Tema 9 – La participación de la familia en la educación de los alumnos y de las alumnas con necesidades educativas especiales. Cauces de participación. El papel de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos.

Tema 9 – La participación de la familia en la educación de los alumnos y de las alumnas con necesidades educativas especiales. Cauces de participación. El papel de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos.

INTRODUCCIÓN

Los centros escolares deben ofrecer a las familias, no sólo formación en temas educativos sino también posibilitar que los padres con hijos con n.e.e. puedan exponer sus dudas, quejas y situaciones problemáticas que suelen vivir comúnmente y ante las que no siempre encuentran ayuda y asesoramiento. Cada momento de cambio en las etapas del ciclo vital, puede ser un momento en que la familia necesite orientación, apoyo o formación, así como en el diagnóstico, la escolarización, la decisión acerca del centro más adecuado, los centros o recursos…

GUIÓN

Para una mejor comprensión del tema lo estructuraré en tres grandes epígrafes:

– En primer lugar hablaré de LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS ACNEEs.

– A continuación me centraré en LOS CAUCES DE PARTICIPACIÓN.

– Y por último expondré EL PAPEL DE LOS PADRES EN LA TOMA DE DECISIONES SOBRE LA ESCOLARIZACIÓN DE LOS ACNNEs.

1. LA PARTICPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS ACNEEs.

1.1 Concepto de familia

La familia es el espacio natural constituido por personas unidas por un vínculo afectivo y emocional que puede conllevar parentesco o no, y que conforman el primer marco de referencia y socialización del individuo. Pero no existe un único concepto de unidad familiar en la sociedad en la que vivimos, pues son múltiples las posibilidades, y todas ellas pueden ser igualmente válidas.

La familia no es un concepto unívoco para toda época o cultura, ya que como cualquier otro sistema social ha sufrido y sigue sufriendo una evolución en su organización en base a los cambios económicos, sociales, culturales, educativos… que ha vivido y vive la sociedad.

1.2 Funciones de la familia

Al margen del tipo de sociedades y de familias, la familia va a ejercer una gran influencia sobre los niños en los ámbitos físico, psicológico y social. A grandes rasgos la familia:

– Cubre las necesidades básicas de afecto, seguridad y cuidados personales: alimentación, salud, protección y afecto, así como la potenciación de las capacidades intelectuales y el control del propio comportamiento.

– Ayuda a la construcción de la identidad y a la autorrealización.

– Aporta sentimientos de seguridad y confianza puesto que es el primer espacio de afectividad y convivencia.

– Estimula y apoya para lograr un desarrollo armónico y equilibrado de la personalidad.

– Contribuye a la socialización de sus miembros enseñando conductas acordes con las reglas sociales.

1.3 Fases por las que pasan las familias de ACNEEs al conocer la noticia

La asimilación de que un hijo presente n.e.e. es un proceso que dura un tiempo e incluso no llega, en algunos casos, a completarse nunca. El proceso se ha comparado al que se da por la pérdida de un ser querido y de hecho las etapas por las que pasan los padres hasta la aceptación de la discapacidad son muy similares a las del duelo. Siempre hay un sentimiento de pérdida al tener un hijo con n.e.e. ya que se tiene que renunciar a la expectativa que todo padre tiene de tener un hijo sin ninguna dificultad, incluso un hijo ideal y perfecto. En los casos en los que el niño con un desarrollo normal sufre un accidente o una enfermedad, el proceso puede ser aún más duro: lo que se pierde no es sólo una idea sino las capacidades que el hijo realmente poseía.

Las reacciones más frecuentes que se dan desde que los padres tienen la constancia de la discapacidad hasta que llegan a su aceptación son las siguientes:

Fase de shock: al conocer la noticia de que el hijo tiene una discapacidad se produce un bloqueo que puede impedir la comprensión de los mensajes que se están recibiendo. Por ello, es especialmente importante cuidar el momento de la comunicación inicial, aunque la fase se shock difícilmente puede evitarse. Esta fase es más leve, o no llega a producirse en los casos en los que se la familia sospecha desde hace un tiempo la existencia de una alteración o retraso.

Negación: tras la desorientación inicial, la primera reacción de muchos padres pasa por “olvidar” o ignorar el problema, funcionando como si nada hubiese sucedido, cuestionando la capacidad de diagnóstico de los profesionales o considerando que se trata de un error. Un cierto grado de negación es positivo para hacer frente a la situación. Ahora bien, el estancamiento en esta fase resulta muy perjudicial ya que puede tener un efecto paralizante y no tomarse las medias necesarias.

Fase de reacción: tras estas dos etapas, los padres viven una serie de emociones y sentimientos aparentemente desajustados que constituyen los primeros pasos hacia la adaptación, siendo necesaria su expresión. Las reacciones más frecuentes suelen ser:

o Ansiedad.

o Desapego.

o Sentimiento de fracaso.

o Enfado: son frecuentes las reacciones de rabia o de agresividad, manifestándose como estados de ánimo difusos o dirigiéndose hacia supuestos culpables (médicos, familiares portadores de una enfermedad…). La expresión de estas emociones suele ser muy mal aceptada socialmente, e incluso los profesionales no entienden que algunos comportamientos de los padres no son ataques personales, sino reflejo del sufrimiento que están padeciendo.

o Culpa: la agresividad en muchas ocasiones se dirige a uno mismo, con sentimientos de culpa. Algunos padres se atormentan buscando posibles causas de las dificultades de su hijo: qué errores han cometido en el embarazo, en los cuidados físicos, o en su educación. En otros casos, se sienten culpables sencillamente por estar ellos bien, y su hijo no. Algunas personas se sienten culpables al constatar el rechazo que a ellos mismos les produce la discapacidad de su hijo.

o Depresión: un cierto nivel de depresión es saludable porque supone que se están comprendiendo mejor las dificultades y sintiendo en consonancia. Ahora bien, el estancamiento en esta fase dificulta la relación con el hijo y produce un tipo de interacción muy poco estimulante.

Fase de adaptación y orientación: tras sentir algunas de estas reacciones, la mayoría de los padres llegan a un grado de suficiente calma emocional para avanzar hacia una visión realista y práctica, centrándose en el qué hacer y cómo ayudar a su hijo.

El recorrido de cada persona por estas fases es totalmente particular ya que no todas las personas pasan por todas estas etapas ni en este orden ni en el mismo tiempo. Además, las distintas fases no se superan de una vez por todas, sino que algunas reacciones tienden a repetirse cíclicamente (pej. un padre puede volver a una actitud negadora ante el hecho de que su hijo esté perdiendo habilidades adquiridas).

Existen ciertos factores que inciden en la aceptación de la situación:

o Necesidades personales del niño: grado de afectación, momento de aparición…

o Nivel sociocultural y económico de la familia: normalmente a mayor nivel de cultura y nivel económico se encuentran más posibilidades de información y mayores medios.

o Madurez emocional de los padres: equilibrio y estabilidad emocional de la pareja.

1.4 Actitudes más frecuentes entre los miembros de la familia

De los padres con respecto al niño

Las actitudes más frecuentes suelen ser de sobreprotección o rechazo:

  • Sobreprotección: porque les produce mucha ansiedad observar como su hijo tiene que esforzarse mucho para conseguir algo realmente sencillo. Esta actitud puede llegar a consolidar la dependencia del niño frente al adulto condicionando su desenvolvimiento autónomo e integración social.
  • Rechazo: que se puede presentar ya sea negando la evidencia y no aceptando el problema (lo que puede conducir a la visita de un especialista tras otro produciendo un retraso en la puesta en práctica del programa de intervención), dejando al niño al cuidado de otras personas (lo que dificulta el establecimiento de lazos afectivos entre padres e hijos) o bien por exigencia excesiva (pidiendo al niño más de lo que puede hacer creando con ello gran frustración y grado de ansiedad).

De los padres frente a los otros hijos

La existencia en la familia de un ACNEE puede repercutir en los otros miembros. Por ejemplo los padres frente a otros hijos pueden reaccionar o bien exigiendo demasiado de ellos, o bien con una actitud de cierto abandono, pues piensan que no necesitan tanta ayuda o atención como su otro hijo. Toda la familia necesita atención y se le deben asignar responsabilidades que sean coherentes con la madurez y posibilidades de cada miembro de la familia.

Entre la pareja

Cuando la afectación se produce de forma congénita, debida a causas prenatales, pueden aparecer sentimientos de culpa, que pueden incluso comprometer la estabilidad de la pareja. Habrá que concienciar a los padres del papel activo que pueden ejercer dándoles orientaciones sobre lo que pueden hacer para colaborar.

1.5 Bases legislativas de la participación de la familia en la educación de los ACNEEs

Numerosas investigaciones realizadas hasta el momento, ponen de manifiesto que las actitudes, relaciones y expectativas que se establecen entre padres e hijos van a condicionar significativamente el desarrollo madurativo global del niño. De las familias y sus interacciones dependerán las adquisiciones básicas y fundamentales de la primera infancia. Existen posibilidades de las familias insospechadas por los propios padres y por muchos profesionales, por todo ello, es fundamental su participación en la educación.

La necesidad de que los padres de hijos con n.e.e. se impliquen en la educación de estos es tan evidente que es aceptada y está reconocida en la legislación educativa:

Constitución Española:

o Art.27.2: “los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos, intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Admón. con fondos públicos, en los términos que la ley establezca”.

Ley Orgánica 8/1985, de 3 de Julio (LODE):

o Art. 5: 1. “los padres de alumnos tienen garantizada la libertad de asociación en el ámbito educativo”. 2. “las asociaciones de padres de alumnos asumirán las siguientes finalidades: asistir a los padres o tutores en todo aquello que concierne a la educación de sus hijos, colaborar en las actividades educativas de los centros, promover la participación de los padres en la gestión del centro”.

o Art. 19: “en concordancia con los fines establecidos en la presenta Ley, el principio de participación de los miembros de la comunidad escolar inspirará las actividades educativas y la organización y funcionamiento de los centros públicos. La intervención de los profesores, de los padres y, en su caso, de los alumnos en el control y gestión de los centros públicos se ajustará a lo dispuesto en el Titulo tercero de esta Ley”.

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Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo:

o Recoge como principio que debe regular la actividad educativa la participación y colaboración de los padres para contribuir a la mejor consecución de los objetivos educativos.

RD 696/1995, de 28 de Abril, de Ordenación de la Educación de los ACNEEs:

o Art. 9: Artículo dedicado a la participación de los padres. Los padres tendrán información continuada de todas las decisiones relativas a la escolarización de sus hijos y podrán elegir el centro escolar para matricularles entre aquellos que reúnan los recursos materiales y personales adecuados. Se procurará su colaboración en el proceso de identificación de necesidades y en las medidas de carácter preventivo y compensador.

Orden Ministerial de 14 de Febrero de 1996 sobre evaluación psicopedagógica, dictamen de escolarización y proceso de escolarización de los ACNEEs:

o Se determina en cada uno de estos procesos, cuáles son los momentos en los que es necesaria la participación de las familias de los ACNEEs.

Ley Orgánica Ley Orgánica 10/2002, de 23 de Diciembre, de Calidad de la Educación:

o Dedica el Capitulo II del Título Preliminar a los derechos y deberes de los padres y alumnos.

Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo (LOE):

o Las Admón. educativas fomentarán la participación de las familias en el centro educativo. También adoptarán medidas que promuevan e incentiven la colaboración efectiva entre familia y escuela.

o Se regula la admisión de alumnos de forma que se garantice el derecho a la educación, el acceso en condiciones de igualdad y la libertad de elección de centro por parte de los padres o tutores.

o Se profundiza en el Consejo Escolar y se citan las asociaciones de padres y madres de alumnos.

o Respecto a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo se afirma que corresponde a las Admón. educativas asegurar la participación de los padres o tutores en las decisiones sobre escolarización y sobre los procesos educativos de sus hijos y adoptar las medidas necesarias para que reciban una información y un asesoramiento adecuado.

1.5 Principios de participación escuela- familia

El objetivo principal de esta participación es atender adecuadamente a cada alumno, para lo que se debe generar entre padres y profesionales un proceso de comunicación, implicación y negociación. Algunos de los principios básicos que pueden potenciar este trabajo son:

Precocidad en la atención y diagnóstico: cuanto antes se detecte el déficit, en mejores condiciones se estará para asumir la situación y promover acciones adecuadas en el entorno familiar.

Desculpabilizar: eliminar los sentimientos de culpa que pudieran aparecer en los padres y que estos acepten a su hijo tal y como es.

Conocer: recabar cuanta información se pueda y analizarla con el fin de diseñar un adecuado proyecto de actuación.

Informar: información veraz, realista y oportuna, pues con ella se consigue abrir vías de diálogo y encuentro.

Ofrecer ayuda realista: no se pueden prometer ni comprometer acciones a las difícilmente se puede llegar.

Apoyar: los padres necesitan a alguien que les oriente y ayude a hacer frente a los problemas y que les anticipen pautas de acción o estrategias útiles.

Normalizar: la meta de un programa con padres, antes que preparar a buenos coterapeutas, consiste en posibilitar y actuar para que todos los miembros de la familia logren un día vivir en el hogar como un sistema en armonía.

Implicar: hacer crecer en los padres la participación, ilusión e implicación necesaria estimulando el cambio de actitud.

Aprovechar los entornos y sus posibilidades: se trata de aprovechar las situaciones cotidianas.

Adaptar y adecuar: cada familia necesita un programa de intervención personalizado, referido al vocabulario, enfoque de apoyo, exigencia de responsabilización, foco de interés…

Ofertar y desmitificar técnicas y estrategias.

Estar atentos a todo: tener los encuentros y entrevistas perfectamente planificadas y pensadas pero sin ser directivos ni dirigistas.

2. CAUCES DE PARTICIPACIÓN

No podemos hablar de participación y coordinación sin organizar y planificar estrategias que permitan acercar la familia al centro y viceversa. Los cauces de participación que se pueden generar estarán tanto en función de las actitudes de los profesores como las de los padres.

2.1 Participación individual

Entrevista individual:

o Inicial: a través de la entrevista inicial, padres y maestros sentarán las bases de la futura relación, estableciendo un clima de confianza. El tutor obtendrá las primeras referencias sobre el niño y recopilará datos que sean de su interés para orientar el proceso. Los padres a su vez, conocerán el centro, los profesores, el espacio físico y los recursos.

o Otras entrevistas: en entrevistas posteriores se analizarán aspectos sobre la evolución del niño, produciéndose así un intercambio de información que facilitará la labor del educador, al mismo tiempo que produce en los padres sentimientos de seguridad y confianza al percibir la atención individualizada de la que es objeto su hijo.

El intercambio de información es tanto más necesario cuando más pequeño o más afectado está el ACNEE. En estos casos es imprescindible sistemas de comunicación permanentes mediante contactos diarios o informaciones escritas.

Informes escritos: han de presentar la información con claridad, concreción y brevedad. El lenguaje deberá evitar tecnicismos que impidan su correcta comprensión por parte de los familiares. Han de redactarse en sentido constructivo, aunque realista, comunicando los logros alcanzados por el alumno, sus dificultades y también las acciones que encaminarán a su solución, los recursos, estrategias y orientaciones para la implicación familiar.

Informes de evaluación: es fundamental dar una visión realista pero centrada en los avances, sean estos mayores o menores. Resultan destructores los informes en los que su hijo con n.e.e. es clasificado negativamente en casi todos los indicadores, sencillamente porque estos no se han adaptado a los objetivos que con él se pretenden alcanzar.

Reuniones de aula y de centro: es fundamental la participación de los padres de niños con n.e.e. en los espacios de información y encuentro colectivo (reuniones de aula y centro). La integración debe abarcar también a la familia; la normalización en este caso supone la participación en las vías habituales, pero también el ajuste a unas mayores necesidades de información o coordinación en algunos casos.

Encuentros informales: se trata de aprovechar la comunicación con los padres en momentos no planificados y en contextos naturales, facilitando que la comunicación sea más fluida. Estos momentos pueden ser la entrada o salida del colegio, cuando acuden al centro a informase de alguna actividad…

Circulares: facilitan el intercambio unidireccional de información, son válidas para transmitir contenidos de carácter divulgativo que no necesitan respuesta.

Llamadas telefónicas: útiles para ofrecer información más personalizada, principalmente cuando los niños por su edad o características no pueden comunicárselo a sus padres. Son adecuados para información puntual y urgente.

Voluntariado: consiste en la participación de los padres en el centro a través de su implicación en actividades escolares y extraescolares, como pueden ser: talleres, programas de actividades deportivas, comedor, actos culturales…

2.2 Participación colectiva

Consejo escolar: se trata de un órgano colegiado compuesto por: el director, jefe de estudios, representante del ayuntamiento, un nº determinado de profesores determinado por el claustro, un nº determinado de padres, unos alumnos y el secretario del centro. Desde los consejos escolares los padres tienen la posibilidad de desarrollar la participación y la propia acción educativa poniendo al servicio de todos, las medidas y las estrategias necesarias para configurar una institución acorde a las necesidades y demandas que la sociedad reclama. Ello supone tomar decisiones por consenso, dedicar tiempo, planificar desde un marco de colaboración, responsabilidad en todas aquellas áreas de interés común y siempre en detrimento de intereses personales. Sus funciones son:

o Establecer las directrices para la elaboración del PEC, aprobarlo y evaluarlo.

o Elegir el director.

o Decidir sobre la admisión de los alumnos.

o Aprobar el RRI.

o Resolver los problemas que pudieran surgir e imponer correcciones.

o Aprobar el proyecto de presupuestos y la ejecución del mismo.

o Promover la renovación de las instalaciones y el equipo escolar.

o Aprobar y evaluar la programación general del centro y las actividades escolares complementarias.

o Fijar directrices para colaborar con otras entidades y centros con fines educativos y culturales.

o Analizar y valorar el funcionamiento general del centro, la evolución del rendimiento escolar y los resultados de las evaluaciones.

Asociaciones de padres de alumnos: son asociaciones cuya organización permite la participación directa de los padres de alumnos en el centro. Se requiere por parte de todos, voluntad y deseos de intervenir en el proceso educativo, entendiendo que es necesario el trabajo colaborativo. Entre las funciones de estas asociaciones destacan:

o Elevar al Consejo Escolar propuestas para la elaboración del PE y de la Programación General Anual.

o Informar al Consejo Escolar de aquellos aspectos que consideren oportunos para la marcha del centro.

o Recibir información del Consejo Escolar sobre temas que van a ser tratados en el mismo, antes de su realización, para poder así elaborar propuestas.

o Elaborar informes para el Consejo Escolar a iniciativa propia o a petición de éste.

o Informar a los padres de su actividad.

o Formular propuestas para la realización de actividades complementarias, que, una vez aceptadas, deberán figurar en la programación general anual.

o Conocer los resultados académicos y la valoración que de los mismos realice el Consejo Escolar.

o Recibir un ejemplar gratuito del PE, del PC y de sus modificaciones.

o Recibir información sobre los libros de texto y material didáctico adoptados por el centro.

o Fomentar la colaboración entre los padres y los maestros para el buen funcionamiento del centro.

o Disponer de las instalaciones del centro en los términos que establezca el Consejo Escolar.

Escuelas de padres: son entendidas como lugares de formación en los que se pueden abordar problemas de psicología evolutiva y pedagógicos, estrategias de intervención en la dinámica familiar, programas de formación para adultos y en general, temas de interés colectivo. Todo aquello que ayude al niño con n.e.e. y a su familia a integrarse socialmente y al resto de los alumnos y sus familiares a ser elementos integradores y normalizadores. Estas escuelas promueven la participación e implicación de los padres en la escuela, la mejora de las relaciones padres-centro y potencian el intercambio de experiencias, el desarrollo de actitudes positivas hacia los alumnos, otros padres y la institución escolar.

Comisiones de trabajo: los padres pueden también participar en la vida del centro integrándose en las posibles comisiones de trabajo. Estas comisiones, aunque más relacionadas con los órganos directivos, ayudan a resolver problemas concretos y a mejorar las infraestructuras del centro. También contribuyen al establecimiento de relaciones con otros organismos públicos e instituciones sociales.

3. EL PAPEL DE LOS PADRES EN LA TOMA DE DECISIONES SOBRE LA ESCOLARIZACIÓN DE LOS ACNEEs

A lo largo de la infancia y adolescencia de los hijos con n.e.e., en especial en los cambios de etapa, los padres se ven enfrentados a decisiones sobre escolarización que no son fáciles de tomar. Para muchos padres se trata no sólo de decisiones cruciales para el futuro de su hijo, sino también de momentos en que avanzan en la toma de conciencia de la situación, con los consiguientes efectos en el plano emocional. El apoyo profesional es especialmente importante en estas etapas de cambio de la trayectoria escolar.

Legislación. En la legislación se reconoce el derecho de los padres a la participación en la toma de decisiones sobre escolarización de los ACNEEs: según la Orden Ministerial 14 de Febrero de 1996, por la que se regula el procedimiento para llevar a cabo la evaluación psicopedagógica y se establece el dictamen y los criterios de escolarización de los ACNEEs esta participación “ha de estar basada en la información objetiva y suficiente sobre las necesidades educativas de sus hijos y sobre la oferta educativa, de tal modo que esa información les permita una adecuada elección entre las diferentes posibilidades existentes”.

Para que los padres puedan participar en el proceso de escolarización: “se les facilitará información tanto del procedimiento a seguir como de las distintas opciones de escolarización y serán oídos antes de adoptar la resolución de escolarización”.

Propuesta de escolarización. Cualquier propuesta de escolarización deberá ir precedida de una evaluación psicopedagógica obligatoria, competencia del EOEP del sector o DO de los centros docentes (que podrán contar con la participación de los EOEP específicos cuando se precise). El fin es la valoración de las capacidades de aprendizaje del alumno, así como el estudio de los factores individuales y contextuales que mediatizan la capacidad para aprender. Esta evaluación debe ser conocida por los padres, a quienes se les dará información sobre los resultados. Las conclusiones obtenidas se recogerán en un informe psicopedagógico de carácter confidencial.

En esta evaluación es imprescindible la colaboración de la familia por la información que pueden aportar:

  • Información sobre el alumno: datos sobre su desarrollo general, historia médica, hábitos, actitudes, comportamientos en el hogar…
  • Información sobre el entorno: ambiente social en el que se desenvuelve, actitudes y expectativas de los padres, estilo relacional de la familia, entorno educativo familiar, composición, nº y miembros de la familia, nivel económico y cultural, existencia de situaciones problemáticas, ideas sobre la educación y planes futuros.

Requisitos en el proceso de escolarización: además de los establecidos con carácter general:

  • Dictamen de escolarización elaborado por el EOEP del sector. Incluirá:
    • Conclusiones del proceso de evaluación psicopedagógica.
    • Orientaciones sobre la propuesta curricular.
    • Opinión de los padres en relación a la propuesta de escolarización.
    • Propuesta razonada de escolarización.
  • Informe Inspección Educativa que corresponda.
  • Resolución de escolarización de la Dirección Provincial o de la Comisión de Escolarización correspondiente.

El dictamen de escolarización se llevará acabo cuando:

  • Los padres hayan solicitado, o vayan a solicitar, su admisión en un centro ordinario y pueda preverse que van a requerir AC significativas y/o medios personales o materiales complementarios.
  • Los padres hayan solicitado, o vayan a hacerlo, su admisión en un centro de EE.
  • Sea necesario modificar la modalidad de escolarización de un centro de EE a uno ordinario o viceversa.
  • Se modifique significativamente la situación personal del alumno y, en consecuencia, pueda preverse que va a requerir durante su escolarización AC significativas y/o medios personales o materiales complementarios.

Criterios de escolarización. Deben ser flexibles, de manera que permitan hacer los cambios necesarios durante el proceso, por lo que será preciso revisar el dictamen de escolarización del alumno cuando se produce el cambio de etapa, aunque de forma excepcional el Director del centro, previa conformidad con la familia, podrá solicitar la revisión de dicha escolarización.

Modalidad educativa. Se deben contemplar todas las opciones, informando a los padres acerca de las formas de integración y de los posibles cambios que se produzcan, al tiempo que se deben considerar sus opiniones y decisiones. Para el profesional decidir entre un centro ordinario o específico supone la búsqueda del contexto donde pueda obtener mejor respuesta a determinadas n.e.e., sin embargo para algunas familias, es un indicador de la levedad o gravedad de la discapacidad:

ü Centro ordinario: cuando el niño va a integrarse en un centro ordinario, a los padres suelen preocuparle aspectos como si recibirá la atención especializada suficiente, si se va a perder en el grupo, si el niño no será discriminado por sus compañeros o si no va a sentirse inferior…

ü Centro específico: cuando la opción es un centro específico, los padres suelen temer que se trate de un medio poco estimulante, que sus compañeros sean modelos inadecuados a imitar y que se le prive al niño de la riqueza de contactos más normalizados.

Aunque como sabemos esta última opción solo se llevará a cabo cuando en un centro ordinario no se pueda satisfacer a sus necesidades.

Alumnos con altas capacidades. Respecto a los alumnos superdotados el RD 943/2003, de 18 de Julio, por el que se regulan las condiciones para flexibilizar la duración de los distintos niveles y etapas del sistema educativo paras los superdotados intelectualmente especifica que: “Las Admón. educativas adoptarán las medidas oportunas para que los padres reciban el adecuado asesoramiento, así como la información necesaria sobre la atención educativa que reciban sus hijos y otras cuantas informaciones les ayuden en la educación de estos. Se informará a los padres y a los alumnos sobre las medidas ordinarias o excepcionales de atención que se adopten. Para la aplicación de éstas será necesario el consentimiento de los padres”. De hecho como se concreta más adelante “La flexibilización deberá contar por escrito con la conformidad de los padres”.

CONCLUSIÓN

Ya para concluir, me gustaría insistir en la idea de que la relación familia-escuela es un elemento primordial para el desarrollo de cualquier alumno y más si se trata de un ACNEE. Por ello, se hace preciso establecer cauces de colaboración entre la escuela y las familias y que las necesidades de los padres se atiendan y planifiquen, diseñando estrategias de intervención adecuadas y disponiendo de espacios, lugares y recursos para atenderles con calidad y de forma individualizada. De esta forma, los beneficios se harán patentes no solo para los alumnos sino para el resto de implicados en su proceso de e/a.

BIBLIOGRAFÍA

Para la elaboración del presente tema he recurrido a los siguientes manuales y documentos:

– Marchesi, Coll y Palacios. “Desarrollo psicológico y educación III” (2000). Alianza Editorial: Madrid. —- Paniagua, G. “Las familias de niños con n.e.e”

– Pinillos, J.L. “La familia en la educación”.

– Diez, J.J. “Familia y escuela una relación vital”.

Para la elaboración del presente tema he recurrido a las siguientes referencias legislativas:

– Ley Orgánica 8/1985, de 3 de Julio, del Derecho a la Educación. (LODE).

– Ley Orgánica 1/1990, de 3 de Octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo.

– RD 696/1995, de 28 de Abril, de Ordenación de la Educación de los ACNEEs.

– Orden Ministerial de 14 de Febrero de 1996, por la que se regula el procedimiento para llevar a cabo la evaluación psicopedagógica y se establece el dictamen y los criterios de escolarización de los ACNEEs.

– Ley Orgánica 10/2002, de 23 de Diciembre, de Calidad de la Educación (LOCE).

– RD 943/2003, de 18 de Julio, por el que se regulan las condiciones para flexibilizar la duración de los distintos niveles y etapas del sistema educativo paras los superdotados intelectualmente.

– Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación (LOE).