Tema 5 – La salud y la calidad de vida. Hábitos y estilos de vida saludables en relación con la actividad física. El cuidado del cuerpo. Autonomía y autoestima.

Tema 5 – La salud y la calidad de vida. Hábitos y estilos de vida saludables en relación con la actividad física. El cuidado del cuerpo. Autonomía y autoestima.

0. INTRODUCCIÓN.

1. LA SALUD Y LA CALIDAD DE VIDA.

1.1. Concepto.

1.2. Relación entre Educación y Salud.

2. HÁBITOS Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES EN RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD FÍSICA.

2.1. Evolución histórica.

2.2. Modelos de Educación física para la salud.

3. EL CUIDADO DEL CUERPO.

3.1. Antecedentes históricos.

3.2. Higiene.

3.3. Alimentación equilibrada.

3.4. Los componentes del peso corporal y su relación con la actividad física.

3.5. Descansos y esfuerzos adecuados.

3.6. Las posturas escolares.

3.7. Influencias de la actividad física sobre el organismo y la salud.

4. AUTONOMÍA Y AUTOESTIMA.

4.1. La autonomía como objetivo.

4.2. Autoestima: concepto y desarrollo.

5. CONCLUSIONES.

6. APLICACIÓN DIDÁCTICA.

7. BIBLIOGRAFÍA.

8. RESUMEN.

0. introducción.

El cuidado del cuerpo representa un estado de bienestar general, de equilibrio en el cumplimiento de normas y hábitos de salud que deben adquirirse desde los primeros años de la infancia a fin de conservar e integrar las funciones del organismo y de prevenir riesgos y hábitos nocivos para el desarrollo personal, social y medioambiental.

Entre dichos hábitos se pueden considerar la alimentación equilibrada, la higiene y arreglo personal, el orden en la realización de actividades cotidianas, el descanso, las relaciones con los demás y, fundamentalmente, la realización segura, sistemática y adecuada de la actividad físico–deportiva.

En Educación Primaria, la importancia del tema de la salud queda patente con su inclusión como bloque de contenidos específico (Salud) y como tema transversal (Educación para la salud).

1. la salud y la calidad de vida.

1.1. concepto.

La salud ha sido definida por la OMS como: “El estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente de ausencia de afecciones o enfermedades” (1946), y posteriormente como: “Una manera de vivir autónoma, solidaria y gozosa” (1976) (recogido en M. Delgado, 1999).

La salud debe ser entendida como algo más que ausencia de actividad, como un fenómeno no estático, sino dinámico (Sánchez Bañuelos, 1998). Así, en la última década, la misma ha sido referida como el conjunto de condiciones y calidad de vida que permita a la persona desarrollar y ejercer todas sus facultades en armonía y relación con su propio entorno (Perea, 1992). Este concepto de salud, que implica ya un hecho individual y colectivo simultáneamente, se traduce en un estado de bienestar personal, de la sociedad y en un ambiente saludable, que tiene como finalidades últimas el sentirse a gusto con uno mismo y la optimización de la calidad de vida (Sánchez Bañuelos, 1998).

En la actualidad el interés se centra en la promoción de la salud; reconociendo que los estilos de vida están expuestos a influencias sociales, de producción y de consumo, además de a las del entorno físico, medioambiental o ecológico.

Así pues, la relación entre los conceptos de salud y calidad de vida, queda establecida según las siguientes consideraciones:

· La salud y la enfermedad no deben considerarse en términos absolutos, sino relativos; tampoco son fenómenos estáticos, sino dinámicos, tanto desde el punto de vista individual como social, ya que se hallan en permanente evolución.

· La noción actual de salud integra los niveles individual, social y medioambiental, de forma que hoy en día se tienen muy en cuenta los factores de riesgo en relación con las condiciones socioambientales: la higiene, la manipulación de alimentos, la calidad de los mismos, los hábitos físico–deportivos, el tipo de vivienda, el desempleo, el estrés, la contaminación, la pobreza…

· Las personas, de forma individual y colectiva, configuramos un ambiente propio que, a su vez, nos influye recíprocamente, de ahí la importancia de la salud en el currículum escolar, como señala la Conferencia Europea celebrada en Dublín, en febrero de 1990.

En relación con la práctica físico–deportiva, la UNESCO, en La carta del deporte, preconiza que todas las organizaciones Internacionales, Nacionales y Regionales, gubernamentales o no, que se ocupan de ella, deben dedicar mayor atención a estas actividades en el marco de la cooperación internacional multilateral, y proclama el derecho fundamental de todas las personas a la Educación Física y al Deporte, en cuanto a condiciones indispensables para el pleno desarrollo de su personalidad.

A partir de 1984, la OMS y el COI han establecido la correlación entre ambas en la recomendación Salud para todos y deporte para todos.

Los requisitos para un estilo de vida saludable incluyen la realización de actividad física y la investigación en este campo.

En este marco de referencia, la educación para la salud toma como punto de partida la escuela y la relación con las familias y el entorno, al objeto de conseguir el bienestar físico, mental y social.

1.2. relación entre educación y salud.

La promoción de la salud implica la participación activa de la población y la toma de conciencia comunitaria en relación con la adopción de hábitos, creencias y actitudes saludables; además de la transformación, si así fuera preciso, de los factores implicados en la calidad de vida, de tipo medioambiental, vivienda, espacios verdes, alimentación, mejoras sociales, sanidad, solidaridad, ocio y tiempo libre, etc.

En este sentido, las medidas educativas se entienden como cualquier conjunto de actividades conducentes a que la gente quiera y sepa estar sana, individualmente o con la ayuda de los demás.

Un centro escolar se considera promotor de la salud cuando…

· Considera todos los aspectos de la vida del centro educativo y sus relaciones con la comunidad.

· Se basa en un modelo de salud que incluye la interacción de los aspectos físicos, mentales, sociales y ambientales.

· Se centra en la participación activa de los alumnos/as con una metodología variada.

· Reconoce las influencias sobre la salud de los alumnos y toma en consideración actitudes, valores y creencias.

· Reconoce que muchas destrezas y procesos básicos son comunes a todos los temas de salud y que éstos deberán programarse como parte del currículum.

· Considera fundamentales la autonomía y la autoestima personales, además de la estética del entorno físico.

· Reconoce el papel ejemplarizante, de apoyo y de cooperación de profesores y padres.

· Se plantea el desarrollo curricular junto a la implicación y colaboración familiar y de la comunidad.

Desde la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía se firmaron acuerdos de colaboración y formación con la Consejería de Salud y Servicios Sociales; además colabora con grupos de expertos en todo tipo de actividades al respecto: medioambientales, recreativas, físicas, de higiene y alimentación, sexualidad, salud mental, prevención de accidentes, drogadicción… muestra su apoyo a los Proyectos de experimentación e investigación en dicho campo; la considera fundamental en el desarrollo integral de los alumnos, confiriéndole un tratamiento curricular desde todas las áreas, como tema transversal.

2. hábitos Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLES EN RELACIóN coN LA ACtividad FíSICA.

2.1. evolución histórica.

Actualmente entendemos por estilo de vida saludable, aquel factor prevención a corto, medio y largo plazo, condicionante de un estado de bienestar y calidad de vida superior (Delgado, 1999).

La relación entre actividad física y salud es una constante histórica cuya interpretación ha respondido al modelo y características dominantes; de esta forma, las referencias respecto a nuestro pasado reciente hacen alusión al papel fundamentalmente terapéutico que el ejercicio físico tenía hasta mediados de siglo, debido básicamente a las condiciones ambientales de higiene y salubridad.

En los años siguientes, las conquistas sociales y las consiguientes mejoras de la calidad de vida repercuten en la práctica de la actividad física e incorporan aspectos relativos a la alimentación integral, la medicina natural, la salud mental y el ejercicio cotidiano, resistencia, jogging, composición corporal y estética… con la finalidad de mejorar la forma física.

En la década de los 80, se propone la inclusión en el currículum de la perspectiva de la salud en la actividad física, con el objetivo de que los alumnos adquirieran el conocimiento, las habilidades y las actitudes necesarias para hacer frente a la gran influencia negativa del sedentarismo y del ritmo de vida estresante, del consumo desmesurado y del desequilibrio en general que caracterizan a las actividades cotidianas, en el marco de la participación y disfrute del ocio y tiempo libre saludable.

Diez años más tarde se incorpora esta perspectiva a nuestro currículum, y nos sitúa ante un modelo preventivo y formativo, que integra las características positivas de sus antecesores, y que no se conforma exclusivamente con la transmisión de información como única medida, sino que, en consonancia con el nivel de vida alcanzado, propone como estrategias básicas el diseño, planificación y ejecución de estrategias de acción que, en los ámbitos familiar, escolar y social, tienen como finalidad la promoción de la salud y la adquisición de hábitos saludables.

2.2. LOS Modelos de EDUCACIÓN FÍSICA PARA LA salud.

Los modelos de Educación física para la salud reconocidos en la actualidad son los siguientes (Devís y Peiró, 1992; Peiró y Devís, 1995 [recogido en C. Peiró, 2000]):

a) El Modelo Médico:

Tiene una fundamentación anatómica, fisiológica y biomecánica centrada en el funcionamiento del cuerpo y en los efectos del ejercicio físico sobre el mismo. Está fuertemente arraigado en la Educación Física, tal vez por la proximidad del entrenamiento deportivo, por la importancia que tradicionalmente hemos concedido a lo físico, y por la influencia de la medicina.

Este modelo está ligado al concepto de cuerpo–máquina, según el cual, el cuerpo debe de someterse al autocontrol de unos cuidados y un mantenimiento que haga funcionar sus piezas mecánicas, acompañándose de las explicaciones fisiológicas de los efectos del ejercicio físico sobre el organismo según ecuaciones de tipo mecánico (oxígeno más alimento, igual a energía más calor). Las principales aportaciones de este modelo se dirigen a la realización de diferentes actividades y ejercicios de forma segura y correcta, y en relación a los distintos componentes de salud, olvidándose de los aspectos psicosociales asociados.

La salud se concibe como la ausencia de la enfermedad, desde una concepción preventiva preocupada por la reducción de la mortalidad y morbilidad de la población.

La información proporcionada sobre la realización correcta de los ejercicios y actividades, y de los efectos producidos en el mismo, provocarán cambios saludables en las conductas habituales.

b) El Modelo Psicoeducativo.

Con fundamentación psicológica y experiencial se apoya en las nociones educativas de racionalidad y libertad o autonomía de elección, y trata de ayudar a los alumnos a elegir y tomar informadas decisiones que conciernen a sus actitudes y conductas respecto al ejercicio físico y a la salud.

Se amplía la participación de los alumnos en la toma de decisiones y se proporciona el conocimiento necesario sobre las relaciones entre ejercicio físico y salud, incluyendo la realización más adecuada, los componentes y efectos, junto a la confección de programas propios que se puedan poner en práctica fuera de las clases.

El ejercicio físico ayuda a modificar los estilos de vida personales, y el modelo o estilo de enseñanza destaca la motivación personal y el desarrollo de la autoestima, la autorresponsabilidad, la autodisciplina, la autonomía, etc.

No se tienen en cuenta los aspectos éticos relacionados con factores sociales, económicos o culturales, además de las posibles limitaciones personales que dificultan la toma de decisiones personales de forma que éstas sólo pudieran estar al alcance de los más capaces.

c) El Modelo Sociocrítico.

Es un modelo básicamente sociológico y se apoya en una teoría crítica de la cultura física, del papel que juegan el cuerpo, el ejercicio, el deporte, el sexo, la salud, el estilo de vida y su utilización en el consumismo y en el individualismo, la autonomía, la independencia o la igualdad de oportunidades, como un sistema de creencias sociales que pueden llevar a tomar conciencia a las personas del estado de salud individual y colectivo; personal, social, y medioambiental, que le permita abordar críticamente esta cuestión.

La orientación pedagógica es crítica, comprometida con la creación y promoción de un proceso educativo emancipatorio y reflexivo respecto a las creencias, supuestos, y prácticas del profesorado.

El proceso educativo sitúa la salud y la práctica física en la dinámica del cambio social y del equilibrio medioambiental.

En cualquier caso, incluye elementos de análisis en relación con: el carácter competitivo o recreativo del deporte escolar; el papel de la evaluación y de los instrumentos utilizados en la educación física; la influencia y difusión de valores y actitudes asociados al consumo exclusivo de la práctica físico–deportiva; el tratamiento de las actividades físicas medioambientales; los valores y procedimientos utilizados en la competición deportiva infantil, tales como la especialización precoz, el éxito inmediato o las falsas expectativas; los hábitos relativos a la nutrición, descanso, recreación, etc.

3. EL CUIDADO DEL CUERPO.

3.1. Antecedentes históricos.

La necesidad y el gusto por el cuidado del propio cuerpo, aspectos tan populares y aceptados en la actualidad, tienen en el Naturalismo y en autores como Rousseau, Tissot y Ling, entre otros, a los iniciadores en la mentalización sobre la conveniencia de la práctica de ejercicios y la adquisición de hábitos de carácter higiénico.

Los Griegos disponían de casas de baños, que pasan a Roma transformándose en las conocidas Termas; los turcos popularizan sus famosos baños, los aztecas y la mayoría de los pueblos mesoamericanos educaban a sus jóvenes en la observancia y práctica de numerosas normas higiénicas tales como el aseo y baño diario (independientemente de la temperatura reinante o de la época del año), la limpieza de dientes, o los beneficiosos baños de vapor.

Respecto al ejercicio físico y los efectos sobre el organismo que ya propugna Mercurialis (1530-1606) en el Humanismo Renacentista, cabe destacar la obra publicada con anterioridad por el doctor español Cristóbal Méndez, titulada El libro del ejercicio corporal y de sus provechos, por el cual cada uno podría entender qué ejercicio le sería necesario para conservar su salud. Libro dividido en cuatro tratados: el primero se ocupa del ejercicio y sus provechos y de su facilidad; el segundo, muestra la división de los ejercicios y pone de particular cuál sea el mejor de todos. En el tercero, define los ejercicios comunes, y en el cuarto, especifica el tiempo convenientes de los ejercicios y da a entender lo que para ello es necesario.

Inicia el primer capítulo con una cita de Galeno, según la cual la medicina es la ciencia de los sanos y enfermos, que tiene por fin la salud, siendo ésta la finalidad de su libro: el ejercicio, la medicina y la salud. Además, considera que el ejercicio es un movimiento voluntario con el cual el aliento se hace veloz y frecuente, una fuente de placer, alegría y recreación.

Su planteamiento pedagógico se basa en la voluntariedad, en la realización de ejercicios, la alegría que debe proporcionar, la no interrupción en su realización y el no llegar nunca al agotamiento. Establece ejercicios comunes y específicos según la función y los efectos producidos. Expresa que los beneficios respecto a la salud corporal se establecen en relación a una fuerza y grandeza superiores, y aumento de calor corporal que prepara la digestión y proporciona salud para todo el cuerpo, la apertura de los poros y la salida de las superfluidades, y la cura de la melancolía, tristeza o descontento.

Apunta hacia una educación sensorial e higiénica y ofrece una lista de deportes y consejos que considera convenientes: tejo, herradura, lanzar dardo, correr por parejas, saltar, bailar, jugar espada con dos manos, jugar a pelota, etc.

Su obra alcanza una mayor dimensión pedagógica al ofrecer distintos ejercicios según la edad de los ejecutantes, desde la infancia a la vejez; ejercicios para las mujeres; ejercicios para antes y después de comer; para rehabilitación y personas disminuidas, y para los enfermos que guardan cama.

3.2. Higiene.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, se define la higiene como la parte de la medicina que estudia los medios propios para conservar la salud, permitiendo el funcionamiento normal del organismo y armonizando las relaciones entre el hombre y el medio en que vive, para evitar las circunstancias nocivas que pueden eventualmente comportar estos medios.

La higiene en la actividad física de los niños y adolescentes tiene la tarea de proteger, fortalecer la salud y mejorar el desarrollo físico de la generación en crecimiento. Es necesario organizar la forma de vida del niño, la actividad escolar y el medio ambiente para crear las condiciones mas favorables para su normal desarrollo y eliminar las posibles influencias perjudiciales.

Repasemos algunas recomendaciones higiénicas relacionadas con la práctica de la actividad física y el deporte:

a) Higiene en la equipación deportiva.

La cantidad de ropa debe ser la adecuada en cada momento climático de la temporada; chandal en invierno y ropa escasa (camiseta y pantalón) en el resto de las estaciones.

Es interesante que las prendas que tienen contacto directo con la piel (camiseta y calcetines) sean de hilo, de algodón o de lana, para evitar alergias a algunos niños, así como porque favorecen la transpiración. La equipación debe estar limpia cada día, al menos los calcetines, el pantalón y la camiseta.

Las zapatillas deben ser sin tacón y de material que permita la transpiración. Es preferible tener unas buenas zapatillas que nos eviten lesiones y nos posibiliten desarrollar de forma adecuada los desplazamientos, que tener un chandal caro y vistoso. La suela debe ser de material antideslizante.

Una moda que hay que intentar desterrar en nuestros alumnos, es el llevar continuamente como calzado las zapatillas de deporte. En palabras de Doctor J. C. de la Cruz (1989) “las zapatillas de deporte se deberían usar exclusivamente para realizar ejercicio físico, debiendo disponer de calzado de calle para el resto de las clases escolares. Así se evitan enfriamientos, desestabilizaciones en los arcos plantaras y se facilita la circulación periférica de retorno tras el ejercicio físico, así como colonizaciones por hongos. La zapatilla se expondrá al sol para su secado”.

b) Higiene de las Instalaciones dónde practicamos.

Las pistas, salas o gimnasios dónde practicamos, deben estar limpias, sin irregularidades (agujeros, cuarteados, piedras, cristales…) que puedan originar alguna lesión. Si el piso no es totalmente antideslizante, procurar no practicar en él en tiempos fríos o con humedades.

Si realizamos las practicas en una instalación cubierta, hay que conseguir que su limpieza sea por aspiración y no por barrido y fregado tradicional, para evitar que el polvo que había en suspensión, continúe incluso después de haber limpiado.

Si hace mucho frío, sobre todo en las primeras horas de la mañana, es preferible el no realizar trabajos de resistencia, para evitar enfriamientos.

Los vestuarios, asimismo, deben estar limpios y posibilitar la higiene personal y el poder cambiarse de ropa con cierta intimidad, que en edades adolescentes es una de sus preocupaciones.

c) Higiene Personal.

Hay que acostumbrar a los niños/as a que después de cada sesión de Educación Física, es necesaria una ducha que posibilite el aseo. Si en el Centro donde realizamos las prácticas no hay vestuarios con ducha, debemos aconsejar a los niños, que se laven y cambien de camiseta y calcetines, y que cuando lleguen a casa, la primera actividad que hagan sea ducharse. Las prácticas de tercer tiempo pedagógico, no suelen tener ese problema, al ser menos los niños/as que practican, y realizarse fuera del horario escolar, lo que posibilita el poder hacerlo (ducharse) casi inmediatamente de terminar el ejercicio.

Hay que acostumbrar a los niños a que sean responsables de su equipación personal, que tengan una bolsa exclusiva para sus prendas deportivas. Que en esa bolsa intenten llevar siempre una toalla y jabón; camiseta limpia de repuesto, así como las posibles protecciones que precise, esparadrapo, rodilleras…

El cuidado del cuerpo lo vamos a resumir en dos grandes apartados:

 Con relación al aspecto externo.

 Con relación al aspecto corporal.

c.1.) Con relación al aspecto externo.

 Utilizar prendas deportivas limpias y no usadas.

 En la medida de lo posible cambiar la ropa de calle por la deportiva.

 Cambiar los calcetines diariamente.

 Cambiar la ropa interior con frecuencia (a ser posible diariamente).

 Lavar el calzado deportivo con frecuencia.

 No usar calzado deportivo a diario (todo el día) por la problemática que de ello se deriva.

 Usar calzado deportivo sólo para la práctica deportiva.

 Usar zapatos u otro tipo de calzado (no deportivo) en el hacer diario.

 No usar prendas deportivas utilizadas anteriormente o sudadas en evitación de enfermedades cutáneas y en prevención del mal olor.

 Usar ropa deportiva ligera.

 Usar chandal en época de frío y pantalón corto con camiseta en época de calor.

c.2.) Con relación al aspecto corporal.

Ducharse antes de acostarse cuando se realicen actividades físico–deportivas en el Colegio o fuera de él. De nada sirve que después de ducharnos, volvamos a colocarnos las ropas usadas y sudadas de días anteriores. Pues con la ducha, el baño o el lavado de nuestro cuerpo, prevenimos la aparición de enfermedades y evitamos el rechazo de nuestros semejantes por los malos olores que desprendemos al sudar.

Limpieza de dientes. Es importante enseñarles a los niños, desde temprana edad, a lavarse los dientes después de cada comida.

Para así evitar la caries que es el principal problema que afecta a nuestra dentadura.

Un niño con problemas dentales no come bien, padece frecuentes infecciones bucales y, como consecuencia de ello, va a tener bajo rendimiento escolar.

Lavado de cabeza. Lavado de cabeza por lo menos una vez a la semana, es necesario promover este hábito de limpieza, ya que su descuido puede favorecer la aparición de infecciones, entre ellas los piojos.

Limpieza de oídos. Debe de hacerse para eliminar el exceso de cerumen, para evitar la formación de tapones que disminuyan la capacidad auditiva del niño. El pabellón se limpia con agua y jabón.

Lavado diario de genitales y ano. La limpieza de estas zonas debe ser enseñadas a los alumnos como algo natural y como una parte más de nuestro cuerpo que requiere atención.

Lavado de manos. El lavado escrupuloso de las manos antes de las comidas y después de utilizar el servicio ha de ser objetivo a conseguir desde las escuelas. La limpieza de las manos se completa con el corte semanal de las uñas.

Lavado de pies. Ha de hacerse dedo por dedo y entre los dedos con agua y jabón. Enjuagarlos, secados muy bien y sobre todo cambiarse de calcetines.

La higiene corporal no es completa sin la debida limpieza del ambiente que nos rodea: clase, dormitorios, armarios, ropa, etc.

Es necesario inculcar a los alumnos la importancia que tiene para nuestra salud el conservar y promocionar el medio ecológico en el que vivimos; bosques, parques, calles, etc., para así evitar la contaminación y destrucción de nuestro medio ambiente.

Cuidar la salud del cuerpo es defender la salud mental y el desarrollo de hábitos higiénicos contribuyen al fortalecimiento del carácter.

3.3. Alimentación equilibrada.

Las necesidades nutritivas de un niño/a en estas etapas que analizamos, suelen estar cubierta por una dieta normal. La dieta mediterránea aporta vitaminas y sales minerales suficientes para un niño que haga ejercicio físico dentro y fuera del colegio.

Aveces la familia, por un exceso de celo, induce a los niños a aumentar el consumo de alimentos, pensado que realizan un bien, cuando a veces por el contrario están arrastrando a los niños a un sobrepeso en el mejor de los casos, o a una posible obesidad, si no se toman las medidas oportunas.

El exceso de alimentación, lleva asimismo al aumento de la grasa corporal. Entendiéndose la obesidad como un exceso de grasa. No se debe confundir obesidad con sobrepeso. Así, un chico puede pesar mas de lo normal para su edad, sexo y estatura y no ser obeso. El sobrepeso, es el aumento del peso corporal sobre unos patrones que se correlacionan con la estatura; ello nos lleva a conocer el peso ideal de cada uno, aunque esto en edades escolares no es muy fiable.

Hay que ir cambiando los hábitos alimenticios de los niños/as, sobre todo en los alimentos que ingieren en el recreo o en la merienda. Es preferible que se tomen una pieza de fruta, antes que los dulces preparados.

La dieta aconsejable sería: un desayuno copioso, fruta a media mañana, comida adecuada, merienda rica en lácteos y cena ligera.

3.4. Los componentes del peso corporal y su relación con la actividad física.

Peso graso: En términos generales la grasa está compuesta por la “grasa subcutánea”, “reservas de grasa” y las “grasas esenciales”.

 La “grasa subcutánea” consiste en la grasa que se encuentra formando una capa directamente debajo de la piel, en todo el cuerpo. Forma el mayor porcentaje de grasa en la mayoría de los individuos.

 Las “reservas de grasa” normalmente se encuentran en la región abdominal masculina y alrededor de las caderas y muslos en las mujeres.

 La “grasa esencial” es necesaria para el normal desarrollo y mantenimiento del cuerpo. Protege a los nervios, a las membranas y a otros muchos órganos del cuerpo.

Para el Dr. GONZÁLEZ RUANO (1987) la grasa corporal se modifica a lo largo de toda la vida hasta la edad adulta, en la que viene a representar en la mujer del 20% al 25% de su peso total y en el hombre del 15% al 18%. Esto en condiciones ideales, por lo que se estima que un varón será obeso cuando sobrepasa el 30%. Entiende la obesidad como un aumento desmedido de la grasa corporal.

Peso muscular: En el cuerpo humano existen tres clases de músculos que se diferencian en su estructura y en funcionalidad: músculos estriados, músculos lisos y músculo cardíaco.

Los músculos estriados van unidos a los huesos y sus contracciones producen el movimiento.

Por un lado el cuerpo humano tiene una gran capacidad de incrementar el tamaño y número de las grasas subcutáneas de reserva y por otro lado también el cuerpo humano, aunque en menor cantidad, es capaz de incrementar el tamaño de las fibras de los músculos estriados, Por eso cuando el cuerpo humano gana peso lo puede hacer por el aumento de cualquiera de los dos componentes.

Lo importante será entonces no saber cuánto se pesa sino qué es lo que pesa: ¿grasa o músculo?

Si analizamos químicamente la composición de la grasa y del músculo encontramos que ambos tejidos contienen aquí lípidos (grasas) y prótidos en cantidades diferentes (López y Torres, 2000):

AGUA

LÍPIDOS

PROTEÍNAS

MÚSCULO

77%

7%

22%

GRASA

22%

72%

6%

Los músculos son activos. La mayor parte del tiempo están contrayéndose y extendiéndose. La grasa es prácticamente inactiva. No tiene tantas ramificaciones arteriales como el músculo, ni tiene un papel importante en la actividad metabólica. Pero puede funcionar con menos oxígeno que el que requieren nuestro músculos activos.

La grasa no contribuye a la contracción muscular. De hecho la grasa alojada en las fibras musculares actúa a modo de freno incluso puede impedir la normal y relativa actividad y libertad de movimientos de la fibra muscular durante el ejercicio.

Peso Oseo: Compuesto por el esqueleto puede considerarse como una variante del tejido conjuntiva, con gran acumulación de sustancia intercelular formada por sales minerales, en la proporción de casi 2/3 del peso total del hueso.

Como sabemos, el esqueleto tiene una doble misión en el hombre: servir de eficaz protección del S.N.C. (cerebro y médula espinal) y proporcionar palancas para la locomoción.

3.5. Descansos y Esfuerzos adecuados.

Para que se produzcan beneficios importantes con la práctica del ejercicio, es necesario que se realicen al menos de 3 a 4 sesiones de trabajo cada semana.

La alternancia entre esfuerzo y descanso, es lo que llevará a conseguir las mejoras adaptativas inducidas por el trabajo físico. La Alternancia que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar una sesión, hay que trasladarla a todos los ámbitos de la vida del escolar. Así, es preferible practicar cuatro días a la semana, aunque sea en sesiones inferiores a una hora, que hacerlo dos días a la semana en sesiones de dos horas.

La duración de las sesiones de aprendizaje, deberían oscilar entre 45 minutos y una hora de duración. Sesiones de más de 50 minutos, comienzan a ser aburridas para los chavales.

Respecto al sueño, hay que decir en términos generales que los niños deben dormir al menos entre 9 y 10 horas, para que se restablezca el equilibrio corporal. Evitar el trasnochar y acostumbrar a los jóvenes alumnos a madrugar y a realizar las primeras actividades de la mañana con calma. Vestirse, asearse, desayunar, comprobar sus útiles escolares, comprobar su bolsa deportiva… le conducirá a adquirir hábitos de organización y actitudes de responsabilidad.

3.6. Las Posturas Escolares.

Como educadores, debemos tener cuidado de cómo se sientan los niños en clase; pensemos que están diariamente 5 horas (cuando menos) en posturas estáticas; a veces sentados en sillas cuyas dimensiones no son las adecuadas para su desarrollo físico. Ni la altura de las mesas, a veces demasiados pequeñas y bajas y otras altas que obligan a los niños a realizar posturas compensatorias para poder seguir el ritmo de la clase.

Hay que incidir en una postura correcta, desde la posición de sentado, con la espalda erguida y en contacto con el respaldo, con los pies apoyados en el suelo. Incluso hay que enseñar, a veces, a llevar las bolsas de deporte o las mochilas cargadas de libros sobre su espalda. Todos estos factores pueden ser causas de lesiones, y hay que prevenirlas. Cifosis, Escoliosis e Hiperlordosis, son la mayoría de las veces producidas por malas posturas escolares.

3.7. influencias de la actividad física sobre el organismo y la salud.

Resulta evidente que el seguimiento de un programa de Educación Física escolar, donde el primer tiempo pedagógico sólo ocupa dos horas a la semana, produce pocos efectos o efectos modestos sobre el desarrollo de la condición física en el niño, influyendo de forma, por lo general, escasa sobre sus parámetros físicos y funcionales. En realidad, los objetivos no son otros que conseguir un desarrollo armónico, sin qué se pretenda introducir modificaciones cuantitativas del desarrollo potencial natural de los sujetos o individuos a los que va dirigido.

Pero, si a través del Departamento de Educación Física del centro, o de otras Entidades, nuestros alumnos pueden ejercitarse más tiempo que el dedicado a las clases, es decir, participan de un programa de tercer tiempo pedagógico, o tienen posibilidades de realizar practicas físicas por su cuenta, es obvio que se producen modificaciones más profundas y sustanciales a nivel de todas las funciones orgánicas.

Una. adecuada sistematización de todos los Factores de la Dinámica de los Esfuerzos (Carga, Duración, Intensidad, Volumen, Complejidad… ), así como la consecución de hábitos de conducta y de vida sana e higiénica, junto con sus características morfo–funcionales individuales, producen mejoras cuantificables en el organismo de los chicos.

Dicho esto, queda claro que no todas las mejoras orgánicas son fruto de una aplicación adecuada de estímulos en nuestras clases o fuera de ellas, sino que en las edades evolutivas que trabajamos, estas mejoras son también consecuencias del desarrollo normal orgánico y funcional de los jóvenes.

Siguiendo a diversos autores ((Perea, 1992;; Devís y Peiró, 1992; Ribas, 1997; Delgado, 2000; López y Torres, 2000), podríamos afirmar que el ejercicio físico continuado aporta al organismo una serie de beneficios que pueden concretarse en los siguientes puntos:

1) Fluidez, soltura y sencillez en los movimientos, proporcionando un desarrollo armónico de los músculos y aumentando su resistencia.

2) Vigoriza al organismo, haciéndolo más fuerte para el trabajo y protegiéndolo de enfermedades.

3) Favorece el desarrollo normal del sistema óseo y previene las alteraciones.

4) Aumenta la capacidad respiratoria y favorece la circulación sanguínea.

5) Después del ejercicio físico aparecen efectos relajantes a nivel muscular, psíquico y a nivel social (facilitando las relaciones interpersonales).

6) Proporciona una autodisciplina y superación de sí mismo que prepara al niño para su mejor adaptación social.

7) Los ejercicios físicos, tanto individuales como colectivos facilitan el desarrollo global del niño, de aquí que ambas actividades deban de ser tenidas en cuenta para potenciar las tendencias naturales del alumnado.

8) Autoafirmación de sí mismo.

9) Motivación, interés y perseverancia, convencimiento en las propias posibilidades y respeto hacia las limitaciones de los demás, espíritu colectivo, alegría y buen carácter.

10) A nivel fisiológico, los efectos de la actividad física sobre el organismo son, fundamentalmente, el aumento del riego sanguíneo, el mayor aporte de nutrientes al músculo, la mejora de la actividad metabólica y funcional, básicamente cardiovascular y locomotora.

4. aUTONOMÍA y autoestima.

4.1. LA aUTONOMÍA COMO OBJETIVO.

Durante la primera etapa de la infancia, el lactante vive en una situación de completa dependencia de la madre o de la persona que lo cuida, y satisface sus necesidades de forma que esta relación se convierte en primordial en la formación de los sentimientos de confianza y seguridad de cara a la identidad futura.

Gracias a estos sentimientos, el niño se da cuenta de sí mismo y de su voluntad, además de la limitación de sus propias capacidades y de la consiguiente dependencia, llegando a dudar de su capacidad de autonomía.

Entre los l8/36 meses, el niño trata de hacerlo todo é1 sólo: caminar, comer, vestirse…, gracias al lenguaje, comunica sus deseos. A los dos años, ensayan su independencia diciendo no a todo, para de esta forma, probar el nuevo concepto de individuo con derecho propio, con capacidad de decisión y con nuevos poderes.

Los niños entre 3 y 6 años intentan obtener y mantener el sentido de autonomía mediante la experimentación y la comunicación con los demás niños en una relación de igualdad con sus compañeros, y de identificación con sus padres; en este contexto, el adulto, desde la tolerancia y el no proteccionismo, debe dirigir su iniciativa, creando un ambiente con normas regulares y estables que le proporcionen seguridad y le permitan formar sus propios hábitos; los cuales le van a permitir ser autónomo en sus acciones cotidianas y adaptarse, de forma particular y personal, a situaciones nuevas y cambiantes.

El objetivo final que se pretende conseguir, no es otro que el de lograr la mayor Autonomía personal posible.

Entre los hábitos que refuerzan la autonomía personal tenemos:

· Alimentación: Uso de utensilios, masticar y deglutir bien, orden y limpieza, durante la comida.

· Higiene:: Control de esfínteres, mantener y mantenerse limpio…

· Descanso: Desvestirse y ordenar la ropa, horario de sueño, despedida, arreglo de habitación…

· Seguridad personal: Uso de instrumentos, conocimientos de normas, prácticas preventivas de accidentes…

· Orden: En las actividades habituales, estudio y relaciones con los amigos y otras personas.

Entre los 6 y 12 años los niños aprenden las habilidades generales necesarias para sobrevivir en una determinada cultura, desarrollando una sensación de inferioridad si no se alcanza el mismo nivel de éxito que los iguales.

El grupo de niños de la misma edad desempeña una función importante en el desarrollo de la identidad, de las actitudes y de los valores como agentes socializantes. El grupo tiene una poderosa influencia y la posición que ocupa dentro de éste, tiene un considerable efecto en el concepto que se forma de sí mismo.

4.2. Autoestima: Concepto y desarrollo.

Se entiende por autoestima: Un juicio sobre la propia valía personal que se expresa en las actitudes que el individuo mantiene hacia sí mismo, indicando, a diferencia del autoconcepto, la orientación efectiva que puede evaluarse como positiva o negativa. Expresa una actitud de aprobación o desaprobación e indica el grado en que el individuo se cree a sí mismo capaz, importante o valioso.

La autoestima es el punto de partida para el desarrollo positivo de las relaciones humanas, del aprendizaje, de la creatividad, y de la responsabilidad personal, además, determina hasta qué punto el niño puede utilizar sus recursos personales en la etapa en que se encuentre.

Muchos autores la consideran un conjunto de sentimientos positivos que dan lugar al sentimiento de orgullo, la independencia, la autonomía, los logros, las emociones…; la falta de la misma ocasiona la infravaloración, el desprecio, el actuar a la defensiva, la impotencia y frustración, la influencia y manipulación de los demás, el sentimiento de culpabilidad, la evitación de la ansiedad, la escasez de sentimientos y emociones, etc.

Clemen y Bean (recogido en Torres y otros, 1993) establecen como pilares básicos del desarrollo de la autoestima:

· La Vinculación, o satisfacción al establecer vínculos importantes para él y para los demás: formar parte, relacionarse, identificarse, pertenecer, tener algo importante, confiar y que confíen en él… Entre las variables implicadas: el cariño o contacto físico, la amabilidad, elogias, la aceptación, el compartir sentimientos, experiencias, actividades o intereses, el reconocimiento y buen ambiente familiar.

· La Singularidad, o resultado del conocimiento y respeto por las cualidades que le hacen diferente, junto al respeto y aprobación de los demás. Entre las variables: la aceptación, el refuerzo y la motivación, la ayuda, el elogio, la comunicación/expresión…

· El Poder, entendido como la disponibilidad de medios u oportunidades, y la capacidad de modificar las circunstancias de su vida de manera significativa. Crecer, realizar lo planeado, sentirse responsable y conforme con las obligaciones, tomar decisiones y resolver problemas, utilizar las habilidades y el control sobre sí mismo… Variables: organizar actividades, autonomía, ser considerado importante, etc.

· Los Modelos, que reflejan la habilidad para encontrar ejemplos e ideales: compartir creencias y objetivos, comprender las consecuencias del comportamiento, ampliación de experiencias y expectativas… Variables: comunicación, orden personal y familiar, etc.

5. CONCLUSIONES.

El ejercicio físico es fundamental para el desarrollo de las potencialidades de los alumnos, por sus efectos beneficiosos sobre la salud. Por ello son necesarias acciones educativas para consolidar hábitos duraderos: una correcta alimentación, la defensa del medio ambiente, vida en la naturaleza, descansos apropiados, hábitos de higiene corporal, etc…, que incidirán de forma más favorable en el desarrollo y mejora de la educación de las alumnas y alumnos, que si se hiciera sólo con la práctica del ejercicio. El cuidado corporal, entendido en su más amplio sentido, debe constituir un contenido presente de forma constante en la práctica de la educación física. Es necesario potenciar el trabajo en torno a las rutinas propias de la higiene, y otras relacionadas de forma más concreta con el ejercicio físico, con el cumplimiento de normas y con la adopción de medidas de seguridad. Se pretende que el alumno conozca la relación existente entre educación física y salud, así como la influencia de ambas en un correcto mantenimiento corporal (Junta de Andalucía, 1992).

6. aplicación didáctica.

Este tipo de contenidos podríamos plantearlos en la elaboración de Proyecto Curricular de Centro (PCC), partiendo sobre el consenso, cooperación y coordinación, de los distintos sectores educativos, a la vez que se enmarcan como objetivo general, –que hay que enseñar–, no debiendo de olvidar la tarea de todos los equipos de la etapa educativa, en la consecución de los objetivos de los Diseños Curricular Base de la Junta de Andalucía:

· Favorecer en los alumnos y alumnas el desarrollo de una mentalidad que les permita conducirse como seres autónomos y capaces de examinar y eliminar los riesgos para la salud.

· Promover la construcción de conocimientos, actitudes y hábitos positivos para la salud, al mismo tiempo que la conciencia de la responsabilidad y participación que tienen en su propia salud y en la de los demás.

· Potenciar en los niños y niñas la construcción del concepto de salud como valor positivo.

El hecho de ir introduciendo hábitos y estilo de vida, deberían de ser una de las finalidades primordiales en nuestra labor como docentes, no sólo en el área que estamos tratando, sino a nivel de estructuras organizativas, como los ciclos, incluso a nivel general implicando en tal cuestión, a todos los sectores educativos que inciden de forma directa o indirecta en el centro (padres, alumnos, administración, servicios sociales, médicos… ). Podemos deducir que el Centro es un medio que puede favorecer el poder llevar a cabo los conceptos de salud, entendidos como:

· Comportamientos.

· Hábitos de la vida.

· Actitudes.

Que son aspectos importantes en las edades de los alumnos en donde desempeñamos nuestra docencia.

Por lo tanto, El Proyecto Curricular de Centro, junto con el 1er nivel de concreción (Diseños Curricular Base ), y el diseño y desarrollo curricular de centro, van a ser las fuentes de referencia para el desarrollo del currículum, derivadas de determinadas convicciones pedagógicas, psicopedagógicas, antropológicas e ideológicas que la Administración educativa ha asumido, y orienta el Modelo que se ofrece a los centros educativos.

En nuestro Proyecto Curricular de Centro, podemos estructurar y desarrollar en el trabajo de ciclos y niveles dicho contenido, es el segundo nivel de concreción del currículum, incluirá el análisis y la secuenciación de los bloques de contenidos, correspondiente a “cuándo hay que enseñar”.

Se podría elaborar una Unidad Didáctica en la que destaque la manera en que se trabajarían los contenidos referentes a la salud y la actividad física.

· Contenidos Conceptuales: conocimientos sobre los efectos positivos (actividad física, alimentación, etc.) y negativos (tabaco, alcohol, sedentarismo, etc.) de ciertos hábitos relacionados con la salud.

· Contenidos Procedimentales: plantear contenidos que impliquen prácticas deportivas. Experimentación por parte de los alumnos de la incidencia de ciertos hábitos sobre la salud, etc.

· Contenidos Actitudinales: importancia de tener hábitos saludables y su incidencia sobre uno mismo y sobre los demás. Predisposición a un cuidado del cuerpo, etc.

Igualmente se podría realizar una Unidad Didáctica de tipo Interdisciplinar, partiendo de varias áreas del currículo (Educación Física, Naturales, Sociales, etc.), desarrollar los temas relacionados con la Salud y la práctica de actividades físicas, destacando las repercusiones que tiene sobre el organismo y sobre la calidad de vida.

A continuación vamos a desarrollar cada uno de los contenidos anteriormente citados (Conceptuales, Procedimentales y Actitudinales) en los diferentes ciclos de la Educación Primaria:

· Primer Ciclo (6–7 años) y Segundo Ciclo (8–9 años):

Conceptuales:

a) El cuidado del cuerpo: rutinas, normas y actividades.

b) Efectos de la actividad física en el proceso de desarrollo, en la salud y en la mejora de las capacidades físicas.

c) Medidas de seguridad y de prevención de accidentes en la práctica de la actividad física y en el uso de los materiales y espacios.

Procedimentales:

a) Técnicas de trabajo presentes en la actividad corporal: calentamiento y relajación.

b) Adopción de hábitos de higiene corporal y postural.

c) Adecuación de las posibilidades a la actividad: economía y equilibrio en la dosificación y alcance del propio esfuerzo; concentración y atención en la ejecución.

d) Adopción de las medidas de seguridad y utilización correcta de los espacios y materiales.

Actitudinales:

a) Interés y gusto por el cuidado del cuerpo.

b) Autonomía ligada a los aspectos básicos del mantenimiento.

c) Respeto de los propios límites cuando impliquen un riesgo por encima de las posibilidades o un peligro para la salud.

d) Responsabilidad hacia el propio cuerpo y valoración de la importancia de la práctica de actividades físicas, de un desarrollo físico equilibrado y de la salud.

La principal diferencia que existe entre los distintos tipos de contenidos entre el primer y segundo ciclo se fundamenta en que mientras que en el primero se pretende iniciar al alumno en los contenidos anteriormente señalados, en el segundo se refuerzan dichos contenidos, concienciándolos de la importancia que tiene el cuidado del cuerpo, de los efectos sobre la salud de la actividad física, y aumentando las medidas de seguridad y prevención de accidentes en la práctica, todo ello se conseguirá utilizando adecuadamente tanto los Procedimientos como las Actitudes indicadas específicamente en estos dos primeros ciclos.

· Durante el Tercer Ciclo (10–12 años), si ya se han asimilado adecuadamente los diferentes contenidos expuestos en los dos primeros ciclos, nos centraremos más en desarrollar otros aspectos de la motricidad y sus habilidades, la expresión corporal y el deporte jugado. No obstante, podemos trabajar los principios y técnicas básicas en los primeros auxilios, enseñar a utilizar los servicios médicos en relación con los problemas ocasionados por la práctica física, y profundizar en la alimentación sana y equilibrada del joven deportista, aumentar la motivación del alumno hacia la práctica de la actividad física y deportiva con el objeto de conseguir unos hábitos y estilo de vida saludables.

A modo de Justificación, esta unidad didáctica representa, a nivel general, un intento de inculcar actividades, conocimientos y hábitos de salud que favorezcan el crecimiento y desarrollo de los alumnos, la promoción de su salud y prevención de enfermedades derivadas directa o indirectamente de la práctica deportiva, intentando adoptar un estilo de vida lo más sano o saludable posible, modificando pautas de comportamiento o costumbres poco sanas y desarrollando actitudes e ideales que favorezcan su bienestar. Específicamente, y desde el punto de vista de la Educación Física, se pretende mantener y mejorar la habilidad física y la capacidad de rendimiento corporal mediante el conocimiento de los aspectos de la salud. Esto se justifica desde el momento en que comprobamos el desconocimiento que tienen los alumnos sobre aspectos tan frecuentes como las lesiones, normas de trabajo físico, actitudes posturales, efectos de las sustancias nocivas a corto o largo plazo, etc. Para conseguir estos objetivos debemos presentar los contenidos mediante actividades lo más atractivas posibles, que resulten entretenidas, relacionadas con la vida cotidiana y que sean explicadas de forma concisa y clara.

A continuación se proponen, a modo de ejemplo, una serie de sesiones teórico–prácticas dirigidas a los alumnos del tercer ciclo (10–12 años) de Primaria.

· Actividades de Enseñanza–Aprendizaje:

1ª Sesión:

ë Comportamiento higiénico en la práctica deportiva.

ë Sesión teórica con los siguientes contenidos:

â La digestión y la actividad física.

â El atuendo deportivo.

â Normas de seguridad en las prácticas deportivas.

â El calentamiento.

â La necesidad de las progresiones en el aprendizaje deportivo.

â La vuelta a la calma.

â La ducha y otros hábitos higiénicos.

2ª Sesión:

ë Práctica sobre el comportamiento higiénico en la práctica deportiva.

ë Realización de una sesión modelo en la cual se pueden vivenciar las pautas descritas en la sesión 1ª:

â Colocación del atuendo deportivo.

â Calentamiento completo.

â Actividad Física progresiva con contenido de condición física.

â Vuelta a la calma.

â Ducha, aseo, etc.

â Cambio de atuendo.

3ª Sesión:

ë Nutrición: principios básicos y alimentación.

ë Ejercicio y Salud:

â Beneficios de la práctica de actividades físicas y deportivas sobre la salud.

â Peligros, accidentes y lesiones.

 La sesión teórica se debe terminar con un turno libre de preguntas para que los alumnos puedan satisfacer su curiosidad sobre los temas anteriormente explicados.

4ª Sesión:

ë Los servicios médicos y el deporte: cuáles son, cuándo y cómo utilizarlos.

ë Se puede incluir, a nivel práctico, una visita al centro de salud más próximo.

5ª Sesión:

ë Los primeros auxilios:

â Charla–demostración.

â Pautas de comportamiento ante accidentes.

â Técnicas básicas de urgencia.

â Inmovilizaciones.

 Se puede organizar un simulacro de accidente deportivo con varios alumnos involucrados. Se les asignarán responsabilidades diferentes y se tratará que el simulacro cubra los conceptos teórico–prácticos aprendidos, de la forma más realista posible.

6ª Sesión:

ë Actitud Postural:

â Clasificación.

â Defectos de columna.

â Defectos de posición sentados.

â Defectos al andar.

â Defectos posturales en la vida cotidiana: durmiendo, cargando pesos, llevando la mochila, etc.

 En definitiva, se trata de describir los defectos posturales más comunes, comentando los problemas que provocan y exponer claramente las soluciones, es decir, las posturas correctas.

7ª Sesión:

 Evaluación: tratar de valorar los siguientes aspectos:

1) Aprendizaje final de los alumnos, valorado mediante algún tipo de cuestionario.

2) Asimilación de hábitos y costumbres por los alumnos, mediante la observación concienzuda del comportamiento de los alumnos en clase en cuanto a normas de salud, seguridad, higiene, etc.

3) Aceptación de la experiencia: comprobar el grado de aceptación por parte de los alumnos con respecto a esta unidad didáctica mediante una encuesta anónima.

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