¿Qué es la filosofía?

¿Qué es la filosofía?

Ana Lucía Batalla Gavaldà

1. Introducción

La unidad didáctica que se va a presentar a continuación tiene como objetivo la introducción del alumnado de primero de bachillerato de la asignatura llamada Filosofía y ciudadanía en una temática todavía desconocida por ellos, que es la siguiente: ¿Qué es la filosofía? Siguiendo la legislación vigente, contemplada en el Decreto 102/2008, considero esencial iniciar un curso de este tipo con un acercamiento general al saber filosófico introduciendo a los estudiantes en el contexto en el que nació la filosofía, cómo fue posible su surgimiento en la Grecia clásica y qué diferencia el modelo anterior de explicación de los acontecimientos naturales (mitos) y el modelo lógico de explicación que permitió el nacimiento de la filosofía. Para ello, se explicarán sucintamente cuáles fueron las primeras teorías filosóficas, de los llamados filósofos de la naturaleza o pre-socráticos, se dividirá la filosofía en sus distintas disciplinas según la temática que trata y se hará una aproximación a la definición de filosofía.

Debo decir que esta introducción general considero que es lo primero que debe ser proporcionado a unos alumnos que es la primera vez que se enfrentan a una asignatura con esas características, ya que nunca antes habrán oído hablar de qué es la filosofía, en todo caso, quizás hayan comentado algo en la asignatura de cuarto de E.S.O. llamada Educación ético-cívica si el docente encargado lo ha considerado como algo adecuado. Por lo que esta primera unidad parece casi necesaria en una asignatura que presenta una nueva temática a los estudiantes. Será una introducción para cualquier otro tema posterior que vaya a tratarse en la asignatura, por lo que es de una gran importancia tratar este tema con detenimiento en las primeras sesiones del curso.

2. Temas en los que se divide la unidad

Los principales temas que se van a tratar en la unidad introductoria de esta asignatura serán el cuestionamiento de qué es la filosofía a partir de las ideas previas de los estudiantes, una introducción histórica a la cuestión de su nacimiento en Grecia y cuáles fueron las condiciones sociales y políticas que permitieron su surgimiento, cuál es el paso que se dio en el siglo VII-VI a.C. que cambió el modelo de explicación de los cambios en la naturaleza del mito al logos, cuáles son las aportaciones de los primeros filósofos de la naturaleza (o pre-socráticos), cuáles son los temas que trata la filosofía y en qué especialidades se divide según la pregunta a la que trata de responder, y posteriormente se dará un par de definiciones de qué es la filosofía y qué un filósofo.

Como modo de concluir la unidad didáctica, se proporcionará a los estudiantes un modelo de disertación escrita que será analizada en el aula para que aprendan cómo se hace, las partes que debe tener y cómo debe estar escrita; algo que será puesto en práctica en la última de las sesiones, en la que habrá una prueba escrita sobre los contenidos de la unidad didáctica en forma de disertación.

3. 1. Objetivos de la etapa

Los principales objetivos de la etapa dictados por el Decreto 102/2008 que se pretenden adquirir gracias a esta unidad didáctica son los siguientes:

– Afianzar los hábitos de lectura y estudio como condiciones para el aprendizaje y como medio de desarrollo personal.

– Iniciar en el dominio de las habilidades básicas propias de la filosofía, así como en sus métodos.

– Conocer y valorar críticamente nuestros antecedentes históricos.

– Desarrollar la sensibilidad literaria como fuente de formación y enriquecimiento cultural.

3. 2. Objetivos de la asignatura

Respecto a los objetivos de la asignatura que se desea que adquieran los estudiantes en esta primera unidad didáctica son:

– Identificar y apreciar el sentido de los problemas filosóficos y emplear con propiedad y rigor los nuevos conceptos y términos asimilados para el análisis y la discusión.

– Adoptar una actitud crítica y reflexiva.

– Argumentar de modo coherente el propio pensamiento de forma oral y escrita, contrastándolo con otras posiciones y argumentaciones.

– Analizar y comentar textos filosóficos, tanto en su coherencia interna como en su contexto histórico, identificando los problemas que plantean, así como los argumentos y soluciones propuestas.

3. 3. Objetivos específicos de la unidad

Finalmente, en lo que se refiere a los objetivos específicos de esta unidad didáctica introductoria, destacaría los siguientes:

– Reconocer la especificidad propia del saber filosófico frente a las otras disciplinas.

– Conocer el proceso histórico de constitución del saber filosófico en Grecia.

– Comprender la vigencia de las preguntas, argumentaciones y conceptos de la tradición filosófica nos ofrece.

– Analizar textos filosóficos como fuente de información sobre la filosofía, sus preguntas, argumentos y conceptos.

– Realizar disertaciones filosóficas que argumenten nuestra concepción filosófica personal.

4. Contenidos

El enfoque general del tema es realizar una introducción tanto a la filosofía como a los temas que esta ha tratado históricamente, indicando también cuándo fue su nacimiento (en Grecia en el siglo VI a.C.) y qué elementos de tal cultura hicieron posible sus inicios y el cambio de cosmovisión de explicar los cambios en la naturaleza desde aspectos míticos o mediante elementos lógicos, racionales. Finalmente, y como una cuestión procedimental, se enseñará a los estudiantes cómo realizar una disertación como un texto argumentativo de carácter filosófico.

Los conceptos principales que se tratarán en esta unidad temática serán los siguientes: filosofía, mito, logos, filosofía presocrática, arché, especialidades filosóficas: metafísica, gnoseología, lógica, antropología, ética, política y estética.

Y las ideas principales que se defenderán son: 1. El nacimiento de la filosofía en el siglo VI a. C. como una consecuencia del cambio de cosmovisión que supone explicar mediante recursos míticos los cambios acontecidos en el mundo natural a buscar una explicación racional de cómo son posibles estos cambios; 2. Los filósofos pre-socráticos como ejemplos de pensadores que están realizando este cambio y que intentan explicar cuál es el motor del cambio en la naturaleza; 3. Especialidades que a lo largo de la historia han existido dentro del pensamiento filosófico dependiendo de cuál es la pregunta a la que quieren responder: metafísica, gnoseología, lógica, antropología, ética, política y estética; 4. Existen muchas concepciones distintas sobre qué es la filosofía y cuál es el quehacer propio de los filósofos, entre la que destacamos la socrática y la kantiana; 5. La disertación es un procedimiento propio del saber filosófico porque se basa en la argumentación de una postura sobre una cuestión problemática.

La estructura del tema se verá claramente mediante la distribución temporal de los contenidos que detallamos a continuación:

Primera sesión: ¿Qué entendemos por filosofía? El objetivo de la primera sesión será introducir a los alumnos en la cuestión de qué entendemos por filosofía. Para ello, haremos una actividad inicial que propicie la dinámica participativa en el aula y que permita al docente conocer cuáles son los conocimientos previos que estos estudiantes tienen al respecto. En esta actividad, se preguntará directamente a los alumnos qué es la filosofía. Como probablemente no tendrán mucha idea de qué se espera que digan, el profesor dirá el significado etimológico de la palabra: “amor por la sabiduría”. El siguiente paso será recordar la afirmación socrática de “sólo sé que no sé nada” para pasar a cuestionarles cuál podría ser el motivo por el que consideramos que es filósofo un personaje histórico que parece decir que carece de sabiduría.

Tras haber propiciado una primera “lluvia de ideas” sobre qué podríamos considerar que es la filosofía, apuntando el docente en la pizarra qué posibles características podrían definirla según lo que han dicho los estudiantes, se pasará a preguntar a los estudiantes qué saben de la antigua Grecia, qué imagen tienen de los sabios clásicos griegos y qué nombres conocen de esa época. (Quizás hayan visto la película de 300 y sepan algo sobre Leónidas y los espartanos, o hayan escuchado hablar de la teoría de las Ideas de Platón, a pesar de que no sepan qué significa).

A partir de estos conocimientos previos, el docente explicará sucintamente cuáles eran las condiciones sociales e históricas de las ciudades – Estado (polis griegas) y tratará de explicar de este modo por qué la filosofía nació en Grecia, o al menos cuáles fueron las características que permitieron su nacimiento. Para ello, será interesante mostrar un mapa a los alumnos que les permita visualizar dónde están situadas estas polis en el siglo VI a. C. Para que localicen las ciudades con relevancia filosófica en el mapa y para que conozcan los nombres de filósofos presocráticos más antiguos, se les dirán tales nombres y tendrán que buscar en el mapa dónde se encuentra su ciudad natal:

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Filósofos de la antigua Grecia: Jenófanes de Colofón, Heráclito de Éfeso, Tales de Mileto, Sócrates (de Atenas), Hipócrates de Cos, etc. Una vez relacionados estos nombres más que conocidos en la historia de la filosofía con el lugar que les corresponde en el mapa, se concluirá la clase explicando las condiciones que se dieron en estas polis griegas que facilitaron el nacimiento de la filosofía. Se destacará la importancia del comercio marítimo entre estas ciudades, que fomentó una gran diversidad cultural entre las distintas polis y, por tanto, el intercambio de ideas (además de productos comerciales).

Respecto a la sociedad, se remarcará la división social entre libres y esclavos, y entre ciudadanos libres y los que no eran ciudadanos. Mientras que los ciudadanos libres tenían derechos políticos, todos los demás no los tenían, como ocurría con las mujeres, los menores de edad, los esclavos o aquellos cuyos padres no fuesen ambos libres. Estas condiciones sociales permitían que los ciudadanos libres, que tenían esclavos y sirvientes que se ocuparan del trabajo físico, pudiesen dedicar su vida al ocio y a la deliberación en la plaza pública junto con los demás ciudadanos. Así fue posible lo que hemos conocido como democracia directa, ya que estos ciudadanos reunidos en asamblea decidían cómo organizar la vida pública, común, de la polis.

Segunda sesión: Los mitos griegos. Tras un acercamiento etimológico al concepto de filosofía y una breve contextualización del momento histórico y social en el que surge, pasaremos a un comentario sobre el cambio de paradigma que supuso el paso pensar de forma mitológica a pensar siguiendo el logos. Esta vez, en lugar de iniciar la sesión estableciendo un breve diálogo en el que pensar entre todos qué es un mito, la estructura de la sesión será totalmente distinta. El docente traerá al aula una copia para cada alumno del Mito de Prometeo narrado por Platón. La sesión se dedicará por completo a la lectura y al comentario de este texto. Esta metodología responde a la consideración de que leer un mito es la mejor manera de comprender a qué nos referimos cuando utilizamos esa palabra. El texto es el siguiente:

“Era un tiempo en el que existían los dioses, pero no las especies mortales. Cuando a éstas les llegó, marcado por el destino, el tiempo de la génesis, los dioses las modelaron en las entrañas de la tierra, mezclando tierra, fuego y cuantas materias se combinan con fuego y tierra. Cuando se disponían a sacarlas a la luz, mandaron a Prometeo y Epimeteo que las revistiesen de facultades distribuyéndolas convenientemente entre ellas. Epimeteo pidió a Prometeo que le permitiese a él hacer la distribución “Una vez que yo haya hecho la distribución, dijo, tú la supervisas”. Con este permiso comienza a distribuir. Al distribuir, a unos les proporcionaba fuerza, pero no rapidez, en tanto que revestía de rapidez a otros más débiles. Dotaba de armas a unas, en tanto que para aquellas, a las que daba una naturaleza inerme, ideaba otra facultad para su salvación. A las que daba un cuerpo pequeño, les dotaba de alas para huir o de escondrijos para guarnecerse, en tanto que a las que daba un cuerpo grande, precisamente mediante él, las salvaba.

De este modo equitativo iba distribuyendo las restantes facultades. Y las ideaba tomando la precaución de que ninguna especie fuese aniquilada. Cuando les suministró los medios para evitar las destrucciones mutuas, ideó defensas contra el rigor de las estaciones enviadas por Zeus: las cubrió con pelo espeso y piel gruesa, aptos para protegerse del frío invernal y del calor ardiente, y, además, para que cuando fueran a acostarse, les sirviera de abrigo natural y adecuado a cada cual. A algunas les puso en los pies cascos y a otras, piel gruesa sin sangre. Después de esto, suministró alimentos distintos a cada una: a una, hierbas de la tierra; a otras, frutos de los árboles; y a otras raíces. Y hubo especies a las que permitió alimentarse con la carne de otros animales. Concedió a aquéllas descendencia, y a éstos, devorados por aquéllas, gran fecundidad; procurando, así, salvar la especie.

Pero como Epimeteo no era del todo sabio, gastó, sin darse cuenta, todas las facultades en los brutos. Pero quedaba aún sin equipar la especie humana y no sabía qué hacer. Hallándose en ese trance, llega Prometeo para supervisar la distribución. Ve a todos los animales armoniosamente equipados y al hombre, en cambio, desnudo, sin calzado, sin abrigo e inerme. Y ya era inminente el día señalado por el destino en el que el hombre debía salir de la tierra a la luz. Ante la imposibilidad de encontrar un medio de salvación para el hombre, Prometeo roba a Hefesto y a Atenea la sabiduría de las artes junto con el fuego (ya que sin el fuego era imposible que aquella fuese adquirida por nadie o resultase útil) y se la ofrece, así, como regalo al hombre. Con ella recibió el hombre la sabiduría para conservar la vida, pero no recibió la sabiduría política, porque estaba en poder de Zeus y a Prometeo no le estaba permitido acceder a la mansión de Zeus, en la acrópolis, a cuya entrada había dos guardianes terribles. Pero entró furtivamente al taller común de Atenea y Hefesto en el que practicaban juntos sus artes y, robando el arte del fuego de Hefesto y las demás de Atenea, se las dio al hombre. Y, debido a esto, el hombre adquiere los recursos necesarios para la vida, pero sobre Prometeo, por culpa de Epimeteo, recayó luego, según se cuenta, el castigo del robo.

El hombre, una vez que participó de una porción divina, fue el único de los animales que, a causa de este parentesco divino, primeramente reconoció a los dioses y comenzó a erigir altares e imágenes a los dioses. Luego, adquirió rápidamente el arte de articular sonidos vocales y nombres, e inventó viviendas, vestidos, calzado, abrigos, alimentos de la tierra. Equipados de este modo, los hombres vivían, al principio, dispersos y no en ciudades, siendo, así, aniquilados por las fieras, al ser en todo más débiles que ellas. El arte que profesaban constituía un medio, adecuado para alimentarse, pero insuficiente para la guerra contra las fieras, porque no poseían el arte de la política, del que el de la guerra es una parte. Buscaban la forma de reunirse y salvarse construyendo ciudades, pero, una vez reunidos, se ultrajaban entre sí por no poseer el arte de la política, de modo que al dispersarse de nuevo, perecían. Entonces Zeus, temiendo que nuestra especie quedase exterminada por completo, envió a Hermes para que llevase a los hombres el pudor y la justicia, a fin de que rigiesen en las ciudades la armonía y los lazos comunes de amistad. Preguntó, entonces, Hermes a Zeus la forma de repartir la justicia y el pudor entre los hombres: “¿Las distribuyo como fueron distribuidas las demás artes?”.

Pues éstas fueron distribuidas así: Con un solo hombre que posea el arte de la medicina, basta para tratar a muchos, legos en la materia; y lo mismo ocurre con los demás profesionales. ¿Reparto así la justicia y el poder entre los hombres, o bien las distribuyo entre todos? “Entre todos, respondió Zeus; y que todos participen de ellas; porque si participan de ellas solo unos pocos, como ocurre con las demás artes, jamás habrá ciudades. Además, establecerás en mi nombre esta ley: Que todo aquel que sea incapaz de participar del pudor y de la justicia sea eliminado, como una peste, de la ciudad”.

Platón: Protágoras 320c-322d

El comentario de este texto se hará detenidamente, por párrafos, de forma que cada uno de ellos lo lea un estudiante, el docente vaya aclarando las palabras u oraciones completas que puedan no ser entendidas por los alumnos y finalmente se hará un comentario general del texto tras su lectura detallada. Las preguntas básicas en las que debe centrarse el profesor para el comentario podrían ser similares a las siguientes: 1. ¿Qué explica este mito?, 2. ¿Qué diferencia hay entre la explicación que da de cómo se forma el primer ser humano y la narración bíblica que tiene a Adán y Eva como protagonistas?, 3. ¿Por qué roba Prometeo el fuego para los hombres?, 4. ¿Cuál es la diferencia que se establece entre la justicia y el poder y las demás artes? ¿A qué creéis que se debe tal distinción?, 5. ¿Qué opinas sobre la ley que establece finalmente Zeus para todos los hombres?

Tercera sesión: El paso del mito al logos. Tras el comentario y análisis de la sesión anterior sobre el mito de Prometeo narrado por Platón y la consecuente reflexión sobre qué es el mito, en esta sesión se tratará de profundizar un poco más en la distinción entre mito y logos, ya que podríamos decir que la filosofía es una consecuencia de este cambio de cosmovisión griego. Como el ejemplo que hemos visto en la clase anterior era una explicación de los orígenes del ser humano, veremos en esta sesión un breve fragmento de Tucídides, uno de los principales historiadores griegos para ver cuáles son las diferencias esenciales en la forma de tratar las cuestiones. Sólo después de esta comparación, que trata de vislumbrar el paso del mito al logos, podremos explicar mejor a los alumnos qué es la filosofía o, al menos, por qué surgió en Grecia.

A modo de recordatorio de la sesión anterior, pediremos a los alumnos que nos ayuden a definir qué entendemos por mito, a partir de ejemplos del texto que vimos. Una definición simplificada podría ser: un mito es un relato cuyos protagonistas son dioses o semidioses, y cuya función es explicar el origen del mundo y todo lo que contiene. Lo que se persigue con los mitos, entonces, es dar una explicación de las fuerzas que actúan en el mundo para poder comprenderlo mejor. Se irán teniendo en cuenta en esta explicación las aportaciones que hagan los alumnos para completarla, pudiendo añadir otros ejemplos de mitos que ellos conozcan o contando alguno el docente para que se entienda mejor cómo son y la función que tiene.

Un ejemplo bastante común en la distinción entre mito y logos es la explicación que dan de las causas que llevaron a una guerra, cosa que entronca con el texto que queremos tratar de Tucídices. Mientras que un relato mítico explicaría la guerra como causada por una disputa entre dos o más dioses, cuyas consecuencias tenemos que sufrir los hombres, un relato histórico buscará las causas materiales y sociales que pueden explicar la guerra, como son la expansión del territorio, el control de la economía de la zona, y un largo etc. Para iluminar esta cuestión a los alumnos, proyectaríamos en la pizarra digital (o lo repartiríamos en papel, dependiendo de las posibilidades del centro) un fragmento de las Guerras del Peloponeso del historiador Tucídides, donde explica los motivos de la guerra entre Atenas y Esparta:

“Les declararon (los espartanos) que comenzarían la guerra contra ellos (los atenienses) si no revocaban el decreto que habían hecho contra los de Mégara, por el cual se les prohibía desembarcar en puertos de los atenienses, acudir a sus ferias y comerciar con ellos. A todas esas demandas, y principalmente a la de revocar el decreto, los atenienses determinaron no obedecer”.

El comentario de este breve texto tiene el objetivo de que vean la diferencia en el trato que hacen de una misma cuestión el mito y el logos e introducirlos en las explicaciones racionalistas más propias de la filosofía, aun matizando que la transición de un tipo de explicación al siguiente es temporalmente muy extensa, por lo que en la mayoría de los textos se pueden ver todavía las dos actitudes entremezcladas. Ésta empezó intentando hallar una determinada causa natural que explicase por qué el mundo es como es, el principio que regía todo: el arché. A los filósofos que buscaron este principio natural que pudiera explicar todos los cambios de la naturaleza los hemos llamado filósofos presocráticos (por que fueron anteriores a Sócrates). Fueron los primeros en mostrar una actitud racionalista y filosófica ante la realidad fenoménica.

Para proporcionar una primera imagen a los estudiantes de cuáles fueron los filósofos presocráticos y lo que ellos defendieron, que todavía podemos decir que se encuentra a medio camino entre mito y logos, aunque sí intenta ser ya una explicación racional, se buscaría proporcionarles algunas ideas muy concretas y no demasiado elaboradas, porque pretender que aprendan las explicaciones de todos estos pensadores en una sola sesión sería algo ingenuo. Por ello, un acercamiento interesante podría ser mediante un video que con imágenes, sonido y afirmaciones características de estos pensadores, transmita a los estudiantes (nacidos en lo que se ha llamado la “era de la imagen”) unas ideas básicas sobre cada uno de estos primeros filósofos. Con este breve vídeo terminaría la sesión, dedicando los minutos restantes (si los hubiese) a un breve comentario del mismo.

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https://www.youtube.com/watch?v=GsR1YfZIMms

Cuarta sesión: Los filósofos presocráticos. En esta sesión se hará un recordatorio de las teorías de filósofos presocráticos que se vieron en la sesión anterior para pasar a la profundización de cada autor individualmente, por lo que esta sesión será un poco más teórica. La idea principal será poder explicar sucintamente cuál es el principio natural que cada pensador defendió como el arché de todas las cosas. Esta búsqueda la realizan siguiendo más el logos (que podemos traducir por palabra, razón o habla) que el mito, y esto será lo que queremos destacar finalmente. Será interesante ver que todos estos pensadores se encuentran todavía en el cambio de cosmovisión, en el paso de una concepción a la otra, ya que en sus teorías podemos ver que la desaparición mitológica todavía no es completa.

Lo que queremos que aprendan en esta sesión es cuál es el arché que defiende cada pensador presocrático y cómo determina que es ese y no otro. Para esto, seguiremos el orden del video que tratamos en la sesión anterior, y explicaremos cada una de las afirmaciones que en él salen, ya que en la sesión anterior no dio tiempo a hacerlo. Tales defendió al agua como principio de todas las cosas, para Anaximandro el arché era lo indeterminado, lo indefinido, para Anaxímenes lo era el aire. Por su parte, Parménides defiende la conocida afirmación de que “el ser es y el no ser, no es”. Heráclito considera que todo fluye, nada permanece, de modo que no te bañarás dos veces en el mismo río. Para Empédocles, todas las cosas son mezcla de las cuatro raíces de las que está formado todo el mundo: aire, fuego, agua y aire; y se combinan o se separan de acuerdo a dos principios rectores: el amor y el odio. Finalmente, Anaxágoras considera que el origen de las cosas se encuentra en la semilla, en la que se encuentra el todo; y la teoría atómica de Demócrito será realmente interesante para la comprensión de la teoría atómica actual y sus tan lejanas raíces.

Me gustaría matizar que, más importante que el hecho de que los estudiantes atiendan las explicaciones de cada uno de estos autores, es que participen en el comentario de lo que el profesor está exponiendo, de modo que este pueda saber si están entendiendo la teoría del pensador o no. Quizás esto implique no poder llegar a explicar a todos los pensadores presocráticos, pero esto no creo que suponga un problema si al menos han entendido los que sí se ha podido explicar. Como el objetivo de la sesión es que comprendan el modo que tenían estos pensadores de explicar las cosas de forma racional y ya no exclusivamente mitológica, es interesante que entiendan mejor cómo lo hacen que qué dicen concretamente. Por esto considero que la clase debe ser participativa en todo momento para que los estudiantes puedan entender el proceso más que el resultado.

Quinta sesión: Los temas que trata la filosofía. Los primeros minutos de la sesión los dedicaremos a repasar las cuestiones básicas que se trataron en la sesión anterior haciendo preguntas de distintos niveles de dificultad para que todos los alumnos puedan participar en este inicio de sesión. Tras esto, recordaremos que la filosofía trata de cuestionar todas las cosas intentando dar una respuesta racional a tales preguntas. Por este motivo, sería interesante ver hacia qué especialidades se ha orientado el saber filosófico, teniendo en cuenta siempre que no son compartimentos estancos, sino que están conectados intrínsecamente. Dividimos tales especialidades según a qué pregunta fundamental pretenden dar respuesta:

1. La metafísica se interroga: ¿qué es la realidad y cómo está ordenada?

2. La gnoseología o teoría del conocimiento se pregunta: ¿cómo conozco la realidad?

3. La lógica se pregunta: ¿se infiere correctamente esta conclusión de las premisas que conozco?

4. La antropología se pregunta: ¿qué es el ser humano?

5. La ética se pregunta por el bien y las razones de su cumplimiento: ¿por qué ser bueno?

6. La política se pregunta por las normas que deben regir la convivencia humana: ¿cómo debemos convivir?

7. La estética se pregunta por la esencia de la belleza: ¿qué es lo bello?

Una vez indicadas cuáles son los temas que trata la filosofía a rasgos generales y cuál es la respuesta que pretenden resolver, se propone la lectura de dos textos en clase. Ambos serán repartidos a los estudiantes y se comentarán detalladamente en clase, y los últimos diez minutos de la sesión serán de trabajo individual para que ellos argumenten por escrito a qué especialidad de la filosofía dirían que pertenece cada fragmento y por qué, siendo lo más importante la argumentación, ya que en el propio comentario que se hará en clase lo más probable es que se indique ya a qué especialidad pertenece. Los textos que se proporcionarán serán los siguientes, aunque no se dirá la referencia del texto, ya que al menos en el primer caso facilitaría demasiado la tarea:

“Es evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza un animal político… La naturaleza, en efecto, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales, ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso y agradable, y de poder significar esto los unos a los otros; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo, y por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre el ser el único animal que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado”

Aristóteles, Política I, 1, 1253 a

“Dios escogió al hombre como obra de naturaleza indefinida, y una vez lo hubo colocado en el centro del mundo, le habló así: ‘No te he dado, oh Adán, ni un lugar determinado, ni un aspecto propio, ni ninguna prerrogativa exclusiva tuya, pero aquel lugar, aquel aspecto, aquellas prerrogativas que tú desees, las obtendrás y conservarás según tus deseos y según tú lo entiendas. La naturaleza limitada de los demás está contenida en leyes prescritas por mí. Tú te la determinarás sin ninguna barrera, según tu arbitrio, a cuya potestad la entrego. Te puse en medio del mundo para que desde allí pudieses darte mejor cuenta de todo lo que hay en él. No te he hecho celeste ni terreno, mortal ni inmortal, para que por ti mismo, como libre y soberano artífice, te formes y te esculpas en la forma que hayas escogido. Tú podrás degradarte en las cosas interiores y tú podrás, según tu deseo, regenerarte en las cosas superiores, que son divinas”.

J. Pico de la Mirandola, Oración sobre la dignidad del hombre

El objetivo de esta sesión es, pues, triple: se propone la lectura de dos textos breves filosóficos relativamente sencillos, se requiere de los estudiantes el comentario dialogado con sus compañeros en el aula sobre el significado del texto y la pertenencia a una u otra especialidad de la filosofía de las que se han explicitado de forma teórica en la sesión y finalmente la argumentación por escrito de cuáles son los motivos que le llevan a defender que pertenece a una especialidad y no a otra.

Sexta sesión: Una aproximación a la definición de filosofía. Tras haber comentado cómo la filosofía surge en Grecia, cuál era el contexto histórico y político concreto que hizo posible su nacimiento, y cómo surge el logos en oposición al mito, vimos en la sesión anterior cuáles son las temáticas básicas que ha tratado esta disciplina a lo largo de la historia. Por este motivo, creo que ya estamos en situación de poder definir qué es propiamente la filosofía. No se trata de una tarea sencilla, puesto que la filosofía es el arte de preguntar y cada pensador ha dado una respuesta distinta a las preguntas comunes, de manera que los sistemas filosóficos han sido muy variados a lo largo de la historia y cada uno ha dado una respuesta distinta a la cuestión que nos incumbe: ¿qué es filosofía?

Etimológicamente hemos visto que significa “amor a la sabiduría”. De modo que podría decirse que la filosofía nace de la voluntad de verdad que se encuentra en todo ser humano. Como dice el pensador B. Russell: “la filosofía se origina del esfuerzo obstinado por alcanzar el conocimiento verdadero”. Siendo así, la admiración y la inquietud, el asombro y la curiosidad serían motores del filosofar. En palabras de Aristóteles: “Fue la admiración lo que inicialmente empujó a los hombres a filosofar […] Buscar una explicación de las cosas y admirarse de ellas es reconocer que se las ignora”. Esto recuerda a la afirmación socrática que ya comentamos en la primera sesión: “sólo sé que no sé nada”.

Quizás ahora sea un buen momento para retomarla y comentarla de nuevo, a la luz de todos los conocimientos que hemos adquirido en estas tres semanas. Esta es una oportunidad para que el docente compruebe si los estudiantes han estado atentos a las sesiones anteriores y si han aprendido algo de lo que se ha explicado hasta ahora. Con esta afirmación socrática se iniciará, pues, un debate de unos diez minutos en los que se espera que los estudiantes relacionen el reconocimiento de su ignorancia por parte de Sócrates y el breve texto de Aristóteles. La idea sería que los estudiantes entendiesen la famosa sentencia socrática no como una exhibición de ignorancia, sino más bien como una voluntad de búsqueda, ya que afirma no saber nada en comparación con lo que aún le falta por saber, mostrando así su interés por dedicar su vida al estudio y el cuestionamiento, esto es: a la filosofía.

De este modo, se entiende la filosofía como el esfuerzo (el querer saber) más que como el resultado (la sabiduría). Siguiendo esta definición, cualquiera podría ser filósofo si de verdad está interesado por la realidad, si reflexiona y profundiza, si le interesa saber y ama la verdad. Consecuentemente, la filosofía dura mientras dura la vida. Una imagen que puede ayudar en esta concepción de la filosofía es la del niño pequeño, porque éste cuestiona todo sin tener vergüenza de preguntar. Ya hemos visto qué tipo de cuestiones de pregunta la filosofía: metafísica, lógica, ética, política… Según esta concepción socrática, en filosofía no debería haber especialistas, sino que se debería saber de todo. Pero la realidad es que somos seres humanos limitados y es inevitable la dedicación a un ámbito concreto del saber.

En contraste con esta posición socrática, presentaremos a los estudiantes la concepción kantiana que considera que no sólo debemos preguntar, sino también poner las leyes del preguntar mismo. La filosofía es “la ciencia que refiere todo el conjunto de los conocimientos a los fines esenciales de la razón”. Así, la filosofía se convierte en una especia de tribunal por el que tienen que pasar todas las demás ciencias para ver si se ajustan o no a la razón. La filosofía es un ejercicio crítico y un saber fundamentador de las demás ciencias. La actitud filosófica no consiste tanto en saber de todo, cuanto en mantenerse vigilante, consciente del límite de nuestra razón, de lo que podemos conocer y lo que no.

Esta sesión concluirá explicando a los estudiantes que con esta comparación entre ambas concepciones lo que queremos mostrarles es que hay muchas formas de entender lo que es la filosofía, pero todas tienen algo en común: la pretensión de conocimiento. La filosofía busca el fundamento último de todo lo que hay, y quiere explicar la realidad que investiga desde su raíz más profunda. Esta aspiración de la filosofía explica también que no haya un acuerdo unánime, pues cuál sea este “ser fundamental” que se busca es algo problemático (como hemos visto en los presocráticos).

Un elemento final que es de importancia destacar es que la filosofía es una reflexión crítica sobre los problemas o cuestiones que ya hemos indicado, que tiene en cuenta las respuestas que se han ido dando a lo largo de la historia del pensamiento. Este es un elemento que la distingue, por ejemplo, de las ciencias empíricas. La filosofía es reflexiva y crítica, lo cual implica una toma de conciencia de los problemas mediante una actitud intelectual y un esfuerzo por clarificar, haciendo un análisis valorativo de los problemas y las soluciones propuestas.

Séptima sesión. ¿Cómo realizar una disertación? El objetivo de esta sesión será familiarizar a los estudiantes con la estructura de las disertaciones, ya que en esta escritura reflexiva lo fundamental es la argumentación, algo más que adecuado para una asignatura de filosofía. Entiendo por disertación el desarrollo de una reflexión que trata de analizar un problema. Por lo que implica tres actividades: 1. Identificar un problema en el tema propuesto y definirlo, 2. Reflexionar por escrito ordenadamente a partir de tal definición, y 3. Construir mediante tal reflexión un análisis en el que se ponga en juego la solución que propone el autor de la disertación.

Este tipo de argumentación es esencial en filosofía y por eso considero que desde la primera unidad didáctica del curso debe explicarse detenidamente cómo debe hacerse, qué estructura debe tener y qué elementos del escrito van a tenerse en cuenta de cara a la evaluación. Para enseñar a los alumnos cómo hacerlo, quizás la mejor manera sea proporcionándoles un ejemplo de disertación que esté en concordancia con su nivel de conocimientos, para que vean que son capaces de hacerlo y qué pasos deben seguir para conseguirlo. La actividad que se realizará en el aula será la detección en la disertación propuesta como ejemplo de cuál es la cuestión inicial, los argumentos a favor de la posición de defiende el autor y los contraargumentos que aporta y cuál es la resolución del problema que propone. La toma en consideración de los contraargumentos será esencial de cara a la constatación de la diversidad de posiciones ante los problemas que nos preocupan filosóficamente, y permitirá una indagación más deliberada y profunda de la cuestión que trata de argumentarse.

La disertación tendrá tres partes: 1. Introducción en la que se explicita cuál es la tesis que se va a defender, 2. Cuerpo dedicado a la argumentación a favor de tal tesis, con evidencias que la defiendan, con ejemplos, aclaraciones, refutando argumentos contrarios, recurriendo a la experiencia y, ante todo, coherente, sin contradicciones, 3. Conclusión. En lo que se refiere a la evaluación, los factores que más importancia tendrán serán la claridad y coherencia, que las ideas sean personales y originales, la argumentación y discusión con otras posturas y la presentación formal.

La adquisición de esta destreza que tiene que ver con la escritura será muy importante a nivel filosófico porque les permitirá argumentar mejor y comprender mejor las argumentaciones que lean de otras personas y otros autores que se verán a lo largo del curso. Es una forma bastante interesante de enseñarles a escribir mejor, mostrarles cuál es la importancia de dar una buena estructura formal a nuestros escritos y de que se adentren en la argumentación filosófica, esto es: en uno de los principales quehaceres de la filosofía.

Octava sesión: Prueba argumentativa. En esta última sesión de la unidad didáctica se realizará una prueba por escrito en la que los estudiantes tendrán que realizar una disertación siguiendo las pautas indicadas en la sesión anterior sobre una de las temáticas que se han tratado en clase y que el profesor planteará de una forma suficientemente abierta como para que los estudiantes tengan muchas cosas para decir y puedan realizar una buena disertación. Se evaluarán de este modo tanto los contenidos como los procedimientos que se han enseñado en las sesiones que han formado parte de esta primera unidad didáctica con la que se han introducido en el mundo de la filosofía.

5. Glosario o diccionario

– Filosofía: (Et.) Amor a la sabiduría. Arte de saber preguntar. Problemática abordada por las distintas corrientes filosóficas, por lo que no existe una definición inamovible.

– Mito: (Et.) Relato o cuento. Lo utilizaban los griegos para dar una explicación de los fenómenos naturales a partir de la acción de los dioses.

– Logos: (Et.) Razón, palabra, habla.

Filosofía presocrática,

Arché,

Metafísica,

Gnoseología,

Lógica,

Antropología,

Ética,

Política

Estética

6. Metodología. Actividades. Textos

La metodología que se empleará en las sesiones será la explicación por parte del profesor del contenido de la materia a partir de los conocimientos previos de los estudiantes, que serán comentados entre todos en la primera sesión, intercalando en las explicaciones ejemplos que se relacionen con la vida de los estudiantes, por ejemplo sobre la película 300 o sobre anécdotas que ellos conozcan sobre el mundo griego. Tendrá gran importancia en las sesiones que los estudiantes participen activamente en el aula, ya que se les proporcionará textos para el comentario conjunto en clase siguiendo un guión de preguntas que el docente expondrá en el aula, visualizarán un video sobre las teorías de los autores pre-socráticos que tendrán que comentar activamente entre todos, deberán debatir sobre a qué especialidad pertenecen los dos textos que les serán proporcionados en la quinta sesión y se les pedirá su opinión en la sexta sesión sobre las dos concepciones de filosofía que presentaremos, para ver si están más de acuerdo con Sócrates o con Kant.

La estrategia de enseñanza será, pues, motivar a que los alumnos presten atención en las clases poniendo ejemplos que se relacionen con su vida diaria, haciéndoles participar activamente en las sesiones mediante los debates o los comentarios comprensivos de textos. Se tratarán de amenizar todo lo posible las sesiones proporcionando imágenes y mapas de la Grecia antigua (como por ejemplo en la actividad de buscar en el mapa de dónde eran algunos filósofos pre-socráticos), poniendo vídeos de youtube para que las teorías de los autores les parezcan más cercanas o más alcanzables (https://www.youtube.com/watch?v=GsR1YfZIMms) y ayudándoles con los comentarios de texto de autores clásicos de la filosofía para que los comprendan, aunque intentando siempre que no sean demasiado largos ni complejos. Los textos que se comentarán en clase son los siguientes:

Mito de Prometeo en el diálogo de Platón que lleva por título Protágoras, en 320c-322d.

– breve texto de Tucídides extraído de la Historia de las guerras del Peloponeso.

– Aristóteles, Política I, 1, 1253 a.

– J. Pico de la Mirándola, Oración sobre la dignidad del hombre

Respecto al uso de material curricular, no utilizaremos libros de texto, sino que los estudiantes deberán llevar una libreta a clase con la que tomarán apuntes de las explicaciones que dará el profesor en clase, a lo que sumarán los textos que éste le proporcionará y que serán comentados en el aula. Esta libreta la deberán llevar todos los estudiantes con el objetivo de que aprendan a coger apuntes ya en ese curso, porque es algo que se les pedirá en todo el bachillerato y es esencial que aprendan a hacerlo para los cursos superiores, ya sea universidad o formación profesional de grado superior. Esto creo que ayudará también a que tomen una actitud activa en clase y no la pasividad propia de saber que todos los apuntes le serán proporcionados por el docente o están en el libro, de modo que no tiene que preocuparse por prestar atención en las clases.

Respecto a las actividades que se realizarán en el aula, ya se ha comentado que en la primera sesión se hará una actividad previa o introductoria en la que comentarán entre todos qué entienden ellos por filosofía, en la segunda sesión se hará un comentario de texto en conjunto por parte tanto del docente como de los estudiantes, en la tercera sesión la actividad final será un video que se empezará comentando en la cuarta sesión con el objetivo de introducir el pensamiento de los filósofos pre-socráticos. En la quinta sesión se les pedirá entregar una actividad por escrito que supone la redacción argumentada de por qué los dos textos proporcionados pertenecen a una disciplina filosófica y no a otra. En la sexta sesión se debatirá sobre las concepciones socrática y kantiana de la filosofía y del filósofo. Finalmente, la séptima sesión será más teórica, a pesar de que el análisis de la disertación de ejemplo será realizado entre todos en el aula y la octava sesión será la prueba argumentativa para la evaluación final de la unidad didáctica.

7. Evaluación

Los conocimientos que se espera que hayan adquirido los estudiantes en esta unidad didáctica y que serán los criterios para la evaluación de la misma son los siguientes:

– Son capaces de identificar los rasgos fundamentales del saber mítico y del logos, y entienden que el cambio de cosmovisión hizo posible el nacimiento de la filosofía en Grecia, ya que en esta se daban confluencia también otros elementos sociales y políticos como la democracia, el comercio, etc.

– Son capaces de diferenciar las distintas disciplinas filosóficas, las preguntas que se hacen e identificar a cuál de ellas pertenece un texto.

– Son capaces de hacer argumentaciones filosóficas tanto de forma oral como escrita.

– En los debates en el aula, son capaces de respetar a los demás compañeros a pesar de que defiendan una opinión distinta a la suya.

Siguiendo estos criterios evaluativos, se considerarán tres cuestiones básicas para la evaluación sumativa final de la unidad didáctica:

1. El diálogo y la participación activa en el aula, junto con la entrega por escrito del breve comentario de la quinta sesión supondrá el 20% de la nota.

2. Tomar apuntes y llevar al día la libreta, con las reflexiones que se hacen en el aula tanto por parte de los alumnos como del profesor, y los comentarios del texto supondrán el 30% de la nota.

3. La disertación argumentativa realizada en la prueba de la octava sesión supondrá el 50% de la nota. En ésta se tendrá en cuenta tanto la estructura como el contenido de la misma, su adecuación con la pregunta realizada y la correcta expresión por parte del alumno (tanto conceptual como gramaticalmente). Aprobar la disertación será requisito indispensable para aprobar la unidad didáctica.

Respecto a la recuperación, no se hará una por cada unidad didáctica, sino por trimestre. En ésta, se tendrán de nuevo en cuenta los tres elementos mencionados anteriormente y con los mismos porcentajes, volviendo a evaluar la libreta y realizando una nueva prueba argumentativa por escrito en un examen extraordinario para todos los que no lo hayan superado. Para que no resulte injusto para los otros alumnos, todos los que deseen subir la nota de la asignatura porque ahora han aprendido a hacerlo mejor, podrán presentarse de nuevo. De modo que en esta asignatura no se dará más oportunidades a unos que a otros, sino a todos por igual.

8. Actividad extraescolar o complementarias

Una actividad complementaria que se llevará a cabo a lo largo del curso será la lectura por parte de los estudiantes del libro de divulgación filosófica de J. Gaardner titulado El mundo de Sofía. Una vez al mes, a partir de la segunda unidad didáctica, para dar tiempo a los estudiantes a comprarlo e iniciarse en la lectura, se dedicará una sesión al comentario de los capítulos que el profesor considere adecuados. De esta forma, la mayoría de los estudiantes irá leyendo el libro poco a poco y podrá pedir al docente que le ayude en la comprensión de algunos apartados del texto que no le resultasen fáciles de comprender o insuficientemente claros. Sobre este libro, se evaluará la lectura y la comprensión de los estudiantes una vez cada trimestre mediante una prueba escrita en la que el estudiante comentará lo que ha aprendido en ese trimestre gracias al libro. Esto considero que es muy interesante para que los estudiantes de estos niveles académicos se den cuenta de que son capaces de leer un libro tan extenso y de una temática que en principio podría no interesarles mucho pero que finalmente sorprende gratamente a la mayoría. Esta posibilidad les ayudará a enfrentarse a futuras lecturas académicas.

Una actividad extraescolar que podría complementar lo visto en clase podría ser un viaje para ver una tragedia griega en el teatro de Sagunto, ya que en éste ofrecen muchas posibilidades distintas y muy económicas para los estudiantes. Quizás sería complejo organizarlo para el primer mes de clases, pero realizar esta actividad más adelante en el tiempo no haría que perdiese su interés, ya que puede resultar interesante para más asignaturas del bachillerato y la interdisciplinariedad es algo que no debe resultar baladí para los docentes.

à Recapitulación de lo visto en la clase anterior por parte del profesor. Resumen de los puntos básicos que se dieron el día anterior. Comentarios o matización. Continuar con el mismo hilo argumental. Asignatura con contenidos que tiene que explicar el profesor, exponerlos, contestar preguntas, etc. Destacar la continuidad que hay entre todos los autores filosóficos. Medir bien los tiempos. No sobrecargar de contenido las clases. Definición de filosofía que da el decreto: “la filosofía es una actitud reflexiva y crítica que pretende realizar una reflexión global acerca de lo que es el hombre, el conocimiento, la conducta adecuada y la vida social y política”.

En lugar de definir la filosofía, deberíamos decir qué pretenderemos hacer en esta asignatura. La filosofía siempre ha tenido como preocupación central, aunque no la mostrara en primer plano, qué tiene de especial el ser humano. Qué distingue al hombre de todo lo demás. ¿Informar o no a los alumnos de lo que vamos a hacer en esa clase?

Despertar el interés del estudiante, pero no hace falta hacer una lista de todo lo que vamos a dar porque no lo entenderían. “El curso se ha de ir explicando a sí mismo a lo largo de los meses”. Necesario fomento de la lectura y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Objetivos y contenidos de cada unidad [buscar lo que las editoriales publican en internet]. Recursos didácticos. Comentario de texto y disertación filosófica, esenciales. Evaluación diciendo qué deben haber aprendido.

à Dedicar una sesión antes del examen a explicarles cómo se hace una disertación. Siguiendo a García Moriyón. Un examen al final de cada unidad didáctica, con un comentario largo al respecto del contenido pero también de la forma.

Explicar en la introducción por qué esa es la primera unidad y qué relación guarda con las siguientes. Tres tipos de objetivos: conceptuales (cosas que deben entender), procedimentales (cosas que aprenderán a hacer), actitudinales (ante todo, el fomento de la tolerancia con las opiniones ajenas). En contenidos, mostrar el enfoque que vamos a dar a la unidad. De qué se va a hablar y desde qué perspectiva. Decir en pocas líneas sobre qué trata la unidad. No dar por sentados conocimientos que no se tienen. Peligro de proponer un exceso de contenido, autores e ideas.

Buena idea: sesiones con títulos propios. Fragmentos breves y bien escogidos. Videos, imágenes, diagramas y esquemas. Diseñar actividades iniciales. Dos finalidades del curso: introducción a la filosofía y propedéutica en vistas a segundo de bachillerato.

Nuestro tema: ¿Qué es filosofía? La filosofía como saber. ¿Qué la diferencia de los otros saberes?

Descender al detalle: qué haremos en cada clase, cómo vamos a explicar, presentar y convencer a los estudiantes de esas cosas que hemos enumerado en los contenidos de la unidad. “Programación de aula”. Proponer una manera de plantear el curso. Actividad inicial, qué preguntas haremos, qué texto leeremos, el tiempo que les dejaremos, etc. Justificar por qué elegimos cada cosa concreta. Conveniencia de encontrar una idea central para nuestra unidad didáctica, a la que tendieran todos nuestros objetivos.

Poner ejemplos de la vida diaria en las exposiciones. Conseguir no aburrir a los alumnos. Salto mal hecho de poner la distribución temporal de los contenidos después de los objetivos. Deberíamos hablar de los contenidos concretos que va a hablar en la unidad, cuáles son los conceptos e ideas principales… y después ya mostrar la distribución temporal. Podemos introducir mapas de la antigua Grecia, imágenes, esquemas… y decir cómo lo vamos a trabajar en clase. No empezar el curso con una sesión teórica sobre el contexto histórico-social griego. Empezar con energía. Buena elección el Mito de Prometeo.

Mitos: narraciones, relatos que ofrecen una explicación general sobre la vida de los hombres. En el mito de Prometeo tenemos la explicación del nacimiento de los seres naturales y después de las características concretas que los dioses dan a los hombres. Destacaría que la explicación que se ofrece de la cultura, el uso de la palabra, el dominio del fuego… se hace hablando de un tiempo originario, del que nadie tiene memoria, en el que suceden ciertas cosas que tienen después consecuencias en el tiempo que vivimos, que sí conocemos.

Nacimiento después de un modo de narración distinto: el logos, en el que no se habla de estos seres desconocidos, que no tienen lugar en el pasado y que no explica las consecuencias de un suceso concreto del pasado, que nadie vio. El logos es otro intento de explicación. Nace en la apelación a los elementos, es un dirigir la mirada hacia los componentes últimos de las cosas. Explicación que dirige la mirada hacia el elemento. Lo que entendemos actualmente como ciencia tiene que ver con esta segunda actitud.

Mito de Prometeo de Platón porque en él muestra la conciencia arcaica de la singularidad del ser humano (necesidad de técnicas e industrias para prosperar), parentesco con los dioses y su conocimiento, y constatación de que los medios se pelean todo el tiempo y por qué, y finalmente también por qué nos regala la moral a la justicia. ¿Es importante hacer una contextualización histórica de por qué la filosofía surge en Grecia? Deberíamos explicar antes qué entendemos por filosofía y las ‘partes’ en que se divide.

El paso del mito al logos mostraría una nueva manera de tratar el conocimiento, que es lo que se relaciona con el segundo tema. ¿Qué motiva el nacimiento de la filosofía? En Platón la filosofía surge en buena medida como una reflexión sobre la matemática. Cuando habla de conocimiento, su modelo es el matemático, que no es el de la sabiduría mítica, heredada o transmitida. Estrecha relación que en la formación original platónica encontramos en sus diálogos entre el conocimiento y el carácter distintivo del ser humano frente a otros seres. Esto pensamos que se puede generalizar, es un lugar común. El ser humano es un ser que conoce.

Muchas teorías distintas pueden marear a los alumnos. Necesidad de justificar todo. No hay que sintetizar, sino elegir y explicar bien. Tenemos que olvidar los libros de texto, son demasiado extensos y son imposibles de tratar en dos horas a la semana. No presentar simplemente cuestiones, dudar de todo, sino también aportar alguna información: ser constructivos de vez en cuando.

Importancia de dejar tiempo en las clases para leer y analizar textos filosóficos. Para mostrarles cómo se hace bien. Dónde están las claves, las líneas decisivas de un fragmento, etc. Esto es algo que lleva tiempo, pero es algo central en los objetivos de la asignatura. Empezar el curso con textos sencillos, pero analizando con ellos qué es un argumento, qué una premisa, qué una conclusión, etc. Presentar quizás sólo un par de objetivos por unidad, “si nos centramos en un par de cuestiones por unidad temática sí que podemos hacer un trabajo realmente filosófico”. Leer textos de autores reconocidos lentamente para que los alumnos entiendan qué es la filosofía, qué es hacerse preguntas filosóficas, cómo se responden, etc.

Trabajar un texto en cada sesión puede ser una buena idea para desarrollar su capacidad de lectura. La metodología la justifican los objetivos. Por eso hay que tenerlos bien claros. Importancia de empezar con buen pie el primer día. Buena actividad inicial.

Buena idea es que hagan una libreta para que vayan tomando apuntes y se acostumbren a hacerlo. Evaluable para final de curso. Hacer explícita la relación que vamos a establecer entre la actualidad y el temario. No dejarlo a la improvisación de las clases. Hacer hincapié en los objetivos concretos de cada unidad, y no poner los generales que prácticamente no se vayan a tener en cuenta… Cómo utilizamos los conceptos. Importancia del espíritu crítico. Actuar filosóficamente para que los estudiantes vean en qué consiste hacer una apropiación filosófica de las temáticas tratadas. Relacionar intrínsecamente parte teórica y práctica, añadiendo documentos, imágenes, cuadros, estadísticas, etc. Despertar la conciencia crítica. Explicación a través de la participación en el aula.