Tema 26 – La atención a la diversidad en los centros infantiles. Factores de diversidad en la infancia. Las necesidades educativas especiales. La integración escolar: objetivos y recursos. Colaboración centro-familia-otros agentes externos.

Tema 26 – La atención a la diversidad en los centros infantiles. Factores de diversidad en la infancia. Las necesidades educativas especiales. La integración escolar: objetivos y recursos. Colaboración centro-familia-otros agentes externos.

INTRODUCCIÓN

El sistema educativo y todos los centros de atención a la infancia deben dar respuesta a todos los niños y niñas con edades comprendidas entre 0 y 6 años, partiendo del principio que TODOS Y TODAS SON DIFERENTES.

El centro educativo da cabida a una gran variedad de alumnos con diferentes intereses, capacidades, estilos de aprendizaje, contextos socio-familiares. Todo esto supone un cambio de procedimientos y de actitud ante la práctica educativa.

También hay niños que por sus características precisan una atención distinta de sus compañeros, decimos que son niños con necesidades educativas especiales.

En este tema veremos cuales son los factores de diversidad en esta etapa educativa, que se concretan en necesidades educativas especiales. Todo este proceso debe estar presidido por la integración y el máximo desarrollo posible de sus capacidades. Es fundamental la colaboración con la familia y otros agentes externos para conseguir el máximo desarrollo de sus potencialidades.

  1. LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LOS CENTROS INFANTILES.

Los niños y niñas de un grupo de edad semejante poseen unas características comunes que permiten homogeneizar una serie de experiencias y efectuar un proyecto que facilite el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, no son exactamente iguales, pues se diferencian entre sí en varios aspectos de su personalidad, lo que, por otra parte, hace más rico el proceso educativo que se realiza en común.

Ante esta diversidad de personalidades, el educador/a adaptará su actuación a estas diferencias individuales, ofreciendo a cada niño/a lo que necesite individualmente, ya que el objetivo de la educación será desarrollar las capacidades del alumnado de acuerdo con sus posibilidades.

Ahora bien, hay niños que por sus características precisan una atención distinta del resto de sus compañeros, con un determinado grado de individualidad según lo específico de sus necesidades. Estos niños no pueden acceder a ciertos aspectos del currículo ordinario, tienen mayores dificultades de aprendizaje que el resto, bien por causas internas o por desajustes en las respuestas educativas. En estos casos se habla de niños con necesidades educativas especiales.

Esta concepción sustituye a las expresiones que se han venido utilizando, niños deficientes, alumnos con minusvalías y otras que, incluso tienen connotaciones más peyorativas. Claro está que no se trata solo de un cambio de terminología, sino de un cambio en el planteamiento pedagógico y en el conjunto de medidas para realizar un proceso de enseñanza-aprendizaje adecuado.

La situación anterior suponía que el problema de aprendizaje en un niño era inherente al propio sujeto, y que lo primordial era detectar su trastorno y procurarle una atención especializada, diferente de la ordinaria.

Pero, una vez que se empiezan a considerar otros factores que pueden influir en el proceso de aprendizaje, como los sociales, los familiares o los culturales; y ya no se relaciona niño-problema, sino niño-proceso de aprendizaje diferente; aparecen otras respuestas educativas que ayudan al desarrollo integral del pequeño y en un marco normalizado. En consecuencia, hoy la evaluación del niño no trata de categorizarle, sino de conocer sus necesidades y de buscarle la conveniente respuesta educativa.

  1. FACTORES DE DIVERSIDAD EN LA INFANCIA.

Uno de los criterios más utilizados para diferenciar lo normal de lo patológico es el estadístico. Según este criterio habría poca cabida para la diversidad, cada día más presente en nuestra sociedad y por tanto en las aulas. Lo normal y lo patológico son difícilmente definibles en niños debido a su carácter evolutivo.

La escuela infantil es el lugar idóneo para detectar los diferentes trastornos de la infancia. Es fundamental la información que los educadores tengan, para percibir las alteraciones en ese momento evolutivo tan importante para diagnósticos precoces que posibiliten intervenciones eficaces.

Las alteraciones del desarrollo en la infancia constituyen un concepto complejo, que engloba un amplio conjunto de comportamientos y de síntomas.

Los factores de diversidad en la infancia pueden ser debidos a:

  • Déficits sensoriales: se caracterizan por una percepción deficiente o una disminución del volumen de información que uno o varios sentidos recogen del ambiente que rodea al sujeto. Podemos distinguir entre deficiente visual y deficiente auditivo.
  • Déficits motórico: comprende todas aquellas alteraciones o deficiencias orgánicas del aparato motor o de su funcionamiento, que afecta al sistema óseo, articular, nervioso y/o muscular y repercuten en el desplazamiento, la coordinación, la postura, la manipulación, etc. Los trastornos más frecuentes en el ámbito educativo son: parálisis cerebral y espina bífida.
  • Déficits de orden psíquico: retraso mental significa un funcionamiento general notablemente por debajo del promedio, que existe junto con deficiencias de adaptación y que se manifiesta durante el período de desarrollo.
  • Trastornos emocionales y de conducta
  • Trastornos del lenguaje y de la comunicación
  • Distintas realidades sociales, culturales y geográficas
  • Niños maltratados
  • Sobredotación de las capacidades intelectuales
  • Enfermedades
  • Momentos conflictivos
  • Historia educativa y escolar

La mejor forma de exploración para identificar el trastorno es la observación sistemática de padres y educadores experimentados, pero en algunos casos no será suficiente y se requerirá la presencia de profesionales especializados para hacer una evaluación más completa.

  1. LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

Según la LOE se entiende por alumnado que presenta necesidades educativas especiales, aquel que requiera, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta.

La identificación y valoración de las necesidades educativas de este alumnado se realizará, lo más tempranamente posible, por personal con la debida cualificación y en los términos que determinen las Administraciones educativas.

En esta ley también se considera adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con altas capacidades intelectuales y valorar de forma temprana sus necesidades. Asimismo, les corresponde adoptar planes de actuación adecuados a dichas necesidades.

También las Administraciones educativas garantizarán que la escolarización del alumnado que acceda de forma tardía al sistema educativo español se realice atendiendo a sus circunstancias, conocimientos, edad e historial académico, de modo que se pueda incorporar al curso más adecuado a sus características y conocimientos previos, con los apoyos oportunos, y de esta forma continuar con aprovechamiento su educación

Considera también dicha ley con el fin de hacer efectivo el principio de igualdad en el ejercicio del derecho a la educación, las Administraciones públicas desarrollarán acciones de carácter compensatorio en relación con las personas, grupos y ámbitos territoriales que se encuentren en situaciones desfavorables y proveerán los recursos económicos y los apoyos precisos para ello.

Como necesidades en las diferentes áreas del currículo se pueden considerar:

Necesidades vinculadas al Ámbito de Identidad y Autonomía Personal

– Necesidad de compensar desajustes afectivos y emocionales

– Necesidad de compensar procesos de adaptación al entorno

– Necesidad de potenciar el desarrollo motriz

– Necesidad de potenciar adquisición de hábitos de la vida cotidiana

Necesidades vinculadas al Ámbito Físico y Social

– Necesidad de compensar el desarrollo del juego

– Necesidad de compensar el desarrollo social y las habilidades sociales

– Necesidad de responder a situaciones de medio social desfavorecido

Necesidades vinculadas al Ámbito de la Comunicación y Representación

– Necesidad de desarrollar y potenciar procesos de comunicación

– Necesidad de desarrollar y potenciar el lenguaje verbal

– Necesidad de desarrollar las habilidades representacionales

– Necesidad de compensar y potenciar el aprendizaje de una segunda lengua

Necesidades vinculadas a los medios de acceso al currículo

Estas necesidades a su vez tendrán carácter permanente o temporal y, para su satisfacción, se precisarán medios específicos en cuanto a material, actividades, espacios o personal (pueden ser profesionales especialistas).

Por otra parte no hay que olvidar que todos los niños pueden pasar, en algún momento, por una situación que pueda requerir una adaptación a sus necesidades especiales.

  1. LA INTEGRACIÓN ESCOLAR: OBJETIVOS Y RECURSOS.
Hasta hace poco la educación de los niños deficientes sensoriales, psíquicos o motóricos se llevaba a cabo en centros de educación especial y no tenían relación con niños/as normales.
A partir de los años sesenta se forman movimientos en diversos países a favor de la integración educativa de los alumnos con necesidades educativas especiales.
A partir del Real Decreto de 6 de marzo de 1985, el Ministerio de Educación y Ciencia pone en marcha un Proyecto de Integración con el fin de proporcionar una escolaridad normalizada a los alumnos/as que presentan alguna deficiencia física, sensorial y mental. El RD prevé que la integración se realice de manera gradual y comience por los niveles educativos inferiores, ya que se trata de un proceso lento que va acompañado de medidas de renovación profunda de la escuela.
En la LOGSE (1990), señala que las Administraciones Educativas asegurarán una actuación preventiva y compensatoria, garantizando las condiciones más favorables para su escolarización. Señala que la atención de los alumnos con necesidades educativas especiales se regirá por los principios de normalización e integración escolar.
La etapa infantil es la más idónea para comenzar la integración, ya que tanto los alumnos con necesidades educativas especiales como los otros empezarán a interactuar a una edad muy temprana y será más fácil la convivencia en etapas posteriores. Además los objetivos en esta etapa son muy básicos y es posibles que casi todos los niños puedan alcanzarlos.
La escuela tiene que dar respuesta a la diversidad de los alumnos/as que hay en las aulas, por ello deben adaptar la metodología y en caso necesario las adaptaciones curriculares individualizadas.
La actual ley de educación LOE, Ley Orgánica 2/2006 abandona el modelo de “integración escolar” a favor de un modelo de “inclusión”, en el que ya no se trata de que el alumno se ajuste al sistema educativo al que se le pretende integrar, sino de ajustar el propio sistema educativo a la diversidad del alumnado.
Se entiende por alumnado que presenta necesidades educativas especiales se regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y la permanencia en el sistema educativo, pudiendo introducirse medidas de flexibilización de las distintas etapas educativas, cuando se considere necesario. La escolarización de este alumnado en unidades o centros de educación especial, que podrá extenderse hasta los 21 años, sólo se llevará a cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios.
La identificación y valoración de las necesidades educativas de este alumnado se realizará, lo más tempranamente posible, por personal con la debida cualificación y en los términos que determinen las Administraciones educativas.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación en el TÍTULO II. EQUIDAD EN LA EDUCACIÓN, en el CAPÍTULO I de ALUMNADO CON NECESIDAD ESPECÍFICA DE APOYO EDUCATIVO.
Señala que las Administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, así como los objetivos establecidos con carácter general en la presente Ley.

Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado.

Como recursos las Administraciones dispondrán de profesorado de las especialidades correspondientes y de profesionales cualificados, así como de los medios y materiales precisos para la adecuada atención a este alumnado.

Los centros contarán con la debida organización escolar y realizarán las adaptaciones y diversificaciones curriculares precisas para facilitar a todo el alumnado la consecución de los fines establecidos.

En los decretos de currículo de las diferentes administraciones también se contempla la atención a la diversidad y son las Administraciones educativas las que se encargan de proporcionar los recursos necesarios.

Los objetivos que se pretenden en esta etapa con respecto a la integración escolar:

· Detección y valoración temprana de los posibles trastornos o disfunciones

· Prestar atención y realizar un seguimiento de los alumnos que presentan mayor riesgo

· Pedir colaboración a los equipos de atención temprana y a otras instituciones

· Reforzar convenientemente cualquier logro del alumno

· Programar actividades variadas para motivar a estos alumnos

· Orientar y pedir colaboración a los padres

· Tratar la totalidad del alumno, subrayando las posibilidades educativas

· Mantener unas expectativas razonablemente optimistas con respecto a las posibilidades educativas del alumno.

  1. COLABORACIÓN CENTRO-FAMILIA-OTROS AGENTES EXTERNOS.

La Educación es una tarea compartida entre padres y educadores cuyo objetivo es la formación integral del niño/a. La línea de acción debe llevarse a cabo de manera conjunta, el tutor tiene la responsabilidad de hacer partícipes a los padres y facilitarles toda la información necesaria para que se sientan unidos a la escuela y por tanto responsables del proceso educativo de sus hijos/as.

La familia juega un papel primordial en el desarrollo social. Es dentro de ella donde se establecen los primeros vínculos emocionales, los primeros aprendizajes sociales básicos: lenguaje, valores, control de la impulsividad, conductas prosociales… La familia va a ser, por tanto, el primer agente de socialización, va a actuar de llave de apertura del niño/a a otros contextos. Son los padres los que deciden en qué momento van a incorporar a sus hijos a la Escuela Infantil, seleccionando el tipo de centro donde irá, son a su vez los que hacen posible los primeros contactos sociales del niño con personas ajenas a su familia.

Los padres son protagonistas fundamentales en el proceso educativo de sus hijos. La colaboración con ellos debe garantizarse desde todas y cada una de las funciones que se dan en la escuela infantil. Para ello, debemos establecer unos cauces de información y participación que proporcionen un intercambio  sobre las actitudes y progresos de los niños/as, y una mutua transmisión de información sobre los acontecimientos cotidianos.

Cuando se trata de niños y niñas que tienen necesidades educativas especiales se plantea con más relevancia la necesidad de crear una estrecha relación entre la escuela y la familia que permita una colaboración en las actuaciones específicas de ambas. Muchos de estos niños desarrollan o han tenido ya un trabajo de estimulación temprana y sus familias han sido debidamente orientadas por lo que la colaboración será necesaria para que se den acciones conjuntas y coordinadas.

Es importante darles información sobre las necesidades de su hijo o hija y sobre los aspectos positivos de su avance; las familias que reciben este apoyo conocen y aceptan mejor a sus hijos y como resultado están menos angustiadas y son más positivas hacia sus hijos y hacia el medio escolar.

Se les ha de presentar el plan de trabajo que se va a realizar en el centro escolar y establecer con ellos la colaboración que se puede mantener entre escuela y familia.

Para las familias puede ser muy positivo el contacto con otros padres y madres que tienen hijos con problemas similares al suyo; el descubrimiento de que otras personas experimentan las mismas dificultades pude significar un gran alivio para ellos.

Es importante que conozcan los servicios de apoyo y que sean informados sobre ellos. Si no los conocen lo preferible sería que los padres ganaran la confianza de la tutora y que ésta les orientara sobre las tareas de otros profesionales como el profesorado de apoyo del centro, Equipo de orientación, Equipos de atención temprana, servicios de atención a las personas con minusvalía, etc.

Los Equipos de Atención Temprana intervienen en la etapa de Educación Infantil. Centran su atención en la dimensión preventiva y de intervención temprana, a través de la identificación de situaciones y circunstancias de riesgo o desventaja, anticipándose a la aparición de problemas o detectándolos tempranamente y facilitando la intervención adecuada. Su principal objetivo es contribuir a mejorar las condiciones educativas de los centros públicos y sostenidos con fondos públicos, que escolarizan niños y niñas en edades comprendidas entre los 0 y 6 años, con necesidades educativas especiales asociadas a condiciones personales de discapacidad, sobredotación o situaciones sociales desfavorecidas.

Tienen como funciones:

  • Atención individualizada a alumnos y alumnas (Apoyo a los tutores en la adopción de medidas específicas de atención a la diversidad, alumnos con necesidades educativas especiales, compensatoria educativa, documentos individuales de adaptación curricular, …)
  • Promover el acercamiento y la cooperación entre los centros educativos y las familias y orientar a las familias en aquellos aspectos que resulten básicos para atender a los niños con necesidades educativas especiales o en situación de desventaja.
  • Realizar la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización.
  • Conocer los recursos educativos, sanitarios y sociales; colaboración y coordinación con otras Instituciones (Centros educativos, Inspección educativa, Centros de Profesores y recursos, otros Equipos, Servicios de carácter social, cultural y sanitario,…).
  • Elaboración y difusión de materiales e instrumentos psicopedagógicos y experiencias de asesoramiento que sean de utilidad para el profesorado o los propios Equipos de Atención Temprana

Componentes

Psicólogos- Pedagogos

Profesores Terapeutas

Profesor Audición y Lenguaje

Trabajadora social

Los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica constituyen el soporte técnico de la orientación, fundamentalmente en las etapas de Educación Infantil y Primaria, colaborando para lograr un desarrollo personalizado e integral de las capacidades de todo el alumnado.

Los Equipos Específicos tienen por finalidad, igual que el resto de los equipos de Orientación, contribuir a la mejora de la calidad de la enseñanza. No obstante se diferencian de ellos en que tienen ámbito provincial, intervienen en todas las etapas educativas (Infantil, Primaria, Secundaria obligatoria y post-obligatoria), desempeñan un papel complementario respecto a los otros Equipos, a los Orientadores en Centros y a los Departamentos de Orientación y tienen una mayor especificidad. Estos equipos pueden ser:

a Equipo Específico de Atención a la Deficiencia Auditiva

a Equipo Específico de Atención a la Deficiencia Motórica

a Equipo Específico de Atención a la Deficiencia Visual

a Equipo Específico de Atención a las Alteraciones Graves del Desarrollo y autismo

También apoyo de instituciones especializadas como la atención educativa de la ONCE

Con el fin de que el alumno con ceguera o deficiencia visual pueda seguir el currículo académico oficial común para todos los estudiantes, se proporcionan al centro escolar, al propio alumno y a su familia los siguientes apoyos:

§ Asesoramiento al Centro y al profesor de aula para que pueda llevar a cabo las adaptaciones necesarias en el currículo escolar (materiales, metodología, procedimientos de evaluación, entorno físico del aula, priorización y refuerzo de determinados objetivos, etc.)

§ Facilitación al alumno de experiencias directas de aprendizaje en ámbitos específicos relativos a:
– desplazamiento
– habilidades para la vida diaria
– braille
– tiflotecnología
– habilidades sociales
– ocio y tiempo libre
– orientación profesional

§ Asesoramiento y orientación familiar.

§ Provisión de recursos adaptados (transcripciones al braille y adaptaciones de libros de texto, material didáctico en relieve, adaptación del puesto de estudio, etc.) 

  1. CONCLUSIÓN

Este tema se relaciona con el ciclo de grado superior de Educación Infantil y dentro de este ciclo con el módulo de Didáctica de la Educación Infantil, aunque este es un módulo que imparte un profesor de secundaria de Intervención Sociocomunitaria, es necesario desde todos los módulos conocer los factores de diversidad en esta etapa y tenerlos en cuenta desde todas las áreas. La etapa infantil es la mejor época para detectar las deficiencias y poner cuanto antes los recursos necesarios para paliar estas situaciones, reducir al máximo las diferencias y conseguir la integración, siempre en colaboración con la familia.

BIBLIOGRAFÍA

COMELLAS CARBÓ, MARÍA JESÚS. El tratamiento de la diversidad en la escuela infantil. Barcelona: Laertes, 1995.