Tema 9 – El entorno y su conservación. Relaciones entre los elementos de los ecosistemas, factores de deterioro y regeneración. Capacidad de los seres humanos para actuar sobre la naturaleza. Intervención educativa.

Tema 9 – El entorno y su conservación. Relaciones entre los elementos de los ecosistemas, factores de deterioro y regeneración. Capacidad de los seres humanos para actuar sobre la naturaleza. Intervención educativa.

0. INTRODUCCIÓN.

1. EL ENTORNO Y SU CONSERVACIÓN. RELACIONES ENTRE LOS ELEMENTOS DE LOS ECOSISTEMAS, FACTORES DE DETERIORO REGENERACIÓN.

1.1. El entorno y su conservación.

1.2. El ecosistema.

1.2.1. Concepto.

1.2.2. Funcionamiento.

1.2.3. Relaciones entre sus elementos.

1.3.   Factores de deterioro y regeneración.

2. CAPACIDAD DE LOS SERES HUMANOS PARA ACTUAR SOBRE LA NATURALEZA.

3. INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

4. CONCLUSIONES.

5. BIBLIOGRAFÍA.

0.   INTRODUCCIÓN.

Los recursos naturales de los que dispone el hombre podrían llegar a agotarse.

Algunos sectores productivos, conscientes de la necesidad de no agotar los recursos naturales llevan años trabajando con conciencia verde y ahora empiezan a ver los frutos.

El medio ambiente está enfermo y la responsabilidad es fundamentalmente del hombre que no ha sabido cuidar en condiciones su hábitat. El deterioro que sufren actualmente los ecosistemas es algo preocupante, ya que puede llegar a perjudicar el bienestar social.

El presente tema se podría relacionar con la mayoría de las áreas prescritas por el Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria en su ANEXO II, pero parece inevitable establecer una relación más directa con el área de Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural y el área de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (M.E.C., 2006).

1. EL ENTORNO Y SU CONSERVACIÓN. RELACIONES ENTRE LOS ELEMENTOS DE LOS ECOSISTEMAS, FACTORES DE DETERIORO Y REGENERACIÓN.

1.1.   El entorno y su conservación.

Los jóvenes de hoy, muy pronto serán responsables de tomar las decisiones del mañana por lo tanto se debe entregar a esos jóvenes, un sentido de responsabilidad, un pensamiento crítico objetivo y constructivo, así como estrategias para resolver problemas  y conflictos en forma pacífica, brindándoles de esta manera una oportunidad de poner en práctica acciones solidarias.

1.2. El ecosistema.

1.2.1. Concepto.

Hay que insistir en que la vida humana se desarrolla en estrecha relación con la naturaleza y que su funcionamiento nos afecta totalmente. Es un error considerar que nuestros avances tecnológicos: coches, grandes casas, industria, etc. nos permiten vivir al margen del resto de la biosfera y el estudio de los ecosistemas, de su estructura y de su funcionamiento, nos demuestra la profundidad de estas relaciones.

Los ecosistemas son sistemas complejos como el bosque, el río o el lago, formados por una trama de elementos físicos (el biotopo) y biológicos (la biocenosis o comunidad de organismos).

El ecosistema es el nivel de organización de la naturaleza que interesa a la ecología. En la naturaleza los átomos están organizados en moléculas y estas en células. Las células forman tejidos y estos órganos que se reúnen en sistemas, como el digestivo o el circulatorio. Un organismo vivo está formado por varios sistemas anatómico-fisiológicos íntimamente unidos entre sí.

La organización de la naturaleza en niveles superiores al de los organismos es la que interesa a la ecología. Los organismos viven en poblaciones que se estructuran en comunidades. El concepto de ecosistema aún es más amplio que el de comunidad porque un ecosistema incluye, además de la comunidad, el ambiente no vivo, con todas las características de clima, temperatura, sustancias químicas presentes, condiciones geológicas, etc. El ecosistema estudia las relaciones que mantienen entre sí los seres vivos que componen la comunidad, pero también las relaciones con los factores no vivos.

1.2.2.   Funcionamiento.

Todos los ecosistemas necesitan una fuente de energía. Ésta fluye a través de los distintos componentes del ecosistema, mantiene la vida y moviliza el agua, los minerales y otros componentes físicos. La fuente primera y principal de energía es el sol.

En todos los ecosistemas existe, además, un movimiento continúo de los materiales. Los diferentes elementos químicos pasan del suelo, el agua o el aire a los organismos y de unos seres vivos a otros, hasta que vuelven, cerrándose el ciclo, al suelo o al agua o al aire.

En el ecosistema la materia se recicla -en un ciclo cerrado- y la energía pasa – fluye- generando organización en el sistema.

1.2.3.   Relaciones entre sus elementos.

Al estudiar los ecosistemas interesa más el conocimiento de las relaciones entre los elementos, que el cómo son estos elementos. Los seres vivos concretos  interesan al ecólogo por la función que cumplen en el ecosistema, no en sí mismos como le pueden interesar al zoólogo o al botánico.

Para el estudio del ecosistema es indiferente, en cierta forma, que el depredador sea un león o un tiburón.

La función que cumplen en el flujo de energía y en el ciclo de los materiales es similar.

Como sistema complejo que es, cualquier variación en un componente del sistema repercutirá en todos los demás componentes. Por eso son tan importantes las relaciones que se establecen.

Los ecosistemas se estudian analizando las relaciones alimentarias, los ciclos de la materia y los flujos de energía.

a) Relaciones alimentarias.-

La vida necesita un aporte continuo de energía que llega a la Tierra desde el Sol y pasa de unos organismos a otros a través de la cadena trófica.

Las redes de alimentación (reunión de todas las cadenas tróficas) comienzan en las plantas (productores) que captan la energía luminosa con su actividad fotosintética y la convierten en energía química almacenada en moléculas orgánicas. Las plantas son devoradas por otros seres vivos que forman el nivel trófico de los consumidores primarios (herbívoros).

La cadena alimentaria más corta estaría formada por los dos eslabones citados (ej.:elefantes alimentándose de la vegetación). Pero los herbívoros suelen ser presa, generalmente, de los carnívoros (depredadores) que son consumidores secundarios en el ecosistema. Ejemplos de cadenas alimentarias de tres eslabones serían:

hierba ß vaca ß hombre

algas ß krill ß ballena.

Las cadenas alimentarias suelen tener, como mucho, cuatro o cinco eslabones – seis constituyen ya un caso excepcional-. Ej. de cadena larga sería:

algas ß rotíferos ß tardigrados ß nemátodos ß musaraña ß autillo

Pero las cadenas alimentarias no acaban en el depredador cumbre (ej.: autillo), sino que como todo ser vivo muere, existen necrófagos, como algunos hongos o bacterias que se alimentan de los residuos muertos y detritos en general (organismos descomponedores o detritívoros). De esta forma se soluciona en la naturaleza el problema de los residuos.

Los detritos (restos orgánicos de seres vivos) constituyen en muchas ocasiones el inicio de nuevas cadenas tróficas. Por ej., los animales de los fondos abisales se nutren de los detritos que van descendiendo de la superficie.

Las diferentes cadenas alimentarias no están aisladas en el ecosistema sino que forman un entramado entre sí y se suele hablar de red trófica.

Una representación muy útil para estudiar todo este entramado trófico son las pirámides de biomasa, energía o nº de individuos. En ellas se ponen varios pisos con su anchura o su superficie proporcional a la magnitud representada. En el piso bajo se sitúan los productores; por encima los consumidores de primer orden (herbívoros), después los de segundo orden (carnívoros) y así sucesivamente.

b) Ciclos de la materia.-

Los elementos químicos que forman los seres vivos (oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, azufre y fósforo, etc.) van pasando de unos niveles tróficos a otros. Las plantas los recogen del suelo o de la atmósfera y los convierten en moléculas orgánicas (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). Los animales los toman de las plantas o de otros animales. Después los van devolviendo a la tierra, la atmósfera o las aguas por la respiración, las heces o la descomposición de los cadáveres, cuando mueren. De esta forma encontramos en todo ecosistema unos ciclos del oxígeno, el carbono, hidrógeno, nitrógeno, etc. cuyo estudio es esencial para conocer su funcionamiento.

c) Flujo de energía

El ecosistema se mantiene en funcionamiento gracias al flujo de energía que va pasando de un nivel al siguiente. La energía fluye a través de la cadena alimentaria sólo en una dirección: va siempre desde el sol, a través de los productores a los descomponedores. La energía entra en el ecosistema en forma de energía luminosa y sale en forma de energía calorífica que ya no puede reutilizarse para mantener otro ecosistema en funcionamiento. Por esto no es posible un ciclo de la energía similar al de los elementos químicos.

1.3. Factores de deterioro y regeneración.

Los recursos naturales de los que dispone el hombre podrían llegar a agotarse. Algunos sectores productivos, conscientes de la necesidad de no agotar los recursos naturales llevan años trabajando con conciencia verde y ahora empiezan a ver los frutos.

El medio ambiente está enfermo y la responsabilidad es fundamentalmente del hombre que no ha sabido cuidar en condiciones su hábitat. El deterioro que sufren actualmente los ecosistemas es algo preocupante, ya que puede llegar a perjudicar el bienestar social. Esto es al menos lo que señalan los entendidos en el tema.

La voz de alarma la lanzaron los responsables del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Banco Mundial y del Instituto de Recursos Mundiales, organismos internacionales, que dieron una advertencia a través del informe Recursos Mundiales 2005-2006.

En dicho estudio se recogía la situación del medio ambiente en todo el mundo y las principales amenazas que sufre.

¿Se está a tiempo? Todavía se está a tiempo de reparar parte de la productividad natural que se ha perdido pues muchas reparaciones son simples. Pero urgen cambios radicales en las formas actuales de utilizar el conocimiento y la experiencia de la que se dispone.

Destacar las iniciativas de reciclado. Aunque no están relacionadas directamente con la reconstrucción de ecosistemas, sí lo están con una manera más sana y ecológica de vivir y no agotar recursos naturales.

Este es el caso del reciclado del aluminio, una actividad que hoy por hoy es ya rentable. La producción de este material a partir de chatarra, es un proceso limpio, rentable y eficiente. El coste de la energía utilizada para producir aluminio a partir del reciclado de chatarra es el 5% del derivado de la elaboración con aluminio primario.

Según las compañías de este sector, el uso del aluminio reciclado frente al primario está aumentando.

En el año 2005, un 30% del material usado era reciclado y se espera que en el 2030 esta cifra aumente considerablemente, ya que entonces habrá algo más de 300 millones de toneladas de aluminio reciclable para comercializar.

Las alarmas ya han saltado. Todos los países son conscientes, la Tierra se empieza a quejar: el efecto invernadero, el calentamiento del planeta, la capa de ozono… Pese a cumbres internacionales y buenos propósitos, la solución no resulta práctica y el enfermo empeora.

Los desastres naturales han existido siempre, volcanes, terremotos, huracanes o tifones, han dejado siempre tras de sí desolación, víctimas, hogares destruidos. O como mal menor innumerables pérdidas materiales, cosechas destruidas,…

El origen de estos fenómenos naturales siempre ha residido en la propia naturaleza, el hombre se limitaba a sufrirlos y prevenirlos lo mejor posible. Pero en los últimos tiempos la humanidad se enfrenta a unas adversidades cuyo origen es el propio hombre. El recalentamiento del planeta o la disminución de la capa de ozono están directamente relacionados con la emisión de cantidades abusivas de CO2, aerosoles y otras sustancias cuyas consecuencias directas son desajustes climáticos traducidos en diferentes catástrofes.

El efecto invernadero.- El vapor de agua, el dióxido de carbono, el ozono o el metano, son los gases responsables del efecto invernadero, un fenómeno indispensable para la vida humana en el planeta, ya que a través de este proceso se devuelve al espacio parte de la energía recibida del sol.

Si la tierra devolviera directamente esta energía, la temperatura media sería 30º menor, e inhabitable para los humanos.

El problema viene cuando se rompe el equilibrio. El volumen de dióxido de carbono ha pasado de 280 partes por millón, antes de la revolución industrial, a 360 actualmente. Esto reduce de forma considerable la energía que la Tierra tiene que emitir al espacio. Ésta no puede almacenarse sin más, y equivale a retener el contenido energético de 3 millones de toneladas de petróleo por minuto. Estos excesos provienen fundamentalmente de la utilización de carbón, petróleo, gas natural así como la desaparición progresiva de bosques y otros sumideros que absorben el CO2.

El calentamiento del Planeta.- Consecuencia directa del efecto invernadero es el calentamiento global del Planeta. La década de los noventa ha sido la más calurosa del último milenio. El ascenso continúa. Se estima que para el 2.050 la temperatura media habrá ascendido entre 1 y 2.5º C y entre 1,5º y 3,5º para el 2.100. Las consecuencias no se han dejado esperar.

Aparte las pertinaces sequías que sufriremos, muchas espacies animales y vegetales no podrán adaptarse a estas temperaturas. Los polos se derriten y el nivel del mar ha aumentado entre 10 y 25 cms., pudiendo llegar a duplicarse e incluso quintuplicarse este ascenso para el 2.100. Esto podrá causar inundaciones en ciudades costeras. Aumentará el riesgo de incendios forestales y plagas. También se pondrán en peligro humedales y zonas naturales frías como las de Rusia o Canadá.

La capa de ozono.- Es un gas compuesto por moléculas de tres átomos de oxigeno. Rodea al planeta Tierra en forma de capa que absorbe los rayos ultravioleta, actúa como una pantalla que filtra dichos rayos. La capa de ozono, según investigaciones científicas, se está reduciendo entre un 2 y 3 % cada año. Parece probado que es debido al aumento de las emisiones del freón (Clorofluorcarbono o C.F.C), un gas que se usa en la industria de los aerosoles, plásticos y los circuitos de refrigeración y aire acondicionado.

El CFC es un gas liviano que se eleva hasta la estratosfera y, debido a que es muy estable, puede permanecer allí durante cientos de años. Sin embargo, los rayos ultravioletas, en contacto con el CFC, producen una reacción química que libera cloro y bromo, produciendo la destrucción del ozono.

Consecuencias del incipiente agujero de ozono son la proliferación del cáncer de piel y otras enfermedades cutáneas, trastornos oculares o la dificultad en las plantas para desarrollarse, ya que las radiaciones ultravioletas dificultan la captación de la luz para realizar la fotosíntesis.

Otros efectos son el cambio climático, el calentamiento de la tierra, y todo lo que éste conlleva.

2. CAPACIDAD DE LOS SERES HUMANOS PARA ACTUAR SOBRE LA NATURALEZA.

La densidad de población en Europa y su elevado nivel de vida son los causantes de gran parte de la contaminación del planeta. Las leyes de protección del medio ambiente no solucionan el problema.

Los países europeos albergan el 15% de la población mundial, lo que significa que ocupan más de una quinta parte de la superficie terrestre. Cubren 11.000 kilómetros entre el Atlántico y el Océano Pacífico; de hecho, sólo la Federación Rusa abarca el 60% de esta área.

Demasiado consumo.- Muchos de los problemas medioambientales que sufren los países europeos son debidos al elevado consumo de recursos naturales y a la gran cantidad de residuos generados en esta parte de la Tierra tan densamente poblada. Dicha situación se ve agravada por un estilo de vida consumista.

Una ciudad típica europea de un millón de habitantes consume, todos los días, cerca de 11.500 toneladas de combustibles fósiles, 320.000 toneladas de agua y 2.000 toneladas de alimentos. También produce 300.000 toneladas de aguas residuales y 25.000 toneladas de dióxido de carbono.

La media europea anual de residuos generados por municipios se ha elevado de forma considerable en las últimas décadas, lo que ha provocado la adopción de métodos alternativos para eliminar los residuos, tecnologías limpias de producción y un mayor nivel de reciclaje. La eficiencia en el uso de energía y de materiales ha mejorado en los últimos años, como resultado de la introducción de procesos de producción limpia.

Según el Informe Perspectiva Global del Medio Ambiente (GEO-I), las emisiones de óxido de azufre y nitrógeno que se emiten en todo el Viejo Continente son responsables, en gran medida, del daño ocasionado al 50% de los bosques de Europa del Este y Central. Además, y según consta también en dicho informe, aunque Europa ha aumentado en 10 millones de hectáreas sus áreas protegidas desde el año 1982, el 52% de sus peces, el 45% de sus reptiles y el 2% de sus mamíferos están amenazados.

Por otro lado, cerca del 60% de las aguas subterráneas próximas a los centros urbanos e industriales de Europa están sobreexplotadas. Este desarrollo está amenazando al 86% de los ecosistemas costeros europeos localizados al oeste de los Urales. El desarrollo que están experimentando las fuentes agrícolas ha generado un aumento de la producción de alimentos en toda Europa, lo que a su vez ha producido efectos negativos en las zonas costeras.

Panorama comprometido.- El panorama para los habitantes del Viejo Continente no es muy halagüeño, el GOE-I apunta a Europa como responsable del 36% de las emisiones mundiales de cloroflurocarbonos, del 30% de las emisiones de dióxido de carbono y del 25% de las emisiones del dióxido de azufre.

Una de las mayores prioridades en los países de Europa Central y Oriental es la calidad atmosférica. Sin embargo, su estilo de vida va en contra de estos principios. En muchos países, la red de carreteras se ha saturado por el aumento de vehículos privados, y entre el año 1990 y 2010, tanto el transporte público como el de mercancías se habrá casi duplicado.

Otros países desarrollados.- Canadá y Estados Unidos son los líderes mundiales de producción y consumo de bienes y servicios. Ambas naciones están preocupadas por las implicaciones que pueden llegar a tener el uso de sus recursos y están realizando un esfuerzo para intentar paliar esta realidad en la medida de lo posible.

El rápido crecimiento económico es la principal causa de preocupación ambiental. En los últimos 25 años, el producto nacional bruto de Estados Unidos se ha quintuplicado. Como resultado de ello, el país consume más de 4.500 millones anuales de toneladas de materiales.

Con sólo el 5% de la población mundial, los habitantes de esta nación consumen el 25% de la energía.

A pesar de la creciente preocupación del consumidor por la conservación de la energía, el estilo de vida le contradice. La tendencia hacia casas unifamiliares y el crecimiento del número de coches privados -uno por cada dos personas- contribuye de forma importante a aumentar el consumo de energía.

El ser humano debe adoptar medidas para conservar su entorno y desde el ejemplo debemos actuar en la escuela:

La teoría de las tres erres -reutilizar, reducir y reciclar- toma fuerza a la vista de la saturación de los vertederos, o del daño que las incineradoras provocan cuando vierten a la atmósfera los humos de las basuras que queman.

1. Elija los productos con menos embalaje y recuerde que, por lo general, los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. Evite los alimentos presentados en bandejas de corcho blanco.

2. Cuando vaya a la compra, lleve su propia bolsa o carro. En última instancia, aproveche las bolsas que le hayan dado.

3. Apueste por los productos de formato familiar, generan menos residuos y, por lo general, son más económicos.

4. Evite las pilas-botón. Si tiene que comprarlas, elija las de litio, las de zinc-aire o las de óxido de plata, que no tienen o tienen muy poco mercurio.

5. Utilice el papel por ambas caras y, posteriormente, deposítelo en un contenedor específico.

6. Entregue en la farmacia los medicamentos caducados o que ya no vaya a utilizar.

7. Emplee detergentes sin fosfatos ni tensoactivos.

8. Al desprenderse de los residuos hágalo de una forma responsable: separe papel y cartón, vidrio, envases y restos orgánicos y deposítelos en contenedores específicos.

9. Utilice con mesura el papel de aluminio y el film transparente. Una opción es guardar los alimentos en fiambreras o tarros de cristal.

10. Sustituya baño por ducha y cierre los grifos mientas se lava los dientes.

11. Elija electrodomésticos con etiqueta energética tipo A.

12. Al elegir sus sanitarios, seleccione aquellos con doble pulsador (permiten escoger entre dos volúmenes diferentes de descarga de agua: 6 – 8 litros ó 3 – 4 litros).

13. Rechace los productos de usar y tirar: pañuelos de papel…

14. Desconecta los aparatos eléctricos de la red cuando no están funcionando. Algunos aparatos (como los televisores) siguen gastando hasta un 33% de la energía.

15. Evite los aerosoles, contienen CFCs, causantes de la destrucción de la capa de ozono, u otros gases que también contribuyen al efecto invernadero. Los pulverizadores son una buena alternativa y son recargables

16. No conecte los electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas si no están completos. En cualquier caso, busque aquellos modelos que dispongan de programas de media carga.

17. En la cocina, aprovecha el calor residual de los fuegos.

18. Apague las luces cuando no las necesite y apueste por las bombillas de bajo consumo, aunque son más caras, a la larga ahorran en el recibo de la luz y además no se funden tanto.

19. En invierno, cierre los radiadores de las habitaciones que no se utilizan y ponga el termostato a una temperatura moderada. No sobrepase los 20º durante el día, por cada grado adicional gastará aproximadamente un 5% más de energía.

20. Si dispone de aparatos mixtos (pilas y red) enchúfelos siempre que pueda. Tenga en cuenta que la energía de las pilas cuesta hasta 450 veces más que la que suministra la red.

3.   INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

De forma general, podemos señalar las siguientes propuestas para su posible inclusión en nuestra intervención educativa:

a) Elaborar, partiendo de la experiencia acumulada, un conjunto de orientaciones formativas específicas en materia de educación ambiental con la intención de aportar recursos, contenidos y metodologías que permitan despertar una mayor conciencia y sensibilización ambiental en toda la comunidad educativa (profesorado, inspección, equipos directivos y de orientación, personal de CEP, padres y madres…), y que incluya la formación inicial y permanente.

b) Diseñar estrategias que permitan integrar la perspectiva ambiental en todas las áreas de enseñanza, flexibilizar los currículos y programaciones para favorecer la incorporación de proyectos de educación ambiental y dedicar tiempo suficiente para su realización en todas las etapas educativas.

c) Desarrollar un debate más intenso y documentado sobre el interés de crear una asignatura de educación ambiental incluida en el currículum oficial y adaptada a cada nivel educativo.

d) Proponer a las administraciones educativas que se comprometan a mejorar y ampliar, en calidad y variedad, la oferta de programas de educación ambiental para su realización con el alumnado y garanticen la interconexión entre las diferentes actuaciones, programas y entidades promotoras.

e) Impulsar el diseño y la planificación de actividades de educación ambiental en torno a proyectos de centro que tengan en cuenta las necesidades ambientales del contexto para conseguir así una mayor ambientalización del currículo y de la vida del centro y su gestión.

f) Posibilitar la creación de una estructura de asesores/as y coordinadores/as que potencie la formación y el asesoramiento al profesorado en temas de educación ambiental y que esté coordinada con los departamentos de orientación de los centros.

g) Incorporar, a las tareas formativas, al profesorado con experiencia y conocimiento en el campo de la educación ambiental.

h) Promover la oferta de ciclos formativos relacionados con la mejora ambiental y fomentar el carácter ambiental de las empresas e instituciones donde el alumnado desarrolle el módulo de prácticas profesionales de formación.

i) Promover la coordinación y la homologación de los sistemas reglados y no reglados de formación profesional en las especialidades de educación ambiental.

j) Promover y facilitar prácticas educativas que impliquen compromisos y actuaciones reales para solucionar los problemas ambientales.

k) Promover una mayor sensibilidad por parte de la inspección hacia el desarrollo de la educación ambiental en los centros educativos.

l) Velar por que los centros educativos contemplen la educación ambiental en los documentos de planificación (proyecto educativo de centro, proyecto curricular de etapa, programaciones didácticas y de aula, etc.), de manera que la educación ambiental sea coherente y se integre en la vida del centro.

ll) Crear circuitos o rutas para que los centros educativos puedan participar a lo largo del curso en las actividades organizadas en torno a las instalaciones y equipamientos ambientales o por los Centros de Educación Ambiental.

m) Potenciar la publicación de experiencias educativas sobre temas ambientales y la elaboración y edición de materiales y recursos didácticos específicos (adaptados a las peculiaridades de los alumnos y alumnas de cada etapa educativa) mediante la realización de una convocatoria especifica internivel.

n) Realizar entre los diferentes sectores de la Comunidad Educativa campañas de sensibilización ambiental y de difusión de los programas y actividades de educación ambiental propuestos desde las administraciones públicas para alentar la ambientalización de los centros y del currículo.

ñ) Fomentar el conocimiento y facilitar la utilización de los centros de educación ambiental, de los puntos de información ambiental y de los equipamientos y recursos existentes en el medio (natural, urbano y rural), para que puedan servir de apoyo a la realización de actividades de educación ambiental.

4.   CONCLUSIONES.

Es muy fácil adoptar medidas sencillas en la etapa de Educación Primaria para concienciar a nuestros alumnos/as de la importancia de cuidar y respetar el medio ambiente y nuestro entorno más próximo.

La creación de espacios de recreo (patios) biodiversos, los huertos escolares, jardines ahorradores de agua, plantación de árboles (…) son formas de crear un presente y un futuro algo más verdes.

5.   BIBLIOGRAFÍA.

-COMISIÓN EUROPEA (2005). Modernizar la educación y la formación: una contribución esencial a la prosperidad y a la cohesión social en Europa. Comunicación de la Comisión.

-GREIG, S. y otros (2004): Los derechos de la Tierra. Como si el planeta realmente importara.

-Editorial Popular/ADENA-WWF/Cruz Roja Española. Madrid.

-M.E.C. (2006). Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.

-M.E.C. (2006). Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que  se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.