Tema 7 – Coordinación y equilibrio. Concepto y actividades para su desarrollo.

Tema 7 – Coordinación y equilibrio. Concepto y actividades para su desarrollo.

1. INTRODUCCIÓN

Cualquier expresión de la acción motriz se edifica sobre las distintas capacidades motrices, de las que requerirá diversos grados de implicación. Hoy es frecuente, diferenciar dos áreas de la capacidad motriz:

(a) Capacidades físico-motrices: son capacidades que, en conjunto determinan la condición física del individuo y condicionan, de una forma u otra, su vida. Intervienen en la consecución de una habilidad motriz, basándose en aspectos anatómico-funcionales y con una menor implicación del SN. Son fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad. Suponen el componente cuantitativo.

(b) Capacidades perceptivo-motrices. Son capacidades coordinativas. Dependen del SN, entre las que se encuentra el equilibrio y los diferentes tipos de coordinación. Suponen el aspecto cualitativo.

Sobre éstas se centra el presente tema.

2. COORDINACIÓN

(a) Concepto:

Encontramos una gran variedad de definiciones del concepto de coordinación. Entre ellas, las de:

• Le Boulch: Interacción y buen funcionamiento entre el SN y la musculatura esquelética durante el movimiento.

• Álvarez del Villar: Capacidad neuromuscular de ajustar, con precisión, lo querido y lo pensado (de acuerdo con la imagen fijada por la inteligencia motriz); a la necesidad del movimiento o gesto deportivo concreto.

Esta capacidad nos va a permitir actuar de una forma ordenada, armónica y eficaz, siempre bajo la acción cerebral. Para lograrlo, es necesario dominar el esquema corporal, la estructuración espacio-temporal, las capacidades físicas básicas y el equilibrio.

(b) Componentes de la coordinación.

Los componentes de la capacidad de coordinación definidas por Schnabel son:

i. Capacidad de Aprendizaje Motor:

Es la más importante, ya que supone un complejo cualitativo donde se encuentran comprendidas todas las demás. Sin capacidad para aprender y almacenar lo adquirido, todo lo demás carece de sentido. Se fundamente en la capacidad de captación de información, su tratamiento y su retención. Es decir, en procesos perceptivos, intelectuales y memorísticos.

ii. Capacidad de Dirección y Control del movimiento.

Cuyo objetivo consiste en ejecutar los movimientos con gran precisión y estabilidad. Se basa en otras dos capacidades:

A. Diferenciación: permite una coordinación muy fina y movimientos parciales individuales, que se manifiestan en una gran exactitud y economía, dentro del movimiento total. Gracias a un empleo económico de las informaciones recibidas del medio.

B. Acoplamiento y combinación. Coordina los movimientos parciales del cuerpo en relación al movimiento total. Conecta habilidades motrices automatizadas como carrera y salto, salto y lanzamiento, etc.

iii. Capacidad de Adaptación motriz.

Permite modificar la acción motriz, en función del cambio permanente de las condiciones de ejecución (en el entorno y en el propio cuerpo). Está formada a su vez por:

A. Capacidad de reacción: respondiendo rápidamente a un estímulo.

B. Capacidad de transformación de los movimientos: permite adaptar el programa motor sobre variaciones en situaciones repentinas o novedosas.

(c) Tipos:

Del mismo modo que no hay un acuerdo unánime, a la hora de dar una definición, tampoco lo hay cuando se establecen la tipología. Realizando un compendio entre las obras de autores como Le Boulch o Dalila Molina, podemos establecer:

i. Coordinación Dinámica General: ajuste recíproco de todas las partes del cuerpo. En la mayoría de los casos implica locomoción. Son movimientos globales y naturales.

ii. Coordinación Segmentaria: trabajo de grupos musculares pequeños, ligados a tareas de precisión. A su vez encontramos:

A. C. Óculo-manual. Implica un ajuste entre la visión y las extremidades superiores (concretamente las manos), pudiendo ser una o ambas a la vez.

B. C. Óculo-pédica. Implica coordinación entre visión y extremidades inferiores.

iii. Coordinación Intermuscular: es el ajuste adecuado de los diversos músculos que participan en la acción (agonistas, antagonistas, sinergistas y fijadores).

iv. Coordinación Intramuscular: ajuste entre el SN y las fibras musculares estimuladas por él. De la neurona motora a la fibra muscular correspondiente.

(d) Factores implicados

Al ser un elemento fundamental en la motricidad del individuo, se puede considerar como factor a tener en cuenta, casi cualquier elemento que pueda distorsionar su correcto funcionamiento. En todo caso, es importante tener una buena estructuración del esquema corporal.

Para CDG:

• Fatiga: repercute en el SN, principalmente en el mecanismo de decisión.

• Tensión muscular, provocando que sea demasiado baja o alta.

• Edad: en relación con el desarrollo y crecimiento.

• Nivel de aprendizaje: mecanización de los movimientos hace que mejore la coordinación.

• Intensidad del esfuerzo: si es muy intenso la calidad del movimiento es menor.

• Niveles de condición física: a nivel bajo, los movimientos son menos coordinados.

Además de éstos, para la C. Segmentaria:

• Zona del cuerpo: manos mejor que los pies.

• Destreza de cada miembro: debido a la práctica.

• Lateralidad: mejor con la dominante.

• Control postural: si no controlamos la postura o no es adecuada, el movimiento será peor.

• Relajación: es necesario relajar las partes del cuerpo no implicadas.

(e) Implicación en habilidades y destrezas.

Un movimiento coordinado requiere seguir una serie de etapas. En primer lugar es necesario captar y elaborar la información propioceptiva y exteroceptiva. De este modo, cuanto más capaz sea de analizar sus movimientos y el entorno, más preparado se está para ajustar dichos movimientos a cada situación.

Posteriormente, es necesario realizar un programa motor, utilizando la memoria para acudir a situaciones anteriores. Las respuestas motrices que hayan demostrado su eficacia, se convierten en estereotipos. Las situaciones nuevas, implican un mayor esfuerzo físico e intelectual para ir ajustando lo pretendido y lo real.

Cualquier movimiento depende de la coordinación de los grupos musculares que participan. Estos músculos, según su función pueden ser: Agonistas (responsables de la acción); Antagonistas (frenan la acción); Fijadores (dan estabilidad) y Sinergistas (contribuyen al movimiento). Por eso, siguiendo a Villada Vizuete, podemos decir que, las habilidades y destrezas básicas (objetivo prioritario de EF en EP), se asientan en la coordinación neuromuscular.

Dicho esto, parece claro que la práctica de habilidades y destrezas motrices, de forma adecuada, va a facilitar una mayor coordinación, al construirse unos patrones motores efectivos y eficaces. Del mismo modo, practicar tareas que impliquen una actividad coordinativa, van a mejorar, por transferencia positiva, las habilidades y destrezas básicas.

Por todo ello, nunca debemos olvidar que, es el SN quien permite que un movimiento sea coordinado. Es necesario que se produzca una maduración adecuada para poder trabajar la coordinación y las habilidades y destrezas motrices.

(f) Evolución

Durante los primeros años de vida, es fundamental que los niños puedan explorar sus posibilidades de movimiento. Al prohibir ciertas actividades, estamos reduciendo el deseo natural de jugar y sus posibilidades psicomotrices. El SN necesita ponerse a prueba para seguir mejorando.

La coordinación se ve mejorada toda vez que se adquiere una consciencia del esquema corporal y el control del propio cuerpo. Desde los 7-8 años se inicia un proceso de rápida mejora, que culmina a los 10-12, justo antes de la pubertad, siendo ese momento el momento cumbre de la coordinación. A partir de esta edad, se podrá mejorar ciertos aspectos particulares, si se ha alcanzado una adecuada base previa y si se desarrolla la técnica mediante el entrenamiento.

En la pubertad se da un breve periodo en el que se produce una ligera pérdida de coordinación. Pero el verdadero retroceso se produce a partir de los 25 años, descendiendo a su vez, la capacidad técnica, pues ésta es un producto de la coordinación.

(g) Desarrollo en EP

Según Le Boulch, el principal problema que se presenta a un niño, a la hora de aprender es, encontrar el modo de ejecución más adecuado, en relación a sus características. De ahí la importancia del método de tanteo y error. La forma de actuar, a veces inconsciente, de un aprendiz no ha de ser sustituida por la experiencia del profesor, sino que ha de ser encauzada ligeramente. Es necesario que se esfuercen e investiguen. Además, de las situaciones negativas, en ocasiones, se extraen aprendizajes extraordinarios.

El currículo establece que el alumnado ha de desarrollarse polifaceticamente. Por eso, no podemos centrarnos en un tipo de coordinación exclusivamente. Partiendo de la máxima educativa de avanzar de menor a mayor dificultad, comenzaremos con actividades que impliquen la coordinación dinámica general, a través, principalmente, de juegos de habilidades y destrezas básicas, en los que predominen los desplazamientos.

La coordinación segmentaria irá introduciéndose paulatinamente, sobre la base global. Es importante tener en cuenta la lateralidad a la hora de plantear las actividades, de modo que primero se afirme y desarrolle, para posteriormente, practicar con ambas mitades corporales.

Mientras que la repetición prima en el aprendizaje de la técnica, la diversificación es más importante en el ámbito de la EP. La variedad permite enriquecer el banco de patrones motrices que posee el alumnado, además de ser mucho más motivante. Es el momento de mejorar la coordinación en general. El entrenamiento mejora la coordinación de forma específica, aspecto que de momento no interesa.

En el primer ciclo, es necesario plantear actividades que provoquen una mejora de la percepción, pues esto redundará directamente en la coordinación. El segundo ciclo, caracterizado por el desarrollo de las habilidades y destrezas básicas, permitirá una mejora notable.

En el último ciclo, por lo tanto, es básico aplicar lo aprendido a situaciones de juego real, como los juegos predeportivos o deportes alternativos. Produciéndose una mejora en la coordinación que repercutirá en posteriores aprendizaje técnicos.

Otro aspecto importante que ha de comprender todo docente, es su papel como informador y canalizador de aprendizajes. Si no aportamos información, si solo realizan repeticiones o juegos, su aprendizaje se verá limitado, pues tenderán a compararse con otros, pudiendo incurrir en errores, difícilmente corregibles, o incluso no elaborarán adecuadamente su autoconcepto, aspecto clave para el aprendizaje.

(h) Evaluación

En la coordinación intervienen muchos factores, siendo muy difícil además, poder aislarlos. Por eso resulta complicado elaborar test o pruebas estándar. De este modo, parece que una de las formas más adecuadas es la observación, planificada y sistemática, que nos permita apreciar los avances, respecto a sí mismo.

Al inicio de la etapa, debemos fijarnos en la coordinación general, a través de actividades globales, como andar, correr, volteretas, etc. A partir de esta base, la implicación segmentaria, en las diversas tareas, podrá alcanzar niveles adecuados. Podremos analizar botes, lanzamientos, paradas, etc.

Como tareas eminentemente evaluativas, podemos plantear:

• Actividades de Sincronización: como secuencias de movimientos que requieren cierta precisión en la fluidez e intensidad. Levantar rodillas alternativamente.

• Actividades de Diferenciación: como tareas que involucren movimientos diferentes, de manera simultánea, sin perder el control. Mover un brazo hacia adelante y otro hacia atrás. Mover brazos mientras salto.

(i) Actividades

Como se ha expuesto anteriormente, cualquier acto motor requiere coordinación, por lo que al realizarlos, estamos mejorando la capacidad coordinativa. De una forma más concreta, también se ha hablado de la correlación existente entre coordinación y habilidades y destrezas básicas. Por lo que la practica de una, favorece a la otra.

Como ejemplos podrían citarse: andar con elevación alternativa de piernas, o de brazos, andar realizando diversas figuras con los brazos. Saltar separando o juntando las piernas, o llevando brazos arriba o abajo. Saltos a pies juntos o multisaltos. Cuadrupedias, giros. Lanzamientos en estático o en movimiento, recepciones de objetos diversos, botes, etc.

3. EQUILIBRIO

(a) Concepto

El equilibrio se tiene o no se tiene. No hay grados intermedios. De lo que si podemos hablar es de grados de estabilidad. Al realizar un movimiento, necesitamos hacer otro que compense la inercia que llevamos. Este segundo es el que devuelve el equilibrio. Por tanto, se produce un proceso de tener equilibrio, perderlo (desequilibrio) y recuperarlo (reequilibrio).

M.Mosston lo define como: capacidad de asumir y sostener cualquier posición del cuerpo en contra de la ley de la gravedad.

Otra definición sería: capacidad de mantener la proyección del centro de gravedad dentro de la base de sustentación.

Diversos autores discrepan acerca de si el equilibrio es una subcapacidad dentro de la coordinación o si es una capacidad en sí misma.

(b) Tipos

i. Estático:

Es la facultado de mantener el cuerpo en una posición erguida, sin desplazarse. Puede ser postural, es decir, mantener una postura, o bien, deportivo, utilizado en deportes como la gimnasia artística. Es fundamental una coordinación entre agonistas y antagonistas. Así como una relajación de los músculos no implicados.

ii. Dinámico:

Implica mantener la posición correcta durante la ejecución de un movimiento. En líneas generales, su dificultad es mayor sobre todo, cuando la base de sustentación es pequeña, ya que implica analizar, en todo momento, las características del entorno, dando lugar a una sucesión de equilibrios, desequilibrios y reequilibrios.

iii. Post vuelo:

Se refiere a las posiciones posteriores a una fase de vuelo. Dependiendo de la acción, puede requerirse, tras el vuelo, un equilibrio estático o dinámico. Algunos autores lo incluyen dentro del equilibrio dinámico, pues entienden que la fase a aérea es un movimiento más, por lo tanto dinámico.

(c) Factores implicados

i. Físicos:

A. Fuerza de Gravedad: es la atracción que ejerce la Tierra sobre los cuerpos. Es proporcional a la masa. Su aceleración es 9’8 m/s².

B. Centro de gravedad: punto de unión de todas las fuerzas que actúan sobre el cuerpo. Situado unos cm por debajo del ombligo, en posición pedestre. Cambia según la posición adoptada. Cuanto más cerca del suelo, más estabilidad.

C. Base de sustentación: la parte con la que nos ayudamos en el suelo. A mayor base, mayor estabilidad. Influye también si el suelo se mueve o es estable.

D. Masa: a una persona obesa le es más difícil perderlo, pero también recuperarlo.

ii. Sensoriales: el equilibrio depende en un altísimo porcentaje, de la información (externa e interna) que el sujeto es capaz de percibir.

A. Receptores Exteroceptivos: captan información del exterior.

• Oído: el “sentido del equilibrio” se sitúa en su parte interna. Allí, dependiendo de qué células sean estimuladas, se envía una información al cerebelo que interpreta la posición de la cabeza.

• Vista: muy importante, ya que permite tomar puntos de referencia. Es más difícil mantener el equilibrio con los ojos cerrados, o si la referencia se mueve.

• Tacto: nos informa acerca de los apoyos, las presiones, los movimientos en la base de sustentación, etc.

B. Receptores propioceptivos: nos dan información de la situación de nuestro cuerpo en general y de sus partes. Es el sentido kinestésico, que nos informa de la posición de las articulaciones, de los músculos contraídos, etc. Su localización se sitúa, principalmente en las articulaciones (tendones). Envía información al SN, de modo que éste puede reorientar la posición de aquellas partes que permitan equilibrar la posición.

iii. Psicológicos: es necesario tener en cuenta factores tales como la motivación, la ansiedad, la confianza en sí mismo. Pero sobre todo, se ha de tener en cuenta el grado de maduración del SN.

(d) Evolución

Durante el primer año, se realizan grandes avances, hasta alcanzar la posición bípeda y comenzar a andar. Estos avances se deben al desarrollo psicomotor, llegando a la etapa de primaria con un alto nivel de control postural. A nivel básico se dominan, tanto el estático como el dinámico, antes de los 10 años, si bien determinados movimientos, algo más complejos, requieren un poco más de práctica. Es fundamental una buena estructuración del esquema corporal.

Su empeoramiento se produce a edades relativamente avanzadas, debido al deterioro del SN y locomotor, acentuándose por la inactividad. Como ocurre con otras capacidades, también se produce un periodo de retroceso durante la pubertad.

(e) Desarrollo en EP

Se puede desarrollar el equilibrio estático, a través de variaciones en la distribución del peso corporal respecto a la posición anatómica (encogerse, de cuclillas, incluso con ojos cerrados). También se puede disminuir la base de sustentación, aumentar la altura, etc.

Respecto al equilibrio dinámico, las posibilidades son enormes. A diferentes desplazamientos y saltos, se les puede añadir el uso de materiales como bancos suecos, líneas en el suelo, picas, etc.

Se trata de proporcionar, un variado número de actividades de modo que, se enriquezca su bagaje motor en general y sobre el equilibrio en particular. Este objetivo se aleja en cierta manera del interés por la eficacia o el resultado. Se pueden modificar apoyos, la base de sustentación, puntos de referencia (ojos cerrados)…

Ahora bien, el desarrollo del equilibrio se producirá, especialmente, en los dos primeros ciclos. Como he dicho, resulta fundamental que se propongan situaciones diversas, que posibiliten la experimentación individual de sensaciones que ayuden a elaborar y mejorar esta capacidad.

(f) Evaluación

A pesar de que existe una gran variedad de test para comprobar el nivel de equilibrio, tanto estático como dinámico, no es sencillo poder determinar unos válidos objetivamente para todos. Como ocurría con la coordinación, la observación bien planteada, puede ser el mejor instrumento a la hora de evaluar su evolución.

Es preferible adaptar dichos test a las características de nuestro alumnado, de modo que nos sirvan para ver su evolución individual. Por ejemplo, unos podrán realizar un equilibrio estático con ojos cerrados y otros no. Quedarnos simplemente con eso es un poco pobre. Sería mejor modificar la posición para que pudiesen con ojos cerrados o bien realizar otra con ellos abiertos.

No obstante, algunas pruebas pueden ser:

• Permanecer de pie sobre bancos suecos invertidos.

• Caminar sobre la barra de equilibrio.

• Mantenerse apoyado sobre un pie.

• Realizar un giro de 360º dentro de un aro y no salirse de él.

• Saltar de banco a banco.

Es muy importante que, en ciertas situaciones relativicemos el riesgo, pues así mostrarán mejor su capacidad.

(g) Actividades

◦ Andar en diferentes direcciones, sobre un banco sueco.

◦ Hacerlo con el banco invertido.

◦ Saltar y caer dentro de un aro.

◦ Mantener posiciones estáticas con ojos abiertos y cerrados.

◦ Peleas de gallos.

◦ Lanzar y recepcionar objetos apoyados en un solo pie.

◦ Subir a un banco de un salto.

Podemos realizar siempre un aumento en la dificultad de cada actividad, con el simple hecho de cerrar los ojos. No obstante, es importante ofrecer las ayudas necesarias, para superar el estrés producido por el hecho de no poder tomar puntos de referencia visuales. La base de sustentación se puede modificar tanto en tamaño como en su altura.

1. CONCLUSIÓN

Todo acto motor requiere de un grado de coordinación y equilibrio, en la medida en que van a ser uno de los sustratos fundamentales para que el niño amplíe su dominio corporal y su repertorio motor. Son elementos clave a la hora de construir una base sobre la cual, se puedan elaborar aprendizajes posteriores. El conocimiento del profesorado en relación a su evolución, factores de influencia, tipos…será básico para un planteamiento correcto de las diferentes actividades.

Pero, en ningún momento, debemos olvidar los principios básicos que establece el currículo y que nos hablan de una educación comprensiva, que permita a todos, una igualdad de posibilidades para poder alcanzar sus objetivos.

Alejándonos, por tanto, de eficiencia o resultadismo, como base de nuestros planteamientos educativos. De este modo, es necesario adaptar ciertas actividades o proponer otras diferentes, de modo que todos puedan desarrollar ambas capacidades. Lográndolo, verán como mejoran otras habilidades (por transferencia positiva), pues tanto coordinación como equilibrio, repito, están en la base de todo movimiento.

2. BIBLIOGRAFÍA

(a) Álvarez del Villar. La preparación física del fútbol basada en el atletismo.

(b) Sánchez Bañuelos: Bases para una didáctica de la Ef y el deporte. Este texto, dentro de un contexto educativo de talante actual, trata de incorporar a la didáctica específica de la E.F. y el Deporte las aportaciones más fundamentales de la investigación en las áreas del aprendizaje y del desarrollo motor.

(c) Villada y Vizuete: Fundamentos teórico-didácticos de la EF. En este libro nos muestra la EF como contenido de conocimiento disciplinar. Explica su didáctica, los diferentes aspectos implicados en el desarrollo motor, así como debiera ser el diseño y su integración en el currículo escolar.

(d) Asignatura: Educación Física de Base. UC Ramón Torralbo.2000