Tema 22 – El desarrollo motor y perceptivo del niño discapacitado. La integración escolar como respuesta educativa. Implicaciones en el área de Educación Física.

Tema 22 – El desarrollo motor y perceptivo del niño discapacitado. La integración escolar como respuesta educativa. Implicaciones en el área de Educación Física.

Esquema:

Introducción.

El desarrollo motor y perceptivo del niño discapacitado

En relación a las discapacidades psíquicas.

En relación a las discapacidades sensoriales.

En relación a las discapacidades motóricas.

El equilibrio psicomotriz.

La integración escolar como respuesta educativa.

Como entendemos la integración.

La planificación de la integración en los centros

En cuanto la organización del espacio.

En cuanto al tiempo.

En cuanto a los recursos.

Alumnos con necesidades educativas especiales.

Adaptaciones curriculares.

Implicaciones en el área de la Educación Física.

La Educación Física en alumnos con minusvalías

Objetivos generales de la Educación Física Especial

Actuación de la Educación Física Especial.

Componentes de la Educación Física Especial.

Desde el punto de vista correctivo.

Desde el punto de vista terapéutico.

Desde el punto de vista de la adaptación.

Desde un punto de vista vivencial.

Actividades deportivas para alumnos con minusvalías.

Conclusiones.

Referencias bibliográficas y documentales.

INTRODUCCIÓN.

“… Integración una necesidad educativa y social”. Todo alumno en general y especialmente para aquellos alumnos con alguna minusvalía debe estar integrado educativa y socialmente. Es una labor que los profesionales docentes tenemos que tener en cuenta aportando todo lo necesario, tanto humano como material para llegar a conseguirlo. En este tema se da una visión pedagógica, fundamentalmente partiendo del desarrollo motor y perceptivo del alumno discapacitado, dando pautas de actuaciones pedagógicas. Se estudia la integración escolar como respuesta educativa, analizando los elementos que hacen posible su adaptación.

El último capítulo de este tema analiza la Educación Física con alumnos de Educación Especial, su problemática, actuación y componentes específicos de la Educación Física Especial, así como aquellas actividades lúdico-deportivas que hacen que los alumnos con minusvalías específicas puedan realizar y hagan más viable su integración personal desde el punto de vista individual y social.

EL DESARROLLO MOTOR Y PERCEPTIVO DEL NIÑO DISCAPACITADO.

Para poder planificar las actividades físico-deportivas y extraescolares para alumnos con discapacidades ya sean motóricas, psíquicas y/o sensoriales, tenemos que partir del conocimiento lo más ajustado y profundo posible de las necesidades que estos alumnos plantean.

De esta manera podremos ofrecer un programa de actividades y una metodología coherente que de respuesta a la diversidad de los alumnos. A continuación y a modo de orientación daremos unas consideraciones a tener en cuenta en los grupos de discapacidades más significativas.

2.1. En relación a las discapacidades psíquicas.

Estos alumnos suelen presentar algún tipo de retraso mental o también alguna alteración en su desarrollo evolutivo. Sus causas en general suelen ser de tipo orgánico, hereditario, medioambiental, etc., pero en muchos casos también es idiopática, es decir, de origen desconocido. En general, son alumnos, con un desarrollo motor igual que los demás niños sin discapacidades, pero con un ritmo mucho más lento. Se observa un retraso psicomotor, así como grandes dificultades para la relación con su entorno social.

Las personas con retraso mental suelen ser más pequeños de estatura y también más ligeros de peso que la población normal. Aunque hay que apreciar deficiencias que no es así, como es el caso del Síndrome de Down, donde la obesidad es una de sus características a partir de los 3 ó 4 años.

Podemos hablar generalmente, de que estos alumnos, presentan dificultades a nivel fisiológico y neuromuscular, con menor resistencia cardiovascular, un equilibrio inestable, su marcha es muy insegura, torpezas coordinativas, etc.

Muchos son los estudios que se han realizado e investigado a través de baterías de tests de aptitud física y motriz. En general todas estas investigaciones coinciden en afirmar que el rendimiento motor y físico de los que tiene deficiencias mentales es inferior, estando por detrás entre dos y cuatro años. Son múltiples las razones de estas diferencias, no obstante, la falta de oportunidades para desarrollar su motricidad, a través de especialistas, así como las dificultades que tienen de respuesta neuromuscular, amplian sus dificultades de desarrollo.

Comportamiento en las conductas perceptivo-motriz.

La mayoría de estos sujetos son inferiores en el desarrollo de las cualidades físicas básicas (fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, coordinación y equilibrio), así como la organización espacio-temporal. La motricidad global y fina también están afectadas. No obstante, todo esto se puede mejorar y en muchos casos acercarse a la normalidad, si se les da la oportunidad a través de la práctica y el entrenamiento adecuado.

Estos alumnos con deficiencias mentales tienen dificultades para mantener la atención, anticipar y seleccionar estímulos o respuestas. La mayoría de sus movimientos son simples, suelen ser mucho más inactivos que los normales, lo que hace que contribuya a su escaso desarrollo motor.

Para explicar estos retrasos, se aduce a razones del déficit intelectual, aunque falta mucho por investigar, tanto en estos sujetos; como en sujetos normales. También se ha observado que son más eficientes en tareas motrices, y tienen mayor dificultad en tareas perceptivas. Por tanto vemos que es necesario que se trabaje con ellos en experiencias que predominen los ámbitos perceptivo-motores, desde su nacimiento.

Consideraciones metodológicas para el docente:

Adoptar una actitud natural y espontánea, tratándoles como un alumno más, evitando ser paternalista o demasiado proteccionista.

Hay que hablarles despacio y repetir las cosas las veces que sean precisas, hasta que comprendan el mensaje.

Ser pacientes y constantes, dándoles el tiempo necesario para asimilar las experiencias y retos que se planteen.

Utilizar un lenguaje comprensible y asequible a su nivel cognitivo, con consignas y comentarios fáciles de entender.

Dejarles que actúen con espontaneidad y libertad, favoreciendo la integración y participación entre todos los alumnos.

Aunque su desarrollo mental sea algo inferior que el resto de sus compañeros, no hay que tratarlos como inferiores a su edad, valorando sus avances y exigirles que sigan mejorando y desarrollando nuevas capacidades.

Promover en todo el grupo de alumnos una actitud positiva y de colaboración hacia estos compañeros de grupo, en un clima de respeto y ayuda cuando ésta sea necesaria.

2.2. En relación a las discapacidades sensoriales.

Por sujeto con discapacidad sensorial, se entiende aquellos que presentan déficits o limitaciones más o menos significativas en sus capacidades para ver y oir. Su desarrollo físico, generalmente, suele ser el mismo que el de la población normal, no se aprecian alteraciones anatómico-funcionales significativas. Si los entrenamientos y la educación recibida desde muy pequeños; es la adecuada; El rendimiento físico de los niños con deficiencias auditivas, puede ser normal. No así con los sujetos que tienen deficiencias visuales, se notan marcadas diferencias en el rendimiento físico-motórico, desde pequeños, fundamentalmente en la percepción y para trabajos de desplazamiento, aunque con un entrenamiento adecuado se pueden conseguir excelentes resultados en el plano físico-motórico.

Conducta perceptivo-motriz en los deficientes sensoriales.

En relación a la población normal presentan inferioridad en tareas de organización espacio-tiempo, de equilibrio y de coordinación. Los movimientos básicos, sobretodo en los visuales, son lentos y torpes. Estos sujetos tienen la atención más desarrollada que la mayoría de los normales, pues necesitan suplir su deficiencia con ella.

Se muestran más inactivos debido, principalmente, a la falta de percepción espacial, de ahí que su desarrollo motor sea inferior.

Consideraciones metodológicas para el docente:

b.1.) Alumnos ciegos o con problemas de visión:

Los alumnos ciegos utilizan los demás sistemas sensoriales para recoger los datos de su entorno inmediato, por lo que hay que acercarles a la realidad de los objetos y sonidos.

En general el alumno ciego, tiene una buena capacidad para buscar, recoger y almacenar en su memoria los datos obtenidos.

Por su ausencia de visión, si los sonidos no pueden ser seleccionados, se puede producir una sobrecarga de la información a procesar que puede colapsar el proceso.

Cuando se planteen tareas, hay que saber que las nuevas o muy complejas, pueden producir desmotivación que conduzcan a la inhibición, ya que el alumno se siente incapaz de realizarlas. Habría que buscar un equilibrio entre lo nuevo y lo conocido.

En general necesita más tiempo, para realizar las tareas.

Necesita conseguir que los sonidos tengan significación inequívoca, localizables y provean de noción de distancia.

Al hablarles no gritar ni denotar en el tono de voz, actitud de paternalismo o tratamiento diferente que al resto.

El bastón le sirve como instrumento para alargar su campo de percepción táctil.

Se les puede ayudar cuando estén desorientados, indicándoles dónde se encuentran y los objetos más cercanos como referencia.

Hay que promover un clima de participación y relación entre iguales y que todos los alumnos le acepten estén dispuesto a ayudarle ( integración social y personal).

b.2.) Alumnos sordos o con limitaciones significativas de audición:

Muchos alumnos sordos son capaces de leer en los labios de su interlocutor; en tal sentido hablarle de frente y que no exista ningún problema de percepción del movimiento de los labios.

Utilizar un tono de voz natural y normal, sin gritar.

Al explicar algún concepto, hacerlo con frases cortas y vocalizando.

Puede ayudar ser expresivos, pero sin exageración.

Utilizar signos y señas que puedan ayudar a comprender el mensaje que se intenta transmitir, con paciencia y la seguridad de que se está recibiendo.

Algunos alumnos pueden presentar problemas de ansiedad, timidez o desmotivación, por lo que se tratará de crear un clima de colaboración y acercamiento para que todos se sientan comprometidos en una misma dinámica (integración social y personal.

2.3. En relación a las discapacidades motóricas.

Los alumnos que presentan una discapacidad a causa de una malformación, lesión orgánica, traumatismo, accidente cerebro-vascular, parálisis cerebral, espina bífida, amputación, etc., pueden presentar distintas posibilidades de movilidad, equilibrio, coordinación, etc. No va a depender sólo del tipo de lesión o enfermedad, sino, también de la edad, del grado de afectación, posibles complicaciones, si utiliza prótesis, silla de ruedas, muletas, corsés, etc.

Los alumnos con espina bífida, presentan, en general, una acusada inestabilidad de la cadera. Con problemas funcionales que inciden en una menor capacidad de resistencia, de fuerza, de equilibrio, etc.

En parálisis cerebral nos encontramos con alumnos donde predomina una afectación motórica, esto conlleva trastornos posturales y del movimiento. También llevan asociados otros problemas tales como: Trastornos auditivos, perceptivos, de personalidad y de lenguaje.

a). Consideraciones metodológicas para todos los casos anteriores:

Evitar cualquier tipo de relación paternalista, el trato ha de ser natural y espontáneo.

Evitar utilizar un tono de voz que denote pena o lástima.

A los alumnos en silla de ruedas, conviene desdramatizar su uso, pues gracias a ella pueden realizar mil y una aventuras.

Se debe imponer antes el respeto y la valoración de la persona que la deficiencia que posea.

Al alumno deficiente hay que valorar y elogiar sus progresos de forma positiva y animándole a seguir trabajando para que consiga mejoras motrices.

El responsable de la actividad debe asumir la discapacidad de sus alumnos con naturalidad y servir de ejemplo, creando un clima de relación entre compañeros espontáneo y positivo.

Hay que ayudar al alumno con discapacidad motora siempre que lo necesite, pero dejándole que sea él quien pida la ayuda, pero que no se sienta inútil, por exceso de ayuda.

2.4. El equilibrio psicomotriz:

El equilibrio es la base de todo planteamiento psicomotriz. La falta de equilibrio genera ansiedad e inseguridad. Por el equilibrio se consigue una mejor capacidad coordinativa que puede conseguir marchar, correr, trepar, suspenderse, saltar, lanzar, recibir, etc. A través de una buena capacidad de equilibración, estos alumnos con minusvalías pueden percibirse a sí mismo y al entorno. Sin equilibrio no va a ser capaz de aproximarse-llegar-contactar-comunicar, le va a ser muy difícil coger-sostener-atrapar-agarrar; y no va a poder arrojar-tirar-empujar-soltar. Para el profesor de Educación Física estos alumnos con necesidades educativas especiales pueden presentar situaciones como:

Alumnos que no presentan problemas significativos y pueden seguir el ritmo de los demás.

Alumnos con problemas significativos, pero pueden seguir el mismo proceso de enseñanza, pero de forma más lenta.

Alumnos con problemas significativos, que impiden seguir el mismo ritmo y los planteamientos deben adaptarse significativamente a ellos, teniendo que adaptar de forma significativa las unidades didácticas previstas.

LA INTEGRACIÓN ESCOLAR COMO RESPUESTA EDUCATIVA.

Con la implantación de la LOGSE, el marco educativo de la Educación Especial se basa en unos planteamientos más racionales y coherentes que nos llevan al principio de la integración escolar. Esto hace que muchos alumnos con minusvalías dejen los centros específicos especiales y asistan a las aulas ordinarias, entendemos que es una gran transformación para este tipo de alumnado.Tras la Ley de Ordenación de la Educación Especial del Minusválido (LISMI), de 1982, los Reales Decretos de Ordenación de la Educación Especial de 1982 y 1985, más la reciente Ley de ordenación General del Sistema Educativo, los planteamientos antiguos quedan obsoletos y nos introduce un nuevo concepto revolucionario e integrador para estos alumnos: Las necesidades Educativas Especiales.

3.1. Como entendemos la Integración:

Este nuevo concepto de Integración está en los comienzos, sobretodo en Educación Secundaria, no obstante para que los programas de integración tengan el éxito deseado, se requiere la participación y el esfuerzo de todos los elementos que la rodean. La Integración debe estar pensada para atender las necesidades individuales de todos los alumnos. Entendemos que la Integración será más eficaz en cuanto dicho programa o currículo educativo especial pertenezca al plan de estudios en cuestión donde se desarrolle un proceso educativo equilibrado.

Todo trabajo de integración escolar debe estar planificado y se debe desarrollar de forma coordinada con todas las áreas del currículo. La Educación Especial debe formar parte del programa escolar general de estudios, cuyo objetivo principal será responder a los alumnos con necesidades educativas especiales, atendiendo a sus inquietudes y posibilitar la mejoría de sus propias capacidades.

Todo esto no será posible, si no cubrimos las necesidades básicas que lo hagan viable, como son los elementos materiales (economía suficiente) y humanos (formación específica profesional).

3.1.1. La Planificación de la Integración en los Centros Educativos.

Cada Centro Educativo tiene su propia libertad para elaborar su propio proyecto educativo acorde con las circunstancias que le rodean. Dicho enfoque será flexible para poder atender a todas las diversas capacidades de este tipo de alumnado. Todos los recursos tienen la misma importancia, así mismo requieren una planificación continuada y su control y valoración será de forma regular lo que nos ayudará a reconsiderarlos con el fin de poder replanificarlos si fuesen necesarios:

3.1.1.1. En cuanto la organización del espacio:

Para este tipo de alumnado lo primero que habrá que tener en cuenta será el acceso a las instalaciones, eliminando barreras arquitectónicas, así como la construcción de áreas de servicios y adecuarlos a sus necesidades. Los espacios de la práctica para el área de Educación Física ( pistas polideportivas, gimnasio) deben estar bien planificados y deben responder de una manera realista y funcional a las necesidades que el grupo demande (zona de trabajo específico, material adecuado, elementos estimulantes, etc.).

3.1.1.2. En cuanto a los recursos:

Estos los vamos a diferenciar en:

Recursos materiales: Dependerán de las necesidades que los alumnos requieran y se utilizará un material adecuado para ellos. Así mismo además de lo que el mercado nos ofrezca, nosotros podemos construir con materiales fáciles y sencillos aquellos que creamos mejor (bloques de madera, sacos de arroz o de arena, bastones, palos, elementos con periódicos, cartulinas, elementos de espuma, etc.

Recursos humanos: Si hacemos que sea eficaz el aporte humano se habrá conseguido un elemento fundamental para la integración. Son varias las personas que pueden intervenir además del profesor asignado al efecto como pueden ser:

Orientadores y especialistas de áreas.

Familia, su colaboración se considera fundamental.

Estudiantes en prácticas, su colaboración puede ser básica sobretodo en algunos casos donde el profesor no pueda atender todo el tiempo que requiere este alumnado.

Voluntarios, personas que dedican parte de su tiempo a colaborar y que a veces su ayuda resulta muy importante.

3.2. Alumnos con necesidades educativas especiales:

Por necesidad educativa se entiende aquello que es esencial para el logro de los objetivos educativos. Estos alumnos precisan en su escolarización diversas ayudas pedagógicas, tanto de tipo material, personal o técnico. Estas necesidades pueden ser más o menos transitorias o de forma más permanente, que precisan adaptaciones muy significativas, además de precisar medios más específicos.

En una palabra se trata de buscar un entorno integrador, dejando hábitos ancestrales que condenaban a estos alumnos que portaban algunas minusvalías, a una marginación aberrante e insolidaria. Debemos conocer las necesidades educativas del alumnado, para poder realizar una propuesta curricular que englobe los puntos de vista conceptual, metodológico y organizativo con el fin de conseguir una integración de sus componentes.

Por tanto el modelo educativo resultante de esta nueva concepción escolar, será más solidaria e integradora dentro del proceso de interacción en su entorno físico y en lo social, acercándonos a una situación individual de aprendizaje, teniendo en cuenta el contexto particular de cada centro (tipo de alumnos, profesores, organización, Asociaciones de padres, etc.).

3.3. Adaptaciones Curriculares:

Es a partir de la inclusión de los alumnos con minusvalías en el aula ordinaria, cuando las propuestas curriculares deben dar respuesta a estas necesidades. Entendemos por adaptaciones curriculares a las modificaciones o ajustes básicos en el currículo para dar respuesta a la diversidad de estos alumnos.

Tendremos que analizar y adecuar los objetivos, contenidos, metodología y sobretodo la evaluación que debe ser efectiva y con criterios específicos que determinen los procedimientos. No obstante cualquier planteamiento curricular donde se realicen las adaptaciones necesarias deberá tener en cuenta:

Establecer los grandes principios o fines del centro educativo.

Concretar los objetivos generales de etapa de estos alumnos.

Definir los objetivos operativos.

Seleccionar expresamente los contenidos.

Establecer la metodología a seguir y sus estilos de enseñanza.

Determinar los materiales didácticos a utilizar, criterios de selección y organización de su utilización.

Establecer la utilización de los espacios y el tiempo disponible.

IMPLICACIONES EN EL ÁREA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA.

Los profesores de Educación Física podemos realizar una gran labor con alumnos con minusvalías, así la experiencia y vivencia corporal del alumno que no oye, o no ve, o no puede andar, etc., comienza a partir de lo que él mismo es capaz de aprender, percibir y palpar de su entorno inmediato.

El alumno con minusvalía necesita de una didáctica de la Educación Física que afronte su situación, sus limitaciones y que sea capaz de ofrecerle la posibilidad de mejorar su eficacia psicomotriz. Está comprobado como a través de la actividad física, del movimiento intencional, del deporte, el alumno con minusvalía puede mejorar sus posibilidades de expresión, de relación, de movimiento para sí y hacia los demás.

4.1. La Educación Física en alumnos con minusvalías:

La didáctica de la Educación Física para alumnos con minusvalías debe definir previamente:

La actitud personal del alumno: motivaciones, intereses.

Sus capacidades: aptitudes, tipo y grado de minusvalía.

El entorno en el que está inmerso: Familia, hábitos, amigos, tipo de experiencia vivida.

La Educación Física debe dar respuesta a las necesidades de los alumnos con minusvalías. A partir del conocimiento del desarrollo motor, el profesor de Educación Física debe valorar en cada momento las dificultades que un alumno con minusvalía puede presentar y decidir qué tipo de tareas, objetivos y contenidos son los más adecuados. En general se ha de dar respuesta a las mayorías de las minusvalías como pueden ser:

Deficiencias en el esquema corporal.

Disfunción perceptiva: Falta de conciencia de forma y de posición en el espacio de dos dimensiones.

Hiperactividad.

Dificultades importantes en el equilibrio.

Torpeza motriz: De origen cognitivo, perceptivo o neurológico.

Pobre condición física: Por obesidad, cardiorrespiratorios, alteraciones anatómico-funcionales, etc.

Escasa o nula capacidad de concentración.

Trastornos importantes de tono muscular: Espasticidad, ataxia

Estados habituales de ansiedad: Dificultan el trabajo motriz.

La alineación del cuerpo en los deficientes visuales suele estar alterada: Puede llevar al acortamiento de ciertos grupos musculares en cuanto al equilibrio, coordinación, carrera, etc.

Alumnos con parálisis cerebral: Trastornos de regulación automática de los mecanismos contra la gravedad de manera especial los de equilibrio.

Podemos ver que son muchas y variadas las patologías que como profesores de Educación Física nos vamos a encontrar, (grado de afectación, nivel intelectual, momento de aparición, problemas asociados, etc.), indicaremos a continuación algunas de las pautas o ideas básicas a tener presentes en nuestra programación y que den respuesta apropiada a los distintos casos que se puedan presentar:

La mayor información la vamos a conseguir del propio alumno acerca de sus intereses, motivaciones, hábitos, déficits cognitivos, perceptivos, afectivos, motores, etc.

Muchas veces el problema está en el bloqueo que el profesor sufre, bien por desconocimiento de la minusvalía o por su propia inseguridad.

Si dejamos actuar al alumno de forma libre y espontánea, podemos saber lo que es capaz de hacer y lo que no; sus aptitudes y sus carencias, sus habilidades y sus limitaciones.

Dependiendo de las posibilidades y de las necesidades configuraremos la programación didáctica, en este sentido plantearemos:

Las bases para seleccionar las unidades didácticas.

Formular los objetivos de cada unidad didáctica.

Fijar los criterios para evaluar los contenidos.

Establecer qué tipo de metodología se va a seguir.

Prever los medios materiales de que se disponen.

Tipos de refuerzos que se van a utilizar.

En las sesiones pueden surgir problemas y a veces no sabemos cual es realmente, distinguiremos los siguientes tipos de dificultades:

Derivadas de un fracaso en el dominio de las habilidades básicas.

Las que surgen al no manejar los conceptos y los procesos.

Dificultades en el lenguaje específico.

Mala planificación de la clase o metodología inadecuada.

Largos periodos de ausencia escolar (intervenciones, tratamientos médicos, etc.).

Las producidas por sobrecargas de trabajo.

Tareas inadecuadas a su edad mental e intereses del alumno.

El profesor de Educación Física debe favorecer la autoaceptación y valoración del alumno con minusvalía.

Utilizar la actividad deportiva, lúdica, recreativa, competitiva, como elemento formativo y rehabilitador, con el fin de desarrollar las capacidades del alumno con minusvalía.

4.2. Objetivos generales de la Educación Física Especial:

Tienen como finalidad la prevención, el promover el desarrollo, la recuperación y la rehabilitación de la persona que tiene dificultades, en relación a sus posibilidades motoras, psicomotoras, cognitivas, emocionales y sociales. Estos objetivos de la Educación Física Especial están englobados en los objetivos generales de la Educación:

Desarrollar las potencialidades físicas e intelectuales de los deficientes.

Desarrollar las facultades de comunicación y facilitar la integración en el medio familiar, escolar y social.

Promover la autonomía personal dentro de las limitaciones impuestas por la minusvalía.

Facilitar la adquisición de estabilidad emocional.

Preparar al niño deficiente para una formación profesional adecuada a sus capacidades.

Los objetivos generales de la Educación Física Especial se deben trabajar a nivel orgánico, neuromuscular, cognitivo, social y emocional. Intentando lograr una óptima socialización que le permita la integración real y verdadera en la sociedad a la que pertenece.

4.3. Actuación de la Educación Física Especial:

La Educación Física Especial tiene un ámbito muy grande, pues tiene que atender a todo tipo de alumnado con dificultades, tanto por exceso como por defecto los problemas que los alumnos puedan plantear:

Alumnos con dificultades de evolución psicológica, pueden tener anomalías psicomotoras, desajustes del ritmo madurativo o dificultades de aprendizaje.

Alumnos con déficits psíquicos: Oligofrenia.

Alumnos con déficits físicos: motóricos, sensoriales (auditivos y visuales).

Alumnos excepcionales con déficits psicosociales.

Alumnos excepcionales superdotados.

Alumnos excepcionales gerontes.

4.4 Componentes de la Educación Física Especial:

El campo de actuación de la Educación Física Especial va a estar en función de las necesidades de los propios alumnos y de los objetivos que se propongan basados en los componentes:

Correctivo: Con problemas posturales y ortopédicos, que se les realizarán programas de ejercicios individuales y actividades específicas individuales.

Terapéutico: Primero se prescribe y después se proponen las actividades motoras en relación a su deficiencia.

Reeducativa: Incide sobre los problemas funcionales y estructurales, se les realizarán ejercicios específicos y actividades motoras.

Adaptada: Tienen problemas sobre limitaciones, dificultades y deficiencias. Se les realizarán actividades como juegos y deportes con compañeros y actividades diversas con compañeros normales.

Vivencial: Aumenta la tolerancia y previenen y mejora la convivencia. Inciden en alumnos delgados y enfermos y con bajo nivel de desarrollo y rendimiento motriz. Se les programará actividades individuales progresivas.

4.5. Actividades deportivas para alumnos con minusvalías:

Como para el resto de los alumnos las actividades deportivas tienen para los alumnos con minusvalías, una serie de ventajas y consecuencias positivas, que tenemos que promocionar y animar a que se realicen. Sabemos que a través del deporte, del juego reglado, o de cualquier adaptación lúdica deportiva, que el alumno con minusvalía tiene la oportunidad de jugar, de expresarse comunicativamente y de superar, o al menos intentarlo a su adversario.

Además el deporte, es un elemento rehabilitador, que le permite ir poco a poco conquistar nuevas fórmulas y estrategias del movimiento de forma intencional, gestual, expresivo y lúdico. Se puede comprobar como a veces, una simple adaptación de un juego o de un deporte es suficiente para encontrar un nuevo elemento en la didáctica de la Educación Física y deportiva, que nos va a permitir conseguir nuevos logros para el alumno en general y más específicamente en alumnos con alguna minusvalía. La adaptación en general se podría realizar:

Buscando elementos y materiales simples que permitan una mejor adaptación al juego (balones sonoros para ciegos, pelotas más grandes, materiales blandos que eviten lesiones, etc.).

Proponer pocas reglas (como en los juegos) y que sean fáciles de ejecutar y entendibles para todos los alumnos.

Que no haya muchos jugadores juntos jugando a la vez.

Que el objetivo del juego o del deporte adaptado sea más fácilmente conseguible (aros más grandes, canastas a menor altura, porterías más grandes, etc.).

Ya existen una serie de deportes específicos adaptados a ciertas minusvalías y que como profesionales de la Educación Física debemos conocer. A modo referenciar, apuntaremos algunos dirigidos a personas con parálisis cerebral y que son bastante desconocidos.

Boccia. Es un deporte parecido a la petanca, pero se juega con bolas especiales. En competiciones oficiales sólo participan las personas más afectadas.

Kick-ball. Golpear un balón de 32 cm. De diámetro con el pie.

Lanzamiento de saquito. Existen tres modalidades dependiendo de la altura, distancia y precisión. El saquito está relleno de alpiste y suele pesar 150 gramos.

Club. Es una maza, parecida a las de gimnasia rítmica, de madera y de 397 gramos de peso. La prueba consiste en lanzarla lo más lejos posible.

Lanzamiento de balón medicinal. Se golpea con el pie el balón para llegar lo más lejos posible.

Todos los deportistas con parálisis cerebral están clasificados según el grado de afectación neurológica. Una mesa técnica (compuesta por un médico, un fisioterapeuta y un técnico deportivo) realizan la correspondiente valoración funcional del deportista y emite un certificado donde se hace constar el nivel, de forma que compita con deportistas de sus mismas características.

Sabemos que la riqueza que aporta la competición en deportistas con estos tipos de minusvalías es muy importante, y el profesor de Educación Física debe animar, motivar y aconsejar a sus alumnos a que participen en las distintas competiciones que se celebren, tanto a nivel local, regional o nacional. Algunos de los deportes antes mencionados, se realizan a nivel paraolímpico.

CONCLUSIONES:

Las pautas docentes nos proporcionan ideas básicas para que nuestra labor profesional de la enseñanza en general y en alumnos con minusvalías en particular se lleven a cabo con resultados positivos. La idea básica y el conocimiento de lo que implica el concepto “integración”, nos hará comprender y ayudar a que se consiga mucho mejor a través de una buena programación didáctica.

Los profesores de Educación Física tenemos por suerte un espacio y unos medios que van a facilitar mucho mejor la integración en general y específicamente cuando requieran ayudas individuales, según la minusvalía del docente.

También mejoramos la integración social a través de las actividades deportivas que los alumnos puedan realizar tanto a nivel lúdico como en aquellas competiciones que participen, somos nosotros los que tenemos que aportar estos elementos, motivando a los alumnos a que los realicen, sin olvidarnos del elemento familiar que nos ayude a llevarlo a efecto fuera del centro educativo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y DOCUMENTALES:

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