la eficacia de los diferentes Servicios y Programas en curso; siendo la Evaluación una tarea imprescindible para poder elaborar programas y para mejorar las intervenciones.

Características de la Evaluación:

– Se debe llevar a cabo a lo largo de todo el proceso de intervención.

– Implica cuantificación, pero también cualificación como unidad.

– Es una operación de análisis y de síntesis, que sirve para tomar decisiones.

– Proporciona información objetiva.

– Permite subsanar errores

– Posibilita corregir estrategias de acción inadecuadas

– Debe modificar actividades previstas en función de los cambios que se vayan produciendo

– Permite elegir alternativas de acción más convenientes

– Supone la mejora de las intervenciones sociales

– Posibilita medir la eficacia de los medios y recursos utilizados

Técnicas de Evaluación en Intervención Social:

– Relación de variables-asociación: Analizar la relación de variables, medir los efectos, antes y después de la intervención.

– Causa- Efecto: Identificar la variable independiente que afecta a la dependiente.

– Cualitativo-Descriptivo: Generalización de resultados obtenidos de una muestra elegida al azar.

– Económicas: Análisis de costo-beneficio.

– Indicadores: Para medir cuantitativamente y estadísticamente es imprescindible transformar los distintos objetivos en números. Sirve de patrón para medir, evaluar o mostrar el progreso de una intervención respecto a la meta establecida. Debe permitir comparaciones en el espacio y en el tiempo.

La Evaluación siempre tiene por objetivo el análisis de los objetivos propuestos en cada una de las fases del procedimiento y el proceso de intervención en cuanto tal, incluyendo tanto la participación del cliente como la actuación del trabajador social.

Es una reflexión crítica tanto sobre los contenidos del trabajo realizado, como sobre la forma en que éste se ha realizado.

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