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Habilidades sociales y comunicación

Caso práctico

Cecilia ha terminado sus estudios como Técnico Superior en Educación Infantil (TSEI) y se enfrenta, por primera vez, al mundo laboral. Después de pasar un proceso de selección en el que ha utilizado todo lo que aprendió sobre la importancia de la comunicación y la aplicación de las habilidades sociales, se enfrenta, en los días previos al inicio del curso, a una reunión informativa con los padres y madres de los niños y niñas de su aula en la escuela infantil.

Durante el desarrollo de su trabajo, recuerda constantemente, cómo los conocimientos que adquirió durante sus estudios de TSEI sobre habilidades sociales y técnicas de comunicación le han ayudado hasta este momento. Las habilidades sociales y la comunicación serán, durante todo el curso, referente de su actuación como educadora en el aula y marcarán la pauta de su relación con sus compañeros y compañeras de trabajo.

1. Habilidades sociales y conceptos afines

Vamos a analizar, en esta unidad, la importancia de la relación entre individuos dentro del grupo social y como las habilidades sociales y la comunicación forman el eje sobre el que se sostienen estas relaciones.

Desde nuestro nacimiento, la relación con otros es algo esencial en nuestras vidas, constituyendo una necesidad, incluso, de supervivencia, además de una fuente de bienestar. Cuando nacemos necesitamos la relación con otros para alimentarnos, cubrir las necesidades biológicas básicas y sobrevivir conforme vamos creciendo, también necesitamos esta relación con otros para aprender, desarrollarnos como personas, como miembros de un grupo y de una sociedad con la que compartimos objetivos, valores y normas.

Esta relación se produce en diferentes contextos sociales como la familia, la escuela, el barrio, el trabajo, etc. y se realiza a través de la interacción con distintos miembros que las componen, como son el padre, la madre, los hermanos y hermanas, los educadores, vecinos, grupo de iguales, compañeros y compañeras de trabajo, etc. Es así, mediante esta interacción, como el individuo adquiere e interioriza las normas y valores fundamentales para la relación social. Se espera de cada individuo que reaccione de manera adecuada ante las situaciones que se le plantean lo que implica un constante aprendizaje y adaptación al entorno social en el que vivimos.

En la relación social se produce intercambio de pensamientos, ideas, emociones, sentimientos y afectos. Es en este intercambio donde se hacen fundamentales las habilidades sociales.

Lo que conocemos como habilidades sociales no es más que un conjunto de conductas que facilita las relaciones y que, como otras tantas conductas, se aprenden e interiorizan a lo largo de la vida, tanto por el desarrollo natural de las personas como mediante estrategias de aprendizaje. Este aprendizaje constante que se produce a lo largo de la vida de la persona es el que facilitará la interrelación con otros individuos, especialmente, en situaciones nuevas con las que se irá encontrando.

La falta o ausencia de estas habilidades o el déficit en estas conductas provocan dificultades en la relación con otros, efectos negativos sobre su autoestima y situaciones de estrés que pueden desembocar en patologías como los trastornos por ansiedad y depresión.

En todo este proceso de relaciones interpersonales, la comunicación, tanto verbal como no verbal, tiene un papel predominante y de gran importancia. Analizamos los elementos que facilitarán o dificultarán la comunicación, las bases del proceso comunicativo y la relación directa de éste con la relación social y las habilidades sociales.

1.1 Definición de habilidades sociales

No existe una definición universal de habilidades sociales, sí existe un consenso a la hora de establecer que las habilidades sociales hacen referencia a las capacidades o aptitudes empleadas por un individuo cuando interactúa con otras personas en un nivel interpersonal (A. Furnham). Este concepto engloba cuatro características básicas que lo delimitan:

Así llegaríamos a la definición de F. Gil para quien habilidad social se definiría como “la capacidad de ejecutar aquellas conductas aprendidas que cubren nuestras necesidades de comunicación interpersonal y/o responden a las exigencias y demandas de las situaciones sociales de forma afectiva”.

Son una clase de respuestas adecuadas para desempeñar con eficiencia las siguientes funciones:

Caballo nos ofrece una definición más amplia del término, “la conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas”.

Caballo hace referencia, en su definición, a las conductas, pero aumentando el protagonismo en lo referente a la realización y las consecuencias de éstas.

Una de las definiciones más aceptadas es la que nos ofrece J. Kelly, “las habilidades sociales son aquellas conductas aprendidas, que ponen en juego las personas en situaciones interpersonales, para obtener o mantener reforzamiento del ambiente, de tal manera que podrían entenderse como vía que el sujeto utiliza para conseguir sus objetivos”. Utiliza la función o utilidad que tienen las habilidades sociales como criterio para definirlas.

El concepto de habilidades sociales y su contenido está formado por las conductas que se consideran socialmente competentes. Sin embargo, en general, estas conductas están ligadas a la situación en la que nos encontramos, por lo que, en función del contexto, se considerará una misma conducta habilidosa o inadecuada. Las habilidades sociales tienen las siguientes características:

1.2 Situación actual de las habilidades sociales

En la sociedad actual los cambios en las relaciones interpersonales, los cambios sociales, se producen a unos ritmos muy rápidos, motivados por la influencia de los medios de comunicación, los avances tecnológicos, los movimientos de población, etc. Esto nos lleva a que las habilidades sociales y su aprendizaje adquieran gran relevancia, especialmente en la infancia. Es importante que las personas, sobre todo niños y niñas, sientan seguridad en su entorno para sacar el máximo partido a las situaciones de enseñanza-aprendizaje y refuercen el sentimiento de competencia social y de integración.

El entrenamiento en habilidades sociales, el aprendizaje de éstas, adquiere una relevancia especial en la intervención en personas con dificultades de integración en una comunidad y en la búsqueda de la competencia social de los sujetos. Del mismo modo, adquiere una gran importancia como prevención en la intervención con grupos o sujetos de riesgo, de modo que un sujeto socialmente habilidoso tendrá menos posibilidades de desarrollar conductas desadaptativas o padecer síndromes de ansiedad (La ansiedad es un estado que se caracteriza por un incremento de las facultades perceptivas ante la necesidad fisiológica del organismo de incrementar el nivel de algún elemento que en esos momentos se encuentra por debajo del nivel ‘adecuado’. No tiene por qué ser patológica, pero nos encontramos, en ocasiones, con Trastornos de Ansiedad que presentan consecuencias negativas para las personas que los padecen), depresión (Trastorno mental que implica un estado de tristeza de profunda y sin motivo, baja autoestima, desgana y desesperanza.), etc.

1.3 Conceptos afines. 1ª Parte

Seguramente habrás escuchado, en alguna ocasión, los términos asertividad (aplicación de aquella conductas y pensamientos que permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido por parte del interlocutor) o empatía. Pero, ¿realmente te has parado a pensar que significan?, ¿qué influencia tendría sobre tú conducta aplicar estos términos, estas actitudes? Vamos a adentrarnos y a conocer mejor las conductas que se derivan de estos términos y cómo nos ayudan a mejorar nuestras relaciones sociales y nuestras habilidades para comunicar.

Comportamiento adaptativo

Entendemos por comportamiento adaptativo las habilidades que un sujeto requiere para relacionarse de manera acertada en el entorno en el que vive.

Competencia social

Este término tiene un sentido evaluativo y hace referencia a la capacidad de un sujeto para adecuar su comportamiento social a una situación determinada. La competencia social es una garantía de adaptación social y dota a la persona de reconocimiento. La clasificamos en tres categorías:

1.4 Conceptos afines. 2ª Parte

La asertividad será el concepto más importante de todos los que veremos en relación con las habilidades sociales; no olvides nunca la asertividad en el desarrollo del trabajo como TSEI e interiorízala, te ayudará a mantener unas relaciones sociales más efectivas.

Asertividad

Existen varias definiciones de los términos asertividad y conducta asertiva (podemos entender la asertividad como una conducta interpersonal que implica la expresión directa de los propios sentimientos y la defensa de los derechos personales sin negar los derechos ajenos y desde el respeto a uno mismo y a los demás), teniendo todas un enlace común, y es que llevan a la persona a actuar, según el contexto, en función de sus propios intereses y observando, a la vez, lo que quieren los demás. Esta conducta permite a la persona defender sus intereses sin ansiedad, expresando sus propias necesidades y defendiendo sus derechos y los de los demás.

Caballo define ” la conducta asertiva implica la expresión directa de los propios sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas.” El propio autor dice que el mensaje básico de la conducta asertiva es “esto es lo que yo pienso. Esto es lo que yo siento. Así es como veo la situación”.

La asertividad se analiza por el contenido de la conducta. Así la comunicación y relación interpersonal en el grupo se ve favorecida cuando sus miembros manifiestan un estilo asertivo. La conducta asertiva produce una disminución de la ansiedad, unas relaciones más íntimas, un mayor respeto hacia uno mismo y una mejor adaptación social.

Autoconcepto y autoestima

Los términos autoconcepto y autoestima aparecen asociados a las habilidades sociales en muchas ocasiones, aunque, en realidad, se refieren a aspectos diferentes.

1.5 Recursos y dimensiones de las habilidades sociales

Como TSEI necesitarás disponer de recursos válidos para el desarrollo de tu trabajo en lo que se refiere a la relación con las familias, niños y niñas y equipo de trabajo.

Son varios los recursos a destacar en relación con las habilidades sociales y las conductas que conocemos como socialmente habilidosas:

El término habilidades sociales hace referencia a una conducta interpersonal basada en una serie de capacidades aprendidas. Estas conductas estarán determinadas por factores ambientales, personales y la interacción entre ambos. Caballo, 1.999 y Gil y León, 1998 nos plantean la existencia de tres componentes o dimensiones de la habilidad social:

2. Habilidades sociales y el proceso de comunicación

Hablar de habilidades sociales nos lleva a adentrarnos en los diferentes elementos que las forman y que facilitan a la persona el manejo efectivo de diferentes situaciones. Estos elementos los englobamos en:

Veremos con detalle los elementos conductuales y cognitivos de las habilidades sociales y tendremos la posibilidad de adentrarnos en cada uno de ellos, eso sí, enmarcados en el ámbito que tiene que ver con la comunicación. Dada la importancia de la comunicación en el campo de las habilidades sociales y la relevancia que tiene dentro de nuestra formación como TSEI, no podemos separar habilidades sociales y habilidades comunicativas y comunicación.

2.1 El proceso comunicativo. 1ª parte

Las telecomunicaciones (telecomunicación o comunicación a distancia se refiere a todas las formas técnicas de comunicación a distancia: radio, televisión, telefonía fija o móvil, etc) y la telemática (informática aplicada a las telecomunicaciones, como, por ejemplo, Internet, redes de empresas, etc.) han irrumpido en la sociedad de forma acelerada, creándose la era de la información. Esta nueva situación nos lleva a una sociedad en la que la información fluye con facilidad de forma multidireccional, pero que no nos garantiza, por otro lado, la comunicación.

El ser humano tiene necesidad de comunicarse y relacionarse con los demás para cubrir otras necesidades. El acto social es, en sí mismo, comunicación pura, y el control y manejo de las habilidades sociales facilitarán el proceso comunicativo. Vamos a analizar el proceso comunicativo en relación con las habilidades sociales y sus componentes, con el objetivo de poder aplicarlo a la educación infantil y al desarrollo del niño en habilidades sociales, así como en el equipo de trabajo multidisciplinar.

Alexandra Navarro afirma que comunicación es “todo proceso social de producción de formas simbólicas, considerando tales procesos como fase constitutiva del ser práctico del hombre y del conocimiento práctico que supone este modo de ser”.

La comunicación es hoy imprescindible para comprender y desentrañar la complejidad de la realidad social. La comunicación no es lineal, sino que se produce una retroalimentación constante y las relaciones comunicativas son asimétricas, ya que todos los actores sociales no tienen las mismas capacidades ni las mismas competencias comunicativas. Precisamente es el feedback o retroalimentación la principal diferencia entre información y comunicación, ya que mientras que la información tiene un recorrido lineal, emisor-receptor, la comunicación requiere de un proceso de feedback o retroalimentación.

Vamos a intentar comprender, desde su propia definición, el proceso comunicativo. Para conseguirlo comenzamos acudiendo a los factores clásicos, que son:

2.2 El proceso comunicativo. 2ª parte

En la comunicación presencial el proceso de emisión-recepción engloba tanto la comunicación verbal como no verbal de forma simultánea. Los componentes conductuales son los componentes de referencia en las habilidades sociales y están relacionados con los diferentes aspectos que intervienen en la comunicación humana.

Comunicación Verbal

Comunicación No Verbal

· Se sirve del lenguaje verbal.

· Proceso muy complejo en el que influyen factores vinculados a la experiencia, cultura, familia, etc

· Aunque difiere el lenguaje de unos y otros seres humanos, en todos hay estructuras comunes que nos permiten comunicarnos.

· Para el emisor requiere representar simbólicamente lo que quiere expresar con todas las subtareas que ello conlleva y lo hace a partir de esquemas y experiencias previas.

  • Para el receptor requiere descodificar e interpretar este mensaje a partir de sus esquemas y experiencias previas.
  • Para ambos requiere conocer el vocabulario y dominar la sintaxis.
  • Siempre puede haber pérdida de información en cualquier proceso comunicativo, por ello, hay que cuidar el paso de codificación.
  • Ya antes incluso de iniciar el contacto verbal indicamos que vamos a comenzar a emitir mediante elementos no verbales.
  • Los signos no verbales (gestos, miradas, posturas, movimientos, imágenes sensoriales, visuales, auditivas, olfativas, etc.), se emiten y captan a gran velocidad, en su mayoría inconscientemente y en paralelo a lo verbal (palabras).
  • Interpretación más subjetiva que en la comunicación verbal.
  • Cuando hay discrepancia entre el mensaje verbal y el no verbal, creemos más el no verbal.
  • Casi todos los expertos cifran en torno al 90% el peso de la no verbal en cualquier interacción comunicativa presencial.
  • Se transmite incluso cuando no se transmite, es decir, con los silencios.
2.3 Comunicación No Verbal. 1ª Parte

Quizás no seamos del todo conscientes de la importancia de la comunicación no verbal, sin embargo, cuando acudimos a una entrevista de trabajo o a una cita especial cuidamos nuestra apariencia, nuestros gestos,… cuidamos, en definitiva, nuestra comunicación no verbal de un modo más o menos consciente.

Las conductas no verbales y verbales son el medio por el que nos comunicamos con las personas que nos rodean, siendo inevitable la comunicación no verbal cuando interaccionamos con otras personas. En muchas ocasiones nos hacemos una imagen de los demás a partir de su conducta no verbal, aunque no hayamos mantenido ninguna comunicación verbal con esa persona.

Funciones de los elementos no verbales:

Vamos a hacer un recorrido a través de los elementos que forman la comunicación no verbal, tanto sobre los que actúan de forma involuntaria, como los que manejamos de forma consciente durante la interacción.

En general, si la persona que escucha mira más, produce más respuesta por parte de la persona que habla y si mira más la persona que habla se le percibe como más persuasiva y segura. Deberíamos evitar comportamientos extremos de mirada, como miradas fijas y de duración excesiva (muestra agresividad) o desviar la mirada (muestra nerviosismo o falta de confianza)

2.4 Comunicación No Verbal. 2ª Parte

Cuando interactuamos directamente con otras personas es, sin duda, nuestra cara y sus componentes toman un especial protagonismo. Hemos visto como la mirada interviene en la comunicación y ahora veremos como intervienen la expresión facial y otros elementos del rostro.

Expresiones de las emociones

Áreas de la cara

Alegría

Sorpresa

Tristeza

Miedo

Ira

Desprecio

Frente y ceja

Ojo y párpados

Labios, lengua y barbilla

El control de la expresión facial es complicado de aprender por lo que será más adecuado, en la conducta habilidosa, ser coherente y congruente en lo que expresamos con el mensaje facial y verbal.

Estilos de expresiones faciales:

2.5 Comunicación No Verbal. 3ª Parte

La sonrisa es otra de las partes más importantes de nuestra expresión facial, una sonrisa adecuada nos ayudará de forma especial en nuestra interacción social.

2.6 Comunicación No Verbal. 4ª Parte

Una vez que hemos visto cómo interviene la cara y sus diferentes expresiones en la comunicación y las habilidades sociales analizaremos qué influencia tiene el cuerpo, la postura, la manos,…

Argyle (1.969) muestra cuatro posibles funciones de los movimientos de las manos:

Por su parte, Ekman y Fiesen (1.974) señalan que los movimientos de la mano pueden servir como:

2.7 Comunicación No Verbal. 5ª Parte

Y si seguimos explorando nuestro cuerpo, poco a poco vamos llegando a las partes más lejanas, las menos visibles. Sin embargo, no por ello podemos olvidarlas, sino que debemos recordar que todo nuestro cuerpo comunica, es parte de la comunicación no verbal y, por consiguiente, de la comunicación.

Hall, E.T. (1.976) realiza una calificación de la distancia o espacio personal en cuatro zonas, teniendo en cuenta que, esta distancia viene delimitada por las normas implícitas o explícitas que encontramos dentro de cualquier cultura y que el grado de proximidad expresa la naturaleza de cualquier encuentro. Las conductas son diferentes en una u otra zona, del mismo modo que varían en función de la cultura o el contexto social en el que nos encontremos.

2.8 Comunicación No Verbal. 6ª Parte

Nos vamos acercando hasta la más cercana expresión de la comunicación no verbal, el contacto físico y a la más subjetiva de todas las que hemos visto, la apariencia personal.

El contacto físico apropiado depende del contexto particular, edad de los participantes, relación entre ellos e indica proximidad y solidaridad cuando se emplea de forma recíproca y estatus o poder cuando se usa en una sola dirección. Encontramos diferentes tipos de tacto como el tacto funcional o profesional, el tacto cortés o social, el tacto amigable y el tacto íntimo.

Según la situación, se facilita o se inhibe la conducta táctil, por lo que Henley (1.977) señala que la gente es más probable que toque cuando:

Componentes de la apariencia personal

El vestido: Fácil de controlar, pero que dice mucho de una persona y adecuación a una situación concreta.

El Aseo: Al igual que el vestido es fácil de manejar y, a la vez, muy importante por lo que transmite de una persona.

Atractivo físico: En la primera impresión, una persona con atractivo físico es mejor valorada.


2.9 La Comunicación Verbal. 1ª Parte

Normalmente habrás relacionado comunicación con comunicación verbal aunque existen muchos otros elementos en el proceso comunicativo. Sin embargo, sigue siendo una parte fundamental del proceso comunicativo y es muy importante que la estudiemos en detalle y que veamos la relación sobre el uso de la comunicación verbal y su relación con las habilidades sociales y las conductas socialmente habilidosas.

Clases de expresiones en función del contenido:

Es difícil diferenciar cuál es el contenido verbal apropiado en una conducta habilidosa y, en este sentido, Cooley Hallandsworth (1.977) desarrollaron lo que denominan la “estrategia de los componentes“, enfoque para enseñar el contenido verbal apropiado para enfrentarse de forma asertiva a diferentes situaciones. Está formado por siete componentes agrupados en tres categorías que vemos en el siguiente cuadro:

Estrategia de los componentes (Cooley y Hollandsworth – 1.977)

Decir “NO” o tomar una posición

  • Posición: Manifestación de la posición, a favor o en contra, sobre un tema o como respuesta a una petición.
  • Razón: Razonamiento ofrecido para la explicación o justificación de la posición.
  • Comprensión: Expresión que reconoce y acepta la posición, petición o sentimientos de la otra persona.

Pedir favores o defender los propios derechos

  • Problema: Expresión descriptiva de una situación insatisfactoria que necesita ser modificada.
  • Petición: Expresión que solicita algo necesario para resolver un problema.
  • Clarificación: Expresión para provocar información adicional específica con respecto a un problema.

Expresión de sentimientos

  • Expresión personal: Expresión que comunica las emociones y sentimientos.
2.10 La Comunicación Verbal. 2ª Parte

Ya sabemos que el habla es el elemento fundamental en la comunicación verbal, pero ¿cómo articulamos el habla para convertirla en verdadera comunicación?, sin duda la conversación es un elemento fundamental en este proceso.

A través de la retroalimentación conocemos el efecto que está causando nuestro mensaje sobre el interlocutor, si lo comprende, si está de acuerdo o en desacuerdo, le aburre, le sorprende, le gusta, etc. Es muy importante, para que se mantenga la conversación y la comunicación sea fluida. Podemos ver tres tipos de retroalimentación por parte del oyente o persona que recibe el mensaje:

Déficits en la retroalimentación: Dar poca retroalimentación y no hacer preguntas y comentarios directamente relacionados con la otra persona; Empleo excesivo de retroalimentación o empleo continuo e ininterrumpido de respuestas mínimas; Su uso inapropiado, por ejemplo, en medio de una verbalización, puede funcionar como interrupción.

2.11 Componentes paralingüísticos. 1ª Parte

Hemos visto hasta ahora cómo la comunicación y las habilidades sociales tienen una estructura compleja, pues bien, nos adentramos ahora en otros componentes tan importantes como los anteriores, los componentes paralingüísticos de la comunicación.

No tienen sentido por sí mismos, sin embargo acompañan y modifican el significado del mensaje verbal. La misma frase dicha en diferentes tonos de voz o haciendo más énfasis en una u otra palabra tendrá significados diferentes.

Clases de Voz (Ostwald (1.963):


2.12 Componentes paralingüísticos. 2ª Parte

No debemos olvidar, al emitir el mensaje hablado, la importancia que tienen estos componentes paralingüísticos y las variaciones de significado que pueden producir sobre nuestro mensaje. Del mismo modo podemos mejorar la calidad de nuestro mensaje haciendo un correcto uso de estos elementos, mejorando nuestra expresión, facilitando la comunicación y reforzando nuestra conducta habilidosa.

2.13 Variables ambientales

Veremos aquí esas variables externas a los individuos en el proceso de comunicación, pero que influyen directamente sobre el mismo. ¿Alguna vez has intentado comunicar, sólo con la voz, en un ambiente lleno de gente y con mucho ruido? (por ejemplo, un concierto de rock o una discoteca). La adaptación de la comunicación a la situación ambiental es fundamental para que sea eficaz.


2.14 Componentes cognitivos. 1ª Parte

¿Piensas que el interés personal por tener una conducta habilidosa influirá en que esa conducta se produzca? Vamos a ver cómo los componentes cognitivos toman, cada día, más relevancia en la explicación del comportamiento, la comunicación y las habilidades sociales. Un individuo, para manifestar determinadas habilidades sociales deberá saber y poder hacerlo, pero además, deberá tener la determinación, intención o motivación que permitan activar los mecanismos cognitivos que le lleven en la dirección de conseguirlo.

Percepción de formalidad: La comunicación pierde libertad y profundidad.

Percepción de ambiente cálido: A mayor calidez de ambiente, mayores son las posibilidades de que se produzca comunicación personal, espontánea y eficaz.

Percepción de ambiente privado: En ambientes privados se favorecen distancias de habla más cortas y mayor profundidad y amplitud en los temas tratados.

Percepción de familiaridad: Los ambientes familiares permitirán una mayor flexibilidad para comunicarse que los ambientes desconocidos.

Percepción de restricción: Se producirá un lenta revelación de información cuando percibimos un ambiente con una elevada restricción (posibilidad real de marcharnos, de salir) física o psicológica.

Percepción de la distancia: Se refiere al grado de proximidad, referido tanto en la distancia física como en la percepción psicológica de distancia, fundamentada, en muchas ocasiones, en el contacto ocular.


2.15 Componentes cognitivos. 2ª Parte

Estamos viendo los elementos cognitivos y, dentro de ellos, nos encontramos con algunos de cierta complejidad. Realmente el proceso comunicativo es un conjunto de conductas, actitudes e interacciones muy complejo en el que intervienen múltiples factores.

Los esquemas o constructos personales son estructuras cognitivas de la memoria que regulan la experiencia y aquello que se aprende de ella. Sirven para guiar a nuestras propias percepciones, comprensiones y recopilaciones. Según Kendall, 1.983, el esquema se considera como un patrón que guía nuestro procesamiento cognitivo y sirve para modular y mediar:

3. Facilitadores y obstáculos en la comunicación

Existen elementos de las habilidades sociales que podemos considerar mixtos y que se generan por la interrelación de buena parte de los vistos hasta el momento (verbales, no verbales, paralingüísticos, ambientales y cognitivos) y que favorecen la comunicación eficaz. Estos elementos deberán guiar, en todo momento, la intervención en el ámbito de las habilidades sociales.

De forma paralela al mensaje lingüístico, incluso anterior a este, comienza un intercambio de señales, tanto conscientes como involuntarias. El mensaje afectivo se manifiesta, en gran medida, con los componentes no verbales y paralingüísticos. El mensaje afectivo se traduce en el nivel de empatía que se genera en la comunicación y que se denomina, de forma metafórica, “tubo afectivo”; podríamos decir que es un canal emocional a través del cual discurre el mensaje verbal. De esta forma si ese canal no existe no será posible la comunicación o si está deteriorado la comunicación se dificultará enormemente.

3.1 La escucha activa

Estamos acostumbrados a oir, pero ¿sabemos lo que es realmente escuchar?

Saber escuchar es una capacidad diferente de oír y requiere tener verdadera disposición a entender lo que la otra persona está diciendo. La escucha activa es una habilidad social mediante la cual el que escucha presta atención a todos los detalles de la comunicación y trata de entender, de modo empático, las ideas, emociones, etc., que el interlocutor está expresando consciente o inconscientemente.

La escucha activa garantiza el proceso de retroalimentación o feedback en la comunicación y permite al emisor cerciorarse de que su mensaje es comprendido, viéndose animado a emitir nuevos mensajes. Para el desarrollo de nuestro trabajo como TSEI es imprescindible practicar la escucha activa con los niños y niñas, relación con las familias y con el equipo de trabajo. Vemos en el siguiente cuadro una muestra de conductas que facilitan la escucha activa:

Administrar el tiempo de habla: Hay que dar tiempo a que el otro se exprese, teniendo en cuenta que los silencios son necesarios para lo comunicación y que, bien administrados, son tan eficaces como la emisión verbal y facilitan la atención.

Demostrar empatía: Empatizar con el otro, ponernos en su lugar y hacerle ver que comprendemos su situación. No significa estar de acuerdo con lo que expresa, pero facilita la retroalimentación más que ningún otro recurso.

Parafrasear: Verificamos lo que el emisor está diciendo repitiendo con las mismas o distintas palabras lo más importante o significativo del mensaje. Su utilidad reside en que mantiene la atención en el otro y no en uno mismo, por lo que la otra persona se siente escuchada.

Preguntar: Preguntas referidas para confirmar que se está comprendiendo el mensaje

Reformular: Sacar conclusiones sobre aspectos parciales del mensaje.

Para conseguir el objetivo de eliminar barreras de comunicación debemos realizar una correcta escucha activa. Buscaremos los errores habituales que dificultan la escucha activa e intentar comprobar si incurrimos en ellos durante la interacción comunicativa:

– Identificación y comparación: Parece empatía, pero no lo es. Este error lo cometemos cuando, sin que alguien termine de contar una vivencia, nos ponemos a contar una nuestra que consideramos semejante, cortando la posibilidad de expresarse al otro.

– Paternalismo: Dar por hecho que la persona tiene, al expresarse, la intención de recibir un consejo, aún cuando su intención pueda ser únicamente sentirse escuchado hasta concluir el mensaje. Aún en el caso de que la persona espere un consejo es necesario dejar que finalice el relato completo, sin precipitarse en la respuesta.

– Discrepancia impulsiva: En lugar de fijarse en los puntos de coincidencia, es escuchar el discurso para encontrar la discrepancia y manifestarla.

– Dogmatismo: Todos creemos tener razón pero, para saber si la tenemos o no, deberemos escuchar. La falta de disposición de apertura a no tener razón es un bloqueo comunicativo importante.

– Lectura del pensamiento: El receptor, en cierto modo, juega a adivinar qué piensa el emisor mientras habla. Incluso puede que haga suposiciones sobre lo que piensa de él en ese momento.

– Anticipación de respuesta: En lugar de escuchar, estamos preparando lo que vamos a contestar.

– Escucha selectiva: Es un sesgo mediante el cual sólo se procesa lo que confirma nuestras ideas previas o lo que nos interesa, sin prestar atención a lo demás.

– Prejuicio: No considerar o rechazar lo que comunica una persona por quién es, sin escuchar todo lo que tiene que decir.

– Ensoñación: Poner la mente en otro sitio cuando nos expresan algo, por ejemplo, porque carece de interés para nosotros

3.2 Barreras en la comunicación

Hemos visto, hasta ahora, diferentes elementos que facilitan o dificultan la comunicación y que deberemos tener en cuenta, elemento a elemento o en su conjunto, en cualquier relación de interacción con otros. Cuando iniciamos una interacción valoraremos la existencia de barrenas en la comunicación y, en la medida de lo posible, intervendremos sobre ellas para eliminarlas o adaptar nuestras conductas para minimizar su efecto y conseguir una comunicación más eficaz. Existen barreras de diferentes tipos:

Las principales estrategias de resolución que podemos aplicar para la eliminación de estas barreras son:

3.3 Aplicar el proceso comunicativo

Hemos visto cómo la ansiedad o la incomodidad que puede acompañar las interacciones sociales afecta a la competencia comunicativa y, al contrario, cómo el control de la situación y la aplicación de conductas socialmente habilidosas permite a la persona y al grupo, sentirse cómodo en la interacción. La comunicación y las habilidades de comunicación se pueden perfeccionar y practicar, teniendo especial cuidado en la comunicación no verbal. En habilidades sociales la asertividad (aplicación de aquella conductas y pensamientos que permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido por parte del interlocutor) y el control de la ansiedad son punto clave para afrontar el proceso de comunicación y de interacción con un grupo.

En nuestra labor TSEI tendremos que abordar, de forma solvente, la comunicación con grupos (niños, padres, equipo de trabajo,…). Par conseguirlo es básico tener claro el objetivo que se persigue: informar, convencer, entretener, etc. Estos y otros objetivos son compatibles entre sí, pero se debe definir previamente cuál es la prioridad principal. Realizaremos también una comprobación, reflexión y evaluación sobre el resultado de la exposición.

Para realizar una correcta comunicación ante un grupo será conveniente que observemos el contexto, teniendo en cuenta el espacio, familiarizándonos con él, tomando en cuenta si se está sentado o de pie, si se pueden apoyar papeles,… y los destinatarios, obteniendo información sobre sus características, necesidades e intereses; cuanto más sepamos de ellos, más cómodos nos sentiremos. Planificaremos la intervención, para lo que elaboraremos o interiorizaremos:


4. Las actitudes en la relación de ayuda

Durante el desarrollo de nuestro trabajo como TSEI es imprescindible poseer una correcta competencia respecto a las habilidades sociales y comunicación, tanto en lo que se refiere a nuestra actitud como profesionales, como nuestras relaciones con los niños, sus familias y el equipo de trabajo. Si somos capaces de transmitir empatía a los padres y madres de los niños y hacerles ver que comprendemos sus inquietudes, seguro que confiarán mucho más en nosotros y podremos desarrollar mejor nuestra labor como TSEI. Para conseguir esto será necesario dominar las técnicas de comunicación y las habilidades sociales que nos permitan mantener relaciones sociales eficaces. Nuestro trabajo como educadores y educadoras tendrá una repercusión tanto más positiva cuanto más sepamos mantener unas buenas relaciones interpersonales, ser responsables de nuestros actos, tener empatía, etc., todo ello manteniendo una conducta asertiva.

Dentro de nuestro trabajo será de gran ayuda dominar técnicas de comunicación, saber expresar, tanto conocimientos como sentimientos, manifestar agrado y desagrado, tener capacidad de comunicar en grupo, etc. Esto también ayuda a evitar el estrés y reduce las tensiones y conflictos con los demás miembros del equipo de trabajo. Intentaremos, en todo momento:

Las conductas habilidosas y la comunicación efectiva generan un ambiente propenso a la aceptación de la persona, del TSEI, en un entorno de intervención o trabajo, lo que favorece la relación con los usuarios y facilita la intervención y la obtención de resultados positivos. Las habilidades sociales y la comunicación serán de las herramientas más poderosas que podremos utilizar en nuestro trabajo y, del mismo modo, el aprendizaje de habilidades sociales y competencias de comunicación será uno de los elementos más positivos que podremos transmitir a los niños y niñas con los que desarrollamos nuestra labor como TSEI.

Actitudes del profesional en la relación de ayuda:

5. La inteligencia emocional: las emociones y los sentimientos

Somos capaces de conocer y reconocer, a veces con dificultad, nuestro estado emocional, pero nos resulta muy difícil expresarlo en palabras. La dificultad para expresar sentimiento y emociones es algo muy común entre las personas, ya sean adultas, adolescentes o niños. Nos encontraremos, con frecuencia, expresiones del tipo “me siento mal” para hacer referencia a sentimientos de tristeza, dolor, frustración, cansancio, miedo, nerviosismo, rechazo, etc.; estaríamos utilizando una misma expresión para hacer referencia a una serie de sentimientos muy diferentes entre sí. Diferenciamos, en nuestro estado emocional, sentimientos y emociones.

Sentimientos: Tendencias o estados de ánimo de baja intensidad y larga duración que aparecen como respuesta a la manera en que una persona siente y reacciona ante los eventos de la vida diaria. Pertenecen al mundo afectivo interno de la persona y es complicado hacer que se produzcan o evitarlos, producen estados más o menos estables y ayudan a adatarse a las demandas del ambiente.

Emociones: Impulsos o reacciones afectivas que aparecen como respuesta automática ante ciertos estímulos. Son estados de ánimo, generalmente, de mayor intensidad que los sentimientos, pero de una duración más corta. Las emociones se producen como reacción a determinados estímulos, como la noticia de un acontecimiento, la vivencia de un hecho, imaginar situaciones, etc. Están provocadas por estímulos puntuales, por lo que son más controlables, aunque dependen del significado que cada persona de a esos estímulos. Aparecen estrechamente ligados a las cogniciones (una misma situación se percibe de formas diferentes y genera distintas emociones según la persona.

Una cosa es lo que la persona siente y otra la manera en que manifiesta o exterioriza dichas emociones. Es importante aprender desde la infancia a expresar adecuadamente y de forma consciente las emociones, ya que la manera en que se manifiesten comportará importantes implicaciones en las relaciones sociales y muchos otros aspectos de la vida.

Daniel Goleman, (1.995), en su libro “La inteligencia emocional”, define inteligencia emocional como la “capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones.

Considera determinadas aptitudes emocionales que clasifica en dos grupos:

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el entorno que tiene muy en cuenta los sentimientos y engloba las habilidades sociales, el autocontrol, la autoconciencia, la empatía, etc. La inteligencia emocional engloba las capacidades para percibir y comprender las emociones de forma precisa, de aplicar las emociones como facilitadores del pensamiento y el razonamiento, y de dominar las propias emociones y las de los demás.


6. Mecanismos de defensa

En ocasiones encontramos desajustes entre los diferentes componentes de la personalidad conocidos como disonancia, que produce un estado de ansiedad que resulta intolerable para la persona, por lo que tiende a eliminarla, compensarla o reducirla. Se producen diferencias entre lo que somos y lo que queremos ser, lo que creemos ser y lo que piensan los demás de nosotros, etc. Para conseguir el objetivo de eliminar la disonancia se activan las siguientes vías:

Mecanismos de defensa: Procesos psicológicos automáticos que protegen al individuo de la ansiedad y de la conciencia de amenazas o peligros externos o internos.

Los mecanismos de defensa intervienen en la reacción del individuo ante conflictos emocionales y amenazas externas. Pueden ser de adaptación o de evitación.

7. Programas y técnicas de comunicación y HHSS. 1ª parte

Hemos visto que las habilidades sociales son comportamientos aprendidos que pueden mejorarse a través de experiencias adecuadas de aprendizaje. El entrenamiento en habilidades sociales permite aumentar la capacidad de la persona en las relaciones interpersonales y de comunicación. Según Curran (1.985), entrenamiento en habilidades sociales es “un intento directo y sistemático de enseñar estrategias y habilidades interpersonales a los individuos con la intención de mejorar su competencia interpersonal individual en clases específicas de situaciones sociales”.

En la actualidad, el entrenamiento en habilidades sociales y técnicas de comunicación se utiliza aplicado a una gran cantidad de problemas de conducta en la infancia y adolescencia, además de la edad adulta. El entrenamiento en habilidades sociales es efectivo en la enseñanza de conductas socialmente hábiles con niños y niñas y se dispone de técnicas, estrategias y procedimientos para la enseñanza de conductas socialmente habilidosas durante la época de la infancia. En la actualidad se está abriendo un nuevo campo de trabajo en el entrenamiento de las habilidades sociales en el contexto educativo que implica la enseñanza de habilidades de interacción social y comunicación a todos los niños y niñas en contextos reales de interacción, en ambientes naturales y con un objetivo educativo de promoción de la competencia social y de prevención de problemas en la interacción social.

El entrenamiento en habilidades sociales se aplica, como hemos visto, con la finalidad de que los individuos adquieran habilidades que les permitan mantener interacciones sociales más satisfactorias. Las características de esta estas intervenciones, según Gil y León (1.998), son:


8. Programas y técnicas de comunicación y HHSS. 2ª parte

Existen gran cantidad de técnicas para el entrenamiento en habilidades sociales y la mejora de las habilidades de comunicación, entre las que destacamos:

Instrucciones:

Consisten en explicaciones claras que funcionan como motores de conductas que deben ejecutarse. Se transmite una información breve, clara y concisa. Se utilizan para favorecer la atención en aspectos concretos del comportamiento, ejecuten conductas correctamente y puedan, de esta forma, reforzarlas. Se usan durante todo el proceso de entrenamiento.

Modelado:

Exposición de un modelo que muestra correctamente la conducta objetivo del entrenamiento, lo que recibe permite el aprendizaje observacional de ese modo de actuar. Tiene la ventaja de ilustrar los componentes no verbales y paralingüísticos de la conducta interpersonal.

El modelo se puede presentar por parte de alguno de los participantes (monitores o miembros del grupo), a través del video o en vivo. El modelado tiene mayor efectividad cuando el observador considera la conducta como deseable y cree que es posible realizarla, y recordará mejor las respuestas si tienen la oportunidad de practicar la conducta. Obtendremos mayores cotas de efectividad cuando respetamos las siguientes pautas:

9. Programas y técnicas de comunicación y HHSS. 3ª parte

Continuamos presentándote las técnicas para el entrenamiento en habilidades sociales y la mejora de las habilidades de comunicación más destacadas:

Ensayo conductual

Consiste en representar maneras apropiadas y efectivas de afrontar situaciones de la vida real buscando la respuesta más adaptativa. Conocido también por rol play, es un recurso muy utilizado en el entrenamiento de las habilidades, ya que permite practicar las conductas, lo que refuerza su aprendizaje. Es importante que los participantes tengan un papel activo permitiendo que señalen formas diferentes de afrontar la situación.

Las situaciones deben plantearse de menor a mayor dificultad, progresando desde situaciones planificadas a situaciones improvisadas o, incluso, reales. Deberán repetirse los ensayos para facilitar el aprendizaje, pero evitando el aburrimiento o el cansancio, por lo que tendremos que espaciarlos en el tiempo, cambiar el entorno y contexto, introducir novedades, alterar papeles, etc.

Retroalimentación

La retroalimentación o feedback es uno de los factores más importantes en el proceso de comunicación y en las conductas habilidosas. Del mismo modo es una herramienta eficaz en el entrenamiento en habilidades sociales y técnicas de comunicación, realizándose justo después del ensayo de conducta, momento idóneo para que el sujeto pueda percibir lo que ha realizado correctamente y distinguirlo de lo que ha realizado negativamente. La retroalimentación debe centrarse en lo positivo de la conducta, haciendo mayor énfasis en lo que ha realizado bien en contraposición a lo que aún puede mejorar.

La información que se facilita debe trasladarse utilizando un lenguaje fácilmente comprensible y señalando alternativas de comportamiento y sugerencias para perfeccionar las conductas.

Moldeado

Técnica consistente en el reforzamiento sistemático de cada pequeño avance o aproximación al objetivo de conducta que se busca en el entrenamiento. Se trataría de ir moldeando, partiendo de una conducta existente en el sujeto, hasta llegar al objetivo. Se comienza aplicando refuerzo a las conductas, dentro del repertorio del individuo, que tengan la mayor similitud con la conducta habilidosa y progresivamente se va retirando el refuerzo a esas conductas para trasladarlo a otras más próximas a la conducta deseada hasta conseguir el objetivo y alcanzar la conducta habilidosa.

Reforzamiento

Se trata de que el sujeto, ante una conducta adecuada, perciba una consecuencia positiva que debe producirse inmediatamente después de la realización de la conducta que se pretende reforzar y ser importante para el sujeto y coherente con la situación. Se pueden emplear reforzadores materiales (regalos, golosinas, préstamo de un objeto,…) o sociales (alabanzas, aprobación, reconocimiento,…). Los reforzadores sociales se muestran como los más útiles y naturales, pueden aplicarse con facilidad y sin planificación previa, además de tener un efecto positivo sobre la autoestima.

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