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Tema 21–Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares en alumnos con deficiencia mental. Organización de la respuesta educativa.

Introducción.

La Educación Especial hace referencia al conjunto de acciones o medidas que ayudan a los sistemas escolares y al profesorado principalmente, a estar mejor capacitados para enfrentarse a la diversidad de necesidades que presentan sus alumnos.

Partiendo de esta visión, es imprescindible que tengamos en cuenta aquellos principios en los que se basa la integración de las personas en el ámbito de la educación. Así como las medidas propuestas por la Reforma Educativa preconizada por la LOGSE, referida a las bases esenciales que rigen el proceso de valoración del alumnado para dar respuesta mediante las adaptaciones curriculares precisas y la modalidad de escolarización más apropiada.

Cabe decir, en este contexto, que la intervención del alumnado con deficiencia mental no puede quedar a disposición de la improvisación educativa. Es necesario organizar una respuesta que incluya la identificación y valoración de las capacidades y necesidades del alumno, ofreciendo una propuesta curricular adaptada a las mismas, con los apoyos y servicios necesarios para ello.

Por esto, haremos una pequeña alusión a la conceptualización de la deficiencia mental, destacando el papel que desarrollan los diferentes profesionales que intervienen con el alumno y sus nee más frecuentes. A continuación, abordaremos los criterios para la elaboración de las adaptaciones curriculares, los principios y las técnicas empleadas en la intervención directa con el alumnado con déficit mental. Finalmente, trataremos los contenidos propios a la organización de la respuesta educativa.

1. Los alumnos con déficit mental: conceptualización, profesionales que intervienen, necesidades educativas especiales y orientaciones para el maestro.

1.1. Conceptualización de la deficiencia mental

El concepto de deficiencia mental está sujeto desde hace varias décadas a importantes modificaciones. Hasta el nombre con que se denomina a este grupo de personas se encuentra en entredicho. En este caso el nombre de Deficiencia arranca de concepciones muy consolidadas en diversas ciencias pero hoy día se encuentra en estado de revisión.

Existen tres criterios fundamentales para definir la deficiencia mental:

a. El criterio médico. Según este criterio, la deficiencia mental se adquiere desde el nacimiento o antes, hasta los 18 años y tiene un fundamento biológico, anatómico o fisiológico.

b. El criterio psicométrico. Según este criterio el deficiente mental es el que presenta un déficit o disminución en sus capacidades intelectuales (medidas por un test o escales de inteligencia)

c. El criterio social. El deficiente mental es el que presenta dificultades para adaptarse al medio en que vive y es incapaz de llevar una vida independiente y autónoma (Kanner y otros)

La definición de la OMS, según la cual se entiende por deficientes mentales aquellos individuos con una capacidad intelectual sensiblemente inferior a la media que se manifiesta en el curso del desarrollo y se asocia a una clara alteración de los comportamientos adaptativos.

Partiendo de la aportación de la Asociación Americana sobre Retraso Mental (AAMR), podemos decir que el retraso mental es una discapacidad caracterizada por unas limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa que se manifiestan en las habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas. Esta discapacidad tiene su origen antes de los 18 años.

1.2. Profesionales que intervienen

Tal y como se plantea en la Orden 9 de abril existen diversos profesionales que actúan en el proceso de valoración e intervención con el alumnado con deficiencia mental. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

Profesor tutor: es el principal protagonista y responsable de la educación de su grupo de alumnos, incluidos los que presentan una deficiencia visual que le hayan sido asignados. Dicha tarea la ejerce corresponsablemente con “profesores auxiliares”.

Profesor de apoyo a las n.e.a.e: El cual intervendrá principalmente, si se requiere de su participación en el desarrollo de las adaptaciones curriculares, en el proceso de valoración de las nee, en la adaptación de material, entre otros aspectos.

Profesor de audición y lenguaje: Pertenecen a los EOEP de zona que actúan de manera itinerante en los centro de su área de influencia. Se requerirá de su intervención en caso de que el alumno con deficiencia mental presente problemas en la comunicación, el lenguaje y el habla.

EOEPs: Son un servicio de apoyo del sistema educativo cuya función principal es la de asesorar y orientar a los centros en la organización de la respuesta educativa. En cuanto a la atención con el alumno, podemos mencionar al orientador del centro es el que se encarga de realizar la valoración psicopedagógica y asesorar al profesorado y familia.

Auxiliar educativo: existe este profesional en aulas enclave y CEEE. Su papel, en principio, está al margen de los programas educativos, enfatizándose los aspectos de cuidado físico en un amplio sentido. Sin embargo, consideramos muy importante resaltar que estas tareas son especialmente delicadas en los alumnos con nee, ya que conciernen al cuidado y aseo de su cuerpo, así como a su participación en actividades sociales colectivas y a la adquisición de la independencia personal. Por lo que resulta importante que actividades de esta índole formen parte de los objetivos del currículum de estos alumnos y que, en esa medida, los auxiliares participen con el resto de los profesionales, tanto en el establecimiento de objetivos como en el análisis de las habilidades que se desea que el alumno adquiera.

1.3. Necesidades educativas especiales en el alumno con deficiencia mental: orientaciones para el maestro.

Partiendo de las características propias del desarrollo evolutivo de los niños con deficiencia mental, algunas de las nee que presentan estarán en función de sus peculiares características. Es preciso tener en cuenta estas características diferenciales ya que cualquier programa educativo que pongamos en marcha va estar condicionado por ellas, y puede que, si no son contempladas adecuadamente, supongan un obstáculo para el desarrollo del mismo.

Así pues, las necesidades más destacables aparecen a continuación:

Desarrollo cognitivo

– Necesitan elaborar estrategias que le permitan:

Mantener la atención.

Percibir los aspectos importantes de las cosas.

Integrar y retener la información.

Simbolizar y abstraer.

Planificar su atención.

Personalizar los aprendizajes.

– Necesita ser objeto de procesos de enseñanza basados en:

Empleo de técnicas de focalización de la atención.

Estrategias de intervención, significativas y funcionales.

Diseño de experiencias de enseñanza-aprendizaje intuitivas y vividas.

Recibir información muy estructurada sobre sí mismo y su entorno.

Desarrollo de programas de enseñar a pensar.

Desarrollo comunicativo-lingüístico

– Necesita que se le enseñe y aprenda intencionada y sistemáticamente, otras formas de expresión, además del lenguaje oral, teniendo en cuenta criterios como:

Priorizar la línea de expresión frente a la perfecta expresión.

Fomentar el disfrute en el empleo de la forma de comunicación.

– Necesita aumentar su capacidad de comprensión y expresión oral.

Desarrollo afectivo-emocional y social

– Necesita recibir información positiva sobre sí mismo.

– Utilizar la autoestimulación.

– Aumentar estrategias de autonomía personal.

– Aumentar sus habilidades de adaptación social:

Aceptar responsabilidades.

Aprender a utilizar recursos de distintos contextos.

Usar funcionalmente las técnicas instrumentales.

Aprovechar y autodirigir su tiempo de ocio.

Desarrollar habilidades laborales específicas.

Desarrollo psicomotor

– Necesita vivir experiencias que le permitan:

Completar e integrar su esquema corporal.

Definir su lateralidad: ojo-mano-pie.

Conducir su cuerpo y actividad espacio y temporalmente.

Desarrollar su coordinación dinámica general y equilibrio.

Manipular funcionalmente los objetos de su entorno.

Practicar ejercicio físico.

– Necesita elaborar estrategias de:

Autocontrol tónico.

Planificación de la acción (postura, movimiento, desplazamiento)

Teniendo en cuenta estas necesidades educativas, el profesor debe seguir algunas de las orientaciones siguientes para organizar su respuesta educativa:

– Utilizar actividades de la vida real.

– Ofrecer explicaciones complementarias individualmente.

– Lentificar el ritmo de trabajo para el alumno cuando lo precise.

– Disminuir el grado de dificultad de la tarea.

– Establecer un clima social de clase cooperativo y no competitivo.

– Agrupamientos heterogéneos y flexibles.

– Proporción profesor-alumno reducida.

2. Criterios para la elaboración de adaptaciones curriculares en alumnos con deficiencia mental.

En el siguiente apartado abordaremos dos ideas esenciales, por un lado, los criterios generales de adaptación para los diferentes niveles de concreción curricular y, por otro lado, las adaptaciones que los alumnos con déficit mental requieren en los ámbitos de centro, aula e individual.

2.1. Criterios generales de adaptación para los diferentes niveles de concreción curricular: criterios específicos para el alumnado con deficiencia mental.

Algunos de los criterios que todo centro educativo debe seguir para poder adecuar sus documentos, como pueden ser el PEC, el PCC o las programaciones, a las peculiaridades del alumnado con nee son los siguientes:

Calidad de vida: entendiendo por ella el desarrollo de la autonomía personal, el máximo nivel de participación social y un cierto grado de satisfacción personal.

Funcionalidad: los contenidos de aprendizaje que se programen deberán responder a la necesidad de que el alumno se desenvuelva con la mayor autonomía posible en los diversos contextos sociales en los que vive.

Confianza en las propias capacidades: desarrollar al máximo la capacidad de tomar decisiones para resolver problemas de la vida diaria.

Socialización: dar prioridad a la comunicación social, como marco general de la interacción educativa. Aumentando las posibilidades comunicativas del alumno.

El entorno como fuente de aprendizaje: diseño cuidadoso del contexto en el que se desarrollan las situaciones de aprendizaje para que estos se hagan en los entornos más naturales posibles, aprovechando situaciones de la vida cotidiana, considerando el entorno como elemento básico del proceso educativo.

Edad social: adaptando las situaciones educativas a la edad social del alumno, estableciendo estrategias adecuadas.

De igual modo, para elaborar adaptaciones curriculares con el alumnado con deficiencia mental es preciso atender a los siguientes criterios:

Criterio normalizador: realizando las modificaciones que sean imprescindibles para conseguir el mayor grado de normalización posible.

Criterio del desarrollo: los contenidos se deberán secuenciar de acuerdo a la etapa del desarrollo de los alumnos.

Criterio lógico estructural de los contenidos: priorizando los contenidos básicos y determinando los que requieren alguna modificación.

Criterio socializador: priorizando objetivos que promuevan la adaptación al mundo.

Criterio motivacional: tener en cuenta no sólo su edad mental, también la edad cronológica o social.

2.2. Adaptaciones en el ámbito de centro.

Una escuela comprensiva e integradora requiere un planteamiento global que dé repuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los alumnos inscritos en la misma. Esto supone la adaptación de la escuela a las necesidades de todos sus alumnos, contemplando las adaptaciones precisas en los diferentes elementos de su Proyecto Educativo de Centro y Proyecto Curricular de Centro.

Contemplar en el PEC y PCC las necesidades educativas del alumnado deficiente mental, requiere la implicación y participación activa del profesorado de apoyo en, al menos, dos tipos de acciones fundamentales:

– Formación básica del profesorado.

– Estudio, diseño y aprobación de las adaptaciones didácticas y organizativas a nivel de centro, que siendo de aplicación a todos los alumnos, favorezca el aprendizaje del alumnado con déficit mental.

Más concretamente, se pueden plantear las siguientes condiciones como requisitos básicos que debe cumplir un centro escolar para posibilitar la integración de alumnos con discapacidad mental:

– Proyecto Educativo de centro que tenga en cuenta la escolarización de alumnos con déficit mental.

– Profesores preparados para realizar las adaptaciones curriculares necesarias que faciliten el progreso de los alumnos.

– Profesores de apoyo especializados.

– Organización flexible del centro que permita diversos modos de atender las necesidades educativas.

– Recursos materiales y ayudas técnicas, especialmente aquellos que permitan a los alumnos con deficiencia mental acceder al currículo.

2.3. Adaptaciones en el ámbito de aula

Las adaptaciones curriculares de aula se pueden desarrollar en función de los aspectos didácticos adaptados y en función de la organización del contexto aula.

Para la realización de adaptaciones didácticas se parte de la programación que el tutor piensa desarrollar. Deben estudiarse sus componentes (objetivos, contenidos, actividades, metodología, recursos y evaluación), efectuando las modificaciones pertinentes, en función de las nee previamente detectadas para cada alumno con deficiencia mental. Algunas propuestas giran en torno a:

– La adaptación de objetivos y contenidos.

– La introducción de objetivos relacionados con el aprendizaje de la lectoescritura o habilidades de comunicación y autonomía personal.

– Las estrategias comunicativas y metodológicas.

– Los aspectos de la evaluación.

Con respecto a las adaptaciones organizativas, es preciso destacar la flexibilidad en la organización del aula, incentivar la participación de todos los miembros implicados en el proceso de enseñanza, fomentar un aprendizaje cooperativo…

2.4. Adaptaciones curriculares individuales

Las decisiones adoptadas en el PCC para dar respuesta a la diversidad se materializan en el aula, ya que en ella tienen lugar principalmente los procesos de enseñanza-aprendizaje y es el contexto que tiene una influencia más intensa y directa en el desarrollo de los alumnos.

Cuando un alumno con déficit mental, a pesar de llevar a cabo todas las adaptaciones precisas en el aula, no logra superar sus dificultades, y su nivel de competencia curricular se aparta significativamente del currículo, debemos ofrecerle una respuesta educativa acorde con sus necesidades. Nos estamos refiriendo a las denominadas adaptaciones curriculares, que según la Orden de 7 de abril, podemos definirlas como estrategias de enseñanza-aprendizaje que se basan en el ajuste de la propuesta curricular a las necesidades educativas especiales de algunos alumnos y se fundamentan en los principios educativos de individualización, normalización e integración. Además la resolución del 30 de enero de 2.008 las entiende como: (Ver Ficha tipos de AC)

La propuesta curricular del alumno con nee derivadas de déficit mental ha de tener como referente el currículum ordinario del grupo clase. Siendo elaborada por todos los profesionales implicados en el proceso educativo del alumno responsabilizándose cada uno de su área.

A nivel general, una adaptación curricular se compone de los siguientes apartados:

· Datos generales del alumno.

· Datos y firma de los profesionales que intervienen en la elaboración de la ACUS.

· Datos del proceso de evaluación: nivel de competencia, datos significativos para el proceso de enseñanza-aprendizaje y necesidades educativas especiales.

· Adaptaciones en el contexto de centro y aula.

· Programación de las áreas adaptadas: objetivos, contenidos y criterios de evaluación.

· Organización de la respuesta: recursos personales necesarios, horarios, recursos materiales…

· Calendario de seguimiento, evaluación y revisión de la adaptación.

Anexos: acuerdos de los seguimientos anuales, medidas de colaboración adoptadas previo acuerdo con los familiares.

3. Organización de la respuesta educativa.

3.1. Principios y técnicas empleadas en la intervención directa con alumnos con retraso mental.

La adecuada satisfacción de las nee detectadas en los alumnos dependerá entre otros factores de la adopción de unos principios de intervención educativa que posibilitan la verdadera integración escolar y social de estos alumnos.

Podemos considerar como principios generales:

– Tomar como referente para el proceso de intervención el nivel de desarrollo concreto del alumno.

– Desarrollar el aprendizaje autónomo.

– Emplear una metodología basada en el constructivismo y el interaccionismo.

Constructivismo: basado en la importancia de la actividad mental para construir los aprendizajes. Para ello, éstos deben ser significativos (relación directa entre lo que el alumno conoce y lo que debe aprender) y funcionales (que sirvan para adquirir nuevos aprendizajes y se puedan aplicar a la vida diaria)

Interacionismo: para que se produzca un aprendizaje significativo debe existir una interacción del alumno con sus iguales y con los maestros.

Estos principios generales, válidos para cualquier alumno con nee se concretan en otros de principios más específicos propuestos por Piaget:

Ø Principio de activación: promover tanto la actividad física como la mental, poniendo al alumno en contacto directo con objetos de conocimientos.

Ø Principio de estructuración: el proceso de enseñanza-aprendizaje ha de fraccionarse en pequeños pasos que eviten el bloqueo y la frustración y le permitan al alumno alcanzar los objetivos propuestos. Además de ser gradual en el tiempo y en cuanto a dificultad.

Ø Principio de transferencia: intentando trabajar al máximo la generalización de aprendizajes.

Ø Redundancia: haciendo llegar al alumno la información por canales distintos (visual, táctil, auditivo…), repetir lo mismo pero de forma distinta.

Ø Motivación y reforzamiento positivo: utilizar todo tipo de estímulos que muevan al alumno hacia el proceso de enseñanza aprendizaje.

Ø Mediación: presentando ayudas didácticas para que el alumno resuelva una actividad. El tipo de ayudas pueden ser física, verbal y visual.

Así mismo, el alumnado con DM precisa de ciertas ayudas que les permitirán acercarse, en función de sus capacidades, a un aprendizaje normalizado. Por lo tanto, las ayudas serán organizativas y didácticas.

– Medidas organizativas: incluir elementos pictográficos a nivel de centro (por ejemplo, carteles informativos, orientativos…) y a nivel de aula que puedan servir como parte de un sistema de comunicación; organización funcional y estable de las dependencias del centro. Recursos materiales y personales específicos (maestra de pt, logopeda, auxiliar educativo…)

– Medidas didácticas: currículo flexible y estructurado, que posibilite la modificación de objetivos, contenidos,…; metodología basada en la redundancia, mediación (principios específicos de actuación), estructuración flexible de los tiempos…

Además de lo contemplado hasta el momento, la enseñanza del alumno con DM se basará en el desarrollo de aspectos como:

§ Habilidades cognitivas. Enseñarles a pensar y a aprender de manera autónoma.

§ Habilidades de lenguaje y comunicación. Expresión y comprensión. Proporcionando sistemas alternativos y aumentativos de comunicación cuando sea necesario.

§ Habilidades adaptativas. Que les permitan la adaptación e interacción con el medio social (cuidado personal, hhss, autonomía, salud y seguridad, …)

Muchas son las variables que confluyen en el alumno (familia, entorno, escuela,…) que determinan el elegir una otra opción para organizar su escolaridad.

Interactúan variables como: características de la sordera, del alumno, de los materiales, curso, profesorado, centro educativo,…

La organización debe ser el elemento que facilite el desarrollo de todas las decisiones adoptadas una vez efectuada la evaluación del alumno con DM.

En el diseño de la respuesta educativa, valoraremos una adecuada participación y colaboración entre los especialistas y docentes que intervienen con el alumno para coordinar la respuesta educativa que mejor se adecúe a sus n.e.e. sin olvidar nunca el papel de la familia en todo el proceso.

La organización educativa está muy relacionada con la organización y coordinación de los diversos apoyos que el alumno necesita, favoreciendo o no la respuesta a sus nee. Lo que se realizará teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

– Áreas en las que resulta prioritario que el alumno reciba apoyo.

– Tipos de apoyos más adecuados.

– Cómo se va trabajar dentro y fuera del aula. En grupo o individualm.

– Establecer las funciones de los distintos profesionales.

No existen modalidades educativas cerradas, así pues, en cada momento se irán tomando decisiones para adaptar su situación escolar.

La resolución de 30 de enero de 2.008 establece que el alumnado con n.e.e. por discapacidad, TGD o trastornos graves de conducta, que requieran adaptaciones curriculares significativas y precise recursos personales y materiales no disponibles en el centro o de difícil generalización, se escolarizará en el centro más cercano que cuente con los mencionados recursos o, excepcionalmente, en centros de integración preferente, aulas enclave o centros de EE.

Tal y como se plantea en el Real Decreto de 1982, después de la publicación de la LISMI, los diferentes modalidades de escolarización en las que pueden estar integrados los alumnos con DM, son:

¥ Integración completa en unidades ordinarias con programas de apoyo individualizados.

¥ Integración combinada, desarrollándose la educación entre unidades ordinarias y aulas específicas en centros ordinarios.

¥ Integración parcial, mediante la escolarización en unidades de educación especial de centros ordinarios (aulas enclave)

¥ Escolarización en centros específicos de educación especial.

Finalmente, algunos de los criterios de escolarización que se deben seguir son los siguientes:

– Todos los alumnos con nee deberán ser escolarizado partiendo de los principios de normalización e integración escolar.

– La escolarización será temprana y continua.

– La escolarización debe basarse en la evaluación psicopedagógica.

– Los padres tienen derecho a participar en el proceso de toma de decisiones.

– La escolarización se debe regir por el carácter de reversibilidad y revisión de la modalidad de escolarización.

Artículo 10 del decreto 286/1.995, establece que la Administración educativa favorecerá el conocimiento y utilización de distintos lenguajes alternativos de comunicación por parte de los miembros de la comunidad educativa en los centros donde se escolarice el alumnado con n.e.e. asociadas a grave discapacidad comunicativa.

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