Unidad didáctica: alimentación de los pequeños deportistas

Unidad didáctica: alimentación de los pequeños deportistas

Para una completa y armónica salud física y mental, el niño que practica deporte debe cumplir con disciplina las normas higiénicas y de alimentación para tener suficientes condiciones y energías en su organismo.

En lo higiénico, hay que bañarse diariamente con agua y jabón, asear muy bien sus partes íntimas o genitales, cepillarse los dientes después de las comidas, al levantarse y antes de acostarse. Evitar ponerse ropa interior con los zapatos puestos y cambiarse ésta todos los días, practicar deportes al aire libre para fortalecer los pulmones y proporcionar mayor cantidad de oxígeno a nuestro cuerpo.

 

Para cada órgano de nuestro cuerpo, podemos practicar algunas normas de higiene, como las siguientes:

Para el Aparato Digestivo: Lavarnos las manos antes de comer, no excedernos en el consumo de alimentos, respetar el horario de las comidas, comer de los tres grupos básicos, tomar agua potable y cepillarse los dientes después de comer.

Para el Aparato Circulatorio: Evitar el consumo excesivo de grasas, hacer ejercicios al aire libre practicar deportes, etc.

Para el Aparato Respiratorio: Mantener sanos la nariz, la laringe y la traquea, así como los bronquios y los pulmones, evitar la respiración en aires contaminados, realizar ejercicios físicos, no fumar y alejarse de los que fuman.

 

Para el Aparato Excretor: Bañarse a diario, cortarse las uñas y cabello, hacer una dieta sana y balanceada, no consumir mucha sal (por la salud de los riñones), tomar agua suficiente, etc.

Cómo alimentar bien a nuestros pequeños deportistas

Los niños/as que hacen deporte deben seguir un régimen adaptado a su actividad física que implique un aumento de las reservas calóricas y los nutrientes.
Los pequeños siempre tienen necesidad de los mismos nutrientes, hagan o no deporte. Pero en los niños que practican un deporte y dedican varias sesiones a la semana a entrenarse, una gran parte de los nutrientes son utilizados para su actividad física, por lo que es necesario aumentarlos.
Si la dieta de estos niños no les aporta la cantidad necesaria de nutrientes para su crecimiento, desarrollo y actividad deportiva, las repercusiones en su salud pueden llegar a ser graves (retraso en el crecimiento y amenorrea en las niñas). Además, el rendimiento deportivo será inferior al de sus posibilidades.
En las niñas ya adolescentes, hay que cuidar muy especialmente su aporte de hierro a fin de evitar anemias. Las pérdidas de este mineral se incrementan durante la menstruación y hay que tener en cuenta que el ejercicio “quema” mucho hierro.
¿Cómo cubrir bien sus necesidades?
Ninguna reacción energética podría tener lugar sin agua. Es importante no esperar a tener sed para beber porque ésta llega cuando la deshidratación ha comenzado. Para evitarlo es indispensable que el niño se acostumbre a
beber antes, durante y después del esfuerzo. No sólo agua, cualquier líquido es bueno (zumos, infusiones, caldos).
La mejor manera de saber la cantidad de cada alimento que debe tomar el crío es consultarlo con un especialista, que lo calculará teniendo en cuenta las características del niño (edad, peso, actividad…).
Entre las recomendaciones que el especialista te dará figuran:
– hacer 3 comidas al día y 2 tentempiés (a media mañana y merienda)
– tomar cada día alimentos de todos los grupos
– evitar comidas y preparaciones ricas en grasas
– comer todos los días frutas y verduras frescas
– alternar el consumo de pescado y carne, dando siempre preferencia al pescado
– beber al menos medio litro de agua al día