Tema 13 – La programación en el primer ciclo de educación infantil. Objetivos, contenidos y metodología adecuada para los niños y niñas de cero a tres años.

Tema 13 – La programación en el primer ciclo de educación infantil. Objetivos, contenidos y metodología adecuada para los niños y niñas de cero a tres años.

0. INTRODUCCIÓN.

1. LA PROGRAMACIÓN EN EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL.

1.1. Peculiaridades del primer ciclo.

1.2. La programación.

1.2.1. Definición.

1.2.2. Características.

1.2.3. Estructura.

1.3. Criterios para la programación.

2. OBJETIVOS, CONTENIDOS Y METODOLOGÍA ADECUADA PARA LOS NIÑOS DE CERO A TRES AÑOS.

2.1. Objetivos.

2.2. Contenidos.

2.3. Metodología.

3. CONCLUSIÓN.

4. BIBLIOGRAFÍA.

– LOGSE 3 de octubre de 1990.

– M.E.C. Cajas Rojas de E.I. 1992.

– R.D. 1333/ 91 de 6 de septiembre (Currículo de E.I.)

– Resolución del 5 de marzo del 92 (P.C. de E.I. y orientaciones para la distribución de objetivos y contenidos por ciclos).

– Escamilla “Unidades didácticas”. Edelvives 1993.

0. INTRODUCCIÓN.

Cualquier actividad docente para por prever la actividad, llevarla a cabo o realizar y evaluar los resultados.

Prever la actividad consiste en programar intenciones y actividades con vistas al logro de aquellas, articulando convenientemente todos los aspectos y elementos que van a intervenir.

En el caso de le etapa infantil, la programación no sólo es un deber docente inexcusable, sino una necesidad.

Nuestro currículo dispone de suficientes márgenes de actuación como para asegurar la intervención de los maestros ajustando sus acciones en los contextos particulares donde se van a producir.

La propia existencia de ciclos como ocurre en otras etapas educativas precisa de elaborar la intervención de los maestros ajustando sus acciones siendo el referente básico de programación y evaluación de ciclo.

1. LA PROGRAMACIÓN EN EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL.

1.1. Peculiaridades del primer ciclo.

La EI constituye una etapa educativo porque el desarrollo del niño es un proceso continuo en el que no es fácil delimitar momentos de clara diferenciación y ruptura, y porque los cambios no se producen de modo uniforme en todos los niños.

Esto no impide, sin embargo, que la EI se estructure en dos ciclos, ajustando los elementos principales del currículo a las características específicas de cada uno de ellos.

La complejidad de la acción pedagógica en el primer ciclo viene dada por la exigencia de responder de una manera coherente a las necesidades cambiantes de los niños, los cuales, inicialmente, dependen por completo de los adultos independizándose poco a poco del adulto.

Durante el primer ciclo los niños inician la diferenciación progresiva entre uno mismo y los demás, aprenden a adoptar sus ritmos biológicos a las rutinas familiares y escolares, a identificar y manifestar sus necesidades, emprendiendo acciones para satisfacerlas, y así van adquiriendo una progresiva autonomía en las rutinas y actividades cotidianas.

Todas las actividades que se realicen el en centro de EI deben ser educativas y formadoras y, por tanto, objeto de reflexión y planificación en el marco de los proyectos y programaciones curriculares. Éstas deben dar respuesta la las necesidades peculiares que presentan los más pequeños; deberán tener en cuenta aspectos tan importantes como la relación entre el niño y el educador, las condiciones físicas del espacio, la calidad de los estímulos ofrecidos, el respeto al ritmo personal de cada niño y la relacion con la familia.

1.2.La programación.

La Reforma Educativa planteada a partir de la Logse, ha querido dar un gran protagonismo al profesorado en el proceso de desarrollo del currículo. Por eso, el DCB se caracteriza por ser sumamente abierto y flexible, para permitir que el profesorado lo desarrolle y concrete en función de las circunstancias particulares de su centro y alumno, de forma crítica y contextual izada.

Esta tarea se va a llevar a cabo a través de distintos cauces que son los niveles de concreción del currículo. El profesorado participa directamente en el segundo y tercer nivel, es decir, en la elaboración de los PC del Centro/Etapa y en las Programaciones de Aula.

Todas estas reflexiones nos llevan a destacar la importancia y necesidad de las programaciones y que el profesor sepa planificar su intervención educativa respondiendo a la intencionalidad previamente meditada en lugar de dejar su tarea en manos de la improvisación.

“El protagonismo que debe asumir el profesor en las tareas de desarrollo del currículo

, tanto en equipo como individualmente, requiere una formación que permita asumir ese ejercicio de libertad de forma consciente y responsable” (Escamilla, 1993).

1.2.1. Definición de programación.

Entendemos por “Programación” el tercer nivel de concreción del currículo. Está constituida por un conjunto de unidades didácticas ordenadas y secuenciadas para el desarrollo de la intervención educativa.

Este elemento curricular es de suma importancia ya que permite contextualizar las intenciones educativas, así como el desarrollo eficaz del proceso de enseñanza-aprendizaje.

1.2.2. Características.

(1) Adaptada al Centro y a los alumnos.

(2) Integradora de intereses por parte de los alumnos y del Currículo.

(3) Significativa y motivadora.

(4) Estructurada en función de núcleos temáticos.

(5) Permitir la adecuación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

1.2.3. Estructura.

Toda programación según el D.C.B., está constitutiva por: “objetivos, contenidos, metodología, así como actividades de enseñanza, aprendizaje y evaluación.

Entendemos por “Objetivos” las capacidades que se espera que el alumno haya conseguido al final de la intervención educativa.

Hablamos de “Bloques de Contenido” como aspectos básicos que se deben trabajar. El Currículo establece tres tipos:

– conceptos,

– procedimientos y

– actitudes.

Los principios organizativos y estrategias de intervención educativa caracterizan a la “metodología”.

Las “actividades” son las experiencias que desarrollará el alumnado para trabajar los contenidos.

La “evaluación” se ha de entender como un proceso de recogida de información y análisis que nos permite conocer el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

1.3. Criterios para la programación.

Programar es una actividad intencionada de un plan de actuación para un grupo de personas concretas, que en nuestro caso son los niños de cero a tres años.

Las programaciones ayudan a sintetizar el proceso de enseñanza y aprendizaje de los niños; temporalizan y distribuyen los contenidos y las actividades; eligen los caminos más adecuados y los medios más apropiados para llegar a donde se pretende; la programación da respuesta a las necesidades de los alumnos.

Para programar correctamente es necesario:

1. Partir del contexto pedagógico que define el PEC, pues es en este documento donde se describen las grandes directrices que deben orientar el trabajo de todos los profesionales del centro.

2. Tener presente la secuenciación de objetivos y contenidos realizada en el PC para cada uno de los ciclos, así como el marco de criterios metodológicos y de evaluación acordados.

3. Contar con las posibilidades que se poseen, tanto en conocimiento y preparación para el desempeño de la tarea educativa con estas edades, como de las condiciones en que se va a desarrollar todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Sólo con estas premisas, se acaba por entender que toda programación dentro

de un planteamiento curricular, es la orientación práctica del currículo oficial que conduce a lograr los objetivos propuestos en él en cada una de las etapas. Con ello se supera el concepto tradicional de programación que se asimilaba a un listado de unidades, temas o actividades.

2. OBJETIVOS, CONTENIDOS Y METODOLOGÍA ADECUDA PARA LOS NIÑOS DE CERO A TRES AÑOS.

2.1. Objetivos.

Un objetivo es un logro o una meta, productos de un proceso. Ningún objetivo se consigue por sí sólo, sino en relación con otros muchos objetivos. Tampoco se logran los objetivos unos tras otros, sino simultáneamente. Por ello, se suele subrayar que siempre, pero especialmente en estas edades, son fruto de un proceso.

Los objetivos que se formulan en una programación de curso, son generalmente objetivos finales o metas que se lograrán en un plazo amplio de tiempo. Los que se formulan para una UD o plan de trabajo inmediato, son objetivos didácticos, pero no pueden olvidar los objetivos finales que se desean conseguir. Los objetivos didácticos son muy concretos y precisos porque se relacionan directamente con el trabajo y la actividad que se va a desarrollar inmediatamente con los niños.

En la programación de unidades de trabajo con niños de primer ciclos, estos objetivos son muy pocos y muy claros. Por ejemplo:

Plan de trabajo: “estimular al niño para que alcance un juguete a una distancia en la que gatee”

Objetivos didácticos: 1. Hacer que el niño perciba la distancia.

2. Estimularse para que busque la forma de alcanzar el juguete.

3. Valorar su esfuerzo.

Los objetivos vienen establecidos en el R.D. 1333/91, 6 de septiembre (Currículo de Educación Infantil), son:

(a) Identificar y expresar sus necesidades básicas de salud, juego y relación de forma autónoma.

(b) Conocer su cuerpo para actuar de forma autónoma.

(c). Establecer relaciones con adultos y otros niños.

(d) Observación y reconocimiento de su entorno.

(e) Regular su comportamiento de forma paulatina en varias situaciones.

(f) Reconocer su identidad y la de los demás.

(g) Comprender con el lenguaje oral según los distintos contextos.

(h) Comunicarse con el lenguaje oral en distintos contextos.

(i),Descubrir y usar distintas formas de comunicación y representación.

2.2. Contenidos.

Se agrupan en torno a tres áreas o ámbitos de experiencia, conocimiento, expresión y representación:

(A) Área Identidad o Autonomía Personal.

I. El Cuerpo y la Propia Imagen: este contenido permite que el niño comience a conocer y controlar su cuerpo, a descubrir y utilizar posibilidades de distinto tipo y en distintas situaciones.

II. Juego y Movimiento: a través del juego como situación lúdica y el movimiento el niño dispondrá de posibilidades de control corporal, descubrimiento y logros perceptivos-motrices.

III. Actividad y vida cotidiana: a través de este tipo de contenidos iniciamos al niño en el logro paulatino de cierta autonomía con respecto al adulto: planificar, tomar iniciativas, secuenciar… las propias acciones en actividades cotidianas.

IV. El cuidado de uno mismo: aunque el cuidado de uno mismo es responsabilidad del adulto, este contenido permite iniciarse en la propia responsabilidad: higiene, alimentación, vestirse…

(B) Área del Medio Físico y Social.

I. Primeros grupos sociales: el centro escolar supone para el niño el encuentro con un nuevo grupo social. A través de este contenido el niño tendrá oportunidad de adaptarse progresivamente a nuevos contextos y entornos físico-sociales.

II. La vida en sociedad: contenidos que inician en la observación y experimentación de determinadas formas de organización social y acontecimientos del entorno.

III. Los objetos: la observación y exploración de los objetos y materiales permiten un conocimiento de la realidad.

IV. Animales y Plantas: observación y exploración de animales y plantas del entorno acercan al respeto por el medio natural, al contacto con la actividad al aire libre y al contraste de determinados ambientes.

(C) Área de la Comunicación y Representación.

I. Lenguaje oral: presenta este contenido un carácter instrumental al ser la adquisición del lenguaje oral un instrumento mediador entre el resto de las actividades y aprendizajes.

II. Aproximación al Lenguaje Escrito (no se desarrolla en este ciclo.

III. Expresión Plástica: permite descubrir y utilizar materiales, instrumentos, experimentar, expresarse, comunicarse…

IV. Expresión musical: enfocado de la misma manera que lo anterior.

V. Expresión Corporal: la utilización del cuerpo es uno de los mejores instrumentos de que dispone la etapa infantil. A través del cuerpo pueden abordarse sistemas de comunicación no verbal y la oportunidad de practicar con los recursos expresivos que todos los seres humanos tenemos; gestos, posturas, ritmo…

VI. Relaciones de medida y representación en el espacio: contenidos que acercan al niño a experimentar y conocer tamaños, formas, colores, posiciones.

2.3. Metodología.

La metodología constituye una opción personal inherente a la práctica docente, de tal manera que cada maestro puede realizar el enfoque metodológico que mejor crea conveniente para el logro de los objetivos, sin embargo, existen unos principios metodológicos que conviene respetar en cada propuesta:

1. Aprendizajes significativos: el niño debe poder establecer relaciones entre sus experiencias previas y los nuevos aprendizajes. El proceso que conduce a la realización de estos aprendizajes requiere que las actividades y tareas que se lleven a cabo tengan un sentido claro para él. El profesor partiendo de la información que tienen sobre los conocimientos previos del niño, presentará actividades que atraigan su interés y que el niño pueda relacionar con sus experiencias anteriores. Es importante tener en cuenta el proceso individual de cada alumno.

2. Enfoque globalizador: de forma que éste sea el producto del establecimiento de múltiples conexiones, de relaciones entre lo nuevo y lo ya parendido. Es, pues, un proceso global de acercamiento del individuo a la realidad que quiere conocer.

3. Atención diferenciada: supone dirigir la atención educativa a cada uno de los niños como una persona única, ante la que hay que replantearse la intervención en función de sus necesidades particulares, de su modo de ser y de sus circunstancias concretas. Es necesario cultivar el respeto a las diferencias, a las condiciones peculiares de cada niño y sus diferentes ritmos de desarrollo. En este contexto tenemos que inscribir la integración de niños con necesidades educativas especiales.

4. Enfoque activo y experimental: la actividad tanto física como mental es una de las principales fuentes de aprendizaje y desarrollo. Esta actividad tendrá carácter constructivo en la medida en que a través del juego, la acción, la experimentación y sus propias percepciones descubra propiedades y relaciones y vaya construyendo sus propios conocimientos.

5. El aprendizaje a través del juego: el juego es la actividad propia de la etapa y en él se aúnan un fuerte carácter motivador con importantes posibilidades para que el niño lleve a cabo aprendizajes significativos y el profesor organice los contenidos con carácter global.

6. Aspectos afectivos y de relación: es necesario, en esta etapa posiblemente más importante que en cualquier otra, la creación de un ambiente cálido, acogedor y seguro y de una relación de confianza y afecto con el educador. Es importante tener en cuenta la individualidad y originalidad de cada niño, las atenciones individuales en esta etapa, y sobre todo en este primer ciclo son fundamentales. Por otro lado las interacciones con otros niños, en los que al principio explorará el cuerpo del otro, le buscará para jugar junto a él, hasta establecer una interacción creciente en la que la construcción de la propia identidad, el lenguaje y la socialización encuentran un lugar privilegiado para desarrollarse.

7. Criterios para el agrupamiento de alumnos: es necesario diversificar los agrupamientos para que las experiencias sean más motivadoras. Debemos conseguir que nuestros alumnos poco a poco se aproximen al diálogo respetando las normas básicas de éste: escuchar, esperar turno de palabra…

8. La socialización: la interacción entre los niños constituye un recurso metodológico de primar orden. Las controversias, interacciones y reajustes que se generan en el grupo facilitan el progreso intelectual, afectivo y social. Además favorecen la comunicación, la cooperación y el intercambio entre los niños que poco a poco se van dando cuenta que estos valores son fundamentales para su relación con los demás.

9. La coordinación con la comunidad educativa: es necesaria una coherencia educativa tanto entre los distintos miembros del equipo docente como entre dicho equipo y los padres. Para ello es imprescindible una correcta coordinación. También es importante establecer coordinación con la comunidad educativa puesto que la educación es una responsabilidad compartida.

Estos principios son válidos para los dos ciclos de la etapa. Sin embargo las características específicas de los niños de 0-3 años aconsejan no perder de vista algunas consideraciones como son:

(1) Adecuación individualizada al niño.

(2) Continuidad de los educadores.

(3) Evitar inquietudes y buscar el placer.

(4) Intercambio de información con la familia.

En el primer ciclo de E.I. los aprendizajes deben organizarse en torno a:

(1) Juego.

(2) Descubrimiento del cuerpo.

(3) Descubrimiento del espacio.

(4) Rutinas.

La relación del educador con el niño en este período debe estar basada en la “calidad” para llegar a establecer una relación emocional estable.

3. CONCLUSIÓN.

La programación es una transformación como proceso y como producto de un plan teniendo en cuenta los recursos humanos, materiales, el tiempo, etc. Debe ser concreta, flexible, unitaria, adecuada, realista y clara.

Nuestro sistema educativo prevé tres niveles de programación. El primero es prescriptivo y lo constituye el currículo oficial de cada etapa. Los otros dos, corresponden a ciclos y cursos o niveles. Cada nivel de los diferentes al prescriptivo se compone como mínimo de objetivos, contenidos, evaluación, recursos, metodología…

La programación en el primer ciclo de EI debe tener en cuenta las especificaciones y características propias del primer año de vida, atendiendo a las necesidades básicas biológicas, afectivas, de movimientos, de juego, etc. el resto de los años deben cuidarse los climas del entorno, compensar las separaciones de la familia, facilitando la socialización paulatina y la autonomía personal. Se materializará la programación en Unidades con pocos objetivos, claros y concisos, de lo global a lo específico.

Con respecto a la metodología, no existe un método didáctico único ni universal. Métodos, estrategias, acciones docentes… son enfoques que cada maestro puede utilizar de forma conveniente, sin embargo existen determinados principios metodológicos para toda la etapa que deben tenerse en cuenta en el uso de cualquier metodología: aprendizajes significativos, socialización…

4. BIBLIOGRAFÍA.

* Ver esquema.