Tema 5C – El centro específico de Educación Especial: características del Proyecto Educativo y del Proyecto Curricular. Referentes básicos y criterios para su elaboración.

Tema 5C – El centro específico de Educación Especial: características del Proyecto Educativo y del Proyecto Curricular. Referentes básicos y criterios para su elaboración.

EL CENTRO ESPECÍFICO DE EDUCACIÓN ESPECIAL se rige por los criterios establecidos con carácter general en la legislación vigente sobre ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO de centros escolares. Su organización interna se diferenciará, sin embargo, en los RECURSOS empleados, puesto que debe dar respuesta educativa a alumnos cuyas necesidades educativas especiales (NEEs) presentan un carácter más grave y permanente, potenciando sus posibilidades educativas.

PEÑAFIEL MARTINEZ(2001) define el Centro de Educación Especial como “aquella institución perteneciente al sistema educativo que oferta una respuesta educativa a aquellos alumnos que en razón de su discapacidad grave no puedan ser atendidos dentro del sistema ordinario por razones diversas “.

La L.O.G.S.E. reconoció el carácter excepcional que presenta el centro específico de Educación Especial al establecer en su artículo 37.3 lo siguiente: “La escolarización en unidades o centros de Educación Especial sólo se llevará a cabo cuando las necesidades del alumno no puedan ser atendidas por un centro ordinario. Dicha situación será revisada periódicamente de modo que pueda favorecerse, siempre que sea posible, el acceso de los alumnos a un régimen de mayor integración”. (El opositor podrá concretar a través de la normativa específica de la Comunidad Autónoma por la que se presenta, los términos con los que se expresa esta idea en dicho marco

~ORD.EE.)

En este sentido, la Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación (LOCE) resefla que los ACNEEs, serán escolarizados en centros ordinarios, en aulas especializadas en centros ordinarios, en centros de educación especial o en escolarización combinada.

La escolarización en centros de educación especial se reserva para aquellos alumnos con necesidades educativas especiales permanentes asociadas a condiciones personales de discapacidad que requieran, de acuerdo con la evaluación y el dictamen realizados por los equipos interdisciplinares (~LEG. EQ. y ~LEG. DO.) adaptaciones significativas y en grado extremo en las áreas del currículo oficial que les corresponde por su edad y cuando se considere por ello que seria mínimo su nivel de adaptación y de integración social en un centro escolar ordinario.

Siguiendo a SANCHEZ PALOMINO y TORRES GONZALEZ (2002), podemos reseñar que los centros específicos “se configuran como centros cuya oferta educativa se caracterizará por la concurrencia de un conjunto de servicios y condiciones en función de las necesidades particulares de los alumnos. Esta dinámica de cambio ha de estar orientada a facilitar que los centros puedan afrontar con mayores probabilidades de éxito las siguientes exigencias: la educación de los alumnos con condiciones personales de déficit grave y permanente, la mejora de la calidad de la oferta educativa y la apertura al exterior con objeto de llegar a ser una parte activa dentro del sistema educativo y dentro de la comunidad.” (pp. 195).

El ser concebido, el centro específico, como vía excepcional de integración de alunmos con necesidades educativas especiales (NEEs) es lo que le confiere su carácter diferencial. Analicemos en los puntos siguientes cuáles son esas CARACTERÍSTICAS DIFERENCIALES DEL CENTRO DE EDUCACIÓN ESPECIAL.

La escuela en nuestro país dispone de un cierto grado de autonomía compatible con los grandes fines educativos del sistema general. En este sentido, el centro específico como centro educativo que es, también dispone de este grado de autonomía y en lo que se refiere a fines y objetivos educativos asumirá los establecidos en la normativa, aunque podrán ajustarse para adecuarse a las necesidades educativas de los alumnos escolarizados en él.

Los fines educativos que dirigirán la acción formativa del centro de Educación Especial podrían sintetizarse en dos fundamentalmente. Por un lado, procurar el pleno desarrollo de la personalidad del alumno y potenciar al máximo sus posibilidades con miras a su desarrollo integral, en sus aspectos fisicos, afectivos, cognitivos y psicosociales, compensando y optimizando, en la medida de lo posible, aquellas que puedan afectar sus procesos de desarrollo y aprendizaje. Por otro lado, lograr la adquisición de hábitos intelectuales y de trabajo que le preparen para la participación activa y responsable en la sociedad, en el nivel de mayor autonomía e independencia posible, según sus posibilidades personales, garantizando las transiciones a otros contextos de desarrollo y socialización.

Para alcanzar estos fines educativos, el centro de Educación especial debe proponerse unos principios claros y realistas (Peñafiel Martínez, 2001) como son potenciar la orientación psicopedagógica y profesional de sus alumnos, normalizar los recursos didácticos y servicios que ofrece, posibilitar el mayor número de experiencias integradoras dentro y fuera del centro escolar, y, por último, flexibilizar al máximo la respuesta educativa ofrecida para ajustarse a los alumnos individualmente considerados.

Los alumnos escolarizados en centros de Educación Especial seguirán en la medida de lo posible los objetivos educativos propuestos para cada nivel del sistema educativo general. Aunque por sus necesidades específicas destacaremos a continuación, aquellos objetivos educativos que serán considerados como prioritarios en función de las NEEs que presentan en la generalidad de los casos, y que son, entre otros: adquirir progresivamente hábitos de autonomía personal e independencia en el medio, desarrollar su capacidad comunicativa, utilizar distintos medios de representación y expresión

artística, conocer su entorno socio cultural, favorecer el uso del ocio y el tiempo libre y, favorecer la adquisición de habilidades sociolaborales.

Identifiquemos como deben organizarse los centros especz~ficos para responder educativam ente a los alumnos que escolarizan y alcanzar éstos propósitos. La organización de un centro especifico de Educación Especial no difiere sustancialmente de la organización de un centro ordinario, salvo en la presencia de recursos didácticos (personales, materiales, técnicos) especificos que contribuirán a satisfacer las NEEs de sus alumnos. Además, hemos de considerar que pueden ser tan diferentes, como lo son los centros ordinarios entre sí.

Podemos indicar que en el centro especifico se asumen responsabilidades, funciones y actividades, como expone LÓPEZ SEPÚLVEDA (1989, pág. 26), de dirección y gestión, asesoramiento y apoyo técnico, y docencia. El primer nivel, de dirección y gestión, cumple principalmente con las funciones de fijar objetivos y seleccionar recursos. La orientación, el asesoramiento el apoyo técnico, estudio e investigación realizan básicamente la función de suministrar apoyo especializado a los demás miembros de la comunidad educativa. Por último, el nivel de docencia, tiene en última instancia la función de suministrar la ayuda pedagógica y la orientación que el alumno requiera para que alcance los objetivos diseñados y ajustados previamente a sus posibilidades reales y necesidades individuales.

Podemos destacar que los criterios en los que debe basarse la organización de la respuesta educativa en estos centros son, entre otros, los criterios de realismo, precisión, claridad, funcionalidad, sistematicidad, continuidad, coherencia y flexibilidad o apertura.

La multiplicidad de actividades realizadas y de personas que intervienen en la vida escolar del centro específico, exige la delimitación de una clara ESTRUCTURA ORGANIZATIVA que apoye y posibilite la puesta en marcha del centro. La variedad de profesionales que intervienen desde distintos campos en un centro de Educación Especial conileva la necesidad de coordinar su labor desde distintas dimensiones que pueden quedar definidas en tres ejes organizativos: organización horizontal (docencia); organización jerárquica (dirección y gestión), y organización auxiliar (staff) (asesoramiento y apoyo técnico).

La organización horizontal supone la adscripción del profesorado a los distintos niveles educativos (educación básica, transición a la vida adulta) y a los diferentes servicios: psicomotricidad, musicoterapia… de los que el centro disponga, así como la constitución de equipos de profesores.

(/EBO.CEEs).

La organización jerárquica sirve de soporte para la consecución de los objetivos propuestos que desarrollan la función de dirección y gestión del centro. Asumen la coordinación de las actividades del centro, la planificación de objetivos, y la selección y gestión de medios o recursos.

La estructura jerárquica de un Centro de Educación Especial, se apoyará en lo establecido en (~A-B­ROC) el Reglamento Orgánico de las escuelas de educación infantil y de los centros de educación primaria propio de cada Comunidad Autónoma, y en el capítulo V de la LOCE,

Las escuelas de Educación Infantil y los colegios de Educación Primaria tendrán como órganos de gobierno al Director, el Jefe de Estudios, y el Secretario, y como órganos de participación, control y gestión, el Consejo Escolar del centro y el Claustro de profesores.(E1 opositor deberá concretar en función de ~A-B-ROC).

La organización auxiliar o staff es una estructura que ejerce la función de apoyo técnico a las otras dos redes; está encargada de llevar a cabo estudios, investigaciones y proyectos, así como de la orientación y asesoramiento directo a los miembros de la comunidad educativa que así lo soliciten, y el apoyo técnico en las actuaciones terapéuticas y/o rehabilitadoras. Los órganos auxiliares y consultivos en la organización staff pueden constituirse en departamentos; entre ellos pueden incluirse el departamento administrativo, el departamento clínico, de orientación, de coordinación pedagógica, de personal rehabilitador, de trabajo social.

Tras describir la función de los diferentes profesionales que desempeñan su labor en los centros de Educación especial pasamos a analizar la organización del espacio y el tiempo en estos centros.

Los espacios del centro deberán considerarse como espacios educativos, y por consiguiente su organización debe regirse fundamentalmente por los criterios de flexibilidad, ftincionalidad y coordinación.

La organización del aula de un Centro específico, principalmente en los primeros niveles, podrá realizarse mediante rincones de actividad; naturalmente en función de las NEEs que presenten los alumnos que constituyen el grupo aula, y de las experiencias de aprendizaje que estén diseñadas.

Independientemente de los rincones de actividad diseñados para el aula, puede resultar provechoso configurar talleres como actividad colectiva del centro. Al igual que los rincones los talleres programados deberán ajustarse a varios factores: edad de los alumnos, NEEs, nivel pedagógico, etc. Entre los posibles talleres que pueden crearse en un centro específico destacamos los de teatro, música, manualidades, jardinería, cestería, etc.

Recientemente, se está empleando otra forma de organizar la actividad educativa, respecto a los contextos en los que en el día se desenvuelve el alumno, denominada inventarios ecológicos.

Sea cual sea la finalidad del espacio organizado, este debe planificarse en función de las NEE que presentan los alumnos escolarizados. Así, por ejemplo, si tenemos alumnos con necesidades motrices, contemplaremos el derribo de barreas arquitectónicas, y el uso de material y mobiliario adaptado. Si tenemos alumnos con discapacidad visual, debemos tener en cuenta aspectos como: evitar obstáculos, comunicar cambios y recorrer conjuntamente los nuevos espacios; evitar soportes reflectantes (posters…), acoplar señales fluorescentes en esquinas de muebles, paredes y suelo, para señalar

lugares peligrosos (escaleras, ascensores…), etc. Si se escolarizan en el cetro alumnos con deficiencias auditivas, debemos considerar la flexibilidad para situarle en el aula, la necesidad de sistemas de amplificación de voz, etc. Por último, si escolarizamos alumnos con retraso mental, debernos, entre otros aspectos, evitar estímulos que les dispersen y dificulten su concentración, y potenciar la independencia en el uso de material.

En lo que se refiere a la organización del tiempo, proponemos dos criterios que deberemos considerar, la flexibilidad (respecto a factores como: tipo de actividad, estado psicológico del alumno, NEEs, alternancia de períodos de descanso y actividad, curva de fatiga, etc…) y la coordinación del profesorado, para aprovechar más rentablemente los espacios comunes y asegurar la continuidad y eficacia de los programas de intervención.

Para facilitar la estructuración espacio- temporal de los alumnos puede organizarse la actividad en torno a momentos significativos y agendas escolares.

Además de los recursos personales y ambientales, debemos tener en cuenta los recursos materiales y organizativos, los cuales pasamos a tratar a continuación.

Por la especificidad de las necesidades educativas de los alumnos escolarizados en el centro, será necesaria la provisión de materiales y ayudas técnicas que satisfagan a las mismas; y que normalmente serán menos usuales y más especificas. Las Administraciones Públicas garantizarán la dotación de los recursos necesarios para atender deforma adecuada a los ACNEEs escolarizados en los centros, taly como recoge la LOCE.

Para su selección se tendrán en cuenta distintos aspectos, entre los que proponemos la edad del alumno, sus capacidades y NEEs, el objetivo que se persigue y su carácter motivador. Algunos de los materiales didácticos y ayudas técnicas más utilizados en función de las NEE que presentan los alumnos, por ejemplo, con graves dificultades motrices, pueden ser los tableros, soportes, dispositivos de señalización, máquinas de escribir con adaptaciones, aparatos ortopédicos, conmutadores, ordenadores (Proponer ejemplos con otros ACNEEs).

Además hemos de contar con el material propio de cada especialista: material de fisioterapia, de rehabilitación del lenguaje, de psicornotricidad, de musicoterapia, etc.

Antes de terminar este apartado queremos destacar la importancia del ordenador, como recurso normalizado y altamente atrayente para los niños. Para el que se están diseñando programas de software y periféricos que permiten su uso por alumnos que presentan las más variadas necesidades educativas.

El opositor ajustará el apartado de la organización de la enseñanza a la normativa específica regulada en su Comunidad Autónoma (~ORD.EE y ~EBO.CEEs).

La escolarización en estos centros comenzará y finalizará en las edades establecidas por la ley con carácter general. Excepcionalmente, podrán escolarizarse alumnos cuyas edades correspondan al segundo ciclo de educación infantil, cuando el equipo interdisciplinar (~ORIENT.ED) así lo aconseje. Además, en la LOCE se contempla que el límite de edad para poder permanecer escolarizado en un centro de educación especial será de veintiún años.

Los centros de educación especial se irán configurando progresivamente en centros de recursos educativos abiertos a los profesionales de los centros educativos del sector, con objeto de que la experiencia acumulada y los materiales existentes en ellos puedan ser conocidos y utilizados para la atención de los ACNEE escolarizados en los centros ordinarios.

En esta línea, en los últimos años en algunas Comunidades Autónomas se está trabajando en lo que se ha denominado modalidad de escolaridad combinada. Esta consiste en establecer fórmulas de escolarización compartidas entre centros ordinarios y centros de educación especial (SALVADOR MATA, 2001). El alumno lo es de ambos centros, y los principales destinatarios de esta modalidad de escolarización serian alunmos cuyas necesidades no pueden ser atendidas totalmente en el centro ordinario porque precisan de alguna intervención especializada, por ejemplo del fisioterapeuta. El objetivo principal de esta modalidad de escolarización es favorecer la socialización. Como ya hemos destacado anteriormente, la LOCE recoge explícitamente esta modalidad de escolarización.

Hemos abordado los aspectos organizativos característicos de los centros de Educación especial. Analizaremos a continuación LA CONFIGURACIÓN DEL PROYECTO EDUCATIVO Y DEL PROYECTO CURRICULAR en estos centros, para detenernos en las consideraciones que dichos documentos tendrán que recoger en función de los alumnos con N.E.Es. Nos basaremos en el artículo 67 de la LOcE, en su disposición transitoria quinta, y en el Reglamento Orgánico de Centros, que nos permite entender como documento marco de autonomía organizativa al Proyecto Educativo y,~ como documento marco de autonomía pedagógica el Proyecto Curricular. (‘R ~

El Proyecto Educativo de Centro recoge las decisiones adoptadas por todos los miembros de la comunidad escolar (profesores, padres, alumnos, personal no docente…) respecto a las Opciones educativas básicas que caracterizan al centro y la organización general del mismo, a partir del análisis de las necesidades educativas de los alumnos y del entorno escolar.

BARBERÁ (1998) destaca que “el Proyecto Educativo es un documento de referencia obligado en el que se explicitan, resumidas, las características que van a definir el centro y las intenciones educativas u objetivos que asume como propios la comunidad educativa, con el último propósito de lograr una educación del alumnado acorde con las posibilidades contextuales de la institución escolar” (cit. En Sanchez Palomino y Torres Gonzalez, 2002; pp.l50).

En el P.E.C. se da respuesta a preguntas como: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos? y, ¿cómo nos organizamos?.

La finalidad última del PEC sería constituir un marco que defina el estilo educativo propio del centro, que puede ser concretado en cuestiones como: determinar las señas de identidad del centro, definir los propósitos del centro, revisar los objetivos generales de las distintas etapas que se impartan en el centro, establecer los elementos esenciales de las relaciones de colaboración entre los distintos colectivos que conviven en el centro, determinar la relación de colaboración que mantendrá el centro con el entorno y configurar la estructura y procesos de funcionamiento que favorecerán el desarrollo de tales relaciones.

Por consiguiente, podemos indicar que las funciones básicas que cumple el PEC, son (CNREE, 1992, pág. 52) proporcionar un marco de referencia a la institución escolar que permita la actuación coordenada y coherente de todos los miembros de la comunidad escolar con los principios básicos que caracterizan al centro, orientar la elaboración del Proyecto Curricular, y facilitar la evaluación respecto a la concepción educativa que se quiere desarrollar en el centro, así como el funcionamiento del mismo.

Para conseguir los propósitos establecidos anteriormente, el PEC debe contener los elementos siguientes: estructura orgamzativa del centro, adecuación de los objetivos generales, Reglamento de Régimen Interior del centro, opciones educativas básicas o principios de identidad, relaciones de colaboración entre los distintos colectivos que intervienen en la educación, medios y recursos con los que cuenta, etc.

En la determmación de los aspectos fundamentales que lo configuran deben participar los distintos miembros de la comunidad escolar, aunque para aumentar su operatividad, se encomienda al equipo directivo su elaboración. Equipo que se encargará de expresar, recoger y dar forma a las propuestas recibidas. Mientras que su aprobación y revisión corresponderá al Consejo Escolar.

LOS CRITERIOS que deben seguirse en la elaboración del PEC como señala REY y SANTAMA­RIA (1.992, pp 187 -193) son, entre otros: partir de la motivación del profesorado, organizar su participación, no prefijar el tiempo de su elaboración, analizar el ritmo de elaboración, establecer una organización adecuada al ritmo de elaboración, evitar las sobrecargas de trabajo, buscando el momento idóneo para su elaboración y, por último, partir del compromiso de todos los implicados

El PEC de un Centro de Educación Especial no difiere sustancialmente en su diseño del PEC de los centros ordinarios (Peñafiel Martinez, 2001). El Proyecto Educativo del Centro de Educación Especial debe en un primer lugar asumir la diversidad de las necesidades del alumnado al que escolariza y por consiguiente, facilitar la elaboración de adecuaciones curriculares que permitan dar respuesta educativa acertada a los alumnos, por parte del equipo de profesores y profesionales que trabajan en el Centro.

Entre los aspectos que debe recoger el PEC para dar ajustada satisfacción a las NEE de los alumnos se encuentran los siguientes: elementos teóricos que configuren sus señas de identidad; acuerdos respecto al proceso de identificación y valoración de las NEEs; identificación funcional de las NEEs en las distintas áreas de desarrollo; implicación interdisciplinar e integrada de los distintos

profesionales en la valoración funcional de las NEEs; delimitación de las posibilidades educativas del alumno (en oposición a las limitaciones o déficits); flexibilidad en la organización del centro; establecimiento de la relación del centro con otros recursos del sector; etc.

GAIRÍN (1998; cit. En Sanchez Palomino y Torres Gonzalez, 2001; pp,l5O.-l5l), destaca que un Proyecto Educativo que recoja la atención a la diversidad de los alumnos debe incluir aspectos como:

“Sensibilizar a toda la comunidad escolar de la necesidad de educar en la diversidad, favorecer el contacto con otros centros e instituciones, desarrollar una relación estrecha entre el centro, el entorno y las familias, educar en el respeto a las diferencias, la solidaridad y la tolerancia, incorporar en el curriculum contenidos y objetivos relacionados con la diversidad cultural, personal y social de los alumnos, y fomentar la formación permanente del profesorado para atender a la diversidad.”

El otro gran documento que dirige la vida del centro es el Proyecto Curricular, recoge las concre­ciones y adecuaciones del Currículo Oficial a las peculiaridades y necesidades del alumnado de cada nivel educativo y a las características y exigencias del contexto sociocultural del centro.

Expresa la secuenciación y organización de los objetivos y contenidos, la determinación de las opciones metodológicas y los criterios de evaluación para cada uno de los ciclos, en función de las características del alumno y del centro.

Las finalidades básicas son aumentar la coherencia de la práctica educativa, a través de la toma de decisiones conjuntas por parte del equipo de profesores; incrementar la competencia docente del profesorado, mediante la reflexión sobre su práctica; y adecuar las prescripciones de la Administración, al contexto.

Las funciones básicas que cumple son, entre otras, adecuar y concretar las prescripciones dadas en el Currículo Oficial a la realidad de cada centro; traducir en intervención didáctica las opciones educati­vas del Proyecto Educativo; mejorar la competencia docente a través de la reflexión sobre la práctica; asegurar la coherencia, progresión y continuidad de la intervención educativa a seguir con el conjunto de alumnos de cada etapa educativa; servir de instrumento de formación permanente del profesorado, y orientar el trabajo del aula.

Las decisiones adoptadas afectan a las preguntas ¿Qué enseñar?, ¿Cuándo enseñar?, ¿Cómo enseñar?, ¿Qué, cómo y cuándo evaluar?; así como, las medidas de atención a la diversidad.

En el proceso de elaboración y desarrollo intervienen el conjunto de profesores del centro, entre los que se distribuyen las diferentes responsabilidades que tendrán como fruto el documento. El proceso se lleva a cabo de la siguiente manera: la Junta de profesores se responsabiliza de su elaboración. En algunas Comunidades Autónomas se ha determinado un órgano específico que se encarga, entre otras funciones, de su coordinación. (Consultar su existencia en ~A-B-ROC.). El Claustro es responsable de su elaboración, y la Inspección educativa se ocupa de la supervisión.

LOS CRITERIOS que deben presidir la elaboración de este documento son el trabajo en equipo, apertura al entorno, ajuste de las características del alumnado al que va dirigido, motivación intrínseca del profesorado, establecimiento de un ritmo de trabajo que garantice la operatividad, planificación y organización de la participación.

La elaboración del Proyecto Curricular tiene que realizarse en función de un amplio conocimiento y análisis de la realidad a la que se dirige, de manera que se pueda partir de una información sólida que permita tomar las decisiones más ajustadas. (Para la realización de este apartado el opositor deberá cerciorarse de si existe una normativa específica en la Comunidad Autónoma por la que se presenta, que oriente la elaboración en centros específicos~EBO.CEEs).

Algunos de los aspectos que deben quedar recogidos para atender las N.E.Es. de los alumnos escola~ rizados en el centro son los siguientes: adecuación de los objetivos generales a la realidad de cada Centro; introducción de nuevos contenidos; selección significativa de contenidos y organización en áreas curriculares, que se podrán corresponder con las establecidas en el currículo oficial o presentar el carácter de ámbitos de desarrollo; orientaciones para incluir los contenidos de carácter transversal; secuenciación coherente de objetivos y contenidos; utilización de estrategias metodológicas que partan de la intuición, experiencia y vivencias de los alumnos y se ajusten a su ritmo y estilo de aprendizaje (inventarios, talleres…); selección de sistemas de comunicación con los alumnos; adecuación de los criterios de evaluación del Currículo Oficial; priorización de la globalización como enfoque metodológico; elaboración ajustada de los criterios de evaluación por ciclos educativos; determinación de estrategias evaluadoras e instrumentos idóneos; eva]uación formativa del proceso educativo; selección de materiales y otros recursos didácticos adecuados a las características y necesidades de los alumnos; acondicionamiento de los espacios – aula a las diferentes N.E.Es. que presenten los alumnos; organización flexible de espacio y tiempo; coordinación y planificación de los horarios; establecimiento de fórmulas de trabajo cooperativo entre el profesorado de los distintos tramos educativos; arbitrio de fórmulas de coordinación docente; establecimiento de cauces de participación de la familia en la vida del Centro; determinación de los procedimientos e instrumentos de evaluación más idóneos para la valoración de las N.E.Es; modelo de documento que explicite las adaptaciones curriculares y de informe a las familias.

Con respecto a la adaptación de objetivos, contenidos y criterios de evaluación algunos de los criterios a considerar para la adaptación son: relacionarse con la salud y el bienestar; compensar en la mayor medida las dificultades y discapacidades de los alumnos; que impliquen aprendizajes requeridos y necesarios en el entorno social; que favorezcan habilidades y destrezas facilitadoras del aprendizaje de otros objetivos y contenidos básicos para el desarrollo y progreso posteriores; que sean relevantes durante toda la escolaridad; que promuevan un mayor grado de autonomía personal; que favorezcan la elección según sus preferencias y tomar decisiones en los sucesos que les afectan.

Los criterios para la evaluación del progreso podrían tener en cuenta, entre otros, los intentos de aproximación a las actividades y participación más prolongada en juegos y tareas; la desaparición o reducción de comportamientos socialmente inadecuados y/o perjudiciales para la salud propia o la de otros; la progresiva manifestación de actitudes positivas hacia personas y situaciones; la torna de iniciativas en las actuaciones; en determinados casos, las señales fisiológicas de bienestar (tono relajado, ritmo respiratorio y pulsaciones normales).

En definitiva, la elaboración del Proyecto Curricular en centros de Educación Especial deberá tomar en consideración las especiales necesidades, graves y permanentes, de los alumnos que escolariza.

Hemos de resaltar la organización de los centros de Educación especial como consecuencia de la aplicación de los principios de PARTICIPACIÓN de la comunidad educativa y de AUTONOMÍA organizativa y pedagógica de los centros, presentando aspectos diferenciadores respecto a los centros ordinarios.

Asimismo, destacaremos la importancia de tener en cuenta las características específicas de los alumnos con necesidades educativas especiales escolarizados en un centro específico, a la hora de elaborar el Proyecto Educativo de Centro y el Proyecto Cunicular, documentos principales que rigen la actividad del centro y ofrecen coherencia y continuidad educativa.

Para el desarrollo de este tema hemos utilizado la siguiente BIBLIOGRAFÍA:

* CNREE: Alumnos con necesidades educativas especiales y adaptaciones curriculares. Madrid, 1992.

* GORTAZAR, A. en MARCHESI, A.; COLL, C. y PALACIOS, J.: Desarrollo psicológico y educación III. Necesidades educativas especiales y aprendizaje escolar. Alianza Psicología, Madrid, 1992.

* PEÑAFIEL MARTIINEZ,F. (200 l):La Educación Especial en los centros educativos. En: Salvador Mata, F: Enciclopedia Psicopedagógica de Necesidades Educativas Especiales. Málaga: Aljibe.

* SALVADOR MATA,F(2001): Enciclopedia Psicopedagógica de Necesidades Educativas Especiales. Málaga: Aljibe.

*SÁNCHEZ PALOMINO, A. y TORRES GONZÁLEZ (coord.): Educación Especial 1. Ed. Pirámide, Madrid, 1997.

* SANCHEZ PALOM1NO,A.; TORRES GONZALEZ,J.A. (2002): Educación Especial. Centros educativos yprofesores ante la diversidad. Madrid: Pirámide.