Tema 9A – La participación de la familia en la educación de los alumnos y de las alumnas con necesidades educativas especiales. Cauces de participación. El papel de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos.

Tema 9A – La participación de la familia en la educación de los alumnos y de las alumnas con necesidades educativas especiales. Cauces de participación. El papel de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos.

1. INTRODUCCIÓN.

2. La participación de la familia en la educación de los alumnos y de las alumnas con necesidades educativas especiales.

2.1 LA NECESARIA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS ALUMNOS CON NEE.

2.2 ÁMBITOS DE ESTIMULACIÓN DE LA FAMILIA DEL ALUMNO CON NEE.

2.3 EL PAPEL DEL DOCENTE EN LA PARTICIPACIÓN Y ORIENTACIÓN FAMILIAR.

2.4 ASPECTOS CONCRETOS SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DEL ALUMNO CON NEE.

2.5 EL PAPEL DE LOS HERMANOS DE LOS ALUMNOS CON NEE.

3. CAUCES DE PARTICIPACIÓN.

3.1 EL CONSEJO ESCOLAR.

3.2 LAS ASOCIACIONES DE MADRES Y PADRES DE ALUMNOS.

3.3 LAS ESCUELAS DE PADRES.

3.4 LA “ACCIÓN INTERFAMILIAR”.

4. El papel de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos.

5. BIBLIOGRAFÍA.

1. INTRODUCCIÓN.

En nuestro sistema educativo, la estructura del mismo viene dada por la Ley de Orgánica, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), que en su artículo 3 establece que las enseñanzas se dividirán en:

– Enseñanzas de régimen general ( EI, EP, ES y FP ) recogidas en el Título I

– Enseñanzas de régimen especial ( E. De idiomas y artísticas ) que corresponden al Título II de dicha ley.

En todas ellas debe participar la familia y así lo señala la LOGSE en su preámbulo y en su artículo 7 cuando indica la importancia de la participación de los padres en el proceso de E-A de sus hijos.

También hace mención de esta importancia la LOPEGCE de la participación de la familia en el funcionamiento y gestión de los centros educativos.

2. LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

La participación de la familia en la educación de los acnee[1] va a estar condicionada por el tipo de reacciones y actitudes que se den entre los padres de estos niños.

Respecto a las reacciones de los padres, hay que decir, que son con frecuencia complejas, porque en una familia no sólo conviven padres e hijos, sino hermanos, abuelos y a veces otras personas que proyectan sus ansiedades y expectativas no únicamente sobre el niño sino incluso entre ellos. Estas reacciones casi nunca suelen ser adecuadas al problema.

Ante el nacimiento de un bebé con nee, suele darse una serie de situaciones como son:

q Fase de shoc: aparece cuando se les informa. Se produce confusión, una parálisis de acción así como una agresividad hacia el médico que les informó. Dura varios días.

q Fase de reacción: en esta fase los padres se suelen deprimir, suelen sufrir ansiedad hacia un futuro incierto y se sienten culpables por sus sentimientos, sintiéndose responsables.

q Fase de adaptación: es como empezar de nuevo. Empiezan a ver el problema de forma más realista, a dirigir sus fuerzas hacia el niño, a optimizar el entorno.

2.1 LA NECESARIA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE LOS ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

Como señalan Sola y López (2000) es sobradamente reconocida la importancia que tiene la familia en la educación. Así mismo, queda recogido en el preámbulo de la LOGSE cuando señala que: “particularmente relevante para la consecución de sus objetivos es la participación de los distintos sectores de la comunidad educativa, singularmente de los padres, profesores y alumnos”.

Respecto al alumnado con nee, en todos los documentos publicados por el MEC se recoge la necesidad de que la educación de estos alumnos debe y necesita ser una tarea compartida entre padres y profesores. Es necesario señalar que la participación de los padres, como muchas otras, es una tarea que han de contemplar los equipos docentes.

El hecho de tener un hijo con nee no debe suponer el recibir un trato muy distinto al de los otros padres, por lo que se debe tender a que participen siguiendo los cauces establecidos para todas las familias. Pero, por otra parte, probablemente haya que adaptar algunos de los contenidos de las distintas actividades; así por ejemplo, en una entrevista inicial con la familia de un niño que presenta dificultades motrices se deberá recabar más datos, que con la generalidad de los niños, sobre pautas posturales, formas de desplazamiento, ayudas técnicas, etc.

Queda demostrado, como señala Cavalcanti y Raymunda que un trabajo de EE que se caracterice por la escasa o nula participación de los padres llega ser, frecuentemente, infructífera.

Respeto a esta temática, Sola y López (2000) aducen una serie de razones que confirman los planteamientos anteriores:

– El reconocimiento de que los padres son los primeros y más importantes educadores de sus hijos.

– La convicción de que la participación en situaciones que impliquen relaciones sociales y nuevas experiencias han de suponer para los niños y padres un enriquecimiento que incidirá positivamente en su desarrollo.

– Los resultados obtenidos en diferentes programas de educación de padres.

– La fuerte implicación de padres en la asociaciones de defensa de los niños con retardo en el desarrollo.

2.2 ÁMBITOS DE ESTIMULACIÓN DE LA FAMILIA DEL ALUMNADO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

Como señala Tena (1993), la participación de la familia en la educación del acnee implica dos tipos de estimulación: una estimulación temprana y otra posterior, una vez alcanzados los primeros avances.

La estimulación temprana coincidirá con la escolarización del alumno con nee en la etapa de EI, la cual abarca la escolarización de los niños con edades comprendidas entre los 0 y los 6 años, si bien ante el carácter voluntario de esta etapa, dicha escolaridad puede no llevarse a cabo.

Autores como Cabrera y Sánchez (1994) hacen un llamamiento sobre la importancia de la colaboración entre la familia y la escuela u otros centros educativos y/o de atención a las necesidades específicas del niño, incluso, desde que éste es un bebé.

El hecho es que en todas las áreas a desarrollar (aspectos motrices, reflejos, actitudes, comunicación, etc) la familia ha de conocer técnicas básicas para colaborar con la estimulación del niño. A este propósito hay numerosos libros y guías que pueden ayudar a las familias o a los docentes.

Respecto a la colaboración familiar en la estimulación posterior a la atención temprana, su papel sigue siendo fundamental. Según Tena (1993), la familia deberá colaborar con el tutor reforzando en casa los ejercicios que realiza en el centro relacionados con la comprensión y expresiones verbales, especialmente en relación al aspecto oral, con la educación sensorial, la percepción auditiva, visual, rítmica, espacial, temporal así como el resto de las áreas de su currículo adaptado sobretodo en los aspectos sociales que promueven una verdadera integración tendente a la normalización del acnee, lo cual va a llevar a cabo de un modo especial por las posibilidades del hogar, salidas, fines de semana, juegos con hermanos, etc.

2.3 EL PAPEL DEL DOCENTE EN LA PARTICIPACIÓN Y ORIENTACIÓN FAMILIAR.

En general, los maestros, tutores, maestros de EE…, pueden contribuir a la participación de los padres de los alumnos en la educación de éstos a través de entrevistas y reuniones con ellos.

Las entrevistas tienen un carácter más personal ya que se refieren a un alumno concreto e idealmente han de tener lugar no sólo con la madre, como suele suceder, sino también con el padre. Hay que cuidar las condiciones en las que se va a desarrollar la entrevista para que ésta sea exitosa: horario, que el niño no esté presente, convocatoria previa, actitudes durante la entrevista, etc.

Las reuniones se realizan con un grupo de padres a propósito de todos o algunos de los alumnos. Las reuniones informativas con grupos de padres constituyen un momento importante de encuentro entre el equipo educativo y las familias. Sirven para transmitir información de orden general no centrada en un alumno concreto. Evidentemente, también es necesario planificar, organizar y convocar las reuniones con una serie de requisitos a tener en cuenta: horarios asequibles, preparación del espacio, contenido, metodología, etc. Teniendo en cuenta los objetivos que se pretenden y el tamaño del grupo.

Es fundamental en todas las reuniones asegurar un clima de cordialidad. Las reuniones y las entrevistas tienen como finalidad conseguir la cooperación de los padres en la educación. Para esta cooperación es preciso, por un lado, intercambiar información en las dos direcciones y por otra parte, una de las formas más completas de cooperación de madres / padres con la escuela es su participación en actividades educativas.

Como indica Tena (1993), la palabra clave a la hora de plantearnos la relación entre el docente y la familia del acnee es “colaboración”. Dicha colaboración debe apoyarse en el respeto mutuo y desarrollarse en un plano de igualdad para que sea efectiva. Ambas partes tienen cosas que decir y hacer desde sus propios ámbitos en pro de la mejora global y mejor desarrollo del niño.

2.4 ASPECTOS CONCRETOS SOBRE LA PATICIPACIÓN DE L FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

En primer lugar, las familias deben aportar información sobre el niño con nee. A la hora de elegir las actividades y sistemas de información entre la familia y los docentes, hay que tener en cuenta: qué tipo de información se quiere recibir y transmitir, cómo se va a hacer y cuándo se va a realizar el intercambio de informaciones.

El intercambio de información que resulta tan necesario en el proceso educativo del acnee debe tener un carácter bidireccional, por lo que además de la pregunta sobre qué información recabar a los padres, es necesario plantarse qué información hay que transmitir.

Es importante señalar que tanto la Orden 12 de Noviembre de 1992 sobre la evaluación en EI y P, como la Orden de 1 de Febrero de 1993 sobre evaluación en EI y P en Andalucía, establecen que el tutor informará regularmente a las familias sobre los progresos y dificultades de cada niño. Deberá comunicarse, al menos trimestralmente mediante un informe escrito.

En lo que respecta a la información a la familia sobre evaluación de sus hijos, cada centro elaborará su propio modelo de informe de acuerdo con el PEC del mismo. El MEC (1993) en los Documentos de apoyo a la evaluación Infantil y Primarias recomiendo que en los informes a las familias se emplee un lenguaje claro y sin tecnicismos. El informe deberá incluir todo aquello que sea relevante sobre el proceso y la situación de aprendizaje en que se encuentra el alumno.

Por otra parte, la implicación de los padres puede ser esporádica y sistemática como indican Calvacanti y Raymunda (1982):

– La implicación sistemática es aquella que tiene un carácter más regular, más estable y que forma parte de la metodología de trabajo con los alumnos.

– La implicación esporádica consiste en participar en algunos momentos determinados a lo largo del curso.

Sea cual sea el grado de colaboración es fundamental que el marco en el que ésta se va a dar quede claro para ambas partes (familia y escuela), lo cual supone un trabajo previo para acordar actitudes, tareas, funciones, etc. La improvisación en este sentido suele ser, además de desconcertante, negativa en todos los aspectos.

Por último, señalaré una serie de objetivos o finalidades de la colaboración entre padres y profesores, siguiendo a Mittler (1989):

· Prestarse ayuda mutua en el día a día con sus alumnos-hijos.

· Transmitirse información mutuamente, necesaria para actuar correctamente.

· Compartir la socialización.

· Trabajar en común en aspectos tales como autocuidado, independencia, comunicación.

· Planificar y desarrollar programas específicos de E-A.

· Facilitar, desde un clima de entendimiento, la toma de decisiones (a veces arriesgadas), sobre las más adecuadas estrategias de E-A.

2.5 EL PAPEL DE LOS HERMANOS DE LOS ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

Personalmente considero una necesidad incluir este apartado, el papel que van a desempeñar los hermanos de acnee, en el tema que nos ocupa. Como indica Lobato (1992), las relaciones que existen entre hermanos forman parte de los lazos más enriquecedores y duraderos que las personas pueden crear.

Según este autor, podemos ver con frecuencia hermanos, a menudo pequeños, que no parecen impresionados ante la atmósfera del hospital o el colegio de EE, ni por la discapacidad que pueda tener su hermano. También están aquellos que se mantienen cerca y animan a sus hermanos y padres durante los procedimientos difíciles y que les elogian tras las sesiones de tratamiento.

Lo que sí es cierto es que los hermanos, entre los cuales puede haber alguno con necesidades específicas o no, modelan activa y mutuamente sus vidas y se preparan unos a otros para las experiencias que posteriormente habrán de vivir con sus iguales y como adultos. Las principales áreas de influencia o funciones de los hermanos van a abarcar:

Þ Experiencias emocionales y su expresión (amor, afecto…). Dentro de éstas, cabrían distinguirse las experiencias y habilidades sociales y la personalidad.

Þ Influencias en las relaciones con terceros (marcar las expectativas, labor de pionero, mantener los secretos y alianzas…).

Þ Enseñanza: difusión de la información (iguales, citas, cultura moderna: moda, música…).

3. CAUCES DE PARTICIPACIÓN.

La participación de los padres encuentra su fundamento legal en el contexto de la Constitución española, donde se reconocen también otros órganos de participación. Así, por ejemplo, en su artículo 27 establece que: “los poderes públicos garantizan el derecho a todos a la educación, mediante un programa general de la enseñanza con la participación efectiva de todos los sectores afectados”.

La educación de los alumnos con nee, al igual que el resto de los niños, no es obra exclusiva de la escuela o de la familia, sino de la acción de ambas. Es de suma importancia que la familia participe en la programación educativa, ya que permite la unificación de los fines, objetivos y medios educacionales. Está claro que el fin primordial es la educación del niño y, para ello, se requiere que ambas partes confronten posturas y actúen de acuerdo.

Ya he hecho a lo largo del tema, referencia a algunas vías de participación de las familias de acnee, como son la entrevista, informes, reuniones… Todo esto permite establecer una relación de carácter positivo entre padres y docentes y promover actividades cooperativas escuela-hogar, tan importantes en el terreno educativo y, sobre todo, con estos niños susceptibles de una atención continua en donde la mayoría de los objetivos programados deberán trabajarse y reforzarse en el hogar y en la escuela de forma simultánea o, por lo menos, no contradictoria.

No obstante, existen otros cauces de participación, de índole colectiva, que es necesario destacar:

3.1 EL CONSEJO ESCOLAR.

Tanto el RD 82/96 por el que se regula el Reglamento Orgánico de las escuelas de EI y colegios de EP por el MEC, como el D201/97 por el que se regula el Reglamento Orgánico de las escuelas de EI y colegios de EP para Andalucía, recogen la participación de los padres dentro del Consejo Escolar.

Éste es el máximo órgano de gobierno de los centros y está compuesto por:

· El director, que será su presidente.

· El jefe de estudios.

· Un número de profesores (elegidos por el claustro) que no podrá ser inferior a 1/3 del total de los componentes del Consejo.

· Un número de padres y alumnos elegidos por y entre ellos y que no podrá ser inferior a 1/3 del total de los componentes.

· Un representante del personal de la Administración y servicios (en CEE estará incluido el personal de atención educativa complementaria)

· El secretario (o administrador) que actuará como secretario del consejo, con voz y sin voto.

El Consejo Escolar se renovará por mitades cada dos años. Entre sus competencias la LOPEGCE le atribuye:

q Establecer las directrices para la elaboración del PEC, aprobarlo y evaluarlo.

q Elegir al director del centro.

q Decidir sobre la admisión de alumnos.

q Aprobar el ROF.

q Resolver los conflictos e imponer las correcciones con la finalidad pedagógica.

q Aprobar el proyecto de presupuesto y la ejecución del mismo.

q Aprobar y evaluar la programación general del centro.

q Analizar y valorar el funcionamiento general del centro.

q Otras.

Las administraciones educativas podrán regular la creación de comisiones dependientes del Consejo Escolar para los objetivos que se determinen.

3.2 LAS ASOCIACIONES DE MADRES Y PADRES DE LOS

ALUMNOS (AMPA).

Las AMPAs son una de las principales, no la única, vías de relación entre la familia y la escuela, y por lo tanto, uno de los cauces de participación de los padres en el centro educativo. Permite la participación activa y directa de las madres y padres de alumnos en el Centro.

Las AMPAs constituyen un colectivo de carácter institucional, dentro de los centros educativos, que ha de tener en cuenta, en pos de un mayor entendimiento y operatividad, las finalidades, derechos, etc. que la normativa vigente les otorga. A nivel estatal, por ejemplo, la Ley de Ordenamiento del Derecho a la Educación (LODE) en su artículo 5, garantiza la libertad de asociación de los padres dentro del ámbito educativo.

Señalar la conveniencia de que las actividades que planifiquen las AMPAs queden recogidas en el PAC cada comienzo de curso, presentándose las actividades propuestas al equipo directivo para su coordinación con el resto de actividades.

En lo que respecta a las familias de acnee, a menudo, están llenas de cargas afectivas y tan preocupadas en el problema de su hijo en concreto que las cuestiones que más interés despiertan en ellas suelen estar referidas a esto mismo. Aunque esto es negativo, ha de ampliarse su visión si pretendemos elaborar una relación escuela-familia integrada en una perspectiva más amplia de escuela-sociedad.

3.3 LAS ESCUELAS DE PADRES.

Las escuelas de padres se constituyen como uno de los instrumentos más idóneos para conseguir la formación y colaboración de las madres y padres. Éstas, como indican Sola y López (2000), nos van a permitir, junto con la tutoría, mantener encuentros con las familias de los acnee con el fin de:

Þ Recabar información básica y necesaria del alumno para comenzar su plan de intervención educativa en lo concerniente a comportamientos, hábitos, actitudes, etc.

Þ Prestar un servicio de orientación a los padres para que colaboren en el intento de corregir pautas de conductas no deseadas.

Þ Solicitar sus aportaciones y aceptación sobre el diseño educativo que ha de seguir el alumno.

La comunicación de unas familias con otras en las escuelas de padres es un factor siempre positivo que aumenta el conocimiento de las mismas a partir de la experiencia de cada uno y constituye, así mismo, un medio de integración, participación y colaboración eficaces de las mismas con el proceso educativo que se lleva a cabo en el colegio.

3.4 LA ACCIÓN INTER-FAMILIAR.

La acción interfamiliar, como indica Bierent (1982) es un producto típicamente francés. Esta acción de ayuda a las familias de niños con nee, tiene como rasgo sobresaliente el que los agentes son padres, familiares de alumnos excepcionales y el término de su acción, otros padres, otros familiares. Entre sus principales principios está el vivir juntos, para aprender juntos a normalizar toda la vida de la familia.

En España, en distintas asociaciones, hay un fuerte movimiento a favor de este género de acción, a imagen y semejanza de lo que en Francia se viene haciendo desde hace años.

4. EL PAPEL DE LOS PADRES EN LA TOMA DE DECISIONES RESPECTO AL PROCESO DE ESCOLARIZACIÓN DE ALUMNOS CON N.E.E.

La legislación actual garantiza a los padres de niños con nee el derecho a la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización de estos alumnos. Así lo indica la LOGSE en su artículo 37.4.

Este mismo criterio, se recoge en la Orden de 14 de Febrero de 1996 sobre la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización, la cual señala en su artículo 14.5 que: “los padres o tutores podrán participar en el proceso de escolarización, recibiendo información sobre el procedimiento y opciones de escolarización. Serán oídos antes de adoptar la resolución de escolarización de sus hijos”.

No obstante, la participación / colaboración de los padres no va a ser únicamente en la toma de decisiones sobre escolarización, sino que también será necesaria en el proceso de identificación de las necesidades educativas, puesto que en dicho proceso conlleva la evaluación de datos personales del alumno, del contexto del aprendizaje y sociofamiliar.

Teniendo en cuenta lo dicho, el RD 696/95 señala en su artículo 9, sobre la participación de los padres en la toma de decisiones respecto al proceso de escolarización del acnee, lo siguiente:

1) Los padres tendrán una información continuada de todas las decisiones relativas a la escolarización de sus hijos.

2) En todo caso, en la enseñanza obligatoria, los padres o tutores podrán elegir el centro escolar para matricular a sus hijos.

3) La incorporación a la enseñanza postobligatoria de los acnee estarán sujetas a las condiciones establecidas con carácter general.

4) El MEC procurará esta colaboración.

Otro aspecto a tener en cuenta, se refiere a la promoción de estos alumnos, a lo que la Orden de 18 de Noviembre de 1996 señala que esta decisión será autorizada por la Delegación Provincial de la Consejería de Educación y Ciencia correspondiente y que en su petición de permanencia deberá ser oída la familia.

5. BIBLIOGRAFÍA.

– Bierent (1982): “La profesión de ser padres. La acción interfamiliar”. Rev. Siglo Cero. Nº 80.

– Calvacanti y Raymunda: “Cursos para padres de niños deficientes: una experiencia en discusión”. Rev. Siglo Cero. Nº 80.

– Lobato (1992): “Hermanos y hermanas de niños con necesidades especiales”. Ministerio de AA.SS. INSERSO.

– Mittler, en Sola y López (2000).

– Sola y López (2000): “Enfoques didácticos y organizativos de la EE” Grupo editorial universitario. Granada.

– Tena (1993): “El entorno sociofamiliar del niño deficiente”. En Bautista: “NEE”. Aljibe. Málaga.


[1] “aquellos que requieran, en un período de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas por padecer discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales, por manifestar trastornos graves de la conducta, o por estar en situaciones sociales o culturales desvaforecidas” (LOPEGCE).