Tema 11 – Las necesidades educativas especiales en la etapa de Educación Infantil. La respuesta educativa a las necesidades especiales de estos alumnos en el proyecto curricular y en las programaciones. Las adaptaciones curriculares.

Tema 11 – Las necesidades educativas especiales en la etapa de Educación Infantil. La respuesta educativa a las necesidades especiales de estos alumnos en el proyecto curricular y en las programaciones. Las adaptaciones curriculares.

Introducción

Los currículos de Educación Infantil prestan especial atención a la socialización del niño y a la formación de hábitos, así como a la adquisición de conceptos y destrezas básicas, es decir, a preparar al niño para la siguiente etapa educativa, la Educación Primaria.

Hay que considerar por tanto de una manera especial esta etapa educativa para empezar a desarrollar de forma coherente y natural la labor de integración de los a.c.n.e.e. una vez detectadas, evaluadas y valoradas, para que el paso por la Educación Primaria no vaya acompañado de un retraso generalizado por la no atención o mala atención sino que debe participar de las mismas vivencias y experiencias que el resto de sus compañeros, sintiéndose miembro del grupo, al mismo tiempo que el grupo le considera un igual.

Por eso, este es un tema fundamental para el desarrollo de nuestra labor profesional como maestros de apoyo a la Educación Especial. A lo largo del mismo expondremos el concepto de NEE y veremos aquellas que pueden presentar nuestros alumnos en la etapa de Educación Infantil, la respuesta educativa que debe darse a dichas necesidades tanto en el PCC como en las programaciones.

Finalmente hablaremos de las adaptaciones curriculares como herramienta fundamental para llevar a cabo la individualización de la enseñanza y la integración de los a.c.n.e.e. en el sistema educativo ordinario y en la sociedad en general como establece la ley. Veremos el concepto de adaptación, las distintas modalidades y los principios y criterios para su elaboración.

1. Las NEE en la etapa de Educación Infantil.

1.1. La etapa de Educación Infantil.

La etapa de Educación Infantil, según la Ley Orgánica 1/1990 de 3 de octubre, de Ordenación General de Sistema Educativo (LOGSE), comprende de los 0 a los 6 años de edad y se divide a su vez en dos ciclos, 0-3 y 3-6. Es una etapa no obligatoria, de carácter educativo y preventivo cuyos objetivos primordiales son favorecer la estimulación y es desarrollo de las capacidades físicas, afectivas, intelectuales y sociales del niño.

La reciente Ley Orgánica 10/2002 de 23 de diciembre, de la Calidad de la Educación (LOCE) denomina al periodo de 0 a 3 años Educación Preescolar, que tendrá un carácter educativo y asistencial, y al de 3 a 6 años Educación Infantil con los mismos objetivos que establece la LOGSE.

La Educación Infantil contribuirá a desarrollar las siguientes capacidades:

1. Conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de acción.

2. Relacionarse con los demás a través de las distintas formas de expresión y de comunicación.

3. Observar y explorar su entorno natural, familiar y social.

4. Adquirir progresivamente una autonomía en sus actividades habituales.

El trabajo y desarrollo de los objetivos de la Educación Infantil tiene una importancia vital cuando nos referimos a la educación de los niños con NEE, ya que parten de una situación de desventaja con respecto a los otros niños de su misma edad.

Por lo tanto la atención temprana debería ser uno de los medios que permitan favorecer el desarrollo e interacción de este aluminado, en un contexto escolar educativo lo más normalizado posible.

1.2. El concepto de NEE.

Pero, ¿qué se considera un a.c.n.e.e.?

El término necesidades educativas especiales es fruto de un profundo cambio conceptual de la Educación Especial.

El origen del concepto NEE lo encontramos en el Informe Warnock publicado en Gran Bretaña en 1978. En España aparece por primera vez en el año 1990 con la aprobación de la LOGSE.

Con este concepto se pretende transmitir la idea de que todos los alumnos tienen necesidades educativas y precisan de ayudas más o menos diferenciadas. El término evita las connotaciones negativas poniendo el énfasis en los procesos de aprendizaje y en la respuesta educativa. El RD 696/1995 de 28 de abril de 1995, de Ordenación de la Educación de los alumnos con necesidades educativas especiales, identifica a los alumnos con necesidades educativas especiales como aquellos afectados por discapacidad psíquica, sensorial o motora, los afectados por trastornos graves de conducta, así como los superdotados intelectualmente y los pertenecientes a grupos sociales desfavorecidos

Con todo esto NEE es definido por el MEC en el cuadernillo de Adaptaciones Curriculares de los Materiales para la Reforma como: ”Un alumno presenta necesidades educativas especiales cuando presenta dificultades mayores que el resto de los alumnos para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad, bien por causas internas, por dificultades o carencias del entorno socio – familiar o por una historia de aprendizaje desajustada y necesita para compensarlas adaptaciones de acceso y/o significativas en una o varias áreas de currículo”

En 2002 la LOCE, reitera la importancia de la atención a los a.c.n.e.e., pero excluye de este concepto a los alumnos con desventaja social, a los alumnos extranjeros y a los superdotados intelectualmente, que pasan a ser alumnos con necesidades educativas específicas.

Si bien la etapa de Educación Infantil no es obligatoria, en caso de presentar NEE tanto la LOGSE como la ORDEN de 14 de febrero de 1996, por la que se regula el procedimiento para llevar a cabo la evaluación psicopedagógica y se establece el dictamen y los criterios de escolarización de los alumnos con necesidades educativas especiales, establecen que la atención a los a.c.n.e.e. se iniciará desde el momento de su detección, es decir que todos los niños en Educación Infantil deberán estar escolarizados sean cuales sean sus NEE.

¿A efectos de ordenación y provisión de recursos y medidas curriculares especiales, sólo se considerarán alumnos con NEE aquellos que hayan sido evaluados por los EOEP, EAT y/o los orientadores de los centros, en ambos casos con la colaboración del profesorado quedando reflejado en el dictamen de escolarización.?

1.3. Las NEE más frecuentes.

Analizaremos, a continuación, las NEE que con más frecuencia presentan nuestros alumnos.

Expondremos separadamente las necesidades transitorias que generalmente se superan a los largo de la escolaridad, y las necesidades permanentes que precisan de un apoyo mucho más especializado y extendido en el tiempo, generalmente a lo largo de toda la vida.

El profesor se planteará de forma distinta la atención de unos y otros, porque:

– los a.c.n.e.e. transitorias se presentan en este nivel educativo, generalmente sin haber sido detectado el problema, sin diagnóstico previo y con frecuencia si haber sido advertido el problema por su familia.

– Los a.c.n.e.e. permanentes acceden al centro con un diagnóstico y una evaluación de sus competencias educativas, así como de sus NEE con las directrices y recomendaciones pertinentes.

1.3.1. Necesidades educativas transitorias.

Consideramos a.c.n.e.e. transitorias a aquellos alumnos cuyas necesidades pueden ser superadas tras la adecuada intervención psicopedagógica.

Hay tanta variedad de casos como diferencias individuales podemos encontrar en nuestro alumnado, por lo que nos centraremos en aquellos casos que se dan con más frecuencia.

. Problemas del lenguaje. En la etapa de Educación Infantil, más que en ninguna otra, es necesario tener un cuidado especial, al afirmar que un alumno tiene problemas del lenguaje, ya que puede deberse, simplemente, a que está en una fase de maduración y afianzamiento que probablemente en poco tiempo y a medida que el niño va adquiriendo esa madurez necesaria evolucionan positivamente y sin mayores problemas. Por eso resulta importante que el profesor reclame de los servicios de apoyo una valoración y un diagnóstico realizado por los especialistas.

Pero tenga o no problemas de lenguaje el profesor debe procurar enriquecer y perfeccionar el lenguaje y la comunicación de sus alumnos. Ya que esta actividad diaria, además de los tratamientos específicos (sesiones con el profesor de AL), será la mejor terapia para los niños con problemas de lenguaje.

. Aseo personal y control de esfínteres. Habitualmente en las últimas fases del nivel 2-3 años el niño adquiere los hábitos correctos de higiene personal y el control de esfínteres. Si se presentan problemas en este apartado tendríamos que estudiar sus causas. Si es por inmadurez, por problemas ambientales o educacionales, al niño le será más fácil adquirir el hábito del control al observar a los demás compañeros y tenerlos como estímulos. Si se trata de causas orgánicas hay que valorar la posibilidad de un tratamiento médico.

Sean cuales sean estas, puede producir inconvenientes en el aula.

En este apartado también se podrían incluir otro tipo de trastornos transitorios puntuales, pero que en muchos casos son de gran importancia sobre todo si perduran en el tiempo o no se le da la correcta solución, nos referimos a problemas de sueño, alimentación, miedos, etc

. Alumnos con trastornos del aprendizaje. El rasgo más característico de estos niños es que rinden de forma discrepante en las distintas áreas de aprendizaje. Toledo (1984) lo denomina retraso disarmónico.

Los más frecuentes son: Hiperactividad, Indiferencia a los estímulos, Falta de motivación, Falta de atención, Trastornos perceptivos e Incoordinación motora.

Los programas y actuaciones preventivas evitarán que se presenten, en alumnos con alto riesgo, NEE más patentes al comenzar la Educación Primaria.

. Alumnos con trastornos de conducta. Ligados a las necesidades que hemos visto en el apartado anterior, se considera que un alumno tiene trastornos de conducta si actúa o deja de actuar, de manera anómala o molesta al grupo. Las conductas anómalas más frecuentes son: Necesidad de llamar la atención continuamente, Necesidad de éxito, Agresividad, Aislado en sus fantasías, Perfeccionismo, Regresiones y Dependencia.

1.3.2. Necesidades educativas especiales permanentes.

Por otro lado tenemos a los a.c.n.e.e. permanentes. En este grupo se encuentran los alumnos que van a presentar mayores dificultades de aprendizaje y van a necesitar más y diferentes ayudas que el resto de sus compañeros para conseguir los objetivos educativos.

Los objetivos de la Educación Infantil se consideran básicos en el proceso educativo de todos los alumnos, y adquieren una especial importancia para el desarrollo armónico de aquellos que tienen más dificultades para aprender.

Para analizar la NEE permanentes más frecuentes en esta etapa, lo haremos analizándolas en relación con los distintos contenidos de aprendizaje de las diferentes áreas de Educación Infantil establecidas en el RD 1333/1991 de 6 de Septiembre por el que se aprueba el currículo de la Educación Infantil.

. Área de comunicación y lenguaje. Cabe destacar los problemas de algunos niños que bien por su deficiencia o bien por ausencia de un ambiente que lo estimule, experimentan graves dificultades en la adquisición del lenguaje. Nos enfrentamos entonces a la difícil tarea de enseñar intencionalmente ese lenguaje o uno sustitutorio para poder comunicarse.

. Área de identidad y autonomía personal. Cuando un alumno va a necesitar ayuda permanente durante toda su vida para su autonomía personal o actividades diarias, necesitará desde el primer momento un ambiente educativo donde pueda explorar sus posibilidades y desarrollar al máximo su autonomía personal, al mismo tiempo que se siente apoyado y valorado. Desarrollando así su autoestima y autoconcepto viendo que se valora su esfuerzo y el resultado de este.

. Área del medio físico y social. Algunos alumnos van a tener dificultades graves para percibir e interactuar visual, auditiva y manipulativamente con su entorno. Este hecho puede conducir durante los primeros años a una sensible reducción de sus posibilidades de experimentación sensorio-motora, básica en esta etapa, y posteriormente mermar sus posibilidades de interacción con las personas. Se hace necesaria en estos casos una rigurosa planificación de actividades y acciones educativas encaminadas a ofrecer al alumno un abanico lo más amplio posible de experiencias favorecedoras de su desarrollo.

Por último señalar la importancia que tiene la participación de los padres en la educación de los a.c.n.e.e. Nuestra intervención como especialistas en Educación Especial no puede olvidar la atención a la familia del a.c.n.e.e. Tras el impacto que supone el nacimiento de un hijo con algún tipo de discapacidad, la familia se enfrenta a sentimiento ambivalentes y es muy frecuente que los padres de a.c.n.e.e. les sobreprotejan mermando involuntariamente sus posibilidades de comunicación social, de interacción y de formación de habilidades básicas.

Vistas las necesidades educativas que pueden presentar nuestros alumnos en la etapa de Educación Infantil, pasamos a un punto fundamental, que es cómo podemos responder a tales necesidades, desde el centro a través de su Proyecto Curricular y desde el aula a través de las programaciones.

2. La respuesta educativa a las necesidades especiales de estos alumnos en el Proyecto Curricular y en las programaciones.

2.1. El proyecto curricular de centro.

Partimos de la base de que una adecuada respuesta a las NEE va a exigir disponer de un PEC que asuma a nivel teórico, organizativo y metodológico la diversidad como algo natural en todo grupo humano, y la mejor manera de atender a esa diversidad será elaborando un PCC que permita la individualización de la enseñanza.

En el currículo se responde, por lo tanto, a las preguntas relativas al qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar.

Dar respuesta a estas preguntas exige necesariamente reflexionar acerca de las características de los alumnos que tienen que realizar los aprendizajes. En este caso se trata de alumnos que presentan NEE en la etapa de Educación Infantil. Por tanto la enseñanza debe tener un enfoque globalizador y partir de su nivel de competencia curricular.

El modelo curricular actual intenta dar una respuesta educativa lo más ajustada posible a las características de cada alumno. Por tanto, es necesario que los equipos docentes concreten en sus centros, a través de sus distintos proyectos, las prescripciones de la administración educativa teniendo en cuenta las peculiaridades y necesidades concretas de este tipo de alumnado. En este sentido, la Comunidad Autónoma de Madrid no ha desarrollado un Decreto propio, de modo que se toman los Decretos establecidos por el Ministerio de Educación: RD 1333/1991 de 6 de Septiembre por el que se aprueba el currículo de la Educación Infantil.

Es evidente que dicha respuesta es el resultado del proceso previo de evaluación del alumno por el que se identifican cuáles son sus necesidades educativas. Este proceso de evaluación está regulado legislativamente por la mencionada Orden del 14 de febrero de 1996.

El Proyecto Curricular proporciona un marco global a la institución educativa que permite la actuación coordinada y eficaz de todos los profesionales que en ella intervienen. Recoge, pues, el conjunto de decisiones del equipo docente, que permiten concretar las intenciones educativas y guiar la actuación de los distintos profesionales en función del contexto en el que está ubicado el centro y la naturaleza de las necesidades de los alumnos.

La función básica del Proyecto Curricular es garantizar la adecuada progresión y coherencia en la enseñanza de los contenidos educativos a lo largo de la escolaridad.

En el RD 82/1996, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamente Orgánico de las Escuelas de Educación Infantil y de los Colegios de Educación Primaria se establece que los proyectos curriculares de etapa incluirán las directrices y las decisiones generales relativas a – la adecuación de los objetivos generales al contexto del centro y a las características de los alumnos, – la distribución de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación de las distintas áreas, – las decisiones de carácter general sobre metodología didáctica, – el agrupamiento de alumnos y la organización espacial y temporal de las actividades, – evaluación de los aprendizajes y promoción de los alumnos, – orientaciones para incorporar, a través de las distintas áreas, los contenidos de carácter transversal, – la organización de la orientación educativa y el plan de acción tutorial, – criterios y procedimientos previstos para realizar las AC apropiadas para los a.c.n.e.e. , – Materiales y recursos didácticos, – criterios para evaluar y, en su caso, revisar los procesos de enseñanza y la práctica docente de los maestros y – la programación de las actividades complementarias y extraescolares.

La elaboración del Proyecto Curricular, al requerir la toma de posición en relación a toda una serie de elementos educativos, permite articular un trabajo sistemático de discusión. Por eso la elaboración del PC para las distintas áreas y etapas educativas debe considerarse una tarea crucial.

2.2. Las programaciones de aula

El Proyecto Curricular dará pie a las distintas programaciones destinadas a satisfacer las necesidades particulares de los alumnos. La elaboración de las distintas programaciones por parte de los profesores, supone un notable esfuerzo de adaptación y de diversificación del currículo ordinario con objeto de responder a las necesidades educativas de los alumnos en él atendidos y que presentan NEE.

Las programaciones de aula son una secuencia de unidades didácticas que el maestro elabora teniendo en consideración el centro particular y el aula para la cual programa, el contexto en el que se encuentran y por su puesto el Proyecto Curricular elaborado para la etapa.

En las programaciones se concretan al máximo los objetivos y contenidos, y los criterios de evaluación, teniendo en cuenta a los a.c.n.e.e. Se explicitan las estrategias de E-A que se van a utilizar y se establecen los espacios y los tiempos en que se va a llevar a cabo este proceso. Se definen los instrumentos de evaluación. Y todo ello según las características de los alumnos, del profesorado y de los recursos con los que se cuenta.

Con este continuo curricular se pretende dar respuesta al mayor número posible de alumnos. Cuantas más adaptaciones realicemos en estos dos niveles (Proyecto Curricular y Programación) menos adaptaciones individuales serán necesarias. Pero es innegable que en ocasiones resulta imprescindible alcanzar el grado máximo dentro de este continuo de diversificación y adaptación del currículo, y este lo constituyen las adaptaciones curriculares individualizadas según las necesidades de un alumno concreto.

3. Las adaptaciones curriculares.

3.1. Concepto de AC

Entendemos por AC cualquier ajuste o modificación que se realiza en los diferentes elementos de la oferta educativa común, para dar respuesta a los a.c.n.e.e., en un continuo de respuesta a la diversidad.

Consiste, por tanto, en distintas modificaciones que afectan a cada uno de los elementos del currículo, ya sea en su totalidad o en parte.

3.2. Principios de la AC

Los principios que rigen la elaboración de las AC se pueden resumir en:

1. El punto de partida debe ser siempre el currículo ordinario.

2. Deben partir siempre de una evaluación amplia del alumno y del contexto.

3. Han de realizarse siempre con el menor grado de significatividad. Esto implica la necesidad de realizar las adaptaciones en los ámbitos más generales (centro, aula) antes de decidirse por ajustes individuales. Asimismo se realizarán las adaptaciones en los elementos de acceso antes que en los elementos básicos y, dentro de estos, se iniciarán los ajustes en metodologías y criterios de evaluación, dejando para el final los contenidos y objetivos.

4. Han de buscar un emplazamiento lo menos restrictivo posible.

5. Las adaptaciones deben tener en cuenta la realidad y las posibilidades de éxito.

6. Deben delimitar con claridad los pasos a seguir y la responsabilidad de los profesionales implicados, así como garantizar su total coordinación.

7. Deben quedar reflejadas por escrito.

3.3. Modalidades de ACI

Podemos hablar de 3 niveles de AC:

1. AC a nivel de Centro: van destinadas a todos los alumnos del colegio y se elaboran para todos.

2. AC a nivel de Aula: van destinadas a todos los alumnos de un grupo, teniendo en cuenta las NEE de algunos alumnos, con el fin de realizar las menos AC individuales posibles.

3. AC Individualizadas: van destinadas a aquellos alumnos que necesitan una adecuación especial.

En cuanto al “qué” adaptar podemos hablar de dos modalidades:

– A en los elementos de acceso al currículo.

– A en los elementos básicos del currículo.

. Dentro de este último tipo de adaptaciones, podemos hablar de AC significativas y no significativas.

A continuación vamos a desarrollar con más detalle cada una de las citadas modalidades de adaptación.

3.3.1. A en los elementos de acceso al currículum.

Las A en los elementos de acceso al currículum se refieren a las adaptaciones de los elementos personales, materiales u organizativos para que los alumnos puedan acceder a los aprendizajes programados para el grupo. Estas adaptaciones afectan a los recursos, no a los objetivos ni contenidos. Pueden ser de tipo:

Espacial: mediante la eliminación de barreras arquitectónicas y condiciones de acceso físico, sonorización, iluminación, etc de tal manera que favorezca la movilidad y autonomía del alumno.

Material: con la adaptación de materiales de uso común y/o provisión de instrumentos específicos que salven sus dificultades (equipamientos específicos, ayudas técnicas, mobiliario adaptado, materiales didácticos,…)

En la comunicación: mediante la utilización de sistemas alternativos del lenguaje oral o escrito, o sistemas complementarios de comunicación (lenguaje de signos, bimodal, BLISS, SPC, etc).

3.3.2. A de los elementos básicos del currículum

Se refieren a los objetivos, contenidos, metodología, actividades y evaluación del currículum.

Dentro de este tipo de adaptaciones podemos hablar, como ya hemos mencionado, de aquellas que son significativas y de las que no lo son.

– AC no significativas: se refieren a las modificaciones en la metodología, actividades y recursos. Van dirigidas a aquellos alumnos con dificultades pasajeras de aprendizaje por causas ambientales, de carencia de escolaridad, carencias culturales y deficiencias motrices, sensoriales o psíquicas leves. Están en relación con el cómo enseñar y evaluar.

– AC significativas: se refieren a modificaciones sustanciales en algunos objetivos, contenidos y criterios de evaluación programados. Estas A alejan al alumno de los planteamientos curriculares establecidos por el centro y de las enseñanzas consideradas básicas para todos los alumnos en un determinado ámbito territorial. Están en relación con el qué cuándo enseñar y evaluar. En cualquier caso es necesarios que estas decisiones tengan como finalidad el mayor desarrollo posible de las capacidades propias de la etapa en la que se encuentra el alumno.

Estas AC pueden consistir en:

Introducción de objetivos, contenidos y sus correspondientes criterios de evaluación (aprendizaje del sistema Braille).

Adecuación de objetivos, contenidos y criterios de evaluación.

Priorización de determinados objetivos, contenidos y criterios de evaluación (Priorización de los objetivos de inserción social).

Modificaciones en la Temporalización (retrasar un objetivo a un ciclo posterior).

Eliminación de objetivos, contenidos y criterios de evaluación o incluso de áreas enteras. Esta es la medida más drástica y debe tomarse con mucha precaución y como consecuencia de una profunda valoración psicopedagógica.

La ACI como toda planificación curricular precisa quedar reflejada en un documento que sirva de orientación y guía, y facilite la reflexión y revisión. Este documento es el DIAC (Documento Individual de Adaptación Curricular), que debe ser considerado como un complemento de la programación y no como un programa paralelo desligado de la misma. Es importante resaltar que este documento no es algo estático, sino que es necesaria su revisión periódica.

El DIAC es elaborado por el profesor tutor y el profesor de PT, teniendo en cuenta las consideraciones del resto de profesionales.

El proceso a seguir para elaborar una ACI es el siguiente:

1. El alumno presenta en un momento determinado dificultades de aprendizaje.

2. Se realiza una primera valoración del alumno en el contexto de enseñanza-aprendizaje y se determinan los factores que dificultan el aprendizaje.

El profesor del aula pone en marcha modificaciones en la situación de enseñanza-aprendizaje para la solución de las dificultades.

Si se resuelven las dificultades, el alumno puede seguir la programación del aula con las modificaciones realizadas.

3. Si no se resuelven las dificultades, se lleva a cabo un proceso de evaluación para determinar si el alumno tiene NEE. Se analiza su nivel de competencia curricular y su estilo de aprendizaje, su desarrollo general y su contexto familiar y social.

Si, como resultado de esta evaluación, se deduce que el alumno no presenta NEE se ponen en marcha nuevas modificaciones en la situación de enseñanza-aprendizaje en el aula.

4. Si el alumno presenta NEE, se determinan dichas necesidades y se deciden las medidas de adaptación de acceso o curriculares significativas, y sus implicaciones para el centro, la etapa, el ciclo o el aula.

5. Posteriormente se debe realizar un seguimiento para ajustar la respuesta educativa a los progresos que vaya realizando el alumno y dado el caso en que deje de presentar NEE, pasar a simples modificaciones en la situación de enseñanza-aprendizaje siguiendo la programación ordinaria del aula.

En caso de que el alumno presente un déficit ya detectado, el procedimiento de elaboración de la ACI comienza directamente en el punto 3. , es decir, en la evaluación psicopedagógica para determinar sus NEE.

Todo este proceso de elaboración debe ser rigurosamente reflejado en el DIAC del alumno, como establece la ORDEN de 14 de febrero de 1996, sobre evaluación de los alumnos con necesidades educativas especiales que cursan las enseñanzas de régimen general establecidas en la LOGSE.

En el DIAC se refleja los datos de identificación del alumno y del documento, datos relevantes para la toma de decisiones curriculares como el Nivel de competencia curricular, el estilo de aprendizaje, los aspectos que favorecen y dificultan en el contexto escolar y socio-familiar, las necesidades educativas especiales, la propuesta de adaptaciones tanto de acceso al currículo como curricular metodológica o de objetivos, contenidos y criterios de evaluación, la modalidad de apoyo, la colaboración con la familia y los criterios de promoción.

Conclusión

En conclusión, a lo largo del presente tema hemos abordado la realidad de las NEE en la etapa de la Educación Infantil. Hemos analizado las necesidades educativas con las que nos podemos encontrar y la respuesta educativa que debemos darles desde el centro a través de Proyecto Curricular y desde el aula a través de las programaciones. Finalmente hemos analizado las distintas modalidades de ACI como herramienta de máxima concreción dentro del marco de un currículo flexible.

Desde que se introdujera en nuestro sistema educativo el concepto de normalización, nuestro alumnos tienen garantizado el derecho, como todo niño, a educarse en la escuela ordinaria. La escuela ordinaria, para responder a esta obligación que se le plantea lleva a cabo un esfuerzo de concreción y adaptación para ofertar la respuesta educativa que los a.c.n.e.e. precisan, llegando incluso a las adaptación individualizadas del currículo o de los medios de acceso a este.

Se trata sin duda de un avance que aporta beneficios a nuestros alumnos y al resto de la sociedad que se enriquece de esta diversidad.

Bibliografía

Para la elaboración del presente tema, a parte de la legislación mencionada, hemos consultado las siguientes referencias bibliográficas:

– CALVO RODRÍGUEZ, A.: “Técnicas y procedimientos para realizar la adaptaciones curriculares”. Escuela Española. Bilbao. 2001.

– GARCÍA VIDAL, J.: “Guía para realizar adaptaciones curriculares”

– SALVADOR MATA, F.(2001): Enciclopedia psicopedagógica de NEE. vol I. EDICIONES ALJIBE. MALAGA, 2001