Tema 15D – La función del maestro o maestra en Educación Infantil. La intencionalidad educativa. Relaciones interactivas entre el niño y el educador. El maestro como miembro del equipo educativo y en su relación con las familias.

Tema 15D – La función del maestro o maestra en Educación Infantil. La intencionalidad educativa. Relaciones interactivas entre el niño y el educador. El maestro como miembro del equipo educativo y en su relación con las familias.

  1. BIBLIOGRAFÍA
  2. INTRODUCCIÓN
  3. LA FUNCIÓN DEL MAESTRO O MAESTRA EN EDUCACIÓN INFANTIL

2.1. Función estimuladora

2.2. Reforzador del YO

2.3. Facilitador de relaciones entre iguales

2.4. Organizador del ambiente

2.5. Tutoría

  1. LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA

3.1. Líneas o principios metodológicos en Educación Infantil

3.2. Clasificación de los métodos según diferentes criterios

  1. RELACIONES INTERACTIVAS ENTRE EL NIÑO Y EL EDUCADOR
  2. EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO Y EN SU RELACIÓN CON LAS FAMILIAS

5.1. ¿Quiénes conforman el Equipo Educativo?

5.2. Funciones del Equipo Educativo

5.3. El Equipo Educativo en la elaboración de Proyectos Curriculares de Etapa

5.3.1. Decisiones

5.3.2. Funciones

5.4. Relación con las familias

5.4.1. Participación de las familias en las

Instituciones Escolares

5.4.2. Bases necesarias para una buena

relación

5.4.3. Informaciones que deben presentar los

educadores a las familias

  1. CONCLUSIÓN

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  1. BIBLIOGRAFÍA

0.1. AA.VV.: “La formación en escuelas infantiles”. Una experiencia de la Región de Murcia

0.2. Moll, B. (Coord..). (1991): “La escuela infantil de 0 – 6 años”. Madrid. Anaya.

0.3. Bartolomé, M.R. y otros (1993): “Educador Infantil”. Madrid. McGraw – Hill.

0.4. M.E.C. (1992). “Cajas Rojas de Educación Infantil. Proyecto Curricular”.

0.5. M.E.C. (1992). “Cajas Rojas de Educación Infantil. Currículo de Etapa”.

0.6. M.E.C. (1992). “Cajas Rojas de Educación Infantil. Guía General”.

0.7. M.E.C. (1992). “Cajas Rojas de Educación Infantil. Orientaciones Didácticas.

0.8. M.E.C. (1992). “Cajas Rojas de Educación Infantil. Colaboración con los padres”.

0.9. Escarbajal de Haro, A.: “Educación extraescolar y desarrollo comunitario”. Ed. Nau Llibres, Valencia, 1991.

0.10. R. D. 819/93, 28 de Mayo. “Reglamento Orgánico de las Escuelas de Educación Infantil y de los Colegios de Educación Primaria”.

0.11. O. M. 29 de Junio, 1994.

0.12. R. D. 1333/91, 6 de Septiembre. Currículo de Educación Infantil.

0.13. Título Preliminar. (LOGSE)

  1. INTRODUCCIÓN

La exigencia de orientar y dar sentido educativo a la etapa de Educación Infantil, conduce necesariamente a plantearse cuáles van a ser las funciones que atañen al educador. Éste se ocupa de la educación intencional no restringida al campo escolar y formal sino que incluye tareas que implican atención a los niños en edades tempranas.

El docente no trabaja aisladamente sino en coordinación con otros miembros de la comunidad educativa.

Según lo establecido en el Currículo de la Etapa de Educación Infantil, el R. D. 1333/91, 6 Septiembre, en los principios metodológicos expone que esta etapa educativa alcanza sentido pleno en un marco de colaboración y coordinación entre los elementos que inciden en el proceso educativo de los niños y niñas: el equipo educativo y las familias.

Estos equipos elaboran, desarrollan y evalúan los proyectos curriculares de etapa, en relación con sus tareas y funciones.

Por último, destacar la labor educativa de la familia y el centro educativo que completan y amplían el desarrollo del niño.

A lo largo del tema nos plantearemos cuestiones tales como:

– ¿Cuáles son las funciones del maestro o maestra?

– ¿Cuáles son las líneas o principios metodológicos en E. I.?.

– ¿Cómo influye el docente en el niño?

– ¿Quiénes conforman el equipo educativo?

– ¿Qué relación existe entre familia – educador?.

  1. LA FUNCIÓN DEL MAESTRO O MAESTRA EN EDUCACIÓN INFANTIL

Durante mucho tiempo, la formación específica en Educación Infantil se ha adquirido a través de cursillos de formación de profesorado. En la actualidad se ha producido un adelanto, habiéndose diseñado un currículo específico para el profesional de esta etapa en las escuelas del profesorado, con la especialidad de Educación Infantil.

Por su tarea educativa, el educador de infantil puede ejercer su labor profesional en distintos centros y programas relacionados con la primera infancia como pueden ser: ayuda en educación familiar, atención primaria, ludotecas, instituciones sanitarias, escuelas infantiles, entre otros.

Por tanto, el profesional infantil, puede desempeñar funciones de animación, asistencia y enseñanza. Destacamos las siguientes:

2.1. FUNCIÓN ESTIMULADORA

El educador es estimulador del desarrollo del niño y de la niña en todos sus efectos.

Estimular adecuadamente supone diseñar tareas que no sean excesivamente fáciles, ni muy difíciles. Deben ser interesantes, donde la observación y descubrimiento de relaciones vaya ampliando sus conocimientos.

Destacar la aportación de Piaget, en la que el sujeto, al mismo tiempo que actúa en el medio se acomoda a la realidad produciendo, multiplicando diversificando y modificando sus esquemas.

Según formula la tesis de Vigotsky (1979): “El educador crea el área de desarrollo potencial y sin su actuación el desarrollo efectivo no sería posible”.

2.2. REFORZADOR DEL YO

El profesor se convierte, al igual que los padres, en modelador de la conducta infantil.

Alienta o inhibe conductas al prestar atención a unas y desatender otras, y al gratificar diferencialmente a los niños. Perfila sus comportamientos.

Para reforzar el YO es necesario que el profesor le proporcione estabilidad afectiva. Debe evitar comparaciones entre los diferentes caracteres de los compañeros enseñándole a valorar su propio esfuerzo.

2.3. FACILITADOR DE RELACIONES ENTRE IGUALES

Si partimos de la base que interaccionar no consiste en colocar niños juntos, el papel del profesor será elaborar estrategias propicias para un intercambio cualitativo que favorezca la interacción educativa entre los iguales.

Estas estrategias pueden fundamentarse sobre varios aspectos:

a) Por la forma de organizar las actividades escolares.

Podemos señalar tres formas de organizar estas actividades que se diferencian tanto por sus objetivos como por la dinámica que se establezca entre los participantes:

· Cooperativas: En los objetivos a conseguir están implicados todos los sujetos. Las metas marcadas se alcanzarán por todos conjuntamente y el resultado beneficia a todo el grupo.

· Competitivas: El objetivo solo puede ser alcanzado por alguno de los sujetos de forma excluyente. Los beneficios son para el que alcanza el objetivo.

· Individualista: No hay relación entre los objetivos de cada integrante del grupo. Se persiguen resultados con beneficios individuales. El que uno de ellos alcance un objetivo fijado no incluye en que los otros lo logren.

b) Puede agrupar a los alumnos por edades.

Puede agruparlos por edades cronológicas aunque estudios antropológicos destacan las relaciones mixtas como favorecedoras de la adaptación social.

c) La actuación del profesor.

Esta actuación irá dirigida al entrenamiento de conductas del niño hacia: el desarrollo de habilidades, éxito en las interacciones, construcción de estructuras cognitivas,…

2.4. ORGANIZADOR DEL AMBIENTE.

El ambiente es un agente educativo de primer orden, y por ello debe responder a las necesidades de los niños y las niñas, facilitando su desarrollo y aprendizaje a través de las interacciones que se establecen con él.

La función del educador es, precisamente, organizar el espacio y los materiales. Esto supone que el educador no debe limitar, solamente, al aula la tarea educativa, sino también, mediante su intervención abrir las experiencias del niño hacia todo un mundo rico de contactos y relaciones.

Cuentan, por tanto, todos los espacios del centro, exteriores e interiores, y los recursos que ofrece el entorno de la escuela.

La elección, disposición y almacenamiento de los materiales que configuran la organización del ambiente revisten una gran importancia, ya que el ambiente nunca es neutro, sino que promueve, facilita e inhibe determinadas conductas y actividades, condiciona el tipo de relaciones personales, además de otros.

No existe una organización espacial que pueda considerarse modélica o ideal. Cada educador o educadora debe buscar la más adecuada para las características de su grupo y sus condiciones materiales concretas.

A continuación exponemos algunos criterios que pueden ayudar a los maestros a organizar el ambiente:

– Crear un ambiente estimulante, ordenado y que ofrezca distintas posibilidades de acción

– Debe cuidar que los elementos del ambiente favorezcan posibilidades de manipulación e inviten al juego y a la recreación

– El ambiente ha de ser cálido y confortable, próximo al hogar, en el que los niños se sientan a gusto.

– La organización del espacio debe facilitar el encuentro con otros miembros del grupo, así como el trabajo y juego individual.

– Los recursos deben estar al alcance de todos propiciando la utilización autónoma.

– La flexibilidad es un criterio imprescindible. No es aconsejable una especialización excesiva de los espacios y los materiales.

– La organización del espacio responde a la intencionalidad educativa cumpliendo así los objetivos propuestos.

– El ambiente educativo no debe entrañar peligros. Debe ser seguro, sano y promover hábitos de salud e higiene.

La salud supone el bienestar, tanto físico como psíquico.

La función del educador frente a la salud es preventiva, procurando las condiciones que la desarrollen: creación de hábitos alimenticios, actitudes de higiene, ejercicios al aire libre, además de otros.

Mencionar otra serie de funciones no menos prioritarias:

o Planificar los distintos elementos del proceso enseñanza – aprendizaje.

o Desarrollar distintos programas de atención a la infancia.

o Favorecer y estimular el desarrollo integral

o Formación permanente a través de cursos y seminarios, movimiento de renovación pedagógica, centro de profesores,…

2.5. TUTORÍA

Según recoge el R. D. 819/93, 28 de Mayo, por el cual se aprueba el Reglamento Orgánico de las escuelas infantiles y los colegios de Primaria, en el art. 73 se establecen las funciones de tutoría y orientación siguientes:

– Llevar a cabo el Plan de acción tutorial.

– Atender a las dificultades de aprendizaje de los alumnos para proceder a la adecuación personal del currículo

– Facilitar la integración de los alumnos en el grupo y fomentar su participación en las actividades del centro

– Colaborar con el equipo de orientación educativa y psicopedagógica en términos que establezca la Jefatura de Estudios

– Informar a los padres de todos aquellos asuntos que afecten a la educación de sus hijos

– Facilitar la cooperación educativa entre maestros y padres de alumnos.

– Atender y cuidar a los alumnos en los periodos de recreo

La O. M. de 29 Junio de 1994, amplía este R. D., designando a aquellos profesores no tutores una serie de funciones como: coordinar las actividades deportivas, culturales y musicales, utilización de la biblioteca escolar.

En los centros que desarrollen programas de incorporación de medios informáticos o audiovisuales a la actividad docente se podrá encargar cada uno de estos programas a un maestro/a para que lo coordine, bajo la dependencia del Jefe de Estudios.

  1. LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA

Según recoge la LOGSE , Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo, los sistemas educativos desempeñan funciones esenciales para la vida de los individuos y las sociedades.

El objetivo primero y fundamental de la Educación es proporcionar a los niños y a las niñas, una formación plena que les permita conformar su propia y esencial identidad, así como contribuir a una concepción ética y moral de la misma.

En la educación se transmiten valores y ejercitan, además se adquieren hábitos de convivencia y se prepara al individuo para la participación responsable de las distintas actividades e instancias sociales.

En esta sociedad del futuro, configurada progresivamente como una sociedad del saber, la educación compartirá con otras instancias sociales la transmisión de información y conocimientos, pero adquirirá aún mayor relevancia su capacidad para ordenarlos críticamente, para darles un sentido personal y moral, para generar actitudes y hábitos individuales y colectivos, para desarrollar aptitudes, para preservar en su esencia, adaptándolos a las situaciones emergentes, los valores con los que nos identificamos individual y colectivamente.

Esos serán los fines que orientarán el sistema educativo español, de acuerdo con el título preliminar de esta ley, y en el alcance de los mismos la educación puede y debe convertirse en un elemento decisivo para la superación de los estereotipos sociales.

Por tanto, es necesaria una formación más amplia, más general y versátil, una base más firme sobre la que asentar futuras adaptaciones.

3.1. LÍNEAS O PRINCIPIOS METODOLÓGICOS EN EDUCACIÓN INFANTIL

En el currículo de Educación Infantil, el R. D. 1333/91, 6 Septiembre, expone los principios metodológicos que servirán de guía para el profesor en la acción educativa.

La acción educativa en las edades más pequeñas se apoya en el juego, la acción y experimentación como recurso didáctico en el que el niño establece relaciones y propiedades.

Es imprescindible destacar la relevancia del juego como la actividad propia de esta etapa. En el juego se aúnan, por una parte, un fuerte carácter motivador y, por otra, importantes posibilidades para que el niño y la niña establezcan relaciones significativas y el profesorado organice contenidos diversos, siempre con carácter global, referido sobre todo a los procedimientos y a las experiencias. Se evitará la falsa dicotomía entre juego y trabajo escolar.

A la hora de planificar actividades, el profesor tendrá en cuenta los diferentes tipos de contenido y procurará que su construcción progresiva se realice siempre desde la actuación del pequeño, alrededor de sus problemas y situaciones concretas en los que pueda encontrar sentido porque conecten con sus intereses y motivaciones.

Es una metodología activa tanto física como mental, que favorece el desarrollo de la autonomía, espíritu de observación e investigación, y le estimula a reflexionar. El sujeto es quien en última instancia construye, modifica y coordina sus esquemas de conocimiento y, por tanto, es el verdadero artífice del proceso de aprendizaje. Sin embargo, esta actividad constructiva no es individual sino interpersonal. En la educación escolar hay que distinguir entre lo que el alumno es capaz de hacer y de aprender por sí solo o con ayuda de otras personas. Por tanto el proceso de aprendizaje es un proceso en el que siempre existe una interacción responsable del desarrollo que se produce.

Los aprendizajes a realizar por el niño deben ser significativos, es decir, ponen en relación los conocimientos previos con el nuevo contenido a aprender. Para ello debe cumplirse que el contenido sea potencialmente significativo tanto en su estructura lógica como psicológica, y ha de estar el alumno motivado para aprender. Debe favorecer que el alumno por sí solo realice aprendizajes significativos. Además supone modificar los esquemas de conocimiento del niño donde la información recibida del exterior entre en contradicción con algún esquema previo, produciendo un desequilibrio en sus estructuras cognitivas. Cuando el sujeto vuelve al equilibrio habrá integrado el nuevo conocimiento y estará en disposición de adquirir otros.

El profesor debe partir, para que el sujeto realice este tipo de aprendizaje, del conocimiento, nivel y condiciones generales de cada niño, y de las características del grupo. Respetará el ritmo de aprendizaje y desarrollo de cada uno adaptándose a las diferencias individuales de los sujetos.

El niño percibe lo que le rodea de forma global. Partiendo de esta percepción global, la educación infantil, se llevará a cabo de modo globalizado.

El principio de globalización supone que el aprendizaje es el producto del establecimiento de múltiples conexiones, de relaciones entre lo nuevo y lo ya aprendido. Es pues, un proceso global de acercamiento del individuo a la realidad que quiere conocer. Este proceso será fructífero si permite que las relaciones que se establezcan y los significados que se construyan sean amplios y diversificados.

Por otra parte, se debe atender a la adecuación del ambiente, incluyendo espacios, recursos materiales y distribución del tiempo, para llegar a la consecución de las intenciones educativas. Es necesario la creación de un ambiente cálido, acogedor y seguro donde pueda afrontar retos al igual que instrumentos para acceder a ellos.

La organización del ambiente educativo estará en función de los protagonistas en su dimensión social, económica y cultural, su edad, necesidades e intereses, valores culturales, propiciar su encuentro y relación. Por ello es necesario conocer sus necesidades fisiológicas de limpieza, alimentación,…, afectivas como sentirse querido, aceptado, caricias,…, socialización, relaciones de juego en común, conocimiento del otro,…, movimiento, juego, comunicación, descubrimiento y conocimiento e inserción cultural,…

En cuanto al material ofrece conocimiento físico y aprendizaje significativo. El profesor debe utilizar los objetos como un medio para facilitar la acción, las elaboraciones mentales.

Los materiales deben estar a la vista y con posibilidad de acceso a los niños, ayudando así al establecimiento de valores, responsabilidades y autonomía. La agrupación de materiales en espacios y zonas de actividad bien definidas favorece la actuación del niño.

En lo referente a la organización del tiempo debe respetarse la alimentación, descanso, afecto, experiencias directas con los objetos. El educador organizará la actividad partiendo de los ritmos biológicos y establecimiento de rutinas cotidianas, lo que permitirá estructurar la actividad del niño y la interiorización de unos marcos de referencia temporales.

La familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del pequeño. Mediante el intercambio de información, familia y educadores tratan de guiar la incorporación y adaptación del niño al centro.

La evaluación será global, continua y formativa y se basará en la observación directa y sistemática.

Atender al carácter preventivo y compensador donde el profesor planificará actividades y experiencias que favorezcan el aprendizaje del alumno de forma individualizada.

En el caso de existir alumnos con necesidades educativas especiales, los profesores de educación infantil compartirán con los equipos interdisciplinares de sector la búsqueda de orientaciones para introducir ajustes en la planificación educativa.

3.2. CLASIFICACIÓN DE LOS MÉTODOS SEGÚN DIFERENTES CRITERIOS.

El “modo de hacer” en educación es lo que determina la metodología que se aplica en un grupo educativo y en un centro; un eslabón de esa metodología lo constituye la actuación del profesor compartido con la familia.

No podemos elegir una metodología u otra en concreto sino diversas características de varias de ellas que respondan a nuestra línea pedagógica en particular.

· Clasificación de los métodos según diferentes criterios.

1. En función de la actividad o participación del discente en su proceso de enseñanza – aprendizaje

Puede ser el método activo o pasivo.

– Activo: Donde participa, investiga, reflexiona, crea. Es una actividad interna.

– Pasivo: El individuo es dirigido en todas sus acciones y decisiones.

2. Según el nivel de adecuación de la enseñanza del educando. Hablamos de enseñanza colectiva, individualizada y personalizada.

– Colectiva: Si se dirige a la media del grupo.

– Individualizada: Si se respeta el ritmo de cada uno, adaptando los medios a las características individuales para alcanzar los objetivos propuestos para todos.

– Personalizada: Se aplica a los sujetos con necesidades educativas especiales adaptando tanto los objetivos como los medios a las características del individuo.

3. En función de la forma de transmisión y adquisición de los contenidos de aprendizaje.

– Verbalista: Cuando la transmisión es la palabra por medio de la exposición.

– Intuitiva: El aprendizaje se realiza por contacto directo con las cosas observando, manipulando.

4. En función de la organización del contenido de aprendizaje.

Diferenciamos entre método globalizado o de especialización.

– Método globalizado: Parte de la percepción sincrética del niño y aglutina los contenidos de trabajo relacionando entre sí las actividades en torno a distintos núcleos temáticos.

– Método especializado: Presenta los contenidos divididos en áreas, desarrollándose en actividades diferentes.

5. Modo de agrupación de los educandos para el trabajo o juego.

– Trabajo individual: Cada niño realiza su propia actividad sin compartirla.

– Trabajo colectivo: Realizan las actividades tanto en gran grupo como en pequeño.

– Trabajo mixto: Combinando las dos anteriores.

  1. RELACIONES INTERACTIVAS ENTRE EL NIÑO Y EL EDUCADOR

El papel del educador infantil debe ser valorado tanto, por sus funciones como modelo de actitudes y conductas, estimulador del desarrollo, como compensador de carencias de otros ambientes sociocultural o familiar.

La educación debe transmitir valores y actitudes que deben ser analizados y dados a conocer por el docente en el ámbito escolar y por las familias.

INFLUENCIA DEL PROFESOR EN LA CONDUCTA DE LOS NIÑOS:

La personalidad es el resultado de un proceso continuo de interacciones sociales. Desarrolla los procesos de imitación donde aprende las actitudes y conductas de los adultos y de otros niños, asumiéndolas como propias.

Los profesores son modelos imitativos al igual que los padres y son diversas las conductas que alientan en sus alumnos: dependencia o incompetencia, rasgos que dependen de modelos educativos y de respuestas recibidas por el sujeto infantil a su comportamiento. Una de las aportaciones más interesantes de la psicología cognitiva es resaltar la relevancia que tienen los procesos perceptivos en los comportamientos personales.

Examinemos qué factores determinan las percepciones que mantienen profesores y alumnos. La idea que tiene el profesor del alumno la elabora mediante un conjunto de datos no sólo en observaciones propias ni de las familias sino en otros como: condiciones sociales, clase socioeconómica, raza, sexo, el grado de adaptación. Estos datos son interpretados por el profesor de manera subjetiva dependiendo de su propia historia personal, prejuicios culturales. Esto determina las actividades y expectativas sobre las que establece la relación con el alumno.

Good y Bropfhy (1974), realizaron un estudio en el que observaron cómo los educadores prestaban más atención a los niños más aseados, físicamente atractivos, con rasgos de personalidad similares a los suyos.

Según Bouck (1970). El profesor que se estima competente es capaz de desarrollar frente al alumno un amplio repertorio de conductas más eficaces y adaptativas a las situaciones e individualidades que se dan en el grupo de clase.

Respecto al alumno, probablemente sea su edad una de las variables que más determinan la percepción del profesor. El niño infantil se basa más en atributos afectivos, enjuiciados desde su perspectiva egocéntrica, que en estereotipos vigentes socialmente o en la capacidad efectiva del profesor como enseñante (Kutnik, 1980). Igualmente, el factor rendimiento, que, en edades superiores es interpretado por los alumnos como determinante del tratamiento diferenciado que el profesor dispensa a cada niño, en edades tempranas no parece tener esa importancia. Sin embargo, el alumno percibe al adulto como dispensador de refuerzos – elogios, castigos – lo cual va a tener repercusiones en la conducta que adquiera de sí mismo.

En general, en las interacciones profesor-alumno, parece que el efecto de las actitudes y experiencias del profesor determinan el peso de la dinámica de estas relaciones aunque se reconozca que las expectativas del alumno pueden influir sobre ellas.

El educador debe cuidar el clima afectivo, que es el modo de comunicación y lenguaje entendido por el niño. Lo adecuado en su labor es apoyarse siempre en una reflexión crítica sobre sus resultados. La investigación – acción en el aula debe ser una exigencia profesional.

  1. EL MAESTRO COMO MIEMBRO DEL EQUIPO EDUCATIVO Y EN SU RELACIÓN CON LAS FAMILIAS

¿Por quién está formado el equipo educativo?, ¿cuáles son las funciones del equipo educativo?, ¿qué relación debe existir entre el educador y las familias?.

5.1. ¿QUIÉNES CONFORMAN EL EQUIPO EDUCATIVO?

El equipo educativo está formado por todos los educadores de un mismo grupo de niños. Nace de la necesidad de coordinar la intervención de los distintos educadores que actúan sobre este grupo, para conseguir la mayor unidad en el proceso educativo del niño.

Según lo establecido en las Cajas Rojas, en la Guía General nos expone que la coherencia de un centro escolar y la mejora de la calidad de enseñanza estarán en función, en gran parte, del grado y tipo de trabajo en común que lleven a cabo las profesoras y profesores del centro.

Lograr un adecuado funcionamiento depende de ciertas consideraciones:

– Definir los objetivos y asumirlos

– Facilitar la comunicación y superar prejuicios, diferencias.

– Tomar acuerdos mediante consenso para conseguir los objetivos y tomar decisiones curriculares, entre otras.

– Requiere una normativa explícita: moderador, convocatoria de reuniones,…

Las reuniones tienen como fin la coordinación y comunicación para compartir experiencias, entre los miembros del equipo.

Para que una reunión tenga éxito, ha de cumplir las siguientes condiciones:

a) Preparación:

– Clarificar los temas a tratar y prepararlos.

– Prever el esquema de la reunión y preparar el local

– Convocar e informar el orden del día

b) Realización:

– Facilitar un buen clima de trabajo

– Centrar la reunión, respetar los puntos y resumir

– Procurar llegar a decisiones.

Estas decisiones deben ir acompañadas de una descripción exacta del acuerdo, nombramiento de personas responsables de su ejecución, así como los recursos necesarios y fecha en la que los acuerdos deben estar realizados.

c) Evaluación:

La evaluación permite mejorar la calidad de trabajo pedagógico, reflexionar sobre la coherencia de la etapa y del centro, de la práctica docente y manifestar prioridades formativas.

Evaluaremos el punto de partida, los distintos proyectos, programaciones, la puesta en práctica y la valoración de todo el proceso.

5.2. FUNCIONES DEL EQUIPO EDUCATIVO

Considerando la eficacia del trabajo en equipo, sus funciones serán las siguientes:

– Compartir las distintas tareas del centro educativo

– Ofrecer la posibilidad de estudio en conjunto de algunos aspectos de su formación pedagógica y profesional

– Intercambiar experiencias que completen el conocimiento de los niños

– Conseguir una labor educativa coordinada que mejore la educación y atención del niño

– Promover la formación permanente

– Autoevaluar la labor en conjunto y de cada miembro para mejorarla

– Participar en la elaboración del proyecto curricular de etapa, su puesta en práctica y evaluación, permitiendo aprovechar las posibilidades del medio.

5.3. EL EQUIPO EDUCATIVO EN LA ELABORACIÓN DE PROYECTOS CURRICULARES

La elaboración de proyectos curriculares recae sobre el conjunto del profesorado de etapa o ciclo y lo aprobará el claustro de profesores. La coordinación es por parte de la comisión de coordinación pedagógica. El informe lo realiza el consejo escolar y lo supervisa la inspección técnica.

5.3.1. Decisiones:

Las decisiones del proyecto curricular de etapa son las siguientes:

– Adecuación de los objetivos generales de etapa al contexto educativo

– Secuencia de objetivos y contenidos de cada ciclo

– Estrategias metodológicas y procedimientos de evaluación

– Medidas de individualización de la enseñanza

5.3.2. Funciones:

– Aumentar la coherencia de la práctica educativa mediante la toma conjunta de decisiones

– Adecuar al contexto las prescripciones y orientaciones de la Administración

– Aumentar la competencia docente a través de la reflexión sobre su práctica.

Por tanto, el proyecto curricular de etapa elaborado por el equipo docente se basará en hacer explícito y formalizar lo que ha venido siendo la práctica educativa del centro y utilizando en su evaluación las nuevas propuestas curriculares. La estructura de estos proyectos ha de tener una lógica interna sobre qué enseñar y para qué. El orden no es lo prioritario sino la toma de decisiones de cada uno.

5.4. RELACIÓN CON LAS FAMILIAS

En la relación escuela-padres el papel desarrollado por el equipo docente y especialmente por el maestro es vital.

El educador es representante de la labor docente dentro y fuera del centro escolar. Además informa y ayuda a los padres para que conozcan la estructura interna de la Escuela Infantil.

Por tanto, no sólo es capaz de desarrollar un programa de relaciones públicas sino que ofrece a los padres el conocimiento de la escuela a la que accede el niño, y es enlace de las relaciones con otros padres.

5.4.1. Participación de las familias en las instituciones.

Desde la Ley General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa promulgada el 4 de Agosto de 1970, se contempla la participación de los padres en los centros educativos. Así mismo la ley del 19, Junio, 1980, Estatuto de Centros Escolares, la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (L.O.D.E.) promulgada el 3, Julio, 1985.

Por último, en el desarrollo de la L.O.G.S.E. proclamada el 3, Octubre de 1990, señala la inclusión en los proyectos de Centro de los canales de participación de las familias en las instituciones escolares. Así, pueden participar:

– En la organización de fiestas, salidas, ayudando a los profesores en estas actividades.

– Construcción y reparación de juguetes que se utilizan en el centro

– Recogida y aportación de materiales y mobiliario

– Participación en arreglos del centro según la profesión de los padres y algunos órganos de gestión, según el tipo de crntro.

En definitiva, la relación padres – educadores permite intercambio o pautas de actuación y compartir problemas

Según recogen las Cajas Rojas en el documento de Colaboración de los padres, compete al profesor y al equipo educativo determinar los cauces y formas de participación e implicación de los padres en el CENTRO DE EDUCACIÓN INFANTIL.

La implicación de los padres es útil y enriquecedora en múltiples aspectos, pues favorece la coordinación familia-escuela, aporta a padres y maestros experiencias enriquecedoras, supone en determinados aspectos una ayuda para los profesores, facilita los procesos de adaptación y aprendizaje del niño, entre otras.

En general, recurrir a los padres como una ayuda para conseguir mejores objetivos respecto a los niños es una buena estrategia siempre y cuando no se piense en ellos como “mano de obra barata” o como sustitutos del profesorado.

Podemos distinguir entre implicación esporádica e implicación sistemática.

a) Implicación esporádica.

La implicación esporádica ocurre en determinados momentos especiales que se caracterizan, entre otras cosas, por su frecuencia baja; colaboración en el periodo de adaptación, participación en salidas extraescolares especiales, fiestas, presentación de actividades y profesiones, otras formas de implicación.

b) Implicación sistemática.

Se entiende por implicación sistemática de los padres, su participación como parte fundamental de la metodología del centro, con una presencia en él regular, planificada y organizada.

Los padres necesitan instrucciones respecto a qué se espera de ellos y explicaciones sobre cómo puede obtenerse un beneficio mutuo en esa colaboración.

Estas instrucciones y explicaciones deben transmitirse en una reunión a la que asistan los padres en disposición de colaborar. La función de los padres y las madres será de observador-colaborador.

Las formas de implicación de la familia en la escuela son diversas, entre ellas se encuentran las tareas de apoyo y talleres-.

Hemos visto diversos tipos de implicación de los padres conjuntamente con los educadores que ayudan al desarrollo integral del niño.

Pero, ¿qué bases son necesarias para una buena relación?.

5.4.2. Bases necesarias para establecer una buena relación

Las dificultades principales de la relación padres-educadores, estriba en la comunicación. Se puede ver obstaculizada por la diferente percepción, y por lo tanto, valoración que padres y educador hacen del niño y el diferente nivel de lenguaje empleado por ambos.

Las formas que pueden favorecer unas relaciones fluidas son muchas, entre ellas:

a) Informaciones en torno al niño.

El contacto diario entre padre o madre que acompaña al pequeño a la escuela y lo recoge a la salida provoca situaciones de roce e intercambio de información entre padres y educadores.

¿Qué otros medios existen para establecer relaciones de información en torno al niño?.

· Entrevistas

Se trata de una situación ideal para intercambio de información en torno al niño, la puesta en común y búsqueda de distintas estrategias educativas, y normalmente ofrecen muchos más datos por otros canales

§ Cuestionarios.

Pueden aportar de forma sistemática bastante información en torno al niño.

Los cuestionarios permiten unificar el tipo de información que se demanda a los padres, aunque a veces es demasiado escueta y parcializada.

Otras formas de obtener información son los informes individuales y notas informativas

b) Información de carácter general.

Entre las formas de obtener informaciones de carácter general destacamos las reuniones y la información escrita.

· Reuniones.

Las reuniones informativas con grupos de padres ya sean por niveles, ciclos o etapas, constituyen un momento primordial de encuentro entre el equipo educativo y las familias.

§ Información escrita

La información escrita permite transmitir rápidamente mensajes, y muchas veces se utiliza para que esta información llegue a todos los padres. Estas informaciones deberán ser atractivas y útiles, escritas en un lenguaje desprovisto de tecnicismos y alejado de la jerga profesional.

En sus distintas formas, la información escrita puede presentarse en carteles, folletos y circulares.

De todo lo expuesto no debemos olvidar que el niño es el principal agente por el que el profesor-familia establece relaciones. Un niño motivado, satisfecho, puede promover relaciones positivas.

¿Qué información pueden presentar los educadores a las familias?.

5.4.3. Informaciones que deben presentar los educadores a las familias

En líneas generales, podemos decir, que los informes presentados a los padres han de mostrar como mínimo las siguientes características:

– Han de ser resúmenes entendibles del desarrollo psicopedagógico del alumno

– Han de mantener un tono que debe variar según el nivel cultural de los padres

– Ser fieles al retroceso o adelanto del desarrollo del niño explicitando las causas

– Deben ser precisos

  1. CONCLUSIÓN

Como hemos visto, el profesor desempeña una serie de funciones destinada, junto con la colaboración de las familias, a desarrollar todas las capacidades del niño.

Resaltar que el profesor no trabaja aisladamente sino formando un equipo donde se debaten, y consensúan decisiones. Participan en la elaboración de Proyectos Curriculares de Etapa aprovechando las posibilidades del medio.